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Hessenordwood Crouch

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Todo lo publicado por Hessenordwood Crouch

  1. Hito 5. Horrocrux. Grelliam y Hess. No fue más simple llegar hasta ahí, Hess aun con su excelente condición física se siente agotado y es que este lugar es exigente, es como un contenedor, pero una vez dentro siente que absorbe su energía rápidamente y ante el hecho de que han llegado horas después de toda esta masacre(?) la energía de toda esa magia contenida en los muros del ministerio es intensa, como si recién hubiera sido empleada sobre las criaturas que yacen petrificadas, inconsciente o hasta envenenadas por todas partes. No estuvo presente, pero los vestigios y destrozos son una gran ayuda visual para que pueda imaginar la contienda que se ha librado aquí mucho antes de que ellos llegaran. Detrás de él, por supuesto, Garry luce intacto, un poco fatigado solamente de su mala condición física y todo lo que ha tenido que caminar hasta llegar hasta ahí. En su semblante taciturno, Hess puede verlo igualmente afectado por este lugar. En algún momento, en el que se encuentra ocupado asegurando el siguiente pasillo que están por abordar, Garry se ha salido del camino para ir a parar entre los escombros humeantes de lo que seguramente antes fue una columna. —Estos fueron personas-, dice, de cuclillas frente a un bulto calcinado y enterrado entre pedaceras que antes era una abominación que servía bajo las instrucciones del inquisidor. —No mágicos, pero...ahora ¿puedes sentirlo Hess?-, el demonio no responde, aun sigue alerta ante cualquier otra de esas cosas moribundas que puedan salirles de pronto con la intención de detenerlos. —Ellos aun caídos solo piensan en una cosa-, niega apenas con algo de decepción. —Hay que seguir adelante. —¿Podemos llevar a uno de estos a casa? —No. —Pero si no me he quejado en todo el camino. —Lo pensaré si continúas así hasta el final.
  2. Hito 5. Horrocrux. Grelliam y Hess La aparición es silenciosa, pero la figura de Hess, que es grande y sobresaliente con aquel traje impecable, rompe con el escenario de caos y destrucción que es ahora la entrada al ministerio de magia. Sus ojos se agrandan con una sorpresa que no puede evitar del todo cuando contempla el resultado que es la fachada del sitio, está completamente destruida, o en gran parte hay destrozos, tal parecía Eitʃ había escaseado con los detalles de la situación, pues el fuego de la batalla aún ardía sobre los pilares destruidos y las paredes vibran, apenas capaces de sostener todo este peso sobre ellas. El peso sobre su espalda le advierte que Garry no se ha tomado bien la aparición y le está costando un tiempo más recuperarse, habrían ido en auto para evitarle el esfuerzo, pero el mismo licántropo había insistido en que esto era suficientemente importante como para dejarlo para después, o para llegar tarde a esto, viajar en auto aunque era más seguro y cómodo y todas las cosas que mal imponen al Ollivander, solo los ralentizará. Y pocas veces en estos días Grelliam luce tan determinado en algo. Por supuesto que esto no tenía porqué ser una señal de que ocurriría algo bueno, si no todo lo contrario. —Recuerdo este lugar más alto-, dice cuando recupera el aliento, Hess apenas ha visitado el edificio un par de veces solo, pero nunca lo han dejado entrar por alguna u otra razón. —No te asustes Hess, este mal olor siempre lo ha tenido, así que vamos adentro de una vez, vamos. Tiene más de una razón para oponerse a esto, aun desde afuera de la edificación, el aura que se desprende desde su interior es casi impresionante, por lo que dejar que Garry recorra libremente los pasillos de este endemoniado lugar no es para nada aconsejable y, ciertamente, tampoco tiene muchas ganas de liar con esto, o lo que sea que se encuentre ahí adentro. Sus claros ojos reflejan en cambio la figura del patriarca deteniéndose en la puerta, él no lo va a poner en riesgo, o eso es lo que cree, pero Hessen es quien lleva el paquete y, claro, tiene que cumplir con entregarlo. Pero, por Satán, ¿por qué hacerlo justo ahora? Aun sin decir nada, el mago se adentra a la edificación junto al Ollivander. Dado: 6
  3. Hito 5. Horrocrux. -Eitʃ después de abandonar la batalla en el ministerio de magia- —Hay una forma-, dice de pronto, la figura que parecía dormida comienza a moverse como un reptil sobre el sillón para lentamente estirar sus extremidades que estaban enroscadas alrededor de su cuerpo como si tratase de contener el calor dentro de él. —O, bueno, se dice que existe una forma de hacerlo, unir un alma rota. He visto uno, una vez, un horrocrux quiero decir. He estado cerca de esa magia, pero jamás, jamás, he visto una reconstrucción-, una vez acomodado finalmente sus ojos que son de diferente color, el derecho ambar y el izquierdo es gris claro, le observan desde la penumbra de la habitación aislada de todo ruido posible. —Personalmente puedo decirte que no comprendo del todo esa magia que sea capaz de restaurar un alma. La bruja miró al mago recostado sobre el sillón, con los brazos y piernas colgando con pereza sin intención de llevarlo lejos pronto, él no parece realmente tener la intención de ayudarla porque no se ve si quiera que esté haciendo el esfuerzo por recordar o pensar en una respuesta más clara. Sin embargo, al menos le ha dado más información de la que ella tiene al respecto, no es mucho, pero ayuda un poco quizá incluso hasta entender el plan que Rory había querido llevar a cabo antes de abandonarlo en la sala del ministerio de magia, a él y a los demás todavía luchando contra el horrocrux y la fuerza de Laura Nielsen. —¿Puedes intentarlo?-, —No puede-, interrumpió Hess, desde el otro lado, atento a un puñado de documentos de contaduría sin resolver. —Quiero decir, ¿puede intentar pensar o recordar algo más? o algo que sea útil, no tiene que ir a ayudarlos, solo puede dar opciones. —No-puede-, repite con el mismo tono inquebrantable, el que el hombre no levante siquiera la mirada no le da más razones a ella para insistir. Lo que ella no sabe es que Hess solo no quiere que la muchachita meta ideas raras en la cabeza de Grelliam Ollivander, no ahora. —Hay textos que explican que para reparar un alma, o unir lo que se ha roto en ella, se debe sentir un verdadero arrepentimiento, uno completamente genuino-, entrecierra los ojos, aparentemente encantado con la expresión de confusión y abatimiento que contrarían el rostro de la bruja. —Pero a cambio se sufre un dolor insoportable, podría incluso provocar la muerte. —El poder de la redención-, ella sonríe con lástima. —Este sufrimiento no puede ser más insoportable que el vivir condenado con el dolor de tus propias acciones por el resto de tu vida-, finalmente sus palabras consiguieron que la clara mirada de Hess le pusiera atención a ella. El silencio y la mirada que compartieron esos dos tuvo bastante contenido por un tiempo. Garry se encogió de hombros. —Eso lo decide cada quien-, volvió a interrumpir la interacción entre mitades antes de arrastrarse por la butaca hasta caer sentado en el suelo. —Creo que te has involucrado demasiado en esto, tu pago está hecho desde la tarde de ayer, puedes irte a casa-, Hessen abandonó la contaduría para correr las cortinas de la habitación, las altas ventanas de la casa de Ollivander ofrecen un amplio campo de visión a los exteriores de una forma que hace que los espacios húmedos y oscuros que son las cuartos se refresquen y se sientan habitables. —Gracias de todas formas. Después de unos minutos, la figura de la bruja desapareció tras las primeras arboledas que delimitan el bosque embrujado. —¿Crees que ella vuelva ahí? —Es inevitable pensar que esto no nos concierne, pero lo cierto Hess, mi querido, es que todos respiramos del mismo aire. Eso es algo que debes tener en cuenta muchacho-, el demonio volvió a desplazar las cortinas con un solo movimiento para quedar nuevamente a oscuras. —Ahora, prepárate para partir, es hora de hacer una entrega.
  4. Hito 5. Horrocrux. Eitʃ. El cuerpo de Sebastian aún está reposando a sus pies detrás de ella y el clon, que sigue vigilando cada movimiento a su alrededor no tiene la misma fuerza que antes, Eitʃ no sabe si es porque la magia con que ha sido invocado se está agotando o también está siendo afectada por la magia oscura que proviene del horrocrux, como fuese es cuestión de tiempo para que su poder desaparezca y el hombre Sebastian quede vulnerable a sufrir cualquier ataque, pero ¿importaba todavía el bienestar de esta persona sobre las demás? Por un instante se quiere quedar a ver como termina el encuentro de Laura Nielsen con su padre y si es que Sebastian, una vez que recupere la conciencia, puede hacer algo por ellos. En pocas palabras, quiere observar con asombro como las plegarias de Despard no se cumplen y ella ha tenido la razón todo este tiempo. Él le ha abandonado ¿o ella lo ha hecho primero al no dejarle tomar de su fuerza? No se siente como si lo hiciera y es que por alguna razón, si lo hubiera dejado, tiene el presentimiento de que él no hubiera aceptado su fuerza con tan solo sentirla, su aura era oscura, llena de confusión y hasta cierto grado de odio y desprecio, ¿le hubiera servido así de todas formas? Ahora que lo ve casi inconsciente después de ayudar a la bruja Melrose cree que quizá pudo haberle sucedido lo mismo y es que alguien como ella, con toda esta naturaleza que la complementa, no puede ayudar a contrarrestar la magia de Laura Nielsen, en todo caso Eitʃ cree que de acercarse más, de intentar interferir, sólo puede distorsionarla, pero no controlarla. Observa una vez más a su alrededor, las cosas han cambiado solo porque los participantes de esta batalla están agotados, exhaustos comienzan a entender, tal vez, que los ataques sin sentido no les están llevando a ningún lado y los vuelve más vulnerables, aunque quizá un poco más susceptibles ante la presencia de laura como persona. Podría ser, o podría ser solo que este es el momento previo a la desesperación que les lleve a la locura total. Una vez más el mago tras el gallo la desprende de sus cavilaciones, alguien por suerte ha intervenido con ello y le recuerdan que el tiempo para ella se ha terminado aquí. Por última vez la figura de Rory se refleja en su mirada, luego mira a Sebastian queriendo recuperar la conciencia por cuenta propia a sus pies, y finalmente observa a Laura, su rostro, su alma fracturada. Se queda un segundo más ahí, dejando que los recuerdos compartidos que el clon de Mackenzie le ha compartido tomen otros matices, blancos y grises oscuros. Tras ondear su capa sobre su espalda ella desaparece. No hay nada más que pueda hacer aquí, al menos no ella sola.
  5. Hito 5. Horrocrux. Eitʃ. Por un segundo todo se detuvo a su alrededor, los sonidos se ensordecen y el resto de sus sentidos se agudizan a una escala abismal. Siente el vértigo en su corazón y en su mente contrariada, confundida. Es de alguna forma evidente lo que Rory hará con ella, con su magia, pero no lo entiende, ¿por que quiere tomarla, a ella que no tiene nada que ver en todo esto (o es lo que piensa), para ayudar a esta gente que no ha pensado en otra cosa que no sea destruir?. Ante sus ojos, aun con los endemoniados, esto es una consecuencia. Ella cree que dejar que Laura Nielsen desate su locura sobre ellos es el pago y el cobro justo por las acciones de los involucrados, tanto de estos magos y brujas que luchan contra la inquisidor, así como de la misma Laura Nielsen. Al final de sus vidas, aun si no era aquí y ahora, nadie quedaba impune. Y, de todas formas, ¿por qué siente que no es suficiente? Sin el mayor cuidado se movió apartándose de Rory con algo de brusquedad, lo hace rápido, suficiente como para colocarse delante de él y sujetarlo ahora por los hombros hasta que el mago consiga estabilidad propia. Es en ese momento, cuando ella retrocede un par de pasos, que finalmente conectan sus miradas, y la negativa en sus grandes y claros ojos es evidente. Ella no lo va ayudar más en esto, él debe entender que no es su deber darlo todo por esta gente y que hay muchos más allá afuera que necesitan que personas con una voluntad, tan buena como la de Despard, vivan por más tiempo. Ese es el verdadero sacrificio que Rory tiene que hacer por ellos. —Has lo que tengas que hacer-, repite con firmeza en su voz. —Pero vas a tener que encontrar otra forma de hacerlo. Porque no te voy a dar nada para estas personas-, sentenció. El azul claro de sus ojos se convertía lentamente en un blancuzco color gris que no solo nubló su vista, si no su juicio y, a su vez, el poco rastro de humanidad que le quedaba. La naturaleza del demonio era condenar, en su razón no cabía la idea del perdón, de la redención o del arrepentimiento. Ellos tienen que pagar. Todos. Ahora, más que entenderlo, lo siente, en cada partícula de magia y esencia con la que está construida.
  6. Hito 5. Horrocrux. Eitʃ. Las palabras de Rory le llegan, es imposible no escucharlo aun con los sonidos de batalla a su alrededor, el aun se mantiene apoyando su peso sobre sus hombros, el refuerzo que ella le ofrece para mantenerlo de pie, sin embargo, una parte de sí misma, quizá la que está conformada de solo cosas malas, de desechos de la humanidad, se niega a seguir pensando que lleva razón en lo que dice. Ella no cree en eso, ha visto a tantas personas malditas en esta y otras vidas, les ha arrebatado sus últimos instantes, sus últimos pensamientos y en ninguno de ellos puede encontrar conexión con la explicación de Rory. Y por el contrario, ella existe con la creencia de que las personas necesitan sentir culpa, ellas deben cargar con ella en su alma hasta el final de sus días e incluso después de ella. Es el castigo que merecen por traicionarse a ellos mismos. Ella misma ha sido inventada por algún ser de la oscuridad para no dejarles olvidar esto. Pero nuevamente no responde a Rory, su mente en cambio se inunda de más dudas, algunas que siempre han estado ahí, otras nuevas que surgen luego de presenciar la batalla en esta sala. Su mirada sigue puesta en esa sala, viajando de uno en uno de los presentes cómo si quisiera encontrar la respuesta que busca que le dé orden a todo en sus acciones, en su heridas. Pero antes de que pueda solucionarlo llega la solicitud. Lo que Rory le pide va más allá de un contrato en papel y tinta, no hay oro que pueda sustituir o componer de algún modo lo que él va a ocupar de ella, su energía, lo que le da vida. No, si ella acepta él podrá ver su magia, entenderá de qué está compuesta, y ¿le servirá eso igualmente? Le está pidiendo demasiado, ella no le debe nada a esta gente y, ciertamente, quizá merecen algo de todo este escarmiento. —Bien Despard-, responde, incapaz de devolverle la mirada, siento que si lo hace, él podrá darse cuenta de que no esta haciendo esto por estas personas. —Haz lo que tengas que hacer-, susurra.
  7. La última estaca es clavada en el suelo de un solo y fuerte movimiento cuando escucha por primera vez las voces y los pasos de algún desventurado merodeando en el interior del bosque que, muy seguramente, se encuentra extraviado, pues han tomado el camino que les lleva a donde las rafflesias han crecido gustosamente o al menos lo han hecho mejor que en los otros sitios donde ha intentado cultivarlos, y por lo que Garry ha aprendido ya de los escasos visitantes del bosque, es que el simple aroma de la colorida planta espanta. De todas formas levanta la mirada en busca de ellos, quizá puede haber una excepción con estas visitas que quieren aprender, tanto como él, de la fitología. Pero desde donde está no tiene un gran alcance de visión; aún de cuclillas frente al cedro más longevo de estas tierras, donde se encuentra además la figura antropomórfica de un hombre pez, y no alcanza a distinguir más que la sombra de dos personas deteniéndose del otro lado del robusto árbol. Es posible que no puedan verlo porque está metido entre sus raíces o quizá no han notado su presencia porque su acalorada discusión no les deja ver más allá de lo que es evidente. Es en ese momento que las escucha decir que están perdidas y, como hace mucho tiempo que no lo hace, Garry sonríe divertido por la última de las afirmaciones. Aunque no comprende muy bien qué clase de castillo están buscando en este lugar, no conoce alguno cerca, salvo aquel de la pequeña y extraña comarca de Bowtruckle que han anidado en las arboledas al sur de estas tierras. Devuelve la peculiar mirada a la estatua del hombre con cara de renacuajo y continúa echando tierra sobre la estaca mientras las escucha discutir. Asiente un par de veces dándole la razón a la persona que explica a la otra que este es un bosque embrujado y que si se encuentran perdidas es muy seguro porque alguna de ellas no sabe siquiera lo que está haciendo aquí. —Este lugar está hechizado no para evitar que entres o te quedes-, habla él como si estuviera complementando la explicación de ella, pero el sonido de la voz de Garry es tan apagado, que no hay forma de que a esa distancia ellas puedan escucharlo. —Más bien, está hechizado para no dejar que nada ni nadie salga de aquí-, sonríe tanto que las cicatrices en su rostro parecen querer romper su piel nuevamente. Por el contrario, debe ser por la esencia de ese bosque que lo mantiene vivo y maldecido, lo que ha entendido o malinterpretado las verdaderas intenciones de este par de brujas perdidas, pues algo alrededor de ellas se distorsiona como una oscuridad que él ha sentido antes, no es dañina, pero en pequeñas cantidades, aplicada por tanto tiempo, podría ser capaz de consumirte, podría incluso hacerte perder la cabeza. Se pone de pie de mala gana, no tiene ganas de ayudar a este par de viajeros, tiene que asistir a una fiesta pronto y ha prometido no ensuciar sus ropas en una aventura improvisada, pero antes de que pueda intentar cualquier cosa el par de mujeres sale corriendo atropelladamente, casi pasando por encima de él sin darse cuenta. Las ve escapar y después de perderles el rastro Garry ajusta la capa sobre sus hombros y continúa con su labor, con un pisotón fuerte la estaca enterrada se clava más profundamente en la tierra blanda del bosque y camina en dirección opuesta a ellas. .. .. .. .. .. De vuelta a casa, con los bolsillos de la capa (para no ensuciarse el traje) repletos de sabrá Merlín qué cosas, se encuentra con otras dos personas, mejor dicho, las ve a la distancia, ellas mucho más cerca de llegar al círculo. Los largos pasos de Garry lo llevan lejos en poco tiempo, pero siguen siendo lentos y algo arrastrados así que no puede alcanzarlos, en cambio ellos, con algo más de astucia que el otro par, consiguen llegar al páramo más despejado de esta heredad, donde el estanque adornado con todo lo necesario para el festejo espera ser ocupado y donde solo un poco más allá se encuentra el hogar de los Ollivander. Se detiene un momento más antes de llegar hasta donde están ellos, desde la oscuridad del bosque puede ver el encuentro entre las brujas que ha topado cerca del viejo cedro, ¿será que estas personas han encontrado lo que buscaban? —El campo de palo verde es un mejor lugar donde pueden hacer un picnic-, interrumpe la reunión, en algún momento se ha acercado lo suficiente al grupo para que al fin puedan escucharlo, porque justo tiene mucho que decirles sobre el desorden que han dejado sus aplastadas pisadas a la orilla del círculo. Lo malo es que tampoco tiene ganas de hablar con ellos. —No deben hacer un picnic aquí, no ahora. Hay una fiesta-, les señala en dirección al lago, donde ya se encuentra todo preparado para recibir a los invitados de Hannity y Bel. —El campo de palo verde, allá-, repite. —Está un poco más al noreste en esa dirección. Pero si no hay remedio, supongo que pueden quedarse aquí también, seguro que a Bel no le importará-, dice y continúa su andanza hacia la casa para vaciar sus bolsillos antes de incorporarse al festejo, pasando de largo todo lo demás, incluyendo a Nasha y a ese teñido pelirrojo.
  8. Sobre la mesa hay solo dos frascos agotados de tinta negra, no hay señales de una pluma cerca, pero el goteo del frasco que se derrama le indica que alguien lo ha usado recientemente. De esa forma, siguiendo el rastro de tinta, es que llega hasta el cajón del buró junto a la cama y, como es de esperarse, está cerrado, necesita de magia para poder abrirlo, no hay forma de que la cerradura se abra de otra forma antes de perder el contenido que guarda dentro, pero no es problema, él conoce el truco para abrirlo, del mismo modo como también sabe abrir y hacer aparecer cada espacio o habitación de esta casa de temperamento voluble. De un solo movimiento con su diestra el cajón abre y rápidamente extrae el contenido. La habitación es completamente oscura, pero no es obstáculo para que sus claros ojos lean velozmente las páginas que ha extraído del cajón. —Incompleto-, masculla casi con enfado, pero antes de continuar con la búsqueda es interrumpido por el sonido a su espalda de alguien llamando a la puerta. Rápidamente toma las hojas de pergaminos, las dobla en tres partes y las guarda dentro del bolsillo de su saco antes de retocarse de pies a cabeza y se apura a atender el llamado. La puerta se abre de un solo movimiento, la figura de Hannity está ahí, relajada un segundo antes sobre el marco y parte del muro, casi metro y medio de distancia los separa y desde ahí puede sentir la fragancia dulce y fresca de su perfume, le revuelven el estómago, pero como otras veces, su rostro es incapaz de reflejar lo que piensa y se mantiene inerte, con una tenue y programada sonrisa en los delgados labios. Su pálida mirada en cambio, que se fija sólo en el rostro de ella, parecen quererse burlar de la muchachita, de su expresión transformada al verlo de pie ahí, del otro lado, en la habitación de su padre. Igual de rápido salió del cuarto, asegurándose de cerrar la puerta de él se movió por el corredor hasta quedar del otro lado del pasillo, con Hannity dándole la espalda a la habitación de Garry. Podría tratarse de mera coincidencia, pero la puerta desaparece en ese instante dejando una pared completamente lisa con un solo cuadro colgando que es la pintura de una de las ventanas del piso de abajo, exactamente del espacio que usa Hessen para la contaduría de la familia. —Hace un par de horas que Grelliam bajó al bosque, mi señora. Dijo que tenía que buscar algo ahí antes de la fiesta, le prometo que hice todo lo que pude para evitar que fuera con el traje puesto, pero, bueno, ya sabe como es él-, locuazmente intentó enfocar la atención de la bruja en la fiesta y es que, a pesar de que ayudó en conseguir los elementos para esta celebración, Hess no pretende ser quien tenga que atender a estas personas. —Se ve encantadora, Hannity-, felicita a la suspicaz bruja a la que no cree engañar con buenos modales esta vez, pero al menos puede enfocar su interés en otra cosa. —Si usted quiere, puedo acompañarla al piso de abajo, los invitados y la festejada no deben tardar en llegar-, con un movimiento le indicó el camino próximo que los lleva a las escaleras.
  9. Hito 5. Horrocrux. Eitʃ. La respuesta de Rory es casi esperada por Eitʃ, palabra por palabra, incluso a premeditado cada uno de sus gestos insufribles cuando habla de su TodoPoderoso, sin embargo, ahora que lo escucha decir todo eso, y que además ella también carga consigo los recuerdos de Laura Nielsen, de lo acontecido en las diferentes líneas temporales, y de todo por lo que tanto ella, como su padre y este hombre Sebastián han pasado, la explicación del joven predicador tiene otro peso sobre ella, aunque igualmente no puede creer en todo lo que le dice, pues, desde su perspectiva, que no se encuentra más conmovida que antes por todos ellos, las acciones de estas personas, empujadas inicialmente por sentimientos que en su origen parecen tener las mejores de las intenciones, una vez corrompidos, no han terminado si no en más catástrofes. Cuando termina la última protección y vuelve su atención al predicador, no se molesta en ocultar la confusión en su mirada, pero aun así, como si le confiara de toda la vida, asiente a sus palabras y busca ocupar un lugar junto al pelirrojo para que termine su magia. No sabe con certeza lo que ha ocurrido, pero si puede sentirlo, cómo otras veces, el como su entorno cambia, va algo más allá de esta magia oscura que inunda la sala y se siente...bien, al menos por un instante. El peso del cuerpo de Rory pidiendo reposo le advierte, la alerta de que, sea lo que sea que ha sucedido, él ha tenido algo que ver en todo esto, se apura para reforzar su agarre. Por fortuna no se trata de un hombre corpulento y no es la primera vez que ella tiene que cargar el peso de algún colega sobre sus hombros, pero la situación ahora la hace sentir que sus rodillas tiemblan cuando Despard apenas es capaz de levantar la mirada en dirección a la batalla, a Laura Nielsen. Naturalmente, ella también mira en esa dirección, es solo hasta en ese momento que lo ve, la figura del padre de Laura, frente a la inquisidor. Ahogó un suspiro de sorpresa, solo para no romper la concentración de Rory. Con un movimiento de fuerza acercó más el cuerpo del hombre al suyo para que se sintiera más estable, para que consiguiera mantenerse de pie. Así de cerca, contempló el rostro pecoso del hombre, que en su serenidad, encuentra también reflejada la angustia sobre las marcas que dejaron algunas arrugas de estrés y quizá frustración sobre él. Ella piensa entonces, que Rory realmente cree en todo lo que le ha dicho, no hay forma de lo contrario y Eitʃ no encuentra por ahora las palabras para contradecirlo, para explicarle como es que también hay personas, como ese par de Luxurs, que han caído seducidas sin mayor resistencia ante la fuerza del artefacto maldito. Vuelve a entornar su mirada entonces a donde Laura se ve a través de la proyección de su padre, ¿que podrían estarse diciendo? apenas tiene visibilidad de lo que sucede, mucho menos puede escuchar, pero algo en esa habitación cambia y esta vez Eitʃ se aferra inconscientemente al cuerpo de Rory por bienestar propio, pues no sabe con certeza si su magia ha causado el efecto esperado o, por el contrario, viéndose envuelta en toda esta pelea, ha desatado un mal mayor. —Y, sin embargo, es ella quien lo ha decidido así-, le habla Rory en voz baja, como si pensara que con sus palabras pudiera interrumpir el intercambio que se da en el encuentro de Laura y su padre. —Ella siempre ha tenido todo este poder a su alcance y ha tomado cada una de las decisiones que la ha llevado hasta aquí, ambos, todos, así lo hicieron-, continúa, pero no lo hace con la intención de contradecir al mago, si no que es más bien cómo una cavilación en voz alta, que espera que Rory escuche y pueda aclararle, lo que para él parece evidente y para ella no. —Los humanos tienen ese privilegio, ¿no es así?-, por un instante busca nuevamente la mirada de Rory antes de que un nuevo ataque fallido a la distancia la distraiga. —Ellos pueden tomar sus propias decisiones-, y, hasta cierto punto, les envidia por ello. Se queda un tiempo más, con la mirada colgada entre los que aún rondan por la sala, malheridos, frustrados, enfureciendo cada vez mas tras cada intento fallido por detener a Laura y, aun así, se levantan nuevamente a continuar esta contienda. —Pero nada de lo que suceda ahora, o decida hacer, cambiará su pasado-, razona, pero parece solo no entenderlo. —Lo que se ha roto, agrietado se queda, al igual que el dolor, no se va. ¿Por qué cambiaría ahora?-, sus pupilas pasan ahora a la figura de aquellos dos, padre e hija, rodeados de aquel campo de batalla sin parecer importarles. Y los mira con tanta intensidad, como si estuviera apunto de presenciar algo que solo ocurre una vez en la vida. —¿Por qué hoy Laura actuaría diferente?-, su voz se consume lentamente con cierta desilusión cuando la magia de Rory parece perder fuerza. Dado: 17
  10. Vuelve a palmear sobre los hombros de Garry, con un apretón apenas sobre ellos tras los comentarios adicionales de Evans y Moody para que el Ollivander termine de convencerse de que no es necesario un pago, de cualquier tipo, por la comida que le han ofrecido. No obstante le preocupa el hecho de que Grell ha comenzado a temblar nuevamente aun con su abrigo sobre él luego de que Bel saliera de su campo de visión, supone que es solo uno de esos reflejos tardíos del aletargado hombre, lento hasta para estas cosas, pero por si las dudas es mejor mantenerlo apartado de Bel Evans y Hannity el mayor tiempo posible. Razones para traerlo aquí desde un principio a Hessen no le faltaban después de todo, de hecho, había sido el mismo licántropo el que se ha colado en su chimenea por cuenta propia luego de una tarde insistente de cuestionamientos por parte del patriarca de la familia que finalizaron en un interés poco usual en las actividades nocturnas del demonio. Finalmente a Hess lo había conmovido la melancolía de un Garry abatido en la soledad de su biblioteca, además de que había prometido tratar de matar el tiempo en la cocina, lo que a la larga nunca termina saliendo bien. Pero mucho trabajo le había costado desocuparse y agendarse esta noche para Rory y, si la cosa continuaba así de mal, terminaría desperdiciando lo que le resta de tiempo en una velada de karaoke con un montón de personas que ni siquiera les agrada. Ni en su época de adolescencia había mal invertido su tiempo de esta forma. Cavilando mejor, salvo por el tipo de actividades, esto no era más diferente a estar en una de esas fiestas aristócratas o de calidad importante, a las que suele, o solía, asistir por mero compromiso. —Estoy seguro de que hay otras formas en las que puedo compensar su desaire, señora-, puede sentir el peso en la mirada de Bel como un bloque duro sobre sí mismo, no se necesita ser demasiado perceptivo tampoco para esto, ha tratado con gente difícil antes y el hecho de encontrarse en una fiesta de Evans no lo hace nada mejor. No puede encontrar al menos el modo de sacarle provecho a corto plazo a esto si se queda. Echó un vistazo a su alrededor, tratando de rápidamente poner un nombre a los rostros que no conoce sobre los que ya tiene memorizados, solo ve a un par de ellos más conocidos que otros y no necesariamente son algo bueno de encontrar, o no lo son por lo menos en estas circunstancias. Mucho menos tiene por ahora un interés en estas personas, pero no pasa desapercibido que, haciendo aun lado el festejo, éste es un evento que desafía las leyes actuales impuestas por la ministro de magia. Comprende entonces que, lejos de lo que superficialmente pudiera aparentar, esta reunión tiene un propósito más importante o sobresaliente que solo perder la razón ahogados en alcohol de mal gusto. Ahh-, pero que ganas de volver a la habitación de arriba con Rory, aun si el pelirrojo se la pasaba canturreando versículos por el resto de la noche por todas las cosas malas que puede la gente llegar a pensar si se pasaban el resto de la noche encerrados en esa maldita habitación. Pensándolo mejor, eso quizá tampoco era buena idea. —Hess-, el muchacho lo llamó de nuevo, hay apuro esta vez, y lo hace apartar la mirada rápidamente que sin conciencia mantenía sobre las escaleras. No es que hubiera esperado que un milagro venga de ahí arriba tampoco. —Si, bueno…-, la pausa es larga porque a pesar de que piensa rápido no puede encontrar cómo salir de aquí. —Mi hermana Sally siempre decía que nací con un buen tono de voz-, es bastante natural de todas formas; la sonrisa bonachona y el asentimiento de que está convencido por esto, hasta cierto punto, una parte de él ha comenzado a creer que lo está, de otra forma no podrá convencerlos de lo contrario. —Aunque no la he visto desde que cumplí los quince, pero mi voz no debe haber cambiado mucho desde entonces ¿cierto?
  11. Hito 5. Horrocrux. Eitʃ. No muy convencida con la larga y penetrante mirada que Rory le dedica, cómo si con eso le explicara todo, se acerca a ellos, los rodea lentamente, lanzando miradas de soslayo y suspicacia al inconsciente Sebastián en los brazos de Rory y a la figura de Mackenzie a sus espaldas que no deja de vigilarlos. Sea cual sea la magia que el pelirrojo está tratando de usar en Sebastián simplemente no parece tener mayor efecto, aunque siendo sinceros ella no ha terminado de entender del todo el plan del joven predicador. Supone entonces, que lo que le resta y puede hacer es solo estar ahí para cuando Rory le necesite, aunque está en total disposición de tener que abrir un portal y sacar su trasero de ahí si vuelve Rory a la inconsciencia por el uso excesivo de esta magia suya. Y lo dejará reprochárselo después solo porque cree al menos que eso es más soportable que verlo caer. —Oye, aléjate de él-, advierte interponiéndose entre el otro clon de Mackenzie que aparece de pronto ofreciendo un conocimiento con el que ella no quiere batallar ahora y los dos hombres en el suelo. —Déjalo ya, Despard, no nos sirve de nada que lo despiertes si tu caes tambie…-, algo la empuja o más bien tira de ella, en un instante demasiado rápido, Rory está ahí a su lado, por un momento el agarre de él le hace pensar que lo ha convencido de huir juntos de este lugar a uno más seguro, pero cuando sus grandes y transparentes ojos se encuentran nuevamente con los de él, se da cuenta, antes de que diga nada, que el hombre planea hacer justo todo lo contrario. Ella hubiera gruñido algo por lo bajo, desdeñosa ante la necedad religiosa de Rory, pero eso, cómo lo que ha estado experimentando casi desde que ha iniciado esta aventura junto a él cómo su sombra, se extiende nuevamente sobre ella y lejos de dejarla sin voluntad le incentiva a no soltarlo. No tiene más tiempo sin embargo de darle una respuesta, este del clon no es un ataque cómo tal, sino más bien es un toque que se siente que la paraliza por completo, aun si se aferra a Rory el piso sobre sus pies parece haber desaparecido, ¿de donde es que ha salido esta persona y que clase de truco era este? No, no era una persona, no se siente cómo una real, la mirada del clon de Mackenzie, que se fija y se hunde en los de ellos cómo un legeremante, se encarga de callarle la boca con ese contacto, que aunque es ligero, está cargado de sentimientos y visiones que rápidamente se drenan desde el clon hasta la mente de Eitʃ y les muestra sus recuerdos cómo si fueran propios. Son demasiadas cosas, demasiadas ideas, que aun teniendo en su cabeza frescas, cómo si ella misma las hubiera vivido, no caben ni dan explicaciones suficientes a todo lo que acontece. El clon de Mackenzie les deja ir y salir del aturdimiento de ese encuentro le lleva solo unos segundos más tarde. —¿Aún sigue pensando Despard que reanimar al muchacho servirá de algo?-, pregunta, esperando que el argumento del pelirrojo no sean solo un par de pasajes bíblicos. De igual manera, la bruja comienza a balancear su varita convocando a su alrededor, sobre los ruidos de la batalla que se está llevando a tan solo metro de distancia, protecciones que cubren a Rory y Sebastián de algún ataque desviado o inesperado, ya sea por alguno de los que intentan detener el Horrocrux o la misma Laura Nielsen que aunque se encuentra a la distancia, puede sentir como es que tiene el control de todo en esa habitación.
  12. Hito 5. Horrocrux. Eitʃ. Un escalofrío, algo cómo un mal presentimiento, interrumpió sus pensamientos que iban a la espera de alguna otra teoría de Madelein que pudiera aclarar un poco lo que tanto cómo ella y Melrose concluían. Ésta, era magia que Eitʃ no entendía, no con palabras o teoría, sin embargo podía sentir que era verdadera e intuía su comportamiento cómo si se tratara de algo lógico y razonable. El demonio, o quizá la persona, siempre fue más perceptivo que inteligente, aunque tal vez era por toda esa naturaleza, de materia oscura, un poco cómo la que está formada su existencia también, lo que la lleva a sentir un grado de empatía por Laura, su nexo con el horrocrux y la fracción de su alma que guarda ahí adentro. Pero es esto lo que siempre ha sido su mayor equivocación. Se tambaleó, hay un aura, una conexión, algo, que comienza a unir a todos los que rodeaban a Laura en esta sala, ¿habría forma de que aquel objeto maldecido se fortaleciera también con las oscuras intenciones de odio, muerte y destrucción que yacían en los corazones de los presentes?. Observó mejor su alrededor, no solo podría haber eso, estas personas, que luchaban por algo o por alguien contenían otras intenciones, incluida ella, porque aunque se había sentido neutral en esta situación, estando aquí solo por un pago al final de la misión kamikaze, la magia de la inquisidor la ha convertido en una participe voluntaria en todo esto. Movida por el desconcierto, el de no saber qué hacer o cómo entender mejor esta situación, intentó curiosear más de cerca el artefacto con el que la inquisidor se encontraba unido, su mirada finalmente viajó siguiendo un lazo imaginario desde Laura hasta donde se encuentra el horrocrux, pero algo mas allá, lejos de la última portadora, se encuentra finalmente con la figura de Rory Despard moviéndose en dirección opuesta a la lucha de destruir el artefacto y a Laura. Exhaló abatida, una sensación de angustia, que no sabía que sentía, le abandonó, pero rápidamente le reemplazó algo más parecido a desesperación. ¿A dónde iba ahora? Dedicó a Madelein y Melrose un último vistazo a sus espaldas, lo que sea que fueran a intentar, aun si lo creyese ella una mala idea, no cree ser capaz de detenerlas sin ayuda de Rory, estas personas le necesitaban a él, alguien en quien pudieran creer o confiar, no a una caza recompensas de pila que no ha hecho más que solo ser un espectador, cómo si estuviera esperando aprovecharse del mejor momento para sacar algún beneficio de todo esto. Y tal vez así era, después de todo ¿que gana ella al final del día con todo esto? Si detenían a Laura Nielsen o no, aun si Inglaterra caía o si toda Europa lo hace, no muchas cosas podrían cambiar para ella. Ahora concluye en esto. Es por eso que no entiende por qué de todos modos avanza en dirección a Rory, empuñando su varita con más fuerza que antes, cómo si fuera capaz de hacer pedazos con uno de sus rayos cualquier cosa que se interpusiera entre él y ella. —Pensé que te había perdido-, aún le quedan un par de metros de distancia, pero siente la necesidad de reclamarle ahora o podría patear sus costillas si no. —No vuelvas a desaparecer así. No habrá recompensa si mueres-, se detiene antes de llegar, solo para ver mejor que es lo que tiene a Rory tan ocupado cómo para protestar. —¿Quién es él y por qué pierdes el tiempo aquí? Tu gente te necesita allá ahora, Despard.
  13. Hito 5. Horrocrux. Eitʃ. Incluso tratando de exentarse de la situación, manteniéndose al margen de aquella sala convertida en campo de batalla, era difícil no sentirse conmovida con toda esa cantidad de magia oscura y poderes tratando de contrarrestar de alguna forma u otra las calamidades provocados por haberse entrometido en los misterios del tiempo. Además, no era posible para nadie ignorar al dragón y al basilisco al que hicieron frente tan solo momentos antes. Ella ha estado todo este tiempo solo cómo una espectador de aquel enfrentamiento, pero ha visto cada uno de los intentos fallidos, de las osadas hazañas de otros, el vaivén del artefacto oscuro y el rastro de caos que deja a su paso, y aun así no se mueve de su lugar más que para evitar un ataque desviado. Ha sido recomendación del principal el que ella, que no tiene nada que ver en esto, se mantenga a la orilla de todo, incluso, con la instrucción de escapar si la situación se vuelve de riesgo. Pero nada de esto es así, porque entonces hubiera dado la vuelta desde el momento en el que intentaron por vez primera colarse al ministerio de magia enfrentándose a una barrera de abominaciones, y sin dudarlo lo hubiera botado todo luego del encierro en la sala de las profecías, pero todo esto iba más allá de esta habitación, de los grupos mortífagos o la orden del fénix, ahora era la gran Inglaterra mágica quien caía a los pies de la inquisidor, pero nada les garantizaba que el delirio de la bruja se detuviera en las fronteras de esta nación. A la larga las acciones de una corrupta Laura Nielsen debían incumbirle a ella también, ¿cierto? El grito maníaco que pega Melrose (ahora sabe que es una de las brujas que se acompañaron durante la batalla de las abominaciones en la cámara de misterios) está tan cargado de cosas, una mezcla intensa entre ira, frustración, dolor, miedo, que es inevitable que se mantenga marginada de todo esto por más tiempo, cómo si fuera posible se cuela en su interior, tensa sus músculos, y la saca de sus pensamientos, de ese debate moral que está teniendo consigo y las partes de ella que la conforman, pero ¿qué puede hacer por ellos? Rápidamente intenta encontrar algún rastro de Rory, es ridículo que le haya perdido la pista con ese horrible aspecto que carga el predicador, no lo ha visto desde su casi colapso, pero ciertamente, este espectáculo la ha dejado algo atontada y se ha enfocado más en intentar no perder de vista el horrocrux que ahora yace en otras manos, no sabe si más seguras, pero al menos parecen saber cómo contener mejor el objeto. —Cincuenta euros la hora, pero que est****a fui-, aferrándose a su varita, escupe una maldición y se queja mientras comienza finalmente a adentrarse al campo. Y se desplaza cómo una especie de ágil criatura hasta llegar hasta donde se encuentra Madelein, otra de las brujas de la comitiva de Rory. Sordamente chasquea la lengua cuando ve la cicatriz que le ha dejado sobre Melrose el contacto con el horrocrux, y se piensa que podría ayudar intentar a estas personas por cincuenta euros la hora, pero no se va a permitir una marca cómo esa, preferiría morir antes que esto. Cuando está ahí se inclina junto a ellas, llega justo a tiempo para escuchar de Melrose una explicación que de buenas a primeras a oídos de Eitʃ no tiene nada de sentido, pero que igualmente sabe ligar tras todo lo que ha acontecido en el momento. Colocándose del otro lado, ayuda también a que la bruja malherida se incorpore, no hay mucho que puedan hacer por ella ahora tampoco. —Volverá a atacar a Laura-, masculla sin moverse de su lugar no irá tras ella si comete otro acto de locura, de todas formas sabe que Madelein la a escuchado, aunque interrumpe lo que ella está diciendo, una idea que, por mucho, le parece incomprensible, porque sale incompleta de sus labios aunque al mismo tiempo la razona cómo si tuviera toda la lógica del mundo. Su propio rostro se ilumina con el poder Madelein emplea para detener o contener los intentos de una atrabancada Melrose, que no se detiene a pensar más antes de actuar, y a su tiempo les alcanza ella después. —Pero ¿cómo? ¿cómo cortar o interrumpir esta unión?-, cuestiona con serenidad a Madelein, no está segura de si cree lo que Melrose trata de decirles, pero si ella tiene razón, era una posibilidad más a la que podrían enfrentarse y a estas alturas, incluso Eitʃ se da cuenta, de que se están quedando sin mas cosas que intentar. —Es decir, ¿de qué está fabricado?-, se adelanta un par de pasos entrecerrando los ojos cómo si tratase de ver algo que es evidente, pero que por alguna razón ha pasado desapercibido. Y es que le parece insensato creer que más que una fracción del alma de Laura, pueda tratarse de una extensión de ella contenida en el objeto.
  14. —Cheers-, murmura con coquetería antes de chocar su vaso con el de Rory y beber un trago pequeño del contenido. Aún quedan muchas cosas que puede decir al respecto sobre esta reunión, pero puede estar de acuerdo también con el mago y tampoco le complace la idea de que algo o alguien les interrumpe de pronto la conversación. —Pero si que es una lastima-, dice refiriéndose al bullicio que Rory menciona. —Hubiera sido bueno poder aprovecharme un poco más de este lugar. Solo por no menospreciar, claro, se ve que han puesto empeño en esto-, divertido señaló el lugar y toda la decoración y ambientación alrededor de la habitación. —O será Despard, ¿tal vez no era yo su única reunión para hoy?-, escondió la sonrisa burlona detrás del vaso mientras da otro sorbo a la bebida. Lo que sea que contenga esa copa le sabe terriblemente amargo. Pero antes de que Rory pueda, o no, protestar algo a cambio, la alarma en el smartwatch comienza a sonar, interrumpiendo incluso la línea de pensamientos de Hess y le advierte que, a pesar de que ha estado concentrado en todo momento, ha perdido por completo la noción del tiempo en esta reunión, lo que tampoco es muy común para alguien cómo él. Apurado por el estridente sonido de la alarma, que no recuerda haber puesto el volumen tan alto, deja la copa de licor en algún lugar. —No es de mi incumbencia, por supuesto-, intentar apagar la alarma, que parece haberse trabado de pronto, tiene toda su atención. —Será mejor que busque a Grelliam antes de que pueda causar problemas, no es muy soportable cuando hay tanto ruido-, finalmente el sonido de la alarma se detuvo y los claros ojos de Hessen se posaron nuevamente sobre el rostro pecoso de Rory, casi siempre hay algo ahí en él que le arranca una sonrisa cuando lo encuentra, hoy teñido de un rubor seguramente por el licor de hierbas, no es la excepción. —Entonces ¿cree que sea buena idea bajar ahí ahora?-, preguntó arrugando el puente de la nariz, está seguro de que Rory está al tanto de la no tan buena relación que existe entre la principal Evans y él. -- -- -- —¿Dónde se encuentra quién?-, pregunta, distraídamente jugando con el plato de fruta en lugar de comerla, no tiene buen gusto por la comida que es fresca, pero aunque también es terco no quiere del todo desairar a Hannity por segunda vez. Así que tiene la intención de dar aunque sea un bocado, no solo por la amenaza advertencia de Bel, sin embargo, se resiste lo más que puede a tener que hacerlo con el pretexto de primero quitarle la semillas a la rebanada de fresa antes de ingerirla. —Ah, él debe estar por ahí, no lo sé-, su atención pasa entonces del tazón de fruta al plato que Bel le ofrece. Es curioso, de cierta forma que parece de pronto no querer comprender, cómo las cosas fuera de casa son distintas. Sabe que tiene que ser así, no es cómo que el encierro hubiera sido siempre, aunque sí un largo tiempo ocupando de sus días los últimos casi dos años. Esto no debería sorprenderlo, o dejarlo preocupado por cómo las cosas se salen de su total control a diferencia de como sucede encerrado en sus cuatro paredes, tampoco debería estarse pensando en que esto es algo malo. Y es que él no había querido llamar la atención de Bel y Hannity ahora, no deseaba tomar un lugar en ese sitio, no había querido beber la pócima herbovitalizante y mucho menos habría querido comer fruta fresca. En cambio está aquí, sentado sobre la banca que Hannity le ha conseguido luego de que Eileen llamara por él su atención, dando sorbitos a la poción herbovitalizante mientras recibía de Bel Evans otro plato de comida. No es que sea del todo mal agradecido, o seguramente sí lo es, pero volver a casa, a donde las cosas suceden cómo él dice que deben suceder, es mas seguro para su mente que sigue descompuesta. Por alguna razón nada de esto tiene sentido y le parece más bien que podría estar sumergido en alguna clase de desvarío, de esos de los que tampoco puede tener el control totalmente. Y hasta ahora, de todo lo que inicialmente desea obtener de esta noche, solo ha conseguido hacerse de la spanakopita que, claro, no puede solo tomar así nomás. —M-me temo, Bel Evans, que no puedo tomar tu comida, no todavía-, dice tratando torpemente de devolverle el plato, en contra de su total voluntad. —No hasta haber cumplido con algún logro de esta celebración. ¿Qué fue eso que me pedías?-, forzó el entrecejo, decidido, buscando sobre el salón. —Ah si, Hess, ven aquí muchacho, ven-, que afortunado encontrarlo bajando por las escaleras, siempre tan oportuno cuando Garry más lo necesita. —Señoras-, no se detiene mucho tiempo a formalizar los saludos con Bel o Eileen, les conoce a ambas por circunstancias y/o razones diferentes, pero entre que no está aquí esta noche para ser sociable y el hecho de que no tiene una palabra para describir correctamente el tipo de relación que tiene con ellas, el demonio opta por apurar su encuentro. —Tienen algo bueno aquí. Lamento si el muchacho causa problemas, pero aunque no me lo crean, no traerlo pudo haber sido peor-, su mirada pasó del par de brujas a Garry que ahora parece estar en busca de Hannity. —Tome sus cosas, mi señor, nos vamos-, algo en el licántropo lo hizo detenerse de pronto, ¿de dónde había sacado toda esa comida? Hess se acercó para apartar el plato de frutilla y sacarle la poción herbovitalizante de las manos, Grell solo se opuso a perder el plato repleto de espinacas. —¿Dónde está tu abrigo Grelliam? Hace frío afuera. —¿Cuál abrigo? Bueno debí dejarlo en casa antes de salir. Hessenorwood, ¿podrías cantar una canción en karaoke para poder llevarnos la spanakopita de estas personas?-, Hess se detuvo a observar nuevamente el plato lleno entre las manos temblorosas de Garry y luego a Bel. Debe ser por la tensa relación entre ellos lo que lo hace pensar que todo ha sido planeado. —Es nuestro deber, no podemos llegar a una fiesta sin ser invitados y llevarnos su comida sin ofrecer nada a cambio-, argumenta. No hay un punto medio entre las exigencias que el Ollivander pueda darle, simplemente rondan entre lo caótico y lo absurdo, aunque nada que ponga su vida en riesgo, aun así comienza a replantearse si el trato que mantiene la unión entre ellos vale o no un plato de comida griega. Hessen, que se ocupaba de deshacerse de su propio abrigo para colocarlo por encima de los hombros del enfermizo hombre, sopesa realmente la ridícula petición de Garry. Eso sí, parece menos de acuerdo qué otra cosa, porque seguramente pueden comprar spanakopita en algún lugar en Diagon cuanto más temprano salgan de ese lugar. —Por supuesto-, su actuación, de que nada de esto le molesta realmente, es convincente, al menos parece no importarle como algo grave. —Aunque no vinimos a interrumpir la noche de los Evans con nuestra presencia aquí-, se excusó, bastante convencido de que, por la razón que ellos prefieran darle, los dejen irse sin la necesidad de tener que montar un espectáculo cómo aquel de hace un momento con el Hare hare yukai. —Andando Grelliam.
  15. Ya, Se me estaba pasando esto también. La verdad soy persona de pocas palabras(?) bueno no, pero estoy en maratón de trabajacion y además, no hay mucho que pueda decir que no se haya dicho ya. Si queda sé que lo hará bien, lo ha demostrado otras veces, tiene compromiso a este lugar, y a estas personas, así que ahí esta, es la única opción y, bueno, ella no es mala, te trata bonito y esas cosas uff al cielo con todo zapatos)? Rory Despard, mi voto tardío siempre será para ti,
  16. Hito 4 Rory Despard Hessenordwood Crouch Hannity Ollivander Evans Melrose Moody Ellie Moody -Ciertamente no creo que ella necesite de más ayuda-, dice antes de correr tras la niña que se encuentra enfrentándose nuevamente a una abominación. Su varita soltó un puñado de chispas tras un solo asentimiento aceptando así la tarea de respaldar a Hannity en esta batalla, la bruja tampoco pierde más el tiempo pues aunque la muchachita se batía el alma en esta pelea con presteza, pronto se encontraron nuevamente rodeados por más de estos seres corruptos. Es de ese modo que comienza a desplazarse por el campo, con sus pálidos ojos observando rápidamente en todas direcciones, el grupo se ha formado según lo planeado, con Rory guiando el camino, y el otro par de brujas le siguen de cerca cuidando los francos y el trabajo de ellas es impecable, Hannity y ella no tienen por que preocuparse por mirar al frente ahora, lo que facilita el avance por detras. Por otra parte, Hannity es brillante con su varita defendiendoles de estas abominaciones sin problemas, o es lo que parece, es por eso que Eift se desplaza cómo un alma casi detrás de la Ollivander lanzando hechizos de protección sobre ella para cubrirla solamente de las cosas que estallan de pronto o se derrumban a su alrededor. Sin duda, sea cual sea la magia que Despard uso en ella le hace sentir mucho mejor, aunque, a un nivel no necesariamente físico, se encuentra desconcertada por cómo esta haciendo sentirse ahora, con aun destellos de esa magia que es cálida y reconforta de una forma que pocas cosas consiguen. —Fuego púrpura-, murmura con áspera voz mientras continúa avanzando por detrás. La llamarada violeta estalla de su varita casi directo en la cara de una abominación más, dejándola inconsciente. Y el rastro de llamas que ha dejado mientras continúa avanzando por detrás de Hannity y el grupo les sirve además cómo un colchón, una barrera que les da una oportunidad a ambas brujas que cuidan la retaguardia, de correr para alcanzar al grupo. Dado: 174 Abominaciones muertas : 1 Total abominaciones: 11
  17. Hito 4 Rory Despard Hessenordwood Crouch Hannity Ollivander Evans Melrose Moody Ellie Moody —Incendio-, La llamarada salió disparada con mucha más fuerza que lo es el sonido de su voz al conjurar la invocación, mucho más firme que su gesto suave sin expresión de saña mientras el fuego envuelve rápidamente a la víctima y mucho más seguro y potente que su mirada sin gozo por aquel escarmiento con el que azota a la abominación frente a ella con e el lanzallamas en el que se ha convertido su varita. Lo cierto es que Barbatos le conoce mejor que nadie, y este fuego con el que atrapa violentamente a aquel ente corrompido y lo consume rápidamente envuelto en llamas reflejan un poco mejor cómo se siente ella ahora. No es tampoco algo personal, pero por un segundo los gemidos dolorosos de aquella abominación saben sosegar el hueco en su alma que ha sido perturbada esta misma tarde. Sus manos tiemblan cuando aparta la varita solo cuando cree que aquella abominación ya ha tenido suficiente de todo esto. Casi al instante de su reencuentro, Rory le advirtió alguna cosa sobre estas criaturas (que justamente va sobre algo de que no están tratando con animales) en el instante en el que nuevamente se veían rodeados por un puñado de ellos está segura de que, si no se encontrara tan ausente aun, con una gran parte de su mente dando vueltas todavía entre los largos pasillos de la cámara de las profecías, y por Hannity a quien encuentran de pronto quitándose de encima a un par de esas entidades de encima, a la bruja le hubiera costado reponerse en la batalla. Necesitaba aislar sus emociones o de otra forma, terminaría cómo la horneada abominación a sus pies. Pero es que aún se siente gravemente afectada por la experiencia en el cuarto de las profecías, tan solo recordarlo nuevamente las piernas le tiemblan y siente una inestabilidad en su magia que recorre erráticamente su cuerpo, siente que en cualquier momento fuera a convertirse nuevamente. El sudor frío no le ha abandonado tampoco desde que finalmente consiguió salir de ahí y si se queda quieta por mucho mas tiempo aun puede escuchar las voces provenientes de lo más profundo de aquella cámara, llamándola de vuelta, exigiendo la parte que se llevó de ahí. Exhaló temblorosamente, sus claros ojos, que ahora casi parecen grises, reflejan sin entusiasmo la silueta retorciéndose en el calor del fuego que ha invocado. No puede dejarse vencer por esta magia, no lo ha hecho con la suya, de algún modo, no ha perdido la cabeza todavía y no va comenzar ahora con eso. Nunca encontrarse con un rostro conocido, aunque fuera la pecosa cara de Rory Despard, le sentó tan bien en su vida, si bien era parte de su trabajo, hoy en cambio, luego de salir cómo huyendo de la sala de profecías, mientras envolvía su nuevamente delgado cuerpo en su capa que transformaba en un atuendo más adecuado para ella, sentía que podría haber corrido a sus brazos y escuchar cualquier cosa que saliera de la boca del predicador y apaciguaría cada uno de sus sentidos. La magia que recuperó le arregló su ropa, el cabello, puso zapatos nuevamente en sus pies descalzos mientras corría a lo largo de pasillos abatidos por la pelea en busca del pelirrojo, pero no se sintió fuerte de nuevo. Mantenerse cerca de ellos, de Rory y ahora Hannity era lo único que la sostiene en pie por ahora. Cuando la figura humeante en el suelo deja finalmente de retorcerse cayendo en la inconciencia, la bruja se encamina en busca del rastro de Rory y Hannity de los que se ha quedado separada luego del segundo ataque de las abominaciones del inquisidor. En ese lugar que se ha vuelto un campo de batalla hay una espesa niebla de polvo, humo y peste que no la deja ver mejor, y de poco a nada casi lanza un rayo en contra del par de brujas que se reunió también al grupo de Despard. ¿quiénes eran esas personas? ¿acaso Rory les había invocado? Forzó el entrecejo luego de que ve a una de ellas lanzar un conjuro en contra de uno de esos seres corrompidos, aliados o no al menos sabían cómo mantener a las abominaciones a raya, y por ahora eso era más que suficiente. —Es en aquella dirección, Despard-, alza la voz para que pueda escucharse sobre el ruido, aun a la distancia se acerca con largos y rápidos pasos al grupo. —Creo que el cangrejo de fuego no podrá llevarnos a todos esta vez, ¿verdad?-, una venia poco pronunciada fue el fugaz saludo que dedicó al par de brujas que parecía que se integraban a la encomienda del predicador. —Pero si nos movemos en grupo, uno por delante dos a los lados y uno por detrás cubrimos todos los ángulos y podremos avanzar más rápido mientras nos abrimos paso entre ellos-, finalmente le dedicó una última mirada a Rory, esperando su siguiente instrucción, él era, después de todo, la persona a al que debía complacer en esta ocasión. Dado: 131 Abominaciones muertas: 1 Total Abominaciones: 6
  18. Hola, Buenas personas, Vengo a dejar mi voto ya que se me pasó dejar nominaciones. Seguro que no es sorpresa a quien voy a votar, pero fuera de los motivos no objetivos, hay que destacar que varios de los candidatos a este puesto están dispuestos igualmente a darnos algo bueno, además de que son muy buenos jugadores dentro de CMI y seguro que, a su manera, cualquiera de los nominados sabría sacarle brillo al puesto, bien ahí. Si por mi fuera votaba por todes(?) solo si fueran neutrales claro :cofcof: En fin, solo un voto. Cómo personaje tiene un perfil bastante interesante que justo y en gran medida contrasta con lo que hemos estado viendo desde ya hace casi dos años que, aunque ha sido a su manera algo entretenido en su momento, seguro que el dramático cambio aportaría mucha cosa buena a la trama ministerial actual y a los jugadores de CMI con o sin bando. Ya le han visto hacerlo (rols), han roleado, tratado offrol, e incluso algunos mencionaron en sus pasadas nominaciones y votaciones, es un giro que más que diferente es sugerente a temas igual de interesantes e innovadores. Yo no le votaba solo porque tendría que compartiele con ustedes(?) pero buueene. El voto que doy es para Rory Despard. Por último, en letras chiquitas para no acaparar(?), también quería agradecer a los que nominaron a Jesito en la primera ronda, amé cada una de las nominaciones jsjsjs, gracia. De igual forma buena suerte a todes y lavense los dientes,
  19. No hay forma de que él, el patriarca actual de la familia, pueda callar a todas esas personas con tanta facilidad con la que Hannity lo hace, Ella ha conseguido que, con tan solo un animado y alegre saludo, las discusiones sobre la irracional historia de Yanna cesen. Es también en ese momento en el que Grelliam se da cuenta de que junto a su querida Hannity se encuentra ese muchacho pelirrojo que ha visto en casa un par de veces, ¿quién demonios era esa persona? ¿alguna otra alucinación? No, de este no podría ni recordar su nombre, no obstante, tampoco quiere verlo tan cerca de su querida Hann. Finalmente, con el mismo control con el que Hannity sabe domar a estas personas, la niña termina de explicar sus motivos y razones de visitar particularmente hoy la vieja casa de los Ollivander. La boca de Yanna se abre para protestar ante la propuesta o petición de la bruja más joven, pero cómo si fuera premeditado Hannity golpea su ego antes de que pueda decir cualquier cosa ofensiva respecto a celebrar el cumpleaños de Evans. Quieto cómo una estatua Garry permaneció en silencio, observando el precioso rostro de la niña. Pensó un momento que tal vez este no era el mejor lugar para una celebración cómo esta, Han debió pensar primero en intentarlo en el antiquísimo castillo de la familia de su madre. Ellos compartían el mismo espíritu festivo después de todo. No obstante, contadas son las veces en la que él puede oponerse a lo que Hannity le pide. Después de un rato, consiguió interrumpir su quietud con un ruido de congestión, suspirando con cansancio. —Hessenordwood-, sisea entonces, parece de pronto adolorido. El demonio en cambio tararea afirmativamente antes de desaparecer de la habitación dejando una sola aureola de espeso humo negro. —Podríamos usar el jardín, ¡está casi listo!- sugiere Quintel mientras corre a la ventana más cercana y se asoma por ella abriendo de par en par las puertas. —La lluvia del otro día lo estropeó un poco, pero ha adquirido un toque muy de película vieja-, explicaba distraídamente ante sus mejores intentos de herbolaria. —¡¡Aaaaaa!! ¡¡Una fiesta!! podremos beber alcohol, ¡beber-alcohol-hasta-morir!- canturreó Yanna con un timbre de canción medieval. —Ven conmigo, hombre fósforo, vamos a bajo a buscar esos barriles de vino que Montpelier y yo guardamos en el sótano, claro que...primero tenemos que encontrar el sótano en esta casa ¡ja-ja!-, las risas de la morena eran estridentes mientras empujaba a Rory fuera de la habitación. —Cariño, sabes que hacer con toda esa carne-, gritó saliendo de la habitación. —Ohhh, pero ¿cómo es que conseguiste a todos y todo esto tan rápido?-, gritó Quintel desde la ventana antes de, cómo un crío, trepar y salir de la casa a través del vano. Desde afuera sólo se escucha la voz de Hessen advirtiendo al niño sobre dañar las cornisas de la casa si seguía trepando paredes. —Yaaa pues, pero eso no, que opacará los gladiolos, definitivamente ¡no! En un instante se quedaron solo ellos dos, Hannity y Garry, en la habitación del comedor. —Ahí tienes, Hann-, respondió Garry encogiéndose de hombros y volviéndose a acurrucar subiendo los pies en la silla que ocupa con pereza. —Pero te aconsejo que sigas de cerca el trabajo de estas personas. Son buenos en lo que hacen, individualmente, pero no son el mejor equipo que puedas pedir para hacer algo como esto-, advirtió pareciendo realmente poco preocupado. -- -- -- Septiembre 08 Te recuerdo como eras en el último otoño. Eras la boina gris y el corazón en calma. En tus ojos peleaban las llamas del crepúsculo. Y las hojas caían en el agua de tu alma. Tu recuerdo es de luz, de humo, de estanque en calma! Más allá de tus ojos ardían los crepúsculos. Hojas secas de otoño giraban en tu alma. -Pablo Neruda La orilla del lago se encuentra iluminada con los faros colocados aleatoriamente sobre la vegetación que crece ahí, la que es salvaje pero ordenada y la que ha sido plantada a propósito. El césped, casi amarillento por el cambio próximo de estación, le da un aspecto melancólico a esta hora del atardecer, con lo último del sol de las cuatro de la tarde reflejado sobre la superficie inerte del estanque, con las nubes de tormenta moteando un claro cielo y las hojas secas de los árboles cayendo suavemente como copos de nieve. Alrededor, la fragancia de todas esas plantas, pinos cómo árboles, flores y hierbas se mezclan y acompañan cómo si danzaran juntos con la suave melodía que se escucha de fondo. Las mesas son pequeñas, igualmente de diferentes formas y tamaños, también sus decoraciones los son, pareciera incluso que en cada una se festeja algo diferente. Tienen espacios reducidos cómo para dos o cuatro personas cada una, afortunadamente están lo suficiente cerca entre ellas para que no se sientan aislados unos de otros. El ambiente, aunque ha comenzado a refrescar, es cálido, el fuego de un par de antorchas dispersas entre las mesas y los barriles llenos de vino encerrando el área donde se llevará a cabo el festejo mantiene encerrado el calor en ese espacio que es inusualmente intimo. De fondo, la casona de la familia se alza grande, gris e intimidante. @ Hannity Ollivander Evans @ Rory Despard
  20. Hito 3. Sala de las profecías. Lo que fuera que hiciera pareció funcionar. Las luces del lugar se encendieron de golpe, él seguía de pie ante la entrada principal, nunca se había movido de ahí, as su espalda, detrás de la puerta aun puede escuchar las detonaciones del cangrejo de fuego en llamas. Su cuerpo si había cambiado, pero no había rastros de heridas ni dolor ni angustia, solo una capa fina de sudor sobre su frente. Permaneció inmóvil en ese lugar hasta que su mente se aclaró, sus extremidades temblaban y se había quedado sin energía, sin fuerzas de nada, le costaría mas que solo un respiro para reponerse de esto mal vivido. El clic detrás de su espalda de advirtió que la puerta se había abierto nuevamente. Nada de todo el cansancio sufrido pareció importarle, como si hubiera recibido una corriente eléctrica de adrenalina, se arrastró por el suelo para tomar su varita y se arrastró fuera de la habitación. Aun tenia que encontrar a Rory y ayudarlo con su tarea de aniquilar al inquisidor. No se lo había prometido, pero esto ya era casi algo personal. Con un gruñido suave deslizo la puerta y se abrió paso, saliendo así finalmente de aquella tormentosa sala.
  21. Hito 3. Sala de las profecías. Pero finalmente la dejó caer al suelo. La nueva esfera de cristal cayo lentamente, podía escucharla hacerlo y golpeo con tanta fuerza como si hubiera sido arrojada con furia. Quizá asi había sido, por que al instante siguiente su brazo se arrastró sobre la superficie de la estantería procurando empujar a su paso la mayor cantidad de esferas de cristal. Se movió en todas direcciones ruidosamente para hacer lo mismo, incluso uso de su fuerza física para empujar de los estantes que se aferran al piso solo por el peso de su contenido. Sin embargo, no pudieron hacer nada ante la furia del mago, que en un intento frustrado lucha por cesar las voces que solo se habían mantenido murmurando melodiosamente a su alrededor, enloqueciéndolo un poco mas a cada instante encerrado ahí. De aquel ataque no salió ileso, sus pies descalzos que avanzaron por el pasillo se cortaron con los cristales, y el humo debajo de sus pies se revolvía mas y mas haciendo una mescla que hacia que cada vez fuera más difícil ver. Sin duda esta no había sido su mejor decisión, pero ¿Qué mas le quedaba? Era morir ahí, o perder la cordura, sin duda prefería morir, aun si todo lo que había conseguido hasta entonces no hubiera valido la pena el esfuerzo, si no pudiera nunca disfrutar de esto. A estas alturas del juego comienza a pensar que en realidad nunca lo hará. No parecía después de todo la vida de un demonio. Tiranus le advirtió un momento a que detuviera sus acciones, pero nada de lo que decía o quería hacer ni él ni ellos a su alrededor lo convenció de lo contrario. Continuó avanzando, con pies herido sobre los cristales, asegurándose de romper todas y cada una de las profecías que allí se encontraran, ¿Cuál era el propósito de ella después de todos? Encerradas aquí, atrapadas con él para siempre en este lugar, en eso se habían reducido ahora, pero al menos, si conseguía salir de ahí, él era el único ser capaz de llevar todo esto afuera, al exterior, de descubrir lo que ha escuchado en cada una de las esferas, de lo que ha visto atravesó de esa vista empañada que lo ciega. Si lo que quería esta sala era encerrarlo para siempre, entonces se quedaría también con todos esas profecías solo para él.
  22. Hito 3. Sala de las profecías. Si tuviera que volver en sí, al tiempo antes de que la conciencia se le agotase, entonces tal vez había una oportunidad. Entonces las cosas no era mejor, lo tiene como un recuerdo no propio en algún lugar de su mente, es mas bien como si alguien le hubiera contado su propia historia a través de un álbum de fotografías, y muy posiblemente así es como había sido. Esta sala de profecías se siente como en esa ocasión. Las imágenes son borrosas al interior de cada una de las bolas de cristal, nunca ha sido un gran observador de ellas, desde joven aprendió también que no posee el famoso ojo interior que se necesita para hacerse de una habilidad en el arte de la adivinación como la videncia. Es por eso que había terminado enfocando sus estudios en cosas que le resultaran sencillas, para de ese modo aprender a sacarle provecho. No obstante, las artes ocultas continuaban haciendo acto de presencia a su alrededor, por mucho tiempo pensó que quizá podría recurrir al don, pero tras el primer fallo, volvió por el sendero recto de la razón y la lógica. Al menos de ese modo podía conseguir lo que quisiera más rápido. Tal vez podría quedarse aquí, es lo que piensa cuando gira y con sus manos ensangrentadas toma una de las esferas. La única que es transparente, que no le muestra nada, por un momento, la única ahí que parece real. Tal vez podría intentar quedarse en ese lugar por lo que le resta de vida, intentando entender cada una de ellas, de descifrarlas y llegar a sus conclusiones. Es lo mejor que podía hacer ahora con su tiempo, con su existencia. Sus pálidos ojos, que son solo un poco mas chicos que los de la muchacha observaron a su alrededor. La sala se lleno con las luces provenientes de cada esfera, las voces en su mente ocuparon cada una un lugar en ellas, quedando solo la de su padre como un susurro sin ganas al fondo. Que problema, esta sala no ha hecho mas que fracturar la máscara, ha dejado escapar mas de él de lo que se conoce a si mismo, sin embargo, a estas alturas de su encierro, con todas estas preguntas, cuestionamientos hacia las -las autoridades-, dudas, intrigas, todo lo que lo condena, puede finalmente reconocerse. ¿Por qué no es así todo el tiempo? Negó suavemente, siempre ha sido así, solo que la máscara, esa que ahora se ve rota en esa oscura soledad, comienza a caerse tras cada punzada que golpea su pecho. Puede dejarse llevar entonces, aprovechar de esta magia para escapar un poco de la rutina de sobrevivir y, si terminaba por perder la cabeza en el intento, que más daba, estaría tan desquiciado que seguramente no seria ni consciente de ello. Que absurdo, quedar reducido a lo mismos restos que se encarga de recoger al final del día, a estos mundanos e insaciables humanos.
  23. Hito 3. Sala de las profecías. La siguiente punzada de dolor lo golpeó en el pecho con intensidad. Se quedó sin aliento y cayó al suelo, en el proceso la piel de sus manos se cortó con los cristales de la esfera que minutos antes se había roto en pedazos liberando todo ese humo que ahora era lo único que se respiraba en el aire. Y al mezclarse con la niebla, esta cambió de tonalidad, de espesura, ahora respiraba algo solido como metal que duele en los pulmones. A la voz incesante de su padre repitiendo lo mismo una y otra vez se le sumaron un puñado más, de niños y niñas, de mujeres, de hombres viejos, todos diciendo lo mismo, con dolor y agonía. No necesitaba repetir esto, ya ocurría por las noches al dormir, y quizá por eso es que se encargó de ocupar la mayor parte de su tiempo en actividades que tuvieran a su mente entretenida en millones de cosas lejanas a esto. Pero de lo que es uno en verdad nunca se escapaba, lo llevaba consigo para siempre después de todo, en esta vida, en cada una de ellas, y no importaba lo mucho que se esforzase en contenerlo, en resumirlo solo en una mala noche, su razón de estar vivo era esta. Ante este último pensamiento las voces cesaron de pronto, como si hubiese llegado a una conclusión contundente. Su cuerpo vibró ante el alivio, cada musculo se relajó y sus manos de nudillos blancos que parecen que en cualquier momento partirán en dos la varita que aferra en su mano, finalmente dejaron caer el arma. Tal vez ese siempre había sido su error, luchar, ir en contra, cuestionar siempre, revelarse ante lo que se le impone. Eso lo ha metido en todo este embrollo después de todo, no aquí precisamente, no a este ahora, a esta sala, sino a esta vida sin trascendencia relevante que ha vivido por años. Se ha resistido por tanto tiempo que no ha razonado que quizá su existencia sería más fácil si dejara de pensar tanto las cosas y solo se dejase llevar por su naturaleza. Ciertamente se encuentra agotado de esto y supone que, si no lo hace por las buenas, la locura del pesar finalmente lo hará sucumbir ante ello. Y el castigo había resultado después de todo. Lentamente se puso de pie, la sangre que escurría por sus manos brillaba de un carmesí antojable, se amontonaba en la punta de sus dedos y goteaba, dejando un rastro ante cada paso arrastrado, sin vida, que comienza a dar hacia adelante, casi sin voluntad propia. Caminó así entre la oscuridad, guiado por una hilera de profecías que susurraban a su alrededor, ¿era esta su muerte? ¿su salida? No sabe lo que va a encontrar del otro lado de ese salón, incluso si sale de ahí no sabe lo que va a pasar después, si encontrara a Rory, si lograran derrotar al inquisidor o si esta Inglaterra mágica conseguirá algo de paz con ello. ¿Tenía algún sentido entonces esta lucha? Él ha sido fielmente creyente de que estas personas en particular parecen buscar el conflicto, el porqué es aún una incógnita que va a quedar abierta, quizá para cuando tenga un momento a solas, cuando deje de preguntarse si algún día valdría realmente la pena hacer algo por los demás sin pedir nada a cambio. Tras cada paso que da siente que las heridas en sus manos se abren más, que su sangre gotea a chorros y que se abre ante un cambio que no es capaz de controlar. Se está dividiendo, su alma y su mente se parte en dos, o quizá en mas pedazos tal como aquella bola de cristal. Es absurdo aun, así como hay una parte de él que todavía se resiste, es posiblemente la más minúscula, apenas puede sentirla sobre todo lo que ocurre a su alrededor, tanto dentro de su mente como fuera, en esa sala de profecías. Es como una astilla de cristal clavada en alguna parte, duele si presionas y solo sabes que es peligrosa cuando el pus y el dolor de todo eso acumulado por debajo están por estallar. Pero ¿Cómo puede luchar al respecto? No tiene nada a lo que aferrarse, siempre ha sido solo él, a donde quiera que vaya, no hay nombres, no hay razones y ni siquiera puede estar seguro ahora de por qué todo este tiempo ha estado en contra de si mismo. Siempre le han dicho lo que tiene que hacer y cómo hacerlo y, él simplemente, se resiste a eso. Tiranus detuvo sus pasos secamente. Ésta sala no podía imponérseles ahora, no a él, no había forma.
  24. Hito 3. Sala de las profecías. No hay forma alguna que toda esa magia provenga de alguien como el inquisidor, simplemente no había forma de que lo hiciera, porque de otro modo esto se sentía tan personal, tan profundo que parecía salir de sus entrañas. Una especie de castigo psicológico de él para él. Todo este tiempo, todos estos años mirándose ante el espejo con rostros distintos, con ambiciones ambiguas, sin un significado mas que el de existir, aparentemente solo porque sí. Que agobiante, ahogarse en ese charco de agua que era su mente ahora, con todas esas voces a su al redor acorándolo a eso que simplemente no está dispuesto a ser. Respiró profundamente, de pronto siente que no lo ha hecho lo sufriente, pero tras cada bocanada de aire que da más de aquel humo espeso se cuela por sus fosas nasales, lo hacen sentir mareado rápidamente y aunque intenta hacer algo por salir de ahí su cuerpo simplemente no responde. Esta es una sensación similar a -estar en trance-, puede escuchar lo que hay a su alrededor, las demás de voces, de quien sea que se encuentra también atrapado ahí hacen también mucho ruido al correr por los largos pasillos que no parecen tener fin. Tampoco puede hacer que sus piernas, que son fuertes como el resto de sus músculos, se mueva, y sus sentidos están sometidos a un ardor, como si aun ardiera en las llamas del cangrejo de fuego. Su vista en cambio es ciega solo porque no se atreve a abrir los ojos. ¿Hace cuanto no siente este temor de abrirlos y no ver lo que quiere delante de él? En realidad, es una cosa que ocurre con mas frecuencia de la que le gustaría, sobre todo ahora que habita los callejones oscuros de Londres. En ese momento hace un intento de usar algo de lo poco o nada que a aprendido de la magia de la oclumancia, que no es mucho, pero si la magia estaba haciendo efecto sobre él con algo tan profundo no puede tratarse de otra cosa que algún tipo de magia de la mente. Sin embargo, su intento es en vano tras una fuerte punzada en el pecho, donde tiene la única cicatriz que lo atraviesa de extremo a extremo. Era inútil de todas formas, ahí la magia simplemente no funciona. Pero entonces ¿solo era la magia de él? ¿Qué había con este lugar? ¿Así era siempre, como una especie de método de seguridad o en verdad los poderes del inquisidor comenzaban a atravesar los limites sobre naturales incluso hasta llegar a contradecir la naturaleza de la magia? Debe hacer un esfuerzo mayor si quiere salir de aquí, si no se quiere dejar aplastar por esta inmunda gente, debe recurrir a lo que le queda de razón si quiere escapar. Es ridículo, pero nunca antes el recuerdo de Rory, de sus absurdas encomiendas y la idea de lo que pudiera estar pasando en alguna de otra de estas habitaciones extrañas que conforman el ministerio de magia, le da la fuerza suficiente para lograr convertir todas esas voces en un simple sonido de fondo. Solo así es que se anima a lentamente a abrir los ojos. De buenas a primeras no ve nada de toda esa sala que recordaba y sentía a su alrededor, solo una silueta saliendo de entre la niebla, burlándose de él con un rostro inexpresivo, con indiferencia y, hasta cierto punto, él sabe reconocer el desprecio en la mirada apagada. Lo hace rápidamente sentirse nauseabundo al verse a si mismo metido en esas ropas desgastadas por la batalla para llegar hasta ahí, con aquel aspecto desordenado y aferrado a esa varita que, en pocas palabras, resumen en lo que se ha convertido su vida. Pero ¿Qué había de malo en llevar una vida tranquila? Haría lo que fuera necesario para conseguirlo, aun si solo viviera un solo día libre de todo el peso que carga consigo.
  25. Hito 3. Sala de profecías. Una luz se enciende al fondo de la habitación, es lo único que puede ver sin embargo, pero por los murmullos y pasos que aún se escuchan alrededor, de pronto parece una terrible idea cruzar todo aquel largo tramo que le queda para llegar ahí. Hace el intento de relajarse, él es fuerte aun sin magia, tiene toda esta crianza mestiza y experiencia viviendo entre los muggles por mucho tiempo, se dice un par de veces a sí mismo que estará bien y, de cualquier forma, pase lo que pase, tiene que volver y ayudar a Rory a salir de aquí también. Avanza entonces con pasos inseguros, aún aferrado a la vieja varita familiar que, aunque es inútil, su presencia al menos le devuelve algo de confianza, le hace sentir que no está solo ahí adentro. Pero no podía ser tan sencillo, nada tratándose de intentar asesinar al inquisidor podría serlo. La mitad del camino estaba hecho cuando un sonido fuerte cómo si fuera algún atacante o alguien batiéndose cerca lo acorraló haciéndole pensar que podría causarle daño. Esto provocó que se desviara de su camino y que tropezara con un estante a sus espaldas haciéndolo temblar con el choque. Permaneció inmóvil ante el sonido del cristal rodando por una superficie de madera, su respiración inexplicablemente se forzó y los cabellos de su nuca se erizaron cómo el peor de los presentimientos. Entonces, volviendo rápidamente a la razón, se giró para intentar atrapar aquello que caería el suelo en cualquier momento, pero igualmente la esfera de cristal resbaló de sus manos y cayó con un ruido que hizo eco y al mismo tiempo silenció la sala. De entre los cristales rotos un espeso humo brillante comenzó a salir, cómo si la profecía que guardara en su interior buscará escaparse de él, o de todo el mal que este sitio contiene a estas alturas. Intentó hacer algo al respecto pero el humo creció rápidamente cubriendo el piso e iluminando el resto de la habitación a su alrededor. Solo de esa forma pudo ver mejor donde se encontraba atrapado; grandes y altas columnas cómo estantes lo rodeaban, repletos de profecías amontonadas unas sobre otras, todas y cada una de ellas tenían la misma fecha, el mismo nombre, el suyo. Su corazón se detuvo y dolió más de la cuenta. De fondo, la voz de su padre se escuchó llamándolo una sola vez, en dirección a donde se había encendido una única luz. —Tks, ¿por qué siempre tienen que ser profecías?-, se quejó mientras respiraba inevitablemente el humo que inundó la habitación. La voz se escuchó entonces con más fuerza, le habló de todas direcciones, decían tantas cosas al mismo tiempo y, aunque podría ser inentendible, él sabía perfectamente lo que decían, lo que querían de él. En un intento casi desesperado lucha por ignorarlas, cubre sus oídos con ambas manos, pero es inútil, aquellas voces están dentro de su cabeza, y cierra los ojos tan duramente que casi duelen, los lagrimales arden, pero aún tiene suficiente fuerza en sí mismo para no dejarse humillar más por la magia de esa sala. Lo peor era la razón que lo tiene en tan mal estado en poco tiempo, aquella que no solo golpea duro su vulnerabilidad, si no que además, si lo razona, nunca ha sido del todo capaz de hacer mucho ella. Ignorar sus problemas no los resolvía después de todo. Y él se había esforzado tanto por dejar todo eso tan atrás, pero ahora era evidente que ante sus esfuerzos de volver a comenzar, fuera la vida que fuera, resultaba inevitable luchar contra lo que realmente era él.

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