♦..Cacao Café..♦ (MM B: 103979)

[Ela Karoline]

La presencia de Ishaya constituía para Cye como los rayos del sol para las plantas que sin él no crecen y exhiben sus mejores galas a través de las flores y follajes. Una vez que se habían saludado la bruja se sentó junto a él para conversar tranquilamente.

 

-Mi vida, siempre te voy amar, aunque estés en el fin del mundo- respondió sin titubeos, porque así se lo dictaba su corazón, mismo que se calentaba con las palabras que el Tonks dejaba escuchar haciéndolo latir con más fuerza. La siguiente declaración hizo que elevara una ceja, mientras su cerebro procesaba la información “menos responsable”, ”dedicarse solo a la familia”, esos eran pensamientos que compartía completamente pero que salidos de la boca de la rubia le sonaban a egoísmo, mientras que dicho por su esposo, eran sencillamente una hermosa melodía que prometía mucho.

 

-Claro que estoy de acuerdo, necesitamos dedicarle tiempo a la familia, hacer crecer la familia - dijo de forma risueña, pues los bebes era un tema que le emocionaba muchísimo, era una realización que aun no disfrutaba la pareja pero a la que pronto tendrían que enfrentarse y las expectativas de Cye era muy altas en cuanto a los meses de gestación y el nacimiento.

 

-¿Que tienes en mente? - pregunto escrutando sus ojos, él nunca hablaba por hablar, tras sus palabras siempre había una intención y en la mayoría de los casos un plan de acción a desarrollar y estaba muy interesada en saberlo.

[That is not my name]

Me ponía muy feliz el simple hehco de estar al lado de mi esposa, pero en aquella ocasión era todavía más gratificante el escucharla porque accedía a mi idea de estar alejados de todo, por un tiempo. Claro, eso no significaría que desapareciéramos del país ni nada por el estilo, sólo tener un espacio donde nosotros nos dedicáramos al otro, a todo lo que se avecinaba.

 

- Estaba pensando en tomar en serio el cuidado de nuestro pequeño retoño, tomar todas las precauciones y contratar los mejores servicios. Ya había pensado en ir a la guardería de Reena para que nos recomendara algún pediatra, programar sesiones en Santos Mangos para verificar la salud del niño, planear un viaje de descanso por medio de la agencia del Fénix Aventurero y comenzar a protegerlo legalmente con la asesoría del buffete de abogados Vlaidmir.

 

Hice una breve pausa mientras veía la reacción de mi amada Cye.

 

- Ya sabes, cosas sencillas que debemos de ir previniendo, pensando, planeando... no queremos que algo nos agarre por sorpresa en estos meses que faltan, ¿cuánto llevaríamos? ¿Dos meses apenas? ¡No falta casi nada para que nazca! Debemos ir programando la sala de partos de San Mungo, verificar la disponibilidad del registro en el SAW, inclusive sacar su pasaporte en Cooperación Mágica Internacional para que no tengamos problemas cuando nos vayamos de vacaciones... ¿estoy exagerando, verdad?

[Ela Karoline]

Estaba absolutamente concentrada en cada una de las palabras y gestos del mago, le miraba con ojos de amor, delineaba con sus orbes cada una de las formas a que tenía acceso en su rostro como su nariz, sus pestañas, su boca, su barbilla; pero cuando escucho hablar de su retoño quedo al principio en shock, hacía nada estaba pensando en que era injusto que él no pudiera sentir lo que ella sentía dentro de su cuerpo, que estuviera limitado a lo que ella le expresara, y también se preguntaba que era exactamente lo que pensaba sobre ese nuevo estado en el que se encontraban ambos, ahora lo escuchaba de sus propios labios.

 

La verdad no había pensado en la cantidad de cosas que tenían que hacer antes, durante y después del nacimiento. Ella simplemente estaba disfrutando de su estado, de ese sueño hecho realidad y de la plenitud que aquella etapa le brindaba. Verle alerta, preocupado o más bien consiente de todo aquello le ratificaba que esto era asunto de ambos, y lo comprometido que estaba su esposo.

 

-Jajajaja no exagera amor. Yo… supongo que tendremos que hacer todo eso- acerco su mano a la de él y comenzó a mover sus propios dedos dentro de la mano masculina. –Quiero participar en todo pero despacio, mi energía no es la más alta- el hecho de que ella fuera sacerdotisa y que canalizara todo a través de su propia energía no ayudaba mucho pues aquel retoño la absorbía aunque estuviera pequeño. –Me encanta todo lo que dices solo que…- arrugo la nariz –No quiero dar a luz en San Mungo- Se mordió el labio inferior, tratando de encontrar las palabra correctas –Todo Lockhart del linaje directo ha nacido en el castillo y si estás de acuerdo quisiera mantener la tradición- además para que ir a San Mungo, si tenía a la jefe del hospital mágico en casa, Bodrik seguramente se las ingeniaría para que sus abuelos tuvieran todas las atenciones médicas necesarias y no dudaba que ella misma supervisara todo con el propio Ishaya.

 

-Eso sí, me gustaría pasar las últimas semanas en la hacienda, rodeada de naturaleza y paz- agrego observando sus reacciones –Y también me parece el lugar perfecto para el bautizo- ahora guardo silencio, mientras más conversaban más se daba cuenta de que paz era lo menos que tenían por delante. -¿Qué dices?-

[That is not my name]

Supongo que hasta cierto punto si estaba elevando demasiado las cosas, se me daba de cosa natural. Sentí el roce de los dedos de Cye en la palma de mi mano y dejé que su tranquilidad fluyera hacia mi persona, un tipo de energía demasiado particular, único de ella, lograba que al menos en mi cabeza las cosas se tranquilizaran.

 

- Tienes razón, - continué - debemos de ir despacio.

 

No parecía para nada raro que deseara que un Lockhart de linaje directo naciera en el castillo, sería la primera vez que yo, Mirshka, tuviera un hijo y era algo descabellado el tenerlo con ésta nueva oportunidad de vida y aunque recordaba algunas cosas de los nacimientos de los hijos naturales de Adriano, pero no podría compararse con todo lo que vendría ahora. Debía de tomarme las cosas con calma, entender lo que sucedía y apoyar en todo momento a mi esposa.

 

- Me parece excelente la idea, no dudes de ello, - le di un beso en los labios antes de proseguir - cuando llegue el momento necesario nos mudamos por completo a la Hacienda y, el día indicado, los transportare entre mis brazos para que sea tal y como esperamos que sea, lo más perfecto posible conforme a la idea de esta mente tan hermosa.

 

Coloqué uno de mis dedos en la frente de la rubia para que, inmediatamente después, la tomara entre mis brazos y le repartiera una cantidad de pequeños besos incontable.

 

- Tú no te agotes, ya sabes que de mi parte moveré cielo, mar y tierra si es necesario para que descanses lo necesario.

[Ela Karoline]

La reacción del mago fue más de lo esperado, era tan comprensivo, tan dulce, tan especial, tan él; que tenía suerte de tenerle como esposo. A lo largo de su matrimonio habían afrontado situaciones que harían que otras uniones fracasaran, pero si después de seis años seguían juntos, entonces tenía toda la confianza en que también lo estaban para ser padres y brindarle a esa criatura que se gestaba en su ser, todo el amor y la atención que se merecía.

 

-Gracias por ser tan comprensivo, gracias amarme así- dijo al tiempo que recibía los besos del mago, aquel contacto, la energía inmensa que el mago poseía y que ella siempre había podido percibir la tranquilizaba, la rodeaba y le daba una seguridad que iba más allá del amor, de pertenecerse el uno al otro, que nacía desde allí, si pero que se extendía a través de los secretos compartidos a voces o aquellos que no se podían decir y que provenían de la esencia misma de cada ser. Levanto el rostro para encontrarse con aquellos ojos que adoraba.

 

-¿Te das cuenta que nuestras vidas cambiaran para siempre?- lo escrutaba, podía sentir los latidos del corazón masculino a través del pulso en el cuello.-Ya no más dormir hasta media mañana, nada de fiestas sin él o ella, eso sí habrá montones de pañales que cambiar y biberones que dar-rio no solo con sus labios sino con sus ojos, imaginándose al mago en aquellas faenas.

 

-Habrá que comenzar con los preparativos del cuarto, del baby shower, la fiesta de “conozcan al bebe” en los padrinos, el colegio, las nanas, la varita y la seguridad- En ese punto se le quebró la voz, el solo pensar que aquel bebe le pudiera pasar algo la aterro por completo y la hizo apretar los brazos del mago. -¿Te encargaras de eso verdad?- siendo fenixianos era más probable que los mortifagos les atacaran y por ende la seguridad del bebe tenía que estar en primer plano, precisamente por ello es que quería dos nanas, en caso de que ambos fueran apresados.

 

-Creo que ahora soy yo la que se está adelantando y también creo que estaremos muy ocupados los próximos meses, amor- esta vez fue ella quien deposito un beso en sus labios.

[That is not my name]

Las palabras de aquella bruja siempre hacían que un calor muy especial recorriera mi piel, despertaba el instinto de protección que durante siglos no había sentido cuando vivía con mis padres en ese viejo bosque francés, ella era toda la familia que había formado y la que me importaba, ahora con el pequeño que venía en camino, mucho más.

 

- Los próximos meses estaremos previniendo muchas cosas, amor, - le respondía entre unas suaves caricias que tenía hacia ella - pero nuestras vidas serán por completo distintas. No me preocupa, estaré ocupado en atenderlas como se merecen y eso no significa que no confíe en ti, por supuesto que no, sé que serás una madre excelente porque todos los Lockhart que han estado en el castillo y su formación se debe a todos los valores que les has infundado, recuérdalo.

 

Si, apenas tendríamos nuestro primer hijo biológico, de línea directa, pero todos aquellos que habíamos adoptado como parte de nuestro familia resultaban unas personas de bien, fortaleciendo los lazos y las ideologías que siempre defendíamos como derecho de vida, valores universales; no podría atribuirme esos logros, para nada, ella era la fortaleza espiritual de la familia.

 

- Cuando demos la noticia a nuestros seres queridos creo que ellos tomarán la organización del baby shower, además ya me han dicho algunas elfinas que quieren ayudarnos con el cuarto especial en ambas viviendas, tanto en la hacienda como en el castillo, eso ya nos deja con un peso menos. Ahora bien, la seguridad...

 

Claro, un tema que a cualquier padre le preocuparía pero más a nosotros que estábamos en medio de una guerra silenciosa.

 

- Como veo las cosas, tendrá a muchos 'hermanos mayores' que saltarán siempre a la defensa de nuestro retoño y si es necesario, yo mismo estaré siempre con un ojo sobre él o ella, como lo estoy contigo, para que nada se salga de nuestras manos.

[Ela Karoline]

El creía que ella sería una buena madre y ella deseaba ser, era la primera vez que tenía en su vientre a un ser y que dependía enteramente de ella y ella a su vez le necesitaba a él como nunca antes. Claro que amaba a todos sus hijos y haría lo incontable por protegerlos y hacerles sentir lo importante que eran en su vida, solo que ahora, este era pequeñito y no se estaban perdiendo nada, no llegaría a ellos, con años de vida que descifrar, carencias que llenar, estaban desde el momento cero hasta que la vida se extinguiera de sus cuerpos y en otro plano le seguirían amando y acompañando.

 

-Oye que no todo es merito mío, tú tienes una muy buena cuota de ello, pero ahora será una vida construida por ambos, cimentada en el amor- lo que decía era cierto, pues antes de habitar el castillo ella no había adoptado a nadie, apenas estaba saliendo adelante por si sola cuando su abuelo le heredara la propiedad Lockhart y entonces se había enamorado y habían pasado muchas cosas y habían transitado un camino que los había preparado para estar allí justo donde se encontraban ahora. Le alegraba saber que la familia seria parte de todo aun antes del nacimiento, aunque la verdad su relación con Sagitas y los Vladimir se había hecho un poco distante, ojala eso mejorara sustancialmente porque quería alegría cerca de su bebe y que conociera a todos y cada uno de sus familiares.

 

-¡Oye! pensé que tenias los dos ojos puestos en mi - bromeo coqueta ante el último comentario, una forma de aligerar tensiones o evitarlas antes de que se formaran, luego le pregunto mirándolo directo a los ojos de forma soñadora. -¿Qué quieres que sea?- el sexo del bebe era algo de lo que no habían hablado hasta ahora, para Cye bastaba con que naciera sanito, con manos, pies, ojos, deditos, que pudiera gozar de todas sus capacidades, hembra o varón lo amaría igual. Aunque estaba segura que en el castillo ya tendrían un favorito apenas se enteraran, Ishaya por su parte nunca había dicho quien soñaba que fuera su heredero.

[That is not my name]

Solté una risa de complicidad con mi esposa mientras le daba un par de besos en el cuello al mismo tiempo que mi mano pasaba por su abdomen. Era simplemente increíble imaginar que durante los próximos años que nos quedaban de vida podríamos llegar a cuidar de nuestro pequeño retoño, no sólo en su niñez, por supuesto, sino por el resto de sus días.

 

- ¿Qué quiero que sea? Interesante.

 

La verdad es que no me había planteado la idea de que tuviera un género de preferencia, la simple idea de que nacería producto del amor me era más que suficiente.

 

- Bueno, si es niña se uniría al clan de las Lockhart que, por lo general, han resultado mujeres. Si es niño entonces resultaría como los Tonks, con mayoría de varones. Sin embargo...

 

Sí, de cierto modo podríamos ponernos a soñar un poco en esos momentos.

 

- Creo que me gustaría que fuese niña, de esa manera tendría siempre muchas princesas a las cuales cuidar...

[Romina Black Lestrange]

Romina Evans Targaryen

 

El día había empezado de maravilla, se había levantado temprano y el sol estaba radiante por lo que eso también influyó en el estado de ánimo para que la joven estuviera feliz. Se encontraba en su habitación del Castillo Targaryen, se acercó hasta su guarda ropa y de allí saco una remera manga corta, un jean negro y unas cómodas zapatillas ya que tenía planead caminar un buen rato por el callejón. Cuando por fin termino de arreglarse salió de su habitación, cerró la puerta con llave y se digirió hasta el jardín en donde con un simple movimiento desapareció del lugar para reaparecer en otro completamente distinto: las calles del callejón diagon.

 

Empezó a caminar por el lugar como siempre solía hacerlo, y, aun así, se sorprendía por la gran cantidad de negocios que había en el lugar. Continuo caminando, no supo por cuanto tiempo pero así lo hizo, hasta que sintió un ruido proveniente de su abdomen y en ese mismo instante recordó que al salir de su casa no había comido ni bebido nada por lo que empezó a buscar un buen lugar en el cual pasar un rato. Llegó hasta un lugar que le llamó mucho la atención por lo que no dudo en entrar al mismo.

 

El lugar era hermoso, nunca había visto un lugar como aquel por lo que se vio obligada a sentarse en una mesa y observar todo desde allí.

[Ela Karoline]

Los mimos de su marido eran sencillamente deliciosos, ya no solo la ocupaban a ella, sino que le producían una sensación de calidez cada vez que tocaba su vientre, era como si su bebe absorbiera la energía emanada del contacto de su padre, como si disfrutara y aprobara el contacto, bien decían por allí que los bebes podían sentir y oír desde el vientre de la madre, ahora tenían la oportunidad de descubrirlo juntos.

 

-A mi… no sé, me encantaría que fuera nena, pero… te imaginas lo celosa que va a estar Bo, si toda la vida ha soñado con un tío bebe- rio de buen agrado, era cierto, Bo muchas veces le había pedido que se embarazara y le diera un tío, y sobre todo sabia lo celosa que era con el afecto de sus abuelos sobre todo con el de él. Pero por otro lado hijos aunque fueran adoptivos todos eran varones, no había una sola chica que la llamara mamá, también por eso estaría celosa bo, habría una princesa aparte de ella.

 

- Yo solo quiero que esté completamente sano - eso era lo más importante, aunque si era varón -Si es niño tiene que ser como tú, hermoso, sensible, caballero, honesto, todo un príncipe- a medida que iba mencionando las cualidades también iba depositando un beso en los labios del mago.

 

-Y si es niña, será como tú dices del Clan de las Lockhart aunque todas mis nietas sean chicas, mis hijos todos son varones, ¿te imaginas?- EL matrimonio estaba absorto en su conversación, en los planes sobre su futuro heredero y en el inmenso amor que los unía, que Feixac, la elfina de Cye acudió presurosa ante la llegada de un nuevo cliente.

 

-¡Bienvenida a Cacao Café Señorita! Soy Feixac Lockhart y estaré a su servicio- hizo una reverencia y volvió a enderezarse para asegurar -Dado que es su primera visita a nuestro establecimiento, ¿desea una degustación especial o tiene algo en mente?- observo la figura sentada en la mesa, parecía tan joven y de cierta forma le transmitía una espiritualidad que le era familiar, claro que su mente buscaba haberla visto antes en algún lugar de Londres pero ¿Dónde?