~ House of Books ~ (MM B: 103943)

[Seba Granger]

No pude evitar dejar salir la emoción al oír las palabras que mi mujer me regalaba, sentía como mis ojos se aguaban un poco, estaba perdidamente enamorado de ella, cada día ella era la razón de mi existir, del querer despertar con mas fuerzas, con mas ánimos, quería entregarle mi amor en cada instancia que podíamos compartir, demostrarle con un simple gesto o detalle lo importante que ella era en mi vida, lo mucho que alimentaba mi alma con sus besos, sus caricias o tan solo una palabra de aliento.

La acurruqué mas a mi cuerpo cubriendo su espalda con las sabanas que arropaban nuestros cuerpos desnudo, nuestra respiración de a poco se iba calmando, iba volviendo a la normalidad aunque mi corazón no dejaba de latir con fuerzas por su dueña.

Con suavidad comencé a mecerla en mis brazos cuando mis labios se apoderaban de los ellos con suaves y tiernos besitos, buscando que se rindiera a un sueño profundo, este no tardo mucho en llegar, -Te amo mucho- susurré en el oído de esta para luego quedar ambos dormidos para descansar un poco.

Tras un par de horas de descanso mis ojos se volvían abrir para ver entre mis brazos a la persona mas hermosa que podía haber, me dedique a observar por algunos minutos antes de besar su frente con suavidad y salir de la cama lo mas despacio que podía.

Me envolví una toalla a la cintura para salir en busca de algo de comer para ambos, según lo que la Potter Black me había dicho su elfo había dejado un par de botellas de su alimento en el refri, saqué una y la pusé en la bandeja sin saber si debía seervirla altiro, luego acomode algunos quesos en un plato, sabía que eso le gustaba a ella.

Con el mismo sigilo regrese al cuarto y me senté en la cama junto a mi chica luego de dejar una rosa sobre su almohada junto a ella.

[Darla G Dumbledore]

La pareja se había abrazado tras entregarse el uno y Darla no sabía muy bien en que momento, los mimos, los besos y la ternura con que él la mecía entre sus brazos había obrado aquel milagro. Ella no solía dormir demasiado, casi nada a decir verdad, pero cuando estaba con él, todo se transformaba y tras el cansancio más dulce provocado era capaz de sucumbir ante él abrazada a su amado.

 

No supo con certeza cuánto estuvo dormida, solo que en un momento la tibieza se había alejado de ella, lo pudo sentir en sus sueños, era como un vacío que no se explicaba. Sentía que algo le faltaba e intentaba despertarse pero no lograba hacerlo del todo aún, era tan extraño. Y de repente esa calidez y ese aroma la llenaron nuevamente, pudo sentir su presencia y algo más, abrió los ojos lentamente y lo primero que vio le arrancó una sonrisa cálida y enamorada. Había una hermosa rosa en su almohada.

 

Lentamente la tomó y la olió, era deliciosa, le llenaba los sentidos, era tan tierna, tan tierno el gesto de su amado, su mirada siguió el recorrido de su aroma y lo vió, observándola, le regaló una sonrisa mientras se incorporaba sobre el costado, apoyándose en un brazo.

 

--Buenos días mi amor ¿o era buenas tardes? --dijo riendo mientras se inclinaba hacia él y lo besaba.

 

Cuando volvió a enderezarse vió la bandeja a un lado de la cama y sonrió, reconociendo la botella junto a la copa y a los quesos, además de los manjares y bebidas para él.

 

--Muchas gracias --susurró observándolo con amor y tomando su mano, para acariciarla. De verdad le encantaba compartir ese desayuno, merienda, cena o lo que fuera junto a él. Él le encantaba y la tenía totalmente enamorada.

[Seba Granger]

La observé embobado hasta que ella despertó, sonreí al ver su hermosa sonrisa mientras ella le tomaba el aroma a la rosa que había dejado antes junto a ella, no pude evitar recordar la vez que le había regalado la primera rosa y me había pinchado con está, el gesto que ella había tenido con mi herida me había enamorado aun mas.

-Mas bien creo que son tardes- pronuncie a mi amada mientras le señalaba la luz que entraba por la ventana, el día iba bajando en su intensidad aunque aun quedaban algunas horas de sol para disfrutar.

Apoye mi mano con delicadeza en su mejilla cuando esta se acercaba y me regalaba un delicioso beso, -Te amo mucho- dije a este mientras se alejaba de mi de nuevo, -No hay nada que agradecer, espero tengas hambre mi amor- acaricie su mano con ternura, luego la besé con suavidad para luego acariciarme con ella la mejilla.

-Tommy quería traerte la comida, así que tuve que luchar con él- acote riendo mientras le servía una copa de la botella que había traído para ella, el olor a sangre a pesar de no ser vampiro llegaba de inmediato a mi nariz, así ya me podía imaginar con la fuerza que ella podía olerla.

-No se si estará bien de temperatura, tendrás que enseñarme eso- pronuncie mientras le daba la copa y servía un poco de jugo para mi.

[Darla G Dumbledore]

Sonrió con el hecho de que fueran tardes mientras observaba la ventana que él señalaba, si, habían pasado casi todo el día en la 'cama'. Aunque la verdad es que si fuera por ella, pasaría el resto de sus horas sobre la Tierra a su lado, fuera donde fuera. No había podido evitar ronronear de nuevo con sus besos y sus caricias, casi que ya estaba pensando que en ella había un espíritu de minino que se despertaba con la ternura de su novio.

--Gracias mi vida, la verdad que algo sí --se sonrojó un poco sin poder evitar observar el suave cuello de Seba y sentir un estremecimiento por todo el cuerpo para luego lanzar una carcajada ante el comentario de que se había 'peleado' con Tommy para ver quién era el que le servía a ella.

El aroma del contenido de la botella llenó las fosas nasales de la Potter Black apenas Seba la abrió y sus ojos brillaron de un tono rojizo mientras sus afilados colmillos asomaban por unos segundos de sus labios. Fue apenas, nada más que un breve instante, para cuando había tomado la copa que él le ofrecía en sus manos ya había vuelto a la normalidad. Bebió un sorbo y echó levemente su cabeza hacia atrás, nunca dejaría de agradecer a Piro el haberle hecho conocer aquella fuente de bebida para saciar su hambre y su sed. Su mirada se volvió hacia Seba que tenia ya su copa de jugo en la mano.

--Está perfecto mi amor, muchas gracias --y volvió a inclinarse a besar los labios de él cuando ambos habían alejado de ellos sus respectivas copas, los sabores del amor, el jugo y la sangre se mezclaron en su boca, llenándola de un éxtasis que no imaginaba posible --te amo --susurró mientras se enderezaba de nuevo --¿qué planes tienes para nosotros ahora?--la pregunta le había salido sin pensar mientras llevaba de nuevo su copa a la boca.

[Seba Granger]

Observé el sonrojo de las mejillas de mi novia, me gustaba cuando así eso, cuando demostraba con su tibieza o simples gestos mortales lo que yo le podía provocar, acaricie su mejilla por un instante mientras la seguía viendo a los ojos y disfrutaba de sus carcajadas.

-¿Que pasa mi amor?- pregunté a esta, pero justo estaba bebiendo su comida así que intente no molestar.

Acaricie su mejilla una vez mas cuando sentir el sabor metálico de la sangre que había quedado en sus labios, era rara la sensación aunque mas de alguna vez cuando había sido mas joven al momento de pincharme o cortarme había hecho eso para parar la sangre que emanaba de mi herida, lo que si sabía es que con tal de estar a su lado, de poder besar aquellos labios me acostumbraría a lo que ella me pidiera.

-No hay nada que agradecer, Te amo mas mi bebe- después de eso nuestros labios se separaron una vez mas, no pude evitar no verla con picardia con la pregunta que la Potter Black me hacía.

-Pues... - deje un tiempo de duda mientras veía la cama y reía mirándola, me incline para besar la punta de su nariz con ternura, -Te parece ir al cine, o salir a tomar algo. Solo quiero aprovechar que no fuimos a trabajar para estar juntos, el lugar me da lo mismo mientras estés a mi lado- pronuncie a mi chica mientras le ofrecía un trocito de queso en sus labios.

-Aunque ahora que lo recuerdo mi hermana Helena estaba de cumpleaños, mamá me pidió te invitará a la celebración que se llevará en el castillo, ¿Quieres ir conmigo?- termine diciendo mientras veía sus bellos ojos.

[Darla G Dumbledore]

La sonrisa pícara que se dibujó en los labios de Seba le indicaron que su pregunta había despertado una vez más la imaginación sexy del mago, sin poder evitarlo ella también sonrió con picardía, a sabiendas de que había veces en que pasaría todo el día y la noche con él entre sus brazos. Y a decir verdad, esas veces, representaban el cien por ciento de su vida, solo se contenían en realidad cuando estaban en su trabajo, ya que ambos eran muy profesionales, más allá de su amor apasionado.

 

La mirada pícara de él a la cama y a ella reforzaron la idea que tenía sobre su picardía y río junto con él ronroneando al sentir el besito en su nariz, que apenas arrugo divertida y encantada por sus muestras de cariño. La pelirroja asintió feliz por la idea mientras comía del bocado que su novio le ofrecía, con gesto pícaro chupeteó sus dedos sin llegar a morderlo, solo rozándolo con sus dientes, segura de que no le haría daño porque tenía sus colmillos retraídos.

 

La nueva invitación le arrancó una sonrisa y mientras sostenía la mirada de su novio asintió.

 

--Si mi amor, con gusto iré contigo, son muchos de familia tú y tus hermanos.

 

Río mientras era ella la que ahora, tras probar un bocado, ponía un trocito de queso del que a él le gustaba en sus labios, por dentro los nervios la envolvían, iba a conocer más familia de su Seba. ¿Cómo les caería? ¿La aceptarían como vampira? Ella sabía que jamás le haría daño a él ni a nadie cercano o de su familia, pero no sabía la experiencia que ellos tenían con su raza o cómo sentirían. Pero eso no la detendría, si él le pedía fueran juntos al infierno, ella lo acompañaría en medio de las llamas.

[Anthony R. Dracony M.]

¡El lugar perfecto!

Empujo con su mano la hoja de aquella puerta del local, la campanilla sonó alegremente cuando franqueo la entrada de ese lugar tan lleno de los que mas le gustaba: libros.

Emocionado camino con pasos lentos mientras su vista paseaba por todo aquel recinto. Las estanterías como libreros y anaqueles mostrando un sinnúmero de ejemplares de todo tipo de libros. La vista de tan vasta variedad, era asombrosa. Sintió como si entrará a un maravilloso rincón del país de las maravillas.

 

¡Cuan feliz se sintió con aquellos galeones en su bolsillo de su pantalón oscuro! El haber obtenido esa beca en la academia, le hacia sentir orgullo de su habilidad pero era aún mayor su regocijo al llegar hasta este negocio para gastar su sorpresiva fortuna en la compra de algún buen libro.

 

Era una modesta y pequeña cantidad, pero aún así, esperaba que fuera suficiente. ¿Cómo sería mejor plantear su deseo?

Camino nervioso hasta el mostrador. Ahí vio a una pareja, seguramente los responsables de la librería.

Metió las manos a la chaqueta negra que llevaba puesta, de pronto sentía un poco de inseguridad al hablar.

 

Se pensó que podrían disgustarse por esconder la mirada y las manos, así que las volvió a sacar y con la izquierda tomo el asa tirante de su mochila negra, acomodándola en su hombro izquierdo. L mochila estaba vacía, solo contenía una varita, tenía muy pocas posesiones. Paso nervioso su mano derecha por su cabello verde un poco largo y sedoso. Era una de las cosas que hacia para recobrar su confianza y hablar con las personas.

 

---Buenas tardes---Se asustó de escuchar su propia voz. Tenía tanto tiempo que no articulaba ninguna palabra, que el timbre de ella le sonó extraña. Sintió un calor en sus mejillas e inclino la cabeza. Era tan raro salir de su emertismo.

 

Recordó el motivo por el que llegó ahí, eso le hizo recobrar el aplomo y se acercó para decir simplemente:

---¿tiene un libro no muy caro con información e imágenes a color de los dragones y los fénix?

[Darla G Dumbledore]

Darla, antes de ir a la fiesta de Helena, atendiendo a @

 

La pelirroja habia acordado con su novio ir a la fiesta de cumpleaños de su futura cuñada, habían terminado de merendar, entre mimos y ternuras y se habían comenzado a preparar. Estaban ya en el nivel inferior, Seba habla dado indicaciones a sus elfos y ella a los suyos cuando la campanilla de ingreso al local habia sonado, indicando la presencia de un nuevo comprador.

 

Darla observó de lejos al joven mago, su mirada reflejaba esa emoción que los amantes de los libros solían mostrar al estar en una biblioteca o una librería. Sonrio a su vez mie,tras se volvía hacia Seba, acomodandole la ropa, mas por costumbre que habia tomado a que porque él lo necesitara. Cuando la voz del mago atrajo su atención, acaricio la mejilla de su novio.

 

--Adelantate amor, yo me ocupo, termino de dar indicaciones a Tommy y nos vemos allá .

 

Tras despedirse de su novio y escuchar la solicitud del joven de verdes cabellos sonrio y acercándose a él, le indicó la siguiera hasta una basta estantería que decía en un blanco cartel de letras doradas "Animales Fantásticos". En cada instante habla un numero de X y otras indicaciones.

 

--Hay un par de estudios,de Newt Scammander y otros de Bill Weasley sobre dragones y fénix, asi como una edición económica de un poco conocido libro de Albus Dumbledore titulado "Mi vida junto a mi fénix", si desea ver esos, en el primer nivel puede tomar algo mientras los ojea y puedo indicar a los elfos le alcancen algunos mas si le interesa --la pelirroja espero la respuesta del mago mientras sacaba del estante los tres primeros libros y se los enseñaba.

 

~~~~

 

off: perdon la demora, Feliz Navidad

[Anthony R. Dracony M.]

Aguardo unos momentos a que le respondieran, el tiempo le pareció pesar sobre sus hombros. Vio como el joven se retiró y la atractiva chica se acercaba a él. Se sintió aún más nervioso cuando la pelirroja sonrió, con su fina mano le mostró hacia donde dirigirse, le mostró una estantería que por el letrero a la vista se sintió un poco tonto, *¡oh, rayos,¿pero como no preste atención a eso, si esta tan visible?*

 

Al pie de la estantería, la joven comenzó a informarle sobre libro de diferentes autores, que por su reciente llegada a Ottery eran para el desconocidos, comenzó a preocuparse ¿de que modo haré para elegir?...Ya comienza a sudar la gota fría cuando cayó a cuenta en la última parte que mencionó y entonces se quedó perplejo.

 

Le miró sin dar crédito a lo que oía:

---¿puedo ojear los?....---no salía de su asombro del todo, cuando ya la chica sacaba tres libros y se los tendía sonriente.

Con incredulidad tendió su mano temblorosa para tomar los libros. Su corazón latía locamente en su pecho haciéndole sentir una enorme emoción al tomar en sus manos aquellos libros. Sus ojos miel brillaron de la alegría y le miro con agradecimiento.

 

---¡Ah!...¡si,si! Quiero verlos, que gentil es usted. Ya me llevo estos...¿tienen el precio en la cubierta?...es que ....¿sabe?, no traigo mucho dinero ...y pues...no me quiero ilusionar....¿me entiende?

 

Bajo la vista y nuevamente sintió el calor en sus mejillas, podía haber tomado los ejemplares y haber disfrutado de verlos, pero no era como estar en una biblioteca...y su emoción se enfrió, brotándole repentinamente unas ganas de salir corriendo de ahí.

[Seba Granger]

Creo que la tarde de romance había acabado luego de ponernos de acuerdo con ir a la fiesta de mi hermana pequeña la bruja se había arreglado y bajado a la parte de la tienda, lo mejor sería hacer lo mismo.

Me di una corta de ducha para luego ponerme unos jeans y una playera blanca, sobre ella una camisa a cuadritos en tonos de distintos tipos de azules, y unas zapatillas negras. Tras eso agarré mi varita y salí hacía el piso inferior debía decirle algunas cosas a mis elfos antes de salir del lugar.

Lo mismo estaba haciendo Darla, nos encontramos una vez mas en la parte baja , -Ok, allá nos encontramos- di un pequeño vistazo al joven que ingresaba al lugar y saludé con la cabeza, luego me desaparecí en las habitaciones traseras donde hablaría con Dash, y luego saldría por la puerta trasera rumbo al Castillo de la familia de mi madre.

OFF:

Bienvenido a House of Books Antoni.