►—Castillo Crowley—◄ (MM B: 96477)

[Billie Malfoy Crowley]

El imponente castillo Crowley era observado por una delgada joven pelirroja que llevaba tras de si un par de maletas, ese seria su nuevo hogar ya que pertenecía a la que creía era la honorable y ancestral familia Crowley.

 

-Nuevo casa... Vida nueva...- murmuraba para si misma mientras traspasaba las puertas del castillo hasta estar dentro del lugar.

 

Había varias personas alli, los cuales vieron de manera acusadora a la francesa recién llegada, algo pasaba y estaba causando terribles estragos en ese lugar, era un pensamiento bastante obvio ante las profundas miradas que ella recibía.

 

-Vengo en son de paz...- levantaba las manos para mostrar que estaba desarmada, su varita estaba camuflada como un palillo para sujetar su larga cabellera roja -Estoy aquí por que soy miembro de esta familia, Claudia Rambaldi Crowley es mi madre.-

 

Billie esperaba que aquello pudiera tranquilizarlos, al fin y al cabo lo que decía era verdad, no era culpa de ella que algo terrible pasara justo antes de que llegara. No era una muy buena primera impresión, pero ella no estaba allí para hacer amigos, debía estar con su madre, no le importaba los demás, tenia bastante claro que era importante o no.

 

-Solo necesito que me digan donde esta ella y los dejare atender sus asuntos.- su misteriosa mirada paso de un gris profundo a un intenso azul eléctrico.

Editado 1 de Octubre del 2013 por Billie Poisson

[Vrael Myrddin]

Vrael Philip Clearwater Tonks-Delacour Rubeoman

 

Una linda noche hacía en londres, el cielo azul profundo, alguna tímida nube pasaba por el firmamento, muy escuálida a decir verdad. Los arboles se mecían en con una suave brisa que los hacia bambolear como si bailaran un bolero a la luz de la luna. Los Profundos ojos del muchacho estaban fijos en una estrella fugas del cielo que parecía durar mucho mas tiempo del que lo hacia una convencional. Vrael estaba sentado viendo a la estrella a lo lejos venir hacia él. entonces este se asustó se incorporó en el acto, pero cuando pudo distinguir de lo que se trataba era un felino plateado, exactamente un Nundú, claro pero Vrael no era experto en zoología así que no supo la especie del felino. una voz le entrego un mensaje, la morada Crowley.

 

Con un movimiento astuto de varita, Vrael se despojó de sus cabellos quedando pelado pelado, así el color de este no le delataría, en su lugar una peluca rubia se calzó en la cabeza, se puso un traje de buceo submarino con una "R" grande y de color anaranjada en el pecho,ademas de un antifaz que fijo también al igual que la peluca con un hechizo de presencia permanente. Acto seguido visualizó el hogar de la familia y apareció fuera de los terrenos de la propiedad. - Confringo- dijo apuntando a la reja que explotó en el acto dejando un espacio donde el podía pasar.

 

- Ciudadanos del mundo mágico, no teman que aquí esta Rubeoman - dijo Vrael con tono pomposo y muy cómico, en verdad ni parecía que pudiera salvar a nadie, parecía mas bien un demente mal vestido solamente. luego vio a sus compañeros de la orden entrar en acción y guíandose por el sonido de el tumulto que se formaba, el muchacho se dirigió hacia ellos.

[Jank Dayne]

— Incárcerus

 

Soltó, como si despertara de un sueño. A esas horas no se culpaba, en realidad. Tres gruesas cuerdas mágicas salieron desprendidas de su varita como serpientes, pero incluso hasta más veloces. Ocuparían las muñecas, tobillos y ojos de Gyvraine. Entonces, quedaría imposibilitada de del uso de punterías y precisión con el arma, una pronta caída por cuestiones de equilibrio y sin visión. Ya estaría resuelta la noche en unos minutos. O segundos, si se quedaba todo así de callado.

 

Se volteó al instante, estirando la espalda y dándosela a la bruja agredida. De su varita salía una única punta de colores que se movía a la par que él. Y queriendo darle mérito, invocó un "Corpus Patronus" que hizo aparecer un gran gorila de lomo blanco. El aninmal lo miró unos segundos, y luego enfocó su feroz vista a la de Gyvraine, ya siendo afectada. Pronto le daría una buena razón para vivir. Y por mientras, sobaba su espalda. La mano parecía una hormiga entre esa enormidad..

[Mei Black Delacour]

Nueva gente iba apareciendo. Le sorprendió ver que una muchacha alzaba las manos, como quien se rendía ante la llamada policía muggle. Mei rió por lo bajo, no por burlarse de ella, sino por lo divertida que le estaba resultando aquella situación, allí, la ley eran ellos. Un recuerdo invadió su mente, un capítulo de Law & Order, aquella serie que transmitían en la televisión para gente sin magia.

 

–Tranquila, querida, no te haremos nada, – dijo en tono tranquilo a Billie, la muchacha que aún tenía los brazos en alto – sólo vinimos por ella ya que está acusada de vaaarios crímenes bastante inhumanos – agregó, señalando a Gyvraine, quien aún estaba perdida en los confundus, al parecer –. Claudia Rambaldi, ella… Sinceramente no tengo idea dónde está, ¿ustedes saben, chicos? – inquirió, mirando a Jank y Mey, aunque más al muchacho, pues sabía que la Potter Black no respondería a algo tan trivial.

 

–Corpus Patronus – dijo ahora, invocando un patronus que se volvió corpóreo con la forma de un ave fénix del tamaño de un cisne adulto, el cual permaneció aleteando justo arriba de ella, en el aire, dispuesta a defenderla de cualquier ataque que llegara de forma sorpresiva o no tanto.

[Vrael Myrddin]

De la nada Vrael vio aparecer a una mujer, que buscaba a su madre, pero en su voz se notaba la prepotencia con la que hacia su requerimiento, no creyó que esta estuviera en posición alguna de proferir tal tipo de exigencia y menos decir que dejaría a sus compañeros atender a sus asuntos, como si tuviera el poder de detenerlos.

 

- Alto ahí señorita, creo que no entiende la situacion, mis antenitas de tenebrismo detectan la presencia del enemigo en este lugar, por lo que sospecho que aquí hay magos tenebrosos... - las antenitas de tenebrismo de Vrael comenzaron a manifestarse apuntando al la muchacha Bellie Poisson, así que enarbolando su varita en lo alto con un movimiento exagerado dijo - Sectusempra - en el acto un rayo asesino comenzó a viajar hacia la muchacha, que de impactarle este le causaría heridas sangrantes que acabarían derramando toda su liquido vital por el suelo - Morphos- Dijo apuntando al calzado izquierdo de Bellie, el cual al transformarse en araña dejo al descubierto su empeine el cual no llevaba calceta, empeine donde se materializó la araña y le pico el veneno letal a la maga. la araña bajo rápida y veloz por el pie, con la orden de esconderse por los rincones o en algún lugar seguro en un surco de la tierra, y como en las peleas nadie se fija en el suelo nadie la vería pues todos están pendientes de los rayos luminosos pues son mas lindos.

[Jank Dayne]

Disipando su danza, se volvió hacia Mei. Era extraño hablarle en una situación así, que no fuese una orden o un llamado inmediato del que dependiese la vida de ambos o los demás. De hecho, casi no había oído su voz desde su ingreso en el bando (?) Pero logró asimilarlo. Echó una ojeada a Billie después, con cierto interés en su identidad. Por sus palabras no parecía esa bruja que se lanzaría a por tres magos con luces en el rostro, grandes cuerpos y criaturas imponiendo sus fuerzas por entre más de la mitad del jardín. Y de seguirla mirando se encargó el gorila.

 

— Para empezar hay que saber quién es Claudia — bajó los labios con sinceridad y alzó los hombros. Debía ser que estaba tan desactualizado en el mundo farandulero de Londres que ni de brujas populares se enteraba —. Pero ten por seguro que no buscaremos a nadie cuyo expediente esté limpio, niña. Así que te recomiendo que cuides tus juntas, porque con quienes lo haces casi siempre saca quién eres en realidad. Y supongo que no querrás verte así en un par de años.

 

No era precisamente el mejor consejero, pero había sido una mezcla de los tantos dichos de esos hombres sabios que morirían sin saber su nombre. El gorila se despidió con un golpe al suelo, y él respondió con una palmada en el brazo que, obviamente, se sentiría como las alas de una abeja. Resguardó a libra y con una señal de éxito, se perdió de vista del jardín. Cuando llegó a la puerta de entrada tomó sus zapatos por el acetato y se conformó con la humedad de la calle. Cinco cuadras hasta la casa no harían daño a nadie.

[Mei Black Delacour]

De pronto, sucedió algo que nadie se esperó. Repentinamente Vrael, quien era nieto por parte de la Delacour, apuntó con la varita a Billie, y casi al instante vio el movimiento de labios que el muchacho ejecutaba.

 

–¡NOOOOOOOO! – gritó de forma desaforada la Delacour, increíblemente a coro con la Potter Black. En cuanto vio salir el rayo sectumsempra en dirección a Billie, la Demon Hunter actuó por instinto, apuntó a Billie con su propia varita – ¡¡¡Aqueora!!! – bramó, logrando que una masa de agua apareciera y la cubriera desde todos los flancos, logrando de esa forma que quedara a salvo del ataque y de la araña que su nieto había intentado invocar para que la picara.

 

Suerte para todos que Mei había sido rápida para cubrir a la muchacha que ni estaba relacionada con la batalla, pero de haber tardado tan sólo un segundo más, quién sabe cómo habría terminado la cosa. Miró a Mey, quien de seguro le daría una buena reprimenda al chico, y no es que ella tampoco se la diera, pero no sería tan dura como lo era la otra Demon Hunter.

[Mey Potter Black]

Teniendo su atención completamente dirigida a la batalla (o pseudo-batalla) Mey apenas notó la irrupción de la muchacha al Castillo Crowley. Así fue como Billie pasó por completo inadvertida para Mey hasta el momento en que aquel muchacho aspirante a la Orden del Fénix se dirigió a esta. Momentos antes había estado a punto de echarle una fuerte reprimenda por haber roto el portó de entrada, pero aquello había sido demasiado.... ¿Quién rayos le daba autoridad para hablar de aquella forma con un neutral que ninguna relación con la guerra de bandos tenía? Su mirada no dejaba de estudiar de hito en hito cada punta de la enorme sala donde se encontraban, pero de vez en cuando se posaban en este, hasta que...

 

-¡NOOOOOO!

 

Rugieron Mei y Mey al unísono apenas escucharon el ataque de Vrael. Una sola mirada de la Demon Hunter bastó para enviar a su fénix hacia Billie, pero Mei había sido más rápida, y ya un poderoso aqueora se erigía en torno a Billie, justo a tiempo para interceptar el Sectusempra de aquel muchacho. Levicorpus pensó con furia contenida apuntando a Vrael, y el muchacho fue suspendido en un abrir y cerrar de ojos de un tobillo en el aire, justo antes de su morphos. Aún así la ola de agua pudo repeler al instante el poder de dicho hechizo, y Billie se encontraba sana y salva. No así Vrael...

 

-¡¿Pero quién rayos te crees para atacar así a una civil desarmada?! Liberacorpus!

 

Cayó Vrael de bruces al suelo. Su pecho ascendía y descendía al compás de una agitada respiración, cuando pudo llegar hasta su ubicación lo alzó de la pechera con una fuerza inaudita para una muchacha tan menuda como ella. Los ojos de Mey, enormes y de un azul hipnótico se enfocaron en los del aspirante sin clemencia.

[Mei Black Delacour]

Lo vio venir. La furia, aquella furia de la Potter Black que tanto la caracterizaba, aquella personalidad avasallante con la cual lograba imponerse como pocos lograban hacerlo. Aquella, era la furia de Mey al ver un acto injusto hacia un inocente.

 

Al instante, la Delacour se vio en la necesidad de intervenir si no quería que su nieto terminara vaya a saber uno cómo, aquella Demon Hunter no temía usar la fuerza con los suyos con tal de que lograra hacerles entender algo, o incluso imponerse. Con rapidez y una simple orden mental, la castaña envió a su corpus a que tomara a Mey por detrás con sus garras, dejándola en el aire e incapaz de dirigir un paso más hacia Vrael.

 

Sabiendo cómo era, dudaba mucho que Mei pudiera contener a su tocaya, por lo que había decidido enviar a su propio fénix, que tenía más fuerza que ella misma.

 

–Tranquila, ¡eh! ¡Tranquilízate! – le decía casi en gritos para llamar su atención – No ha pasado nada, logramos evitar muertes innecesarias – agregó, viendo que Billie aún estaba protegida por su aqueora –. En fin, vámonos, no tenemos nada más que hacer acá.

[Billie Malfoy Crowley]

Billie odiaba que la trataran como una niña, sabia que su apariencia mostraba que era mucho menor de lo que en realidad era, pero eso no impedía que pudiera actuar como alguien de mayor edad o defenderse. Pero en ese momento controlo su enojo ya que no la llevaría a ningún lado y era preferente que todas aquellas personas creyeran que era una indefensa chica.

 

De repente paso algo para lo que la francesa no estaba preparada, un ataque por parte de uno de los que alli se encontraban y seguido por la inmediata reacción de la mujer que le había hablado. Todo había ocurrido demasiado rápido y Billie no sabia como reaccionar, no tenia miedo, simplemente estaba confundida por todo lo que paso.

 

-Gracias por protegerme...- informaba intentando no sonar confundida -Creo que sera mejor que entre al castillo...- observaba como otra mujer regañaba a quien la había atacado -Así podrán arreglar sus asuntos y yo podre buscar a mi madre.-

 

La pelirroja sujetaba de nuevo sus maletas y esperaba a que la liberaran de la pared de agua que lar odeaba.