La Taberna de la Tia (MM B: 78619)

[Ashley Peverell]

Los pasos de la hermana mayor alertaron entonces a la encantadora rubia de caireles que parecían estar soltando unos destellos tan luminosos que empezaban a hacer reflejo en el resto de ventanas del piso lo que le hizo pensar a la Ketchum si no sería más adecuado advertir a Hayame acerca de usar lentes de sol ya que con la sensibilidad de los no vivos a la luz del astro rey quizá era posible que con su poder purificador terminara por convertirla en nada más que puro polvo.

Se colocó el dorso de la mano en la frente ¡a veces era tan duro ser perfecta y un ser de las altas esferas de la divinidad!

Aunque casi podía saber con certeza que aunque casi el cien porciento de los magos la adoraba y no se resistía a abrazarla o tomarla de las manos como si de una santa fuera, los seres oscuros como su ermana podían salir muy quemados a su cercanía y eso la preocupaba también, no quería hacerle daño y quería darle la oportunidad de rehacer sus senderos por unos más correctos.

Los senderos de la luz de las aves de fuego que defendían la bravura de los suyos.

Por eso en cuanto le pareció ver la cabeza de su hermana su primer pensamiento fue el recibirla con una sonrisa y los brazos abiertos, asegurando su perdón y el disipo de sus pecados pero en lugar de eso fué otra de sus emociones la que tomó la fuerza de su alma y el tono de su dulce y cantarina voz de princesa.

-¿Ya puedo bajar?

Preguntó juntando ambas manos por delante de manera que entrelazaba los dedos y daba el aspecto de las jóvenes mártires que comenzaban a rezar por la liberación de sus espiritus al tiempo que debían.

-Prometo portarme bien.

Dijo parpadeando varias veces con encanto angelical mientras bajaba la barbilla para hacer énfasis en un aura tranquilizadora.

-Seré tan buena como siempre y no te darás cuenta de que estoy ahí.

[Hayame Snape Potter Black]

Hayame bajó sus párpados en cuanto asomó la cabeza al segundo piso creyendo que en efecto, las luces que salían de su hermana por los lados debían de ser algún tipo de maldición

Hasta comenzaba a sentir calor

-Que asco- murmuró para sí misma

Y mira que había subido de muy buen humor las escaleras al grado que intentaba no hacer ruido en los maderos crujientes de estas!! pero esa chiquilla siempre se las apañaba para sacarle las canas y el desespero

Si no fuera que le iba a dar diabetes si se atrevía a morder a tremenda montaña de azucar...

-Y a qué se debe todo ese ajetreo de hadas volando a tu alrededor? -preguntó en son de burla aunque su cercanía solo le traía escalofríos; cómo era posible que una persona siempre pudiera verse como recién maquillada de salir de la cama?- solo quería saber si necesitabas comer algo, que yo puedo pasar de ello pero tú...

Le dió un vistazo de arriba a abajo como la midiera

-Estás tan flaca que un día de estos vas a desaparecer- hizo una mueca- no me dirás que usas estupideces como esas de los cor´ses, verdad? -la miró con evidente duda en los ojos

[Ashley Peverell]

Los ojos de la hermosa chiquilla de vestido naranja y moño rosado dejó ver un susto verdadero y auténtico, terminando por llevarse una mano al pecho para reflejar la ofensa que sentía por parte de la mayor de sus hermanas conocidas aunque le habían dicho que la hechicera de nombre Sagitas era todavía mayor a cualquiera de ellas dos y al resto debrujas, realmente lucía completamente juvenil para la edad que debía de tener.

¿Tal vez era tan antigua y sabia como el mismo Dumbledore?

Cómo le hubiera gustado conocerlo porque le hacía pensar en su querido y amado abuelito que ya tenía varios años fallecido y que solía sentarla en su regazo para contarle hermosas historias de aventuras, de batallas ganadas y del bien contra el mal donde la luz siempre era la auténtica vencedora.

Se emocionaba tanto con esas historias tan llenas de verdad y de amor.

Porque el amor siempre lo era todo.

-¿Un corsé?

Preguntó con mirada ofendida nuevamente y sacudió la cabeza para sacar esas ides tan horribles de su mente, ella no era una mujer cualquiera, era toda una damita de sociedad muy bien educada.

Su belleza y delgadez eran legendariamente perfectas.

-No soy tú que llevas un bikini de fuera y muestra las piernas por ahí sin ningún tipo de verguenza

Sentenció alzando la barbilla por palabras tan sabias surgidas de su corazón preocupado por la integridad de la vampiro.

[Hayame Snape Potter Black]

Ahora el tic sobre el ojo de Hayame era completamente evidente y su boca formaba lo que parecía una línea con olas tan solo por las soberanas tonterías que estaba soltando esa pequeña mocosa

Impertinente, impertinente, impertinente

En verdad no sabía como era que el mundo la soportaba cuando era tan pegajosa como un panal de miel

Y Hayame odiaba la miel. Bueno, no, solo le desagradaba Ashley con esa actitud de diva perfecta donde no había nadie digno de siquiera verla

-Y aquí es donde vomito arcoiris? -preguntó de repente fingiendo que se metía un dedo a la garganta para sacar el contenido de su estómago- ya en verdad, esta es la última vez que subo nada mas a ver que sigas viva... no puedes ser siquiera lo más mínimamente amable contigo, cuando te doy lo suficiente para que sobrevivas ahorita?

Entornó los ojos algo irritada

-Te recuerdo que si no fuera por mi y por Eri, en estos momentos estarías chillando a lágrimas en una de las banquetas de Ottery sin nada que comer

Advirtió

[Ashley Peverell]

-¡Pero es que he dicho la verdad!

Exclamó la hermosa niña rubia de amplios caireles que se enderezó mucho mejor para después extender los brazos hacia los lados de su cuerpo como si en ello fuesen las cosas más importantes de su vida.

-¡Tu ropa es muy corta hermana, tal vez si usaras un vestido más largo o algo que te cubriera!

Insistió con algo de ansiedad.

-Y por supuesto que agradezco la amabilidad que ustedes han demostrado conmigo de forma que me han recibido y abierto las puertas de sus brazos y sus corazones.

Cerró los ojos y un haz de luz de sol cayó sobre ella como si el techo del bar no existiera y los cánticos de los ángeles fueran parte de su ambiente.

Sonreía con suavidad ahora imaginando que algo de su luz podía tocar el oscuro corazón de su hermana.

A veces se preguntaba cómo era posible que el mal hubiera podido anidar en su corazón cuando estaba segura de que la hechicera de cabellos rojos aún podía salvarse.

-¿Entonces me vas a traer de comer?

Preguntó finalmente colocándose las manos en la espalda mientras se inclinaba suavemente en dirección de la mayor con una gran sonrisa en el rostro.

[Hayame Snape Potter Black]

Hayame se había tapado el cuerpo como reacción y sin entender porqué al escuchar como la niña rubia hacía referencias a su ropa qu según esto no cubrían mucho de su cuerpo, antes de dejar salir una exclamación frustrada y destaparse de nueva cuenta.

Eso no era del todo cierto porque la Snape era muy consciente de hasta dónde llegaban sus prendas y lo que no cubría el corse y la parte interna baja de este lo cubría con las botas, ademas de que hacía poco tiempo que su conjunto ya lo había re-acomodado de manera que ahora incluía un pantalón de lo que solían llamar como leggin?

Aunque vale no todo el tiempo pero...

Las botas eran tan altas que casi hacían la función de pantalón por su propia cuenta y había bajado de peso y aunque estaba embarazada... eso no significaba tampoco que estaba gorda!!

Y cómo si no fuera suficiente descaro...

Todavía que la insultaba se atrevía a pedirle de comer también!!

Acaso había algo mas humillante?

-Claaaaro!! -soltó con falsa sonrisa la pelirroja haciéndole una venia a su hermana que nuevamente, lucía como un sol que quería quemar de su vista- no quieres poner tipo menú lo que vas a pedir por exacto? digo, ya que estamos en esos aires...

[Ashley Peverell]

Las mejillas de la hermosa pequeña se tornaron rojizas como las rosas que había de forma cercana y agachó la cabeza con algo de nerviosismo por lo que ahora le decía la mayor de las brujas porque era muy probable que estuviese creyendo que le estaba viendo como alguna especie de criada cuando aquello no era verdad, ella queria mucho a aquella bruja aunque a veces se pelearan de manera bastante dura.

-No, tampoco me refería a eso.

Su voz salió en un tono muy bajito y tímido mientras que bajaba la mirada al piso que dejaba notar que era bastante viejo y que crujía con los pasos de las personas que iban por encima de este, la madera ni siquiera lucía pulida a pesar de que estaba segura de que la escoba y el trapeador ya la habían visitado anteriormente.

En su viejo castillo los pisos de madera siempre estaban pulidos y brillantes por las máquinas que utilizaba para dejarlos perfectos como espejos.

-Te agradecería si pudieras darme algo de comer

Dijo con un tono de voz suavecito como el de un pájaro pequeño que tiene algo de temor a entonar alguna canción

[Hayame Snape Potter Black]

Hayame se colocó una mano en la cintura y observó por unos momento las expresiones y la cara de su hermana menor que finalmente lucía apenada ante lo que había ocurrido.

Eso era algo bueno porque por lo regular, Ashley no solía ser así de amable con ella según esta última inclinada por el hecho de que la vampiro era un ser desagradable y maligno y oscuro y todas esas cosas, que aunque la Snape no las negaba, tampoco sentía el porqué la mocosa tnía que ser tan dura y directa con ella.

Pero de todas maneras alzó una ceja con extrañeza por su comportamiento y luego, bajó los párpados a la mitad de sus ojos como si intentara identificar algún engaño

-Segura que esta eres tú? -inquirió despacio y con dudas- porque no suenas como tú...

Agregó con un tono todavía más suave pero entonces, cerró los ojos y dejó escapar una buena carcajada

-Anda, vale, vale- dijo moviendo una mano para quitarle importancia a todo aquello mientras esperaba que el ambiente entre ambas se relajae- solamente no seas tan dura conmigo, mira que intento ser amable contigo todo el tiempo pero eres como un pequeña luciérnaga que revolotea alrededor de mi cabeza

Bromeó y le sonrió aún con las manos firmemente en la cintura

-Claro que te traigo de comer, después de todo, en lo que Heliké se regresa a casa no puedo dejarte sin probar alimento, verdad?- dijo y ladeó la cabeza con cariño- qué se te antoja?

[Lisette Ryddleturn]

La chica nunca había estado en una taberna o había ido a una hasta ese momento pero se acomodó mejor la pequeña capa de viaje en color rosa crema y se detuvo para observar la fachada.

La Taberna de la Tía sonaba como un sitio casi familiar y tal vez lo era, si pensaba que algunas tabernas permitían ese tipo de ambiente en su interior pero recordaba que era más bien, para cuando la gente quería desahogarse con el bar tender; hizo una pequeña mueca y se ajustó más la capa antes de atravesar el umbral y buscar en el interior a la persona por la cuál había ido a aquel sitio

No la veía por ningún lado más sin embargo sí había otra persona en la taberna

Otra bruja, otra vampiro si no notaba mal sus rasgos y también pelirroja, por lo que Lisette se detuvo solo unos segundos, pensando si no sería mejor volver después

Pero sus dudas se despejaron al escuchar movimiento en el segundo piso por lo que sus ojos se elevaron solo un momento antes de sonreírle a la otra persona presente, con un gesto amable y educado

-Muy buenos días

Saludó moviendo graaciosamente la cabeza para después caminar hacia una mesita cercana y sentarse en esta, descansando las manos en sus piernas mientras que aguardaba a que la dueña del local bajase y finalmente pudiese verla; estaba segura de que le daría una gran sorpresa a Hayame y había mucho que tenían que hablar ahora que ella estaba ahí

[Hayame Snape Potter Black]

Su hermana todavía no respondía a la pregunta acerca de los alimentos por lo que la vampiro de cabello rojo tan solo se recargó de lado en el pasillo de las escaleras y se quedó observándola; en verdad que la mocosa se veía apenada por lo que había pasado, cosa muy rara por lo que no estaba muy segura de cómo tratar con sus disculpas aunque creía que había dado las respuestas correctas al decirle que no se preocupara de lo que había ocurrido.

Seguía mirándola por cómo se removía y pareció asentir una vez para sí misma

-Siempre te doy sandwiches...

Dijo con un tono pensativo la Snape, alzando la mirada y colocándose un dedo en el labio inferior como si estuviera pensando en algo muy importante

-Que tal si esta vez te preparo algo diferente?... tengo unas carnitas en su jugo grueso muy sabrosas, con crotones y algo de jugo de calabaza también a menos que quieras cerveza de mantequilla

Ofreció volviendo a enderezarse mientras que se colocaba una mano en la cadera

-Qué te parece? así le variamos y tú también comes algo con más sustancia porque te estás poniendo muy flaquita- se rió cerrando los ojos con diversión- a este paso, vas a desaparecer