La Taberna de la Tia (MM B: 78619)

[Hayame Snape Potter Black]

La bruja pelirroja dió un tremendo salto que casi manda a volar con todas las cosas, abriendo grandemente los ojos ante el hecho de que finalmente se dejaba aparecer aquel fantasma; así que ahí estaba el motivo por el cuál su piano estaba actuando como poseído y se había puesto a tocar esa música que había hecho entrar a Sagitas como un bólido!

Bueno, prefería saber que era eso y no que los duendes de la música estaban anidando otra vez entre las cuerdas mágicas del piano, que luego eso costaba muchos galeones en ser limpiado...

-HOla Jack, menudo susto que nos has metido a todas...- refunfuñó Hayame frunciendo el ceño aunque no estaba enojada con su cuñado pero se frotó varias veces el pecho; que eso de no tener sangre corriendo en las venas no significaba que su cuerpo hubiera dejado de duplicar las funciones que tenía cuando estaba viva

Lo que venía a significar que en esos momentos su muerto corazón era un tamborileo tremendo a la carrera

-Has estado aquí todo el tiempo??

[Ashley Peverell]

Hayame no había sido la única bruja en esos momentos que había saltado ante la repentina presencia de un fantasma que se había aparecido antes de que cualquiera de ellas hubiera tenido la oportunidad de darse cuenta de que no estaban solas y de que todo el tiempo habían estado siendo observadas por unos ojos invisibles para todos, excepto quizás para él y eso intrigaba a la preciosa rubia porque generalmente esas cosas no le pasaban por alto.

¡Con el alto nivel espiritual que tenía comopara que un espíritu hubiese podido estar todo el tiempo en la habitación con ellas sin que pudiera decir nada al respecto o darse cuenta de su existencia!

Aquello era vergonzoso y se recordó que lo mejor sería entrenar un poquito más hasta poder sentir al esposo de su hermana mayor que se veía totalmente felíz a su lado.

Ella misma esperaba encontrar ese mismo amor de cuento de hadas que le permitiera algún día estar con su príncipe amado.

Hayame dijo un nombre y la hermosa ángel de piel delicada y de marfil miró con intriga a la hechicera pelirroja que por su comportamiento parecía que ya conocía al fantasma desde hacía más tiempo.

-¿Se llama Jack?

Inquirió con ese pequeño tono de voz que hacía parecer que en realidad tenía mucho menos edad de lo que el tiempo dictaminaba pero esa era la realidad, ella era jóven y eso lo llevaba en el espíritu y por eso era que su voz también la reflejaba como juvenil y de gran energía, además no era una pregunta grosera era simplemente que no le gustaba estar con desconocimiento de nada.

-Se llama como el chico guapo del Titanic en esa peícula romántica de los muggles.

[Lisette Ryddleturn]

Lisette parpadeó repetidas veces y había estado a punto de brincar igual que lo habían hecho su cuñada y su novia pero había podido retenerse justo a tiempo:

Era una habilidad adquirida después de muchos años de haber estado trabajando en aquella floristería de Westown y cuando entraban los clientes de sorpresa, así que tampoco se alteraba demasiado; pero aprovechó para sonreír y se rió por los gestos de su novia y sus gruñidos, parecía que siempre gruñía y la intervención de su cuñada era siempre apropiada.

-Si Ash...- dijo la otra rubia sonriendo suavemente- se llama como ese chico muggle en la película del barco

Suspiró y juntó sus manos sonriendo emocionada

-Me gustan ese tipo de películas románticas! Hayame, deberíamos de ir a un crucero de esos también!

Le dijo volteando a verla con ilusión y gran emoción en sus ojos, la verdad era que ellas dos no habían viajado solas a ninguna parte y necesitaban un poco más de romance en la relación por lo que un paseo en barco parecía algo perfecto para que se acercaran un poco más; bueno, eso si la pelirroja se dejaba porque a punto de vista de la Ryddleturn, a veces la otra chica era un poquito mojigata a pesar de que había escuchado rumores

Rumores que solían decir que era más abierta y cariñosa cuando lo quería de esa manera...

[Hayame Snape Potter Black]

Hizo una mueca y miró a su novia como si fuera la primera vez que cruzasen palabra

No podía creer que estuviera haciendo una sugerencia como esas!! Y la de risas que le iban a dar a Sagitas cuando se diese cuenta de cómo estaban comparando a su novio ya fallecido con ese rubio de la puerta flotante...

Sacudió la cabeza

-No estarás pensando en serio que nos pongamos tú y yo en uno de esos barcos gigantes muggles para que nos hundamos y luego yo me muera congelada en medio del mar y me hunda y me termines arrojando algún collar azul a mi memoria, algo así como que 84 años después?

Alzó una ceja y se cruzó de brazos algo enfurruñada

-De dónde...? olvídalo...

Suspiró resignada mirando con un poco menos de molestia a su novia. No era su culpa, la rubia siempre había sido bastante romántica desde que la conociera y si lo recordaba, había sido Lisette la que había iniciado con los ojitos y el acercamiento, con indirectas acerca del amor y del noviazgo y el asunto de encontrar a la persona correcta e importante que nunca la dejara.

Y así era como habían terminado las dos juntas, cuando se dió cuenta de que todo el tiempo la chica se refería a ella...

Y la comidilla del pueblo cuando Wayne literalmente se rió en su cara y le dijo que no podía creer que no se hubiera dado cuenta en todo aquel tiempo de que la chica estaba muerta de enamoramiento por ella!!

Se había sentido bastante tonta

-Entonces... han venido los dos a por una bebida? creo que puedo hacer algo que puedas tomarte a gusto...- murmuró observando a Jack

Ella como la dueña de la taberna, tenía que tener bebidas para todo tipo de clientes, vivos o muertos

[Ashley Peverell]

Ashley rodó los ojos intentando no verse grosera de esa manera pero es que los modos de su hermana eran demasiado especiales y consideraba que su familia era tremendamente paciente para soportar y aguantar los malos gestos de su hermana mayor, ella ya estaba acostumbrada porque habían pasado mucho tiempo juntas y la hermosa jovencita había considerado oportuno y primordial hacerle ver que necesitaba una mejor educación que solamente soltar sonidos raros y ver a todos con cara de odio, pero bueno, suponía que no siempre ese tipo de cosas podían funcionar de la manera adecuada que debían de ser.

Se colocó una de sus finas manos en la delgada cintura que se enmarcaba por el lazo de su vestido y negó varias veces con la cabeza de manera que su hermoso y ligero cabello se mecía y parecía que flotaba en una brisa delicada e inexsisntente pero de bastante frescura que acompañaba con su perfume de rosas.

-Yo recuerdo que en la película los chicos decían que no podían caber juntos en la puerta porque si no la puerta se iba a hundir en el mar.

Comentó y se movió uno de los caireles a un lado para que no le molestaran porque igual le picaba la mejilla y no querí estarse rascando a cada rato la piel porque luego le iba a quedar bastante enrojecida, siempre se le marcaba muy fácil.

-Pero me parece una tontería, porque los dos cabían perfectamente y ví muchos videos en esas cosas de las webs de los muggles donde varias personas lo intentaban también.

Dijo la preciosa niña y movió uno de sus piecitos.

[Lisette Ryddleturn]

-En verdad?

Lisette parpadeó y miró a su cuñada que estaba más cerca con gesto de bastante sorpresa ante los datos que daba.

-No sabía que estabas al pendiente de esas máquinas eléctricas que usan las personas no mágicas cuando están aburridas y además...- alzó la mirada con gestito de más preguntas que respuestas y se puso la punta de un dedo sobre los labios- en verdad es que podían flotar sobre la madera las dos personas sin terminar hundidas? creo recordar que el agua estaba helada y por eso era que muchas personas habían muerto

Dijo y luego miró a otro lado como si se estuviera imaginando todo

-Pero el señor... Jack, verdad? es un fantasma así que no tendría porqué hundirse con la puerta, su esposa flotaría fácilmente y él podría empujarla en su manera invisible hasta donde estaban los botes salvavidas de forma que podrían rescatarla muy facilmente

Lisette volvió a sonreír y los miró a todos con un poco más de animos

-A mi me sigue pareciendo muy romántico de que a pesar de que uno de los dos esté muerto, siempre esté al lado de su ser amado... eso es amor de verdad- cerró sus ojos con agrado y asintió- ustedes dos son muy afortunados...

[Matt Blackner]

Me adentré en la Taberna de la Tía. Hacía tiempo que no acudía, desde luego, la última vez fue antes de la boda. En aquellos momentos el local permanecía cerrado, en silencio, aparte de los elfos que iban y venían con sus tareas.

 

Yo acababa de salir del ministerio y tenía hambre, asi qeu había pasado por alli para tomar algo, ya que además, me tocaba hacer la ronda por los negocios. Por eso, mientras esperaba la comida, pedí una jarra de cerveza de mantequilla helada para combatir el calor. Tomé la jarra y me paseé, buscando un asiento.

 

Y al final, acabé sentándome al piano, el mismo qeu había utilizado Jack algún tiempo atrás para tocar su canción, dedicada a Sagitas. No supe que el fantasma tocaba el piano hasta que lo vi, curioso porque poco tenía que ver con el trabajo como Cazador. Tal vez lo aprendiera con Sagitas, la primera vez qeu estuvieron casados. Si me atrevía, se lo preguntaría cuando la viese.

 

Di un largo trago, observando en silencio cada tecla, imaginando como sería Jack cuando era más joven, y peor aun, como alumno. Habría agotado la paciencia de Sagitas? Para no mancharlo, dejé la jarra sobre una mesa cercana y pasé la mano por encima, pensativo. Me moría si pulsaba en ese momento una nota.

[Lisette Ryddleturn]

-Muy buenas tardes

Una suave sonrisa apareció en los labios de la chica rubia que salía de las cocinas mero al fondo de la barra en aquellos momentos, alertada por los sonidos de alguien que había ingresado en la taberna; la verdad era que los tiempos habían estado bastante tranquilos aunque probablemente tenía que ver el hecho de que como recientemente habían habido ataques mortífagos en los hogares, las personas ya no estaban tan convencidas de salir de sus casas.

Al menos no cómo para querer darse algunos paseos por los negocios.

Sin embargo la chica cerró los ojos con un gesto agradable y de bienvenida ante el joven que comenzaba a conocer de poco en poco, como estaba haciendo con todos los pertenecientes a la familia de su novia.

-Es un gusto verte por este sitio- comentó sonriéndole de manera cariñosa al muchacho, con una mano descansando en el dintel de la puerta de madera de las cocinas- últimamente no vienen demasiadas personas a visitar los negocios que han estado decayendo un poquitito....

[Ashley Peverell]

La preciosa rubia se había levantado aquella mañana desde su precioso castillo Peverell donde las labores de limpieza habían estado yendo a pedir de boca y es que era la verdad, no podía pedir menos del nuevo hogar que tanto quería y al que todas las chicas le estaban poniendo todas las ganas para que se viera de forma adecuada y bonita.

Había ido a la taberna de su hermana mayor esperando podérsela encontrar de alguna manera pero contrario a lo que solía hacer ni siquiera los escándalos de la pelirroja se percibían, a veces esa era una hechicer tan ¡floja! pero no podía hacer demasiado para corregirla aunque juntó las manos en un ademán similar a un rezo, estaba segura de que si lo deseaba con ganas las criaturas de la naturaleza atenderían a su angelical llamado y le harían caso.

Pero ante la ausencia de la vampireza y los sonidos de trabajo de su cuñada (que parecí que había llegado muchísimo antes que ella) se decidió a tirarse una pequeña siesta en uno de los cuartos del piso de arriba hasta que alguien se decidiera a llamarla, si es que alguien quería hacerlo de alguna manera.

[Hayame Snape Potter Black]

Hasta para ella debía de haber sido una gran sorpresa, tenía que admitir.

Se había inclinado para limpiar el otro lado de la barra temprano aquel día; la clientela era tan escasa que comenzaba a pensar que estaban secuestrando a los magos a mansalva pero al menos sentía el alivio de saber que su preciosa familia (o al menos una hermana latosa) la estaban ayudando para mantener los negocios a flote justo a tiempo para que no les cayeran las multas.

Quizás debía de comenzar a pensar en pagarles aunque fuera un apoyo cuanto tuviese ganancias extras pero por el momento, todavía necesitaba de juntar los ahorros adecuados para seguir con sus estudios de los libros siguientes aunque sin profesores que conociera comenzaba a darle un poco de flojera; cerró los ojos, pero todo fuera por el conocimiento y el adquirir unos pocos poderes más, aparte del libro de la sangre no creía recordar más hechizos útiles mas que en otros dos libros.

Creía que había algo parecido a la Nigromancia, pero no lo recordaba bien...

Y cuando alguien se sirvió de la barra directamente, alzó la cabeza intentando ver quién era el que había tenido esas ganas de servirse un trago. Al menos iba a reclamar hasta que oyó la amable voz de Lissete y su cabeza se fijó por encima de la barra.

-Matty! -exclamó de buen humor enderezándose mejor y haciendo girar su trapo de limpieza- buenos días!! a que debemos la agradable sorpresa de tu visita? -le sonrió ampliamente