╚ Parque Acuático Witch ╝ (MM B: 102556)

[That is not my name]

Era bastante placentero el que ambos me hayan recibido de esa forma, sobre todo Antoni que apenas se estaba acostumbrando a la vida mágica después de tantos años que había pasado con los muggles. Con un movimiento de mi varita me cambié por un bañador, por supuesto, para poder acompañarlos en lo que parecía ser la carrera por subir a uno de los juegos acuáticos, una emoción que debía de disfrutar por mi aspecto juvenil.

 

- He llegado hace unos minutos y me arrepentí de inmediato de llegar solo.

 

Solté una carcajada ante el comentario de Bel y, claro, después el joven peliverde nos presentó de manera muy educada. Acompañé la sonrisa de la bruja y asentí ante sus palabras ya que, de cierta forma, era justo así como nos habíamos conocido aunque nuestra relación se haya fortalecido en las filas de la Orden del Fénix.

 

- Y ese siempre será tu hogar, debes de saberlo, - le respondí a la Evans una vez que terminó - la Hacienda Tonks siempre estará abierta para todos aquellos que deseen un descanso de la ajetreada vida que parece que estamos inmersos últimamente.

[Rory Despard]

- Tienes razón la vida y sobretodo los deberes que tienes que cumplir en ella a veces no dejan espacio para ningún disfrute. Pero por eso mismo le estoy agradecida a Antoni- le lancé una significativa mirada al muchacho- porque hace mucho no tenía una salida como esta, solo para divertirnos, reir y conversar sin pensar demasiado en los problemas.

 

Ishaya se sentía contento de habernos encontrado y no podía sino coincidir totalmente con su opinión. Las posibilidades de encontrarlo en un sitio como ese eran reducidas, pero aun así había ocurrido y quería creer que podian significar algo. Su presencia reforzaba de alguna manera, por la época de mi vida a la que lo tenía asociado, mi espíritu mas impulsivo e infantil.

 

- Oh, gracias por la invitación a la Hacienda Tonks. Prometo que me verá el día menos esperado porque me gusta dar sorpresas- dije guiñando un ojo y finalmente ingresando junto a otros al juego mecánico- con personas tan especiales como tu y Antoni dándome la bienvenida, creo que no echaré en falta no ir a mi castillo.

 

Una a una las personas comenzaron a ingresar, pero de pronto el avance se vio interrumpido de la nada y solo alcanzaba a escucharse el lloriqueo de un niño. El juego no estaba entre los más riesgosos y no tenía la advertencia de no ingreso a menores de edad, asì que me intrigó saber porqué aquel niño lloraba (ya que evidentemente no era por no poder subir al juego). Avancé entre la multitud y entonces el discurso duro del padre del muchacho que tironeaba de él como si de un muñeco de trapo se tratara me heló la sangre.

 

"No me interesa tener un hijo cobarde temeroso de la magia y de una atracción como esa. Para estar así, preferiría verte muerto, terminar tu patética vida de la misma forma que se elimina a todos esos molestos muggles"

 

Una chispa de energía combinada con desprecio y odio brotó de forma inmediata en mi ser, y soltándome de la mano amiga de Antoni avancé hasta aquel sujeto, apenas consciente que aquello podía traerme una consecuencia fatal, pues sin contemplaciones y presa todavía de la ira, había sacado la varita y con ella le apuntaba directamente a la yugular.

 

- Atrévase a repetir, tipejo de ideas trasnochadas lo que acaba de decirle a su hijo. Repítalo para que esta hija de muggles le de su merecido en este maldito instante.

 

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Editado 3 de Abril del 2015 por Bel Evans McGonagall

[Matt Blackner]

Me había quedado dormido en la silla de vigilancia! era algo normal, estaba cansado y alli al solecito, con el ruido del agua y la gente....vale, no sabía bien como me había quedado dormido, pero alli se estaba la mar de bien para echar una siestecita.

 

"debo dormir un poco más por la noche" pensé frotándome los ojos. Menos mal que a nadie le había dado por ahogarse, aunqeu tenía la sensación de que le había hecho el vacío a alguien...seguro qeu me enteraría más tarde.

 

"mejor nadar un poco para espabilarme - pensé, bajando de la silla, dejando que otro me sustituyera.

 

Comencé a caminar con las manos en los bolsillos, buscando donde me metería para nadar. El lugar estaba lleno de gente, tal vez no hasta los topes, pero se le veía vida, lo cual me gustaba.

[Helike R V PB]

Necesitaba esparcimiento y el único o el lugar que conocía del callejón Diagón que ofrecían esos servicios era en dónde mi novio, Matt era el dueño. Organicé las cosas en una pequeña bolsa. Me había puesto un bikini de color negro debajo de un pantalón vaquero corto y una camiseta de tiras, llevaba las sandalias puestas y la varita me sobresalía del bolsillo trasero. Ya dispuesta, me había desaparecido de la mansión Rambaldi para hacerlo en el parque Acuático a unos tres metros de la entrada principal.

 

Aún era temprano pero parecía que ya había gente dentro. Lo que no sabía era si estaba Matt en su negocio. Cogí la varita y susurré un 'patronus' un murciélago vampiro plateado había salido de la punta de mi varita mentalmente le ordené << dile a matt que estoy en la entrada>> por el aroma me indicaba que había entrado no hacía mucho tiempo. Eso me alegró. Esperaba al menos, tener un día de baño tranquilo.

 

Llegué hasta la puerta principal, esperando a ver si mi novio al menos, me encontrase.

[That is not my name]

La diversión no terminaría, o al menos no estaba planeado de esa forma, por ello me tomó de sorpresa que mi ahijada se separara de nosotros para llegar hasta un padre que jaloneaba a su hijo y le daba un discurso bastante duro; de inmediato me acerqué hasta Bel para separarla del mago y evitar que se hiciera un conflicto más grande.

 

- Todo está bien, todo está bien, - repetía mientras separaba a mi amiga de aquel caballero - no queremos causar problemas, quizás el modo salió un poco más agresivo de lo que pareciera.

- ¡Aleje a esa vieja sangre sucia de mi!

 

Y eso fue lo que no pude soportar. Se podría decir que era sangre limpia, entre aquellos magos y brujas con una mente demasiada cerrada, proveniente de grandiosos linajes de familias mágicas de Rusia y de Francia, ahora llegando a Inglaterra para seguir con dicho legado, sin embargo la mayoría de mis amigos eran hijos de muggles o con un padre muggle, incluso otros tantos habían crecido en ese ambiente cuando eran hijos de magos y me sentía participé de la ofensa.

 

- Le pido de favor que se retracte.

- ¡Ah, debí de suponerle! ¡Puros sangre sucias en éste sitio! ¿Así quieres terminar, hijo, como estos patéticos remedos de magos y brujas?

- Señor, nuevamente le pido de favor...

- ¡Usted cállese!

 

Esto no me estaba pintando bien, sobre todo porque había un niño implicado y, lo que menos quería que viera el joven Antoni, era un enfrentamiento verbal como ese y mucho menos uno físico. Como paladín tenía una ventaja injusta sobre el caballero y, aún así, nunca buscaría la violencia para arreglar un asunto.

 

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Editado 13 de Abril del 2015 por Ishaya

[Rory Despard]

Mi padrino ¿cómo podía mantener la calma? Sentí como, sosegado pero con la suficiente fuerza, me apartaba de aquel sujeto y le pedía de buenas maneras que se calmara.

 

Pero lamentablemente el tipo era exactamente de la calaña que me había imaginado que era. Y lejos de retractarse, o mínimamente quedarse callado siguió vociferando con frases cada vez más hirientes, más llenas de todo ese prejuicio insano que no había dejado de ver en Ottery todos los años desde mi llegada. Que a ratos parecía desaparecer, parecía efectivamente condenado al ostracismo y la extinción, pero luego, en el momento menos pensado, te explotaba en la cara. Justo como pasaba con nosotros en esos momentos.

 

Nuevamente alcé la varita, pero entonces me detuve consternada ante el rostro del niño. Inquieto, perdido y sobretodo aterrado contemplaba a su padre fuera de sí y luego a nosotros, como conscientes que por el solo hecho de ser dos contra uno podíamos fácilmente hacernos cargo de su progenitor. El alma se me cayó a los pies ¿valía la pena golpear a ese desquiciante sujeto sabiendo las consecuencias que traería eso a la mente de aquel pequeño? Di media vuelta con los puños apretados, y pateé lejos una minúscula piedrecilla del camino.

 

"Sacrificio..."

 

- Sabes Antoni, tenías razón en lo de disfrutar del presente hace rato. Nunca pierdas ese optimismo en el corazón y gracias por recordármelo a mí, porque acaba de evitar que cometa un acto infame. - revoloteé el cabello del joven Tonks y acto seguido mientras mi padrino todavía intentaba lidiar con el descontrolado sujeto me incliné hasta donde el pequeño se encontraba y le limpié las lágrimas que asomaban a sus mejillas- Perdona que amenazara hace rato a tu padre. Pasa que mis padres son muggles y, no pude evitar sentirme tocada por sus palabras. Pero, eso jamás puede justificar la violencia - el padre renovaba sus gritos de "maldita sangre sucia" al verme junto a su hijo- ni la mía contra él, ni la que él realiza en contra de ti. No dudes nunca, aunque parezca lo contrario, que eres libre de ser como te de la gana ser, que el origen rara vez define lo que somos, lo hacen las decisiones que tomamos, la forma como nos conducimos. Nuestras acciones siempre dicen más que nuestras palabras.

 

Fui hasta un puesto de chucherías cercano, y traje conmigo varias ranas de chocolate, las cuales le entregué al niño como si de sellar un pacto se tratara. Y ante la visión de sus ojos recuperando el brillo y la ilusión, alejados del miedo , no pude evitar despedirme dándole un beso en la mejilla.

 

- Que la luz guíe siempre tus pasos.

 

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Editado 14 de Abril del 2015 por Bel Evans McGonagall

[That is not my name]

Era increíble como existían todavía personas con ese nivel tan bajo de sensatez, no se calmaba ni porque era mujer a quién le había gritado, ni porque estaba en frente de su hijo, ni por nada que pudiera resultarle lógico a otra persona con educación. Mis padres tuvieron que lidiar con ese cambio tan extraño, unos cuantos siglos atrás, cuando se comenzó a separar el mundo mágico del muggle y su intención nunca había sido el 'no mezclar las sangres', a pesar de que ellos eran diplomáticos y descendían de una línea interminable de pura sangre; lo que querían en ese entonces era proteger la vida de ambos, dejar el alma pura de las personas no mágicas para que la avaricia no se dispara en ellos al estar en contacto con los que podían controlar la magia, un problema que ahora era una regla de vida.

 

- ¡Ni siquiera se atrevan a ponerle una mano encima a mi hijo, sangre sucia!

- Si tanto le disgustan estos lugares, no entiendo el por qué se encuentra aquí.

- ¡¿Ahora me vas a decirme a mi a dónde puedo o no puedo ir?! ¡¿Cómo te atreves?!

- Que tenga un excelente día, señor, cuando guste platicar de linajes me puede mandar una lechuza a la Hacienda Tonks, a nombre de Ishaya M. Tonks.

 

Sonreí tranquilamente mientras el señor se quedaba helado, mi último recurso para poder librarnos de aquel problema era darles mi nombre ya que, con ello, daba la mejor cara y podría mantener la boca cerrada de aquellos que sólo escupían palabras sin sentido. Me giré hasta mis dos acompañantes y noté que el niño tenía entre sus manos unas golosinas, clavé mi mirada en Bel y entendí en seguida lo que había sucedido. Mi ahijada era, de verdad, una persona bastante noble.

 

- Es mejor que apresuremos el paso, - les comenté en seguida - no quisiera seguir escuchando sus mismas palabras huecas el día que decido divertirme con ustedes.

[Anthony R. Dracony M.]

La vida me asaltaba con ciertas sorpresas. Y en aquel momento en espera en aquella fila, un grato encuentro con el joven Ishaya nos vino a alegrar aún más.

 

Bel e Ishaya se conocían y escuché como se invitaban uno al otro a nuevos encuentros y también verse en la hacienda Tonks. Aquella noticia era muy buena, Bel es una persona agradable y me agradaba mucho hablar con ella y seria estupendo contar con una agradable visita como aquella que sugerían.

 

Agradecí con una sonrisa a Bel aquellas palabras suyas donde le aseguraba a Ishaya estar contenta de estar en este paseo conmigo, no pude dejar de sonreír, a mi era lo más usual, estar en el parque era de mis lugares más favoritos, en un principio había ido solo, pero era sumamente divertido cuando iba con alguien más, así que esta vez pintaba una muy especial ocasión.

 

Era momento de subir al "látigo" pero entonces de forma inesperada la expresión de Bel cambió de un modo que no creí ver. Estaba furiosa, marcho hasta un mago que había dicho sandeces. Bel puso su varita sobre el cuello de aquel mago...quede boquiabierto ¿que había ocurrido?¿como podía pasar la dulce Bel de pronto a amenazar a aquel mago?...algo había perdido a mi atención sobre lo acontecido...

 

Incrédulo miré a Bel e Ishaya, les escuché sin entender...algo la había alterado y de pronto perecía que todo estaba saliéndose de control...¿que debía hacer?no supe de momento, me quede en el mismo sitio mudo de asombro. Bel e Ishaya tendrían que sobrellevar aquel problema.

 

Mordi mi labio inferior, jamás pensé que en ese sitio que invitaba a sonreír y a alegres risas pudieran suceder incidentes como aquel que presenciaban mis ojos.

 

Luego comenzó todo a tomar un curso más agradable, Bel me revolvía el cabello y me hacia inundar mi interior de gran alegría, esa muestra de cariño tenía ese alegre efecto en mi persona, ¡era tan agradable!

 

...libre de ser como te de la gana...

 

Era buenos aquellos consejos, ya nos alcanzó Ishaya y nos pidió apresurar el paso, tuve que dejar conducirme por ellos, era lo mejor a mi parecer.

 

@@bel Evans MacGonagall @

[Matt Blackner]

Caminaba con las manos en los bolsillos del bañador cuando un elfo apurado llegó corriendo hasta mi. Me avisó de que alguien estaba causando problemas, montando escándalo cerca de algunos puestos. Me di prisa en llegar para encontrarme con Antoni, Ishaya y una chica que me era desconocida.

 

- Tio, primo! ha pasado algo? - pregunté. Como dueño del parque mi obligación era mantener la seguridad...y confiaba en la familia, asi qeu suponía qeu si ellos sabían qeu sucedía me lo dirían.

 

Aunque apenas llegué se apareció un patronus delante mia. Ya lo conocía, era el de Heliké, qeu esperaba fuera. Tenía ganas de ir a recibirla, pero si había problemas tenía que arreglarlo.

 

"Heliké, estoy dentro. Ven hacia la zona de los puestos. Siento no poder ir a por ti, pero tengo qeu arreglar un problema" pensé hacia ella. Sabía qeu mi mensaje le llegaría, estaba casi seguro.

[Helike R V PB]

Había escuchado una pequeña pelea a lo lejos... La verdad es que odiaba a veces eso de ser vampiro, en dónde los sentidos estaban tan agudizados que se podía escuchar el zumbido de una mosca, a una distancia de medio kilómetro y eso pasando con los años, va mejorando.

 

Percibí algo de sangre sucia pero no lo había entendido todo porque estaba esperando a Matt. Hasta que algo resonó en mi cabeza. Sonreí bobalico.na.

 

Aunque no pude negar que me molestó un poco, pero pensándolo mejor. El ser el dueño de un centro de ese estilo, tenía que resolver muchos asuntos que los elfos no se podían encargar y lo entendía.

 

Me dirigí hacia a dónde me había indicado y pedí un resfresco. Un granizado de limón que calmaba la sed que sentía en esos momentos. Puse la bolsa en el suelo y pagué dos galeones al camarero que me había servido la bebida.