Castillo Ivashkov (MM B: 106154)

[Zack Ivashkov]

—Fiscal Mágico— Repitió pensando en la persona que ostentaba dicho cargo.

Estaba por creer que toda la oficina del ministro había sido tomada por Fenixianos. La misma directora, Mei, era sospechosa de pertenecer a la Orden del fénix. Ahora lo demandaba Elvis, respaldado por Lestat y Zack debía permitir colaboración de Kassandra… Todos ellos sospechosos de pertenecer al mismo bando. El tema empezaba a resultar una estrategia muy bien planeada.

—Qué coincidencia que sean precisamente ustedes los encargados de llevar el caso por ambas partes. Eso me hace querer tener un segundo representante legal para mayor…— iba a decir “seguridad” cuando la aparición de su prima lo interrumpió. Llegó tomando el papel que Kassandra le había tendido a Zack. Lo leyó en casi un parpadeo y de inmediato comenzó a responder ante las amenazas de aquél texto. Mientras tanto, el hombre decidió leerlo para instruirse en el tema, sabía que debía tener cientos de huecos y faltas que le permitirían usar a su favor.

En primera instancia dejó que su prima hablara. Se le notaba el enojo, podía sentirse el cambio de ambiente con su presencia. Sus poros expedían un aroma diferente, era la rabia de Leah percibiéndose a través de varios sentidos del vampiro. Si bien la bruja hablaba con total tranquilidad, era obvio que en el fondo estuviera a estallar. Zack por su parte, una vez leyó la demanda respiró hondo. Una extraña paz lo invadió. Eran increíbles los agujeros de información que ahí se tenían.

—Bien…— Comenzó suspirando con una media sonrisa en su rostro — Primero que nada, quisiera aclararle una vez más que no buscamos suplantarla. Simplemente queremos la oportunidad de un segundo representante que, junto a usted, nos saquen de esta tontería — El asunto no podía llamarse de una manera diferente —Ahora, ¿dice usted que debe estar certificado por el ministerio ésta otra persona? ¿De qué manera? — Había varias personas en la Marca Tenebrosa que tenían amplios conocimientos de Leyes Mágicas, al igual que él y Leah, pero que se dedicaban a eso más a fondo. Hasta entonces creía que cualquiera de esos podría representarlos.

—Además, me veo en la obligación de introducir una contra-demanda que debería tomar en cuenta solo algunos de los errores del caso — Continuó sin esperar respuesta. Ahora su sonrisa era más amplia, aunque sin llegar a mostrar sus dientes —Considerando que robaron una de mis pertenencias, tanto Ley como el resto son culpables de dicho delito — Debía hacer memoria porque fueron varias las faltas —Considerando que había personas involucradas que no se relacionaban directamente con el Cuartel de Aurores, entiéndase Elvis Gryffindor y Romina Targaryen, he de solicitar algún tipo de penalización tanto para ellos como para la directora del departamento en cuestión que permitió y certificó la infiltración de personas ajenas a su plantilla en asuntos internos — hizo una pausa antes de soltar el golpe final.

—Y, considerando el texto en la demanda presentada por Elvis Gryffindor, certificada por el fiscal mágico, Lestat Rambaldi, me veo en la obligación de solicitar un juicio contra el primero dado que él mismo asegura pertenecer a la Orden del Fénix y ostentar el más alto cargo en dicha organización criminal — Eso debía bastar para dejar en claro que había sido un error involucrarse en asuntos legales con los Ivashkov. Les hubiese quedado mejor callarlo todo y apartarse del camino, o resolverlo por otros medios.

—Adicionalmente, lo señalo como principal sospechoso del más reciente asedio realizado por la Orden del Fénix en la mansión Malfoy — ¿Cómo sabía eso? Los rumores en todo el pueblo corrían rápido, además era el hogar de una de las líderes del bando — Y si es necesario traeré miembros de la familia que declaren respecto al momento en que Fenixianos irrumpieron en el hogar de los Malfoy — Finalizó. Seguro tenía que llevar todo eso a un papel, al igual que sus demandantes. Pero también sería bueno que Kassandra lo fuera sabiendo.

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

No habia demorado mucho cuando Kassandra comenzo a explicar formalmente el tema..y claro la sorpresa de Zack fue veridica...ni Cissy ni yo le habiamos comunicado lo de la demanda en su contra..aunque el debio sospechar que cuando hablabamos de armar jaleo contra los aurores evidentemente nos referiamos a demandarlos por los destrozos y su inoperancia en la Mansion Macnair..pero claro..era mejor que fuese asi..a lo mejor y era hasta buen actor..o por lo menos para un ojo poco entrenado. Me quede en silencio mientras le extendian la acusacion a Zack, eso si...no me gusto que dudaran de la profesionalidad de Kassandra...hasta yo tenia mis dudas sobre el sistema legal magico..desde aquel juicio contra Adryanie..pero no podia negar que la defensora del mago esta haciendo muy buen trabajo....a pesar de la incomodidad de tener un moscon cerca como Sherlock.

 

Y bueno...Zack llamo a la otra implicada...no podia negar que tenia hermosos ojos verdes...y un estilo propio al bajar las escaleras...y....bueno..un alto timbre en la voz...sin querer me lleve el indice al oido como tratando de destupirlo..aunque claro no hacia falta..espere a que terminara para hablar...aunque ack se me adelanto.

 

-Bueno Zack...Leah..seria muy productivo hacer esa contrademanda..aunque al menos Cissy y yo ya acusamos a Elvis ante los inquisidores por ser miembro de la Orden- dije detenidamente- por otro lado..cualquiera que haya cursado leyes magicas puede servirles como abogado...pero si sirve de algo....puedo asegurarle que la abogada que tienen en frente es muy profesional en su trabajo...y se lo ha tomado en serio..asi que no creo que les haga falta nada mas.

 

Si..en el poco tiempo que habia intercambiado con Kassandra..me habia dado muy buenas sensaciones..aunque claro a pesar de mi corta experiencia sabia muy bien utilizar las leyes del sistema a mi favor..sino no seria tn buen maleante...en fin..concentremonos en lo importante.

 

-Pero volviendo al tema que importa...yo estoy aqui por una investigacion independiente que me encargo Cissy..pero al estar relacionada con el caso de Kassandra y oendo sus declaraciones iniciales...pues me entran algunas dudas- me recoste un poco en el asiento- la primera...existio realmente uno orden de cateo..o fue una peticion de cateo apelando a su buena voluntad???

 

Bueno..conociendo los hechos en la Macnair sabia que seria la segunda lo que ayudaria a Kassandra a ver a donde iba mi segunda pregunta...

 

-Segundo...alguien acompaño a los aurores en el ¨cateo¨???-

 

Otra pregunta que iba al meollo del asunto y que ayudaba..de cierta forma, a crear una duda razonable en el jurado en el caso de haber juicio..sobre el aspecto...de ¨plantar evidencia¨...algo que compaginaba con la demanda de Cissy sobre las malas practucas auroras.

 

-Tercero...se les notifico que le sustraian pertenencias para su posterior estudio???

 

Bueno tanto Zack como Leah afirmaban que les habia robado...y en realidad seria asi..de no haberlo notificado a los dueños de las pertenencias...

 

-Por ultimo..que fue lo que os robaron supuestamnete???

 

Mejor no sacar por ahora lo de la Katana..al final como bien decia Leah...la Katana no era evidencia tangible..aunque esperaba que por el bien de Zack la hubiese escondido en otro lugar lejos su Mansion....y sus bovedas....no fuera que en otro cateo..y ahora si real...la encontrasen.

 

@@Zack Ivashkov@@@

[Mei Black Delacour]

Se sujetó fuertemente la capucha para evitar que se cayera, aunque de todas formas su rostro se hallaba oculto tras una tenue luz que la identificaba como un miembro de la Orden del Fénix para cualquiera que la viera. Se hallaba en Ottery, vigilando una vieja choza de aspecto muy descuidado cuando el viento se había puesto más violento, levantando su capa de viaje, aunque no más de eso, su vestido bajo el abrigo era ajustado a su cuerpo y no se movía demasiado.

 

–Ah, maldición – se quejó por lo bajo, temblando ante el frío que calaba sus huesos – será mejor que esto se haga rápido. ¡Expecto patronum!

 

Una bandada de aves salió volando en busca de algunos miembros de la Orden del Fénix con un único mensaje: los esperaba allí, en aquella área del pueblo de magos donde se hallaba una morada casi en ruinas para ir en dirección a la Ivashkov, lugar donde se llevaría a cabo la misión de aquella noche.

 

Se acercó entonces, pues se había hallado en un lugar muy apartado, a unos veinte metros aproximadamente, y una vez estuvo cerca, notó la presencia de dos figuras, a las cuales se giró para recibirlas.

 

–Chicos, – se limitó a decir en forma de saludo – esta noche nos espera algo especial. Ya saben, esta nueva familia al parecer engendró un nido de magos oscuros como se habrán enterado por El Profeta -y algunos de primera mano-, por lo que iremos a sitiarla, entonces ¿nos vamos ya?

[Lisa Weasley Delacour]

El jobberknowl, animal emblemático de Mei. Ni siquiera me lo pensé un segundo. Actué por puro instinto. Me cambie de ropa, poniéndome una túnica color burdeos que se pegaba a mi cuerpo como una segunda piel y coloque sobre mi pálido rostro la luz que impedía al resto del mundo recocer mis facciones, ademas de decirles a quien le era leal. Estaba lista para enfrentar los peligros que el mundo quisiese ponerme por delante. En mi corazón un emblema, en mis ojos la decisión. Solo restaba poner mas peso para que la balanza se girase hacia nuestro lado.

Conocía suficientemente a la Delacour pasa saber, a ciencia cierta, que aquella misión no era como las anteriores. La importancia de esta venia labrada en la fuerza con la cual el patronus brillaba. Teníamos un objetivo claro y conciso: arremeter contra aquella familia, ponerla en jaque y hacerles caer uno por uno como sencillas y diáfanas piezas de domino. Si lográbamos reducirlos a cenizas y que confesasen lo que todos sabíamos, habríamos ganado una de las batallas mas grandes e intensas. Cuando estuve lista, gire sobre mis talones y desaparecí en dirección a Ottery.

Hice acto de presencia, segundos después, a cincuenta metros exactos de la verja que separaba una burda y destruida cabaña, de las calles ennegrecidas por la lluvia. Aquel amasijo de maderas y cristales rotos nos llevaría de hecho hacia Transilvania, verdadero hogar de la familia Ivaskov. Tome aire, aunque en verdad no lo necesitaba para vivir y me centre. Pocas veces dejaba que algo externo a la batalla me influenciase, mucho menos cuando el ministerio de magia entero estaba revolucionado ante el juicio en contra de los primos. Mortifagos. Debíamos asediar su fortaleza.

[Mael Blackfyre]

Me giré de repente al ver que, por la ventana de mi habitación, entraba volando aquel patronus tan bien conocido. Dio dos vueltas grandes por todo el cuarto y se posó sobre una mesita que había cerca de la ventana. Por los cristales se podía observar como el viento movía la copa de los árboles, pero los Patronus no podían ser afectado por ningún medio, así que seguramente había llegado sin problema. Era un pequeño Jobberknoll, que pertenecía a una de las líderes de la Orden del Fénix, Mei.

 

Me encontraba sólo, así que no tuve que despedirme ni de esposa, ni hijos, ni tampoco nietos. Hice algunos pasos mientras el patronus tan plateado como la luna, se disipaba repentinamente, ya había entregado su mensaje. Tomé mi varita y acomodé el cuello de mi túnica negro. Era una simple, lisa y negra, nada fuera de lo común pero cuando salía, me gustaba alejarme de mi vestimenta de trabajo. Por mi rostro apareció aquella máscara de luz cuando mis dedos rozaron mis facciones. Según el punto de encuentro, sería un lugar peligroso.

 

Desaparecí allí mismo, dentro de mi habitación. Ser el patriarca de la familia me jugaba muchas veces a favor. Sería imposible despedirme de todos sin sospechar para donde partía. La oscuridad me envolvió por completo, pero duró algunos segundos para que volviera a pisar tierra firme. El viento azotaba tanto mi cabello, como mi túnica y casi todo alrededor. Estábamos cerca de aquella verja para cuando encontré tanto a mi Lider Mei, como a Lisa Weasley Delacour, la otra compañera con la que iríamos a revisar una de las mansiones más sospechosas, podíamos decir que eran los protagonistas de toda la comunidad mágica.

 

— Tendremos un viajecito largo, eh. No perdamos más tiempo —les comenté. Había visitado una vez aquel sitio. Detrás de las verjas de hierro todo era abandonado. Aquella choza era un punto simbólico donde debería estar el hogar de los Ivashkov, pero se las habían ingeniado para trasladarse. La verja. Era un traslador, asi que envolví un hierro con mi mano. Pude sentir el frío del metal pero automáticamente un gancho me jaló de lleno. Ya no estaba en Ottery, sino en Transilvania, Rumania.

[Mei Black Delacour]

Los tres tocaron la verja al mismo tiempo, sintiendo entonces la opresión que caracterizaba a un traslador. Y segundos después, el tiempo entero cambió, el viento era apenas una brisa ocasional que llevaba consigo una gran cantidad de copos de nieve. Una vez más, la Delacour se estremeció, más por el cambio de clima que por que tuviese realmente frío, su capa era bastante abrigada como para proporcionarle calor. A sus descubiertas piernas y brazos.

 

Caminaron en dirección a la entrada del castillo, por lo que en cuanto se encontraron a unos pocos metros de donde se hallaba la morada, la castaña se detuvo, haciéndole una seña a Elvis y Lisa.

 

–Sonorus – murmuró, luego de colocarse la varita en el cuello. Inmediatamente, su voz se vio aumentada, asegurándose de que todos los que allí se hallaran, la escucharían –. Buenas, familia Ivashkov, somos la Orden del Fénix, en una visita especial. Venimos a dejar en estado de sitio permanente su morada ya que se ha descubierto que en la misma existen mortífagos. Debido a la inexistente colaboración de la familia para con las autoridades del Ministerio -y como no confiamos demasiado en ellos-, desde nuestra parte, les garantizamos que cada miembro de la familia que haga aparición en este lugar será interceptado por nosotros.

 

Hizo un breve silencio para mirar de un lado al otro de la casa, y luego seguir:

 

–A diferencia de muchas veces, no dudaremos de matar a quien sea, sobre todo si se trata de Zack y Leah Ivashkov por tratarse de personas altamente peligrosas. Y por último, para ustedes, mortífagos: si tan orgullosos están de los “ideales” que poseen, dejen de ocultarse ante las autoridades, ¿no es que no le temen a nada? ¿O será que una prisión los hace temblar? Los estaremos esperando.

 

Y sin más, finalizó el hechizo con una sacudida de Aukan, para luego elevarla en el aire y dejar una marca en todo el frente del castillo grabado con un fuego ficticio.

 

 

http://i.imgur.com/W6pcFCY.png

[Lisa Weasley Delacour]

El sabor amargo del saber que iba a visitar mi tierra y que esta estaba llena de alimañas me mortificaba. Mi deber en aquella misión iba mucho mas allá. Como reina de Rumanía tenia que esforzarme por que el país estuviese en perfecto estado, que no hubiese carroñeros ni asesinos que disfrutasen al ver la sangre. Buzás me exigía mucho, no obstante, como comandante de almas y regente del paraje no tenia otra opción. Acabar con los Ivaskov era, sin duda alguna, lo mejor que podía e iba a hacer.

Ante la señal de la argentina, toque la verja metálica que estaba en Ottery, ademas de un par de tablas por si las moscas y al instante sentí como mi cuerpo, mente y esencia eran transportados a través del tiempo y el espacio en un remolino de luz y color. Cuando la sensación de mareo paso y pude ser cosciente, nuevamente, de mi figura, poder y razón, vi ante mi el imponente castillo de la familia Invasivo. Si, estábamos en Rumanía y dispuestos a todo por salvaguardar al mundo.

Estaba a cincuenta metros exactos de la verja de entrada a dichos terrenos. En mi diestra Kim brillaba con fuerza, al igual que la luz de mi rostro. Ahora tocaba ser prudentes, sortear los peligros, poner bajo arresto el sitio e irnos a casa con la cabeza bien alta. Pegue un bote en el sitio cuando la voz de mi líder y amiga resonó estridente en todos y cada uno de los puntos del paisaje nevado. Me sentía mas que orgullosa de ella y de sus facultades. Asentí a cada palabra dicha. Yo misma detendría a todo aquel que entrase o saliese del recinto.

- ¿Crees que darán la cara? - Pregunte, después de ponerle una capa por encima de los hombros a la fémina – o podemos perderte por un resfriado.

[Mael Blackfyre]

Aparecimos exactamente cerca de aquella verja, pero no era la misma que había tocado en Ottery St. Catchpole, sino que estaba en otro país. A veces me preguntaba que tan enterado estaba el Ministerio de Magia para aquellas cosas. Si necesitabas hacer un traslador para ir de un punto a otro en una misma ciudad, podías tardar meses, pero en aquel caso, una verja que trasladaba a quien sea, podía ser extraño y peligroso. Dependiendo siempre el punto de vista.

 

— Aquí el clima es mucho más frío —mi voz se había puesto un poco más ronco. El aire allí era pesado y el clima me hacía despedir más vapor cuando hablaba. De todas maneras con la túnica era suficiente. En lo alto de aquella colina, se encontraba el Castillo del que semanas atrás, que habíamos visitado con algunos aurores y se había armado todo el revuelo en Londres. Me detuve a dos metros de Mei, mirando directamente hacia la estructura.

 

La voz de mi compañera resonaba en cada rincón de aquel sitio. Pude sentir un escalofrío. De hecho también podía sentirme algo incómodo, no era de los que actuaba directamente, tanto como Lisa. Debía admitir que sentía envidia de ella, por tener que pensar tanto las cosas. Sino que me caracterizaba por encontrar una pequeña grieta y cuando menos se lo esperaban, derrumbaba cualquier cosa a la que me enfrentara. Levanté mi varita hacia la puerta encantada. Aunque no necesitaba realmente aquello.

 

— Es un lindo regalito. Diente por diente... —les comenté a las dos chicas. Estábamos a muchos metros de la puerta de entrada, con la estatua de la mujer intercediendo en nuestro camino. Pero cuando pensé en el Gubraith, la puerta estalló en llamas. No era como un fuego normal. No quemaría ni siquiera un centímetro de madera o el hierro del que fuera creada. Pero todo aquel que la tocara le produciría heridas. Por lo menos bloquearía el paso.

 

Era frustrante pensar que teníamos que actuar por mano propia cuando el Ministerio debía estar trabajando en ello. Pero ni siquiera se lo imaginarían, Leah o Zack, que los mismos que estaban en contra alli, lo estaban trabajando en la Institución Mágica.

[Mei Black Delacour]

Sonrió una vez que terminó de dejar el grabado sobre las paredes del castillo, sacudió la varita en cuanto había terminado de ejecutar el hechizo y observó lo que Elvis hacía mientras la Weasley depositaba un abrigo sobre sus hombros. Se lo aceptó, aunque no porque lo quisiera o necesitara, sino más bien porque se distrajo viendo lo que el Gryffindor hacía.

 

Una levísima sonrisa se dibujó en la comisura de sus labios al percatarse de la idea de lo que el Demon Hunter hacía.

 

–No creo que aparezcan, la reputación de esta familia pende de un hilo. Ser acusado de ser de la Orden del Fénix no es tan grave como ser acusado de mortífago, todo ciudadano con todas sus quaffles puestas en lugar sabe y entiende la diferencia entre uno y otro. Bien, ahora, vamos a echar un vistazo por los alrededores, ¿les parece? – comentó por último, dándoles vía libre a que entraran si quisieran, aunque no por la puerta debido a las condiciones en las que estaba ahora – Corpus Patronus.

 

Un leve susurro apenas más alto que el viento fue suficiente para hacer que de su varita saliera un sinfín de hilos color plata que se unieron hasta dar forma de un Ridgeback Noruego que de inmediato batió fuertemente sus alas y se volvió totalmente corpóreo, elevándose en lo más alto del nevado cielo y permaneciendo en constante estado de alerta por si debía defender a su creadora, o incluso atacar a alguien sospechoso.

[Mael Blackfyre]

El brillo tan blanco como la nieve, además de toda la que invadía aquel sitio, resaltaba el diseño de fuego que Mei había realizado con la figura del fénix. Podía sentirme orgulloso, saber que hacíamos muy bien las cosas. La puerta resaltaba en llamas, era increíble como un Fuego Sagrado, no podía quemar nada de lo que tocaba, podía estar allí mismo por la eternidad. Estaba seguro que tendrían que derribar la puerta y reemplazarla, si querían entrar y salir por allí.

— Piertotum Locomotor —ahora mi varita apuntaba mucho más cerca, aquella estatua de mujer que se encontraba decorando el hermoso jardín. Los Mortífagos podían ser odiosos, podían ser despiadados e incluso las pulgas que invadían la comunidad mágica con sus creencias con la pureza de la sangre, pero su estilo estaba más allá de todo eso. De un salto duro, pesado y seco, la estatua cayó al sendero entera como se encontraba y camino con pasos pesados hacia donde estábamos nosotros. Se quedo unos pasos adelante, por si tenía que defendernos a alguno de los tres.

»No sé si sea buena idea aparecer. Si estuviera en su lugar, ya hubiera escapado rumbo a Ottery« les comenté tanto a Lisa como a Mei, que estaban charlando sobre las probabilidades de que alguien plantara la cara. Era cierto, si alguien se presentaba nos estaría dando más pruebas que aquella familia, de procedencia extraña, realmente eran mortífagas. Nosotros no teníamos dudas, pero el resto de la comunidad parecía que si.