Jump to content

♦..Cacao Café..♦ (MM B: 103979)


Ela Karoline
 Compartir

Publicaciones recomendadas

Cye había estado de viaje y se le antojaba una gran taza de chocolate caliente para irse ambientando al clima y a la temporada navideña, aunque… esta no sería muy agradable, no sin su enanito, un largo suspiro acompañado de una solitaria lagrimas se desprendieron de la Lockhart al abandonar la chimenea que estaba en la parte interna de la cascada.

A medida que avanzaba, se limpio la mejilla y se quito la larga capa de viaje entregándosela a uno de sus elfos que se contentaban de verle por esos lados. Aún pensativa se quedo mirando a la nada, tenía que sacudirse esa tristeza o terminaría enfermándose, era algo que se decía todos los días pero que en la práctica resultaba casi imposible de ejecutar. Entonces noto que una de las elfinas se dirigía a atender una mesa y le quito la libretilla y el vuela pluma diciéndoles “yo atiendo la mesa”.

Camino despacio, hacia donde le había señalado la criatura y cuando llego aún con la mente en el limbo saludo, sin notar que la mesa la ocupaban algunas personas que conocía.

—Hola, si gustan tomare su pedido—sugirió en tono amable

 

 

http://i630.photobucket.com/albums/uu28/cyelalockhart/blin-fir-sepa/Enero1_zps62398dfb.png

Editado por Cye Lockhart
Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 1 mes más tarde...

El día era nublado, como todos los de invierno, aunque suerte la suya, aquel en especial no llovía y era lo suficientemente agradable como para tomar algo al aire libre.

 

Era la primera vez que asistía a aquel lugar, eso según sus hijos, quienes aseguraban que, un tiempo atrás, había quedado de juntarse allí con ellos y su mejor amiga, aunque había terminado por retrasarse y nunca aparecer; lo extraño era que ninguno mencionaba el por qué, aunque algo le decía que era mejor no seguir preguntando por ello.

 

Entonces… – dijo Luna luego de servirle tanto a su madre como su hermano una tasa humeante de leche junto a una barrita del chocolate más delicioso para verterlo justo en ese momento.

 

¿Entonces qué?

 

¿No recuerdas nada de nada? Sobre todo el día que supiste la verdad sobre nosotros.

 

Mei hizo una mueca. Sí, lo recordaba, pero de una forma extraña, había algo, faltaba algo, recordaba a Lisa, Henry, Luna y ella, solo ellos cuatro, algo poco lógico ya que Henry parecía haberse cabreado de verdad y debido a ello se había descontrolado, aunque no había peleado con ninguno de los antes mencionados. Inmediatamente, el muchacho, al ver el rostro de su madre, intervino:

 

Ya déjala, ¿tu acaso no debes trabajar?

 

No hay mucho por hacer, no tenemos muchos clientes en esta época del año por el frío – le respondió, sacándole la lengua –. En realidad me sorprende que no me hayan despedido para evitarse gastos.

 

Como podía ya saberse de antemano, una pequeña pelea comenzó entre los gemelos, pelea a la cual la Delacour ignoró totalmente.

 

Su mente se hallaba lejos de allí, como había sucedido desde hacía días. No podía dejar de sentirse inquieta por el hecho de saber que faltaban recuerdos de todo lo vivido desde hacía un año; sin embargo, tenía el sentimiento encontrado de temor por no saber qué era eso que había olvidado, ¿y si era algo que en realidad no quería saber? Branko se había internado en su laboratorio desde hacía más de veinticuatro horas, aunque casi podría decirse que de mala gana.

 

Inmediatamente a su mente llegó el recuerdo de lo sucedido el día anterior. Luego de bajar junto con su amigo en busca de algo de ropa para poder comprarse, el primo de Lisa, el tal llamado Luca había bajado a toda velocidad, siguiéndolos y, luego de dedicarle unas palabras al brasileño, la había tomado tan sorpresivamente que la había dejado estupefacta. Pero no era por ello que no se había opuesto al beso repentino que le había dado, sino al hecho de que, si bien había sido brusco en sus movimientos debido a la rapidez, lo había hecho con cierta delicadeza. Además, algo dentro de ella había reaccionado en cuanto había sentido sus labios contra los suyos y el aroma del rumano…

 

Mamá, ¿estás bien? Te has puesto roja de repente.

7ND4oqh.gif ~ c3cuSMA.gif


4uqeTef.png


sEAaDO5.gif


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Luca Van Halen



- Relájate, deja que Gaia entre en ti, busca el equilibrio….


Y eso habia hecho, siguiendo las indicaciones de Claire habia estado perdido en aquel bosque de abetos, dejando salir sus sentimientos más profundos y obligándose a sí mismo a analizarlos, con la increíble y mágica ayuda de la madre tierra, diosa que luchaba día a día a su lado. No habia logrado recordar mucho, tan solo la increíble y bella sensación de sentirse protegido cuando la Delacour estaba cerca y eso era de por sí, lo más extraño, pues el rumano era de alguna forma considerado un lobo solitario.


- Debo verla – Fueron las palabras del Van Halen después de más de tres horas en completo silencio – Me aterra estar lejos de ella, no sé porque, pero temo que alguien pueda hacerle daño, ese Branko es…. - Lo dijo de forma involuntaria, casi ni se entero de tal hecho.


La sonrisa de la suma sacerdotisa del clan de la luna regente en el país europeo fue tan inmensa que hasta al chico le molesto la claridad de esta – Eso son celos amigo mío, tu cabeza está perdida en un mar de dudas, pero tu corazón esta tan abierto y enamorado como antes. Es ella quien te hace vibrar, solo tenéis que encontrar la unión que antes poseíais, una tan fuerte que no se derrumbó ni en los peores momentos y mira que los habéis tenido – A Luca todo aquello le sonó a chino.


- ¿Yo celoso? Cualquier mujer esta dispuesta a encamarse conmigo, con tan solo decirle hola ¿acaso me has visto bien? - La chuleria volvió a resurgir reclamando el protagonismo.


- Por eso mismo, ella es diferente, ha conseguido lo que ninguna otra; hacerte dudar y perder el norte


>><<


Habia vuelto a Londres después de aquella charla con su amiga, ansioso de volver a toparse con ella y retomar esa conexión que todos decían poseían, pues la desesperación por no saber, lo estaba matando. No se sabe si fue el destino o el propio desarrollado los acontecimientos, pero después de mucho pensar y de recorrer el callejón una vez más. Tras media hora de paseo en el cual no encontró ni rastro de la fémina, se encamino hacia un local que le había llamado la atención al pasar frente a él. Le apetecía un chocolate caliente, una bebida dulce que lo alejase de la amargara que se habia posado sobre sus hombros ya hacia una semana


- ¿Pero qué…? – Nada más posar un pie sobre la segunda planta del edificio, la imagen de la joven castaña golpeo fuertemente sus retinas, dejándolo totalmente en babia.

                            WFlgMYZ.gif

Firma lobo 2.jpg

                                                        XEPq2Tk.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Abrió grande los ojos en cuanto oyó lo que su hijo le decía, por lo que inmediatamente agitó la cabeza y comenzó a balbucear en un intento de distraer a ambos jóvenes, quienes creían que algo grave le sucedía a la Delacour, aunque lejos de eso se trataba, era más bien algo…

 

¡E-estoy bien! – logró decir luego de un momento – Es solo que me dio un poco de calor – se escudó, agitando las manos como intentando abanicarse mientras reía de forma poco convincente.

 

Tanto Luna como Henry fruncieron el ceño e intercambiaron miradas de sospecha, estaba por distraerlos nuevamente para evitar que pensaran cualquier cosa, pero entonces su mirada alcanzó a captar a alguien llegando por la entrada del local. Estaba por decirle algo a su hija, o hacerle señas, pero en cuanto había fijado su vista con más detenimiento en el recién llegado, quedó totalmente tiesa. Inmediatamente sus mejillas volvieron a adquirir un rápido color rojo, aunque esta vez debido a una mezcla de sentimientos los cuales se podían notar perfectamente en su rostro y ojos: pudor y molestia.

 

Al percatarse del repentino silencio de su madre, los gemelos se voltearon para observando, notando su mirada fija en algún punto, el cual no tardaron en buscar. Sus reacciones no tardaron en llegar: Henry puso cara como de estar oliendo algo podrido, mientras que Luna sonrió de forma sincera y algo pícara.

 

Sin perder tiempo, la Delacour más joven se levantó del asiento y se dirigió hasta donde se hallaba Luca con clara intensiones de “atenderlo”, aunque más que eso, era una intervención en toda regla.

 

Buenos días, bienvenido al Cacao Café, – lo saludó, inclinándose levemente en forma de recibimiento – ¿desea una mesa única o para compartir? Supongo que para compartir – se adelantó a decir antes de que el otro respondiera, ya que no era para nada disimulado en la forma en que observaba a su madre –. Sígame, por favor.

 

Y nuevamente, sin dejar que el otro dijese palabra alguna, comenzó a empujarlo por la espalda, llevándolo hasta la mesa donde tanto Mei y Henry se hallaba, ambos con rostro de pocos amigos, aunque en diferentes niveles.

7ND4oqh.gif ~ c3cuSMA.gif


4uqeTef.png


sEAaDO5.gif


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Luca Van Halen



Cuando volvió a la realidad y menos mal que lo hizo, vio como una bala de cabello castaño y aspecto juvenil se dirigía hacia el de forma implacable. Siempre igual, nunca va a cambiar, pensó el rumano al contemplar la dulce figura de tan bonita fémina. La saludo como haría un hermano mayor, pues a pesar de que era un bombón de mujer, tenía ciertos reparos a la hora de tontear con ella, pues la veía como eso, alguien a quien cuidar y proteger, incluso de sí misma.


Otra pregunta y que retiro al instante de su ya ajetreado cerebro porque este ya le dolía de tanto elucubrar, había sido ¿de donde conocía a aquella bruja? No recordaba haberla visto en Rumanía, tampoco en la Weasley ni en ninguna otra familia que conociese. Sentía hacia ella un cariño difícil de disimular y mucho menos de controlar, aunque y por mucho que se esforzase no encontraba conexión alguna con ninguna persona de su entorno normal.


- Un gusto y más sabiendo que tu estas aquí, no sabía que trabajabas en este lugar….


Correspondió a la bienvenida, perdiéndose una vez más en aquellos ojos color chocolate que sin saber porque o de qué manera buscaban los suyos de una forma complicada de describir. Luna parecía relatarle las mil y una características del local, pero el ya no escuchaba, su mente divagaba entre lo que habia pasado hacia unos días en el Dolce and Gabbana y lo que ahora sentía al volverla a ver. Solo reacciono cuando se vio arrastrado hasta aquí punto y de forma brusca por la chiquilla.


- Buenas tardes – Ante todo las formas, así se lo habían enseñado desde bien niño – Mei… ¿podemos hablar? – Ea, a la aventura, le grito desde algún punto su voz interior. Llevaba semanas comiéndose la cabeza, tenía que finiquitar aquello, allí y en aquellos precios instante, si no quería morir por combustión espontánea y la única idea que se le ocurrió, es llevar a la guerrera a aquella playa de costa azul que incansablemente aparecía en sus sueños, eso si, sin avisarla.

                            WFlgMYZ.gif

Firma lobo 2.jpg

                                                        XEPq2Tk.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Luna reía por lo bajo al ver la cara de embobado del otro, aún si tenía sus recuerdos intactos o no, siempre actuaba de la misma forma una vez que sus ojos encontraban a su madre, algo que le gustaba observar, esa mirada de devoción, como arrodillándose ante ella y entregándole su vida con un gesto tan simple como aquel.

 

Una vez llegaron, Mei se había puesto aún más colorada, esta vez rehuyendo su mirada hacia la taza de chocolate que tenía frente a ella, mientras que Henry desvió la vista hacia un lado, apoyando el codo sobre la mesa y de esa forma haciendo a su brazo un soporte de su cabeza. Por su parte, la pequeña Delacour se hizo a un lado, observando la situación de forma disimulada.

 

En cuanto el rumano habló fue que Mei se vio obligada a cambiar su objetivo a mirar. Se estaba dirigiendo a ella, era imposible que lo ignorara por más tiempo sin tender a ser malhumorada o incluso pesada. Soltó un leve suspiro y lo miró, no quería hablar con él, no quería que estuviera ahí, no quería que le diera vuelta el mundo tal cual lo estaba haciendo en ese momento, poniendo en duda todo lo que había pensado y creído hacía más de un año.

 

Espera, – dijo repentinamente la voz de Henry a la vez que apoyaba las palmas de las manos en la mesa y se levantaba del asiento con cuidado, llamando la atención de todos, aunque aún poniendo cara de estar molesto – antes de que hablen, yo quisiera hacerlo contigo – se dirigió esta vez a Luca, dejando con los ojos muy abiertos a su hermana.

 

Era evidente que ella no se esperaba eso, incluso Mei estaba sorprendida, a fin de cuentas destilaba un aura especial que dejaba en claro que no le caía para nada bien.

 

Sin esperar respuesta o reacción de alguien, se dirigió hasta donde se hallaba el Van Halen y, pasando cerca de él, siguió de largo, alejándose hasta una zona donde pudiesen estar lejos de que alguna de las dos mujeres los escucharan, a fin de cuentas, con lo que acababa de decidir hacer y decir, prefería que quedara entre ellos dos, y hasta incluso internamente se maldecía a él mismo por haber dicho tal cosa.

7ND4oqh.gif ~ c3cuSMA.gif


4uqeTef.png


sEAaDO5.gif


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Luca Van Halen



El Van Halen admitió aquel giro de los acontecimientos, por el simple hecho de no llamar la atención de los presentes. Si después lograba que Mei lo escuchase, habría ganado la batalla. Más vale, a veces, tarde que nunca. Tras contemplar por última vez el sonrosado rostro de la Delacour, giro sobre sus talones y se encamino derechillo hacia donde ya se encontraba el muchacho, que serio e inexpresivo, ya lo esperaba para iniciar lo que fuese a suceder.


Luca, alto e imponente, se apoyó en una de las columnas del restaurante, en aquella que serpenteaba un rosal lleno de bellas flores rojas. Su alma estaba tan desnuda y su mente tan perdida que no se dio cuenta del aura que poseía el mago, tan burbujeante y perturbada, como la suya propia. En los últimos días su única meta habia sido acabar con cualquier amenaza que asolase su país. Necesitaba estar activo y en movimiento, así sus pensamientos no lo traicionaban.


Al ver que Henry no omitía sonido alguno, creyó conveniente iniciar el con el embiste primario, a fin de cuentas allí estaban para hablar y seguramente de quien menos quería, pues nada más escuchar su nombre o visualizar sus ojos en su cabeza, su corazón comenzaba a latir desaforadamente y sin tregua alguna, logrando que cometiese errores de un aprendiz en el arte de los duelos – Tu dirás – Su voz era cálida, el machito que un día fuese, se evaporo al entrar en contacto con los labios de la fémina

                            WFlgMYZ.gif

Firma lobo 2.jpg

                                                        XEPq2Tk.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Henry Delacour

 

 

Luca no se había negado a seguirlo, por lo que agradeció no tener que llevarlo arrastrando de los pelos si era necesario, estaba por hacer algo de lo cual, sabía que en algún punto se arrepentiría, o por lo menos fingiría hacerlo, por lo que era conveniente que no diese un paso atrás en ese momento donde ya, o hablaba, o callaba para siempre.

 

Lo observó detenidamente por un momento, pensándose en lo que diría, pero él se le adelantó. Se percató de que pensaba que intentaba interferir para evitar que hablara con su madre, o eso parecía.

 

No sé si recuerdes quién soy, cómo nos conocemos o algo, – comenzó hablando, quedando parado próximo al Van Halen y mirando a Mei y Luna, las cuales hablaban entre ellas, su gemela molestando a su madre con algo, ya que la otra se había sonrojado aun más e intentaba evitar la mirada de su hija – independientemente de eso, hablaré como alguien que te conoce poco, pero que conozco mucho más a mi m… Mei más que la mayoría.

 

Se había corregido a tiempo, a fin de cuentas no sabía si lo reconocería como hijo de la Delacour, a fin de cuentas, ella no tenía la edad suficiente como para tener un hijo de dieciocho años.

 

Aspiró aire, preparándose para hablar, y una vez que lo soltó todo de un solo soplo, miró fijamente al rumano, clavando sus ojos color chocolate en los del otro de una forma decidida que en contadas ocasiones solía verse.

 

No me caes bien, y eso se nota a kilómetros aún cuando no me recuerdes, pero lo que diré, lo hago porque me importa más la felicidad de Mei que lo que a mí me interese – hizo una corta pausa, poniendo cierta tensión a la situación –. El hecho de que no te recuerde la hizo hacer un retroceso, volvió a un tiempo en el que se negaba a tener más sentimientos que algunos básicos. Amistad, amor por sus hijos y lealtad para con sus principios, y para de contar.

 

»Solo eso se permite sentir y aunque en parte parezca algo bueno, no lo es, la lleva a sí misma a límites de poner su vida en riesgo una y otra vez de las formas más est****as imaginables con tal de proteger a los suyos y luchar por lo que cree y quiere – esta vez, el silencio se debió al hecho de que se había desconcentrado levemente, recordando los días que había presenciado frente a una Mei tan fría y calculadora como arriesgada –. El problema no es ese, sino que… si sigue así, temo que vuelva a caer en ese comportamiento de autodestrucción, en el cual, de no lograr llevar a cabo sus misiones con éxito y caer en el intento, caer en un estado de depresión una vez se da cuenta de los riesgos que tomó sin pensar, sintiéndose culpable a niveles que la llevan a torturarse a ella misma; pero luego vuelve a hacer lo mismo y se vuelve un ciclo sin fin.

 

Su mirada se había vuelto sombría y miraba un punto indeterminado, más sumergido en sus propios pensamientos que otra cosa. Cuando dejó de hablar, volvió a mirar a Luca, sonriendo con amargura.

 

Y seguro piensas que por qué te estoy diciendo todo esto, – volvió a decir – la respuesta es bastante sencilla, aunque me moleste. Desde que apareciste en su vida, ella cambió, volvió a adquirir parte de la esencia que había perdido; sus comportamientos precipitados o los de culpa inminente una vez caía en lo que llevaba a cabo ya no eran tan frecuentes, incluso diría que no existían ya. La hacías feliz y la contenías, por el momento – remarcó las palabras, dejando en claro a lo que se refería –. Así que, por favor, no la abandones ahora, te pido que estés cerca de ella e intentes lo que sea para que te recuerde. Ya está, lo dije y probablemente no lo oirás nunca más en tu vida.

7ND4oqh.gif ~ c3cuSMA.gif


4uqeTef.png


sEAaDO5.gif


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Luca Van Halen



La conversación dio inicio y por un derrotero que jamás creyó. Asentía o negaba dependiendo del punto que tocaban. Si, lo recordaba, pero no sabía de donde o como habia logrado tener contacto con él, lo mismo que le sucedía con Luna, aquella chiquita de caballos castaños tan apasionada como él y tan guerrera como la misma Weasley. Lo que si tenía claro es que él iba a ser un punto clave en su vida y después de escucharlo, sus sospechas se confirmaron.


Espero paciente, cosa rara en él, pero todo habia cambiado desde aquel turbio día en donde se vio envuelto en una tormenta de sentimientos, despertando junto a alguien que no era ni por asomo conocido y por la cual empezaba a sentir más de lo estrictamente necesario. Muchas cosas pasaron por su mente desde ese día, desde que habia perdido la cabeza, que era lo más probable, hasta que sus enemigos lo habia drogado y borrado sus recuerdos para eliminar a la Weasley en su camino por el poder dentro del país.


El rumano no hablaba, no podía, sus ojos estaban clavados en los oscuros del muchacho, pendiente de sus gestos y acciones. No lo consideraba un enemigo, pero si lo bastante diestro como para dar el golpe de gracia si la charla pasaba a mayores. Era fuerte, veloz y astuto y se le notaba a leguas El Dhampir habia aprendido a leer eso desde bien niño. ¿Qué no le caía bien? Que predecible, eso es bastante evidente, genio, salto su voz interior, haciendo que una pequeña sonrisa se posase en sus carnes labios.


El Van Halen sentía, muy dentro de él que la relación que tenía con el mago no era la mejor, pero que ambos luchaban a diario por un bien común y en este caso, Mei seria ese algo. Parpadeo un par de veces cuando el muchacho le indico aquel comportamiento de la Delacour, pues a él le habia pasado exactamente lo mismo y así lo quiso recalcar. Carraspeo, pues su voz se habia ido vete tú a saber dónde y hablo de manera suave.


- Se de lo que hablas, estos días han sido para mí una aberración y para no pensar, he estado más en combate y luchando que protegiendo a la princesa. Si me estoy quieto tan solo un segundo miles de recuerdos e imágenes que no me corresponden o al menos, eso creo, llegan a mí y para evitarlas, prefiero estar plenamente centrado en los terrenos más áridos y peligrosos de Rumania, así me siento útil y dejo de elucubrar cosas que no puedo resolver


Más que una confesión, fue una reflexión lanzada al aire, algo que sabía era verdad y que tenía que parar con ello, pero no podía, no era capaz, era como un círculo vicioso, una pescadilla que se mordía la cola y era inevitable. Como queriendo dar fe de sus testimonio, se apartó la camisa blanca que llevaba y dejo al descubierto parte de su pecho, en donde una herida de varios centímetros de profundidad, aún seguía infestada, pues ni tiempo habia tenido tiempo para curarla, aun sabiendo que si no quería morir, tenía que hacerlo.


- Lisa me ha dicho lo mismo - Confesó – Eso haré, creen que no me alejare, mi cuerpo y recuerdos la reclamaban de manera directa y profunda. Alejarme seria romperme en dos y si sucede, temo que no vuelva a unirme después de eso – Alzo su puño derecho al cielo y lo bajo, dejándolo posado segundos después sobre su corazón, una promesa sagrada – Estaré ahí.

                            WFlgMYZ.gif

Firma lobo 2.jpg

                                                        XEPq2Tk.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Henry Delacour

 

 

Se lo notaba evidentemente sorprendido con el discurso que le había lanzado, era algo sabido que no esperaría que terminara diciéndole tal cosa cuando su comportamiento para con el Van Halen dejaba mucho que desear. La respuesta que le dio realmente no le sorprendió, suponía que su madrina había tomado cartas en el asunto lo más pronto posible, pero de todas formas necesitaba cerciorarse de que cumpliría el pedido y tratar de evitar que su madre regresara a como había estado antes de conocerle.

 

Por un momento estuvo a punto de poner mala cara ya lanzar un resoplido al aire en cuanto oyó lo cursi que podía llegar a ser, ¿de verdad así le gustaban a su madre? Allá ella y sus gustos, aunque en parte le recordaba un poco a él mismo cuando tanto Mei como Luna le decían que él sería igual. Como hasta el momento no lo podía confirmar, lo dudaba realmente.

 

Gracias, – dijo una vez que Luca terminó de hablar, y dando por finalizada la charla, agregó: – ahora sí no te molesto más, puedes ir a hablar con ella… Aunque de todas formas, no te pases.

 

 

Mei Black Delacour

 

 

–¿De verdad no lo recuerdas de nada?

 

–No… aunque a veces me da la impresión de que lo conociera más de lo necesario.

 

Luna puso los ojos en blanco ante aquel comentario. Era obvio que su madre había regresado a ese tiempo en el cual se negaba a tener algo con un hombre, no por respeto a su marido, o mejor dicho, ex marido, sino más bien por miedo a involucrarse sentimentalmente otra vez y que la hirieran.

 

Estoy segura de que lo recordarás todo de nuevo, – le respondió al fin, con una gran sonrisa sincera en sus labios – y entenderás por qué insistimos en que vuelvan a estar juntos. Mira, si hasta Henry dejó de lado sus celos con tal de que vuelvan – agregó, señalando a los dos hombres que se acercaban nuevamente hasta donde se hallaban ellas.

 

Una vez llegaron, Henry no tardó en tomar arrastrar a su gemela fuera del alcance de la “parejita” y sin más, ambos quedaron solos.

 

Por su parte, la castaña, nuevamente sonrojada, miraba de forma inquietante su taza de chocolate a medio tomar. No podía evitar sentirse ansiosa, temía cruzar la mirada con él y que algo dentro de ella se revolviera, pero no podría evitarlo eternamente para su lamentación.

 

¿Y bien? ¿Qué querías hablar?

7ND4oqh.gif ~ c3cuSMA.gif


4uqeTef.png


sEAaDO5.gif


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Unirse a la conversación

Puedes publicar ahora y registrarte más tarde. Si tienes una cuenta, conecta ahora para publicar con tu cuenta.

Guest
Responder a esta discusión...

×   Pegar como texto enriquecido.   Pegar como texto sin formato

  Sólo se permiten 75 emoji.

×   Tu enlace se ha incrustado automáticamente..   Mostrar como un enlace en su lugar

×   Se ha restaurado el contenido anterior.   Limpiar editor

×   No se pueden pegar imágenes directamente. Carga o inserta imágenes desde la URL.

Cargando...
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.