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Gatiux

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Todo lo publicado por Gatiux

  1. A veces solo hay que verbalizar los miedos para que estos se hagan más pequeños. Eso y tener una persona a tu lado que sepa usar las palabras adecuadas para tranquilizarte. Eso sucedió cuando Gatiux le contó a Orión lo que le había pasado antes de llegar allí, con la baraja, él le dijo que era un simple indicio, no algo que tenía que suceder, y eso fue como un bálsamo reparador. Tal vez porque creyera que él sabía más de todo aquel asunto, también estaba el factor de que sus manos inexpertas hubieran errado en la forma de encontrar la carta. El miedo se hizo más pequeño y pudo respirar con normalidad. Se encontraba saltando un pequeño vacío entre dos piedras agarrada de la mano de Orión cuando vio que la mirada de este cambiaba. Los ojos azules del mortífago miraban a algo que venía detrás de ella. No alcanzó a girarse con la varita en ristre, él ya había reaccionado con rapidez, alzando un muro de piedra sobre el que se estrelló una gran ola, cuyas pequeñas y finísimas gotas salpicaron por encima. Por si el muro no fuera poco, Orión le había protegido con su cuerpo, abrazándola. - Bueno, eso estuvo cerca. - Y tu también. Gatiux aprovechó para alzarse sobre la punta de sus pies y besar al Yaxley, agarrándolo por el mentón luego en una pequeña caricia. Ese pequeño gesto acabó por aligerar el ánimo de la banshee, que esbozó una sonrisa de medio lado mientras volvía a emprender el camino con cuidado de no caer entre las piedras. El viento les zarandeaba con insistencia. Las fuerzas mágicas intentaban que los magos se dieran por vencidos incluso antes de llegar a la cueva. El aire cambió sustancialmente cuando entraron en la gruta. Las olas lamían la arena de la entrada mientras ellos alejaban los pies de la misma. Ambos estaban familiarizados con la magia oscura desde hacía muchos años, era algo que podían sentir fluir en el ambiente. Gatiux cerró sus ojos amarillos por un momento, para cerciorarse. Orión le pasó un ungüento con el que tenía que embadurnar la suela de su calzado, hizo lo propio y luego se lavó meticulosamente las manos con ayuda de su propia varita. - No te preocupes, yo estoy aquí por ti y tú lo estás por mí. Somos un equipo. Hasta siempre. - Como siempre ha sido. -sonrió la banshee, con más confianza, guiñándole un ojo- No podría haber encontrado a alguien mejor con quien formar equipo. A los pocos metros, tras bajar unas pocas escaleras, encontraron la entrada de una cueva cerrada. Allí era. La linea perfectamente vertical entre dos piedras grandes que actuaban como una puerta cortándoles repentinamente el paso. - Según dicen los rumores, la puerta demanda un sacrificio. -dijo Gatiux- Veamos si tienen razón. Gatiux sacó de su bolso mágico una pequeña daga con un nombre revelador. Pasó el filo de la hoja por la palma de la mano con la suficiente fuerza para que la carne se abriera y la sangre comenzase a manar de ella. El corte con que hizo con la Daga del Sacrificio fue doloroso, pero no dudó en poner la mano sobre la fría piedra, impregnando con su sangre la superficie. Las piedras comenzaron a temblar, el suelo bajo sus pies vibraba...
  2. Parecía que se iba revelar el porqué todo el mundo miraba a Gatiux como si le hubieran salido serpientes en el pelo. Orión fue a decirle algo, pero la frase se quedó suspendida en el aire cuando el centauro que conocía lo interrumpió. Gatiux se quedó preguntándose a sí misma "¿que si soy, qué?" mientras fruncía el ceño, pero por otro lado agradeció la interrupción, pues ésta se llevó el foco y dejaron de mirarla fijamente. Los centauros se acercaron al grupo, los de más atrás seguían con el arco preparado, solo por si acaso los magos hacían un mal movimiento o algo que ellos consideraran como tal. Gatiux prestó atención, aunque solo fuera por intentar conservar la vida si veía por el rabillo del ojo que aquellos arcos volvían a alzarse, Gatiux sabía que de un movimiento podría salvar a Orión en caso de ser necesario, el resto tendría que apañárselas por sí mismos. Y no es que deseara fervientemente que algo malo le pasara al resto de acompañantes de la expedición, pero ella tenía claras sus prioridades. Cuando uno de los centauros se refirió al Yaxley como "viejo sucio" a Gatiux se le escapó la risa. Se puso la mano delante de la boca mientras miraba a ninguna parte y se mordía el labio inferior. La pequeña muestra de indignación de Orión sólo lo hizo más gracioso. Le agarró del brazo para acariciarlo en señal de ánimo. Aunque bien era cierto que necesitaba un manguerazo. El Líder de los Centauros reveló entonces una profecía, o lo que resultó la primera parte de ella. Quien la formuló se había dado cuenta del poder que contenían sus palabras y decidió aislarse para que no encontraran la segunda parte de la profecía. Tenían que buscar a centauro llamado Berenci si querían saber más. Por supuesto no se iban a quedar allí después de haber comenzado la expedición, todo el mundo conservaba sus extremidades por lo que podrían continuar sin problema. - Muchas gracias, Maese Minrar, por revelarnos la primera parte de la profecía. -dijo Gatiux, inclinando la cabeza en señal de respeto- Que sus pasos le sean siempre propicios. Agarró de la mano a Orión para comenzar a caminar, ahora que los centauros habían abierto un camino para dejarles pasar no quería darles oportunidad de que se arrepintieran. Quedaba poco tiempo de luz del día, el sol comenzaba a ponerse. Fueron las últimas palabras del Líder de los Centauros las que hicieron que Gatiux se acordara de su pequeño cuaderno de constelaciones, e inconscientemente se llevó una mano a la nuca, allí donde tenía dibujado con puntos y líneas al guerrero, escondido bajo su cabellera violeta. -¿Qué crees que signifique que invoquemos el poder de las estrellas? -preguntó Gatiux a Orión una vez se hubieron alejado- ¿Tendremos que hacer algún conjuro que nos ayude a que Berenci nos de la segunda parte de la profecía? El grupo se había quedado algo pensativo mientras emprendían el nuevo camino. La Malfoy supuso que era porque estaban tratando de digerir las palabras que les dieron los centauros, buscando el doble sentido a las palabras o lo que se escondiera detrás de las mismas. Quizás a los más jóvenes no les hubiera gustado que directamente los señalaran como carnaza, pero no tenía por qué ser así, el futuro tenía múltiples variables.
  3. Los ojos amarillos de la banshee brillaban muchísimo a la luz del fuego. Ella observaba ensimismada las formas caprichosas que éste iba formando sin descanso. Metió la boca en el protector de cuello, resguardándose del frío mientras se abstraía. Orión se había sentado junto a ella y ahora bebía un té. Gatiux creía fervientemente que el fin del mundo tendría olor a té, Orión siempre encontraría un momento apartado para hacer uno. Ahora el Yaxley miraba que tuvieran los utensilios necesarios. Ella ya había llevado a cabo ese recuento meticuloso minutos antes. - Si seguimos más al norte nos vamos a topar con la cueva. - Ya se empieza a sentir la Magia Oscura en el ambiente. -dijo Gatiux, asintiendo a las palabras de Orión- Estamos muy cerca. Orión se levantó y ofreció su mano para que Gatiux hiciera lo mismo. Una vez de pie, la Malfoy ajustó su gorro de lana sobre las orejas y subió hasta arriba la cremallera de su chaqueta térmica e impermeable. Hacía tanto frío que podías sentir cómo este calaba en tus huesos, por eso habían ido mejor equipados que de costumbre. Ajustó también la cremallera de Orión y luego dio un par de palmadas en su pecho para infundirse ánimos a ella misma y a él. Había algo en aquella misión que le hacía estar algo menos animada que de costumbre. Gatiux se encontraba taciturna y no tan parlanchina como siempre, como si tuviera un presentimiento de que algo muy malo iba a pasar y de todas formas se encontrara caminando directamente hacia una muerte segura. Intentaba contagiarse de la seguridad que manaba de Orión, pero sin resultado. Apenas había iniciado conversación en todo lo que llevaban de trayecto. El frío cortaba las mejillas. Y pese a tener una buena condición física, comenzaba a faltarle el resuello, fruto del esfuerzo que tenían que hacer para llegar hasta la Cueva que le habían hablado. - ¿Recuerdas específicamente quién trajo la información de la cueva? -preguntó Orión- Sé que nos encontraremos inferis pero, toda la información posible ayudar. - No lo sé, estaba usando ese pergamino como posavasos para que el café no dejara cerco en la mesa. -contestó Gatiux- Lo encontré bajo un montón de pergaminos con otros rumores y no le di importancia en su momento, hasta ahora que el rumor empezó a ser un ruido constante. Se que hay algo que vigila el lago aparte de los inferis, aunque no decía el qué. Caminaba con las manos metidas en los bolsillos de la chaqueta. No creía que fuera a atacarles nada antes de llegar a la entrada de la Cueva, decían que ésta tenía una entrada que pedía un precio especial para entrar en ella, por lo que encontrarían una abertura cerrada y se sentiría la magia cargando en el ambiente. - ¿Te encuentras bien? - Sí, bueno... no sé. Me parece que vamos a estar en un peligro más real que otras veces. -dijo Gatiux- Además hoy miré antes de venir en la baraja que me regalaste y me salió una carta de esas de mal augurio. Ella solía renegar de todas aquellas habilidades, pero de vez en cuando echaba un ojo como quien no quería la cosa. Por diversión, como quien mira el horóscopo en la revista Corazón de Bruja. Sólo por ver si se cumplía al final del día. Si no pasaba nada especial era decía algo como "ya sabía yo..." pero igualmente había comprobado. Aunque sabía que el futuro tenía infinitas variables, tantas como decisiones que se podían tomar a lo largo del día.
  4. Hola ID: 135 Nick (con link a la ficha): Gatiux Link a la Bóveda Trastero: (en caso de poseerla) 106816 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: 77626 Link al Premio obtenido (en caso de gala/concurso): --- Fecha: 2021-01-03 Objeto: Cometa 280 Puntos: 10 P Precio: 500 G Total de puntos: 10 P Total de Galeones: 500 G
  5. ID: 135 Puntos: 12000 Edit: ID: 135 Puntos: Todos los que tenga al momento del cambio Gracias Espero que se pueda, he editado un mes después pero como todavía no se ingresaron pues lo pongo aquí xD
  6. El ruido de pisada de cascos fue muy tenue, un montón de centauros se había acercado a ellos para rodearles prácticamente en silencio, como un felino acechando a su presa. Apenas uno de los más jóvenes había partido una rama, ganándose una mirada de reprobación del resto que rodeaban al grupo de magos. Ahora estaban siendo apuntados por numerosos arcos en tensión. Si bien no habían disparado tampoco abierto la boca. Los ojos amarillos de la Malfoy recorrieron al grupo de centauros, todos tenían el ceño fruncido y una mueca de disgusto. Lo que no esperaría ni en cien años es que se pusieran a hablar con normalidad con aquellas criaturas, como si no fueran unos intrusos que están husmeando donde no deben y no quisieran justificarse para salvar la vida. Gatiux pensaba que hubiera sido mejor decir que la ruta de senderismo que comenzaron les había llevado hasta allí sin ellos planearlo. Pero Niko había sacado un cachivache y se lo mostraba a un centauro que ahora destensaba el arco para examinar lo que aquel humano sacó de la mochila. Zoella hizo lo propio segundos después, siguiendo el ejemplo de Niko, acercándose a otro grupo y hablando sobre la palma de su mano, el significado de las líneas para luego sacar una taza y hablarles de qué se veía en ella. Había pasado de preguntar de si podría tocarlos a ser una erudita sobre ciertos temas que a la banshee le sonaban a otro idioma (uno que no comprendía) Orión por su parte había comenzado a hablar como... Orión. Ella solía tirar del cable que conectaba su mente y su oído, dejando de escucharlo la mayoría de las veces en cuanto se ponía a hablar de estrellas y del significado que tenía que se viera una y no otra, en parte porque el estudio de toda esa materia le resultaba soporífera y prefería usar su tiempo en otras cosas más terrenales. También estaba el hecho de que no quería que su futuro le fuera revelado, por lo que se mantenía alejada de toda materia que predijera más allá del desayuno. La única que había reaccionado con lo que la Malfoy consideraba normalidad, había sido Candela. Menos mal, hubiera podido pensar que a todo el grupo le faltaban unos cuantos tornillos. Se había quedado atrás sin decir mucho y luego fue a decirle algo a Zoella, caminando con cautela. («Gatiux...») Tuvo que hacer un gran esfuerzo para rescatar de su mente las últimas palabras que había pronunciado Orión. Le había pedido hacer algo. Ella se había limitado a desconectar en parte de la conversación y ahora tenía que interceder, participando en aquel circo andante en el que se habían convertido todos ellos en los últimos minutos. («¿Gatiux podrías revisar los grados de Neptuno?») Echó una mirada mal encarada a uno de los centauros que seguía con el arco tenso antes de acercarse a Orión. Sacó un pequeño libro de la mochila, un cuaderno mini y un bolígrafo. Miró al cielo, e hizo unas cuantas anotaciones. Usando la Astronomía para calcular la posición de las estrellas y la de dicho planeta. Que no le gustara no quería decir que no supiera como funcionara el tema, o que nunca se hubiera quedado leyendo los libros de Orión. - Neptuno: 18° Piscis 28' 53" Neptuno estaba ligado con la espiritualidad y los engaños. ¿Estaba dándole a entender que los centauros pretendían engañarles? Gatiux se encontró con los ojos azules de Orión, la banshee frunció ligeramente el ceño, preguntándole de forma silenciosa sobre su mensaje en clave. Hubo un leve asentimiento casi imperceptible por parte del Yaxley. Fue entonces cuando quiso rescatar de su mente el resto de la conversación que Orión había tenido con los Centauros. Había dicho algo de Géminis y la luna en Piscis, seguro. Hizo unas cuantas anotaciones más en su cuaderno de Astronomía. Comprobó los grados y los minutos a toda velocidad. Todo estaba relacionado con la espiritualidad, también Neptuno. Y cuando fue a agarrar del brazo a Orión para decirle algo al respecto, sintió como si una corriente eléctrica la recorriese entera. Gimió antes de quedarse rígida. Su voz ya no le pertenecía, y sus ojos se quedaron vacíos mientras hablaba. La corriente de Adivinación fluctuaba ahora en el cuerpo de la Malfoy. - Aquellos que habrán de revelar la profecía se encontrarán con los humanos. -dijo Gatiux con voz etérea- Pero estos tendrán que demostrar que son dignos de ella antes de que salga el sol. Gatiux parpadeó un par de veces cuando sintió que se podía mover, confundida por haberse quedado rígida de forma repentina. Había sentido algo de calor en su cuerpo, pero sentía que se había apagado durante unos segundos. ¿Había dicho algo? Estaba algo confundida por la cantidad de ojos que le estaban mirando en aquel momento.
  7. Que cosa tan rara, creo que el editor de texto me engañó anoche xD Derecho a cupones: Nick: Gatiux Link al perfil: http://www.harrylatino.org/user/135-gatiux/ Link 1 que da derecho a cupones: http://www.harrylatino.org/topic/110255-segunda-planta-pociones/?p=5399853 10 cupones Espero que ahora sí xD
  8. Derecho a cupones: Nick: Gatiux Link al perfil: http://www.harrylatino.org/user/135-gatiux/ Link 1 que da derecho a cupones: Compra en el Magic Mall: 10 cupones
  9. - Qué útil tener alas o poder volar. -dijo para sí misma- No me cabía una moto voladora en la mochila, ojalá me hubiera comprado una de esas. Gatiux miraba como Niko se iba volando en su escoba con mucho estilo. Había puesto una de sus manos sobre los ojos a modo de visera y ahora seguía la trayectoria del mago. Ella como mucho podría recurrir a las botas de siete leguas, que creía poder encontrar en algún lugar recóndito de la mochila que llevaba sobre los hombros. Por suerte no las tuvo que buscar. Candela había llegado hasta donde se encontraba Gatiux y en vez de irse volando con sus alas de animago, convocó un portal por el que pasar, invitando a la Malfoy a pasar por él. Orión llegó al tiempo, metiéndose por el portal y ofreciéndole una mano a Gatiux. La banshee la tomó. Sonrió en señal de agradecimiento y pasó por el portal que habían convocado diciendo "Fulgura Nox". - Gracias Candela. -dijo una vez ambas pasaron hacia el otro lado- Debería ir a que me enseñen como se hacen esos portales, me parecen bastante convenientes. Si no hubiera sido por el incidente, lo más seguro es que Gatiux ya supiera hacer su propio Fulgura Nox, pero era algo que no podía deshacerse y tampoco podía pasarse la vida lamiendo sus heridas. Las decisiones y el seguir adelante estaba en su propia mano, y no pensaba quedarse atrás. - ¿Un baño? Creo que te voy a dar un manguerazo en el jardín como a Trasto antes de dejar que entres en casa. -rió Gatiux, contestando a Orión- Prometo calentar un poquito el agua. Zoella había empezado de nuevo a andar, a la cabeza de la pequeña expedición. La tierra cambió, y poco a poco empezaron a aparecer pisadas de cascos. Debían ser los centauros que vio Candela cuando hizo de avanzadilla en su forma animaga. Las pisadas eran dispersas al principio, pero poco a poco fueron más numerosas y también salían y entraban hacia el lugar al que avanzaban ellos. - No creo que se dejen acariciar como los hipogrifos, Zoella. -dijo Gatiux, contestando a su pregunta- Suelen enfadarse con lo que consideren la mínima falta de respeto. Si nos encontramos con alguno deberíamos proceder con cautela y hablarles educadamente. («Eso si no nos matan antes.») El camino se bifurcaba y fue Niko el que eligió el sendero que tomar. Sus pasos acabaron llevándolos a un claro despejado, rodeado de bosque. Dentro de dicho claro había una serie de pequeñas chozas hechas con ramas y cubiertas con hojas que cumplían con la función de tejado, suponía que para los días de lluvia. Fuera de las chozas, y cerca de las mismas, había unas cuantas zonas con hojas que se veían aplastadas, parecía tratarse de nichos donde descansaban. Si ponías atención, también podías ver medio escondido, un viejo caldero y algunos utensilios de madera que seguramente serían usados para cocinar. ¿Cómo reaccionarían los centauros cuando descubrieran a un grupo de desconocidos entrando en su asentamiento? Pese a no llevar su varita en alto, Gatiux reforzó el agarre de la misma. Lista para defenderse.
  10. Nick: Gatiux ID: 135 Conocimiento: Conocimiento de Maldiciones Link a la Bóveda: http://www.harrylatino.org/topic/77626-boveda-de-gatiux/ Link a la Ficha: http://www.harrylatino.org/topic/77586-ficha-de-gatiux-malfoy/
  11. - Gracias por cuidarme las espaldas. -dijo Gatiux cuando acabó de abrir el pasadizo y se encontró con Zoella- No quería que me picara una de esas cuando no me diera cuenta. Fue entonces cuando reparó que la chica parecía ir vestida a la expedición como si la hubiesen atacado unos cuantos animales antes de llegar con el resto. Explicó que le habían atacado unos Nundus antes de salir de casa y que con la emoción de recibir la carta de la expedición se le había olvidado cambiarse. Gatiux suspiró flojito. Si a ella se le olvidara cambiarse, como otras veces le había pasado, habría ido con un vestido y tacones. Habría que tenido caminar descalza durante horas mientras le arañaban las piernas los matorrales y ramas bajas. Zoella fue la primera en empezar a bajar los escalones. El pasadizo tendría que ser. Zoella ni siquiera había dudado cuando vio la oportunidad de correr de las Acromántulas corriendo por el pasadizo como alma que lleva el diablo. Gatiux miró al resto del grupo antes de tomar la misma dirección en la que fue la otra mujer, dejando atrás a las Acromántulas. Al fin y al cabo era la decisión más acertada si más adelante no encontraban al resto de familiares de aquellas arañas. - Lumos. Quizás necesitaría la varita para defenderse de otra cosa, y en tal caso se quedarían a oscuras contra lo que fuese si decidían protegerse todos a la vez. Sacó una linterna muggle redonda y aplanada de la mochila, que se ató en la cintura con un cinturón de velcro, apuntando hacia delante. Así tendrían una fuente de luz constante que no dependiera de las varitas. - Nox. El pasadizo no bajaba demasiado profundo, a las pocas escaleras de bajada el camino se allanaba y dejaba paso a una gruta de tierra y piedras, oscura eso sí, como la boca de un lobo. De alguna parte llegaba el sonido de unas gotas de agua, cayendo sin descanso de una en una. Un sonido tranquilizador en lugar de las patitas y las mandíbulas de las Acromántulas abriendo y cerrándose con desagradables chasquidos. Y aunque había perdido a Zoella de vista durante algunos minutos por la velocidad con la que había huido la muchacha, el camino se fue aclarando, y poco a poco la luz. Zoella los esperaba en la salida del pasadizo, otra vez bajo la luz del cielo, al borde de una pequeña declinación del terreno que podrían descender con normalidad, teniendo un poco de cuidado de no caerse y arañarse con alguna piedra. Apagó entonces la linterna y la guardó en la mochila con el resto de sus pertenencias.
  12. ID: 135 Nick (con link a la ficha): Gatiux Link a la Bóveda Trastero: (en caso de poseerla) 106816 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: 77626 Link al Premio obtenido (en caso de gala/concurso): --- Fecha: 2020-12-30 Poción: Doxycida Puntos: 10 P Precio: 500 G Total de puntos: 10 P Total de Galeones: 500 G Holaaa vengo a por la Doxycida para eeeeh, unos asuntillos
  13. Gatiux observó cómo Candela perdía su forma humana y se transformaba en un pequeño murciélago que se perdía en el aire y volvía a los pocos minutos después de hacer de avanzadilla para el grupo de magos, volviendo a su forma humana y confirmando que si bien eran cascos lo que estaba golpeando la tierra no eran caballos sino centauros. Aquellas criaturas podían ser muy crueles de forma arbitraria, por lo tanto era un problema mayor que un grupo de caballos desbocados. También había escuchado el canto de un Augurey. - Espero que encontremos lo que buscamos antes de que se ponga a llover, no me apetece caminar sobre el barro. La sorpresa por la que había estado esperando Gatiux se hizo presente. Para el gusto de la banshee la Selva Negra había tardado demasiado en sorprenderles, pero sabía que no sería lo último que les mostraría. Ante ellos una Acromántula enorme que golpeaba sus patas en la tierra, llamando a más efectivos para que la acompañara, más arañas. Arañas enormes por todas partes y que al parecer no les había faltado comida en mucho tiempo, y sus nuevas presas las tenían justo delante. - ¿Ahora te sigue pareciendo mala idea lo del fuego, Niko? A una parte de Gatiux le gustaría oír como chillaban aquellas criaturillas mientras eran quemadas vivas, pero probablemente acabarían quemando la selva mágica en la que se encontraban y volviendo esto en su contra. La magia ancestral de un ente no vivo podría matarlos sin esfuerzo, debían de tener mucho cuidado porque la naturaleza podría ser terrible. Por suerte el muchacho Tonks parecía desenvolverse bien con los hechizos, pese a decirles que tenía miedo a los bichos o parecer bastante nervioso al principio de la expedición. Había sido el primero en sacar la varita y conjurar unos hechizos bastante efectivos para proteger al grupo. - Creo que debemos buscar la forma de escapar -dijo Niko- Gatiux estuvo de acuerdo, en una estampida sincronizada ganarían las arañas incluso aunque todos usaran las varitas. La Malfoy se había quedado detrás para aprovechar el momento de duda de las Acromántulas, y sacar el mapa del bolsillo de la chaqueta. Los marcaba a todos como cinco puntitos muy juntos a los que se aproximaban pequeñas líneas provenientes de todas direcciones. La tinta del mapa se comenzó a mover, y de donde no había nada se dibujó una especie de arco que salía de la tierra, escondiéndose y volviendo a salir, en un bucle, indicándole a Gatiux que allí había algo que no se encontraba a simple vista. Gatiux miró en derredor, avanzó unos pasos y el punto que la representaba hizo lo mismo sobre el pergamino. Así que el arco se encontraba más hacia la izquierda. - Que alguien me cubra. -pidió mientras avanzaba con la varita y el mapa, situándose unos pasos por delante- Debería estar aquí. Se concentró y puso dos manos encima de la tierra, imbuyéndola con un poco de magia. El suelo comenzó a vibrar y poco a poco se abrió una grieta en el suelo, luego más ancha hasta el tamaño de un pasillo y después unas escaleras hacia abajo. El pasadizo estaba a oscuras, pero sin duda era el punto exacto marcaba el mapa mágico. Volvió a doblar el mapa antes de meterlo en la chaqueta y cerrar con la cremallera. ¿Deberían bajar por aquellas escaleras o intentar vencer a todas las Acromántulas?
  14. Niko seguía insistiendo en que quería que Orión les predijera algo. Gatiux puso los ojos en blanco y se adelantó unos pasos para no oir si es que iban a decir algo sobre la aventura. Se volvió durante un instante para mirar directamente a Orión, levantando el dedo índice. - A mi no me arruines la sorpresa, eh. -le dijo a Orión como advertencia- Si vas a decir algo de lo que te están pidiendo avisa y me tapo los oídos. ¿Qué sería de la vida sin sorpresas? Sin dejar que los peligros te estallaran en la cara. Tic tac, tienes 5 segundos antes de que la bomba estalle. Reacciona rápido. Deja que la adrenalina se apodere de todo tu cuerpo. Vive el momento. Gatiux nunca le preguntaba a Orión sobre lo que iba a pasar. Años atrás se metía con él diciendo que no podría predecir el mié.rcoles estando a martes, y ahora que creía en todo aquello prefería que el futuro no le fuera revelado. Disfrutaba con las sorpresas aunque fueran desagradables y le hicieran soltar palabras que escandalizarían a un marinero. Le gustaba pensar en el libre albedrío de los humanos y las cosas, y no que todo tenía un patrón, que se dejaban cosas al azar o a la divina providencia. Menudo par, Niko diciendo que no le gustaban las sorpresas y Gatiux deseando encontrarla de frente. Después de que Gatiux dijera que se escuchaban cascos de caballo, Niko le dijo que él no creía que fueran caballos, pero tampoco aclaró nada más al respecto. Tal vez pensaba que era algún tipo de información que no valía la pena compartir con los compañeros de expedición. Gatiux se quedó unos segundos de más atenta por si seguía diciendo algo más, pero sólo le dijo a Candela que fuera primero. Gatiux también sacó su varita, cuantos más minutos pasaban menos confianza le inspiraba el aire pesadamente mágico de aquella Selva Negra. Las probabilidades de sucesos inesperados iban aumentando exponencialmente cuanto más se adentraran hacia las profundidades. El fuego no era mala opción, bichos de todo tipo y tamaño solían temerlo por algo. No desecharía por completo la idea de su mente, sólo por si acaso no porque a ella se le hubiera pegado el gusto por quemar cosas, claro.
  15. Sets Fabricados Nombre Set Objeto Fabricado 1 Objeto Fabricado 2
  16. Ingredientes y Reliquias Disponibles Ingredientes Normales: Nombre: Hojas de Peonia Cantidad: 5 Nombre: Ajenjo Cantidad: 5 Nombre: Antimonio Cantidad: 5 Nombre: Azufre Cantidad: 5 Nombre: Escamas de Basilisco Cantidad: 20 Nombre: Escamas de Dragón Cantidad: 20 Nombre: Ojo de Tritón Cantidad: 5 Nombre: Pelo de Gato Cantidad: 5 Nombre: Espinas de Rosa Cantidad: 5 Nombre: Hierba de Plata Cantidad: 5 Nombre: Verrugas de Sapo Cantidad: 5 Ingredientes de rareza media: Nombre: Cantidad: Ingredientes raros: Nombre: Cantidad: Reliquias: Nombre: Hilo de Luna Cantidad: 1 Nombre: Plata Maldita Cantidad: 4 Nombre: Flor Lunar de Nueva Zelanda Cantidad: 1 Nombre: Huevo de Ashwinder ciega Cantidad: 1
  17. Ante la mención del fuego, Orión se giró para mirar a Gatiux como un chiquillo entusiasmado en la mañana de Navidad. Sus ojos azules estaban muy abiertos, como si hubiera escuchado las mejores palabras del mundo. La Malfoy rio para sí misma y luego negó lentamente con la cabeza. Había sido una broma para ver como reaccionaba el otro hombre de la expedición, no una invitación para el pirómano de su futuro marido. - En principio nos vamos a estar quietecitos sin quemar nada, no vaya a ser que perdamos algo importante por culpa de las llamas. -le dijo a Orión, luego se acercó a él para susurrarle- Pero si no hay más remedio, después te dejo quemar un par de hectáreas. Rio cuando Orión se chocó contra la rama, pese a que lo hubiera avisado. La comedia física siempre le hacía gracia, gente chocando o resbalando. Observó como trabajaba con las manos el Yaxley, trenzando las diferentes plantas entre sí. Ella le pasó un mechero que sacó de la mochila y que volvió a reclamar cuando el humo empezó a salir de las plantas. - Menos mal que me gusta mucho el olor de la menta y el jazmín, porque... Shhh shh Gatiux afinó el oído, parándose al mismo tiempo para captar algo que le había parecido escuchar. Le pidió silencio al resto del grupo llevándose el dedo índice de la mano diestra a los labios. Los ojos amarillos de la banshee miraban más allá de los árboles que tenían delante, desde donde creía que provenía el ruido que había captado unos instantes atrás. - Callaos un momento... ¿Oís eso? -preguntó Gatiux a sus acompañantes- Son cascos de caballo, en la lejanía. Se agachó y utilizó la izquierda para ponerla sobre la tierra, concentrándose en la leve vibración que ésta desprendía. Ahora que estaban callados los cascos de caballo se oían más claramente, aunque estaban demasiado lejos de ellos. No quedaba muy lejos del camino y no perdían nada por ir a mirar de lo que se trataba. - Deberíamos de acercarnos con precaución a ver de que se trata esto. -terció la Malfoy- No me gustaría que me atacara un jinete con un arco por la espalda. O que nos fintara la caballería por sorpresa. Empezaron a caminar de nuevo, recuperando el paso.
  18. Alguien le había dicho que necesitaba conseguir un espacio donde experimentar con la fabricación de nuevos artilugios, podría fabricar nuevas pociones, así que necesitaba un sitio que no le importase que fuera explotar en cualquier momento. Descartó el sótano Yaxley, porque dudaba de que aguantara algo así, por lo que alojaría su laboratorio en uno de los cientos de cuartos vacíos de la Mansión Malfoy. La habitación tenía de todo: una mesa espaciosa de trabajo, un montón de cachivaches para experimentar con las pociones, armarios de todo tipo donde guardar ingredientes y otros objetos, y una gran cerradura mágica que sólo podría abrir la dueña. Este artilugio acababa de instalarlo, pero tenía una gran eficacia comprobada. Ocupó una de las estanterías con unos libros, copias de ejemplares por si el lugar acababa en llamas, y unos adornos decorativos. Y lo mejor era el gran ventanal que permitía entrar la luz del sol durante las mejores horas del día. Justo enfrente situó un cómodo sofá orejero de color rojo y un reposapiés. Allí podría descansar leyendo un libro mientras esperaba que los ingredientes hirvieran. Tras guardar un set de café en uno de los armaritos decidió que su laboratorio estaba completo. Ahora sólo tendría que buscar los nuevos ingredientes con los que comenzar a experimentar. Índice de sets fabricados
  19. («Mmmm, huele a naturaleza salvaje») La parte animal de Gatiux estaba entrelazada de forma intrincada con la naturaleza y el exterior, por lo que disfrutaba con cosas como el vuelo y mirar a vista de pájaro, pasear por los bosques o escalar en las montañas. Sus ojos miraban hacia arriba mientras sus pies iban avanzando poco a poco hacia la selva, disfrutando del paisaje, de las grandes hojas de los árboles, de las lianas que colgaban de las ramas, del olor a húmedo. - Todavía no lo sé lo que encontraremos. Parece un mapa del tesoro. -respondió Gatiux a Orión- Obviamente no dice lo que hay al final del camino, probablemente algo que nos quiera comer y luego oro. La carta que había robado aquella mañana a la lechuza (y que tenía otro destinatario) se había transformado en un mapa, las letras se deslizaron unas contra otras hasta formar líneas curvas, representando a lo que tenían delante, los recovecos de aquella frondosa Selva Negra Y al final del todo una gran X. Le pareció un poco sospechoso un mapa tan detallado, pero no dijo nada al respecto. Irían enfrentando lo que se les pusiera por delante paso a paso. Orión había adelantado unos pasos por delante a Gatiux mientras ésta se detenía a inspeccionar el mapa, y a los pocos segundos escuchó una expresión malsonante que provenía del suelo. Candela se encontraba allí tirada y el patriarca Yaxley ahora daba un salto para quitarse de encima de la melena de Candela. -¿Qué haces ahí? -preguntó Gatiux a la otra mujer- Es un lugar un tanto extraño para echar la siesta. Junto a la Triviani otras dos personas, Niko y Zoella. Todos se conocían, por lo que no había que presentarse. Gatiux saludó a cada uno de ellos. Al comentario de la competencia que le dijo Orión asintió. Sí, eran competencia y salía a peor para repartir si encontraban el oro o las joyas, pero también eran posibles sacrificios ante un improbable Dios furioso que demandara un alma pura. A ninguno de ellos le pareció raro que la Malfoy se encontrara por allí, y ella no pensaba delatar que estaba robando correspondencia ajena, por lo que simplemente sonrió al comentario de Niko cuando este dijo que estaban todos y que se pusieran en ruta. Gatiux metió las manos en los bolsillos de su chaqueta, guardando su propio mapa y caminando hacia delante. - ¿Sabes que viene muy bien para los bichos? -le dijo Gatiux a Niko, después de que este expresara su temor a los mismos- El fuego. Es un remedio muy efectivo. Ciertas costumbres acababan por pegarse, de una forma u otra. Se preguntaba si el mago se atrevería a ponerlo en práctica. La banshee se rio de su propia ocurrencia, Niko no parecía de aquellos que le gustara ver una buena fogata. - No hace falta ser adivino para saber lo que va a pasar. Algo intentará comernos. Caeremos por un agujero o por la ladera de algún sitio. O nos intentarán quemar el trasero. Pero siempre es mucho más divertido que nos sorprendan... Cuidado con esa rama.
  20. Las lechuzas pueden ser derribadas, si estás atento al cielo, o a los árboles donde a veces paran a descansar. Y algunas de esas lechuzas llevan cartas importantes, en algunas ocasiones rumores que no tienen la mayor importancia, en otras el ruido es mucho más intenso y merece la pena tirar del hilo e investigar si lo que dicen es cierto. Si al final del arcoíris hay un caldero lleno de monedas de oro esperando merecerá la pena. Gatiux había pillado a uno de aquellos pajarracos en un bosque cercano a su hogar, mientras volaba con el hipogrifo. Había intentado atacarle hacia los ojos cuando la Malfoy de cabellos violetas le había arrebatado la misiva, pero el hipogrifo se había encabritado y el pájaro después de 4 intentonas lo había dejado por imposible. Apartó con la mano las plumas de su alrededor y leyó la carta mientras espoleaba al hipogrifo hacia su casa. - Qué... interesante. Aquel parecía uno de esos hilos de los que merecía la pena tirar. Entró casi a las carreras en la Manor, por la puerta trasera, buscando al patriarca Yaxley. Lo encontró en el sofá, leyendo un libro, con unas gafas puestas por la mitad de la nariz. Totalmente relajado, pero le dirigió toda su atención cuando ella corrió hacia el sofá sonriendo por la emoción. - Alístate que nos largamos. Te lo explico por el camino. -dijo Gatiux mientras se perdía rumbo hacia las escaleras- Lleva calzado cómodo para correr, por si acaso, nos vamos a explorar. Ya sabes como va esto. Aquellas misiones eran parecidas unas a otras, siempre acababas corriendo, huyendo de algo para salvar el propio pellejo. No tenía sentido ir a explorar en falda y tacones (que siempre acaban rotos y ella corriendo descalza.) Tenía una mochila de exploración encantada en la que cabían muchas cosas, pociones de primeros auxilios, vendaje, comida enlatada y hasta una tienda de campaña entre otras cosas. Agarró su varita, la mochila y se puso una ropa cómoda, ajustada pero térmica. Al volver al salón y encontrar a Orión listo, le agarró de la mano y desaparecieron destino una Selva Negra al sur de Alemania. Las zapatillas deportivas de Gatiux crujieron sobre la hojarasca cuando apareció allí. Algo graznó a lo lejos, como si advirtiera a sus congéneres de la presencia de desconocidos en el territorio. El aire se sentía vibrante sobre sus cabezas, como una advertencia o algo prometedor.
  21. Hola!! Estoy leyendo por aquí y os ha quedado muy bonito todo esto! Felicidades a todos lo habéis hecho! ^^ Ahora mi pregunta: [Respecto a la Torre del Dragón] Revisando la bóveda trastero, he visto que no tengo Doxycida, pero si Remedio para las Quemaduras comprado. Tendría que ir al Magic Mall sólo a por el Doxycida, ¿no? Entiendo que el Remedio para las Quemaduras que tengo en la trastero sirve para las mazmorras estas, ¿o tengo que adquirir uno nuevo especial SOLO para esta ocasión? Sorry si ya habéis respondido a esta pregunta por otro sitio. Me pierdo unos días y sacáis un montón de cosas nuevas xD Gracias a quien responda! *-*
  22. El viento meció mi cabello castaño ondulado y luego llevó algunos mechones hacia arriba mientras yo apartaba otros de mi cara. Mis ojos marrones recorrieron el lugar intentando encontrar rostros conocidos que no reconocerían el mío bajo esta apariencia tan mundana, tan perdible entre la multitud. Así lo había decidido por la mañana, deshaciéndome de la piel de mi habitual yo, tan llamativa, por alguien que no existía y que si me metía en problemas nunca más sería vista de nuevo. Alguien me había hablado de que se estaba contrabandeando en el Puerto de Londres, pero no me había quedado claro si eran criaturas o algún tipo de objeto. Por lo que preferí presentarme yo misma en el Puerto y observar el trajín y el devenir de la gente, los magos se mezclarían con los muggles y no sería evidente de que allí habría algo que no encajaba, sólo para el ojo crítico que sabía lo que estaba buscando. - Apártate, muchacha. Un corpulento hombre casi me derriba de un empujón, estaba entrometiéndome en una trayectoria que no pensaba alterar por nada del mundo, por lo que gruñó al tener que pararse por un pequeño segundo. Di una zancada a la derecha mientras me arrebujé en mi abrigo color tierra, escondiendo las orejas en unas solapas levantadas, arrepintiéndome de no llevar también un sombrero. El problema radicaba en que no sabía a quienes estaba buscando, pues nadie le había convocado, y tampoco conocía el aspecto que tendrían, ni si como ella misma alguien usaría la metamorfomagia para ocultar el verdadero aspecto. Miré por encima de las cajas que me iba encontrando por el camino, como si fueran a dejar mercancía valiosa tirada por ahí. Una pena no tener rayos X en los ojos, no había forma de saber nada de aquellos cargamentos sin abrirlos. En la lejanía distinguí un buho, mientras ponía una mano por encima de mis ojos. Un animal extraño junto al mar, esperaba ver gaviotas en aquel entorno...
  23. Se había perdido tantas cosas en aquellos casi dos años. Una gran guerra se había desatado a una escala nunca antes imaginada, muchas almas se habían perdido por el camino. Y en medio de todo, las personas de uno y otro lado encontraban el tiempo y el lugar para llorar por sus conocidos y por los más allegados. La pena era un sentimiento conocido por muchos de ellos. No vives una larga vida como mortífago sin ver como unos mueren y otros desaparecen sin más explicación, dejando un vacío inmenso donde otrora habían personas. La pérdida era algo que aunque crees estar acostumbrándote, siempre termina por ser un dolor supurante. ¿Por qué estaba allí? Porque no conocía los nombres que se perdieron por el camino. Su curiosidad le había sacado de casa, y sus pies hicieron el resto. Ahora deseaba no escuchar nombres conocidos y queridos para ella misma. El ambiente era pesado, podía sentirse la tristeza flotando libremente por todo el lugar. Y por supuesto, para rematar todo, hacía un día típicamente londinense, de cielo gris y lluvia constante que te hacía cargar con un paraguas abierto de acá para allá. El suyo era negro. Al igual que el resto de la ropa, no era un color que solía utilizar, pero era una señal de respeto por el luto que el resto podría estar pasando. Al parecer iban a hacer algún tipo de ritual egipcio. Tal vez serían las creencias de los fallecidos, o en aquello en que creían sus familiares. Gatiux miró con curiosidad los objetos que había cerca de las tumbas, una vara de oro, otra con joyas carísimas. Sí, los egipcios eran gente ostentosa a la enésima potencia. Suponía que también habría comida en alguna parte. Aunque no era un mal rito prefería el Irish Wake, donde a pesar de la tristeza, contaban buenos momentos del difunto mientras se bebía whiskey. Se quedó mirando en la lejanía, con su paraguas abierto, a aquellos que se abrazaban unos a los otros con infinita tristeza.

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