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Ashley Peverell

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Todo lo publicado por Ashley Peverell

  1. Ashley Peverell
    -¡Es que estamos tratando de entrar! El pequeño elfo con pillamas intentaba empujar también a la bruja de pelos morados por la parte de afuera para que esta se pudiera meter a la casa y entonces los dos iban a poder quedar adentro finalmente aunque para esas fechas ya estaban comenzando a pasar de verano de todas maneras parecía que aquella casita tenía su maldición propia que venía de los tiempos del viejo Ministerio de Magia donde por algún motivo mágico extraño había ocurrido una nevada que lo había trastornado todo así que con esa locura y con el hecho de que los magos parecían estar cada vez más locos, como si no tuviesen muy en claro que era lo que tenían que hacer ahora con su vida el elfo se apremió para empujar mucho mejor a la hermana mayor de todas las brujas. -Creo que hicieron las ventanas solo para el tamaño de los elfos, ¿no hay manera de que pueda encogerse de tamaño señorita Potter Blue?
  2. Ashley Peverell
    -¡Porque yo he venido de visita y traje muchas cosas de verano para que la casa esté más fresca a pesar de que tenía que haber llegado desde las navidades pero me perdí en el camino! Un animoso elfo que había estado pintado de dorado ahora se iba quitando las esferas y la pintura para ya no verse tan extraño, todavía brillaba con toda la pintura que se había puesto para la época pero a tantos meses después ya no tenía caso realmente el seguir con aquellos colores y tantos adornos aunque a la velocidad a la que se estaba moviendo el tiempo seguramente en muy pocos momentos iban a terminar llegando nuevamente a las navidades. Y con todas las tragedias que se estaban enterando que estaban rodeando ahora el mundo mágico tenía el presentimiento de que todas las amas muy pronto iban a moverse de mansión para llegar a aquella, así que tenían los elfos que ir preparando todo para que las mujeres con sus familias pudieran mudarse pronto y tener las habitaciones listas, no sabía si los elfos que ya estaban en aquella mansión ya habrían hecho la limpieza correspondiente a las primaveras así que sacó un enorme plumero y lo movió por delante de los elfos que estaban en el sitio. -¡Vine a ayudar con las limpiezas! Pregonó mostrando muchos ánimos mientras terminaba de colocar las cosas hacia un lado, tenía que honrar a su ama y eso significaba el que tenía que dejar todas las cosas en su lugar.
  3. Ashley Peverell
    -¿Entonces es verdad lo que dicen acerca de que ahora todos estamos en peligro y que el supuesto Ministro de Magia está arriesgándonos a todos al habernos publicado como si fueran a respetarnos por ser magos y brujas? La hermosa brujita bajaba las escaleras de su castillo para dirigirse hacia donde se encontraban su hermana, su cuñado y la otra rubia, según recordaba se habían estado rotando entre las casas de toda la familia para no ponérselo fácil a los enemigos pero de la misma manera el tener que estarse moviendo entre moradas no era algo que fuera muy cómodo para todos, tenían que ser cuidadosos todo el tiempo y por eso mismo la joven y rubia bruja que amaba los poderes de la bondad y la luz llevaba consigo a su perro, muy cerca y justo a un lado para que con sus agudos ladridos le avisara si es que acaso tendrían algún problema para poder salir huyendo. -También supe que tienes nuevos estudios hermana, ¿porqué no los has compartido? Le preguntó con una gran y traviesa sonrisa sabiendo lo mucho de problemas que la inmortal de cabellos colorados solía tener con esos libros de estudio que siempre parecía que tenían una vida propia en sus manos.
  4. Ashley Peverell
    Ya habían ocurrido muchas situaciones hasta ese momento y la niña de los Peverell se quedaba pensando en si en algún momento conseguirían encontrar todo para que las personas no fueran a abusar de ese gran poder que existía y que podía destruirlo todo, tenía que admitir que se sentía muy preocupada pero no podía hacer demasiado al respecto más que ayudar en todo lo que podía y esperar lo mejor, ese día había ido a visitar a varios amigos libreros a ver si ellos habían visto o escuchado algo al respecto de lo que se refería a los fragmentos perdidos y todavía recordaba que su hermana y las otras mujeres habían dicho que de todas maneras si se destrozaba una pieza entonces quizás con eso bastaría para que ya nadie pudiera hacerse de sus poderes, pero ¿alguien ya lo habría hecho?. Comenzó a escribir una lechuza en uno de los escritorios de sus amigos, la iba a mandar para preguntarle al resto de la familia si alguien ya tenía descubierto algo que pudiera ayudarlos a acabar con todo aquel malévolo asunto.
  5. Ashley Peverell
    La hermosa hechicera rubia le dió una mirada a su familia que estaba ahí, entendía que la situación se estaba volviendo crítica para todas ellas y admitía que sentía una gran preocupación de lo que estaba por pasar, ella se había pedido una taza de té aunque no parecía que las demás chicas habían pedido algo debido a la tensión del momento pero ella sí sentía que necesitaba de tomar algo caliente y relajante para no comenzar a temblar por todo lo que estaba ocurriendo, a final de cuentas y aunque había muchas personas con ellas aceptaba que iban a tener que moverse en otra dirección así que dejó su taza en la mesa y se puso de pie para acompañar a las demás aunque comenzaba a sentir miedo también de que fueran a seguirlas como había pasado en ocasiones anteriores, esperaba que no porque su nivel de nerviosismo estaba tan alto que si pasaba ella misma iba a desatar el caos empezando a arrojar hechizos en todas direcciones para que las dejaran en paz, solo esperaba que la habitación a donde fueran a hablar les permitiera estar más tranquilas.
  6. Ashley Peverell
    -Tú lo que pretendes es que nos matemos de alguna manera ¿te hemos hecho algo malo para que de repente quieras poner todas estas cosas de esta manera para que luego lo que encuentren sean nuestros cuerpos flotando en medio del océano y eso si tenemos suerte de que el propio Ministerio de Magia no sea el que nos desaparezca? Cuestionó la hermosa niña que se había abrigado lo mejor posible para lo que parecía que iba a ser un viaje por demás peligroso y no se quiso acercar mucho al borde de las piedras enormes y negras que delimitaban todo el borde de lo que era un océano profundo y maligno que parecía que estaba abriendo sus fauces como una invitación para que todas las brujas se metieran en él y luego devorarlas por lo pequeñas que eran, al menos ella sabía que si era como una niña angelical y encantadora que podía ser cubierta por esas enormes masas de agua como si nada y por eso no estaba muy convencida de querer meterse al agua pero a final de cuentas lo haría porque su alma de Gryffindor no podía permitirse que la tacharan de cobarde.
  7. Ashley Peverell
    Finalmente la hermosa rubia que aparentaba una edad que no era real en comparación a la que tenía había seguido a las otras hechiceras, ella también quería estar en la acción y sabía que se estaban tomando muy en serio aquel tipo de investigaciones, además, había escuchado que querían ir a un lugar donde la luz, la justicia y la bondad eran las leyes por las cuáles se regían sus poderes mágicos y sagrados así que también había ido con ellas para ver lo que harían, era evidente que Hayame iba a sentir mucha incomodidad en su magia y en sus poderes ya que la hechicera de cabellos rojos era un ser de oscuridad y no compatía con las personas que habitaban el sitio desde sus fundaciones pero la rubia puso las manitas en el perímetro para ver un poco mejor hacia el interior y arrugó encantadoramente la nariz. -Te vas a quemar. Le advirtió a la bruja más grande pero no creía que fuera a hacerle caso después de todo ella siempre hacía lo que le daba la gana muy a pesar de las advertencias que ella le daba también.
  8. Ashley Peverell
    La pequeña niña había terminado sus propios deberes y había esperado lo mejor posible a estar a resguardo con las demás personas hasta que fué evidente que iba a tener que buscar al resto de su familia por su propia cuenta porque esta no estaba apareciendo en el punto de contacto donde habían quedado que se iban a ver y además, ella comenzaba a sentirse preocupada también por las noticias que no estaba recibiendo, sus hermosos ojos húmedos que reflejaban tantas emociones lo decían, si no tenía conocimiento de cómo estaban los demás o lo que estaban haciendo entonces comenzaría a sentirse nerviosa así que tomando su magnífica varita que traía siempre luz al mundo se encaminó con un hechizo de ubicación para encontrar a su familia. Impresión grande se llevó la glamorosa rubia al encontrarse con que las otras dos hechiceras se encaminaban sin dilación hacia el circo donde una tercer hechicera solía encontrarse y de la que habían hablado en la radio así que comenzó a apretar su caminata para alcanzarlas y una de sus hermosas manos de porcelana se agitó en el aire. -¡Espérenme a mí también!
  9. Ashley Peverell
    ID: 40089 Nick (con link a la ficha): Ashley Peverell Link a la Bóveda Trastero: (en caso de poseerla): Bóveda Trastero Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda Link al Premio obtenido (en caso de gala/concurso): --- Fecha: 2020-01-09 Poción: Embellecedora Puntos: 10 Precio: 500 Poción: Crece-Pelo Puntos: 10 Precio: 500 Total de puntos: 20 Total de Galeones: 1000
  10. Ashley Peverell
    Buenas tardes, Enero para compras ID: 40089 Nick (con link a la ficha): Ashley Peverell Link a la Bóveda Trastero: Bóveda Trastero Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda de Gringotts Link al Premio obtenido (en caso de gala/concurso): --- Fecha: 2020-09-01 Objeto: Bola de Cristal Puntos: 10 Precio: 500 Objeto: Falsoscopio Puntos: 10 Precio: 500 Total de puntos: 20 Total de Galeones: 1000
  11. Ashley Peverell
    -¿Ya están pensando en hacer maldades? yo pensaba que mi hermana era la única que quería voltear el mundo de cabeza Comenzó a decir aquella preciosa bruja cruzándose de brazos y mirando con verdadera sorpresa a aquella bruja que parecía mayor de edad en comparación contra las dos mujeres que también las seguían aunque de Hayame no le sorprendía nada porque conocía a su hermana y ella siempre hacía ese tipo de cosas impestuosas, generalmente intentaba hacer una junta con la familia para que intentaran calmar la situación con la hechicera de cabellos escarlatas pero dado el apoyo que veía que tenía en aquellos momentos estaba completamente segura de que le iba a resultar completamente incapaz de detenerla por ningun motivo así que tomó aire y levantó los ojos sabiendo que todo era un caso perdido y se encogió de hombros, accediendo al final a apoyar a todas las mujeres que decidieran incursionar dentro de las oficinas del actual ministro de magia.
  12. Ashley Peverell
    La pequeña bruja se aferraba fuertemente el vestido enorme y anaranjado aunque en aquellos momentos hacía bastante frío también alrededor de los terrenos en Hogwarts pero ella estaba más preocupada por encontrar a su familia y advertirles de que había escuchado que estaban pasando demasiadas cosas malas en aquel lugar y estaba siendo seguida de cerca por su perro, se suponía que ella no debía de salir de casa porque estaba enferma pero no le importó en aquellos momentos, solo tenía que llegar hasta donde estaban las personas que le preocupaban y debido a que no estaba poniendo atención, cuando se cruzó con un grupo de magos que hablaban acerca de ver algo en el campo de quidditch no notó cuando algo parecido a plumas comenzó a brotar de sus piernas por debajo del vestido.
  13. Ashley Peverell
    La bruja rubia miró con preocupación a su hermana mayor y luego intercambió una mirada rápida y seria con Lisette, ella era más confiada con las mujeres que con los hombres y no se sentía realmente cómoda con aquel reportero que siempre estaba en todas partes e incluso, había conseguido meterse de vez en cuando en sus casas y eso la tenía nerviosa y preocupada y prefería mejor quedarse con su hermana y su cuñada por si acaso. -Iré mejor con ustedes, yo también quiero saber un poco más sobre el elfo doméstico en todo caso y del mago que pudo descubrir que lo estabamos buscando y que no le molestó sacrificar uno de sus propios elfos, yo voy con ustedes. Dijo con total decisión y entonces le dió una mirada a Lisette ya que no sabía si la otra mujer rubia también iba a preferir irse con aquel hombre pero por lo que había visto le parecía que ella también iba a preferir quedarse con ellas lo que en parte era un gran alivio, se sentía más segura si iban todas las mujeres juntas aunque extrañaba a Sagitas lo que hacía que le doblara la seguridad de que todas estarían a salvo durante aquellas extensas investigaciones.
  14. Ashley Peverell
    En aquellos momentos el pequeño pug que pertenecía a la pequeña chica preciosa de enormes ojos almendrados daba vueltas por todas partes y olfateaba todo el nuevo departamento, dando pequeños ladridos alegres y acercándose a todos los nuevos empleados de aquella división del ministerio y oliendolos mientras que meneaba su enroscada cola, estaba muy ansioso y preocupado porque hacía demasiados días que no había visto a su mamá humana y aunque estaba encantado con todas las demás personas que trabajaban en aquel sitio y le regalaban caramelos y comidas que se suponía que él no debía de comer, de todas maneras extrañaba demasiado a la bruja rubia y bonita y además, su hermana se había encerrado con otra bruja en su oficina así que no podía pedirle caramelos para pugs.
  15. Ashley Peverell
    Dentro del bunker donde se estaban protegiendo todos del ataque de los búlgaros la situación se había puesto mucho más tranquila y eso hizo que la chica dejara escapar un suspiro de alivio, mirando como los mismos magos y brujas que habían ido por parte de los demás ministerios a ayudar ahora empezaban a organizarse al fondo de aquel lugar para ser enviados a sus propios países y hogares, de uno en uno porque nadie quería quedarse atrás y que finalmente todos fueran ubicados y atacados. -¡Necesito ayuda con todos los heridos, también necesitamos una fila y que nos dejen una salida para los heridos que van a ser enviados a San Mungo y los que vayan a ser transferidos a Santos Mangos, realmente necesitamos una salida exclusiva para los heridos o podrían estar en riesgo de muerte!
  16. Ashley Peverell
    En el piso de arriba un pequeño elfo de color dorado y con muchos adornos navideños por todo el cuerpo intentaba meterse aunque sentía mucho frío porque realmente en aquellos momentos el ambiente era helado y podia ver como la nieve y el viento intentaban meterse dentro de aquella mansión que a él se le figuraba que era demasiado tenebrosa, sabía que había demonios crueles y malévolos habitando en las cavernas que se encontraban por debajo de los suelos de aquel hogar, ya los había visto cuando fuera como parte del grupo que querían ayudar a reconstruir aquel sitio y por eso no se sentía seguro adentro pero su ama lo había enviado a ayudar a los elfos de las otras familias asi que ahora trataba de colarse por las ventanas del segundo piso, esperaba que alguien pudiera verlo y no lo atacara con un atizador.
  17. Ashley Peverell
    El pequeño elfo con el traje amarillo y afelpado había asentido cuando escuchó la voz del elfo más anciano que le pedía que buscara una de las ventanas superiores para que pudiera entrar por la nieve que estaba tan alta que estaba tapando toda la zona inferior, no se quería ni imaginar que tan frío debía de sentirse el interior aunque seguramente los elfos que ya estaban cuidando adentro se aseguraban de que la casa estuviera sintiéndose calientita. Y entonces vió que se estaba acercando la hermana de las dos hermanas y que también tocaba en el pequeño pedazo de puerta que se veía por encima de la nieve, seguramente no sabía que la familia no se encontraba en casa y esperaba ver a alguno de ellos en aquellos momentos. -¡Señorita Potter Blue, señorita Potter Blue, por aquí, vamos a entrar a la casa por aquí! Gritaba el pequeño elfo con la pijama de pikachu amarilla, tratando de llamar su atención y mostrándole con los dedos la ventana por la que el elfo más viejo le había indicado que se metieran.
  18. Ashley Peverell
    -¡Qué maravillosas navidades! La bruja de hermosos cabellos dorados sonreía al ver a toda su familia reunida en el castillo, habiendo querido asegurarse de que todo estaba preparado para recibir a todas las personas en el sitio, tenía cuidado de ver que las habitaciones estuvieran acondicionadas o al menos aquellas donde iban a dormir todos porque así como las otras casas todavía estaban asegurándose de las reparaciones de todo el sitio pero al menos una buena parte ya podía recibir a los invitados y todo estaba protegido para que no se enfriaran en aquel invierno donde el frío parecía que había llegado desde antes. -¿Están todos cómodos, quieren algo especial de comer? Les preguntó mientras sabía que aunque su principal elfo ya se había ido a la casa de su hermana mayor para ayudar a cuidarla hasta que esta regresara, tenía otros elfos que la estaban ayudando para mantener a toda la familia con comida y cómoda, sirviendo tan rápido como necesitaran cualquier cosa.
  19. Ashley Peverell
    Mientras estaba en una batalla poderosa en contra de aquellas personas que amenazaban sus vidas para acabarlas de golpe por algún motivo que la hermosa bruja de grandes ojos almendra aún desconocía, tenía el presentimiento de que realmente ella debería de estar en alguna otra parte, con su familia, que en esos momentos la necesitaban pero estaba demasiado envuelta en aquella pelea porque esos búlgaros enemigos ya se habían metido a aquel hospital donde los pacientes y demás enfermos tenían la esperanza de que las enfermeras encargadas como ella, fueran a defenderlos y a protegerles la vida y la salud porque para eso existían y a eso se dedicaban, a la salud y bienestar de sus hermanos y hermanas mágicos. -¡No se relajen! Ordenó la hermosa brujita a las tropas de enfermeros que comandaba en esos momentos y con mayor fuerza comenzaron a avanzar para repeler a aquellos amantes de la oscuridad que se atrevían a poner en riesgo a las personas heridas de aquel nosocomio y a sus familias.
  20. Ashley Peverell
    -¿Quieren que empiece yo? Ofreció la pequeña de cabellos dorados como el oro derretido y que hacía refulgurar sus caireles con las llamas de los candelabros que colgaban de los anillos de hierro en los muros de piedra de aquel negocio, ella estaba tan lista como las otras dos hechiceras para presentar batalla ante aquellos monstruos de hielo si eso era necesario y al mismo tiempo se sentía muy emocionada por hacerlo, fuera de esa guerra que tenían todos los magos del mundo a pesar de que ella todavía tenía la esperanza de que algún día quisieran vivir en armonía y amor completos, no había tenido otra oportunidad para levantar su poder de magia y por eso mismo se acercó hacia una de las ventanas para ver hacia el exterior a aquellos monstruos que amenazaban sus vidas.
  21. Ashley Peverell
    -¡Pika! Respondió el elfo que en aquellos momentos se apretaba un poco más aquel traje grueso de lana en tonos amarillos y con una capucha que dejaba caer un par de largas orejas amarillas, a su ama le encantaban aquellos personajes así que le había colocado a su nuevo elfo doméstico aquel pequeño traje, él no se quejaba porque en días como aquel él se estaba muy calientito pero estaba seguro de que en la época de calor se iba a estar friendo como alguna carne así que esperaba poder pedirle a su pequeña pero muy encantadora ama que le diese permiso de colocarle un hechizo que lo refrescase, pero mientras tanto se abrazó a sí mismo para estar un poco más calientito cuando escuchó la voz del elfo que era más viejo. -¿Puedo pasar?
  22. Ashley Peverell
    Parecía que las fuerzas de la naturaleza en verdad estaban amenazando con dejar caer toda su fuerza en aquel pobre negocio y por unos momentos se preguntó si su hermana era consciente del gran poder que podían tener las bestias que eran capaces de controlar todos los elementos que las rodeaban y en los cuales vivían, se suponía que los animales que estaban adaptados a esas condiciones y que además eran mágicos, por algo tenían los poderes para convocar semejantes tormentas. -¿No deberíamos de rodear todo el perímetro del negocio con enormes muros de fuego para que esas cosas agresivas no se atrevan a golpear hacia el interior? Cuestionó hacia Lisette al tiempo que se hacía su hermosa y dorada cabellera como el oro hacia la parte de atrás y sobre su espalda para luego comenzar a seguirla hacia la parte principal de aquel edificio, Lisette había decidido que mejor regresaran a reunirse con su hermana mayor y ella no podía estar más de acuerdo.
  23. Ashley Peverell
    La pequeña bruja rubia estaba en otra parte de aquella clínica y ya se había refugiado junto con otros trabajadores en una habitación grande donde cada uno con toda la magia que tenían habían comenzado a endurecer las paredes y el techo, al menos a ella le parecía que en cualquier momento estas podían ceder y se preguntaba si en verdad su hermana había reconstruido todo para que no se fuera a caer pero también recordaba que eran las piezas del San Mungo original así que su buena dotación de magia original también tenían y eso la dejaba tranquila en cierta manera. También le había parecido que por los altavoces del hospital anunciaban que estaban bajo ataque de algunos búlgaros rebeldes y que algo les preocupaba acerca de un cuadro mágico. -Tal vez debería de ir a ayudarlas también. Se dijo la bruja segura de que su hermana y su ex novia apreciarían en mucho cualquier ayuda que la brujita hermosa y rubia pudiera brindarles en todo momento.
  24. Ashley Peverell
    La pequeña bruja estaba en la parte del exterior ahora usando su varita como una especie de paraguas y repelente del agua, se había mojado en los primeros momentos y también había tenido su dosis de caídas de manera que había terminado empapada y enlodada y ya quería llegar con su hermana y su ex novia para que al menos pudieran estar todas juntas y entonces poderse limpiar adecuadamente, su elfo a un lado la seguía en silencio porque sabía que su ama estaba bastante incomoda y molesta de estar chacualeando entre los charcos de lodo y chorreando agua en todas direcciones, incluso se había arruinado los zapatos pero afortunadamente y pronto en medio de la oscuridad había visto la cabeza roja de su hermana. -¡Oye Hayame!
  25. Ashley Peverell
    Un pequeño elfo con algo que parecía un pijama rosado y que estaba bastante esponjoso y que lo protegía del frío que había afuera no solamente porque era bastante grueso sino porque estaba mágicamente protegido con un encantamiento que su ama le había colocado para que no tuviera que pasar frío había comenzado a acercarse a la casa de los Snape, la nieve era cada vez más profunda y su ama lo había enviado a ayudar mientras que la familia pasaba las fiestas y el fin de año haciéndose compañía en el castillo de su ama, al menos el elfo estaba tranquilo de que todos estaban felices en aquellos momentos y que estaban teniendo momentos llenos de diversión. La nieve era tan alta que cubría casi todo el primer piso pero dió unos cuantos golpecitos al pedacito de puerta que se veía por arriba de la nieve, esperando que el viejo elfo lo dejase entrar.

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