►—Castillo Crowley—◄ (MM B: 96477)

[Zack Ivashkov]

 

El encapuchado caminaba con cierta prisa por las calles de Ottery. Sus pasos eran tan largos que en solo segundos luego de partir de su ubicación principal, ya se encontraba en el destino. Al llegar sus ojos desprendieron cierto brillo una vez se posaron en el imponente castillo de los Crowley. Nunca habia visitado ese lugar, no que recordara, aunque probablemente fuera una de las tantas cosas que se le olvidó despues de un largo periodo de tiempo alejado de cualquier cosa que respectara a las batallas, e incluso, el bando en general. El llamado en su antebrazo izquierdo que ahora dejaba de arder una vez asistió al lugar indicado, sirvió de señal para indicarle al joven que era momento de regresar a sus compromisos.

 

Con su túnica marrón ondeando a las espaldas por las ligeras corrientes de viento se acercó a los jardines del castillo donde se estaba presentando una batalla. Se ubicó en una posición de tal manera que no interfieriera con los ataques que viajaban de un lado a otro. Pudo notar que ya varios enmascarados, al igual que él, estaban en la escena. Sin duda sus compañeros estaban llevando a cabo una interesante lucha a la cual él se les uniría sin pensarlo dos veces. Sacó su varita y la sostuvo en la diestra mientras fijaba los objetivos cercanos, aun cuando se encontraba a diez metros de distancia de cualquier objeto o persona presente.

[Tauro M.]

OFF (?)

 

Bueno, es mi primera vez aquí :$ Estoy amargada porque debo madrugar, así que seré breve.

 

Hablando con Boss, decidimos que este asalto/redada, lo que fuere, queda cancelado, debido a que no logramos llegar a un acuerdo en cuanto al conteo de líneas. De momento estaremos discutiendo esto en las oficinas para solucionar este problema de raíz y así evitarnos molestias (?)

 

Todos los usuarios que participaron, quedan ilesos.

 

Buena noche!!!!

[Balderik Von Alexandros]

La batalla había sido exhausta, todo podría caer en destrucción y el castaño sabia que era su culpa. Los aurores de la orden estaban decididos a no dar marcha algo concreto, odiaba abandonar algo interesante y el causar muerte pero por ahora las retiradas como el las llamaba eran estratégicas, su orgullo igual permanecería intacto, les habría dado pelea y aun así en solitario o no habría peleado con valor, se acerco a Valent, la tomo entre su brazos cargandola y hechansdosela al hombro, y luego a Fokker, de igual manera, avanzo entre el caos saliendo del lugar, saliendo a los terrenos del castillo Crowely lentamente con esos dos si es que seguian vivos,, tenia que encontrar la forma de alejarse pues la magia de allí no le dejaría.—Siempre así, que no puede ser de otra manera, oigan ustedes....estan sumamente pesados.—Lo dijo exhausto y cansado mientras salía hacia los terrenos del castillo, aun con su varita en mano giro sobre si mismo para desaparecer de Ottery sin mas del lugar con esos dos en su cuerpo, dejando un sonoro vacio.

[Mekare Dalit]

Xenix – Elfo domestico de Mekare Dalit Rydlleturn

El Castillo Crowley, era tal cual como lo describían muchos: Imponente, rusticó, pero no menos elegante que los demás castillos de Rumania. En realidad todos los vecindarios cercanos eran así, opacos y monumentales.

La brisa azotaba el pequeño cuerpo de elfo, que caminaba inseguro y silencioso hasta la gran puerta de rejas que dejaba claro el límite entre Ottery y sus adentros. Xenix curioseaba mientras entre sus pequeñas un pergamino que rezaba a primera vista el nombre de León Corvinus Crowley.

Esa noche estaba acompañada de una brillante luna llena, lo que le daba un toque misterioso a la misma, pues se decía que cada luna llena, los hombres lobos se paseaban por el pueblo buscando a magos y brujas; para hacerlos su presa. Pero Xenix no estaba preocupado por eso, el era tan insignificante que nadie se inmutaría en tocarlo.

--Como le ordenaron a Xenix…--hablo con voz ronca el pequeño, al mismo tiempo que dejaba que aquel pergamino perfectamente limpio se deslizara entre sus manos y volara por debajo de la puerta del Castillo. Pudo él mismo llevarlo hasta la puerta, pero llevaba varias horas de retraso, y no podía perder un minuto más.

 

Querido León, se que prometí aparecer hace varias semanas ya. Pero encontré trabajo en San Mungo y estoy poniéndome al día, solo te escribo para que no te preocupes, estoy quedándome en el Castillo Ryddleturn; en cuando pueda terminar de ordenar mis pendientes, te acompañare y te presentare a tu nieta Alira.

Mi equipaje llegara del mundo muggle en tres días, seria de mucha ayuda que lo recibieras y me asignaras una habitación. No me preguntes cual, simplemente espero que tus gustos cubran mis necesidades.

Quien te aprecia, y esta agradecida por ofrecerle calor de hogar.

Mekare Dalit.

 

La nota no era muy explícita, aunque la pelirroja ya estaba en el pueblo, quería organizar su vida antes de involucrarse de lleno a su familia adoptiva. Por su falta de tiempo decidió mandar a su elfo personal a llevar el mensaje, y cumplida su meta, este desapareció en un chasquido, pues debía cuidar a la pequeña Alira.

Editado 19 de Febrero del 2014 por Mekare Dalit

[Roxanne Rambaldi]

Roxanne Rambaldi, Directora del Departamento de Transportes Mágicos.

Activación red flú y hechizo anti aparición.

Llevaba más de una hora ante las puertas cuando finalmente un elfo doméstico me dejo entrar al Castillo Crowley y luego de mostrarle mi acreditación como directora del departamento apresuró el paso hasta llevarme a la chimenea principal. En ese momento mi único pensamiento era terminar pronto con los servicios ministeriales que Claudia había pedido el día anterior en medio de una discusión entre un empleado y una clienta, era una buena anécdota para contar, pues luego que todo hubiera pasado y la tensión entre ambos jóvenes acabó, las risas vinieron.

 

Estando al frente de la chimenea me pregunté cuantas veces habría hecho una conexión por red flú. ¿Cien? ¿Doscientas? Realmente nunca lleve una cuenta, y no era momento para empezar a contar cuando ya casi cumplía dos años en el departamento. Saqué la varita de un bolsillo interior del abrigo y la dirigí hacia las llamas, que apagué con un golpe en el aire. Completé la activación lanzando un hechizo que conectó el Castillo Crowley con la Academia de Magia y Hechiceria, el Ministerio de Magia y el negocio Doyle´s.

 

Las murallas fueron las siguientes, alcé la varita en dirección a estas, y como si de un hechizo protector se tratara una fina tela se adhirió a los muros protegiéndola de extraños que quisieran aparecer en medio del castillo bajo las normas que los patriarcas habían escrito: Los patriarcas de la familias pueden aparecerse en cualquier lugar del castillo. Los miembros de la Familia Crowley y amigos de la misma, se podrán aparecer en los dos primeros niveles del Castillo, jardines externos y plazoleta interna. Todas las personas fuera de la familia deberán aparecerse quince metros tras las rejas.

 

La varita volvió a su bolsillo dando por finalizada la activación frente a los ojos del elfo doméstico. Ahora solo quedaba registrar los servicios y descontar los galeones en Gringotts, cosa que haría en cuestión de días, cuando el negocio estuviera listo al igual que su registro. Me despedí del elfo luego de enviarle con este un mensaje a los patriarcas sobre los servicios, para luego salir al helado exterior y desaparecer fuera de las rejas de la propiedad rumbo a Londres, cerca del Ministerio de Magia.

[Ada Camille Dumbledore]

Ingrese tranquila por el jardín moría de ganas por ver a mi padre, ademas que no conocía a helena y bueno era justo y sano que el supiera que tenia una nieta después de haberme desaparecido por suficiente tiempo para que el ni siquiera se hubiese enterado de eso.

 

Entre directamente a la cocina y aclare la garganta para ver si aparecía alguno de los elfos para que me dijera algo del paradero de mi querido padre.

 

Acomode a helena en los brazos pues estaba dormida y ya pesaba bastante, le coloque la cobijita lejos de su rostro para que no la sofocara, pues allí ya estaba haciendo mas calor que afuera

[Franck Lovegood R.]

No sería la primera vez para el Lovegood que visita el castillo Crowley. Ya lo había hecho en una ocasión para visitar a Marissa. Con tan solo recordar su nombre se le venían a la mente las pocas veces que se cruzó con ella, en su boda, en el ministerio, en la academia. ¿Por qué ella? ¿Por qué tenía que ser la chica de la cual se había enamorado durante su tiempo en la academia? ¿Por qué seguía manteniendo intacto esos sentimientos hacia ella, sabiendo perfectamente que él está casado y que ama a su esposa? Esas eran algunas de las preguntas que todavía no logró resolver.

 

El Myrddin se obligó a quitar esos pensamientos de su cabeza por el momento, ahora se encontraba cruzando aquella reja metálica que le daba la bienvenida a los terrenos de la familia. Caminó lentamente por los jardines, que siempre se veían bien cuidados, hasta que llegó a la puerta principal, la cual golpeó tres veces esperando a que alguien lo recibiera. Ansiaba ver de nuevo a su querida hermana.

[Valent]

Se removió en su cama echando todo lo que tenía alrededor. Hacía unas cuantas horas que estaba durmiendo y ya era hora de que despertase. De vez en cuando fruncía el ceño, sonreía o echaba alguna que otra lágrima. Parecía que estuviese en un mundo realmente bipolar dentro de sus sueños, ¿qué estaría pasando dentro de su cabeza?

 

Bueno, lo único que les puedo decir era que estaba teniendo un sueño muy extraño con Mery, su prima a quien no veía desde hace muchísimo. En el sueño estaban algo así como enamoradas, muy extraño, más que extraño. Más aún teniendo en cuenta que Valentine ya tenía novio y... claro, que Mery Haughton es mujer y… Valent también.

 

Suspiró y dio otra vuelta poniéndose de cara a la única almohada que quedaba en la cama. Las sábanas estaban envueltas alrededor de su cintura y las mantas que tendrían que cubrirlas estaban tiradas en el suelo en distintas direcciones. ¿Quién sería capaz de despertarla de su largo sueño? ¿Vendría Alex a sacudirla para sacarla de su rara fantasía?

Editado 26 de Febrero del 2014 por Valent

[Juliene Black Lestrange]

»Castillo Crowley«

 

Las llamas de la chimenea de su oficina en Doyle's la absorvieron por completo enviandola hacia los confines del castillo de sus socios y amigos. Sonrió. Desapareció todo rastro de polvo adquirido durante el viaje de una chimenea a otra con tan solo un gracil movimiento de varita. Tomándose unos minutos para admirar la tranquilidad que el interior del hogar Crowley le ofrecía, todo parecía seguir como antes.

 

La ultima vez...el patriarca de dicha familia luchaba contra la vida y la muerte, mientras ella se aventuraba a seguir los pasos de Sol, exponiendo la vida de ambas sólo para hallar al culpable de que León Crowley estuviese padeciendo en una cama. Curioso era como la vida solía dar vueltas y ahora ese hombre era otro de sus compañeros en la Marca Tenebrosa. No había tenido oportunidad de conocerle, pero ya encontraría el momento indicado.

 

-- Y ahora resulta que el vago de Cygnus también es patriarca -- había estado a punto de echarse a reír cuando la noticia llego a sus manos, darle responsabilidades a alguien que solo vivía para divertirse era tan.. irónico. Ni modos, ella sólo era una visitante ocasional, así que mucho no debía opinar.

 

El salón principal le dio la bienvenida en medio de su andar y una punzada de dolor atinó su pecho.

 

-- Santus...-- el nombre salió de sus labios sin poder prevenirlo.

 

Y es que había sido allí donde había visto al Tonks por primera vez. Enfermera, le había llamado en esa ocasión y aun con todo lo que habían vivido nunca llegó a saber por qué utilizó tal adjetivo. Era esa la razón principal por la que había decidido alejarse del castillo por un buen tiempo, temía enfrentarse a los recuerdos y al vacío de un amor que simplemente no podía ser.

 

Por eso y muchas cosas más es que portaba el anillo con que había sentenciado su vida a una larga infelicidad. Se casaría pronto con un hombre que no amaba, pero que le brindaría la estabilidad que Santus Crowley jamás podría darle. Y aun sabiendo esto se dejo caer de rodillas al suelo en ese lugar donde el vampiro se había hecho pasar por muerto durante segundos, sonrió ante el recuerdo, no tenia idea de qué había visto en ese desquiciado ser pero si de algo tenia certeza es de que debía olvidarle.

[Alex Dominus]

El Crowley tuvo una noche agitada y atareada, por lo que decidió ir hasta el castillo Crowley a descansar en su dormitorio. Alex estaba durmiendo plácidamente en su cama con su tejano negro y sin remera, exhibiendo su fuerte musculatura bien definida. Dormía quieto como una roca de cara abajo como un bebé, por el cansancio no soñaba nada y al parecer iba a dormir todo el día... si alguien no viene a molestar antes.

 

Unas cuantas horas más tarde, Alex se levantó de la cama, se acercó a la ventana para tener una idea aproximada de cuantas horas había dormido. Pensó que durmió unas diez horas aproximadamente pero el sol que apenas empezaba a salir indicaba que ni siquiera alcanzó ocho horas de sueño. —¡Valent!— pensó de inmediato. Se había olvidado de saludarla a su novia ayer cuando llego a la mansión.

 

Con los mismos tejanos y sin remera, Alex se dirigió a la habitación de su novia, Valent para darle los buenos días. Camino por el pasillo pasando unas cuantas puertas hasta llegar a la puerta de entrada a la habitación de Valentine y sin golpear, Alex movió la manija e ingresó a la rosada habitación. La joven aún seguía en la cama y Alex no quería despertarla pero tampoco quería marcharse. Se acerco con cuidado a la cama y se acomodó al lado de la niña con mucho cuidado y antes de recostar su cabeza por la almohada, le dio un beso en la colorada mejilla de Valent.