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Báleyr

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Todo lo publicado por Báleyr

  1. Al pie de la Pirámide el Arcano esperaba con expresión neutral a que Felicity llegara, sabía que le tomaría tiempo, en ocasiones tendría retrasos necesarios de los cuales aprendería y uno de esos consistía en que las ánimas o los espíritus, cada una tenía sus propios tormentos con los cuales lidiaban, a ese punto ya no era importante lo que el resto de la humanidad consideraba como bueno o malo, porque cada una vivía la realidad en la cual, con sus acciones, habían construido y cultivando mientras estuvieron con vida y si decidieron quedarse vagando por la tierra su precio a pagar sería ese, sin ser a veces conscientes de que ya no pertenecían a ese mundo. Las instrucciones que recibía la aprendiz todas eran correctas y a la vez no, dependiendo de a donde quisiera llegar escucharía solo a una de ellas y fuese cual fuese su elección eso también hablaría del tipo de Nigromante en la que se convertiría y de su fortaleza mental. Un dato bastante curiosa de las ánimas es que aunque no tuvieran un cuerpo físico al cual aferrarse, aun eran capaz de sentir dolor, pues aun conservaban en su memoria el recuerdo de lo que era perder a un familiar, por ejemplo, o a la persona amada, pero también sabían lo que era odiar, la felicidad, la tristeza y eso no hacía muy fácil la tarea de compadecerse o no de ellas. — Recuerda quién eres, Felicity Malfoy —susurró al viento, dejando que este se llevara sus palabras a donde sea que ella se encontrara.
  2. El Arcano observaba muy de cerca a Anne aunque ella no lo viera y la única razón por la que lo hacía era por si requería su ayuda para salir del portal y darse por vencida. El tiempo de los consejos había terminado, de hecho todo lo que pasara allí dentro era responsabilidad única y exclusivamente de ella. Pero existía otro motivo por el cual hacía las veces de onmipresente durante la prueba y es que le llamaba la atención escrudiñar entre los pensamientos de los aprendices para ver en qué estado mental se encontraban; en más de una ocasión había visto un caso preocupante, pero nada de lo cual se sintiera responsable como para levantar la voz. La Gaunt se estaba tomando su tiempo, sus pruebas, a veces, tenían que ver con lo que ella pensaba que era correcto o no, pero si de verdad quería ser una Nigromante en todo su esplendor, tenía que aprender a cruzar los límites, a atreverse a hacer ello de lo cual no se creía capaz aunque sus propios prejuicios la llevaran a juzgarse duramente. La Nigromancia no estaba hecha para personas con una mentalidad mediocre. La esfera de luz blanca se volvió a materializar a la altura de su rostro, se solicitaba su presencia en otro lugar. El tuerto negó con la cabeza y con un gesto de su mano desapareció la esfera. En ese momento no necesitaba distracciones.
  3. Tres días exactos habían pasado desde la última conversación con Felicity. Báleyr se hallaba a los pies del lago, con su sombrero puntiagudo que le hacía sombra a la larga cicatriz en el rostro, ocultando así su ojo tuerto. Su mirada era vacía, sin emoción y no se inmutó hasta que la escuchó acercarse. Visto de lejos bien podía ser confundido con una estatua, pues su atuendo era gris y sin vida. Apenas e hizo ruido cuando la vio y no se inmutó cuando lo saludó la primera vez. El báculo que se asemejaba a una lanza en la punta, lo sostenía en su mano izquierda con firmeza, lo golpeó contra el suelo y este retumnó. — Has llegado —dijo como si apenas la viera —A partir de aquí empieza tu verdadero camino —. Un segundo golpe con la vara y la pequeña barca vieja emergió del lago acercándose con parsimonia hasta llegar a la orilla —Un largo, un laberinto y la pirámide constituyen las tres puntas del triángulo perfecto, así mismo y en ese orden serán los obstáculos a los que te enfrentes. No tengo nada más que decir. Espero verla del otro lado, solo no se tarde demasiado. Sin muchas indicaciones el anciano desapareció tras un portal que lo llevaría directo a la pirámide, desde donde la observaría. Subir a la barca y cruzar el lago parecía ser algo sencillo, pero lo que Felicity no sabía es que varias ánimas se aparecerían intentando darle indicaciones que bien podrían hacerla tomar un camino diferente, retrasándola, o ir por el camino correcto. Su trabajo era discernir cual de ellas le decía la verdad y siendo siete bien podrían decir todas la verdad, a su manera, o jugar con ella para entretenerse. Si lograba cruzar el lago, entraría al laberinto. Una de las ánimas la acompañaría, en silencio, para requerir su ayuda después y a cambio, le entregaría un objeto que Felicity debería llevar consigo a la pirámide. En el laberinto, como era de esperarse, habían muchos caminos que podían llevar a un callejón sin salida. El objetivo era llegar al centro de este, para esto necesitaría la ayuda del ánima y para recibir su ayuda, la mujer debería ganársela, averiguar por qué estaba allí. Una vez en el centro, un niño de cinco años la esperaría, él se acercaría buscando ayuda para encontrar a su mamá, pero había algo diferente en él, algo que indicaba que hacia tiempo que el niño había dejado de pertenecer a ese mundo, pero que se rehusaba a abandonarlo. Manejar la situación y averiguar un poco más sobre el niño y la conexión que tenía con el ánima e incluso Felicity misma, era su tarea. Lo siguiente sería llegar al final del laberinto, donde finalmente encontraría la pirámide y Báleyr esperando por ella. El viento curiosamente soplaba con fuerza. Los espíritus estaban revueltos, inquietos y se atrevía a decir que hasta furiosos.
  4. Báleyr

    Nigromancia

    El Arcano no tenía dudas de la determinación de Felicity, por lo que no volvió a hacer la pregunta, pocas veces tenía aprendices como ella y de esos esperaba mucho más de lo que habían demostrado durante el proceso de aprendizaje, por ello la siguiente etapa tendría un grado diferente de dificultad, uno que pusiera a prueba otras habilidades más que revivir a los muertos. Dejó a Patrick solo con sus propios pensamientos, si lo necesitaba estaría ahí, aunque no por demasiado tiempo, necesitaba de él algo más que su presencia si es que deseaba continuar, de lo contrario lo mejor sería que volviera cuando se sintiera realmente preparado. — Lo que haremos a continuación es que nos veremos en 3 días, ya le llegarán las indicaciones de en donde, aunque seguro estará familiarizada. El objetivo final es llegar a la pirámide, pero antes deberá pasar por una serie de pruebas que deberá superar. Le recomiendo que vaya preparada para lo inesperado, no tema salir de la zona de confort ni de ensuciarse las manos. Aquellos fueron los últimos consejos previos al siguiente encuentro por parte de Báleyr, de momento no quería seguir llenándole la cabeza con más cosas, lo mejor sería que descansara y se olvidara por un momento de todo, su espíritu también merecía descansar. — Nos vemos pronto, señorita Malfoy. Ya debe conocer la salida.
  5. El crecimiento de Anne era notable, las inseguridades con las que se había presentado al inicio ahora parecían perder fuerza, su espíritu y manera tan marcada de ser prevalecían ante cualquier tipo de seducción que ofrecía la Nigromancia y eso sería clave si decidía continuar una vida en la que practicara activamente aquella habilidad. La observó, sin intervenir, desde la pirámide gracias a la esfera de luz blanca donde podía monitorear sus movimientos . Si algo tenía muy en cuenta el Arcano era el respeto que se debía tener hacia el espíritu de los muertos, cada uno de ellos tenía una historia que contar y esta debía ser entendida, pero al mismo había que tener discernimiento porque no todos eran buenos. Báleyr estaba satisfecho con el resultado, el espíritu del viejo por fin se reencontraba con el del nieto y ahora ambos podían descansar en paz. Anne había respetado la voluntad del anciano y con ello se ganó su confianza y la posibilidad de salir del laberinto y reencontrarse con él en la pirámide. — Su confianza en sí misma ha mejorado considerablemente, señorita Gaunt. Si pudiera mirar en retrospectiva, ¿cree que habría conseguido tanto si hubiese seguido siendo la misma de siempre? La adquisición de nuevos poderes conllevan sacrificios y cambios que debe estar dispuesta a asumir para poder triunfar. Hasta ahora lo ha conseguido, pero aun queda una última prueba, la más grande y difícil de todas donde tendrá que demostrarse a sí misma de qué está hecha. »Esta probablemente sea la última vez que se lo pregunte. ¿Está preparada para el desafío final? El Arcano reveló la puerta que ocultaba detrás de su imponente figura. Sacó su huesuda mano de la túnica y enseñó el anillo que portaría Anne mientras estuviera dentro del portal, de esta manera mantendría comunicación con él en caso de sentir que necesitaba ayuda para salir de allí, solo en ese momento Báleyr intervendría, el resto del tiempo la muchacha estaría completamente sola para afrontar cualquier reto que el portal tuviera preparada para ella. — Si es su deseo continuar, tome el anillo y cruce el portal.
  6. Báleyr

    Nigromancia

    Báleyr no veía con debilidad la indecisión de Felicity. Era importante que la joven aprendiz tuviera en cuenta las consecuencias que podría traer aprender algo tan difícil y peligroso como la Nigromancia. Podía desistir en cualquier momento y no la señalaría por ello. El Arcano se paseaba por la habitación pero casi no se sentía, no quería que la mujer sintiera que estaba en la necesidad de intervenir fuera cual fuese el resultado. No emitió ningún ruido de aprobación ni de desaprobación y hasta por un momento dio la impresión de que se había marchado. Había un cuerpo que esperaba por Patrick y la actitud del hombre mostraba una mínima mejoría, quizás había comprendido que todo lo que creía saber sobre la Nigromancia era nada en comparación a si se decidía a aprender de verdad, dejando de lado la arrogancia mostrada desde el principio, él no tendría ningún problema en pedirle que se marchara, sin embargo, le daría otra oportunidad. — Estoy seguro que tienes muchas cosas que probar, ¿y si empezamos por ahí? Demuéstrame qué tanto sabes averiguando el verdadero motivo de muerta de la mujer que yace en la camilla. Además, deberás identificar si tiene heridas internas y mientras lo haces —un ligero movimiento en su mano hizo aparecer, de manera literal, un grueso libro que sacó de debajo de la manga. Se trataba del Grimorio — Averigua el por qué es importante saberlo, además de que quiero que prestes especial atención a la página 79 y me hables un poco de ello. A muy pocos pasos de allí, el latido del corazón de alguien que hacia tiempo no pertenecía a ese mundo llamó la atención del Arcano. Dejó a Patrick solo y se reencontró con Felicity, justo a tiempo para hacerle llegar una silla antes de que cayera al piso. — Veo que entiende que no es fácil hacerlos volver. Ahora debe decidir si es prudente que se quede aquí, algunos están tan acostumbrados a la vida después de la muerte que al regresar se vuelven locos, no lo soportan. Y mientras lo piensa, tengo algo importante que preguntarle. ¿Se siente lista para seguir avanzando? Piénselo muy bien. ¿Cree poder con toda esta responsabilidad?
  7. Báleyr

    Nigromancia

    Feelicity parecía entender de a poco el verdadero significado o intención detrás de sus deseos. La comprensión que en esos momentos estaba alcanzando no la habría logrado sin la voluntad de querer aprender, de una mente abierta y preparada para ser desafiada. pero no quería adelantarse a los hechos, prefería no hacerse ideas anticipadas de lo que podía lograr cada una de las brujas y magos que se presentaban ante él, pues había visto también como hasta el más brillante fallaba. Situándose a los pies de muerto el Nigromante la observó de manera inexpresiva, le había puesto una tarea y no estaba seguro de que la bruja lo hubiese escuchado, o quizás es que estaba dudando de sí misma. Tomó aire para volver a explicar lo que tenía que hacer. — Yo seré quién decida si está lista o no, por lo pronto es necesario que reviva a su acompañante. Tenga en cuenta mis recomendaciones y todo lo que ha aprendido de él. Usted misma ha mencionado que la persona volverá a ser quién era antes, sucede lo mismo con el cuerpo, es por eso que aquellos que mueren en una explosión o que se encuentran descuartizados no son la mejor de las opciones para traer a la vida, pues podrías colocar un brazo que no pertenece y los resultados... —dejó la frase sin finalizar. — El alma es energía y como tal se agota. Debes conocer tus propios límites y respetarlos, de no hacerlo, la locura aparece como una vieja amiga —hizo una pausa, para luego retomar: —¿Con quién le gustaría pasar mayor tiempo, señorita Malfoy? ¿Con los muertos o con los vivos? Piense en eso mientras trae a este hombre a la vida. Yo me quedaré aquí, vigilando.
  8. Báleyr

    Nigromancia

    El Arcano permaneció serio, mirando de reojo los pedazos de jarrón que aún yacía en el suelo, muestra de la altanería del joven que había lucido modales de gamberro. Báleyr escudriñó con su único ojo, de azul hielo, al muchacho, en espera de su siguiente acción. Parecía un matón que no conocía lo que podría suponer el enfrentarse con el Arcano de la Muerte. Pero Báleyr sabía controlar sus emociones, así que dejó de mirarle para volver su atención a la Señorita Malfoy, mucho más cooperativa. No gustaba de conversaciones banales, sin fundamento. - Tal vez debiera empezar las prácticas con usted. ¿Y si le desollo vivo y vemos si sus compañeras puede resucitarle? - dijo con tono serio. Báleyr era un Arcano taciturno y pensaba que aquel muchacho, a pesar de sus modos, podría llegar a ser un buen nigromante, si se esforzaba en dejar de lado esa actitud y realmente se dedicaba al estudio del muerto que había puesto en las camillas. Le recordaba un poco a él, antaño, cuando aún conservaba todas las partes de su cuerpo. Había hablado con los tres y a los tres había pedido que cruzaran aquel portal pero sólo la muchacha de túnica berenjena había pasado con él. Así que dejó el portal abierto por si los dos alumnos rezagados les seguían. - Mientras se deciden a unirse con nosotros, hablemos un poco, Señorita Malfoy. ¿Le molesta el olor de la Muerte? ¿Por qué, entonces, quiere adentrarse en los secretos de la Nigromancia? Este hedor será su compañero de por vida; lo olerá siempre en cuanto se vincule. Si no es capaz de soportarlo, es mejor que deje la Habilidad y vaya a bañarse con agua de rosas, muchachita. Había nota que le molestaba que la trataran de jovencita, niña... Y no era su deber ser amable. Para ello estaba la Arcana Rosàlia o la de Animagia; a ellas les gustaba más el contacto con los aprendices. Báleyr no era así, era más parco y muy claro en sus palabras. Al Arcano no le hizo falta corroborar lo que había dicho la alumna aunque ladeó un poco la cara para verla con totalidad por su único ojo bueno. No se le había escapado la marca que tenía en su cuerpo, similar a la del otro jovencito que aún no se atrevía a empezar su clase práctica. En el fondo, Báleyr deseaba que @@Patrick Colt entrara y se regocijara con la muerte de aquellos infelices que servían de conejillos (muertos) para sus alumnos. Sí. Le recordaba un poco a él, volvió a pensar en su interior. - ¿Todo eso le ha dicho el cuerpo que tiene delante? ¿No será su experiencia en el pasado la que ha generado su dictamen? De todas maneras, tiene razón. Fue asesinado por un... - su rostro se cruzó con un amago de sonrisa que no pareció tener éxito. - ... autor desconocido que dominaba las artes que ustedes llaman oscuras. El Arcano permanecía totalmente ajeno a aquellas facciones entre los diferentes bandos que luchaban en la lejana Londres. Miró brevemente aquel cuerpo y después se encaró con la alumna. - Está resultando aventajada aunque aún no está preparada del todo. Aún tiene preguntas que deberá responderse usted misma. Por ejemplo, cuándo lanzó aquel Homenun Revelio en mi casa, ¿cree que hubiera detectado un ejército de muertos vivientes? Piense en la definición del hechizo y reflexione. Por otro lado... ¿De qué le puede servir tener un ejército de muertos si están despedazados? Este mismo que tiene delante de usted, ¿podría despertarle así, tal como lo ha dejado? Él mismo contestó, denegando con la cabeza. - La calidad del resultado dependerá de su capacidad para sanar el cuerpo e invocar el alma de su muerto, querida. - Esta vez no usó un sujeto infantil. Aquella mujer estaba demostrando un aguante especial por lo que había investigado en su cadáver, aunque hubiera tardado una hora. Ya mejoraría... - Un muerto puede ser resucitado y puede que, casi, vuelva a ser lo que fue, con especial atención al "casi". Si no es lo que quiere, si sólo necesita un ejército de muertos mal-llamados vivientes, también puede conseguirlo. Pero... Siempre hay peros... Contempló de nuevo la puerta, ni el muchacho ni la mujer llamada @@Aine Malfoy les habían seguido, todavía; la clase debía continuar sin ellos. - Cuanto más similar a lo que fue en su día antes de morir, más tendrá que invertir en la magia para devolverlo a la vida. Piense en ello, la Nigromancia es una Habiilidad cara. Exige un piel por piel, vida por vida. Exige un sacrificio que pocos están dispuestos a dar. Sin darse cuenta, o sin darle importancia, Báleyr se tocó su ojo perdido, la zona que lo debía contener, en realidad. - Cuanta más perfección busque, más perderá. Al principio, no lo notará. Será algo tan mínimo que ni se dará cuenta pero no se engañe. Lo pagará, cada vez más caro. Además, crear un ejército de muertos vivientes no le garantiza que le obedezcan. Un muerto que haya sido revivido sin profundizar en el proceso, sólo será un ente que quede apático, sin deseos, sin movilidad expresa de su cuerpo... Si les inculca más fuerza y atrae su alma para que vuelva a su cuerpo, tendrán sus propios deseos y tal vez no entre en ellos el obedecerles... Tal vez se vuelvan en su contra. Si lo que quiere es un ejército de muertos obedientes, sólo necesitara ese hechizo que crea inferis. Había desprecio en su voz al mencionar ese hechizo que consideraba impuro con el Saber de la Nigromancia. Casi había escupido al nombrarlo. - No se engañe. Los muertos sólo desean volver a la Muerte, arropadora, confortable, acogedora... No importa lo cruel que te lleva a ella. La Muerte es una agradable compañía que te espera al final del camino como una Amiga y pocos se resisten a abandonarla. Pero volvamos a usted... Reviva a su acompañante para que le cuente algo. Si consigue que le diga algo que no sea farfullar, le permitiré ir a su prueba. Tenía que ayudarla, por supuesto. Así que se acercó a ella, quedando a su lado de la camilla. - Para que vuelva a la vida, debe curar lo que le produjo la muerte o lo que le llevaría a la muerte de volver tal como... esté en ese momento. Si está desmembrado, tendrá que unir miembros, si le falta algo, debe procurar que no sea un órgano vital o sustituirlo. Debe recordar que para que vuelva a la vida, necesita exactamente lo mismo que necesitaba cuando estaba vivo. Respirar, órganos vitales, circulación de la sangre... Es por eso que es importante saber qué le mató para neutralizarlo o repararlo antes de revivirlo. Después sólo necesitará fuerza de voluntad y soportar el dolor que supone ceder parte de tu energía para que el muerto regrese. Es insufrible. ¿Está preparada, Señorita Malfoy?
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    Nigromancia

    La primera alumna había arribado a la morgue desde el portal que había dejado abierto el anciano. Báleyr notó la mueca de asco que hacía al sentir el olor a muerte que embriagaba el lugar. El cuerpo que se había dispuesto para la chica era bastante interesante. Ahora, nunca se debía quedar con lo que expresaba el cuerpo en el exterior, el interior podía decir mucho más. Las marcas que presentaba eran sólo la punta del iceberg que podía llegar a descubrir cuando abriese al muerto. - Nunca te quedes con lo que ves por fuera, niña. Es importante que hagas una primera aproximación al campo de estudio y ver lo que te está diciendo; los cuerpos hablan y eso es lo que tienes que descifrar. Esperaba que con aquellas palabras, la bruja se diera cuenta que debía empezar a trabajar en cada uno de los rincones del difunto. Al lado de ella estaba dispuesta una mesa con los elementos que necesitaría para llevar al autopsia de manera correcta y precisa. - Cuando llegues a un veredicto acerca de la causa de muerta, lo tendrás que decir en voz alta. De ser correcto podrás continuar con el camino. Caso contrario, tendrás que salir tú sola.
  10. El anciano seguía los pasos de la Gaunt mediante la esfera que lo acompañaba. Esbozó una sonrisa al ver como lograba comunicarse de manera satisfactoria, mediante la conexión que Razna le había enseñado, con aquella almas en pena que habitaban el fondo negro y oscuro del lago. Cuando tuvo que hacer el sacrificio, entregó a un mono que estaba en uno de los árboles cercanos. Cuando se trataba de algún sacrificio que involucraba una vida, cualquiera era válida a la hora de satisfacer los deseos de la muerte y de las almas en pena que vagaban, aún, entre los vivos. Ahora tenía que enfrentarse al laberinto y a sus paredes. Nunca se sabía que iban a contener o con que se podía encontrar una vez que ingresara dentro del mismo. La bruja iba a tener que estar atenta a cada sonido que le presentara porque todo, allí dentro, podía significar una señal de peligro.
  11. Báleyr

    Nigromancia

    El viejo esperó el tiempo justo para que todos aparecieran. No había tenido una clase tan concurrida desde hace tiempo por lo que iba a tener que ser mucho más minucioso a la hora de analizar las cuestiones que debían aprender como punto de partida. - Muchos juegan con la muerte, pero lo que no saben, es que una vez que se hace presente, es casi imposible deshacerse de ella. Le contestó a la muchacha cuando escuchó la respuesta a su pregunta. Cuando había finalizado, otra chica apareció en el lugar. Báleyr la miró detenidamente, y se dispuso a preguntar: - ¿Porqué ha escogido la habilidad y que espera de todo el recorrido que haremos? Los demás habían dado sus puntos de vista por lo que era momento de continuar con el camino. La varita del viejo se agitó y un portal se abrió a sus espaldas. - Mientras la compañera piensa la respuesta, todos cruzaran el portal y se colocaran enfrente de cada una de las camillas de metal que vean. Cuando estén ahí, se quedan en el lugar para las indicaciones. Les advierto, no toquen ningún objeto que vean porque podrían salir perjudicados con alguna antigua y vieja maldición. Les advirtió y el viejo fue el primero en cruzar. Cuando ellos cruzaran, llegarían a una habitación de azulejos blancos. La cámara de análisis de la morgue los iba a estar esperando para dar el primer paso en el estudio de la muerte. Una camilla por alumno iba a estar dispuesta con todos los elementos quirúrgicos necesarios para llevar el estudio del cuerpo. Tonó sus frágiles dedos y los muertos aparecieron. Los cuerpos estaban pálidos, con laceraciones, hematomas y coágulos de sangre fresca. Ellos deberían llevar acabo un análisis exhaustivo para determinar la causa de muerte. Había una cosa que el anciano no les había dicho, cuando ellos se enfrentaran al cuerpo muerto que les había tocado, estaría solos para averiguar la causa de la muerte siguiendo las pistas que el mismo cuerpo les mostraba. De no lograr pasar la prueba, se le complicaría volver con el arcano.
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    Prueba de Nigromancia

    El viejo apareció en las orillas del río que marcaba el comienzo de la travesía para todo el que quería afrontar las pruebas de las habilidades. Hoy era el turno de una de las pupilas que había tenido, bajo su supervisión, durante meses. El arcano presentía que ya estaba lista para afrontar los desafíos que le iba a proponer pero dependía de ella hacer uso de todo lo aprendido para poder llegar hasta la pirámide. Había dispuesto una balsa pequeña en la cuál no cabía más de una persona. Cualquiera que la viera pensaría que no soportaría navegar por aquellas aguas desconocidas y se alejaría corriendo. Pero, para todo aquel que deseaba cumplir sus objetivos, sabía que tenía que cruzar al otro lado para poder llegar al laberinto. Una vez dentro de la balsa, los inferis que custodian aquellas aguas negras, harían todo lo posible para hacerse con la pobre alma descarriada que intentaría cruzar al otro lado. Ella debía impedir eso a toda costa si no quería quedar presa de aquellas almas en pena. Siempre exigen un sacrificio para no molestar. Depende de la persona lo que quiere o tenga que dejar. Antes de comenzar su travesía, la Gaunt, debía despojarse de todos los elementos mágicos que traía. No podía hacer uso de magia ni utilizar ninguna sortija, libro, varita, etc; para sortear las pruebas que se le colocan. Cuando llegue a la pirámide, le serán restituidas sus pertenencias mágicas. - Ha comenzado. Murmuró al viento entendiendo sus delgados y frágiles brazos. Las aguas comenzaron a revolverse, volviéndose más negras aún. Una vez que cruzara, llegaría al laberinto. Allí dentro podía esperarse cualquier cosa, excepto una salida fácil. Sus paredes no se moverían hasta que la Gaunt pudiera hacer hacerse con la gema azul que custodiaba una ánima maldecida dentro de un cuenco. Dependía de ella entablar la conexión correcta para saber que es lo que había pasado. Cuando lograse cumplir eso, y habiéndose hecho con la gema del alma, iba a tener que buscar la manera de destruirla para poder liberar al espíritu que había dentro de ella. Cuando la viera, la Gaunt sabría de quien se trataría ya que había tenido contacto con ella. Pero ahora le tenía que demostrar que había logrado dominar la conexión de manera exitosa. Habiendo cumplido con aquél último reto, la muchacha se encontraría con la entrada de la pirámide. La puerta la guiaría por las escaleras, hasta el anciano, para dar su reto final. El cuerpo del viejo se convirtió en el de un cuervo con plumaje brillante. Salió en vuelo hacia la pirámide, a su centro.
  13. Báleyr

    Nigromancia

    El viejo no prestó atención a lo que estaba haciendo el muchacho. En ese mismo instante otra pupila, de la cual fue anunciado, había aparecido en Mahoutokoro. - Ha llegado en el momento exacto. Le dijo el viejo viendo como la muchacha tomaba asiento luego de saludar respetuosamente. Todo lo contrario al comportamiento mal educado y fuera de lugar del otro pupilo. La verdad que no esperaba mucho del muchacho pero tenía que darle, al menos, la posibilidad de descubrir la habilidad. - Tal y como le dije a tu compañero, espero sepas comportarte durante el estudio de la habilidad. Todas las decisiones que tomes no podrán ser deshechas por lo que tengo que estar seguro si quieres empezar todo esto que se aproxima. Su voz se resquebrajaba como si se tratase de un fumador de ochenta años. - Dime, ¿qué es lo que te ha traído a estudiar Nigromancia y qué piensas que es? Habiendo dicho esas palabras y, viendo que la muchacha Gaunt había cumplido con el pedido de Razna, le envió un mensaje para que cruzara el portal que había abierto detrás de la puerta principal de la biblioteca. - - Cruza el portal, Gaunt. Estás lista para comenzar la última parte de tu viaje - - El proceso fue todo un éxito. Ya con la bruja allí con ellos, Báleyr se atrevió a hacer la pregunta: - Gaunt, ¿quieres realizar la prueba de vinculación con la habilidad? De ser positiva tu respuesta, te espero el día de mañana en el centro del Ateneo para comenzar con tu parte final. Recupera energías porque lo que está por venir no es fácil. Le advirtió despidiéndola.
  14. Báleyr

    Nigromancia

    Razna con Anne El fantasma sonrió de costado. Podía notar y sentir el miedo que la alumna tenía. Cuando le dijo que leyera los pasajes que tenía el capítulo, se quedó tiesa y comenzó a soltar varias preguntas. Razna las esuchó con detenimiento pero debía pensar la respuesta ya que no quería decir demás. Era el trabajo de la muchacha y de Báleyr, ayudarla a descubrir. - Es normal y común que mucha gente diga "vi un espíritu" o "puedo comunicarme con las almas del más allá". Pero, detrás de esas frases que muchas veces son mentira, se esconde una de las grandes aptitudes de un nigromante pero, que va más allá de ello. El nigromante debe nacer con la conexión hacia el otro lado y, es imprescindible, que la desarrolle a lo largo de su vida porque puede que no se de cuenta de ello y no termine aprovechandola. Explicó mientras se paseaba de un lado al otro flotando. - Anne, debes descubrir ese momento en tu vida. Ese momento en que sentiste esa conexión y no supiste como explicarlo. La habilidad de Nigromancia, va más allá de poder entrar y salir del terreno de los muertos, de ir y venir entre un mundo y otro. Para un gran nigromante en formación es imperativo saber en qué momento de su vida sintió ese "hilo", cómo reaccionó al respecto y qué estaba pasando en ese momento que pudo percibir que algo "no estaba bien" - se detuvo frente a la mesa y se acercó a la bruja - Si te contara las historias de cómo muchos descubrieron la conexión, tendríamos que estar días encerradas aquí dentro. Se separó de la bruja, tomando algo de distacia. El tiempo se estaba acabando y a ella no le quedaba mucho en este mundo. Podía sentir como la energía se disipaba. - Cierra tus ojos e intenta conectarte con tu pasado. Como futura nigromante, debes lograrlo. Es como si tuvieses un propio pensadero dentro tuyo que puedes visitar a cada rato - le indicó - Debes encontrar el momento exacto de la conexión y, solo así, lograrás comprender tu don de la habilidad. Báleyr con Patrick El anciano estaba controlando todo para que nada se saliera de control. Solo faltaban unos pocos minutos para que Razna desapareciera y, Anne, volviera. Depende de lo que le dijera, el viejo sabría si estaba lista o no para la prueba final. Mientras esperaba que terminara, una pequeña esfera de luz blanca se materializó al lado del viejo. La misma le mostraba a un nuevo pupilo dentro de las mazmorras. El nigromante arqueó una ceja al ver la escena ridìcula que estaba haciendo y, por unos momentos, dejó atrás la biblioteca y se apareció a espaldas del muchacho. - Espero que sepa que si llega a romper algo de esta habitación, no hay magia que pueda traerlo del otro lado cuando yo mismo sea el que lo envíe hacia allá - soltó con tono serio. Si había algo que ofuscaba a Báleyr, era el comportamiento que muchos tenían al enfrentar la habilidad; como si fuesen sabelotodo. - Espero que sepa comportarse en lo que resta de todo el estudio que haremos pero, habiendo visto su comportamiento altanero, me temo que tendré que empezar por el principio: ¿Qué es lo que pretende de la habilidad y qué conoce de ésta? Ahora la esfera le mostraba a la muchacha con Razna.
  15. Báleyr

    Nigromancia

    Báleyr sintió aquella fuerte y poderosa presencia dentro de la habitación. Razna había aparecido nuevamente luego de años sin verla. Aquella antigua nigromante había sido el primer espíritu con el que el Arcano había tenido contacto cuando apenas era un pupilo en esta habilidad. Entre todas las ánimas que podían aparecer, la Gaunt había tenido suerte de que Razna se había aparecio ante ella. El viejo la vigilaba de cerca sin que ella se diera cuenta. No iba a interferir en ese proceso porque su pupila tenía que comenzar a dominar el lazo comunicativo que tenía que desarrollar. - No te inquietes. Entre todas las ánimas atrapadas aquí dentro, Razna, es benévola y una de las nigromantes más poderosas de la historia. Aquél mensaje llegaría a la Gaunt en unos instantes. Uno de los tantos efectos que producía el abrir el grimorio, era la completa anulación del mundo que rodeaba al mago con el que entraba en contacto. Es por eso, que la Gaunt, no podía notar la presencia del arcano pero sí recibiría los mensajes que él le enviaría. - Tienes que lograr fortalecer el lazo comunicativo hacia el otro mundo. Razna fue una especialista en ello y te podrá explicar mejor que nadie ese tema. Aprovecha el tiempo antes de que las energías se agoten dentro de la habitación. Advirtió. El tiempo era crucial. Y, con esto, Báleyr se daría cuenta si la bruja estaría o no lista para la prueba. Razna - Nigromante clase 5 No pudo evitar reír ante las inseguridades de la muchacha. Razna habría esperado una reacción peor, como los demás pupilos que había visto, pero algo le decía que esta chica tenía un don especial. - No te preocupes. Entiendo que desconfíes y, mucha más, cuando tu maestro es Báleyr. Siempre recuerdo lo que él le dice a todos sus pupilos acerca de no confiar en nosotros - ató su larga cabellera - Pero tiene mucha razón, muchos de los que andan por aquí buscan apoderarse de algún cuerpo y volver a la tierra. Pero otros, sólo buscamos compartir el conocimiento y hacer saber que aún estamos vivos ... de una manera distinta a la de ustedes - explicó con una sonrisa al final. Se desplazó, flotando, por ecima de la mesa para colocarse al lado de la muchacha. - Pues, entiendo si no quieres confiar en mi palabra. Pero he de advertirte que la energía del lugar se agotará pronto y no lograrás el objetivo por el que has venido. Es tu desición. Inquirió. Esperaría a que la muchacho le diera la respuesta. Dependeía de ella si Razna seguía y la guiaba o, de lo contrario, debía marcharse.
  16. Báleyr

    Nigromancia

    El Grimorio escondía muchos secretos. Secretos que sólo los verdaderos poseedores de la habilidad iban a llegar a ver a medida que avanzaban en el estudio del texto. Muchas de las páginas, por no decir la mayoría, habían sido escritas de la mano del Nigoramante. En cada una de las líneas había dejado plasmado todo lo que él había aprendido en sus años de estudio. - No te apresures, Gaunt. Es un texto que no puede ser leído a la ligera. Espetó a medida que sentía cómo el ambiente se ponía pesado. Algo era de asegurar, no iba a permitir la interrupción del estudio ya que la muchacha tenía que continuar para poder acceder a la última fase del aprendizaje: la prueba. Era el momento que todos esperaban luego de un largo camino recorrido de diversos encuentros y neseñanzas. - No dejes que nada te distraiga y sólo escucha mi voz. Recuerda que no puedes confiar en todo lo que las ánimas te digan porque muchas querrán llevarte por su camino y alejarte de tu objetivo. Le recordó notando que se había distraído con aquella pequeña brisa que se había levantado dentro de la biblioteca. Ninguna de los enormes ventanales estaba abierto como para que se colase una brisa. Ambos sabían que se debía al cúmulo de energía que comenzaban a congregarse en la habitación. Razna - Ánima de una bruja joven de cabellos rubios. Nuevamente se había aparecido. Mucho tiempo había estado sin poder apreciar la presencia de Báleyr y sus pupilos. Razna había sido una joven bruja, muy habilidosa e inteligente. Pero, debido a la persecución que sufrieron durante la "caza de brujas", había sido condenada y ejecutada manos de los religiosos de la época. Su alma aún vagaba por el casitllo junto a otras miles que buscaban la paz, para descansar, y poder compartir sus saberes. Y éste era el momento porpicio. Razna se apareció frente a la Gaunt. Sabía, quizás, que la bruja se asustaría por lo que esperó a que la misma hiciera contacto. - Has llegado a mi capítulo preferido: la interacción de ambos mundos, muertos y vivos. Sentenció esperando que la Gaunt alzara la vista. - Te recomiendo que leas muy bien esas líneas. Báleyr ha plasmado ideas maravillosas acerca de cómo interaccionan ambos mundos y cómo, nosotros los Nigromantes, podemos hacer de nexo entre ellos.
  17. Báleyr

    Nigromancia

    Era de entenderse que la muchacha comenzara a sentir el poderoso cúmulo de energía que guardaba el lugar. Al fin y al cabo, era una bruja muy poderosa, por lo que había leído en su legajo. - No nos atacaran. Hace añares que visito este lugar, con menos perseverancia que antes, pero sigo haciéndolo. Muchas veces la cantidad de energía que hay aquí, puede llegar a desbordarse y romper los límites que separan nuestros mundos ... se necesita un equilibrio y eso es lo que intento mantener de vez en cuando. Explicó. Quizás con aquellas palabras podía llegar a calmar a la Gaunt. Báleyr notaba las intenciones de las preguntas de la muchacha pero era de esperarse al chocarse con un sitio que guarda tanta historia y poder mágico. - Las almas que están aquí no son peligrosas para nosotros. Es más, habrán algunas que, cuando ingresemos dentro por el pasadizo, nos acompañarán en el camino y comenzarán a contarte su historia y demás - comentó mientras le hacía una pequeña seña con su dedo huesudo para que lo siguiera - Te recomiendo que las escuches porque sus palabras guardan aquellos secretos que siempre quisieron dar a conocer pero que fueron acalladas por aquellos terribles crímenes. De repente, el eco de la voz del Arcano se dejó de escuchar. El viejo se paró en seco frente a una pequeña puerta de madera con un gran picaporte de metal, que aún conservaba su perfecto acabado en plateado. Cualquiera que la viera pensaría que esa puerta es nueva y que no está desde los primeros años del castillo. Colocó su bastón frente a él y dio tres golpecitos contra el suelo. Unos segundos bastaron para que la misma se abriera y diera a conocer un largo pasillo iluminado con antorchas. El camino los llevaría justo a la biblioteca para poder hacer uso del grimorio. - Después de mi, Gaunt. El viejo se adentró. Había convocado a su varita de cristal para poder iluminar un poco más el lugar. A medida que se iban adentrando iba sintiendo como aumentaba el peso de la energía mágica que allí estaba. El Arcano ya estaba acostumbrado a ello pero quería saber como iba a reaccionar su pupilo. No tuvieron que recorrer mucho camino hasta desembocar en el centro de la biblioteca. El viejo hizo una pequeña floritura para encender todas las antorchas del lugar. El sitio era inmenso. En medio habían seis filas de estantes, que se prolongaban hacia atrás, lleno de libros viejos y polvorientos pero con muchos secretos mágicos y conocimiento. En las paredes, más estanterías empotradas en las paredes y, en varios sitios, algunas pequeñas mesas de madera con sillas para aquél que la visitaba. Sin olvidar el olor a humedad y papel que acompañaba el ambiente de lectura. - Bienvenida a una de las bibliotecas más grandes de nuestro mundo. Dijo haciendo retumbar su voz en todo el lugar. Se movió hasta la mesita más cercana, movió su varita e hizo aparecer el Grimorio dejándolo flotando en el aire. - Todo tuyo, Gaunt. Ábrelo y veamos que es lo que el libro quiere enseñarte acerca de nuestra habilidad. Apenas lo hagas verás como tus antiguas ascendientes aparecerán para acompañarte en la demostración.
  18. El espejo de agua lo había atrapado por completo. Nunca se había detenido a observar detenidamente ni a sentir la calma que le transmitía aquél lago. Quizás este fue un primer paso para poder salir de sus mazmorras y comenzar a conocer, de nuevo, el mundo exterior. Pudo sentir unos pasos que se acercaban a él. Su anillo emitió un leve brillo y, con eso, pudo saber que se trataba de otro compañero Arcano. Sí, los anillos originales de cada Arcano estaban unidos entre sí y, cuando se encontraban cerca, comenzaban a emitir los brillos originales que sólo ellos podían notar. - Aailyah. Dijo al ver a aquella mujer que se le había acercado. La conocía desde hace mucho, como a todos los demás, y sabía que era una de las Oclumantes más poderosas (por no decir la única) que existía en todo el mundo mágico. Mucho de lo que sabía acerca de aquella rama mágica se lo debía a sus clases y enseñanzas personalizadas. - Sé que es raro verme, y vernos, fuera de nuestros sitios. Pero hoy quería observar el mundo en el que nos hemos metido al aceptar dar nuestras habilidades en la Universidad. Golpeteó dos veces el suelo con su bastón logrando una pequeña brisa de aire que ayudó a refrescar sus pulmones viejos y cansados. - Veo que no he sido el único que se ha querido salir. Nunca solían juntarse o reunirse pero, cuando lo hacían involuntariamente, terminaban los siete en un mismo lugar y era ahí cuando sus anillos se unían nuevamente después de años. Cuando se dispuso a decir algo más, una voz masculina irrumpió en el lugar. Otro de los Arcanos había llegado al mismo punto en donde se encontraban. Sajag, el encargado de Videncia, había aparecido en los terrenos de la Universidad. Seguramente había logrado ver, con su magnífico poder, que estaban ahí. - Sabes que nunca fui bueno para la Videncia, Sajag. Bromeó con algo de razón. Nunca se le había dado bien la Videncia hasta el punto de ser una de las habilidades que más le había costado estudiar. - ¿Notaron el brillo de nuestros anillos? El último recuerdo que tengo de éste fue durante aquella guerra en la que estuvimos los siete juntos ... ¿Unos cien años atrás? Los miró con su único ojo. Báleyr sabía que ellos conocían aquello que les decía. - ¿Y el resto? @Sajag @Aailyah Sauda
  19. Báleyr

    Nigromancia

    Castillo Moosham - Uternberg - Austria Muy pocos conocían al verdadera historia que se ocultaba entre las paredes de esta magnífica construcción austriaca. Los rumores muggles, acerca de la identidad del castillo, se remontaba a la quema de brujas y todo tema relacionado a ello; hasta dicen que había habitado un hombre lobo entre sus paredes. En una de sus muchas visitas al mundo de los muggles, camuflado como un joven de unos veinte años, pudo comprobar que esos rumores del origen eran completamente ciertos. Es más, continuaban sacándole provecho económico cobrando entrada a todo aquél nacional o extranjero que quería visitar el lugar. Varios meses estuvo sin salir al mundo muggle de la rabia que le había dado y por cómo se tomaban a broma lo que allí había acontecido. No sólo había muerte que manchaba la historia, sino que también, se trataba de uno de los lugares más ricos en conocimiento en la inmensa biblioteca que se ocultaba de todos aquellos que no tenían magia en su sangre. Báleyr la visitó, y lo seguía haciendo, durante en sus años de estudio cuando apenas comenzaba a transitar el camino de la nigromancia. Esperaba, ahora, que su pupila llegara y que no tuviera algún encuentro desagradable con algunas de las almas de aquellas mujeres que fueron ejecutadas en el patio en donde se encontraba. Con su único ojo "sano", pudo divisar una figura que se acercaba entre las sombras. Estaba justo debajo de la estatua de la reina. - Gaunt, veo que no te has perdido ... y eso bueno. Dijo notando el estado normal en el que se encontraba la bruja. Muchos de los estudiantes que cruzaban el portal hacia estos mundo sentían algún malestar físico, hasta perdían la conciencia por unos momentos. La chica parecía estar entera. - Bienvenida a una de las cunas de la Nigromancia. Estamos en el Castillo Moosham en Austria uno de los tantos lugares donde se cometieron crímenes contra nuestra comunidad y en donde se conserva una de las bibliotecas mágicas más ricas en conocimiento acerca de varias ramas de las artes oscuras. Le explicó. - En nuestro paso nos encontraremos con muchos espíritus. Muchas de aquellas brujas que fueron perseguidas, quemadas y torturadas aún sigue aquí reclamando lo que a ellas les pertenece ... su legado. Podía sentir aquella misma angustia, dolor y enojo. Las almas le transmitían aquellos sentimientos y el nigromante había aprendido a bloquearlos durante aquellos años de estudio. Pero al comienzo había sido toda una ardua batalla porque lo aturdían cada vez que pisaba el lugar. - ¿Alguna pregunta antes de adentrarnos a la biblioteca?
  20. No estaba acostumbrado a salir de sus aposentos, a menos que no fuese para impartir la habilidad. Báleyr era conocido, o al menos loa rumores así lo esparcían, por ser el arcano más amargo y "oscuro" de carácter; quizás mucho tenía que ver con la habilidad que impartía. No era nada fácil llevar un cuerpo desgastado y un alma mucho más vieja de la que aparentaba y, mucho menos, cuando estaba relacionado con los temas de la muerte, el "otro lado" y las conexiones con las ánimas. La mañana estaba comenzando. La primavera se hacía sentir con los primeros rayos de sol y los perfumes que las distintas flores del campus universitario comenzaban a soltar para atraer a los distintos insectos. Nadie lo sabía, pero aún él, conservaba esas pequeñas sensaciones "buenas" que todos ser podía llegar a sentir y atesorar en su vida. Muy poco se sabía de la vida de él, a menos los alumnos lo desconocían y más aquellos que recién empezaban a transitar sus primeros pasos en la Universidad. Pero, sus compañeros Arcanos, sabían todo de todos. Siete poderosos magos que dominaban las habilidades más poderosas que existían en el mundo mágico. Terminó de salir de las mazmorras e hizo contacto con el mundo exterior. Muchos estudiantes estaban desperdigados en el campus. Gritos, libros, grupos reunidos ... todo formaba parte del paisaje que el único ojo de Báleyr estaba percibiendo. Aunque su otro sentido, le permitía ver mucho más allá del plano en donde estaba y corroborar que ambos mundos estaban en permanente conexión. Miró su anillo con la bellísima piedra violeta. Al sol, soltaba un brillo que cualquiera podía notarlo. A medida que comenzó a caminar, podía sentir las miradas de los estudiantes. - Es "Balyr" ... el que enseña Nigromancia. Decía una de las chicas a su grupo pronunciando mal su nombre. Aquellas muchachas se callaron cuando el anciano pasaba a su lado. - Dicen que tiene más de mil años. Comentaba un pequeño pelirrojo a su amigo algo regordete. Quizás el chico no estaba equivocado. - Es uno de los siete Arcanos que se hospedan en la Universidad. Musitaba un muchacho a otro mientras el viejo pasaba por debajo de aquél árbol en donde estaban. El peso de las miradas era algo divertido. Así podía sentirlo y, de esa manera, lo procesaba. Era más que entendible la sorpresa y aquellos comentarios ya que nunca salía a caminar por los campos de la Universidad. Caminó un poco más mientras sembraba sorpresa y "terror" entre los pupilos. Intentó alejarse un poco más hasta llegar a la orilla del espejo de agua y ahí se detuvo. ¿Habría otro Arcano o Uzza dando vueltas por el campus? Quizás también se sorprendían al verlo fuera de las Mazmorras y era una buena chance de poder reunirse nuevamente.
  21. Báleyr

    Nigromancia

    Las palabras de la Gaunt sobrepasaron al Arcano. Muchos hacían foco en los mismo: "la sed de conocimiento". Eso era algo que valorar porque así se comenzaba en el camino de las habilidades. Lo que movía a los pupilos era la curiosidad de saber que había detrás de cada una de estas disciplinas mágicas a las que no todos podían acceder y, pocos, eran los que se lograban hacer con los anillos de las habilidades. - He de valorar sus ansias de conocimiento, Gaunt. Y la respuesta que me has dado ha sido suficiente como para permitirle acceder a algunos de los tantos conocimientos de este Grimorio. Dijo mientras el libro se cerraba y continuaba flotando en medio de ambos magos. - Pero, con el detalle, de que aquí no llevaremos acabo el estudio - seguro aquello tomaría por sorpresa a la bruja - Iremos al lugar originario en donde se comenzaron a trazar las primeras palabras acerca de la Nigromancia y sus orígenes. Dándole la espalda por un momento a la Gaunt, abrió un portal que llevaría a ambos magos hacia la plaza central del castillo. - Pero he de advertirte que, al lugar que iremos, estará cargado de una energía muy pesada que muy pocos suelen soportar. Es conocido por los no mágicos, como uno de los lugares más embrujados de su mundo pero lo que ellos no saben es que fue la cuna de la Nigromancia y que millones de rituales se llevaron acabo entre sus cuatro paredes. La verdad era que, cada vez que escuchaba a los muggles hablar de ese lugar de esa manera tan despectiva e irrisoria, le daban ganas de enviarlos al otro lado para que las ánimas se diviertan con sus almas insulsas. Era un insulto para él y la habilidad que dominaba, que el lugar cuna de ésta, fuese convertido en un circo. - Apenas crucemos el portal, podrás sentir mareos y demás. Pero no es nada comparado con lo que puede esperarte una vez que cruces la puerta de la habilidad en su momento. Si puedes soportarlo tendrás que seguirme el paso hasta que lleguemos al lugar preciso para iniciar el estudio del Grimorio. Advirtió por segunda vez. - Cuando estés lista, te espero en el patio central del castillo, debajo de la estatua de la reina. Habiendo dicho esas palabras, Báleyr y el Grimorio, desaparecieron de las mazmorras.
  22. Había llegado en una sola pieza. Había sido impresionante la manera en la que había pasado las banshees y de como resolvió aquél "acertijo" que le había colocado dentro del laberinto. La esfinge le había dado el paso cuando la bruja le contestó a la pregunta que le realizó. - Debo decir que eres una bruja muy habilidosa, Lestrange. Y eso es de valorar. Báleyr no solía dar cumplidos a sus pupilos. Es más, rumores en la Universidad decían que se lo conocía por ser algo amargado con cada uno de los que los que se presentaban en su morada. Pero, era de reconocer que cuando se trataba de ser testigo del buen manejo de la magia y todos sus límites, debía dar crédito por ello. - Pero ahora ha llegado el momento - carraspeó un poco para aclarar su garganta. El anciano se paró en medio de la sala. Con su vara de cristal dio dos pequeños golpecitos en el centro y las puertas comenzaron a girar hasta desaparecer y quedar la que pertenecía a la habilidad. Era una puerta robusta de madera negra y con el símbolo de la Nigromancia tallado en dorado en el medio de la misma. Cuando terminó, se dirigió a la muchacha, tomó un ejemplar de anillo similar al suyo y se lo entregó. - Te hago entrega de este objeto legendario. Este anillo ahora está vinculado al mío. Yo podré ver, sentir y oír todo lo que pase del otro lado pero no podré intervenir porque tú serás la que tendrá que superar aquella prueba - comenzó con los últimos detalles - He de recordarte que, cuando sientas que no puedes seguir, puedo sacarte de allí pero no podrás volver a intentar la prueba ya que se considera abandono - dijo. Respiró. - Allí dentro todo puede ser igual o distinto. Lo que depara el otro lado de la puerta toma forma aleatoria cuando el mago que la cruza está listo para enfrentar el último peldaño de la habilidad - explicó. - ¿Estás lista?. Debía preguntar por última vez. Ella sola debía enfrentar la prueba sin la guía del arcano. Cuando se dignara a cruzar la puerta, Báleyr, sabría que la respuesta de la chica había sido positiva.
  23. Todo estaba progresando de acuerdo al plan que había trazado el Arcano. Todo lo podía ver y sentir mediante la conexión que había entre su anillo y el que le había dado a su pupila. La primera sensación fue extraña. Eso para Báleyr era extraño en sí. Pudo sentir, como pocas veces lo hizo, el miedo que había tenido la chica la encontrarse con aquellas ánimas que le habían exigido un sacrficio de sangre; nunca ibas a saber lo que te podían llegar a pedir. Los latidos del corazón de la fémina, acelerados, los sintió como si él mismo hubiese estado allí. Era extraño. No le pasaba tan seguido. Notó que hizo uso de la Daga del Sacrificio, aquél elemento que aprendían a usar en el Libro de la Sangre, para clamar la sed de sangre que tenían esos fantasmas. Ahora que había llegado a la orilla iba a tener que ser precavida con cada paso que daba. El sendero, hasta la entrada de la cueva, iba a estar repleto de obstáculos que le podían llegar a aparecer.
  24. Báleyr

    Nigromancia

    Se había quedado solo, nuevamente, con otra pupila. El tema de las clases pocos numerosas daban la ventaja de que se podían hacer un poco más personlizada en cuanto a la profundización del estudio. Ese era el motivo por el que le había enseñado el Grimorio a la Gaunt. - Valiente en su respuesta, joven - inquirió aclarando la garganta después de que la primera bocanada de humo de su pipa saliera de su pecho hacia su boca - Pero, me veo en la obligación, de preguntarle: ¿qué es para usted la Nigromancia? - con su único ojo sano volvió a la figura de la bruja. Esa pregunta, a primeras, parecía simple pero requería de una respuesta mucho más elaborada por parte del receptor del mensaje. Muchas definiciones, libros, apuntes, etc; existían en cuanto a lo que era o no era la Nigromancia y que es lo que abarcaba la misma como una gran rama de las Artes Oscuras. Sin embargo, muy pocos eran los privilegiados de poder hacerse con los conocimientos que dieron origen a los primeros estudios en este campo. - Cuando tengas la respuesta bien pensada, la dirás, y si considero que es digna de poder habilitarte el estudio de los conocientos originarios de la Nigromancia, comenzaremos con el estudio del Grimorio. Acotó. Le dejaría en claro a la alumna que no aceptaría una respuesta pobre.
  25. La mañana comenzaba a alzarse sobre el terreno de la Universidad. Un nuevo día de prueba había llegado y, Báleyr, no era ajeno a ello. Una de sus últimas pupilas había completado el estudio mínimo que se requería para poder ingresar a la evaluación, pero antes, tenía que superar algunos desafíos que completaría los conocimientos adquiridos por la misma. Una de las pocas mañanas frescas que iban quedando en Londres. El Nigromante odiaba el calor y, era por ello, que se lo veía rara vez fuera de las mazmorras mientras dicha estación estaba en curso. El frío, en cambio, era el clima preferido del viejo desde que era pequeño y recuerdos vagos venían a su mente del lugar de la infancia. El día estaba nublado, por lo que sol no saldría en varias horas y el día seguiría algo oscuro. El anciano tomó su forma animal, en la cual muy pocas veces se lo veía y pocas personas eran las que sabía el espíritu animal que guardaba el Nigromante. El cuervo negro levantó vuelo desde las finas hierbas que estaban naciendo con esta nueva estación. Cruzó el patio exterior de la Universidad, lleno de alumnos como siempre, hizo una pequeña maniobra de esquive por las ramas de un árbol y descendió un poco para pasar por entre medio de una de las torres. Una leve brisa se había levantado y pequeñas gotas comenzaron a sentirse en su plumaje negro brillante. Le estaba costando un poco poder surcar el cielo pero ya estaba cerca del centro del ateneo. Una vez hubo tocado tierra firme en la orilla del lago, donde su alumna había sido citada, recobró su forma humana y, al mismo tiempo, su larga vara de cristal se había materializado en su diestra. El lago estaba enfrente de él y algunas partes congeladas habían comenzado a ceder por algunas temperaturas primaverales que había hecho días atrás. Una complicada floritura y algunas palabras complicadas bastaron para hechizar el lago. Las aguas cristalinas se habían vuelto negras, parecía petróleo. No sólo indicaba peligro sino, que su alumna, tenía que saber que no iba a poder cruzarlas de ninguna de otra forma que no sea en la pequeña barcaza que había amarrado a una estaca en la orilla. El primer escenario estaba listo y la primera prueba había sido implantada en medio del lago. La pupilo iba a tener que embarcarse con cuidado. En la mitad del camino, una neblina densa iba a comenzar a invadir el lugar, reduciendo su campo de visión y logrando un ambiente tenebroso. La barca se detendría en seco y las ánimas comenzarían a rodearla intentando tirarla al lago negro. Estos espectros sólo la dejarían de molestar si ella lograba entender que es lo que reclamaban y, lo que querían a cambio, para dejarla continuar. Ello iba a poder lograrlo con el anillo de la habilidad que le entregaría Báleyr. Para los Arcanos no había impedimento dentro del lugar. Ellos podían manejarse y sortear estas trampas como más querían pero, no podían deshacer ninguno de los hechizos originales que se habían colocado dentro del mismo. Tomó su forma animal nuevamente y voló al hacia el otro lado del lago, donde comenzaba la vegetación de árboles con copas inmensas que indicaban el comienzo del laberinto. Una de las tantas paredes de árboles que allí había. Adentrándose más, con un vuelo pasivo y paciente debido a la lluvia que había aumentado en intensidad, volvió a retomar su forma humana en la entrada de una pequeña caverna que allí había. Una vez que su alumna superara la primera prueba, iba a tener que cruzar aquél frondoso bosque, prestando atención a su alrededor debido a que podía cruzarse con lazos del diablo, tentáculas venosas y una variada colección de criaturas mágicas que ya había hecho hogar allí. Ella iba a tener que sortearlas con los conocimientos que podía y, lo que el arcano suponía, la magia que le daban los libros de hechizo. Si cumplía aquello, iba a llegar a la entrada de la caverna. Apenas ingresara en ella, tomaría la antorcha con fuego eterno que Báleyr le había dejado en una de las paredes rocosas de la misma y tendría que adentrarse con cautela. Dentro, y como su segunda prueba, tendría que vencer a dos banshees que protegían un cuenco que contenía una llave plateada que le serviría para más adelante cuando pasara por el laberinto. Estas ánimas de mujeres, intentarían detener a su pupila mediante posesión y apropiación de sus recuerdos más preciados. Nuevamente, ella tendría que utilizar todo su poder mágico para vencerlas y hacerlas desaparecer. Pero, lo que Black Lestrange, no se esperaba era que la banshees eran inmunes a los hechizos tipo rayo por lo que cualquier que fuera a conjurar iba a atravesarlas sin hacerles daño. Volvió a su forma de cuervo y descendió bruscamente hacia el centro del lugar. Las frondosas copas de los acres, álamos y robles, comenzaban a marcar el comienzo del laberinto. Desde las alturas podía verse la Pirámide de las Siete Puertas que estaba en medio del mismo; donde todo alumno quería llegar. Cuando ella lograra salir por el otro extremo de la cueva, iba a tener que seguir el sendero descendiente, teniendo las mismas precauciones que antes, que la llevaría hasta la entrada del laberinto. El claro en donde estaba colocado, por esta vez, no había sido hechizado por el Arcano por lo que ella iba a poder cruzar tranquila. El laberinto si fue encantado para que su alumna no pudiera sortearlo de ninguna manera que no fuera a pie. No podía volarlo ni surcar el aire en un escoba o cualquier medio aéreo. Si lo intentaba, de las paredes saldrían lazos del diablo a atraparla y asfixiarla hasta la muerte. El recorrido sería tranquilo hasta que, antes de llegar a la puerta donde tendría que utilizar la llave que recuperó en la cueva, se topase con un cuerpo sin vida que ella seguramente iba a reconocer. El cuerpo de la pequeña niña que había visto en su vuelta por Estados Unidos, ahora estaba tendido en el suelo sin vida con varios hematomas en distintos sectores, sangre coagulada en su boca y una gran herida infectada en su abdomen. Su último reto era averiguar de qué había muerto pero, la trampa estaba en el factor psicológico, ya que el Nigromante sabía muy bien que podía llegar a ser chocante para la mujer ver a aquella pequeña sin vida. Una vez que averiguase la causa tendría que decírselo a la esfinge que protegía la puerta plateada que le daría paso a las escalinatas de la Gran Pirámide. Báleyr la estaría esperando en la sala circular para enfrentar la prueba final de su habilidad. Sim embargo, volvió a tomar la forma de su animal - luego de haber colocado todas las pruebas - y volvió a la orilla del lago donde esperaría a la chica.

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