๑Moco de Troll๑ (MM B: 104903)

[Kiky]

-Bueno, puede que usted, señor Fox si sea mi tío favorito, quien sabe, pero que le claro que usted es especial, pues no salgo con muchas personas- aquello lo dijo mientras caminaba por el pasillo observan detenidamente y con bastante curiosidad los diferentes espejos- Usted no se queda tan atrás, en verdad todos esos colores en sus ropas muestran lo atractivo que es- una sonrisa apareció en sus labios mientras miraba a su acompañante.

 

Era la primera vez que se sentía tan libre y segura para ser ella misma, sin importar ni su pasado ni lo que era en aquel momento, se sentía cómoda y eso la hacía sentir feliz, sin duda aquel chico tenía algo especial, algo mucho más especial del hecho de ser parte de su familia, tal vez fuese el hecho de que se había estado comunicando con él desde que se había acostumbrado a la vida en la comunidad mágica.

 

-Tal vez deba comprar uno cuando tenga los galeones suficientes, ya sabe, como recuerdo de esta divertida y entretenida salida- su mirada se poso en un espejo de cuerpo completo con un marco plateado con bellos tallados sobre él.

 

La pelirroja aparto la mirada del espejo cuando escucho que su joven tío la llamaba asi que sin decir nada camino hacia donde él se encontraba, la miro un poco confundida cuando llego a su lado pero al desviar la mirada sus ojos se abrieron por la sorpresa, aquella era una vista sumamente hermosa y relajante. El día era bueno y acompañado con la vista de una gran parte de Ottery formaban una escena de pintura.

 

-Nunca me imagine que vería Ottery desde esta perspectiva- la sonrisa de sus labios se hizo aun mas grande, aquella sonrisa que no había abandonado su rostro desde que habían entrado a la tienda- ¿Grageas?, había escuchado de ellas, pero nunca tuve la oportunidad de probarlas- la chica había escuchado tanto buenas como malas experiencias con aquellos dulces, pero su curiosidad era mucho más grande que su temor asi que sin pensarlo tomo una.

 

La llevo a su boca y comenzó a masticarla, pero no pudo mas pues el sabor la detuvo, aquello tenía que ser una broma, su primera vez probando aquellos dulces y la mala suerte se hacía presente, el sabor era fuerte, no podía decir de que era, pero de lo que si estaba segura era de que eso no sabía para nada bien, su boca ardía y sus ojos rápidamente se llenaron de lagrimas.

 

-Debo admitir que no esperaba que mi mala suerte apareciera en este momento- aquello lo dijo una vez pudo tragar el dulce, si es que asi se le podía decir- Bien tío, no me dejes asi, tu turno- miro al joven esperando a que este tomara una.

@@Alexander Fox

[justo]

Estaba curioseando por el local y vi a Kiky que se echaba una gragea a la boca y que sus ojos se llenaban de lagrimas, estaba claro que no le habia sentado bien.

 

- Es lo malo de las grageas, no sabes lo que vas a comer porque no huelen a nada.

 

- Pues esta casi me hace explotar ¿a ti no te gustan?

 

- La verdad es que creo que es como la Ruleta Rusa, pero por ti voy a probar una.

 

Y con gran decision cogi una amarillenta y me la meti en la boca.

 

- ¿Que tal? ¿A que sabe?

 

- A aceite de higado de bacalao, muy amarga pero deliciosa. No pongas esa cara de sorpresa, este sabor siempre me ha gustado.

 

- Pues que suerte tienes la mia parecia de guindilla, sentia que explotaba.

 

- Yo probe una vez una de wasabi, creo que me hubiera tragado el lago Negro y no habria bastado jajaja. Hay que ver la imaginacion de estos tipos.

 

- ¿Me recomiendas alguna cosa?

 

- Si, sube a la ultima plata y tirate por el tobogan, yo lo hago.

 

- Como eres jajaja

[Yara Sarahi]

Las primeras palabras de su abuela se clavaron en lo más profundo de su corazón, nunca imagino que eso pudiera suceder, su familia, el lugar al que quería regresar, aquel en el que se sentía segura y en donde había pasado buenos momentos, la familia se había disuelto y ella apenas lo sabía, aun que claro cómo no, si se había marchado por largo tiempo.

 

-La Rosier está ya sin familia- las palabras salieron en un susurro de sus labios, fijo nuevamente la vista en el liquido negro, que a pesar de seguir caliente sus manos ya no lo sentían, todo su cuerpo se congelo cuando su abuela le dijo aquellas palabras.

 

La chica solo escuchaba lo que su abuela le decía y con cada palabra su corazón se congelaba mas, el saber que tenía una hermana la sorprendió pero lo que escucho a continuación sin duda fue lo más difícil esta el momento, su propia madre, aquella mujer que había sido la más dulce cuando estuvo con ella, había intentado matar a su hermana, una parte de ella se había negado ante aquellas palabras, pero la otra le gritaba que la odiara, pero como hacerlo si cuando la conoció su corazón se había llenado de felicidad, pero al recordar las palabras de su abuela esa parte que le gritaba que perdonara a su madre se hacía cada vez más pequeña.

 

-Mortifagas… matarte- cuando la chica pronuncio la última palabra su corazón ya no lo soporto, había sido la gota que derramo el vaso, aquella pequeña parte que suplicaba por perdón desapareció, había amado a su madre, claro que lo había hecho, pero para que negarlo, el tiempo que estuvo en Ottery la chica se había encariñado muchísimo más con su abuela y su padre y sin duda el escuchar que su propia madre había intentado asesinar a su abuela, eso había matado el amor que sentía por ella.

 

En esos momentos la chica no sabía cómo reaccionar, se sentía extraña, como si algo dentro de ella dejara de funcionar, una dulce sonrisa se dibujo en sus labios y levanto la vista hacia su abuela, a pesar de que en esos momentos quería llorar y romper todo lo que se encontrara en su camino, no pudo evitar sonreír.

 

-Entiendo, la familia Rosier está muerta- las palabras salieron cargadas de cariño, eso la extraño bastante- Papá se fue, mamá y la tía también, ambas eran mortifagas, tantas cosas sucedieron, perdón por no haber estado aquí para ayudar a mi padre y a mi hermana- al decir lo ultimo puso la taza una vez más en el lugar de donde la había tomado y se puso de pies- Te agradecería que me contactaras cuando mi padre regrese, quiero hablar con él y conocer a mi hermana- abrazo suavemente a su abuela, el abrazo termino antes de que esta le correspondiera- Ya nos veremos después abuela, seguro que las cosas irán para mejor, por ahora creo que será mejor que salga a despejarme, de todos modos, quiero ver por última vez el castillo- la dulce sonrisa nunca desapareció de sus labios, pero sus ojos estaban completamente vacios.

 

La joven ya no sabía que pensar o sentir a esas alturas, sin duda habían sudo muchas emociones para tan corto tiempo, esperaba que su padre regresara pronto, pero también tenía miedo de enfrentarlo, aun que a esas alturas estaba segura que ya nada la sorprendería, camino lentamente hacia la puerta para salir del local.

 

-Nos veremos después abuela- las palabras salieron sin que ella se diera vuelta para despedirse de su abuela- Gracias por ponerme al día con todo- de lo único que la chica estaba segura en ese momento era que debía dirigirse al castillo Rosier para verlo por última vez.

 

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[Mary Adler Westrong]

El Callejón lucía igual, las tiendas permanecían con el mismo diseño externo que tanto caracterizaba al viejo Diagon, aunque claro, algunos carteles como el rubro y dueño del negocio habían cambiado. La gente del lugar seguía su rumbo sin inmutarse en que sucedía alrededor, la magia se respiraba, se sentía, se vivía. La esencia estaba allí intacta.

 

Seguí caminando muy despacio, por primera vez me mezclaba con el ambiente, como nunca vestía un traje formal negro ajustado a mi cuerpo delgado, una camisa blanca, una corbata delgada negra y un sombrero encima de mis cabellos rosados y ondulados, eso sí, mi melena seguía más larga aún, casi a la cintura.

 

-Hemos llegado- susurré despacio en voz baja hacia mi hombro, había olvidado que dejé a pancracio en un lugar seguro - Pancracio era mi sabandija que ya había sufrido ataques de pánico en varias ocasiones y necesitaba un descanso-

 

De pronto me quedé quieta en frente de la puerta del lugar, mientras observaba detalladamente el marco, comencé a recordar la clave para ingresar.

 

-Travesura Realizada- dije esta vez un poco más alto.

 

Sonriendo, abrí la puerta lentamente, mientras ingresaba en el lugar veía las paredes turquesas despampanante y la infinidad de artefactos alrededor mío.

 

-Definitivamente no me he equivocado de lugar - dije pensando para mi misma, mis ojos verdes comenzaban a visualizar todo mientras me adentraba despacio en la tienda.

[justo]

- Por cierto Kiky ¿has visto las varitas de pega?

 

- No, enseñamelas.

 

- Sigueme.

 

LLegamos a una seccion y cogimos varias varitas expuestas, habia que agitarlas y entonces cambiaban de forma. Kiky cogio una y yo otra.

 

- Vamos a ver....---la agite y...--- ¡un pato!

 

- ¡Que bueno! Ahora yo ---la agita y....---- ¡una cebolla!

 

- Nos viene bien, el pato canta con la cebolla damos el cante.

 

- jajajaja, ¡que gracioso eres! ¡Que cosas se te ocurren!

 

- Haber esta ---frunzo el ceño e imito a Filtwick--- agitar y golpear ¡PLAS! ¡Una sardina!

 

- ¿Sabes que esto es muy divertido? pero mejor nos vamos, el dependiente aquel ya nos mira con desconfianza.

 

- Vamos a buscar algo para soltar en clase ---añadi entre risas.

 

- De esta te echan jajaja

[June Miller]

Iba caminando por el Callejón Diagon, entusiamada mirando unas que otras tiendas, hasta que divisé una que me llamó la atención, intenté entrar pero algo me lo impedía, no sabía que era.. estaba allí parada sin intender el porqué no lograba ingresar, hasta que por suerte entraban algunas personas más y logré escuchar "travesura realizada" y entraban.. así que me animé a probar

 

Travesura Realizada susurro, para sorpresa mía logro pasar, estaba feliz por ello ya que sentía como un pequeño logro para mí

 

Me aventuro en la tienda, deleitándome con todo lo que veo al rededor, me distraigo con algunas varitas que están a la vista y logro reconocer a mis dos amigos, Kiky y Justo, me quedó allí de pie mirándolos y me echo a reír en cuanto veo la escena justo cuando agitan las varitas. Mi risa rompe su burbuja y me miran, me uno a ellos en un instante.

 

¡Hola chicos! ¿Divirtiéndose sin mi Eh? Digo en un tono burlón, aún riéndome por lo que vi segundos antes

[justo]

- ¡Imkup! pasa mujer, nos lo estamos pasando pipa con estas varitas, ya nos miran mal y todo...

 

Respondi mirando al dependiente que nos miraba con cara de pocos amigos, se ve que no le gustaba que manejasemos el genero sin mas.

 

- ¿nos acompañas? estamos curioseando este lugar...

[June Miller]

¡Justo! ¡Kiky! ¡Qué alegría encontrarlos por aquí! eh estado observándolos y sí, por lo visto se han estado divirtiendo muchísimo eh digo mientras me uno a ellos, divertida por la escena que vi anteriormente.

 

¡Claro que los acompaño ! esto tiene muy buena pinta, hagamos un par de travesuras y llevemos algunas para las clases Pongo cara pícara ante esta ultima frase, la cual suena con tanta maldad que todos echamos a reír.

 

Nos escabullimos por la tienda, evitando la mirada penetrante del dependiente..

Mientras nos abríamos paso entre todas las demás personas, nos divertíamos deleitándonos con todos los artefactos curiosos que allí habían.

[Alexander Fox]

Las vistas eran hermosas no había dudas de eso, en ese momento sintió la suave brisa remover su cabello, y se percató que compartir con su bella sobrina le hacía feliz además que pensar que hacía años esa escena jamás hubiera sido creada, se sentía en cierta forma pensativo. Sonrió divertido intentando despejar su mente y solo centrarse en vivir y disfrutar del momento.

 

-Si, la verdad, se ve hermoso Ottery - susurró con una sonrisa, en ese momento escuchó sus palabras ¿no había comido? o... tendría suerte de principiante - Pues adelante, veamos su suerte señorita - habló divertido mientras observaba como tomaba una y se la metía en la boca, y al instante pudo ver lagrimas en sus ojos, no pudo evitar reirse levemente.

 

-Jajaja hay pequeña - comentó al escuchar que ella también consideraba que había tenido mala suerte, al ver su animo también para probar se sintió nervioso, pero tomó fuerza cerró los ojos para agarrar una con suavidad, salió de un color extraño, pero aun así la colocó en su lengua y comenzó a masticarla.

 

Era dulce... era demasiada dulce... toda su boca se estaba llenando de ese sabor, ya comprendía cual era - es... miel... - su expresión era terrible, pero a la vez le provocaba demasiada risa, se tapo la boca, odiaba ese sabor, no podía soportarlo, pensaba escupirlo, pero no había forma de hacer algo tan desagradable frente a una dama, por lo que se lo trago, como pudo.

 

-Casi muero... no me gusto la miel ... jajaja - se comenzó a reír de su propia exageración, no podía evitarlo, muchos pensaba que él era raro por odiar ese liquido producto de la abejas, pero él no lo aguantaba estaba hecho de todo el mal del mundo.

 

En esos momentos escuchó la voz de un joven por lo que se giró, al parecer era conocido de su sobrina, por su conversación, le proporcioné la granjeas, se quedó con una media sonrisa, estaba siendo un poco ignorado, pero no podía molestarse o por lo menos no demasiado, después de todo si lo hacía podría tirar al joven por el vacío y eso sería... mala educación.

 

-Si quieres ir, luego nos vemos pequeña dama, estaré por acá, registrando las tienda, llévate estos - le comentó con suavidad pasándole la caja de granjeas, deseaba que su sobrina disfrutara del lugar, y si tenía amigos u conocidos mejor todavía, le sonrió al chico mientras casi arrastraba a la femenina, los siguió sutilmente para saber donde estarían, percatándose que también se había unido una señorita, así que con una sonrisa se quedó por el tercer piso escogiendo un espejo para regalárselo a su familiar.

 

@Kiky

[justo]

- Mirad, chicas, Polvo peruano de oscuridad instantanea. Esto lo vi yo la primera vez que vine a la tienda, es la pera, lo echamos y nadie ve ni torta, lo podemos llevar a clase y mientras el profesor habla, o lo intenta, nosotros nos escabullimos.

 

Las chicas soltaban carcajadas, se me ocurria cada cosa...

Editado 20 de Octubre del 2016 por justo