Castillo Gaunt • (MM B: 102403)

[Thoth]

Augurey volaba por el firmamento rumbo a la Gaunt, pues ya habían llegado a la residencia de aquella familia algunos invitados, era una lástima que ninguno de los dos novios se hiciera aún presente, pero no era el tiempo para eso, mientras que uno se encontraba en Gran Bretaña organizando todo, inclusive su belleza externa e interna, el otro se encontraba hablando con otro hombre fuera del país. Era extraño los eventos que se encontraba desarrollando, pero así era la vida, no siempre funcionaba como alguien lo planificaba, a veces habían sorpresas.

Al llegar la creatura al castillo dejo caer en las manos de la Black, una carta que iba dirigida por parte de los novios, dado que el mismo se preocupaba por su hija, esta tendría muchas pregunta, más aún, tendría problemas femeninos, que el mago jamás pudiera solucionar, fue por ello que acudió a la misma. Dado que eran de los pocos que habían llegado, dado que los otros se encontraban arreglando los preparativos para ir.

Carta, dirigía para @@Alegna Black

Querida amiga, lamento no poder estar y recibirte, pero te pido un favor y te lo agradeceré eternamente, es que acompañes a mi hija, si como escucha, tengo una hija, y como sabes no soy muy bueno con las damas, por lo que te pido que la ayudes en lo que puedas, su nombre es @@Jany Mandarina , espero que puedan ser grandes amigas, ella se encuentra en mi habitación.

El ave siguió su rumbo a la habitación de su amo, allí entraría por unos de los ventanales. Al mismo tiempo que esta ingresaría, se vería el hada que el mago poseía y los otros dos Micropuff en su habitación. Todas ellas tendrían la libertad de manejarse a libertad en la misma. Era exraño, pero el mago le gustaban las creaturas, desde el momento que comenzó su relación con Emmet, por eso busco adquirir algunas.

[Theodore Lestrange]

Era un día como cualquiera y al frente de aquella enorme edificación de piedra y color gris, un torbellino de humo aparece y se solidifica poco a poco hasta el punto de aparecer una silueta de una persona, viejo mago que había vuelto aquellos terrenos. Alguien que para su apariencia física podría aparentar todo lo contrario a lo que es realmente, dio algunos pasos atravesando los grandes jardines que custodiaban la entrada principal.

 

- Interesante…- Susurro tras la invitación de un mago que aún no conocía, pero tenía cierta noción.

 

Theodore iba con su ropa de costumbre un traje blanco con ciertos adornos en oro y tal cual cruce que se unían a su cinturón de cuero negro, una capa que llegaba hasta los pies. Cuando llego a la puerta centra esta fue abierta mágicamente, sin necesidad de mirar a su alrededor se dispuso a seguir, con un rostro serio sin expresión alguna.

[Thoth]

El mago se despidió de @@Sorvolo y le invito a la boda, sin antes de darle un beso en la mejilla por aquellos recuerdos que guardaba en su memoria, aquella que solo dos conocía. Al salir del local nota como la lluvia seguía cayendo y camino por las calles, detuvo con su mano un medio de transporte muggle y le pidió que lo llevara al aeropuerto, allí se abordaría un avión a Gran Bretaña, dado que no deseaba usar su magia, simplemente deseo moverse como un muggle, para que nadie le detectara. Las horas pasaban y todo parecía indicar que no llegaría, pues había mucho tráfico, en ese momento el mismo comenzó a fluir, al parecer había ocurrido un accidente, pero ya todo marchaba, para cuando por fin llega, aborda el avión, con solo un bolso como equipaje.

Dentro del avión observa por la ventanilla el avión despegar, reflejándose en la misma una nueva apariencia, dado que se había dejado crecer el cabello y cambiado su color, sin contar que había rebajado algunos kilos, para lucir lo más hermoso para la ocasión. Fue cuando comenzó a escribir un pedazo de papel algún leve escrito dirigido en esta ocasión a su amado, pero dudaba sus palabras. Y con puño y letra, uso una pluma y tina, esperando que turbulencia del avión no le dañara el escrito. Al momento de escribir algunas lágrimas se demarraron de su rostro.

Escrito, para @Emmet Haugthon Gaunt

Lamento no despedirme cuando se marchó mi hija, no haber estado esa noche con vos, pero sabes que te amo con todo mi corazón, al despertar no estaba ya a tu lado y no me dio chance despedirme. Espero que podamos dejar este trago amargo en el pasado y podamos fundir nuestras vidas en una sola, como las noches que pasamos en el Reino Reich, que fue cerrado por el Ministerio de Magia, pero no te preocupes, que volverá a nacer una leyenda, ese será nuestro amor.

Quisiera poder expresarte lo mucho que te amo, pero no hay palabras que puedan describirla, sabes recuerdo cada noche y cada estrella que veo en el firmamento son mis seres queridos, cada una se fue apagando con el pasar del tiempo, ya no recuerdo sus nombres, mis padres son parte de un pasado que no quiero recordar, quien fue mi prometido ya no es nadie para mí, mi todo eres tú ahora, inclusive mi hija, va ser parte de tu vida, solo espero que algún día te lo pueda expresar.

Allí una azafata le interrumpió y este dejo de escribir, se tomó un trago de jugo de naranja, comió algo y sin querer dejo caer trozo de papel, el mismo se fue volando. Al darse cuenta de ese detalle, le intento buscar, pero cuando se levanto fue regañado y se volvió a sentar, quedando perdida su mirada en la ventanilla, observando como las cosas se veían cada vez más pequeñas. Suspiro profundamente y se quedó dormido, ya luego volvería a escribir algo.

-Señor despierte, ya hemos llegado.- Le comento la azafata y todos ya se habían bajado, no sabía cuántas horas había perdido, pero no le importó, simplemente se dirigió al cafetín, comió y bebió algo. Se quita las gafas y marcha al baño, estando en este arde en llamaradas para desvanecerse, evocando una única memoria y ese era su hogar en la familia Malfoy. Este apareció fuera de los jardines, su familia ya se había marchado, quizás para su boda. Los elfos al verle no le reconocieron. Este toco la puerta y se marchó a su habitación. Y con un vela pluma, le escribió un mensaje a un joven que había conocido cuando paseaba por Hogwarts, para recordar viejos tiempos.

-@@Theodore Lestrange disculpa que no te recibiera, es que tengo que primero que arreglarme, ya luego más tarde me apareceré, igual sin mí no hay boda, ponte cómodo en el castillo de mi prometido, se que los elfos no son el mejor comité de bienvenida, pero seguro que te divertirás lanzándole algún hechizo, al menos yo lo hago, sin que mi novio se dé cuenta, dado que creo que le tiene aprecio a esas creaturas tan inservibles.

Luego que tomara nota la vela pluma, la envió por medio de un simple conjuro, sabiendo que le aparecía en forma de una flor de papel, que a las penas verle, se transformaría un vociferador con una voz algo chillona y molesta. Y acto seguido de hacer eso fue desvestirse lentamente, para tomar un baño, deseando ver a su prometido allí, pero conocía que el mismo se encontraba en otra parte. Cuando quedo desnudo, su ropa se encontraba en el piso, y camino hasta el baño, allí se adentró en su tina y se sumergió en burbujas, con una agua algo tibia.

[Alyssa Black Triviani]

- Bonito castillo – pensó la Black mientras se abría paso por los pasillos de aquel lugar.

 

Nunca antes había puesto pie en la residencia de los Guant, mejor dicho, hace demasiados años que no visitaba a dicha familia. La primera y única vez que lo hizo fue poco después de que se asentaran en Ottery, cuando su mentora Mel Black trajo de regreso las raíces de tan antiguo linaje. Luego les perdió el rastro, para ser completamente honesta, y recién ahora luego de tanto tiempo volvía a poner pie en aquellos dominios que le eran tan poco familiares; y el único motivo por el que lo hacía era su ahijado, Emmet.

 

Siguiendo las indicaciones que le había dado el elfo se introdujo en aquel laberinto de pasadizos abriendo en el camino un par de puertas equivocadas y filtrándose por algún camino que no era, pero al final supo encontrar la habitación correcta antes de que se le fuera el día en aquella búsqueda infructuosa. Golpeó un par de veces por mera educación pero ni siquiera se detuvo a esperar una contestación, se abrió paso sin más encontrando a un aturullado Nigromante que no dejaba de dar vueltas por toda la habitación.

 

- Emmet – suspiró la Triviani relajando los músculos en cuanto se encontró con el Gaunt - ¿Estas bien? Sabes que a mi puedes contarme lo que sea, incluso si de pronto tienes los pies fríos…

 

Aún conservaba la esperanza est****a de que lograría disuadirlo ante toda aquella idea del matrimonio, no es que tuviera nada contra su prometido pero es que sencillamente para la Black jamás habría nadie lo suficientemente bueno como para el Haughton. Y estaba lista en caso de que se diera la oportunidad, todo un plan de escape finamente trazado para cuando el mortífago expresara la más mínima duda al respecto, pero le basto con ver la reprimenda en su rostro como para suavizar la expresión hasta tornarla en una sonrisa.

 

- Vale, es broma – agregó rápidamente – Ven aquí…

 

Apuró unos pocos pasos hasta donde se encontraba el mago y lo estrechó entre sus brazos con fuerza, al separarse de él depositó sendas manos en el rostro del Gaunt y se quedó observándolo con suma atención. Podía detectar el pánico en sus ojos, el estrés en cada línea de su rostro, los nervios vibrando en cada músculo del cuerpo, pero también detectaba alegría y una emoción que no hacía más que crecer.

 

- Vamos a ponerte bonito ¿te parece? – sonrió al tiempo en que se alejaba de él rumbo al closet del mortífago.

 

@@Emmet Haughton Gaunt

[Theodore Lestrange]

Theodore quedo algo sorprendido con la forma de ser recibido en aquel castillo destacado, simplemente arqueo la ceja y quedo en silencio simplemente siendo imperativo algún comentario, solo dejo pasar el momento. Cuando se retiraba aquel mago que de algún modo lo había invitado aquellos aposentos que sin tener una noción acertada de porque tenía que estar allí solo le quedaba conocer el lugar…

 

Este joven mago si lo podríamos llamar así simplemente dio un vistazo al salón principal que comunicaba con las dos grandes puertas del castillo, sus innumerables adornos, lámparas, mobiliario, cuadro y demás personas que caminaban de un lado a otro, Theodore simplemente no sabía el suceso o lo que podría acontecer en el lugar, pero era cierto que para su educación fisgonear o mirar cosas sin su debido permiso no era lo más cortes, saco su varita de unos pequeños movimientos un pergamino y una pluma aparecieron mágicamente.

 

Theodore escribió algunas letras en aquel pergamino amarillo y arrugado, obligo a uno de los elfos de la mansión que fuese entregado al señor Darius, acto seguido Theodore se retira sin dejar rastro alguno.

 

 

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[Albus Severus Black]

Hacía días me había llegado un paquete de cartas a las que tome del buzón y las zumbe sobre la mesa de mi despacho en casa y no las abrí ni les di importancia. Esta mañana al despertar me provoco ir a sentarme en aquella mesa y las abrí.

 

Poco a poco fui viendo quien era los que me enviaban cosas y entre todas aquellas cartas vi una de mi amigo @Darius. El licaon me invitaba a su boda.. él ya me había hablado de aquel evento en ladurre, un negocio del callejón Diagon en el que coincidimos y compartimos un poco allí.

 

Vi la fecha y era ya! Vaya que vergüenza con darius sino llegaba. Salí disparado a arreglarme para irme a comprarle un regalo de boda y todo eso. Fui a ver que ropa me ponía y algo se me cruzo por la cabeza de pronto. Iría solo? Era algo un poco complicado compartir con darius.. Puesto que él .. Tenía la marca en sus brazos. Eso indicaba que en aquel evento iría gente de aquel lado y que de seguro ya sabía de mi nombramiento en el bando contrario..

 

A todas estas no le di importancia a eso y comencé a arreglarme. Volvió de nuevo el pensamiento de si iría solo y decidí enviarle a @@Reviguelle Fiorentini S. una nota. –hola preciosa.. Quisiera saber si quisieras ir conmigo a una boda. Es de darius. Si te animas a ir, debes estar lista en un par de horas princesa. Si puedes responderme esto te lo agradecería. Besos, Albus.- termine de escribir y se lo envié doblado como un avión.

[Thoth]

¿Cuánto debería esperar para ir al castillo de su prometido? ¿Quiénes irían al evento? Fueron las preguntas que pasaban por su mente y emerge del agua, haciendo que algunas gotas bajaran por su rostro y cuerpo. Chavez elfo de la familia aparece en su habitación, recoge todas sus prendas y al parecer se encontraba compitiendo con Cronos, elfo del mago, quien se encontraba buscando el traje que usaría ese día. Al parecer el mago no era muy bueno para eso, lastimosamente sus padrinos ( @@Fokker y @ Tonks ) eran unos vagos y no le habían ayudado para escoger uno, igual no importaba, lo importante era estar con su ser amado.

 

Al mover su cuello de un lado a otro suene ese crack típico del estrés que tenía para ese momento, allí le llega una respuesta de @@Theodore Lestrange y una sonrisa se le dibuja en el rostro, pensó responderle, pero era mejor si iba de una vez a ese lugar, igual no entraría al castillo. Por lo que mando avisar a su hija ( @@Jany Mandarina ) que iría, para eso utilizo a Chavez, dado que desde el baño dio la orden, dado que no deseo que el mismo lo viera desnudo. Al volver a sumergirse, se preguntaba ¿Qué traje iba usar? En verdad desaíra ayuda para ese momento, pero no se lo iba a pedir a los Malfoy, no les tenía simplemente confianza.

 

Al cabo de un rato vuelve a surgir del agua y se recuesta su cabeza en el borde de la tina, alzando su voz ordena-Cronos saca el Kimono- La creatura fue a buscar una prenda algo antigua y una reliquia de la familia Licaón, aquella que en tiempos inmemorables había usado el rey Licaón, cuando se casó con su prometida y que luego asesinara al caer víctima de la maldición de luna. –Busca la sombrilla, dado que no deseo morirme de calor.- Por lo que mago comenzó a pensar como iría a la boda, quizás no sea muy común pero así iría. –No deseo usar calzado- Allí se volvió a sumergir, haciendo un puchero con el agua, logrando que salieran a flote algunas burbujas, pero este no podría dar más vuelta al asunto y se terminó saliendo del agua por completo, todo su cuerpo escurría algunas gotas de agua.

 

-¿Dónde he colocado la toalla?- Allí la busca con su mirada, pasando sus manos por su cabellera y luego por su cuerpo, por lo que entre suspiro, llama a su elfo. –Cronos, tráeme aquello que he olvidado.- El elfo dejo de buscar y fue a buscarle aquello, este comprendía, pues era algo común, al llegar la toma y seca lentamente, enrollándose al final la toalla en la cabellera. –Ve a la Gaunt y dale esto a mi hija.-

 

Carta dirigida a Jany Destiny.

Querida, hija lamento no haberte recibido, ya voy en camino. Espero que los vestidos fueran de tu agrado, lamento desaparecer, pero hay asuntos que debo arreglar, incluso ni el Ministerio de Magia, sabe en donde estado o mi prometido, pero te aseguro que todo esta bien.

 

Quien te quiere,

Darius Licaón.

 

Al terminar de mandarlo, simplemente se comienza a vestir en esa tela tan suave y delicada, decorada con encajes bronce con azul con forma de su escudo familiar. El mismo se encontraba por su parte de atrás, el color de esa prenda era negra, sus manga eran holgadas, y su contraste actual de su color de cabello era épico. A cada paso, se harían aparecer pétalos de diferente rosas según sus emociones. Y tomando la sombrilla con ese mismo color, incluso con encajes parecidos y toma su varita, y desaparece en llamaradas. Al pasar unos cinco minutos se encontraba en el castillo, allí con la mirada baja.

 

-Tendré que disculparme con Emmet.-Murmura y clava la mirada en el entorno, pues había aparecido en los jardines principales donde se realizaría el evento, sabiendo que su prometido estaría más que ocupado, allí sus pies descalzo sintieron la suavidad de la grama. –Supongo, que deberé recibir a todos, mientras que él decide llegar, si es que no se arrepiente.- Extiende la sombrilla, y a cada paso flores de cerezo comenzaban a caer. En su paso algunos le felicitaban y se sorprendían de su atuendo, dado que parecía ser el mismo. En ello detiene su paso, al parecer noto a quien buscaba. Era ese joven. –Theodore, me alegra que hayas llegado, espero que puedas conocer a mi hija, creo que tiene tu misma edad.- Cierra los parpados. –Pero descuida, que si gustas puedes comer o beber algo.- En eso medito, que debería compartir con todo. –Si me disculpa por allí estaré, dado que no te deseo quitar mucho de tu tiempo, sin contar que debo recibir a todos, si quieres me acompañas y te los presento a cada uno.

[Leah Snegovik]

-Mi hijo -repitió al elfo, que parecía un poco menso-, ¿dónde está?

-Su hijo... señorita...

-EMMET POR MERLÍN.

Quizás fue el grito o quizás fue el siseo del Parsel revelando su ira. O quizás fue el agarre a la garganta que le lanzó al elfo en un ataque de violencia, lo que logró que el criado enlazara una idea con otra y señalara a las escaleras con desesperación, intentando zafarse. Y de nada habría servido si ella hubiera sido su dueña, estando en su casa, puesto que únicamente por cortesía y por no derramar sangre en el día especial de Emmet lo dejó ir.

La atolondrada criatura rodó sobre sí misma cuando cayó al suelo, pero se las arregló para guiarla escaleras arriba con una fea y huesuda mano acariciando los moretones que le habían quedado en la piel grisácea. Ivashkov, indolente, siguió gruñendo todo el camino para hacerle ver que seguía de malas y cuando al fin arribaron, no perdió la oportunidad de darle un puntapié para no verlo más. ¡Cómo odiaba a los elfos! Indignada y con todo el porte de quien tiene dinero, poder o ambas, abrió la puerta para encontrarse una escena tranquilizadora.

Alyssa, su mejor amiga, daba palabras de apoyo a su hijo mayor en un momento y difícil. Y él, con cara de estar asustado, la escuchaba tan atentamente que resultaba adorable. Todo el enojo bajó hasta quedar reducido a nada y aunque seguía resultando imponente, con su vestido largo ceñido al cuerpo y el moño perfecto, dentro sentía una gran nostalgia. Así se había sentido ella el día de su boda y ver a su hijo en el mismo aprieto le causaba una empatía enorme. Sin saber que estaba casi copiando lo que había hecho Macnair, recorrió la alcoba en dos zancadas y abrazó a Emmet como si siguiera siendo un niño pequeño.

-Todo va a salir bien, ¿vale? Te lo dicen dos mujeres que pasaron por la misma crisis -le guiñó un ojo a Alyssa, que volteó a mirarla-. Veamos qué tiene ella para ti, estoy segura de que eligió algo perfecto.

Besó la mejilla del Nigromante e inhaló profundamente antes de separarse. Se iba a casar con Darius, a quien no conocía. No había puesto peros y había asistido, pero su hijo sabía que había faltado algo fundamental en el proceso: su aprobación formal. Sin embargo, estaba ahí. Arregló su perfecto moño dorado, por las largas hebras rubias entrelazadas con elegancia, y colocó las manos sobre su cadera cubierta por la tela champaña.

-Tau viene en camino, me adelanté porque pensé que sería de ayuda. ¿Necesitas algo más?

[Kaiser Lord Pilu]

No pude evitar sonreir a su comentario sobre las bodas y aunque su semblante parecía relajado en sus más que perfectas facciones, podía sentir con se erizaba su piel y como temblaba su mano junto a la mía... estaba nerviosa, pero mi misión era liberarla, quería que la pasara realmente bien conmigo, me detuve un momento a medio camino de nuestro destino, aquella imponente carpa que se veía a lo lejos.

 

-¿Puedo contarle un secreto señorita?.- le sonreí tomándola de ambas manos sin perder el contacto visual, para luego acercarme un poco a su oído derecho.. -Tampoco soy muy pro-casamientos.., creo que son una simple perdida de tiempo.- Le susurré con suavidad disfrutando el olor a su perfume, para luego alejarme dos pasos.. -Pero en este caso son dos buenos amigos a los que les deseo toda la felicidad del mundo.... así que mantengamos esta pequeño secreto entre los dos ¿si?.- Le guiñe un ojo de forma pícara y solté una de sus manos para continuar el camino hacia la carpa.

 

-Creo que a pesar de nuestro moderno pensamiento linda, esta es una fiesta que vamos a disfrutar... después de todo tengo mucha suerte, mi compañía es la mejor.- dije sin mirarla mientras continuaba con el trayecto.... -Lo primero que deberíamos hacer para matar el frío es beber algo..... creo que llegamos un poco temprano, parece que el grosor de los invitados aún no aparece... así que podemos aprovechar a divertirnos los dos en soledad hasta que los novios se dignen a aparecer ¿verdad?.- volví a sonreir sin mirarla.

 

-Déjeme adivinar.... Champagne! su preferida sin duda... ¿o me equivoco?.- le musité con suavidad mientras la detenía unos metros antes de la carpa...

 

-Bien aquí estamos... ¿puedo pedirte un favor bella?..... ¿puedes disfrutar de esta hermosa velada conmigo?... quiero que te liberes..., así que no estés nerviosa, ladro mucho pero no muerdo.- acerqué hacia mi boca la mano que le sostenía para besarla.

 

-Bebamos, bailemos y disfrutemos de la solemne ceremonia.- Volví a guiñarle un ojo mientras nos dirigíamos hacia la barra que se encontraba en la descomunal estructura.

 

 

@

[Emmet Haughton Gaunt]

Sentía que iba a desmayarse, que su corazón iba a salir despedido del pecho sincelado y que no iba a poder dar ese paso que siempre quiso en toda su vida; pero todos los intentos salieron fallidos terminando en la misma nada hasta el punto de acabar con la pizca de humanidad que quedaba en el original. Necesitaba calmarase y eso apsaría cuando viera a su madrina y a sus madres en la ceremonia acompañándolo hacia el altar.

 

Podía escuchar las voces de los invitados que iban llegando al patio trasero. Su habitación tenía el ventanal del balcón abierto y la melodía de la orquesta estraba por allí "calmando" un poco al vampiro. Estando de espaldas a la puerta de su habitación una persona ingresó haciendo que se volteara en el momento para confirmar quien era. Su madrina, Alyssa, ya estaba en el cuarto del vampiro lista para ayudarlo a vestirse.

 

- Alys ... mi vida.

 

Jadeó como si hubiese corrido una maratón mientras escuchaba cada una de las palabras de la Ángel Caído. Esa mujer que tanto lo había ayudado a crecer hasta lo había tenido en cuenta para la organización de una gran competencia que se llevó acabo dentro del bando. Por eso, y mucho más, la había escogido como madrina de su boda para que lo acompañara en ese momento en que no sabía como reaccionar: ¿quedarse o desaparecer? ¿cuál era la mejor opción?. Intentó borrar esos pensamientos de su cabeza y se ubicó en lo que la bruja le estaba diciendo.

 

- Esta bien - le contestó mientras la veía que se metía en su closet - Allí están los trajes, corbatas, zapatos y moños para elegir el conjunto ... tengo tantas cosas en la cabeza que ni sé como vestirme - siseó con pesar mientras se sentaba en su cama con la única prenda de vestir puesta que tenía, su ropa interior.

 

Dio un sobresalto que casi lo obligó a tomar su varita que descansaba encima de la mesita de luz pero al ver que era su madre se quedó tirado en la cama soltando un gran suspiro. Tenía todas las emociones y sentimientos a flor de piel que cualquier cosa lo ponía a la defensiva.

 

- Al fin ...

 

Soltó y salió como un nene chiquito que busca los brazos de su madre para resguardarse en ellos. Cerró sus ojos en aquél momento al contacto con su madre y sólo escuchaba los latidos de la Ivashkov trayéndole los recuerdos de cuando estaba en sus brazos. Se separó y la miró a los ojos logrando aquél contacto madre-hijo que sólo ellos podían lograr.

 

- ¿Vieron a Darius? No se ha ido, ¿cierto? ¿Hay mucha gente? ...

 

Fue como un torbellino de preguntas para su madre. Quería que todo saliera de manera excelente por lo que los nervios lo llevaban a ponerse en ese estado. Una risita se escapó al ver a Alys cargada con varias combinaciones de atuendo para probarle a Emmet como si fuese un maniquí.

 

Asintió a la última frase de la Ivashkov que hacía referencia a la presencia de su otra madre.

 

@ @@Alyssa Black Triviani