Chateau Dumbledore (MM B: 78647)

[Ley Gryffindor Rosier]

Ley Gryffindor Black

 

-Aquí estoy- dije asintiendo a mi amiga Arya quien era la que había llamado a nuestra presencia en aquél sitio donde habitaban los Dumbledore, parientes de aquel gran mago fundador de la orden del fénix, no le defraudaríamos y defenderíamos ese lugar a toda costa.

 

-Éste lugar es como si fuera nuestro, así que vayanse o aténganse a las consecuencias- Apuntando la varita a Alyssa conjuré un -Morphos- y su túnica se transformó en una araña viuda negra inyectando a la bruja y envenenándola en el acto, su letal veneno comenzaría a viajar por el torrente sanguíneo de la bruja haciéndola que se sintiera mal... necesitaría curarse pronto o moriría allí.

 

-Floreus- dije volviendo a atacar, ahora de la varita de la bruja saldrían únicamente flores rojas con su siguiente hechizo, sería bonito ver aquellas flores salir en vez de sus malvados hechizos tratando de matarnos.

 

¿Qué les hacía pensar que saldrían bien de allí? Me habían vencido la vez pasada y pagarían caro lo que me habían hecho, por suerte aquí estaba de nuevo lista para ayudar a mi amado bando y a defender al mundo mágico de toda amenaza que le aquejara, los mortífagos iban a desear mejor haber estado en otro sitio, no en aquel.

[Arya Macnair]

—Ardius strellatus

 

No lo pensó dos veces, cuando Leah atacó. Intercalando su rápida acción al seccionatus de la Mortífago, no son antes pisar aquella horrenda araña que corría hacia su dirección, sin más, sin ordenes precisas de anteponerse a ningún movimiento de la bruja; cambiando de mano por la fractura de su muñeca. La cegadora luz dio en el momento exacto para que las media lunas de Leah fueran a parar a cualquier sitio menos a donde ésta les había enviado, hacia Helen. El hechizo le nubló la visión, y cubrió sus ojos esmeralda de una molesta infección que la dejaría ciega, valga la redundancia, de no curarse de inmediato, cosa que le dio una breve ventaja a la pelirroja, quién mordía sus labios presa de la rabia por su muñeca fuera de juego.

 

—Episkey

 

Pensó, sanando poco a poco los huesos rotos, le faltaba solo uno más.

 

—Confundus

 

Pensó cambiando de objetivo, apuntando ahora a Zack, que no estaba muy lejos de donde se encontraba Leah. A éste, simplemente le jugaría una mala pasada mental, quitándole el siguiente movimiento que hiciese a continuación, producto de una desvariación hermosa.

[Zack Ivashkov]

– No me busques más. Claro que vine… Por ti –

Soltó de inmediato al ver a la fémina entrar mirando en todas las direcciones. Parecía que algo se le había perdido. Ciertamente el vampiro nunca creyó que apenas arribaran a un lugar las fenixianas le buscaran, otra muestra de que sí se equivocaba. Con una sonrisa oculta por su máscara marcó distancia de diez metros entre él y cualquier persona presente, se aseguraría de mantenerla incluso con quienes no habían llegado.

Con todo el pesar del mundo, Zack tenía que dar la bienvenida correcta a sus oponentes. Abrió su mano izquierda invocando su Katana de plata y activando la habilidad mágica de la misma. Sin vacilar elevó la hoja y la bajó a continuación con tal fuerza que el aire pareció dividirse en dos, y en menos de un suspiro ya Arya tenía una enorme herida en su pecho de la cual ocuparse.

– ¡Celerus Káidan! – Exclamó con entusiasmo. El encantador color gris de sus ojos se borró por completo dando paso a un verde oscuro y dominante. Su presa, Arya, quedó dominada por su mayor temor en ese instante. Tendría que continuar la batalla con los Mortífagos mientras se desafiaba a sí misma tratando de escapar de otra lucha mental que trataría de distraerla de manera que no pudiera adelantarse a los movimientos del Ángel Caído.

– Un segundo, no trates de acapararme –[/i] Bromeó en dirección a su antiguo objetivo mientras buscaba uno nuevo. No le costó mucho enfocarse en una nueva persona, por lo que realizó un nuevo movimiento en el aire con su Katana proyectando un corte justo en cuello de Helen. – Necesitarán más que suerte hoy para salir con vida –.

[Helen Evans]

Bien, la acción ya había empezado al parecer, así que aquel día los mortífagos iban a atacar a toda la familia y no a una persona en específico, aquello no me sorprendía después de todo, la familia Dumbledore siempre había estado muy apegada al lado de la luz... eran enemigos de la oscuridad desde el comienzo.
Me giré y miré a uno de los enmascarados, esta persona tenía una máscara plateada e iba vestida apenas con una bata, no me sorprendía viniendo de ellos, sentí el dolor en mi muñeca que me indicaba que mis huesos acababan de romperse, con una mueca de dolor cambié la varita de mi brazo y dije:

— Floreus

 

El hechizo iba directo hacía la bruja enmascarada que apuntaba su varita en mi dirección (Alyssa) su fuego maldito no logró salir, en su lugar unas grandes rosas negras salieron de la varita. Sonriendo me dije apuntando a mi misma

— Episkey — el hechizo iba apuntado a mi muñeca derecha, con el fin de curar los huesos rotos. En un segundo estaban como nuevos y el dolor se había ido, ya tendría tiempo de agradecer a Arya después por su pronta ayuda, miré preocupada hacía Ley esperando que estuviera bien, solo era cuestión de tiempo pero podría sanarse en el peor de los casos podríamos hacerlo por ella.

[Kahlan Blackthorn]

-Káidan…-sentenció la Ángel Caído aflorando de sus orbes lapislázulis un brillo verdoso que paralizo en el acto a Arya. Proyectándose en su mente sus peores temores, atrapándola en una maraña de temor que la dejo sin saber cómo reaccionar dentro del campo de batalla, no podría intercalar sus hechizos y eso le dejaba en una clara desventaja. Era momento de actuar con astucia, no se pensaría dos veces en causarle el mayor daño a la única alto rango que estaba por parte de la orden del fénix.

 

-Confundus…-pensó la demonio volcando la mente de Arya un pozo oscuro de confusión y divagaciones, intercalando efectivamente su efecto antes del Episkey que la joven deseaba lanzarse para curarse evitándolo de ese modo, tendría que ser más cuidadosa la próxima vez. Los huesos afectados por el Absoveré lanzado por Leah se mantenían dañados sin lugar a dudas.

 

-Levicorpus…-pensó la Malfoy dejando colgada a Arya a dos metros sobre el suelo, tal vez no sería mucho frenarla pero algo era algo dentro de esa batalla. Ya tendria tiempo de atacar a esas jovenes con algo mas certero pero de momento de conformaba con eso.

[Mica Gryffindor]

- Sectusempra- dijo hacia su víctima (Ley). La muchacha ya no podía pronunciar palabra debido al efecto de su Séneca, el cual había afectado antes de que intentase enviar un floreus hacia una de sus compaleras. La rubia decidió no dar tregua a la chica, pues ella estaba atacando a uno de los suyos.

-Absorvere- el crujido no fue solo de la muñeca de Ley, sino también de la de Arya. Ambas muñecas hábiles se habían quebrado en el momento en que la mortífaga utilizó aquel efecto.

Ladeó la cabeza de un ldo a otro, sonando levemente su cuello para relajarse de la tensión de batalla. Solo esperaba que no terminase demasiado pronto y que los resultados obedecieran a sus expectativas, tal vez era mucho pedir, pero era una persona exigente. ¿Alguna otra rival merecía sus ataques? Buscó con la mirada esperando hallar un nuevo objetivo.

[Ley Gryffindor Rosier]

Ley Gryffindor Rosier

 

-Sectusempra- lancé el rayo en dirección al pecho de Alyssa, si el rayo impactaba le ocasionaría a la bruja cortes en el cuerpo que la harían sangrar y si no se curaba de inmediato moriría en segundos, esperaba verlo, por cierto, así que sería un buen show. Los hechizos comenzaban a ir de un lado a otro sin parar y tendríamos que ser rápidos si no queríamos morir allí en ese instante, los implicados eran buenos ya lo habíamos visto, sin embargo podríamos salir adelante.

 

-Episkey- pensé para curarme del fuego maldito de Agatha, era de emergencia y el alivio fue instantaneo, todavía necesitaría otro más para no morir, pero eso ya sería después, por lo pronto quería terminar su trabajo para después ir a descansar a su casa que tanta falta me hacía dormir, luego de andar aventuran dome por el mundo. Extrañaba a mi familia y mi casa.

 

La araña que Leah había enviado a picarme no pudo hacerlo, ya que Arya la pisó... fue muy rápida y salí ilesa por lo pronto de eso, eso era trabajo en equipo y cuidarnos entre nosotros... suponía que eso pondría de mal humor a los mortios pues su deseo era vernos morir y no les daríamos el gusto.

[Alyssa Black Triviani]

Mientras que me encontraba inmersa en la batalla aguardando la respuesta de mi oponente, sentí como mi túnica se transformaba hasta convertirse en una mísera araña, aunque lo que tenía de pequeña le sobraba en letal pues era una viuda negra. Me picó de inmediato inyectando su veneno en mi sistema, maldecí por lo bajo al tiempo en que me aplicaba un Episkey para sanar, y luego otro Episkey más para poder terminar el proceso de curación.

 

La bruja que me había atacado (Ley) trató de lanzarme un Floreus, más este no pudo salir ya que se encontraba bajo los efectos del Seneca, al igual que tampoco salio el Sectusempra que trató de lanzarme por los mismos motivos. Sonreí satisfecha y me acomodé mis ropas: ya que mi túnica había desaparecido, bajo esta llevaba unos pantalones y un chaleco de piel de dragón, a juego con mis botas del mismo material.

[Helen Evans]

Sentí casi de inmediato un doloroso corte abrirse en mi cuello, ¡Diablos! Estaba demasiado lenta.... demasiado tiempo fuera de batallas y ahí estaban las consecuencias <<Episkey>> pensé rápidamente apuntando a mis recientes heridas, el dolor disminuía pero no era suficiente, maldita katana y malditos mortífagos todos ellos; miré a mis compañeras atacadas, no podía ayudarlas en ese momento, necesitaba primero mantenerme viva para poder ayudar al resto, pero por ahora bastaba con detener la hemorragia, levanté mi varita nuevamente en dirección a la figura que había intentado atacarme (Alyssa) y dije:

— Sectusempra — profundas heridas se abrieron en su pecho y grandes heridas comenzaron a sangrar, moriría desangrada a este paso.

Suspiré agitada debido a la herida, no era grave, pero era una herida al fin y al cabo, llevé mi mano a mi cuello y noté con preocupación que pronto volvería a abrirse, tenía que darme prisa y tenía que empezar a practicar más nuevamente las habilidades que había perdido. Nunca había sido una genia en la materia, pero tampoco solía ser tan lenta.... miré al grupo de mortífagos con profundo desprecio, siempre eran ellos.... el problema de todo.

[Leah Snegovik]

~Leah

 

 

Episkey.

 

El pensamiento curó de inmediato sus ojos, justo antes de la segunda acción de Helen, dejando la visión libre del efecto de la luz para que pudiera seguir adelante con sus ataques. El seccionatus había salido desviado por una intercalación desagradable, pero ella no iba a detenerse ahí. Ya había matado a Ley gracias al veneno de la araña, así que estaba dispuesta a seguir adelante con las otras dos. Como había intercalado su acción a la segunda de Helen, sabiamente, ahora su segunda acción no podría ser intercalada por la muchacha en su contra.

 

-¡Fuego Maldito!

 

La llamarada formó un águila de colores de la gama cálida y rápidamente el animal voló sobre las cabezas de todos, cayendo en picada hacia Helen, buscando estrellarse contra su cabeza y causarle múltiples quemaduras graves ahí donde impactaba. Nada podría interponerse, nada más que una defensa hecha a tiempo y que posiblemente no se conseguiría.