♦..Cacao Café..♦ (MM B: 103979)

[Lisa Weasley Delacour]

Dimitri Belikov

El Belikov miraba aquella misiva, que sostenía entre los dedos, con grandes ojos abiertos. Luna siempre conseguía sorprenderle, fuese en el ámbito que fuese. Si, era cierto lo que allí decía, habia tiempo que no se veían, pero no por falta de ganas, si no por temas como era el trabajo y la responsabilidad que el joven poseía para con la corona rumana. Los cambios en la vida de Dimitri, con la partida de Luca, habían sido enormes y aun no sabía cómo balancearlos todos.

Tuvo que sonreír cuando llego al punto principal de la carta. ¿De verdad creía que no estaba enterado de la noticia más alucinante de todos los tiempos? Que el Van Halen, su mejor amigo y maestro dentro de la guardia, se hubiese enamorado habia sido, como poco, chocante, no obstante, que hubiese decidido contraer matrimonio era algo apoteósico. Estaba muy feliz por él. Mei siempre le habia parecido una chica increíble y sus instintos le decían que aquello iba a ir bien.

No le respondió, ¿para qué? Dejo que la intriga carcomiese a la muchacha esos dos dias que le dio de plazo. Si lo conocía un poquito, que creía que sí, bien sabría que acudiría a la cita y la ayudaría con todo lo que por su loca mente pasase. A fin de cuentas, una de sus misiones era custodiar y preocuparse de su bienestar. Dejo el pergamino en un lugar seguro y dejo pasar el tiempo como más le gustaba; entrenando y disfrutando del aire cálido de los bosques de su país.

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Pantalones vaqueros, camiseta blanca, rostro de niño bueno, ojos claros, sonrisa sincera y un porte elegante, a la par que serio. Asi es como el rubio llego al Cacao café. Todas las miradas se centraron en su persona, el decidido ignorar a todo el mundo y caminar de frente a su objetivo; una adolescente de dieciocho años con gesto tranquilo, que tomaba el sol sin ninguna preocupación. Una parte de su entrenamiento era el sigilo, Luna no se percató de su presencia.

A dos centímetros de su cara, fue que hablo - ¿Tu no deberías estar trabajando? – Haciendo que la primogénita de los Delacour saltase del susto – Buenas tardes – Se sentó a su lado, como si nada hubiese pasado – Yo también tenía ganas de verte – Se habia sonrojado por la cercanía que el mismo habia provocado, pero como el sol estaba alto, nadie lo podía decir con absoluta claridad – Dime, ¿Qué tan urgente es lo que me temas que decir? - Fue directo al grano, como siempre.

Editado 6 de Julio del 2015 por Lisa Weasley Delacour

[Mei Black Delacour]

Luna Delacour

 

 

Aquellas palabras salidas de la nada y tan repentinamente sólo produjeron que abriera los ojos cal instante y que además se moviera tan rápidamente para apartarse de la inesperada proximidad que había entre el Belikov y ella que incluso se había mareado por moverse de aquella forma tan apresurada y sin centrar correctamente su mirada. Se tomó el pecho en señal de que su corazón se había desbocado del susto y lo miró con un claro reproche en sus facciones.

 

–¡Maldición, Dimitri! – le dijo, para cuando sintió que su rostro entero se refrescaba un poco porque a esa altura debía estar fucsia – No hagas eso nunca más en tu vida si no quieres que te meta la varita en la nariz o los ojos, o en algún otro lugar donde no te dé usualmente el sol…

 

Se acomodó nuevamente en el asiento y haciendo señas a uno de los elfos para que les sirviera un poco de café, miró de reojo al rumano. Se veía bien, cualquiera que no lo conociera hubiese pensado que se había preparado para la ocasión, o tal vez era así; sea cual fuera el motivo por el cual lo había hecho, definitivamente se veía atractivo, pero y aún así, haciendo eso a un lado, la Delacour lo picó fuertemente en el estómago con un dedo de forma acusadora y dolorosa.

 

–Estoy en mi descanso, no me mandes de nuevo a trabajar que recién comienzo a relajarme un poco – lo fulminó con la mirada por unos segundos para luego mirar cómo el elfo colocaba una pequeña taza de espumante café frente a ella –. Bueno, la verdad es que es más urgente para ti que para mí. Como ya sabrás, tu gran amigo quiso dar el siguiente paso con mi madre y bueno, en breve planean casarse. Mi mamá ya tuvo en su momento una de estas, pero creo que Luca la merece más que nadie… digo, el soltero codiciado y salvaje que solía ser en Rumania pasará a ser un hombre reservado y monógamo, ¡necesita una despedida de soltero! Y tú tienes la responsabilidad de llevarla a cabo, por lo menos la suya.

 

 

 

@@Lisa Weasley Delacour

[Lisa Weasley Delacour]

Dimitri Belikov

El leve regaño que recibió por parte de la Delacour no hizo sino que ensanchase su brillante sonrisa. El genio y la impulsividad de la chica eran tan parecidos al de la Weasley que a veces creía estar en la presencia de la reina de Rumania. Omitió comentario o burla alguna por el sonrojo de la fémina y se centró en el tema principal de aquel encuentro; la boda y por consiguiente despedida de soltero de Luca.

Todos estaban ojo avizor desde el preciso instante en el que el Van Halen habia expuesto la propuesta de matrimonio. Algunos no se lo creían. Que el gran conquistador sentase cabeza era alto tan inaudito como que los mortifagos tuviesen corazón y por ello con cada noticia que obtenían se iban sorprendiendo y emocionando más. Como el mejor amigo del rumano, le tocaba al organizar lo que fuese necesario.

- Trato hecho, la llevare acabo, pero con tu ayuda – En sus palabras no cabía opción al no.

Se acomodó en su asiento, dejando que el sol, ya alto en el ancho cielo, incidiese sobre sus ojos claros. Aquello era un punto y aparte en la vida de muchos. Se cerraba un libro y comenzaba otro, nuevo y muy distinto. Bebió un sorbo del té que uno de los elfos del local le habia servido minutos antes y mientras pensaba en que o como llevar a cabo semejante fiesta, disfrutaba de la cercanía de la adolescente.

- Siempre será el – Comento aun con la mirada perdida – Atrayente, irreverente, complicado e impulsivo – Una descripción perfecta del Dhampir – Está enamorado y feliz. Créeme cuando te dijo que desde el primer momento que poso sus ojos sobre tu madre, la poligamia quedo fuera de su vocabulario – Centro su mirada - ¿Alguna idea loca de esas tuyas? – Sería divertido, no le cabía duda.

[Mei Black Delacour]

Luna Delacour

 

 

Evitó a toda costa poner los ojos en blanco. Era casi imposible de que se negara a ayudarlo a organizar aquel evento, incluso todo lo contrario: le habría sido sumamente difícil el no intentar lanzar alguna idea o comentario al respecto, pero por suerte en aquel punto estaban de acuerdo sin problema alguno.

 

No dijo nada, sencillamente se limitó a sonreír de lado y revolver el café para luego dejar la cuchara a un lado y tomar la deliciosa bebida que había escogido. Mientras lo hacía, Dimitri volvió a hablar, esta vez de quien era su mejor amigo, lo que internamente hizo sonreír a la muchacha: era cierto, Luca no cambiaría en lo absoluto, así se había mostrado ante su madre y así ella se había terminado enamorando del rumano. O más bien, a veces parecía que el Van Halen había ganado por insistencia, si a fin de cuentas, en un principio Mei no había querido saber nada de él…

 

–Ahora se le agrega un nuevo adjetivo para describirlo, – comentó rápidamente, codeándolo suavemente – además de pervertido a niveles extremos y desfachatado, ahora también es un dominado.

 

No pudo evitar lanzar una fuerte carcajada que varios de los clientes que se hallaban a su alrededor escucharon, pero Luna ni siquiera los había visto.

 

–Bueno, ideas, ideas… Uhm, el tema principal y el cual probablemente más problemas puede que traiga, o tal vez no, ya no sé qué cosas pervertidas querrán para su relación… – fingió un escalofrío exagerad a la vez que sacudía su cabeza, para luego girarse y mirar a Dimitri – Strippers, no sé qué tan bien le caiga la idea a mi madre, pero aunque sea un show podría tener, como su “despedida”, aunque no pasará de ahí si es que no quiere ser abandonado días previos a la boda.

 

Soltó un exagerado suspiro mientras negaba con la cabeza y siguió.

 

–No sé si querrás hacer una fiesta temática o algo más bien simple, eso lo dejo a que salga de tu cabecita, tú conoces más los gustos de Luca, ¿no? No por nada te llamé a ti.

[Lisa Weasley Delacour]

Dimitri Belikov

Luna era una persona extremadamente directa. Todo lo que pensaba lo hacía saber sin ningún tipo de problema o vergüenza. Eso a Dimitri le encantaba, pues le indicaba que podía confiar en aquella adolescente de cabellos castaños. Ella lo dejo hablar, asintiendo cuando estaba de acuerdo o negando cuando el Belikov comentaba algo que no encajaba con sus planes.

Dejo que las ideas navegasen por su córtex cerebral, mientras bebía un sorbo de su caliente bebida, disfrutando asi de la calidez del sol y de la agradable charla con la Delacour. Todo iba bien, hasta que la vena graciosa de la fémina se dejó entrever con la mayor burrada que se le pudo ocurrir respecto a la docilidad del Van Halen. No creyó lo que escucho, hasta segundos después de procesarlo.

La miro, en parte divertido, en parte regañándola por aquella impulsividad nata. Si bien era cierto que Luca habia cambiado mucho en cuanto a su relación con las diferentes mujeres de su vida, dentro de su persona seguía latiendo esa esencia de lobo salvaje de la que tanto hacia gala en otros tiempos. Estaba enamorado y haría lo que fuese necesario por ver feliz y segura a Mei.

- Descarada – Murmuro el rubio, al tiempo que se centraba nuevamente en el tema principal de la discusión – A pesar de lo que pueda aparentar, tu futuro padre – Ladeo el rostro, enseñándole asi que el también sabia jugar – Es una persona simple. No tiene que poseer grandes cosas para ser feliz. Algo sencillo será perfecto para la ocasión.

Sus ojos claro incidieron en los brillantes de Luna – Strippers no, para ninguno o antes de la boda tenemos un asesinato. Ambos son celosos con lo suyo, los dos hemos visto como se ponen cuando están alejadas más de veinticuatro horas – Negó con la cabeza de forma intensa - ¿Qué te parece algo temático en relación a los duelos o las justas medievales? Aman los duelos, es pasión….

[Mei Black Delacour]

Luna Delacour

 

 

–Deja de susurrar cosas.

 

Había alcanzado a oír lo que dijo, por lo que le había lanzado una rápida mirada asesina para luego desviarla y centrarla en un punto del lugar para pensar acerca de lo que Dimitri acababa de exponer.

 

Ciertamente, a ninguna parte le gustaría la idea de tener strippers en las fiestas de cada uno, pero no podía evitar seguir pensando en usarlo, una despedida de soltero sin eso, no era nada. Por lo menos para un show, pues ya lo demás no hacía falta. Dando vueltas a otros asuntos, permaneció en silencio más tiempo del requerido, por lo que el rumano no tardó en llamar su atención, a lo cual rápidamente la Delacour se recuperó.

 

–Pues… en realidad había pensando en algo como fiesta de disfraces, pero puede ser. ¿En Rumania tienen alguna clase de ropa especial para batallas? O algún ritual antes de una, o algo así que pueda usarse para la fiesta, sería interesante…

 

Guardó silencio una vez más, pensando un poco.

 

–Para mi madre aún no se me ocurre nada, ¿alguna idea? Debo hablar con Lisa también, pero es que, rayos, encontrarla es todo un milagro… Casi como a ti.

[Lisa Weasley Delacour]

Dimitri Belikov

- Escuchas lo que quieres me parece a mí.

Señalo el rubio, casi pegando su boca a la taza verde con el símbolo del local. Con eso pretendía que la castaña no lo escuchase y que si lo hacía, no lograse entender nada de lo que el rumano pronunciaba. Tácticas que habia aprendido de Luca. Si bien era cierto que él era su custodio, habia logrado entender que también eran amigos y por ende, disfrutaba como un niño al hacerla rabiar de una manera u otra.

- Siento que te quedes sin TUS strippers – Le tiro una servilleta a la cabeza al verla tan distraída. Consiguió traerla de vuelta a tiempo – Pero la idea de la fiesta de disfraces me gusta. En Rumania aun predomina todo lo referente a la época medieval. Poseemos una cultura llena de ritos mágicos que seguramente a Luca le gustaría recordar.

Mei Black Delacour, directora de la oficina del ministro, líder de la orden del fénix, fiera guerrera, madre cariñosa y protectora. Si para el Van Halen acertar con su despedida iba a ser complicado, para la fémina argentina iba a ser el doble. Sonrió cuando Luna llego a la misma conclusión que el mismo. Lisa iba a ser la principal baza para lograr contentar a la mujer, pues la conocía mejor que nadie.

- Si tú la llamas, tu tía aparece al instante y lo sabes. Su familia es lo primero. Y si, ella debería ayudarnos porque la verdad no tengo ni idea de los gustos de tu madre…. – Y era la verdad.

[Raziel Myrddin Evans]

*A pesar de ser un vampiro de nacimiento no perdía las costumbres que han mantenido mi verdadero yo oculto, el café caliente matutino era una de ellas, revestido con mi elegante traje negro observaba detenidamente mi alrededor en busca del sitio indicado me detuve frente a un ventanal a través del cual se podía apreciar claramente una gran cantidad de chocolates de todas las marcas y colores y un símbolo verdaderamente atractivo no pude evitar entrar, pensé que seguramente el negocio tendría la misma calidad. Me dirigí a una de las mesas y enseguida llamé aún despachador.*

 

Que desea señor?

 

*Preguntó cortés y amablemente el despachador, de la misma manera entonces añadí*

 

Una café doble por favor…

 

*A lo que este respondió.*

 

En seguida señor.

 

*No cualquier humano resistía el sabor del doble, por el profundo análisis que había hecho de ellos a lo largo de mi vida no acostumbraban a tomarlo a diario solo cuando sentían la necesidad de estar despiertos o de desvelarse, me gustaba presumir ante los humanos en el límite de lo posible siempre cuidando no poner en riesgo mi identidad, a los pocos segundos el camarero se acercó a la mesa y sirvió el café sobre la mesa, con una amplia sonrisa me miro para decirme.*

 

- Que lo disfrute señor.

 

*A lo que le asenté con la cabeza sin mencionar palabra alguna para ir en busca del café, me coloqué cómodo en el espaldar mientras sostenía el platillo con mi mano izquierda y con mi diestra el delicado contenedor, cruce las piernas luciendo tan elegante como presumido y así comencé a disfrutar del café aunque no podía percibir los sabores como los de una persona común.*

 

@Noa

Editado 16 de Julio del 2015 por Luis Angel Castro

[† Daniel †]

Al salir del baño me dedique a vestirme para poder salir acorde a donde me dirigía. Vestía una túnica negra con encajes grises un jeans de color marrón con una gomas negras y un suéter de color negro un peinado algo a la moda como habituaba salir, luego de preparar mi cuerpo y mente con uno de esos cigarrillos mi semblante era relajado despreocupado del mundo, gire mi cuerpo para tocar un traslador con forma de cruz que se encontraba colgado en la pared de mi habitación. Al tocar este aparecí frente de Cacao café.

Introduje ambas manos en mi túnica, mi mirada se enfocó en el cristal de aquella vitrina que robaba mi atención, voltee a mirar hacia mi alrededor por si algún peligro estaba cerca al percatarme que no había nadie cerca me dispuse a caminar con paso firme hasta la puerta abrí esta con mi mano derecha y me dedique a entrar. El aroma a café y a chocolate cautivo mi mirada inmediatamente note a varios presentes entre ellos camareras y camareros a una linda camarera que se encontraba en el bar le dije en tono que ella me escuchara.

 

~ Buenas me permite una tasa de chocolate.

 

Al terminar de hablar la camarera sonrío y me dio la tasa de chocolate, inmediatamente tras tomarla con cuidado para no quemarme le dije con una leve sonrisa que se plasmaba en mis labios.

 

~ Muchas gracias señorita.

 

Gire sobre mi eje para referirme a todos los presentes y decir en un tono adecuado, mi mirada se posó en todo mi alrededor para ver quien respondía al comentario que de mi boca salía.

 

~ Buenas días.

[Raziel Myrddin Evans]

*El ver pasar una sombra sobre el umbral de la puerta me hizo voltear en acto reflejo hacia ese lugar, en seguida pude notar la presencia de joven luciendo prendas bastante peculiares pero combinadas con un estilo bastante vistoso de manera muy rápida lo estudie para voltear a mi doble y seguir disfrutando del, aun así mantenía mi atención en los movimientos del recién llegado aunque así no lo demostrara, después de ser atendido me dejó apreciar su cortesía un poco tarde tal vez, quité la atención de mi café por un momento para mirarle y contestar a su saludo.*

 

- Buenos días caballero

 

*Asimismo volví a mi café.*