El gesto de su novio no le pasó desapercibido aunque él se inclinara sobre sus manos para besarlas. Darla lo decidió en ese momento, si él no la dejaba convertirlo hablaría con quien fuera para poder intentar volver a ser humana, no quería que sus días fueran dispares con los de su amor. mordió por dentro sus labios, pensando que quizás en la familia Potter Black, estirpe de sacerdotes y sacerdotisas podría encontrar la solución a sus pesares.
--Te amo demasiado para perderte --alcanzó a susurrar antes de besarse con amor con su prometido.
Aunque ella misma había mencionado el tema del té, no pudo evitar hacer un pucherito cuando Seba le soltó las manos para que pudieran continuar saboreándolo. Amaba cada detalle de ese hombre, su hombre. Su sonrisa, sus caricias, sus cuidados, en definitiva, todo, absolutamente todo en él era perfecto.
--Sí mi amor --dijo para luego imitarlo terminando el té que le habían servido, que de verdad estaba delicioso.
Una sonrisa pícara se dibujó en sus labios en consonancia con la de Seba y su gesto sexy.
--Pongamos el postre pues amor, llevemos una tarta salada o algún otro platillo especialidad de la casa y usted será mi postre y yo el suyo --hizo cejitas a su novio tirándole un besito con los labios, aunque más bien deseaba comerlo a besos.
--Pues entonces mi amor no debemos preocuparnos, si tú te ocupas y ella hace la cena para los chicos, nosotros llevemos nuestra cena esta vez de afuera --extendió de nuevo su mano y acarició el brazo de Seba, buscando erizar su piel como él lograba erizar la de ella --y no se olvide de mi postre --río con picardía.
@@Seba Granger