Calles del Callejón Knockturn

[Valky]

Apenas dio unos cuantos pasos cuando percibió que alguien se acercaba hacia ella. Aun no se había girado para ver de quien se trataba cuando una voz varonil que provenía desde sus espaldas la sobresalto, provocando que las bolsas de compras que llevaba en sus manos cayeran al suelo. El sonido de frascos al quebrarse hicieron que la bruja hiciera una mueca y repasara rápidamente lo adquirido, tan solo para asegurarse de que lo que se rompiera no fuera algo demasiado peligroso.

—Has tardado mucho… — dijo girándose. Observó con detenimiento al peliblanco hasta que se detuvo en aquellos expresivos ojos que tanto le gustaban. Tan solo bastó que sus miradas se cruzaran para que ella supiera que no era ni el momento ni el lugar para empezar a interrogar al mago. Aquel vendaje en su brazo, justo donde sabía que estaba la marca tenebrosa tatuada, seguramente tenía una historia interesante y por ende secreta.

Se obligó a controlar su curiosidad y tan solo lo rodeo con sus brazos. Si bien, ninguno de los dos era demasiado expresivo, aquella era una situación especial. No se habían visto desde hace muchos meses y con aquella muestra de cariño esperaba demostrarle lo mucho que lo había extrañado.

—Por un momento pensé que no vendrías...estaba muy preocupada — dijo Valkyria separándose de Bastian. Le sonrió con timidez, algo impropio de ella y añadió — Y veo que mi preocupación estaba justificada —Añadió lanzando una mirada a su brazo. —Puedo revisar la herida, si gustas — tanto tiempo había sido sanadora, que aquel instinto aun permanecía en la castaña. — Dime que esta vez te quedaras más tiempo — murmuró sin poder evitar que aquellas palabras salieran de sus labios.

[Juliens]

Aquella situación le estaba pareciendo muy incómoda por un motivo: se disponía a contarle a la bruja toda su vida. Ella conocía ciertas cosas de su pasado, presente y posible futuro. Pero aquella situación en la que se vio inmerso en Turquía. Le abrió los ojos, no estaba protegiendo en realidad a Valkyria; se estaba protegiendo de lo que ella pudiera pensar de todas las cosas que hizo para llegar al lugar en que se encontraba.

 

—No digas nada —murmuró le besó en los labios para evitar que cualquiera de los dijera alguna palabra.

 

Era obvio que ella notaría aquella andrajosa venda que amarillenta que hace poco había estado cubierta de sangre. Cerró los ojos tratando de recordar todo lo que le sucedió. Le mostraría sus recuerdos poco a poco, no era su intensión abrumar a su novia con demasiada información junta. Sin separar los labios comenzó a mostrarle sus recuerdos.

 

 

 

Un Bastian mucho más joven apareció en escena. Se lo vía, más sin embargo, igual de demacrado que en la actualidad. El entrenamiento de su padre, y posteriormente de la agencia, habían causado estragos en su cuerpo y en su mente. Le habían enseñado a torturar personas para sonsacarles información utilizando métodos mágicos y no mágicos. Aprendió a no ejercer dolor para que este apareciera de golpe luego de horas. Al mismo tiempo, le enseñaron a soportar los mismos métodos que él utilizaría cuando agente.

 

—Me es grato otorgarte esta placa —dijo quien fuere en aquel entonces el primero al mando de la SVR.

 

Su placa era diferente a las que se entregaban a los muggles. Tenía un acabado dorado que solamente podía ser visto por quienes tuvieran una placa igual. Así, incluso ante los magos ajenos a la agencia le era fácil pasar por espía muggle.

 

—El placer es mio, entrené toda mi vida para esto —dijo muy alegre aunque su expresión era de hielo: eso también aprendió en su entrenamiento.

 

[...]

 

—Puedes tomarlo como un castigo o no. Pero no me gustan las negativas. Tú padre se ha retirado dejando su cargo vacante y eres lo suficientemente cínico para rechazarlo —dijo con voz molesta el director de la agencia.

 

Bastian sabía a que se atenía rechazando aquella oferta. En primer lugar su padre se molestó por varios días hasta que entendió los motivos. Pero obviamente se esperaba las consecuencias del director de la agencia, a él no le agradaba que cuestionaran sus decisiones.

 

—Irás a Gran Bretaña a vivir en casa de tu familia materna. Te inventarás la historia que creas conveniente para justificar tu regreso. Te unirás a la Marca Tenebrosa para precautelar los intereses de la Federación Rusa ante posibles ataques bélicos. Debes tener claro una cosa: no serás un Mortífago, serás un espía y por sobre todo está tu estatus de agente de la SVR. También te infiltrarás en el Ministerio de Magia, necesitaremos un alto rango en la división de Bestias lo antes posible, mantener fuera de Rusia aquellas criaturas peligrosas está siendo muy costoso y tenemos que hacer escala en Gran Bretaña para precautelar la salud de aquellos bichos. Te despedirás de tu padre, le darás la menor cantidad de detalles posibles.

 

 

 

Rompió el contacto físico con la castaña y, antes que ella pudiera decir algo de lo que acababa de enterarse decidió que era momento de explicarme un poco de lo que estaba sucediendo.

 

—Te he mostrado el verdadero motivo por el que vine a Gran Bretaña. Jamás he pertenecido realmente a la Marca Tenebrosa pese a que en mis buenos tiempos mi máscara era una de las más temidas en Ottery junto a la de mi maestro...

[Valky]

Incomodo.

 

Así era como sentía al peli blanco y la pregunta que de inmediato llego a su mente era ¿Por qué? Y ¿desde cuándo se sentía incómodo en su presencia? Aquello la hizo fruncir ligeramente el entre cejo. Si bien Bastian era un mago extraño sin duda alguna en esos momentos se estaba superando a sí mismo.

Levantó la mirada hacia él, más cuando se disponía a preguntar qué era lo que pasaba, la besó, acallando todas sus preguntas. Cerró los ojos como un auto reflejo y al hacerlo una serie de imágenes usurparon su mente. Intentó separarse pero el agarre de Bastian era fuerte aunque sin provocarle algún daño, finalmente cedió y empezó a poner atención a las escenas que se recreaban en la mente de la bruja.

Cuando al fin se rompió el contacto físico y abrió los ojos, sintió dolor, pero no un dolor físico, era más bien esa clase de dolor cuando descubres que alguien a quién quieres te ha estado mintiendo por mucho tiempo. Retrocedió unos cuantos pasos y al mismo tiempo intentaba ordenar sus ideas. Cuando al fin levantó la mirada en sus ojos se podía notar la confusión y el dolor que sentía.

 

—¿Cuántos años llevamos juntos? ¿Cuántas cosas hemos pasado y hemos superado? — Dijo finalmente — ¿Y recién ahora me lo cuentas? Acaso no te he demostrado que puedes confiar en mí… ¿Por qué ahora Bastian? — por más que intentó ordenar las ideas le fue imposible. Bajó la mirada pues no quería que el viera en sus ojos algunas lágrimas que amenazaban con salir.

 

Se sentía como si estuviera frente a una persona que no conocía y le resultaba difícil evitar preguntarse qué más era mentira, quizá ella también fuera parte de esa fachada que había construido el peli blanco y que tantas molestias se había tomado para mantenerla oculta, incluso de ella, que siempre ha estado junto él.

[Juliens]

Y entonces pudo ver aquella mirada que lo desgarraba. Unos ojos llenos de decepción, de dolor y posiblemente de frustración e ira. Él mismo hubiera sentido todo ello de estar en el lugar de la bruja. Se quedó, por un momento, sin argumentos que pudiera utilizar en su defensa. Cuando el silencio estaba próximo a volverse incómodo fue ella quién habló.

 

Quizá, solo quizá, lo más sano hubiera sido responder a aquella interrogantes con el silencio. Utilizar todo lo aprendido durante su vida para emular la falta de reacción y hacer como que aquellos gestos y palabras no lo afectaran en lo más mínimo. No lo hizo, aquel corte en su brazo le recordaba que era humano. Que era más que una marioneta de sus superiores y que estaba en la posibilidad de saltarse las reglas si es que eso no causaba daño directo a la agencia: se mantendría firme, no iba a renunciar a la persona gracias a la cual su corazón aún latía.

 

—No te lo podía contar... —dijo el mago impregnando en aquella palabras la mayor cantidad de sinceridad que le era posible —. Cuando trabajas para la agencia no puedes crear lazos. Pero créeme, en el momento en que te vi olvidé que mi deber es servir a la Federación. Olvidé que enamorarme podía hacer que me asesinaran. Por eso es que en todos los informes que envié les hice creer que eras parte de la operación...

 

Se acercó nuevamente y en esta ocasión decidió que era imprudente dar otro beso. Ella estaba molesta, y él la conocía muy bien como para saber que no era prudente forzar el contacto físico. Le acarició la cabellera y detuvo la mano a la altura de los hombros. Cerró los ojos.

 

 

—Somos amigos —susurró la desconocida figura

 

—Lo somos. Pero sabes lo que pasa cuando lo revelas sin pedir permiso...

 

La estancia se iluminó de verde y la mirada de la mujer perdió su brillo. Murió. El secreto de la agencia no debía ponerse en peligro bajo ninguna circunstancia.

 

—La mataste

 

—Tú la mataste, jamás debiste contarle lo de tu doble vida. El manual de la división mágica lo dice claramente, indica las consecuencias. Sabes mejor que nadie que aún conservamos los viejos métodos. Pronto te encontrarás con ella

 

Un nuevo destello verde se apoderó de la vieja posada en donde su amigo (agente) y su esposa se escondían. Él era uno de sus mejores amigos, un gran agente que había obtenido información crucial para la Federación Rusa; aún así, sus superiores le habían ordenado matarlo junto a su pareja. Desapareció junto a los cadáveres.

 

 

Jamás se había sentido culpable por ello. Era parte de su entrenamiento, de su vida. Aunque entre agentes se llamaban amigos, todos sabían que en caso de precautelar la seguridad de la agencia jamás dudarían en robarle la vida inclusive a sus mejores amigos. Se desató la venda para dejar a la vista la cicatriz que atravesaba la Marca Tenebrosa.

 

—El anterior subdirector de la División mágica de la agencia fue destituido de su cargo días después de que se destapara los líos de corrupción en los que estuvo inmerso. Aún como subdirector me ordenó dejar la Marca Tenebrosa debido a que su brillo puso en riesgo una misión muy importante. Una persona muy cercana ocupó su lugar. Me debía un favor... le he pedido que me permita contártelo

[Valky]

Por un momento la castaña pensó que no habría respuesta alguna por parte de Bastian, confirmando así sus sospechas, que aunque, no las había dicho en voz alta, sabía que el mago podía imaginar lo que ella estaba pensando, no por nada llevaban años compartiendo sus vidas. Sin apenas darse cuenta había estado conteniendo el aliento hasta que él al fin rompió el silencio y pese a todos los sentimientos encontrados que tenía en ese momento, no pudo evitar sentir que era sincero.

No dijo nada, se limitó a escucharlo y analizar cada una de las palabras que decía. Al parecer la organización a la que hasta hace poco había pertenecido no era la única peligrosa, aunque claro está, ella solo había estado una vez en una situación en donde los ideales de la Marca pusieron en peligro al peli blanco. ¿Y si aquella vez en la que el perteneció a la Orden fue tan solo una misión más? ¿Y si en realidad ella si era parte de toda la fachada y ahora él estaba mintiendo? Ya no sabía que creer o pensar.

Intentó alejar esos pensamientos de su mente pues quería confiar en él. Dejó que acortara la distancia que los separaba y reprimió con todas sus fuerzas el instinto de rechazar aquella caricia en su cabello, luego comprendió que lo que él pretendía era mostrarle más de sus recuerdos, por lo que permaneció quieta cerrando los ojos. Al ver como mataba a aquella pareja un estremecimiento recorrió su cuerpo y se llevó una mano a la boca conteniendo una exclamación. Aquellas imágenes hicieron que una parte de ella le creyera, sin embargo otra le decía a gritos que fuera con cuidado. Lo que si era seguro era que pasaría un tiempo antes de que nuevamente confiara completamente en el Malfoy.

—Por Morgana... eran tus amigos... — comentó mirándolo confundida, era claro que no se manejaban como lo hacían los mortifagos. Entre ellos por más que se odiaran era prohibido atacarse o hacerse daño. > pensó la bruja mientras bajaba la mirada hacia la cicatriz—Esa persona que te ha permitido contarme esto, ¿también te ha pedido dejar la Marca? —Preguntó —¿Estás seguro que no sabían de mí? —se quedó callada un momento decidiendo si preguntarle algo que tenía rondando en su mente desde hace ya varios meses.

— He intentado recordar que hice en el tiempo en que me fui de tu lado, pero no puedo y lo que recuerdo es confuso... como si alguien hubiese jugado con mi mente — hizo una pausa y añadió — quizá no todos te creyeron que era parte de tu misión... —

[Fydha Guilty]

La noche está cerrada, algunas nubes inundan el cielo pero aún así se puede ver el brillo de la luna resaltando, tan imponente y bella como siempre. Un ligero viento hacía bailar mi larga cabellera. Esta hermosa noche se merecía algo especial, por ello decidí ponerme uno de mis vestidos , conjuntándolo con unos guantes, y unas botas.

 

Mi piel a la suabe luz de la luna parecía mucho más blanca que de costumbre, mis labios pintados de negro y la sombra en los ojos provocaban que mi aspecto pareciera más bello y peligroso. Sin duda, quien se topara conmigo esta noche, sus ojos solo vería la sombra de la luna.

 

Caminé sin rumbo por aquellas calles, sin ir a ningún lugar concreto, solo yo, mi soledad y el viento. Como un fantasma que se inunda en sus pensamientos. Cual será la razón de mi existencia, me pregunto, cual será la razón de porque aquí me hayo. Tal vez vine demasiado pronto, tal vez ya es demasiado tarde, tal vez mi existencia es finita, como todos. Quien sabe.

 

- Todos somos solo sombras en el viento, que bagan en procura de algo que ni ellos saben. Pero no importa lo que pase o lo que se evite, el destino siempre nos acaba encontrando... Decidme, pobres almas en pena que en este lugar se hayan... -susurro al tiempo que camino y la niebla se vuelve cada vez más espesa.-¿Cómo hago yo mi destino para así poder evitarle?

[Juliens]

—Eran mis amigos, lo se. Pero cuando te dan una orden debes... cumplirla —dijo el mago con un sentir afligido en su voz.

 

Si bien cuando llegó el momento de ejecutar la orden lo hizo por inercia, le costó mucho concretar aquel encuentro. Él sabía que su amigo confiaría. Su entrenamiento lo ayudó a, luego de tomar la decisión, enterrar el sentimiento de culpa que más nunca volvió a surgir hasta ese preciso momento en que su novia se lo mencionó.

 

— Fue él quien me pidió que me infiltrara en la Orden del Fénix, era una misión voluntaria debido a que mi vida estaría en peligro mayor. Me dijo que si conseguía cierta información de aquel grupo me debería un favor que algún día me serviría.

 

Transmitir todos aquellos recuerdos le cansaban mucho, por lo que -confiando en que Valkyria le creería- decidió que por un tiempo se dedicaría a contar la historia con palabras en lugar de imágenes.

 

—Crear lazos está prohibido al menos que sepas separar las dos vidas y que la persona con la que vives no se entere de la agencia. Supongo que alguien lo sospechaba, pocos agentes se quedan tanto tiempo en un mismo país para evitar enamorarse de alguien. Mi jefe deseaba no deber más favores; fue quien tomó la iniciativa, quien sugirió sutilmente que sería una gran idea pagar el favor permitiéndome contarte la verdad sobre mi vida.

 

Suspiró, venía la parte fea de la historia.

 

—Cuando llegaste me permitiste indagar en tu mente ya que no recordabas muchas cosas. Sabes que no encontré nada. Pero si que encontré algo que en ese momento me pareció sin importancia hasta justo ayer que me disponía dejar Rusia para continuar con mi trabajo. Cuando lograba ver algo en tus recuerdos era una serpiente. Pensé que tenía que ver con la Marca Tenebrosa hasta que ayer vi ese tatuaje en un agente. Ahora mismo no puedo hacer nada, tengo que buscar más información y haré que el tipo pague todo lo que te hizo

[Valky]

Conforme el peliblanco hablaba pudo notar un deje de pesar en su voz, como si de pronto y por culpa de sus preguntas y acusaciones, Bastian sintiera culpa por lo que había hecho, quizás aquel sentimiento siempre estuvo presente en él, pero solo en ese momento se permitió sentirlo, dejarlo salir aunque fuera tan solo por un momento.

 

Levantó la mano para ponerla sobre su brazo pero aquel movimiento se quedó en el aire. Sabía que a su llegada estaba inestable, muy débil y que por varios meses su mente fue toda confusión, por más que buscaron en la mente de la bruja algún recuerdo que les diera una pista de donde estuvo y con quien, todo fue inútil. Pasados unos días desistieron, no podían arriesgarse a que sufriera un daño permanente.

 

— La serpiente... si, la recuerdo — dijo finalmente —Por un tiempo también la asocié a la marca he de admitirlo — añadió —pero hace unos meses estuve en San Mungo por un asalto, no me preguntes como pero me vi en un bosque, estaba escondiendo algo, no pude ver que era... solo sé que aquel tipo de la serpiente lo quería — observó a su alrededor, pues escucho unos pasos — Eran fragmentos de mi memoria lo sé — volvió la mirada hacia él.

 

La verdad es que no quería tocar el tema de su partida y mucho menos recordar el hecho de que cuando ella se marchó los dos no estaban juntos. Ya varias veces había repasado aquellos meses en su cabeza y siempre llegaba a la conclusión de que había actuado de forma muy extraña

 

—Se que a ti y a mi nos hace daño hablar sobre mi partida... pero antes de irme me lleve algo de tu laboratorio, no se que es, porque como dije no recuerdo, pero se que era importante — no sabía que reacción tendría por lo que inconscientemente se alejó unos pasos del mago.

[Cornelius Wind Haugthon]

7 de Julio, a las 8:55 de la noche.

 

El rostro del Malfoy Tonks era de pocos amigos y se encontraba cansado del Ministerio de Magia, intento usar su varita y activar su marca tenebrosa, a ver si con ello invoca a los Mortífagos. Era necesario para sus planes que los servidores del señor tenebroso y por ello deseaba buscar en contacto con los mismos. Para ello utilizo su Kelpie, su patronus que le hizo recorrer por toda la calles del callejón Knocturn.

 

-Cornelius, estas a tiempo…- Le expresa su herma Lucia Malfoy Tonks, colocando sus manos en el rostro y acariciando al mismo. La vampiresa le miraba fijamente, y al llegar el primer invitado sus colmillos se dejan ver, una sed de sangre se apodera de ella. Por tal motivo, con su rapidez va atacar aquella persona, logrando clavar sus colmillos en el cuello.

 

-Lucia, debes controlarte.-

 

A su lado apareció Sebastián su elfo doméstico, que tenía la mirada clavada al piso. La criatura al aparecer le hace una reverencia, inclinándose ante ambos seres demenciales. A penas logra expresar palabra ante sus señores. –Mi amo Cornelius, me fue imposible buscar al encargado de la materia de estudios muggles-

 

Ante la respuesta el demonio y la vampiresa se cruzaron las miradas, en ambos se notaba cierta complicidad. Al terminar la vampiresa devorar su víctima, de la cual toma la varita y se la entrega a su hermano, ya que ella no era bruja o si lo era no lo recordaba, por un encantamiento que su mismo hermano le había hecho.

 

-Es lamentable, que ya no puedas usarla.- Le expreso. –Al ser vampiro, no es tu clase portar varitas hermanita.- En ello se acerca a ella. –Por lo que no te servirá dicho objeto.­- De manera brusca le arrebata la varita, guardándola en su ropaje. –Con respecto a tu servicio Sebastian, ya te puedes marchar.-

 

-¿Por qué tardara tanto el Weasly?- Pronuncia la vampiresa al esperar a Regulus, quien desconocía que se encontraba muerto. La misma le invita a salir, mientras que su lengua se terminaba de limpiar los labios de la sangre. Al pasar una hora se encuentra a por una vieja casa, la misma se encontraba abandonada.

 

-Mi señor…- apareció nuevamente elfo doméstico. –Dolores Embrollo, dice que Magnus Alone ha muerto.- continuo en decir a su amo. –Sebastián, Sebastián. Tan imprudente como siempre.- Le patea y hace pausa al responder Cornelius a su miserable sirviente. -¿Acaso no te expresado que esa información no me la comuniques en la calle?- La criatura afirma con la cabeza y responde algo apenada.- El director del Profeta…- Antes de responder elfo, el demonio le ordena callarse.

 

-Sebastián, Sebastián. Acaso te acaban de enseñar que no me debes hablar de esos temas en público ¿Acaso no ves que no estamos solos? ¿Quieres que sospechen de tus amos? Es mejor que te vayas.- Le añadió la vampiresa, postrando su mano en el hombro de su hermano, y ordeno al elfo desaparecer, siguiendo su camino. –Corni, que vas hacer con la Radio, al parecer el Ministerio no te la desea aprobar y tu perfil bajo, no será alcanzado.-

 

-Lucia, si no fueras mi hermana ya te hubiera matado.- Apartando su mano de su hombro, llegando a una puerta, y la comienza a tocar, de esta salen tres singulares miembros de la comunidad, todos con vestimenta rasgada. –Veo que nos esperaban, por lo que será mejor que salgan…- La primera en salir era una bruja canosa y con nariz chata, baja y regordeta, el segundo fue un hombre alto y con algo de barriga, de cabello corto y él último decidió no salir.

 

-Cornelius…- Dice la voz misteriosa. –Deja de reclutar a los magos, es mejor que busque en otra parte.- Al pronunciar esta última palabra, el demonio lanza un hechizo contra la voz masculina, el cual muere y las dos personas que había salido comienza aplaudir. Sin embargo, su hermana se queda asombrada y mirando a los nuestros miembros con algo de asco.

 

-Corni.- Le dice, mientras que le da una cachetada. –Solo a ti, se te ocurre aliarte con esos…- La vampiresa se marcha, sin mirar atrás, corriendo a gran velocidad.

 

Off

Quien se anima, de un rol de magos o brujas tenebrosos.

[Fydha Guilty]

Sigo caminando por aquel callejón en aquella noche tan preciosa. Luego de haberme comido aquellas dos presas me sentía llena de energías capaz de hacer cualquier cosa, pero eso ya era algo que podía hacer siempre. Iba cubierta por aquella capa de forma que nadie podía ver mi rostro a excepción de mis labios y unos mechones plateados que salían de esta. Mi hermana se había quedado dormida muy pronto, se notaba que estaba cansada. Me encanta las noches donde mi hermanita está durmiendo, así pueod irme a cenar con más tranquilidad.

 

El viento soplaba suavemente trayendo una brilla helada, ¿debería volver? Pero quería ver si hoy pudiera tener tanta suerte como la atenrior noche de luna llena. El viento soplaba suavemente trayendo una brilla helada y el silencio reinaba en aquella zona donde me encontraba. La oscuridad del lugar me envolvía como atrayéndome al peligro, sin duda mis instintos demoniacos eran muy peculiares, no como mi hermana que parecía una humana normal que nisiquiera sabía como era su transformación de demonio.

 

Mis ojos tras la capucha de la capa que me cubrían dibisaron entonces a una persona que se encontraba hablando con alguien. Me oculto en un callejón que había entre dos locales y pego mi espalda a la pared para que no me descubran, entonces me asomo para ver de que se trataba aquella conversa tan misteriosa.

 

Lo único que logré escuchar fue a la chica cuando se enfadó con aquel chico, fue difícil pero logré oirlo "Solo a ti, se te ocurre aliarte con esos…" esto se ponía interesante... Aunque será peligroso si elijo a uno de ellos mi presa, tendré que tener cuidado o seré yo la que muera aquella noche. ¿Quién será aquel chico? Su aura me resulta familiar, si tan solo se diera la vuelta podría ver su rostro ya que me encontraba justo detrás de él.