Animagia

[Valky]

Tener ese grado de conciencia la estaba sorprendiendo, en las anteriores ocasiones en las que se había transformado sin ser su intención, no podía recordar gran cosa, sin embargo ahora era diferente. Era consciente de lo que pasa a su alrededor y de alguna extraña forma se sentía como ella misma. Mientras caminaba, cojeando pues aún le dolía un costado y una de sus patas, se sentía cada vez más cómoda su visión había mejorado considerablemente y su olfato de igual manera y apostaba que su agilidad sería muy buna, aunque no pudiera ponerla a prueba en ese momento.

> dijo emocionada conteniendo el impulso que la invadió al ver al ave aterrizar un poco lejos de donde ella estaba, quería ponerse a jugar con el ave. Sus garras salieron y su estómago sonó, tenía hambre. Bajo su cabeza y con una de sus patas intentó tocar su vientre peludo, hace mucho tiempo que no experimentaba esa sensación, que era muy diferente a la necesidad de sangre en su forma “humana”.

> dijo y corrió en dirección contraria a donde estaba la Arcana quien parecía un poco distraída, quizá tenía más alumnos a los cuales ir a ver. Ya se enteraría más tarde, ahora tenía en mente quitarse el hambre.

Se adentró en un área donde habían pequeños grupos de ciervos, adoptando una posición de caza la pantera se dispuso a cazar su cena, con paciencia espero y acecho a su presa, falló en algunas ocasiones pues todo aquello era nuevo para ella, hasta que en un momento dado dio rienda suelta a sus instintos y finalmente atrapo u ciervo bebé. Se llevó el cadáver del animal en sus fauces hasta llegar a un lugar apartado y empezó a devorarlo, aquello sin duda era un manjar. Una vez saciados sus instintos subió lo más alto que le fue posible, para buscar con su aguda mirada hacia dónde dirigirse.

> pensó y luego haciendo uso de su olfato fue siguiendo el rastro, hasta llegar a donde estaba la Arcana.

> se disculpó y dio gracias que en aquella forma no pudiera sonrojarse > añadió con sinceridad. > preguntó.

[Amya An]

« Conexión Animal? », pensó mientras continuaba meneando la cola (que aún estaba de komoda)

 

Interesante asunto. Ella siempre habría creído que todo en ella era tan ... ¿natural? (= algo así como que "explicable")

 

Desde que tenía memoria, siempre había sido una pequeña solitaria ... sea por elección ó simple circunstancia. Nunca le importó realmente, pues no lo consideraba tan melodramático como otros (mágicos y muggles por igual) pudieran sentirlo.

 

No iba a afirmar que era una gran amante de la naturaleza como Sagitas ó enamorada de los bichos que poblaban el planeta entero, pero seguro que en algún momento de su niñez, se identificó con al menos una lagartija.

 

Siempre le habían llamado la atención, y hasta admirado en su forma de ser (de las lagartijas) ; chiquitas, menuditas y muy escurridizas. No es que espantasen mucho pero consiguen sobresaltar al que menos ... así pues, son ... pues ... bonitas (a su parecer)

 

En fin ... junto a esa parte de bendición-maldición que siempre habría sido su videncia ; como que sensibilidad a entender pársel (aunque le faltase facilidad de sisearlo), ahora su subconsciente la marcaba con una lagartija, claro que su vanidad adulta le impedía verse como una alimaña que pudieran pisar, así que la derivó a un pariente mas ¿grande? ... mas intimidante?

 

Uno que era "rey" ¿en su propia isla? ... que no le interesaba ni necesitaba de la agresiva caza, si con solo paciencia y un buen mordisco podía servirse la cena (?)

 

Éso era tan ella, xDDD.

Un Dragón, al fin y al cabo ... desde el nombrecito ´na mas, le hacía hinchar el orgullo (¿?)

 

- Una vanidad, una vanidad, pero tampoco es que sea una locura indecifrable ...

 

Estaba "hablando"? xDDD, en qué momento se había desconvertido?

 

- Sagitas! sálvame!

 

Le rogó de un chillido a la ali-violeta (que era lo único en ese color que tenía en ese momento), sujetándose precísamente de su "aletita" para mantenerse a flote y resguardada de los ¿verdaderos dueños? de la gran pecera.

 

- Vamos, señora arcana ... quien no querría ser komoda? puede decir una con orgullo que se es dragón, por mucho que no eche fuego ; nada y repta, hasta se para aunque sea unos minutitos sobre la cola por si hay que intentar pegar un brinquito .... y lo mejor de todo es que a una se le corren de lo fea ... qué mas podría ser?

 

Claro que para entender aquello, había que entender que Amya_An, si bien es bruja, ella es muy ordinaria, sin grandes ¿ambiciones? en la vida mas que quedarse la caja de donuts mañanera de todos los días laborales en el ministerio (?)

 

Ella nunca pensaría en un animal como para hacer la guerra, por ejemplo, con solo hacer ~boooo~ se conformaba, mientras la dejasen tranquilita.

 

Seee, ella cuando se transfiguraba era mas con las intenciones de disuadir, no para terminar atacando ... quizás por ese temor era que perdía el control, al fin y al cabo.

 

Su instinto (humano) siempre se marcaba con la huida no con la confrontación (aquí le daba como que un bloqueo mental, xDDD) ... por lo general, es algo que ella en lo personal lo sentía tan ...

 

- ... pérdida de tiempo ... mana, salgamos de este estanque artificioso ... antes que regresen los muggles, mira que yo seré "jefa" de las excusas no mágicas, pero del otro continente, ¡pero qué digo! si nosotros somos de las islas al borde del viejo continente ...

 

Y que ni le pidiera carta navegación de océanos porque entre pasar del Pacífico al Atlántico ... uhmmmm ... ya consideraba meterse tierra por dentro, a través de los ríos interinos y hasta las fuentes acuosas subterráneas para llegar al otro mar que no precisamente el de los Ángeles (!)

[Sagitas E. Potter Blue]

¡Anda la loca ésta! ¡Si Amya estaba siseando como si fuera una serpiente...! ¿O es que los Komodones eran reptiles y, por eso, la mejor manera era hablar parseliano? La verdad es que no se me había ocurrido como tampoco que se pudiera usar Parsel siendo un cachalote. Pero si podía pensar como una humana... ¿por qué no podía utilizar todos mis conocimientos y habilidades? Bueno, tal vez usar la varita y embrujar a alguien no pudiera, mis aletas no tenían dedos para sujetarla, pero sí podía usar mi cabezota, ¿no?

 

-- Tú siempre quejándote por tus baños... Los tienes más contados que una cartilla de racionamiento -- le dije en parsel. ¿Me entendió? Pues eso espero, o espero que no para que no me arañara por meterme con ella. -- ¿En verdad quieres que no jugueteemos con los guardas?

 

Creo que había decepción en mis burbujas, por lo menos así lo había pensado en mi cabezota humana dentro del cerebelo cachaletoide. Iba a contestar a mi hermana sobre si los delfines eran como yo con régimen cuando sentí la pregunta de la Arcana dentro de mi cabeza, preguntando sobre mi conexión con el animal.

 

-- ¡Aguafiestas! -- burbujeé. Al final, entre una y otra no podía juguetear con los humanos. Así que di un coletazo bien fuerte y provoqué una ola enorme que les dirigió hacia la superficie, muy cerca de la orilla. Estaba segura que sabrían salir solitos sin más ayuda. -- ¿Qué conexión puedo tener con un cachalote? Pues.... ¿ninguna?

 

En aquel momento no estaba segura de cuál podía ser esa conexión. ¿Necesitaba saberlo? Estoy segura que, si hubiera tenido, me hubiera encogido de hombros. Pero entonces, una idea surcó mi mente animaloide, una imagen de una pareja enamorada, apoyados en un árbol cuyo viento había inclinado hacia las rocas del acantilado. Las olas chocando contra las rocas, él que toma su varita y graba con magia un corazón con sus iniciales, ella que hace lo mismo pero graba unos delfines en la corteza, al lado de los nombres... Un árbol que resiste el envite del tiempo mientras crece, años tras años hasta que yo misma descubrí aquel lugar donde mis padres habían grabado el símbolo de su amor... Un animal marino deformado por la meteorología adversa meses tras meses hasta que pude rehacer la historia familiar, una historia que pocos conocen... Un animal marino que ya no parece una foca. Sentarme bajo el mismo árbol y contemplar aquel horizonte de mar infinito...

 

Sentí ganas de llorar.

 

Había obviado tantas veces ese recuerdo de mi juventud en aquella Costa Brava de Girona que había olvidado, casi, el origen de mis padres. Encontrar aquel lugar marcó una etapa importante de mi vida. No podía olvidar, además, que mi varita personal estaba hecha de la madera de aquel árbol y que el interior era de pluma de quebrantahuesos, encontrada en un nido abandonado entres sus secas ramas.

 

Así que aquel era el nexo de unión con el mundo marino... El lugar donde mis padres se habían unido y yo había nacido... Aquella España soleada y bañada por un mar inhóspito, donde aquellas montañas escarpadas eran visitadas por animales marinos exóticos... Sonreí levemente hasta que sentí que tironeaban de mi aleta. ¡¿Me estaba mordiendo, la bicho-raro de mi heramana?! ¡Pues claro que íbamos a salir pero ella iba a salir volando por abusica! Bajé hasta el fondo fondísimo del aquarium y después subí a impulso de mi super-cola hacia la superfície, rompí la línea del agua y volé por los aires, bamboleando la cola y las aletas hacia los lados, para deshacerme del parásito de Amya.

 

-- ¿No querías salir del estanque, manita? Pues hale, deseo cumplidooooooo....

 

Eso lo dije hablando. Me di cuenta que volvía a ser humana. Caí al agua, buceé un poco, salí otra vez hasta la superficie y nadé, cerca de donde aquellos guardianes salían, en busca de una escalerilla para volver a tierra firme.

 

-- Demonios... Pues bien podría haber sido un delfín en vez de un cachalote...

 

Sonreí, esta vez más ampliamente. La Arcana nos pedía control. Me incorporé a medias en el borde del acuario, buscando un lugar donde esconderme. Aquellos dos guardias volvían a fijarse en mí. Creo que aún tenía que aprender mucho sobre el autocontrol.

[Amya An]

- Bruja Malvadooooosaaaaaa!!!

 

Literalmente salió volando por los aires hasta irse de casi cabeza por sobre las bancas del Aquarium (?), bueno, la poza por encima ó al lado ... ¡ó por donde quedase! que ella no era arquitecta-ingeniera para saber de esa materia en particular (?)

 

Un espantoso ruido se hizo con la acción brutota de su hermana. No solo las aguas, los guardas muggles ... ¿Amya_Am haciendole "chuza" a las banquetas?

 

El punto es que por unos segundos se perdió de vista para todos y no volvieron a verla, al menos no es su forma humana. Quien sabe de la cólera ó solo porque deseaba corretearle las pompis a su hermana un poco, pero volvió a escena en Komoda terrestre gruñiendo tipo cocodrilo, levantando un par se asientos con ¿el hocico? ; « Mala Bruja, malaaaa ... », le dijo casi mentalmente pues en Komodiano solo sonaría a grhsssssssss (?)

 

Ella, como la mayoría de mágicos (seguro), habría visto la transfiguración (tipo castigo ó humorada) de humano en bichejo en algún momento de su existencia ... por esos tiempos mozos (?), le habría picado la curiosidad ; pero solo curiosidad, e intentado conocer mas sobre esa clase de magia. No obstante, era tema demasiado avanzado y lo dejó pasar.

 

No fue hasta algo de tiempo después de entrar como aprendiz en Accidentes, que escuchó sobre la Animagia y los registros que se hacían para el Ministerio. Como Reparadora, no tuvo ocasión de profundizar en tal, no hasta que por medio de sus propios hermanos (uno como jefe de la oficina a cargo y la peli-violeta como ascendida a Dire de la Tercera planta), consiguió ¿acceso privilegiado?

 

Como el Vuelo en Escoba ... las prácticas de Desaparición-Aparición ... se empapó en aprender. Conocer por su propia cuenta (autodidácta?), casi casi como con las oportunidades de romper maldiciones y revertir magia en general (aprender de propias metidas de patas y demás?)

 

Para cuando llegó Babila y éste trajo a su lagartija mascota, fue como si el círcu.lo se cerrase con ella (además que el bicho es increíblemente hábil!!!)

 

Ama a los perros y hasta los gatos, caballos y demás, pero el que se fijaba en su mente era la lagartija (repito, Amya_An es muy orgullosa como para quedarse en lagartija sola, y por ello adquirió al enorme e intimidante Komodo ♥ )

 

- « Sagitas malvada, me has dejado un chichón nuevo >.< ! »

 

Según ella, díjole (?) a su mana nuevamente humanizada (¿?)

[Suluk Akku]

- No niego que haya gente que lo quiera ser - Suluk de ninguna manera estaba cuestionando su forma animal, en el mundo todo era posible y ella era la encargada de aceptarlo - Lo que digo es que la transformación no es una casualidad de la vida, todo tiene una explicación y para dominar tu transformación debes entenderla. ¿Lo has logrado? ¿Cuál es esa conexión que tienen? - Suluk no estaba segura, pero solo Amya podía sacarla de dicha falta de información.

 

- ¿Ninguna? Entonces creo que no es tu transformación - Respondió Suluk en la mente de Sagitas, definitivamente esa no era le respuesta que esperaba escuchar y menos en la situación en la que se encontraban. La falta de control era demasiado evidente y con dicha respuesta las cosas no mejorarían, la anciana se mantuvo en el mismo sitio aunque un poco molesta.

 

- Bello recuerdo - Suluk entendía la conexión con el mundo marino pero no con su animal específicamente - Justo eso me estaba preguntando, tienes algo que te ata al mundo marino y al agua, pero... ¿por qué eres un cachalote? Podrías haber sido un tiburón, un delfín y en general, cualquier pescado - Tendría que buscar más recuerdos en su pasado para entender su historia como animaga que no solo la involucraba a ella, también al cachalote.

 

Unos minutos antes había presenciado una situación muy rara con su otra estudiante, la pantera que había perdido por completo de su mente - Sigue sin aparecer - Estaba demasiado preocupada por la ausencia de la mujer pero tampoco podía buscarla dado que el lugar era demasiado amplio como para encontrarla.

 

- Has regresado - Nuevamente estaba complacida, no le gustaba perder estudiantes pero hubo algo que no le gusto - ¿Hambre? Los animagos no sentimos ese tipo de sensaciones animales, debes aprender a dominarlas - Sin duda no podría liberarse de dicha forma si no aprendía a controlar a la pantera, por ahora la pantera la controlaba a ella y eso no era lo que la hacía ser animaga.

 

- Piensa en tu poder, debes aprender a controlar. Domina tu forma animal, no permitas que te domine - La anciana estaba pensaba en una actividad para ella - Ya lo sé, tendrás que ir de paseo a la zona de los animales que una pantera come y evitar atacarlos - Para que la tarea fuera mucho más complicada Suluk tenía un secreto. Una de las bolas de nieve que estaba guardada en su collar salió volando hacia la pantera y la tocó, sentiría mucha hambre pero hambre animal no una sensación propia de los humanos y era su deber controlarla.

[Sagitas E. Potter Blue]

-- Te equivocas. -- ¿Desde cuándo me atrevía a enfrentarme a una Arcana así, sin más? -- Pero ahora no tengo tiempo de enseñártelo. Tengo que esconderme.

 

Salí del aquarium, aún añorando el nadar con aquella libertad. Sabía de dónde había salido el contacto, el equilibrio con el que me había identificado con un cachalote. Un pensamiento... Una risotada... Pero no podía hacer entender a nadie mi particular forma de ser. Que ella no supiera verlo sólo significaba que no entendía mi más intrínseco y algo lioso (he de reconocer) hilo mental que había creado el vínculo con aquel ser.

 

-- No me hizo falta... Verlo... Yo sé... Lo que me llevó... a ser ca... chalote... fue...

 

El hilo de mi pensamiento era atrabancado a la vez que corría. Pensar en cómo huir y hablar con la Gran Jefa no es posible a la vez. A la vez, algo de resistencia y de odiar la impunidad que perdía al contar mis más íntimos secretos a una extraña, me hacía resistirme a contarle todo. Ella había visto mi pensamiento todo lo que pudo. Soy Oclumante, aunque sabía que todos los Arcanos dominan todas las Habilidades en mayor o menos grado; me había dado cuenta demasiado tarde que ella había visualizado aquel recuerdo de mis padres.

 

Ahora tendría que matarla.

 

Bueno, no era para tanto. Pero no era algo que me gustara que se supiera. Pocos, ni de la familia, conocían la historia de mi verdadera familia porque la mantenía muy en secreto. Yo misma tardé en encontrar todas las pistas que me permitieron conocer mis orígenes... No quería que nadie lo supiera porque ... porque era algo mío, personal... Algo propio. ¿Por qué tenía que enseñarle a la Arcana algo que no quería confesar? ¿Por qué no se creía que había un vínculo importante para identificarme como un cachalote sin preguntar más?

 

Un disparo al aire me hizo respingar y recordar dónde estaba. Elevé las manos un poco por encima de mi cabeza, llamándome tonta por mi despiste y algo más fuerte a la Arcana por distraerme con recuerdos que no quería revelar. Noté que un ave había sido atravesada por la bala del Poli o Segurata y me entró una ira que me hizo bajar un poco las manos.

 

-- ¡Seréis.... animales! ¿Qué os hizo el pobre...? ¿gaviota? ¿Golondrina...?

 

Bueno, no sé bien reconocer a los pájaros... Si cuando hago un Avis no estoy nunca segura de qué bicho ha salido invocado, sólo ruego para que no sean águilas que intenten posarse en mi cabeza y me tiren con su peso, ni que me picoteen "con cariño" y me destrocen media cara...

 

Apareció un delfín y jugueteó con el animal hasta que se lo comió de un bocado. Eso me hizo enfadar aún más. Puse los brazos en jarras, con las manos apoyadas en las caderas y planté cara, a saber a quien.

 

-- ¿Ve por qué no quiero ser un pez, un pajarito o incluso un delfin? Son comestibles. CO-MES-TI-BLES. Al menos a los cachalotes se les reducen las posibilidades de ser engullidas por otros. Aunque los que quedan son los más salvajes, claro...

 

Ese último pensamiento me llevó a que los humanos son los peores depredadores, como los que tenía delante con pistolas.

 

-- A ver, vosotros... Tirarle las sardinas a los del agua, no a mí, que no soy un.... -- sonrisa tremebunda a lo largo de la cara -- cachalote con hambre.

 

No después de lo que había comido durante el trayecto, claro. Aquí no pienso decir nada de lo sucedido, me atengo a la Quinta Enmienda. Sí, lo sabía, sólo aplicable a los Estados Unidos, pero... Estaba en los EEUU, así que me serviría... La cuestión es que los polis se miraron las manos, confundidos, viendo como unos peces resbaladizos sustituían sus pistolas. La reacción fue instantánea y las tiraron al agua, donde un par de bonitas pistolas cayeron al fondo del agua, perdiéndose de nuestra vista.

 

No, no soy boba. Salí corriendo mientras los guardias de seguridad hacían aspavientos. Corrí de nuevo, me paso la mitad de la vida corriendo, no sé como lo consigo... La cuestión es que yo salí corriendo y, como un deja-vú, volví a encontrarme a gente huyendo de un dragón de Kómodo que parecía haber "aterrizado" de la nada sobre unos bancos.

 

-- ¡Cuidado, cuidado todo el mundooooo! ¡¡Muerdeeeeee!!

 

Sí, Amya muerde hasta en su estado natural, así que no mentí. Yo quería aprovecharme del tumulto para desaparecer cuando me empujaron contra un cartel del parque. Iba a maldecir de nuevo (me gusta) cuando me fijé en el mapa del parque zoológico y...

 

-- ¡Demonios despampanantes!

 

La visión de la zona del aquarium me fascinó. La acababa de dejar atrás en mi huida pero algo me hizo pensar en volver. Primero de todo, el agua. ¿Dónde iba a estar mejor que allá? Segundo, la de especies marinas que estaban prisioneras. Sí, lo he dicho bien, PRI-SIO-NE-RAS. ¿Desde cuándo tenía esta visión? Ni idea, supongo que el haberme dado cuenta que podía convertirme en un ser acuático me había dado motivos para ver que aquellas bestias muggles no podían escapar de aquel encierro por sí solas.

 

-- ¡Puede que los dioses me concedieran el poder transformarme en cachalote para un motivo muy concreto, Arcana! -- grité al aire. Aunque con el tumulto de personas que huían de Amya, creo que nadie me oyó. -- ¡Manaaa! Hacia el puente del aquario, al lado sur... Intenta que todos los peces, grandes y pequeños, se arrecimen allá. Yo voy a levantar la gran muralla que separa el aquario del mar y.... ¡Liberaremos a los animales en alta maaaaar!

 

En aquel momento no me preocupaba más que mi misión. ¿La Arcana quería control? Pues yo funcionaba mejor descontrolando todo. Una sonrisa feliz apareció en mi cabeza al descubrir la meta que tenía que cumplir. Creo que hasta tarareaba alguna cancioncilla.

[Amya An]

Amya_An quedó un poco confundida.

 

Lo que quería decir la Arcana de la Animagia es que esta habilidad era como invocar un Patronus? es decir, debía de pertenecer a un vínculo profundo (psicológico?) en el mágico mismo para poder ser?

 

Quedó pensativa. Mucho de su pasado había sido enterrado (y por poderosa razón, ¿?), así pues, sacar a la luz ciertas motivaciones psicópatas de su interior (?) no podía ser nada bueno para ninguno (¡?)

 

« Pos no ... los bloqueos mentales están ahí por sus justos motivos, nada está por mero capricho ... »,

pensó.

 

Comprendía que esta presión en ellas a adquirir Absoluto Control es el Objetivo primordial de cualquier maestro, mas, también había que observar cuando el estudiante carga limitantes personales ; a veces, lo mejor de la gente (?), nace de sus peores pesadillas ... para qué revivirlas una y otra vez? una vez superadas, por la misma razón, ya la lección fue aprendida, es inútil torturarse el seso con rememoraciones (?) por el estilo.

 

¿?

 

Ella podía convertirse en Komodo y no era una forma muy recurrente en realidad, es decir, tantas veces usaba esa capacidad que hasta ese momento, siendo tan cercana su manis peli-violeta como es, pos ... recién se enteraba (?)

 

**Léase con sarcasmo.

 

Sí, sí, entendía el requerimiento riguroso, tal vez estuviese mal

pedir la titulación de algo que no llenaba ni un 51% (vale, que ella así de brutota, sacó licencia muggle para cacharros de 4 ruedas y no es que se sepa todo el susodicho manual, ~Je Je Je~)

 

« ... xDDD, y después cómo haré para llorarle a los arcanos de la Legeremancia y la Oclumancia, si no me interesa compartir con nadie mis recuerdos personales? », pensó algo asustada hasta que ...

 

Qué había dicho (hecho) Sagitas??? (entiéndase que le cayó una pez-pistola en el hocico a la adleriana)

 

Qué es lo que iba a responder a la Arcana?

 

« ... disculpe Ud. , soy mala para los nombres, cuál es el suyo? », le dijo en pensamientos a la Animágica suprema mientras seguía coleteando polis-muggles e intentando entender los instructivos de su mana.

 

Gruñió (si es así como se le dice que hacen los Komodos) para que no se le acercasen mas los "humanos" no mágicos (hasta donde se cree que son, xDDD), echándose una vez mas a la pecera grandota y correteando ¿ferozmente? a los amigüis marinos de allí, quienes por supuesto, no la tomaron para nada amistosa pues naides les explicaron (a ellos), las pretensiones de aquellas 2.

 

Cómo para "hablar" seso-a-seso con la arcana, no era necesaria la boca (?), la que por cierto, la ocupaba con los demás animales (sin ánimos de ofender que todos estamos medios animalizados a estas alturas del cuento, ¿?), procuró como buena ¿mujer? hacer mas de una cosa a la vez (que tampoco implica que las hiciera bien, xDDD)

 

Hizo que le intentaba morder una aleta a un delfín y le gruñó un poco a la orca de por allá al fondo a que se quitara de la ¿salida? para que se pudiesen fugar echarse una paseadita por el alta mar (!)

 

« Arcana, no es que de chiquita me haya criado un/a komodo ... tampoco que uno de esos bichos, alguna vez, salvase mi vida ó yo de éste ... solo es una admiración profunda media piscótica que maduró con el tiempo, una real identificación con muchos de los aspectos de esta criaturita ... sé que no suena para nada complejo, ni siquiera interesante ... pero es lo que es, lo que yo creo "que soy" ... pueda a que le suene a humorada, éso de "elegir" semejante bichejo, mas es en serio, lo veo y me veo a mí misma ... », y también pueda que se originase de una fijación producto de visiones reiteradas (distorsionadas) de su mal manejada Videncia mezclada con su "oido" Pársel (?)

 

Mas la mente dice,

el resto de una "cree" ... ¿?

 

« Allez!!! a la mar!!!! », gruñó en Komodonés a su compis acuáticos mientras

............ ¿los arrimaba? hacia la salida próxima (!)

 

Gruñó y gruño y cuando uno se le opuso, ya querían hacer el "fuente-ovejuna" con la pobre Komodo ; « Bola de Montoneros!!!! », les chilló en lengua reptilácea, pegando como torpedo (?) una navegada muy ligerita por la pecera dizque evadiéndose, sobretodo, de los delfines, quienes a pesar de sus diferencias de ¿tribus? pos ... mejor que las gentes civilizadas (en supuestos), aunaban fuerzas ya en su contra.

 

« Bichos! Bichos! Auxilio! », claro que voz de ayuda, iba mas a la peli-violeta que a la animágica (que entendía que no se metiese en las pavadas que andaban haciendo) ... « ¡TIBURÓN! que me comeeeeeee!!! », mello le dio porque ésos en particular, mordían de terror TwT ...

 

Dejarle "el Control" a su lado salvajito (que no es que no estuviese en ella serlo), quizás fuera mejor alternativa en este momento ... aunque no tenía muchas ganas, en realidad, de comer "cebiche" (?) ó escabechado (!)

[Suluk Akku]

- ¿Equivocada? Evidentemente la equivocada no soy yo - Le respondió a Sagitas, no soportaba que pusieran en duda sus habilidades y ni siquiera sus compañeros Arcanos lo hacían, mucho menos lo iba a permitir de una aprendiz - Sí tanto lo sabes, ¿por qué no me lo dices? - Estaba cansada de escuchar que lo sabía, pero ella necesitaba comprobarlo para asegurar que estaba lista para realizar la prueba de la Animagia, de lo contrario no le permitiría acceder a la Gran Pirámide.

 

- Eso solo me dice por qué no otros animales, pero hay muchos animales no comestibles. ¿Por qué no el león? - La arcana seguía sin estar satisfecha con sus respuestas así que tendría que tomar medidas mucho más drásticas, justo en ese momento observó su collar de cuentas de hielo. El collar tenía suficiente poder como para hacerla cumplir con lo que ella quería y que no perdieran el hilo de la clase, necesitaba concentración y control y estaban mostrando todo lo contrario.

 

- Entiendo que haya bloqueos mentales. No tienes que revivir tu pasado, solo decirme qué es lo que te conecta con el komodo - No había entendido, no necesitaba que revivieran su pasado, necesitaba que entendieran su conexión. Incluso podía decirle solo los rasgos psicológicas que según ella compartía con dicho animal - Me llamó Suluk y soy la Arcana de la Animagia - Estaba agotada con toda la situación, así que nuevamente observó el collar - ¿Tendré que usarlo? - Preguntó, aunque nadie podría escucharla ni responderle.

 

- Justo eso buscó, ¿qué ves en dicha criatura que te pertenezca? - Amya estaba llegando a la respuesta que Suluk quería, pero aún le faltaba mucho - No puede ser, esto ha sido suficiente - Había permitido que hicieran otras cosas mientras pensaban en sus preguntas, pero todo se había salido mucho de control y no habían querido hacerle clase así que tendría que tomar medidas mucho más drásticas, su collar comenzó a brillar demasiado fuerte.

 

- Un sueño profundo completamente diferente y separadas - Dos bolas de nieve producidas por el collar de cuentas salieron en busca de Sagitas y Amya. Cada una de las bolas se estrellaría contra el cuerpo de las brujas y las haría entrar en un sueño profundo haciendo que fueran incapaces de controlar su cuerpo. Suluk buscaba que le dieran una respuesta a su pregunta, no deseaba que revivieran sus recuerdos. Solo deseaba que le dijeran que características psicológicas compartían con sus formas animales

 

- Deben entender que todo ocurre por algo y en la Animagia es aún más importante. ¿Qué parecido tienen con sus formas animales? ¿Por qué no lo pueden controlar? - Estaba agotada de pedirles controlar su forma animaal, los animagos debían controlar sus instintos, no podían permitir que ellos los controlaran. La anciana esperaba que esa fuera una solución mucho más efectiva y de paso evitaría que liberaran a todos los animales del acuario, esa no era la razón por la que estaban en dicha clase y no podían perder su objetivo.

[Sagitas E. Potter Blue]

Aún tarareaba una canción, feliz con mi meta de liberar a Willy, digo, a todos los animales marinos del lugar, sin hacer caso del mal humor que presentía en las cada vez más acuciantes palabras negativas de la Arcana.... Yo era así, díscola a veces, traviesa la mayoría de las veces, payasa siempre, por eso me divertía el liberar a todos los bichitos muggles. Y encima, mi hermana me seguía en nuestra aventura. Lo dicho, me sentía feliz cuando mi hermana acompañaba a todo bicho marino viviente por aquel lugar hacia el lugar donde yo tenía que levantar el puente.

 

Era genial, me sentía feliz y sentía un gran necesidad de convertirme en aquel cachalote de nuevo. Pero no podía, aún no, al menos hasta que bajara del todo aquella palanca enooooorme que levantaría el muro que separaba el parque acuático del océano Atlántico. Supongo que esa era el control que quería la Arcana que dominara, el resistir la tentación y no hacer la transformación hasta el momento oportuno.

 

Y lo estaba consiguiendo, no cedía al placer de ser animalito marino y estaba a punto de conseguir vencer la maldita palanca (sí, había olvidado usar la varita, algo que no es raro en mí) cuando algo me alcanzó, algo frío y resbaladizo, como una gota de nieve que te encierra y te bloquea. Respiré con fuerza, aún antes de sentir dolor por la parálisis; después... ¿morí?

 

Morí o dormí profundamente, a veces es difícil de distinguir ambos hechos. Soñé, o viví de nuevo, no sé, con la historia de mis padres. No sé porqué la Arcana no se conformaba con ese recuerdo que me unía a ellos dos, a papá y mamá, al árbol que les unió, el árbol que me dio la varita y me volcó hacia aquel animal marino en el que me podía transformar. ¿Por qué quería más....? ¡No quería que supiera más!

 

Sin embargo, cuando duermes de forma tan profunda que no sabes si estás viva o muerta, si estás recordando o estás reviviendo, no tienes voluntad propia para revelarte contra los poderosos. Así, allá dormida, volví a ser aquella niña pequeña, arropada en los brazos de mamá, enroscando en mi dedo rechoncho un mechón de su pelo violeta, el color que yo había heredado. Mi padre, sentado cerca de la chimenea, nos leía un libro con una voz rítmica y entonada, que producía en mí un sopor que me llevaba hacia el sueño plácido de los niños que se sienten protegidos por sus padres.

 

 

 

 

MOBY DICK:

"Llamadme Ismael. Hace unos años -no importa cuánto hace exactamente-, teniendo poco o ningún dinero en el bolsillo, y nada en particular que me interesara en tierra, pensé que me iría a navegar un poco por ahí, para ver la parte acuática del mundo. Es un modo que tengo de echar fuera la melancolía y arreglar la circulación. Cada vez que me sorprendo poniendo una boca triste; cada vez que en mi alma hay un noviembre húmedo y lloviznoso; cada vez que me encuentro parándome sin querer ante las tiendas de ataúdes; y, especialmente, cada vez que la hipocondría me domina de tal modo que hace falta un recio principio moral para impedirme salir a la calle con toda deliberación a derribar metódicamente el sombrero a los transeúntes, entonces, entiendo que es más que hora de hacerme a la mar tan pronto como pueda. Es mi sustitutivo de la pistola y la bala. Con floreo filosófico, Catón se arroja sobre su espada; yo, calladamente, me meto en el barco. No hay nada sorprendente en esto. Aunque no lo sepan, casi todos los hombres, en una o en otra ocasión, abrigan sentimientos muy parecidos a los míos respecto al océano."

 

 

 

 

Mamá también tenía una voz encantadora pero las historias a la luz del fuego de la chimenea sonaban mejor con el tono grave y masculino de papá. Aquel libro era adormecedor y, atraída por el sueño, luchaba sin embargo por seguir despierta cuando él hablaba.

 

 

 

 

Como Queequeg y yo estamos ya lindamente embarcados en este asunto de la pesca de la ballena, y como este asunto de la pesca de la ballena, no sé por qué, ha llegado a ser considerado entre la gente de tierra como una dedicación más bien antipoética y deshonrosa, en vista de eso, tengo el mayor afán de convenceros, oh gente de tierra, de la injusticia que nos hacéis así a los cazadores de ballenas.

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Sin duda, una razón dominante por la que el mundo rehúsa honrarnos a los balleneros es ésta: se piensa que, en el mejor de los casos, nuestra vocación no llega a ser más que una ocupación parecida a la del matarife; y que, cuando estamos activamente dedicados a ella, nos rodea toda suerte de suciedades. Sí que somos matarifes, es verdad.

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Tan poderosamente me afectó el conjunto del sombrío aspecto de Ahab y la lívida marca que le señalaba, que durante unos breves momentos apenas noté que no poco de su abrumador aire sombrío se debía a la bárbara pierna blanca sobre la que parcialmente se apoyaba. Ya me habían dicho que esa pierna marfileña estaba hecha en el mar con el pulido hueso de la mandíbula del cachalote.

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De los nombres que hay en esta lista de autores balleneros, sólo los que suceden a Owen han visto alguna vez ballenas vivas, y, salvo uno, ninguno fue un auténtico arponero ni ballenero profesional. Me refiero al capitán Scoresby. En el tema especial de la ballena de Groenlandia, o ballena propiamente dicha, él es la mejor autoridad existente. Pero Scoresby no sabía nada ni dijo nada del gran cachalote, al lado del cual la ballena de Groenlandia casi no es digna de mención. Y aquí ha de decirse que la ballena de Groenlandia es una usurpadora en el trono de los mares. Ni siquiera es la mayor de las ballenas. Pero, debido a la larga prioridad de sus pretensiones y a la profunda ignorancia que, hasta hace unos setenta años, rodeaba al fabuloso o totalmente desconocido cachalote, ignorancia que sigue reinando hasta hoy en todas partes salvo en unos pocos retiros científicos y puertos balleneros, esa usurpación ha sido completa. La observación de casi todas las alusiones leviatánicas en los grandes poetas de tiempos pasados os convencerá de que la ballena de Groenlandia, sin un solo rival, era entonces la reina de los mares. Pero ha llegado la hora de una nueva proclamación. Aquí es Charing Cross; ¡escuchad todos, hombres de bien; la ballena de Groenlandia queda depuesta; ahora reina el gran cachalote !

 

 

 

 

Me dormía, feliz, protegida por ambos padres. Pero ya era rebelde y no quería ceder al sueño. Sin embargo, Don Sueño es más poderoso que una pequeña niña cansada y, con los ojos cerrados y balbuceando en un tono que casi sonó inaudible, le pregunté a mi madre:

 

-- Mamá, ¿algún día podré ser como ese cachalote del libro?

 

Y me quedé dormida, allá, en sus brazos.

 

Y supe que ahora estaba viva, dormida igual que en aquel entonces, porque lloraba. De emoción de acordarme de la voz de mi padre, leyendo, de los abrazos de mi madre que tan poco tiempo duraron... Pero llorando, sobre todo, porque no había querido que la Arcana supiera porqué había deseado desde siempre ser un cachalote, porque me unía a mis padres perdidos un libro antiguo que había devorado posteriormente como nexo de unión a aquella familia deshecha, en las oscuras noches en las que me crié en un orfanato muggle, hasta que me convencí, siendo ya mayor, que aquel libro no me los devolvería y lo quemé. Aquella misma noche huí de aquel maldito lugar y comencé mi vida por caminos y pueblos de la España profunda, hasta que a los 11 años fui llamada a estudiar a Hogwartas.

 

Lloraba porque, si pudiera, mataría a la Arcana por haberme hecho recordar que mis padres me amaban. Porque no había respetado mi deseo de no recordar nada de lo ocurrido ni revelar el motivo por el que quería ser cachalote y no un vulgar tiburón o un orgulloso león de pacotilla.

[Suluk Akku]

Suluk sabía que Sagitas no estaría muy feliz con su decisión pero ella misma la había obligado a tomar medidas mucho más drásticas para obtener lo que deseaba. Ella era la arcana de la Animagia y si deseaban aprender a controlar su habilidad, tenían que seguir sus métodos que eran aprobados por el Ministro y la Viceministra de Magia - Esto era lo que buscaba - Murmuró mientras observaba el recuerdo de Sagitas.

 

- Bueno, quizás no era esto. No quería recuerdos, solo pistas sobre su conexión - Su bola de nieve había sido mucho más efectiva de lo que esperaba, tanto que se había sorprendido por el efecto generado. Los recuerdos eran muy preciados y ella como arcana podía obtenerlos de muchas maneras, incluso podía aprovechar su capacidad de Arcana para leer su mente. Si bien no era la arcana de la Oclumancia tenía conocimientos de la misma, pero esos claramente no eran sus métodos.

 

- Lo has hecho muy bien - El recuerdo de sus padres había sido demasiado bello, en especial la conexión lograda a través de un libro. Las conexiones eran muy diferentes entre animagos, la suya era demasiado personal al igual que la de Sagitas. No obstante, ella debía aprender a sentirse orgullosa de su pasado y de lo que había logrado para ser una Animagia. De esa forma podría ser capaz de controlar su forma animal y no perder la transformación, todo debía realizarlo por voluntad propia y no por accidente o por cosas de la suerte.

 

- ¿Tienes algo que comentar? Has logrado entender tu conexión, así que quiero que me demuestres si eres capaz de tener control - Sagitas seguía en el sueño profundo generado por la bola de nieve, Suluk no le permitiría salir hasta no terminar su proceso de aprendizaje. Tan pronto finalizara la clase la enviaría de regreso a su vivienda en el Reino Unido mediante un portal.

 

- ¿Y mis otras estudiantes? - La arcana odiaba perder a sus alumnos, pero en los últimos días se estaba volviendo muy normal. Nuevamente había perdido a la pantera y esta vez a la chica amiga de Sagitas, pero sabía en algún momento tendrían que aparecer de nuevo para continuar con su proceso de aprendizaje y convertirse en animagas.