Castillo Gaunt • (MM B: 102403)

[Gatiux]

Sintió una mirada inquisitoria sobre ella. Fue entonces cuando la banshee alzó sus ojos amarillos.

 

- ¿Qdgé?

 

No parecía importarle ser la única participante en un concurso de meterse gambas en la boca. Tenía los carrillos tan llenos que parecía un hamster. No entendía que todavía no era la hora del convite, tampoco del cóctel. Los novios no habían dado el sí para comprometerse y Gatiux estaba haciendo evidente su poco interés en el enlace, lo único por lo que le gustaban las bodas era por la comida y la bebida gratis. El camarero había sido bastante sutil susurrándole "no puede estar aquí, señorita", pero aún así ella se limpió los dedos en una parte visible del mantel blanco antes de salir de allí con gesto indignado.

 

Pese a las quejas y refunfuños, Gatiux se había arreglado para la ocasión. En la parte de arriba llevaba una camisa negra de manga larga, con brocados y transparencias en las mismas, un collar grande de fantasía con pedrería de rubíes brillantes adornaba su cuello, en la parte de abajo una hermosa falda de tul color sangre que llegaba hasta debajo de las rodillas y unos altísimos tacones negros con lazos en los laterales. Era un estilo muy 'lady'. Romántico. Elegancia y sencillez al mismo tiempo. La larga melena violeta estaba semirecogida y peinada con bucles gruesos. El maquillaje de los ojos era en tonos marrones para resaltar el amarillo de los mismos y un color nude con subtonos fríos en los labios.

 

Allí estaba, en una de las últimas filas para los invitados, con el ceño fruncido porque no podía saltarse el enlace y pasar directamente a lo realmente importante: el champagne. ¿Que por qué no le gustaban a Gatiux las bodas? Porque consideraba a las mismas el cénit de la relación entre dos personas, como si fuera una montaña y el punto más alto de la relación era el día del enlace. A partir de ahí sería cuesta abajo y sin frenos. Luego el divorcio o la desaparición de uno de los cónyuges en extrañas circunstancias. Las bodas eran los funerales de las relaciones entre los nacidos en la comunidad mágica. Pero por lo menos daban buena comida a los invitados.

 

¡Pero, hey felicidades a los novios y todo eso! Ojalá su unión aguantase el máximo tiempo posible. No es que la Malfoy les desease ningún mal, es que tenía una visión realista del asunto y pocas parejas por no decir ninguna de las que conocía habían soportado el paso de los años. De todas formas era un pensamiento que no pensaba exteriorizar, sabía comportarse para no incomodar a los contrayentes y que así le dejasen comer y beber de forma gratuita todo el tiempo que quisiera.

 

Los invitados al enlace no dejaban de llegar y se sentaban filas por delante de la banshee de cabellos violeta. Fue entonces cuando lo vio a él, cerca del altar esperando a uno de los novios. Le había dicho que iba a ser padrino de esa boda y por tanto se había vestido para la ocasión con traje oscuro y camisa gris, incluso se había puesto pajarita. Gatiux sonrió con satisfacción al verlo tan formal, eran contadas las ocasiones en las que podía verlo así. Tamborileó los dedos sobre el clutch oscuro y liso que tenía sobre el regazo, había encantado el bolso para poder llevar su cámara de fotos mágica entre otras cosas, pensando en que debían hacerse una foto juntos más tarde.

[Patri Gryffindor L]

La lechuza llegó como por arte de magia hasta el castillo de los Lockhart y la curiosa Gryffindor fue a recogerla. No habia visto a esa criatura en la vida por lo que se sorprendió de que le trajera una carta. - ¿De quién sería? - Rápidamente desató el nudo del pergamino, lo abrió y, por supuesto que no era para ella. Se rió de sí misma pues, - ¿quién le iba a escribir? - Acababa de llegar a Ottery después de varios meses de ausencia y, prácticamente nadie estaba al tanto de su regreso.

 

Contempló al animal con una sonrisa en sus traviesos labios que no pensaban nada bueno. La carta después de todo, era una invitación y casualmente conocía a las dos personas que se iban a casar. - Mi antiguo profesor de Magia Avanzada y el perturbador Darius... En el castillo de los Gaunt... Interesante... - Nunca había visitado aquel castillo, ni siquiera había tenido la intención de hacerlo. El apellido "Gaunt" no tenía buena fama pero, ¿por qué sería?.. La curiosidad de nuevo la envolvió y, en un acto de locura, decidió ir a la ceremonia aunque, no iría sola.

 

¡¡Tamaaaa!! <3 ¿Te gustaría ir conmigo a una boda? No estoy invitada realmente pero será divertido colarnos juntas. La ceremonia será en el castillo de los Gaunt y.. ah... Olvida que te pregunté. No aceptaré un "no" por respuesta. Pasaré a recogerte a las cinco.

 

Fdo, Patricia Gryffindor Lockhart

 

El pergamino estaba listo así que, lo enrrolló y lo metió en el mismo sobre en donde venía la invitación. Tras ello, lo ató a una de las patitas de la perdida lechuza y escribió la dirección de la casa de Tamarindo. - Esta vez no te equivoques, ¿vale? - dijo sonriéndole a la criatura que, sin saberlo, la acababa de salvar de una tarde de aburrimiento.

 

@Tamarindo

[Tamarindo]

Estaba yo en la casa Adler haciendo mis quehaceres... (torturar a la mascota de mi suegris y volver locos a los elfos, lo normal por alli) cuando llegó una lechuza que como no, cazé al vuelo. Creo que n le gusto mucho que la interceptara cual quaffle por los aires. ¡Al fin estaba usando mi escoba y mis conocimientos de volar! Es que tengo que practicar para ser no jugadora de quidditch.

 

En fin. que la pobre lechuza se me puso a aletear como loca, hasta que vi que había una nota para mi. Menos mal que venía a mi nombre, creo que no verían de buen agrado que siga abriendo correo que no sea mio. Y mas esconderlo luego, jojo.

 

¡¡Tamaaaa!! <3 ¿Te gustaría ir conmigo a una boda? No estoy invitada realmente pero será divertido colarnos juntas. La ceremonia será en el castillo de los Gaunt y.. ah... Olvida que te pregunté. No aceptaré un "no" por respuesta. Pasaré a recogerte a las cinco.

 

Fdo, Patricia Gryffindor Lockhart

Era una carta de mi Patri... Y me invitaba a una boda

 

--Esta niña es tan adorable. No me encontró por las cafeterías de Diagón, donde la esperé meses (?) pero me está invitando a colarme a una boda con ella. ¡Esto no me lo pierdo!

 

No, tenía que ponerme mis mejores ganas pijamosas, asi que fui corriendo a cambiarme.

 

--Además no me deja dcirle que no. Así me gusta, chica decidida.

 

Ya solo me quedaba esperar a que pasase a por mi e ir... porque ni idea de donde quedaba ese castillo. Wuala, castillo, asi que son gente rica, seguro que el banquete es bueno.

 

--¡A comer de gratis!

[justo]

Visitar el hogar ancestral de los Gaunt aunque fuese por una boda era algo que no me podia perder. Se podia decir que habria una gran cantidad de invitados y que todos, por alguna razon, llevarian su propia pareja. Pero yo no la llevaria aunque, naturalmente, tenia mi invitacion. Me habia invitado el propio @Darius, uno de los contrayentes.

 

Ya resultaba curioso que los Gaunt emparentasen con @Darius. No es que su sangre fuese desdeñable sino mas bien porque era un individuo con un pasado enigmatico. Conocia bien al personaje e intuia que este matrimonio iba a ser un exito pero algo me decia que varios de los invitados no sabian, exactamente, porque estaban alli.

 

Una boda siempre es un acontecimiento social, pero tambien es una ocasion para estrechar lazos y yo, intuia, que conoceria gente interesante.

Editado 9 de Febrero del 2017 por justo

[Patri Gryffindor L]

Observo el reloj de su muñequera y - maldita sea... - Ya eran las cuatro y media. Ya no tenía tiempo de arreglarse con sus mejores galas, ni siquiera de vestirse de una manera decente por lo que, de perdidos al río, decidió ir en pijama; aunque, no de un pijama cualquiera, sino de uno de las tortugas Ninja que, aparte de desgastado por el desuso, hacía que se vieran los delgados tobillos de la bruja por lo corto que le quedaba.

 

Se miró al espejo y no pudo contener la carcajada que le dio. Total, no estaba invitada a la boda y, no conocería a nadie por lo que, - ¿qué le importaba que la pequeña y alguna vez distinguida señorita Eriksen fuera vestida así? -Sin duda, sus padres muggles estarían retorciéndose bajo su tumba y, sorprendentemente, ese pensamiento también le hizo reir.

 

- ¡Bien Tama, allá voy! ¡Jops, de nuevo te necesito! - Vocifereó para llamar al elfo de los Lockhart y así poder aparecerse en la casa Adler. Tardó pocos minutos por lo que en un plis-plás ya se encontraba en el jardín con su pijama, sus deportivas para nada a juego y un moño mal hecho con una pluma que había encontrado por casa. Pensó en tomar prestado el gran bolso de playa de su madre pero, ya sería demasiado por lo que el fiel Jops, era el encargado de llevar sus cosas.

 

- Vamos Jops, son las cinco y ella nos debe de estar esperando... - La puerta de la casa estaba abierta por lo que se atrevió a entrar y, una vez dentro llamó a su querida amiga. - Tama, ¿estás ya lista? - Era la primera vez que la bruja la vería así de desaliñada. - Uhm... - Esperaba no espantarla demasiado. - ¿Qué haría si al verla así vestida se rehusara a ir con ella?... Caray, eso no lo lo había pensado - El pensamiento la puso algo nerviosa pero, sobretodo ansiosa por ver la reacción de su amiga.

 

@Tamarindo

[Tamarindo]

No sabía decidirme por mi mejor pijama zarrapastroso y cómodo. No sabía si llevar la camiseta de Son Soku (asi se le llama en galicia, que eso de dragon ball aqui no existe XD) O si llevar la que tenía dibujada la máscara de Iron Man.

 

--¿Cuál le gustará mas a mi Patri?

 

Al final me decidí por la camiseta de Ironman, que es rojo, combinado con los cuadros escoceses de mis pantalones de pijama, tan calentitos para estos días de frío.

 

Ya estaba siendo la hora, y estaba nerviosa. Pero no queria esperarla en la puerta, porque sino pues oiga, una no debe parecer desesperada.

 

--Tama, ¿estás ya lista?

 

Era la voz de mi amada amiga Patri, ya estaba en casa, y justo a la hora. Qué nervios. Seguro iba a ir super elegante, y yo parecería lo mas zarrapastroso que pueda haber a su lado. Seguro me mandaba a cambiarme, porque obvio, asi no puede ir uno a una boda.

 

Qué mas da.

 

Bajé las escaleras, toda apurada. Y claro, las escaleras de esa casa son de esas tan fantasticas que desde la puerta me vió bajar, pero no como una princesa con elegancia, sino apresurada y con el pijama puesto.

 

Y allí estaba ella, en pujama también. Estaba perfectamente echa para mi esta chica. Su pijama era fantasticamente viejo y usado. Hasta le quedaba algo peque. Tan adorable.

 

Y además conmibamos, ella verdosa y yo rojita, colores complementarios que van bien

 

Llegué abajo, me puse delante de ella, y me quedé con la boda abierta de lo fantastica que estaba.

 

--Estás expléndidamente fantastica. Mejor imposible. Estamos echas la una para la otra, por lo que se ve.

 

Le ofrecí en brazo de ganchete.

 

--Vamos?

 

@@Patri Gryffindor L

[Reena Vladimir]

Tenía una boda que supervisar, concretamente la de mi compañero de trabajo, pero el muy despistado no me concretó donde era, salvo dar la dirección de su casa, por lo que decidí ir por si habían optado por hacerla allí mismo.

 

Me había arreglado un poco para no desentonar demasiado con la fiesta, tenía que certificar que se llevaba a cabo la unión, no que me reconocieran todos los invitados como la chupatintas del ministerio que se cuela en todas las fiestas. Aunque por el tiempo que llevaba en el puesto, se me reconocía bien...

 

Me bajé de la escoba al llegar a lo que me pareció el inicio de los jardines Gaunt. Con un movimiento de varita me deshice del medio de transporte y me aseguré de estar presentable, antes de avanzar definitivamente hacia la casa. Alcanzarla me llevó un buen rato, los jardines eran impresionantes.

 

 

@Darius

[Thoth]

Me había olvidado por completo de Emmet ¿Acaso ya le amaba? Era una pregunta que ni me pasaba por la mente, por lo que mirada solo fijaba en mis hijos, ni el Ministerio de Magia me importaba su presencia en ese lugar (@@Reena Vladimir ) Aunque los elfos le atendieron, pues tenían esa orden, no por mí, sino por el vampiro, pues era patriarca de ese lugar. A lo que a mí me concebía era ocuparme de mis retoños malditos. Incluso mis viejos amigos pasaron por un lado ( @juso & @@Albus Severus Black ) y ni me fijo en ellos.

 

-Él es tu hermano- Le comunique a @@Jany Mandarina – Y ella es tu hermana. – Le comunicaba a @@Denial Voght –Ambos son mis únicos hijos. –Al menos por ahora, dado que deseaba extender mi descendencia, a no ser que consiguiera vencer a la muerte, y así ellos me serian algo pasajero, pues mi legado eran ellos dos, pero si pudiera perdurar, cada uno crearía su legado. –En sus manos este que me case o no, dado que al parecer a cada segundo que pasa, este tiempo me hace confundir, no sé, quizás le ame, pero no comprendo porque tanta espera, por lo que confio mi vida en vosotros.

 

Alli clave la mirada en ellos y nadie más, inclusive me encontraba de rodillas, pues esos seres me habían doblegado la voluntad, pero había ordenado a Cronos, que nadie y nadie me molestara, incluso si se tratara de mi novio, pues no deseaba ser interrumpido, por lo que ordene que atacara a quien interrumpiera nuestra reunión, en caso que el no fuera suficiente, yo me encargaría lanzándole la maldición que primero se me viniera a la mente, quizás eran los nervios que me tenían de esa forma agresiva, pero esa era mi postura.

 

A penas si había aceptado a la idea que @ nos acompañara, dado que al parecer era o la novia de mi hijo o su media hermana, dado que esa relación no la comprendía muy bien del todo, inclusive pudiera aceptar la idea que @Theodoro Lestrange se nos acercara, dado a la relación de amistad o algo más que sostenía con mi hija, pero aparte de ese cuarteto, no me deseaba reunir con alguien más. Y así que fue qué orden a los elfos, antes de reunirme con ellos, que le diera toda la comida a @@Gatiux o @Orión Black , inclusive a otro invitado, mientras que la espera seguía. Que tomarán y bebieran, mientras que se disponía en llegar una de las madres del otro novio, algo que molestaba un poco.

 

Pero quizás eso era algo que molestaba, pero no mucho, lo que si me enfurecía era la vagancia de mis padrinos ( @@Fokker e @Ishaya Triviani ) que ni habían dado la cara, se salvaban que Emmet, no deseaba que el suelo se tiñera de sangre, porque si no más de un crimen se perturbaría en ese lugar, inclusive si fuera amigo o enemigo, para ese momento no me importaba mucho.

[Evian Haughton Mørk]

Desde que mi madre Sophie Haughton, me llevaba a pasear por los alrededores de Ottery, tenia una cuantas mansiones y castillos bien guardados en mi memoria. Aunque a mis 25 años ya llevaba la mitad fuera, podía recordar como muchas familias fueron leales a nuestra sangre y nuestras ideologías de pensamiento y orden.

 

Estar estudiando la Herbología en Costa Rica, oculto en la espesa montaña aborigen, nació en mi un ser distinto, malévolo y sanguinario. Mi personalidad fría, siempre me dejo esconder esos atributos, por que el poder que crecía, lo veía como un don entregado a mi. Estuve desmenuzando antiguas magias, ocultas, antagónicas y sobre todo moralmente perturbadoras. La sensibilidad por la sangre, el desmembramiento, la falta de espíritu o bien las suplicas, no hacían ningún efecto en mi persona. El éxtasis, tan orgásmico que me provocaba usar ese poder me cegaba de toda razón. El olor metálico de la sangre, cuando hay charcos, ríos, lagos… repletos de sangre. Exquisito.

 

A pesar de mi inclinación por las artes oscuras, mis habilidades sociales no eran afectadas, ni siquiera por mi falta de lealtad o compromiso. Tenia planes asombrosos y necesitaba de magos experimentados que me ayudasen a contemplar la gloria del poder.

 

Mis pies se detuvieron súbitamente a las afueras de un gran castillo. Incrustado en uno de sus muros unas letras bastante viejas, pero en buen estado especificaban: “Castillo Gaunt”.

 

“Mi madre me hablado de ellos…” pensé en voz alta mientras analizaba el gran castillo a la distancia. Era un largo camino hasta mi hogar, no había trasladores cerca y decidí pasar, en busca de aliados. Abrí con sigilo el portón metálico que dividía la entrada de los jardines y me aventure durante al menos 2 minutos entre esos parajes herbolaos, donde me hacia sentir en casa. Rodeado de plantas que ya conocía. Al llegar a la enorme puerta, me agudo oído me alerto de que en el Castillo había gente.

 

Me acomode mi gabardina de cuero negra, asegure que mi varita seguía en mi bolsillo derecho. La piedra ámbar de la empuñadura brillaba en un azul claro. Afirmaba mi seguridad. Toque la gran puerta con dureza, provocando un gran eco tras de si y espere algún recibimiento.

[Emmet Haughton Gaunt]

En la Habitación con Leah, Alyssa y Arya

Mientras Alyssa y su madre veían el guardarropas para concluir en alguna combinación que Emmet pudiera utilizar en la ceremonia, el vampiro se tiró en la cama e intentó calmarse de a poco para poder pensar con claridad en todo lo que le estaba por suceder y en lo que cambiaría su vida luego de este gran paso que estaba por dar junto a su amado.

 

Con sólo un movimiento de Nix bastó para hacer aparecer unas copas y champagne (el más fino). Tomó una de ellas y comenzó a beber mientras apoyaba su espalda en las almohadas que recubrían el respaldar de su cama.

 

- ¿Dónde viajarían ustedes si tuviera que ir de luna de miel?

 

Musitó cambiando el tema para olvidar todas aquellas sensaciones que estaban pasando por su cuerpo en ese momento. El Nigromante había pensado varios lugares en los que podía ir con Darius pero no vendría mal una opinión femenina; mucho más viniendo de las dos mujeres que había escogido para este momento.

 

- ¿Italia, las playas de Grecia, Brasil?

 

Comenzó a hacer una lista de los destino que tenía en la cabeza. Eran tantos y poseían en su geografía tan bellos lugares que podía llegar a desaparecer por meses, luego de casarse, para visitarlos a todos.

 

En ese momento la puerta de la habitación se abrió y el vampiro saltó unos centímetros de la cama derramando algo de champgne sobre su pecho. Soltó una mala palabra para con la reacción y miró de quién se trataba. Otra de las mujeres que había marcado su vida, desde los comienzos en la vieja Academia de Magia y Hechicería, había recibido la invitación del Gaunt para asistir a la boda.

 

- Emm ... Arya. Pasa - titubeó poniéndose de pie y mientras que iba al encuentro con la bruja; limpió su pecho con su mano. Justo en el momento en que iba a preguntar que hacía la bruja allí ella le había solicitado a su madre y madrina que salieran por un momento de la habitación.

 

- Mira, si quieres hablamos nosotros afuera - le propuso mirando a las mujeres - Ellas se están divirtiendo mientras me eligen la ropa. Sólo déjame que me ponga una remera encima y salimos. - Tomó una de color blanco y salió de la habitación junto a Arya - Ahora sí, dime que sucede.

 

@ @ @@Alyssa Black Triviani