Animagia

[Sagitas E. Potter Blue]

Siempre había oído decir a los animagos que era excitante convertirte en animal. No lo dudo, la verdad, pero en cuanto a la escasa experiencia que tenía, pues sólo llevaba unos minutos, tal vez una hora, no sé si mucho más, siendo aquel cachalote, me sentía cansada. ¿Se puede sentir cansado un cachalote? No lo sé, pero yo estaba cansada. Supongo que es porque se sigue siendo humana aunque esté siendo un animalote que abre la boca y traga miles de sardinetas para pasar el tiempo mientras mueve la gran cola con la que impulsarse hacia adelante, siempre hacia adelante.

 

No estaba mal ser un bicho marino. He de reconocer que no quería ser este bicho, siempre pensé que si pudiera transformarme en uno, sería veloz como una gacela, mortal como un león, el Rey de su medio natural... Pero siempre había pensado en un animal más... ¿ligero? ¿Y terrestre? Nunca había pensado en ser un animal acuático y, sin embargo, ahora disfrutaba del agua como si fuera el lugar más maravilloso del mundo. ¿Se podía ser antagónico? Porque en la vida real, yo era una friolera y me tapaba con mil mantas, ¿cómo podía ser ahora un cachalote que disfrutaba de la temperatura del Océano Atlántico?

 

Algo que no habían dicho o yo no lo había oído es que transformarte en un animal consume muchas fuerzas y que, pufff, nadar es chulo mientras tengas donde descansar, algo que yo no podía porque tenía que cruzar un mar grandooooote y encima no me podía sumergir porque llevaba un polizón encima. Y además, era de los maleducados, puesto que me hacía cosquillar al caminar por mi dorso con sus uñas no-manicuradas.

 

Lo hubiera tirado al agua en algún momento, me hacía sentir atada, si no fuera porque 1: reconocía que era mi hermana Amya_An y no se debe maltratar a la familia, que eso está feo; 2: que cuando un sonido ensordecedor me desorientó y ya no podía guiarme por el agua, ella-él-bichokomodón me ayudó a salir del mal trago.

 

-- ¡¡Ssssshhhhhhh!! -- sé que no es lo más correcto, soltar agua por la nuca (o un lugar parecido del cogote) pero es lo único que sabía decir, de momento. En cuanto supiera hablar balleno-Komodo podría comunicarme mejor con mi hermana para que dejara en paz a los humanos que, en el fondo, sólo querían alimentarse, aunque fuera a costa de mis costillas, valga la redundancia. Así que me puse de trasero y le di un coletazo a aquella barcaza llena de humanos con palos largos y afilados, para que aprendieran y dejé que mi manita se volviera a subir a mi lomo. -- ¡Arreeee!

 

Sí, bueno, ese sonido no sé a qué sonaría pero a mí me demostró que seguía siendo humana dentro de aquel cuerpazo. ¡Sagitas con un cuerpazo! Guayyyyy... Me sentía cada vez más cómoda y feliz en el agua, mientras nadada y me alejaba de aquel armatoste. Cerca olía a humanos pero no era como los que acabábamos de dejar a la deriva sino más a ... a colonia, a grupo, a reducto hacinado de personal de dos patas.

 

-- Puaaaaaj... -- ¿esto significaba que como animal podía mantener mis pensamientos y, a la vez, potenciar las características de la criatura que imitaba? -- Interesante... -- no el olor que tenía super desarrollado sino el pensamiento. Si pensaba era y seguía siendo humana... ¿O es que los cachalotes sueñan con ovejas mecánicas? La verdad... Entre mis pensamientos locos y el no pensar por ser cachalote, a veces desearía esto último.

 

¡Oh, no, eso nunca! También había oído hablar de los animagos que se habían quedado para siempre como el animalito en que se transformaban. Cuentan las leyendas que existe un bosque poblado de animales-noanimales que son animagos que se olvidaron cómo volver a serlo. Eso me asustó. Uffff, sí, me asustó tanto que, de repente, me encontré braceando con dedos en las aletas y...

 

-- ¡Agggg, asco! ¿Qué hace un bicho en mi espalda?

 

No es que quisiera mal a mi hermana pero a ella le he llamado muchas veces bicho sin necesidad de animagiarse en nada. Pero es que ahora era como tres (¡diez!) veces más pesada que yo y me hundía. Me sumergí en el agua y, no sé cómo, conseguí zafarme de aquel animalucho verdoso. Me quedaba sin aire y alargué la mano hacia la superficie. Me moría por un trago de aire puro.

 

¿Quién pondría una boya de esas que hay delante de los puertos? Pues se lo agradezco mucho porque sino, ahora sería una Sagitas ahogada. Me agarré con fuerza, temblando del frío. Pensé en lo extraño de la situación: como humana, no me gustaba mojarme y enseguida tenía frío. Como cachalote, disfrutaba del mar y tenía una gruesa capa de grasa que me protegía del frío. Eructé y...

 

-- ¿Desde cuándo como el pescado crudo? -- me exalté hacia el Komodo que se acercaba. -- No me contestes, no te entenderé. ¿Dónde estamos? ¿Cómo llegamos a la orilla?

 

¡Mira por dónde! En la bocanada del puerto había un cartel hermososote que anunciaba el lugar donde estábamos. Mi experiencia como animaga no me había hecho perder mis capacidades humanas de la lectura_

 

 

 

-- Harbor Light of San Pedro - LOS ANGELES¡Vaya! Hemos llegado a nuestra cita sanas y salvas...

[Amya An]

>.< Ay pero cómo odio que no me dejen dormir la siesta!

 

.... bueno, es que siempre (en la tercera planta), había quien le zurraba la puerta por fuera haciéndole abrir los ojos involuntariamente ... lo mas probable es que fuese Krumito (el grindylow gruñón), lanzándole algun trozo de lo que sea que no le gustase que Babila le sirviera de lunch (!)

 

« Uhmmmm », dijo en Komodonés (?)

 

« Huele ... huele ... », olfateó con la lengüita bífida la corrientita de aire proveniente de la costa (sin lugar a dudas)

 

« Podrido ♥ ♥ ♥ » ... ¡?, recuérdese que es Komodona y por ende, las tripas se le inquietaban con el puro aroma de la putrefacción (aunque fuese a kilómetros a la redonda)

 

Le gruñeron las entrañas y como ya estaban muy cerca de la orilla próxima, se aventó de ¿hocico? al agua ... ¡para alivio de su hermana que ya estaba en plena reversa animágica!

 

No obstante, la adleriana le ocurrió lo opuesto a la peli-violeta ... ¡El Instinto!

 

Se le hicieron chiquitas las pupilas (los komodos los tienen???) y casi corría a velocidad increible en pos de ese delicioso olor a podredumbre.

 

« Comida, comida, comida! », toda su forma reptilesca empezaba a apoderarse de ella y pobre lo de aquello de la Cooperación Internacional, si ella, alienígena (extranjera) pillara una playa bañista llena de ...

 

« CARNE! CARNE! »

 

Ni los pescados regurgitados de Sagitas la tentaron a aminorar la marcha ... o.O los detectives de homicidios muggles no querrían contratarle como "sahueso"??? U.U seguramente ella hallaba miles de cadáveres muy eficazmente ... O.O podrían pagarle con las mismas carnachas ♥ ♥ ♥ ...

 

 

Ok, mucho delirio dragonense komodiano (?)

 

 

En algún momento sus energías del mismo modo menguaron, lo que conllevó a un especie de lapsus ... si en su subconsciencia komodona ó la humana, ó en ambas ... solo se quedó quieta como araña (?), sin pensar en nada.

 

¡Nada!

 

Estaba en un estado de parálisis total ... en blanco absoluto, ¡A como fuera la venida de una Profecía en una forma no humana! menudo embrollo que se causaría ahora ...

[Sagitas E. Potter Blue]

-- ¡Maldito cocodrilillo! ¡¡Me voy a hacer unos zapatos con tu piel!! -- le grité a mi hermana Amya, quien me dejó en la boya para ir corriendo-nadando a comer a la orilla. -- ¡Qué los humanos americanos son indigestos!

 

No está bien que eso lo diga una funcionaria de Internacional porque puede crear conflictos entre países y lo que menos interesaba ahora era una Crisis entre los Estates Unites e Inglaterra. Pero entiéndanme... Yo quería evitar que mi hermana se zampara a los bañistas y se convirtiera en asesina.

 

-- ¡Espérame, bichooooo! -- sí, ya se me había olvidado que un minuto antes yo era una devoradora de sardinas con un instinto de saciar el hambre entre aquellos núcleos de raspas y branquias).

 

No podía llegar a la orilla antes que ella si usaba la natación mundana, ni aunque hubiera tenido las botas de las 7 leguas aquellas que te hacen recorre mil millas en segundos (si es que servían cuando se mojaban en el agua del mar). Sólo podía usar la magia, algo que era muy conflictivo en plena zona de barcos a un lado y playa al otro. ¿Y si me veía algún muggle? Como cada vez se veía menos las garras de mi hermana, decidí Aparecerme en la playa, por delante de ella (esperaba que mi olor a sardinas no le hiciera olvidar nuestra lazo consanguíneo) y pararla antes de que se convirtiera en una caníbal.

 

"Ploof"

 

El ruido de mi aparición sonó grave porque lo hice en el agua en el mismo instante que una ola me alcanzaba y me revolvía más las tripas de lo que quedaba tras usar ese medio mágico de traslación. No vomité porque hubiera llenado de raspas se pececitos la orilla de la playa, pero casi. Varios turistas (no, no; yo era la turista, ellos eran nativos) me miraron revolcarme por el agua y salir hacia la arena con la ropa empapada (menos mal que conservaba la ropa, debía preguntar este detallito a la Arcana, cuando la conociera) y escupiendo agua salada.

 

-- ¡Manaaaa! ¡Atención a todos! Este animal es feo, sí, pero no peligroso -- ¿no lo era?--. No se preocupen, soy... Esto... Soy Veterinaria y lo estoy trasladando al Centro Oceanográfico de Los Ángeles para su crianza en cautiverio.

 

Ahora sí que me iba a ganar un dentellazo de mi hermana por querer meterla en la cárcel. Saqué una cuerda de mi bolsillo (no, no suelo llevar cuerdas encima pero sí mi varita y conseguí hacer un Incárcerus sin que se viera) que até al cuello del Komodo aprovechando que se había quedado quietecito. Lo arrastré como pude a la arena. ¡Leñes de amabilidad americana! Ni uno de los presentes se ofreció a ayudarme, aunque tal vez mi aspecto y el del bicho verdoso no atrajeran para hacerlo!

 

-- Esto... Mana, ni se te ocurra volverte humana ahora que les asustarás -- no aclaré si el susto sería por la transformación inexplicable o porque realmente la fea era mi hermana, no el dragón de Komodo en que se convertía. Elevé la voz después del aviso a Amya. -- ¿Alguien puede indicarme por dónde queda el Zoológico de Los Ángeles para el traslado de este... ehem... hermosísimo ejemplar de bicho marino?

 

Miércoles... Y ahora no sabía en qué bolsillo llevaba el pasaporte. Esperaba no haberlo perdido mientras me animagiaba en cachalote, porque de Inglaterra había salido con él, estaba segura.

[Amya An]

Pero, quién le había echado el lazo encima si ella es casada???

 

..... bueno, el casado era su marido, no la adleriana (?)

 

 

De pronto allí estaba la peli-violeta y quizás la visión humana de su hermana, le regresó de un buen "sopapo" a su realidad ; ella es humana, no komodona ... ella comía chuches dulces, no carnes crudas de otros de su misma especie por mucho que mordiera y hasta desgarrase pequeños bocados (¿?)

 

 

¡Sagitas! ... (gritó, gruñió), pero claro, en animal no le salió la voz.

 

Forcejeó un poco con el amarre mágico mas no tanto pues ya iba consciente de que estaban rodeados de otros humanos (no, ella no sabía si solo muggles ó mezclados) ... además que tampoco quería hacer volar por los aires a la manis de un tirón a su cuerda.

 

Por supuesto que no había perdido la "habilidad" de entender ¿humano?, así que en cuanto Sagitas habló, le entendió a la perfección (cosa que no sucedió cuando le decía cosas en cachalotez, ¿?)

 

 

« Por aquí! por aquí! », le decía la komodona en cuanto un muggle (en supuestos ... no lo sabría ella porque ni lo preguntó) les señaló el camino a tomar.

 

 

De Komoda a Sabuesa (?), ahora ella tiró de su mana como cachorro entusiasmado como si la peli-violeta llegase a ser capaz, como ella, a abarcar gran distancia ¿a pie?

 

« Anda! échate las rueditas mágicas en las suelas (de los zapatos) !!! », dizque le sugirió sin aminorar la marcha reptilesca, « Mira! mira! por allá es ... », ¿aún su manis iba al otro extremo de la cuerda?

 

 

 

« Ey! Eeeeeey!!! », chilló a los pocos segundos de cruzar uno de los ingresos (no el principal ... creo que fue de los del personal, mas no hubo forma de preguntarle a alguno pues NADIE se quedó cerca ni un segundo como para hacerlo)

 

 

 

« o.O será que apesto tanto? », reflexionaba detenida muy cerca de aquel acceso (cabe decir que sin recordar siquiera si había perdido a Sagitas por el camino) ; ensimismada y por ende, distraida de que ya los mugres muggles (?) la estaban cercando sin que se diese cuenta.

 

 

>.< MUGRIS DE MUGGLES!!!!

 

 

TwT la querían de acompañante del que ya tenían dentro ... o.O supongo que el cambio animágico no cambiaba también el género, ¿no? (no fuera que un mágico pudiese transfigurarse en vaca, por ejemplo ... ¿?)

[Suluk Akku]

- Hora de la primera lección - Sagitas necesitaba entender que sus formas humanas y animales no debían separarse, era una sola y debía convivir con ellas - Eres una humana con instintos animales y debes aprender a controlarlos, piensa en las que cosas que complementan tu forma humana y entenderás la razón por la cual te conviertes en un animal marino - La Animagia era una habilidad mental y física, pero de nada servía poder transformarse si no se entendía la parte mental del asunto.

 

- Amya, aprende a controlar tus instintos. Siempre serás humana, no te puedes dejar dominar - El arranque que había experimentado en busca de Comida? no era normal y debía controlarse, sus capacidades humanas no debían desaparecer en su forma animal. Sin duda Suluk tenía mucho trabajo por hacer con cada una de las mujeres, aunque cada una era muy diferente tanto en su forma animal como en su desarrollo de la habilidad.

 

- Sigan sus instintos, ya están muy cerca de encontrarme - Suluk había seguido muy de cerca el viaje de las dos mujeres y ya tenía un par de ideas preparadas para su clase, aunque ya le había dado un poco de indicaciones - Por suerte, tienen un acuario en este lugar - Pensó, esta vez nadie la podría escuchar pero necesitaba uno para poder desarrollar la clase o tendrían que cambiar de lugar para cumplir con las necesidades de cada uno de sus alumnos.

 

- Aparece, estoy preocupada - La arcana buscó con su mente a la otra alumna que tenía, no entendía por qué la había perdido pero esperaba que estuviese bien y nada malo le hubiese pasado o los directores estarían muy poco felices por la situación, en especial si se trataba de una de los Warlocks - Espero que solo esté... emm perdida - No estaba muy convencida pero necesitaba creer que así era y que nada malo había pasado.

[Sagitas E. Potter Blue]

Vale, no me esperaba que de tironear a Amya pasara a ser tironeada (casi arrastrada) por ella. No es justo, yo casi me mato para cruzar el Atlántico y ella... vete a saber qué huele en tierra y corretea por todas partes buscando el origen del olor. Seguro que en ello estaba implicado un dulce de chocolate o un chicarrón musculoso. Bueno, sea como sea, la muy lagartueja me dio esquinazo y la perdí.

 

-- ¡Cagüénalalexe! Ahora me acusarán de ilegal en el país y de introducir especies en peligro. ¡El peligro para los americanuenses!

 

No corría, porque siempre me han dicho que es de mala educación y yo no quería llamar la atención, aunque sí iba con el paso acelerado, hablando en un inglés demasiado marcado si alguien había visto un dragón. La gente no parecía entenderme bien porque oían la palabra "dragón" y se apartaban de mí. Creo que empecé a maldecir en un idioma extraño y regurgité algo. Me apoyé en una papelera y metí las manos en la boca. Algo asqueroso, sí, pero es que una raspa se me había atragantado en la garganta.

 

-- ¡Demonios! Ahora recuerdo porqué no quería ser animaga.

 

Aquel gesto simple me había recordado el día aquel, en el zoo de Barcelona, que me había pasado lo mismo. Es sumamente molesto y creo que aquel recuerdo de las nauseas me había llevado a renegar por siempre esta forma de mi propio yo, el cambiarme a pececito. Levanté la cabeza, asombrada por aquel pensamiento; ¡así que era eso! ¡Por eso me gustaba el pescado crudo, el sushi japonés lo devoraba como si fueran palomitas de maíz! Lo que no me gustaba era atragantarme con las espinas.

 

Sonreí. Y mira que es difícil cuando las personas que te rodean de miran feo e incluso murmuran algo de que el alcohol no es bueno a esas horas de la mañana. Yo seguí sonriendo ya que, por fin, me había parado a pensar en mi estado de animaga y porqué lo había estado rechazando tanto tiempo. Además, soy una persona de mañas, ya tenía la solución preparada.

 

-- A partir de ahora, me bañaré más a menudo en el estanque y le diré a Harpo que me tire sushi al agua.

 

Estaba tan satisfecha con mi solución que (casi) me olvidé de mi hermana. Pero la Arcana no me dejó perderme durante mucho en la felicidad de mi pensamiento, metiéndose en el idem y haciéndome respingar del susto.

 

-- ¡Leñes! -- una expresión muy hispana que corroboró a los que aún me miraban sobre la peligrosidad de mi persona, algo que no era cierto; la peligrosa es Amya. -- ¿Por qué me convierto en un animal marino? Pues...

 

Abrí los brazos en una forma demasiado teatral, creo, por las miradas de indignación de los americanos que seguro que hablaban mal de mí a mis espaldas. Roté sobre mis pies un par de veces, antes de contestarla, gritando (si no me oía por la conexión telepática, lo haría por el chillido que se extendió por todo el Parque Zoológico):

 

-- ¡Amo ser libre en el agua! ¿Qué otra cosa podría ser? ¿Un pobre e infeliz animal terrestre? (en castellano en el original, jejeje)

 

De repente, sentía la felicidad de ser animaga y de entender que el frustrar mi transformación me había causado trauma. Aquellos días de jovenzuela que mojaba la cama sólo era la insatisfacción por no moverme en un medio acuático. ¡Y en el internado empeñados en que era que bebía mucha agua por la noche y me privaban de beber hasta que me levantara!

 

-- ¡Ser pez es lo más! -- volví a gritar. Pero volví a poner los pies en el suelo (de forma metafórica, quiero decir que volví a la realidad cuando vi a un par de agentes de seguridad que se acercaban a mí. -- ¡Demonios, me van a detener por alterar en la vía pública!

 

Corrí para alejarme, pensando en desaparecerme de aquel tramo del Zoo. ¡Y la pesada de la Arcana volvió a hablarme!

 

-- ¡Ahora no! ¡Huyo de la Poliiii! -- creo que no me oyó o no me hizo caso o que yo desconecté mientras corría a grandes zancadas como si estuviera corriendo la marathon de Boston y los mil metros valla por los saltos que pegaba a bancos y papeleras (y algún chiquitín) con los que me encontraba. Ahora mismo, el encontrarme con la Arcana no era mi mayor prioridad pero entonces vi la visión del Acuario en mi mente, muy flojito y de pasada, como si fuera el pensamiento de otra persona que no quería mencionarlo. -- ¡Pasooooo!

 

Mientras huía ojeaba los rótulos hasta que vi el que señalaba hacia el Great Aquarium. Hacia allá encaminé mis pies voladores, deseando llegar antes de que aquel par de guardias consiguieran pescarme (metafóricamente también, hoy estoy muy acuática). Me sería fácil escabullirme de mis perseguidores si encontraba agua. Y, en el fondo, me hacía gracia la posibilidad de hacerme pasar por un bicho dentro del acuario. ¿Me reconocerían?

 

Subí unas gradas, bajé unas escaleras, me escondí bajo un banco, me abrí caso a codazos y.... ¡Me tiré de cabeza al agua! ¡Dioses! ¡Aquello era un placer! Mis ojos veían bajo el agua con una claridad innata que no había valorado nunca como humana. Asomé la cabeza y sonreí mentalmente puesto que los cachalotes no lo hacen. En el mismo borde estaban aquellos dos humanos malhumorados que buscaban a mi yo-violáceo. Ascendí hasta la superfície, saqué mi cola trasera y.... ¡Agua vaaaaaa!

 

¡Para que aprendan a perseguir a inocentes damiselas!

[Amya An]

¿Instintos? ó dijo intestinos?

 

Andaba un poco "ocupada" cuando le llegó el mensaje de esta arcana (en realidad, la primera que conocía ya que los 2 anteriores son del masculino), lidiaba con los del zoo girando y dando de coletazos para que no se le acercaran demasiado.

 

« Ok, ok ... no debo dejarme controlar por impulsos animalescos ... », argumentaba mentalmente mientras que decidía cómo librarse de los humanos (en supuestos, todos muggles ... aunque quien sabe)

 

No iba muy convencida de poder controlarse pues, esos bichos (les llamaba así mientras iba transfigurada), no dejaban de, según ella, hostigarla ; « Pero, ¡basta! que soy Komodona casada! », ¿gruñía?, ó lo que hicieran semejantes reptiles monumentales.

 

En un descuido de los 2 patas (?), giró y se les pudo escapar por un lado ... y hay que decir que en su huida, hizo que unos cuantos se arrojasen hacia un lado temiendo que se los quería masticar un poco.

 

« Bobos, bobos ... indigestos ... las colonias después de la ducha me son odiosas en esta forma ... », les casi-reprochaba porque su estómago komoda la inclinaba a las carnes putrefactas.

 

Corrió en dirección a unos baños, haciendo que todos (dentro y alrededores) le brincasen hasta por la ventanita de ventilación (?) ... un par saltaron por encima de las paredes de los cubícu.los interiores.

 

Solo le tomó segundos vaciar el lugar y un par de segundos mas para des-transfigurarse y quedar humana ¿normal? saliendo corriendo en pos de los demás, igualmente al grito de ¡Auxilio! un cocodrilo enorme!!!!

 

Se hizo como los otros y se alejó mientras los mensos del parque rodeaban los servicio aquellos creyendo que la encontraría por dentro.

 

No paró el corre-corre, y por el contrario, aprovechó el vuelo para llamar a gritos a su hermana.

 

- ¡Sagitas! ¡Sagitas Potter-Blue! ¿a dónde te has metido?

 

El alboroto era tal, y general, que a ella ni caso le hacían

 

- ¡MANA!

 

La mayoría cerca a ella rumoreaba del caiman gigantesco ... xDDD, éstos que no diferencian a una dama komodona de vulgares lagartos (?)

 

- SAGITAAAAAAAAS!!!!

 

Gritó y fue como invocar al demonio (!)

~SPLASH~

 

Llegaba muy cerca de aquellos 2 agentes que perseguían a su hermana cuando de la nada ...

 

- ¡Maldita sea! ¡que no me toca baño!

 

Maldijo al verse empapada sin tiempo de impermeabilizarse los calzones. Miró a los 2 sujetos (que los tenía de frente así que no era necesario voltearse a verlos), pero a la que si se giró a chillar fue a ese cachalote que parecía que le sacaba la lengua (?)

 

- Tú no me engañas ...

 

Murmuró colérica a punto de ... ¿desvestirse?, bueno, dizque para meterse al tanque con su mana-cachalote, y es que la reconoció de inmediato por la aleta violácea (sí, arriba me equivoqué y escribí que era la moña, pero es la manita del ¿cetáceo?)

 

El caos del Komodo por el otro lado (supuestamente) y el hecho de que ahora no daban con éste (ó mejor dicho, ésa), había hecho que el zoo se casi vaciara por completo, salvo el personal mas ¿experimentado? de contención de bichos sumamente salvajes.

 

Ya los agentes le tiraban de los bracitos diciéndole que debía irse, pero ella venía a su curso con la arcana y no iba a dejar en la pecera a su hermana por muy enojada que estuviese con la peli-violeta.

 

El piso aún mojado estaba perfectamente resbaloso así que, aprovechó de darles un oportuno empujón que les hiciera no verla volver a transfigurarse en komoda y de allí no mas, de un coletazo los metió a la poza (bueno, piscina, acuario ó como les llamen) para que se sacasen lo apesto de encima (?)

 

« Éso se sacan por atreverse a tocar a un dama! » (cuál?), supuestamente les gritó pero como ya era bicho nuevamente, no le entendieron seguramente ... mas la prisa por alejarse del cachalote y también de ella, komodona ... pos ...

 

~Splash~

 

Ahora como bicha, el agua no le fastidiaba tanto ... se echó a la misma agua en donde estaba su manis ; « Oye, estás bien? », bueno, le entendería en komodonés?

 

Dio unas cuantas vueltas chiquitas allí mismo y luego, mirando al casi vació alrededor de ambas, intentó ¿la telepatia animal? con la arcana ; « Oiga, que ya llegamos, dígamos hacia dónde ó estos muggres van a tener unos bonitos accesorios de moda con pellejos de komoda y partes de cachalota, ¿no? »

 

Esta vez si se ponía algo nerviosa pero era mas porque otras especies marinas se empezaban a mostrar algo ¿incómodas? con nuestras presencias en su estanque artificial.

[Sagitas E. Potter Blue]

¿A M Y A...?

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No estoy segura de si mi hermana entendería el cachalatolinguae que hablaba, pero preguntaba si era ella porque, aunque había estado navegando en mi espalda, los Komodo son todos iguales y aún no sabía qué era lo que le caracterizaba. Yo era, como bien se había dado cuenta, conservaba una aleta de color de mi pelo.

 

-- ¿Eres tú? -- volví a preguntar desde el fondo del acuario, soltando más burbujitas al hablar. -- Tienes que ser tú, sólo a ti se te ocurre ensuciar el agua de nuestra piscinita con humanos.

 

Y es que yo había mojado a los guardias pero ella... ¡ella los había tirado dentro de un empujoncito!

 

-- ¿Puedo comérmelos? -- volví a preguntarle. -- Claro que estoy bien, ¿por qué lo dices? ¿Tengo algo raro?

 

Le había entendido y, a la vez, me había preocupado. ¿Tendría algo en la cola? Así que empecé a girar en grandes círculos para ver si tenía algo pegado, o enganchado, o clavado... Me vino a la cabeza la imagen de un perro que se intenta morder a sí mismo. Me puse a reír y descubrí otra cosa de la Animagia: por muy animal que seas, siempre conservas tu característica humana.

 

-- Oye, mana... ¿Los sacamos o jugueteamos con ellos?

 

Sí, sé que mi conciencia humana me pedía salvarles y llevarlos al borde del acuario para que salieran pero... ¡Tenía que ser divertido perseguirles a ver si sabían nadar! Después refunfuñé... ¿Qué otras especies había dentro de aquel acuario? Esperaba que no hubiera tiburones, no quería tener que marcar mi territorio con... ejem... ¿Cómo marcan su territorio los cachalotes?

[Amya An]

Quizás pudiera hablarle a Sagitas en pársel pues, aunque la peli-violeta en su forma cachalota no pudiese ¿articular? siseos, al menos su cerebro ó proceso cerebral aún humano, seguro que le entendía ... hasta que hallaran un habla común ¿marina? ¿acuática? que pudiesen llevan ambas y entenderse sin tantos malabares lingüísticos (?)

 

Como reptil solo era cosa de acomodar la lengua y le salía el pársel ... claro que en un medio acuoso, no sabía cómo se oiría (!)

 

« Ssssabesss que sssssí, sssssoy yoooo, puesssss ... », dizque le dijo, ya que las "eses" sonaban mas como ~glup, glup~ con la densidad del líquido en donde estaban.

 

Movió su cabeza komoda y pensó que podrían experimentar con algo de ¿telepatía? animágica ... después de todo ... la arcana lo usaba con ellas y como que estaba segura que nada tenía que ver con la especie-tipo de animal en que uno se transformase, pues todo se escuchaba en humano dentro del seso (?)

 

« Bueno, dejémonos de humoradas, hermanita, mira que ya tengo suficiente con tantas mojaderas en un solo trimestre y aún me queda la chapuceada de fin de año pues ¡ni modo!, cambio de año, hay que bañarse a fuerza de ritual ... », ¿?

 

La vio ... ¿en serio se perseguía la cola?

 

« Vamos! no seas payasa! », uhmmmmm, el problema es que dudo que se estuviese "haciendo", « Qué supone que debemos "demostrar" en esta habilidad? porque de transfigurarnos a voluntad, lo hacemos ... control ... bueno, que no sean tan exigentes porque ni siendo solo humanos, nadie tiene control perfecto de sí mismo, ¿no lo crees? », pero a quién le preguntaba de esas cosas tan ... ¿profundas?

 

... espero que Sagitas no estuviera intentando ¿lamerse la aleta violácea?

 

Exhaló como de berrinchito.

 

La seña animágica de su manis era muy marcada, la suya (la de Amya_An) también, solo que nadie lo notaba en realidad porque el color de la piel del animalejo en sí camuflaba muy bien la tonalidad negra de su cabellera humana y obvio, lo extraño sí hubiera sido una komoda con "peluquín" azabache (!) cuando a los reptiles no les crece pelo por ninguna zona (¡?)

 

El resto de sus ¿escamas? (pellejos ó lo que fuese), aparentaban alternar color entre grisáceos, verduscos y hasta marronescos, casi casi rojizos. No es que tuviese piel tornasolada, es solo que el color no era parejo, así que con mucha ó poco luz, podían creerle de distinta tonalidad, pero siempre en colores así de terrosos y algo oscurecidos.

 

... y allí estaba su mana, dando muestra de querer comerse a los pobre guardas mojados.

 

« Déjalos, pobrecitos ... », argumentaba komoda, mas interesada en el movimiento de otros acuáticos en la zona, « Oye, Sagitas ... sabes si los delfines se llevan bien con cachalotes y komodos? »

 

Tenía entendido que esos mamíferos del agua, no solo eran mucho mas inteligentes de lo que aparentaban sino que hasta podían ser muy agresivos porque tanto andar de esclavos en esos circos marinos, pues al que menos "le patina el coco" tarde ó temprano (!) ; « Espero que mis pellejos resistan medusas y hasta anguilas eléctricas, xDDD », Quien crea que el mar solo es belleza, ¡Qué equivocado estaba! ... se dijo aumentanto su propio nerviosismo.

[Suluk Akku]

- Se necesita más que el gusto de un elemento para entender la habilidad de convertirse en un animal - Suluk entendía que Sagitas amaba el agua pero ese no era un motivo suficiente para ser animaga o todos los magos podrían serlo. La arcana observó atentamente la situación en la que se había metido su alumna y esperaba que su escape fuera exitoso, dado que ella no estaba dispuesta a rescatarla de las autoridades muggles, ese sería un problema que ella sola tendría que solucionar.

 

- Además del gusto por el agua y por los peces, ¿qué conexión tienes con tu forma animal? - La arcaba buscaba conexiones de cualquier tipo: mentales, físicas, gustos, historia. De esa forma podría comenzar a entender la causa de su transformación y aprender a dominarla, aunque por ahora había demostrado un gran conocimento, aunque no el necesario para ser considerada una animaga.

 

- A este paso, voy a tener que buscar un nuevo lugar para la clase - Observó lo hecho por Amya al adoptar nuevamente su forma animal, definitivamente llamar la atención no era una buena idea y menos de esa forma, por suerte Suluk dominaba otras habilidades y podría buscar una solución rápidamente sin tener que salir corriendo de dicho Zoo, en especial al haber perdido una de sus alumnas.

 

- Simple, también necesito que identifiques tu conexión con tu forma animal - Las instrucciones de Amya eran las mismas, Suluk las había podido observar en diferentes escenarios pero con Amya no había visto mucho sobre su pasado o sobre su conexión, solo había demostrado ser muy buena con la transformación - Esto te servirá para controlar tus instintos animales - Debía aprender a controlarse o nunca podría realizar la prueba de la habilidad.

 

- Control es lo que deben buscar - Sagitas y Amya estaban más concentradas en sus conversaciones pero la arcana podía leer sus mentes y escuchar todo lo que dijeran o pensaran así que podía intervenir en cualquier momento. El control era una de las características muy importantes de los animagos y ninguna de las dos lo estaba demostrando adecuadamente.