►—Castillo Crowley—◄ (MM B: 96477)

[Adryanie]

Adryanie

 

Adryanie por alguna razón se había concentrado en su compañera Mei que luchaba contra un hombre recién llegado que al parecer también iba sin máscara ¿Qué pasaba con los mortífagos de ahora? Antes no solían quitarse la máscara que llegaba al punto que hasta creía que la tenían pegada a su rostro con alguna especie de pegamento. Había quedado absorta mirando la pelea hasta había bajado la guardia por un momento y veía como se lanzaban hechizos. En algún momento pensó en intervenir y ayudar a Mei ¿Pero que pensaba? Mei podía más que sola contra un mortífago, la conocía y sabía que pocas personas en la orden eran tan buenas en duelos como ella. Así que la dejó sola ya que de cualquier manera vio entrar a otra figura más a la épica batalla.

 

—Limitate— Dijo Adryanie contra Hades antes de que el hombre pudiese si quiera pensar nada más, por supuesto aquel hechizo limitaría como decían su significado el poder del mago. Quedando con muy pocos hechizos a conjurar.

 

—Episkey— Dijo Adryanie acordándose que ese era su último turno para curarse de aquel sectusempra mandado por Sthepen hace dos turnos atrás, las heridas poco a poco volvieron a sanar por arte de magia, quedando renovada totalmente.

[Vrael Myrddin]

Sectusempra -- dije adelantandome a una de las silenciadas maniobras de Hades, mi rayo viajaba directo a su pecho el cual impactó luego de unos segundos de recorrer la distancia que nos sepraba -- No debiste venir esta noche... -- multiples heridas sangrantes salieron del pecho del mortifago en breve se desangraría, entonces mandé a mi oso a morderle las manos, primero la mano que portaba la varita y luego la otra, mientras mi lobo le mordía ambos muslos. el mago estaría muerto en breve -- Floreus -- dije sin mas para que cualquier intento por tratar de hacer algun hechizo no funcionaría, en lugar de ello simplemente saldría un hermoso ramo de flores silvestres de muchos colores. eso sin duda sería mucho mas lindo que cualquier hechizo que tratara de hacer el recien llegado en contra de mis compañeros. simplemente les estaba dando tiempo a mis camaradas y la posibilidad de neutralizarlo en el acto

[Hades Ragnarok]

Miró a sus compañeros quienes estaban defendiéndose o atacando a quienes les querían hacer daño. Una mueca había aparecido tras su mascara mortifaga, debía hacer algunos movimientos cada vez mas rápidos y precisos. Un movimiento de varita sería suficiente para lo que pensaba hacer. Aunque antes de eso el hipogryfo que habia comjurado se atraveso frente al sectusempra que habia lanzado lisa comntra el vamopiro

-¡Séneca!- dijo. Ahora Mei sentiría la rápida deshidratación en su cuerpo y garganta, no podría atacar hechizos verbales por un buen tiempo.

-<<Come to the edge, he said. They say, we are afraid. Come to the edge, he said. They came. He pushed them... And they flew>> -pensó para sí mismo.

-¡Absorvere!- dijo claramente. La victima de aquel absorvere eran las manos donde Adryanie, Mei y Bínfeyd tenían sostenidas las varitas, más específicamente a las falanges que permitían el agarre de ellas. Se romperían y no podría agarrarlas más.

El ragnarok rapidamente levanto la vista para observar aquellos 2 fuegos negros que comenzaban a crecer cada vez mas rapido y hacerse mas poderoos. Sin mas el cainita volvio a mover la varita, esperaba que aquello pudiera ayudar a sus compañeros en aquella batalla, sin mas apunto hacia donde sen encontraba aquel speudo defensor del bien.

-<<¡Confundus!>> -pensó apuntando a Mei. El efecto seria inmediato. Ahora quedaría confundida y desorientada.

[Perseus Myrddin]

El demonio dejó clara su invitación, y pronto uno de ellos envió a su mascota a atacarlo -¿en serio? -ironizó el Myrddin, apuntando rápidamente su varita hacia el enorme oso que ya casi tenía encima, con las fauces abiertas y listo para dar la mordida -Sectusempra - Si, el demonio se volvía repetitivo, pero su ánimo decaía ante lo ataques fenixianos, que parecían un grupo de artistas de circo: animales "adiestrados", juego de luces y trucos de magia. El rayo impactó en el oso, a menos de un metro de distancia, y cayó al suelo también, herido de gravedad y en poco, muerto... tal como el hipogrifo.

El osado fenixiano envió un rayo hacia el demonio, dándoles a sus pequeños gorriones un motivo para cumplir con su destino. Las 12 avecillas que el castaño había invocado, se interpusieron recibiendo el rayo por él; el Myrddin suspiró profundo, y bostezo con fastidio -Embrujo punzante -masculló, solo para romper la monotonía de sus hechizos. El rayo salió despedido, directo a Vrael, impactando y produciéndole el conocido dolor agudo que le causaba el hechizo conforme se desconfiguraba su rostro...

[Fernando Black]

-Mi hermosa, hermosa voz silenciada- pensó con amargura el viejo patriarca de los Black, cuando vio que sus intenciones de conjurar las llamas malditas eran frenadas por aquel sencillo conjuro. No estaría dispuesto a correr el riesgo de volver a ser silenciado por lo que apenas se limito a conjurar un sencillo hechizo no verbal. –Séneca- susurro esta vez a toda velocidad, mientras sentía como su varita vibraba. Podría haber intentado atajar aquel conjuro, pero el intercambio le parecía justo. Era una cuestión de estrategias.

 

-Fuego Negro- susurro apenas su varita dejo de vibrar producto del hechizo limítate. Gracias al anterior hechizo ahora solo podía ganarse la vida tratando de mantenerse con vida a base de efectos. Si quería mantenerse en el juego era momento de llevar a cabo una pequeña estrategia que le permitiera sacar ventaja. Esperaba que en medio de todo aquel embrollo la bruja no se diera cuenta de la bola de fuego que había aparecido cinco metros encima de sus cabezas. –Absorvere- siseo rápidamente, apuntando a su muñeca. La idea era romper los huesos que ahí se encontraban para que el sujetar la varita se volviera una tarea imposible.

 

Poco a poco el ruido que los rodeaba hacia unos instantes se había ido desvaneciendo. Era una lástima que hubiese decidido meterse a la refriega tan tarde, comenzaba a disfrutar aquel encuentro.

 

Off:

 

Mei, puedes ignorar tranquilamente cualquier ataque que no provenga de mi varita

[Lisa Weasley Delacour]

- Increible contra ataque - Le dije a quien era mi mejor amiga, sobrina y ahora alto rango. La mujer se movia cual felino alrededor de su posicion, acechando a Fernando Black, vale que el era una leyenda viva de la marca, pero no se habia topado con una rival facil. La castaña iba a darle batalla y yo me sentia plenamente orgullosa de ella por ello. Mi distancia entre el combate y todos los rivales que poseia era de unos diez metros, obviamente sabia bien que me tenia que cuidar. No tenia defensas, pero pronto las crearia

- Silencius - El absorvere de Hades no salio, porque mi efecto dio de lleno en su cabeza, intercalandole de mala manera sus conjuros, yo ya no sabia donde estaba, in que hacia, solo sabia que tenia que detener todo lo que aquel hombre le enviaba a mi demon hunter

- Morphos - Pronuncie creando de una de las estanterias un aguila real. El animal, el rey del aire era enorme y precioso, era sencillamente perfecto para lo que tenia en mente - Ve hacia el fuego negro y cargatelo - Mi ave obedecio al segundo, se inmolo y acabo con la amenaza. El fuego negro no seguia alli.

[Jank Dayne]

Tragó saliva, tal cual como en las series de televisión muggles. ¿Desde hace cuánto no sentía un presencia tan poderosa, oscura y precisa dentro de una batalla? Muchas lunas. Muchísimas. No era precisamente un sacerdote, pero diferenciaba entre la igualidad que emanaban la mayoría de los mortífagos con la que Fernando imponía en el sitio. No le atemorizaba; no había motivo para hacerlo cuando sus ojos ya habían visto lo peor. Solo restaba que, por el bien del honor, nada fuese interrumpido.

Fue así como se interpuso a Hades. De espalda a Mei, que le daba el frente a Fernando. Conjuró un Ardius "Confundus" que lo hizo estacionarse en un vacío mental potencialmente dañino, donde solo encontraría frustración y nada para consolarla. Y, por supuesto, no dejó que el Absorvere saliera en contra de ninguno de sus compañeros, por haberlo confudido antes de que lanzara el encanto. Le dio la orden a su hipogrifo que enganchara sus pezuñas en el Expectro Protego de Hades. Lo distraería lo suficiente, al menos como para que el Sectusempra de Lisa viajara con toda tranquilidad. Lo mismo hizo su araña viuda negra, la cual, bajo ordenes, fue en marcha a picar el tobillo descubierto del pie izquiero de Hades. Solo había una suave media ahí, por lo que la mordida fue más que efectiva.

- Limitate - el hechizo dio de leno en la varita de Hades, limitando sus acciones mágicas drasticaente.Ordenó entonces a su Billwying a picarle en el cuello, haciéndole levitar más tarde. No obstante, iría justo después a extinguirse junto con el fuego negro de Hades, para anularlo de igual forma. A la final, bastó con un Floreus para que en la varita de Hades no funcionara el Confundus que planeaba hacer contra Mei.

[Binny Evans]

Bínfeyd no podía evitar sentirse interesada por Mei y el otro hombre. Aunque notó errores menores, no negaría jamás que el expectáculo dado era excelente. Eso hasta que alguno muriera y de seguro sería pronto, porque ya tenía hambre(?). Mas no todo podía ser diversión, Evans tenía que trabajar. Trabajar para el bando,claro. Una de sus promesas era hacerse cargo del bienestar de la población mágica y Hades era un peligro... En lo que cabe, claro. Así que levantó la varita y susurró— Ardius... —era indispensable por el momento— Maldición Flagrante —la túnica de Hades ardió de inmediato provocando quemaduras graves. Necesitaría curarse antes de continuar.

 

Un nuevo movimiento de varita acaparó la atención— Levicorpus —, pues Bínfeyd no movió los labios. Hades estaría de cabeza en el momento, y justo cuando intentaba realizar un segundo fuego negro.

 

—Bien... esto aún no termina —le comentó a Jank, si es que le escuchaba, claro. Todos estaban muy atentos al duelo del costado—. Confundus —Hades caería en grave confusión. Nada podría hacer.

[Mei Black Delacour]

Podía sentirlo, su piel se erizaba, sabía que estaba jugando contra un contrincante potente, más aún su vida estaba en juego, ¿pero cuándo no lo había estado? La había dado tantas veces en otras situaciones, que luego se había dado el lujo de no morir, o siquiera salir herida de una situación de batalla. Pero en aquel momento, un presentimiento la invadía, era como si algo malo estuviese por suceder…

 

–Shiiit – murmuró en cuanto vio el nuevo mortífago que ingresaba. Sabía de quién se trababa, era ni más ni menos que su rival particular, aquel que pocas veces se cruzaba, y allí estaba, y ella ¡ocupada!

 

Antes de que pudiese seguir distrayéndose, notó cómo su contrincante volvía a atacarla, y esta vez, para su desgracia, con un séneca. Sólo una opción viable le quedaba, sólo una, y tendría que utilizarla sabiamente.

 

–Corpus Patronus – dijo, alzando la varita y logrando que de ella volviese a salir un ave fénix de un tamaño adulto, el cual rápidamente comenzó a dar vueltas encima de ella. Justo después de eso, Mei vio que Fernando volvía a mover los labios, por lo que supuso que había ejecutado algo, pero nada sucedió inmediatamente. Llevada por la experiencia, observó a su alrededor, viendo que por encima de él había invocado un fuego negro.

 

–Nada mal para un veterano desaparecido – alcanzó a decir justo antes de que su voz fuera consumida por la deshidratación. Levicorpus pensó seguidamente, haciendo que el Ángel Caído quedara colgado de cabeza a unos dos metros de altura, y acto seguido, sintió un fuerte dolor en la muñeca que al instante, su fénix no tardó en curar, derramando dos lágrimas equivalentes a dos episkey para dejarla sana casi al completo de aquella herida.

 

Gubraith pensó nuevamente, pero esta vez una pequeña llama de fuego eterno apareció y de inmediato proyectó sobre los pantalones que Fernando llevaba puesto en ese momento, haciendo que ardiera eternamente y le causara heridas que irían empeorando con el tiempo.

 

 

OFF: Gracias por el aviso xD

[Groter Shulton Granpié]

Era momento de seguir con los ataques, así que sin esperar otro segundo me dispuse a mirar al mortífago que al parecer era el siguiente en la lista así que sin esperar ni un segundo apunté a un armario grande el cual me serviría para seguir atacando a quién le tocara el turno.

 

- ¡Morphos!

 

El armario de inmediato se convirtió en un lobo grande, gris joven pero maduro, lo suficientemente grande para hacer un daño letal a sus oponentes, así que sin esperar ni un segundo el lobo corrió hacia Hades para morder ambas manos, para que se le hicieran dos heridas débiles y así no poder actuar bien con su varita, el siguiente segundo le indiqué a la araña que conjuré anteriormente que se subiera por la espalda del mismo Hades y lo picara en el cuello, lo cual lo dejaría envenenado y debería curarse pronto, luego dirigí mi varita hacia el mismo Hades para terminar mis ataques, al menos por ahora.

 

- ¡Sectusempra!

 

El rayo color verde salió zumbando a toda velocidad, tanta como un rayo así pudiera salir de rápido, se dirigía hacia el pecho de Hades, para causarle heridas graves y que ya tuviera tres heridas por mi culpa, el sectu, el lobo y también el veneno de la araña en su cuello.