►—Castillo Crowley—◄ (MM B: 96477)

[Jank Dayne]

- Caramba...

Un río de bases empezaron a arribar el pretencioso castillo. Miró a Rías bajando los labios, tratando ser sarcástico, sabiendo que ella no podría ver el gesto. Hank se giró y quedó frente a todos los presentes.

- Ardius... Strellatus

La visión de Claudia, Rías y Sthepen se nubló enseguida luego del poder de su magia. Sus ojos no podrían proyectar una visión clara por un buen tiempo, o al menos el suficiente como para llevarse la victoria ese día. Estaba sobredicho, de hecho. No pudo escuchar las palabras de Marissa, debido al Silencius de Adryaine. Se ahorró una rumba de excusas, respaldadas por la defensa de los mortífagos.

- << Confundus >> pensó, para que la mente de Radamantys se quedara en un lapsus de tiempo sin demasiado por hacer para zafarse, quedando suspendido en el olvido de sus confusiones.

Ordenó, entonces, que su hipogrifo pasara por entre la espalda de Rías, encanchando sus uñas en la espalda, levantandola algunos metros y arrojandola al piso de boca. No sin antes, claro, recibir el impacto del Expelliarmus, pues voló desde su posición del árbol hasta su posición segundos antes que Sthepen atacara. A la final, hizo un Sectusempra a toda voz, que iría justamente al pecho de Rías.

OFF:

Salida inválida de Claudia. Expelliarmus de Adryaine impacta en su varita, y ningún personaje puede salir sin ella. Además, está muerta debido a que pasaron dos turnos y no se curó del envenenamiento. El Sectusempra de Radamantys queda inválido (desviado) al no poder apuntar tras el Strellatus de Bínfeyd.

[Marissa A. Black Crowley]

A Marissa le costaba caminar, pero aun así no se dio por vencida y continuo, la acompañaba una mortifaga, así que podía decirse que si estaba un poco más segura. Al menos tenía presente que no moriría ahora. Siguió corriendo, bajando por las escaleras traseras. Hasta que encontraron la puerta de salida, y continuaron saliendo hasta los jardines para que sea adecuado.

 

Sentía dormida ya la una de sus piernas, pero aun trataba de continuar corriendo. Le habían quitado la varita y no había mucho que podía hacer así. Ni siquera hablando, pero bueno. Ya sin varita la rubia se encontraba indefensa. Seguramente se encontraba ya con un aspecto horrible, aguantándose las lagrimas de dolor, con los ojos llorosos, y la cara rojiza. mier**, si que le habían arruinado el momento.

[Adryanie]

Adryanie

 

Justo antes de pronunciar segundo hechizo no lo pudo hacer fue su corpus pero poco le importó. Podía volverlo a conjurar era lo de menos. Ya que esta silenciada no podía hacer más que hacer hechizos en los que fueran no verbales. Apuntó a Kritzai y pensó — Disparo de flechas— Doce flechas fueron de su varita directas al cuerpo del mortífago Kritzai impactadno en sus miembros superiores e inferiores causándole heridas graves. Tendría que curarse rápido.

 

Y auna vez recuperada la voz volvió a apuntar a Kritai y dijo —Silencius—Una vez más haciendo que el hombre se quedara sin habla por un tiempo, evitando que pudiese realizar muchos de los hechizos que ocuparía de su voz para poder efectuarse correctamente. Se alejó un poco más de ellos ya que notó que algunos si estaban un poco más cerca de ella de lo que ella hubiese querido, así que se alejó al menos a 7 metros de cualquier mortífago y al menos 3 metros de los miembros de la orden.

[Perseus Myrddin]

El castaño frunció el ceño. De haber ganado su marca no tendría porqué enterarse de de los eventos en los que era requerido de aquélla forma tan absurda; pero solo era cuestión de tiempo. De una u otra manera tenía que demostrar su lealtad, y defender aquéllo que debía ser defendido de los insulsos "restauradores de la paz". Las comisuras de sus labios se curvaron en una inescrutable sonrisa ¿satisfacción o ironía? Quizás algo de ambas. Por la mente del demonio pasaban demasiadas cosas.

Salió inmediatamente del castillo, usando el medio más rápido que sus medios pudieron ofrecerle: su velocidad -!ca***o! -masculló para sí el Myrddin, pensando en las dos veces que había interrumpido sus exámenes de aparición por tonterías. Tendría que considerar cerrar aquél ciclo.

Su capa ondeó con el aire, ésta le cubría de pies a hombros, y una capucha su cabeza; conforme se acercaba al castillo Crowley cubrió su rostro con una máscara negra que solo él podría retirarse. Pronto estuvo en los terrenos, y salió listo de entre los árboles, sin haber visto nadie la forma ni el momento en que había llegado; descubrió a la bandada de fenixianos cerca de allí, y se unió a sus compañeros. La varita lista en su diestra, a buena distancia del enemigo se puso en guardia...

[Rías W. Loveless]

-Episkey- sus ojos quedaron sanos por completo, recuperándose lo suficientemente rápido del único hechizo que le alcanzo como para seguir corriendo con Marissa, que aun herida parecía moverse bastante bien aun con su tobillo malo. Con una sonrisa bajo la máscara Rias corrió hasta llegar a los límites del terreno de la residencia de los Crowley. –Sectusempra- exclamo apenas volteando hacia atrás y apuntando al odefo (hank) para que este quedara con una herida en su pecho, que de no curar le mataría a causa del desangramiento, justo como el Sectusempra que el había intentado lanzar le a la bruja no había conseguido a causa de su avis. -Bien sigue corriendo o sere yo quien te mate-.

[Balderik Von Alexandros]

Stephen Kenobi

 

Todo lo que Stephen queria era pasar un buen momento ueleando —Bueno dime chica como estuvo todo he? de que te acusasn—Pregunte de lejos hacia Marissa aunque solo abia quien era por que todos parecian conocerla(? mi mirada vago por el lugar contabilizando rivales asi como viendo a los que estaba de momento de mi lado, levante mi varita en batalla casi de esgrima, como lo habia visto en una pleicula y esperando mas ataques de esto—Sectusempra—Dije fuerte mientras de mi varita salia un rayo verde que impacto en el pecho de una auror Adryanie, esta ataco a una persona que no estaba, esperando verle heridas sangrantes muy letales que le cusarian la muerte.—Sectusempra— palabra de mi varita salieron un rayo verde igual que el otro que viajo a ella Adryaine hacia la misma rival que impactarian en ella provocandole heridas severas con nesecidad de curarse todo empleado para un dolor fisico, esas y que era bello eso

[Rías W. Loveless]

Ya con la rubia a su lado y fuera de la residencia de la familia Crowley, llamo a uno de sus elfos domesticos, o mejor dicho el elfo domestico de su casi hermana Koa, y salio del lugar rumbo a cualquier otro, aquello no importaba en lo más mínimo, pues ambas habían salido de la acción, cosa que aun que molestaba de alguna manera a la castaña no dejaba de hacerle sentir bien por salir con vida, pero siempre con el malestar de abandonar a sus camaradas sangre pura (? ya fuera de los terrenos, es mas, del lugar por completo desaparecieron ambas brujas y elfo hacia el infinito y mas allá, cualquier lugar que no fuera aquel, pues justamente ese en aquel momento no resultaba especialmente tranquilo para disfrutar.

[Adryanie]

Adryanie

 

Debido a que había quedado sin protección debido a que no le dejaron conjurar sus hechizos de defensa correctamente, volvió a prepar sus defensas —Corpus Patronus— Dijo otra vez haciendo aparecer en esta ocasión un caballo adulto bastante grande que básicamente era casi del mismo tamaño de ella, se colocó frente a ella dispuesto a evitar cualquier hechizo y hasta poder embestir a cualquiera que intentara dañar la integridad de su creadora.

 

—Morphos— Dijo de nuevo haciendo que de una lámpara que había cerca y se transformó en una abeja africana también conocidas como asesinas por su poderoso veneno mortal que al inyectarlo en el cuerpo de cualquier ser vivo haría que su muerte fuera rápida y dolorosa. Ya lo usaría. contra alguno de los mortífago. No era una defensa como tal pero si un ataque de reserva para cualquier inconveniente.

 

La mujer trató de salir la mujer culpable de los hechos y de que todos estuvieran ahí pero por supuesto ¿Cómo iba a salir de allí si Adryanie aún poseía su varita en la mano?

[Claudia Crowley]

Ellos no perdían el tiempo. Su mano derecha rápidamente se introdujo en el bolsillo trasero de su short. El cálido tacto de Lea sobre su piel, fue el aviso de que estaba preparada para responder de igual forma a los que serían sus enemigos aquella noche. La apretó con fuerza, dejando escapar un suspiro y una grosería. Esperaba salir con vida de aquella situación o al menos ilesa, aunque era algo que dudaba.

 

Claudia tronó sus dedos, y una adrenalina que hacía mucho no sentía en su cuerpo, se apoderó de ella. Pero antes de poder defenderse o atacar un rayo impactó en ella. No dudo en curarse de inmediato, apuntando hacia la reciente herida sangrante y pensando el hechizo necesario <<Episkey>>

 

—¿No se cansan? —murmuró entre dientes y un hechizo más fue hacia ella. Sus ojos comenzaban a arder. Llevó sus manos, frotándolos por un instante, para luego agitar su varita y pensar una curación más <<Episkey>>

[Marissa A. Black Crowley]

— JUDE — llamó, y en instantes tuvo a su elfo enfrente. Él ni preguntó, al ver a su ama de esa forma, sigo corriendo con ambas, Marissa y la mortifaga.

 

Comenzó a pensar a donde podría llevar a su ama, necesitaba que alguien la cure, enseguida. De lo contrario moriría. Sólo pudo pensar en una solución, volverla a llevar al lugar de donde había venido. Corriendo, terminaron saliendo de los jardines, y de cualquier territorio dentro de los límites que no permitían la desaparición a fuera de los terrenos del castillo.

 

Jude tomó a las chicas de ambos, brazos, sujetándolas y con un “click” desaparecieron del lugar sin dejar rastros. Los había trasladado aquel lugar en donde sabía que su ama había sido tan feliz, donde había vivido casi toda su vida. “Rumania, no estaba tan lejos como parecía.” Le escuchó decir, o quizás sólo lo imaginó, porque no sabía si Marissa seguía del todo consiente.