Calles del Callejón Knockturn

[Melrose Moody]

Catherine

 

-No estoy segura. Te daré el beneficio de la duda.

 

Creía firmemente que podría haber llegado antes. Sin embargo el hombre tenía razón. No ganaba nada estando allí parada y menos lamentándose por aquello que no había podido detener. Empezó a sacar las fotos del cuerpo desde distintos ángulos. una vez hubo terminado, guardó la cámara.

 

-Con la vigilancia así, tendría que haber sido alguien que sabía que era vigilado -masculló en medio de sus pensamientos-. Bueno, en ese caso no podemos resolverlo por nuestra cuenta -sus dientes rechinaron no sólo por el frío, sino también por la ira-. Tendremos que llamar al ministerio ¡Freya!

 

Al instante, la elfina de Stark apareció con un ligero ¡pop!

 

-Freya, necesito que me traigas a Richard -la elfina la miró sorprendida, debido a que rara vez le pedía esas cosas-. No me importa que grite, patalee o chille, me lo traes aunque sea a la fuerza. Y cuanto antes, así que tendrás que aparecerte.

 

La elfina asintió y desapareció nuevamente. Mientras aun no regresaba, Catherine hizo aparecer una palangana de metal, que dejó sobre la nieve. Momentos después, al retorno de Freya con Richard, éste tomó la palangana al instante y se dobló sobre ella vomitando incontrolablemente. Catherine movía el pie con insistencia, hasta que cinco minutos más tarde, el joven se recompuso. Catherine hizo desaparecer aquella asquerosidad frunciendo la nariz, mientras Richard le lanzaba una mirada envenenada.

 

-Sabes que lo odio -dijo, refiriéndose a las apariciones-. ¿Y qué demonios es lo que...?

 

Se calló al ver el cadáver en el suelo. Por un momento, pareció que iba volver a vomitar, pero consiguió dominarse y se limitó a fruncir la nariz, como momentos antes había hecho la propia Catherine.

 

-¿Qué ha sucedido aquí?

 

Catherine suspiró.

 

-Eso es lo que averiguaremos -se volvió hacia Rose y Moisés-. Los dejo con él. Debo ir al cuartel a avisar de lo sucedido.

 

Entregando la cámara a Freya, le indicó que la dejara bien guardada en su torre del Castillo Evans McGonagall y desapareció con rumbo al ministerio.

[Cornelius Wind Haugthon]

Una sombria figura comenzaba aparecer caminando por las calles, en su mano derecha portaba su varita y a su alrededor toda luz se desvanecia, a cada paso se escuchaba un quejido y de su pecho descubierto se deslisaba sangre, la cual no provenia de él, esta era plateada y cristalina, su poder y conciencia menguaba, pero su conciencia estaba perdida, al llegar a una de las esquinas de los locales se recosto y quedo dormido, esperando así pasar un largo tiempo.

[Spectum Crouchs]

De la oscuridad emergió un mago aquella noche ténebre, en el cielo las estrellas brillaban fuertemente ya que por la ausencia dela luna estas mostraban su mayor impetud. Allí en el medio de la noche el ex Mago Oscuro se recostaba de la pared esperando que alguien se acercara así podría seducirle a la mas pecaminosas atracciones del mundo mágico y de esto el Patriarca sabía mucho, siendo el hijo de Gatiux Malfoy y Danyellus Triviani. Una la Reina de las pecaminosas Banshee y el otro el Jefe de esclavos de estas.

 

Una suave sonrisa se le dibujo en el rostro y al despegarse de la pared la claridad iluminó a este mostrando el largo cabello color lila, que con una rareza eran del mismo color de los ojos, el físico del ojilila era roba respiro; era alto casi a el metro noventa y cinto de altura y su cuerpo bien musculoso y definido daban la perfección del atleta. Pero no todo era perfección ya que el cuerpo del Mortífago estaba lleno de cicatrices, las cuales tapaba con su vestimenta oscura. Solo una era visible y era la que atravesaba su ojo izquierdo.

 

- Al parecer viene alguien...-

 

Dijo en voz baja mientras escuchaba los pasos de alguien acercándose al callejon en donde se encontraba, esperaba que se tratara de alguien interesante ya que esta noche estaba dispuesto a todo y a mas, si era algien para matar igualmente sería bien recibido.

[Isabelle.]

Entre jadeos Isabelle levantó la mirada con la sola idea de ubicar el lugar donde apareció, la imagen le resultaba familiar y las palabras rasgaban su cuerpo como si reviviera el recuerdo; apoyada a la baranda intentó controlar el agitado respirar que marcaba su pecho bajo la túnica que afortunadamente ocultaba su identidad. ¿Cuánto tiempo había pasado? ¿Cómo consiguió escapar? Su mente divagaba y sus piernas tambaleaban advirtiendo su debilidad.

Dio un corto paso y se detuvo al descubrir que poco o nada resitiria. Girando la cabeza buscó algún movimiento y para su infortunio confirmó que no solo era oscuridad, la soledad era evidente ante tanto silencio, pensó, dejando que sus rodillas cedieran y con la cabeza contra el muro permaneció sentada, esperando lo inevitable; por un instante la dificultad al respirar lastimaba su interior y sin mucha esperanza albergada en su cuerpo pensó que aparecer era su ultima opción, con suerte llegaría a las Mazmorras.

Una, dos y hasta tres veces golpeó suave su cabeza contra la pared intentando recordar los últimos sucesos en su vida. Había salido prácticamente huyendo de Londres, la comunicación con cualquiera de sus compañeros de la Marca Tenebrosa era nula y como si se lo hubiese tragado la tierra el recuerdo de Lear parecía algo irreal. Curvando su espalda abrazó su estomago al sentir un fatídico vació al pensar en el mago.

—Como si fuera para sorprenderse... —Se quejó cerrando los ojos.

 

De inmediato y sin razón aparente Isabelle deslizó sus manos hasta su vientre, el pequeño bulto estaba perfectamente disimulado en su vestimenta y era la única razón por la que de forma inevitable regresó a Londres, tenia que encontrar un lugar seguro para continuar con su embarazo. Buscando fuerzas se puso de pie y en un corto andar alcanzó un banco, mas frágil de lo que aparentaba su cuerpo guió su mano hasta su capucha y con un suave movimiento liberó su castaña cabellera.

 

Inhaló con fuerza al tiempo en que feroz el viento enredo sus ondas y junto con el, como si de una película se tratase, mas de un recuerdo envolvió la mente de la Mortifago; aun no concebía la idea que de un día para otro lo perdió todo. Su familia la había desterrado, la ausencia en su trabajo obligó a su jefa a despedirla y el único hombre al que profesó amor verdadero eligió marcharse lejos de ella, abandonándola una vez mas. De inmediato se vio obligada a estirar los dedos pues la sortija que aun llevaba con recelo ardía como si intentase advertirle algo.

[Dark Dragona]

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Apareció en aquellas oscuras calles en medio de la noche, esperaba que no fuera muy peligroso pues en sus brazos llevaba aún a Nicolle quien con su fuerza sería imposible que pudiera soltarse de él aunque realmente la cargaba procurando no hacerle ningún daño. Tenía que pensar y esperaba que aquel lugar no fuera visitado por Delacour, esperaba no ver a aquel canalla de nuevo.

 

Se escondió en un pequeño callejón sin salida entre dos locales y dejó la chica de pie en el suelo pero sin que pudiera escapar poniéndola contra la pared y apoyando las manos a esta a cada lado de su cabeza teniendo esta entre sus dos manos.

 

- Escucha... -dijo mirándola a los ojos con una voz suave a pesar de todo- No quería llegar a hacer esto, pero no tenía elección... Tenía que alejarte de aquel tipo, es demasiado peligroso... -dijo recordando las palabras de Irony -No puedo imaginarme lo que tenía pensado hacer contigo. No creas nada de lo que te diga...

 

No había subido la voz en ningún momento pero aún así bajó la cabeza como si estuviera avergonzado por todo aquel espectáculo. No sabía muy bien que hacer, su misión era que no se volviera a acercar a aquel hombre pero si la dejaba libre y volviera con él entonces nada tendría sentido.

 

- Siento todo esto, no tienes razón para asustarte... -pensó un momento, no le parecía justo que aquella chica tuviera que sufrir todo aquello cuando se notaba que no tenía la culpa- Escucha, la verdad es... que yo tenía la misión de alejarte de aquel tipo peligroso. Lo reconozco, no se muy bien quien es, pero la información que tengo sobre él no es nada buena. Se que no soy el apropiado en estos momentos para decir que eso... -rió por dentro ya que él acababa de secuestrarla. -No quise recurrir a esto pero no tenía más opción... -se mordió el labio inferior esperando que al menos le creyera.

 

Sabía que acabaría antes matándola, igual Iro pensaba en eso, pero no le parecía justo cuando ella no comprendía nada ni sabía que estaba pasando, ya había matado a demasiados inocentes en su vida como militar. No tenía el rostro muy cerca de la chica de forma que no se sintiera incómoda pero con sus brazos a cada lado de ella le hacía ver que realmente si intentara escapar no podría ya que él era un demonio y la encontraría rápidamente.

[Damian Black Lestrange]

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El falso ministro sabia a donde se dirigian los canallas como Nathan, sabia que siempre iban a los barrios bajos tenebrosos del Mundo Magico, en ese lugar era el Callejon Knocturn el lugar mas oscuro del callejon, llevaba varita en mano y su capa se veia tanto mojada como con un hoyo en ese momento, tenia un nuevo enemigo y sabia que era lo que iba a hacer con ese muchacho...No se llevaria ninguna gloria..

 

Sin tardarse mucho encontro al "Superheroe" al lado de la muchacha, sin embargo no iba a ser impulsivo tenia un plan..

 

Sin escrupulo alguno apunto hacia el creido nathan y dijo

 

-Expelliarmus- La varita de Nathan Salio volando a 2 metros de el, sin embargo no era lo unico que iba a ser...

 

-Accio Varita- La varita de Nathan llego a las manos del Delacour, sin mas, al tener la varita del rubio en la mano lanzo por los aires la varita, esperanzado en que se quedara en algun techo...

 

Llego hasta Nicolle y la jalo de la mano sin decir mas que esto...

 

-A ver como le haces para capturarnos sin varita, rubio cabeza hueca...-dijo mientras se alejaban de ahi, Sabia que el rubio no se daria por vencido pero mientras lo haria que se perdiera con pistas falsas...

[Ironía Heartilly]

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Comenzaba a cansarse de forcejear pero no quería parar al mismo tiempo. Finalmente, el chico la empotró contra la pared, aprisionándola entre sus dos brazos. Miró a sus lados y volvió a sonrojarse ante la cercanía del chico, que si bien podía ser peor, aún se sentía demasiada insegura en sus brazos. No podía creerle por más lindas que sonaran sus palabras, había visto al a pelirosada y no dudaría en cortarle a la cabeza a Nicolle con esa actitud, y como sabía que el rubio estaba perdido por ella no podía confiar en él. Al mismo tiempo, odió los prejuicios que emitía contra su compañero.

 

―¡Apártate de mí! ¡Tú no sabes nada! ¡Me das pena…! ―exclamó fuera de sí para su sorpresa― Solo sabes obedecer órdenes…

 

No se esperó que el mismísimo Delacour apareciera allí y desarmara rápidamente al White. A penas pudo reaccionar pero el chico la atrajo a si alejándola del hombre fornido que ahora mismo no tenía con qué salvo la fuerza física, si es que les alcanzaban, claro. Nicolle no quería comprobar quien podía llegar a ser más fuerte, ya que sabía que no se perdonaría si pasaba lo imprevisto. Tras las palabras hirientes del mago, salieron corriendo de allí aunque no sabía hacia dónde, ¿dónde podrían ocultarse sin ser vistos? Luego de alejarse ya unos cuantos metros pararon y Nicolle se permitió unos segundos para recobrar el aliento.

 

―Gracias… ―susurró mientras se recuperaba― ¿Dónde vamos ahora?

[Dark Dragona]

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Maldijo por dentro cuando vio aparecer a ese tipo. Por fuera seguía igual ante las palabras de la chica pero por dentro se había enojado y mucho, ¿que sabía ella acaso? Había tenido que pasar por mucho en su vida para ser el el que daba las órdenes pero sabía que Iro también tenía mano de líder y en aquel asunto se notaba que ella sabía mucho más.

 

Vio como se alejaban corriendo y miró al techo de uno de los negocios donde fue a parar su varita. De un salto con apoyo de las manos logró encontrarse en aquel tejado en menos de un segundo y recuperar la varita. Fue saltando de tejado en tejado en busca de ambas personas hasta que al fin se paró en uno, los había encontrado.

 

- Sectusempra -susurró mostrando enfado en su tono de voz, aquello de que él solo obedecía órdenes le había cabreado. De su varita la cual apuntaba a Delacour quien estaba de espaldas a él sin prevenirlo salió un rayo el cual le impactó y Delacour sintió el dolor de aquel rayo el cual le provocó enormes heridas mortales.

 

-Expelliarmus -volvió a susurra y otro rayo impactó en el provocando que antes de que se pudiera curar su varita saliera disparada cinco metros lejos de su dueño Delacour. No podía evitar estar desahogándose con él.

 

- Ahí tienes lo que te mereces... canalla. -sus orbes tenían betar escarlatas, si lo mataba... se acabó el problema y no tendría que matarla a ella.

[Ironía Heartilly]

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Estaba pensando otro buen lugar al que visitar con el mago cuando entonces se volteó asustada al ver como dos rayos impactaban en el mago. Uno hiriéndolo de muerte y otro lanzándole la varita. Comenzó a temblar ligeramente al tiempo que veía las heridas sangrantes del mago aflorar por culpa del rubio que les miraba con bastante odio. Su labio inferior le temblaba queriéndole gritar injurias pero nada salía de su garganta. Por instinto se agachó rápidamente cuando el mago se derrumbó, cogiéndole. Sin darse cuenta, lágrimas caían de sus ojos ante el miedo que sentía de tal situación. Pero no podía quedarse ahí, no otra vez…

 

Aprovechando que el mago estaba distraído regodeándose de su propio poder, colocó el brazo del Delacour tras su cuello y con toda la fuerza que tuvo, logró ayudarlo a moverse, al tiempo que caminaba cinco metros para recoger su varita. Ya no sabía si incluso seguía vivo o estaba inconsciente, pero no tenía que dejar que les atraparan. Sin más, Nicolle miró a sus lados desesperada y sorprendentemente vio que en la esquina del techo podrido de una casa reposaba un pequeño avispero. Cogió una lata de por ahí y la lanzó contra el panal tirándolo al suelo. Las avispas comenzaron a revolotear alborotadas hacia Nathan y Dominé aprovechó para alejarse.

 

Su destino: el hospital San Mungo.

[Damian Black Lestrange]

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El muchacho llevaba de la mano a la chica sin fijarse por atras que pasaba, algo que rapidamente le costo bastante, sintio que rayo le daba por las costillas y como se abrian varias heridas, iba a perder el conocimiento si no hacia algo, intento tomar su varita, pero esta ya no estaba, poco a poco iba viendo borroso y perdiendo el conocimiento...apenas podia ver a Nicolle....¿Acaso estaria muerto?...No no podia ser asi...tenia que resistir.....

 

Sin mas cayo al piso y la muchacha se lo llevo cargando hacia el hospital, mientras que el rubio peleaba con varias avispas....Los dos chicos desaparecieron de las calles...