Castillo Ivashkov (MM B: 106154)

[Lisa Weasley Delacour]

Me sentía pequeña ante el poderoso dragón creado por la castaña. Tanto Mei como Elvis ya estaban haciendo de las suyas y yo no me iba a quedar quieta. No me caracterizaba por ello. Agarre a Kim con fuerza y enarbolandola con maestría conjure un - Corpus Patronus - De mi varia cientos de hilos blanquecinos salieron, conformando la forma de un bello y enigmático hipogrifo. Se hizo corpóreo tiempo después, regalándome una reverencia para que así yo supiese que estaba a mis ordenes y que me seria fiel y leal hasta su misma muerte. Adoraba a aquellas criaturas, tan dóciles con los suyos y tan freos con el resto del mundo.

No dije nada mas, no merecía la pena. En aquella primera toma de contacto con la misión denominada como asedio estaba aprendiendo de la mejor. Seguiría, luego de de ello, sus pasos y confrontaría al mundo oscuro con mas conocimiento. Me monte sobre mi extraño corcel y deje que este me guiase hacia el opaco cielo. Con el estaba segura y desde las alturas podía divisar mejor los terrenos de la mortifaga familia. Con Mei custodiando la entrada, con el Gryffindor poniendo alguna que otra traba y yo desde el aire, teníamos cubierto todo el perímetro - El peso de la ley caera sobre sus cabezas - Declare a tres metros del suelo

[Mael Blackfyre]

El dragón surcaba los cielos mientras que el hipogrifo se presentaba también. Aquel escenario era uno de los mejores. Al parecer nos enfrentábamos a la nada, porque nadie del hogar de los Ivashkov parecía querer hacerse cargo de lo que estábamos diciendo. Mientras la nieve decoraba todo con un mantel blanco, la puerta seguía en llamas. Y lo haría por la eternidad. Era un fuego demasiado especial asi que esperaba que se encontraran con el aviso. Más el que Mei había dejado.

 

— Ya ésto me agota. Estoy seguro que escucharon tus palabras —las identidades siempre se debían mantener en silencio. ¿Que ventaja tenía portar una máscara si recitaba el nombre de mi Líder? Los apodos eran apropiados para aquellas situaciones pero ambas sabían a quien me refería. Estaba seguro que ambas estarían de acuerdo, así que lo comenté en voz alta: — Ésto es suficiente. Andando. Ya es hora de regresar.

 

Los tres bajamos las varitas. Mientras la estatua se acercaba donde habíamos estado parados, nosotros tres nos volvimos a acercar a la verja. El dragón desapareció como si una ráfaga de viento lo hubiera atravesado por el medio y estallara en miles de lucecitas tan plateadas como la luna. Al hipogrifo le sucedió lo mismo, mientras los tres, Lisa, Mei y yo, tocábamos nuevamente la verja y viajábamos de Rumania a Inglaterra.

 

Mientras pisábamos el suelo de Ottery, donde estaba aquella choza vacía y sucia, la estatua se quedó paralizada en el medio de la estatua. Claramente que ya no se encontraría bajo mis ordenes, como tampoco lo estaban los animales invocados. Todo aquel que llegara al Castillo, vería que su hermosa estatua no estaba en su sitio cotidiano. Deberían ponerla en su sitio. Los tres nos miramos, esperando que aquello funcionara, al menos para incomodar algunos traseros.

 

— Regresemos a Grimmauld Place —comenté. Nadie nos había esperado en la Ivashkov-Rumania. Tampoco en los terrenos que pertenecían a los Ivashkov pero estando en Inglaterra. El único presente era el viento que volvía a azotarnos y a revolotear nuestros cabellos. Nuestros rostros estaban cubiertos por las máscaras de luz pero nos conocíamos demasiado, entre nosotros podíamos identificarnos. Guardé mis varita. Apoyé una mano en el hombro de Lisa, otro en el hombro de Mei y cerré los ojos. Las llevé mediante aparición conjunta a nuestro Cuartel General. Teníamos muchas cosas que hablar y organizar.

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Habia terminado de hablar cuando oi un sonido afuera....instintivamente me levante mirando con algo de desconcierto a los residentes mientras me acercaba con cautela a la ventana...donde pude apreciar tres seres utilizando buen volumen de magia...y claro..sus rosotros enmascarados brillando a la luz de la luna era mas que suficiente para saber de quien se trataban....miembros de la Orden del Fenix. Aun asi..dada las declaraciones iniciales...era simplemente un bloqueo...supongo que una nueva forma de decir que hacian algo...pero lo que mas me irrito....era esa parte de ¨no dudaremos en matar a quien sea¨ y claro..aquella otra de ¨la inexistente colaboración de la familia para con las autoridades del Ministerio¨. Me encogi de hombros y regrese a mi puesto..

 

-Digamos que son pollos cacareando afuera...mejor no les hagan caso- le dije a Zack y a Leah...supongo que ellos entenderias que no podrian hacer mucho mas con Kassandra, Sherlock y yo en frente...eso seria delatarse y claro...echar por tierra la oportunidad de casi descabezar a un miembro de la orden.

 

De todas formas tome un poco de zumo mientras esperaba que se calmaran las cosas...algunas palabras nos llegaban a nuestros asientos...aun asi vimos lo que sucedio en la entrada..Mire a Kassandra y le sonrei....esto seria muy bueno para el juicio.

 

-Bueno Kassandra espero que no quepa duda que los metodos de la Orden han variado radicalmente con los años...ahora son mas violentos....no dudan en matar...- esto ultimo lo remarque utilizando las mismas palabras que los de afuera...y claro...-supongo que siguen mintiendo...pues que yo sepa los ivashkov estan colaborando contigo..que eres del Ministerio...

 

Despues de todo habia que dar las gracias a los fenixianos por esa visita...de hecho que Kassandra estuviese aqui hacia que no hubiese necesidad de testigos..ella era era la testigo...y supongo que eso derrumbaria el ideal existente sobre los de la Orden....ya las diferencias entre ellos y los mortis...pues...no era reconocible..verdaderamente ya eran solo un grupo de terroristas mas que se tomaban la justicia por su mano...supongo que Dumbledore estaria retorciendose en su tumba...al ver como mancillaban su legado....en fin....

 

@@@@Zack Ivashkov@

[Zack Ivashkov]

—Haremos la demanda de todas formas. El hecho de que ustedes lo acusen por el mismo motivo pone más peso en el asunto — Afirmó en dirección a Sean.

Tanto él como su madre adoptiva, Cissy, acudieron al Ministerio acusando al mismo Elvis de pertenecer a la Orden del Fénix, cosa que sería provechosa ahora que el mismo hombre tendría cuatro demandantes en su contra. Continuó escuchando hasta que concluyó toda su intervención. Fue entonces cuando Zack habló manifestando su opinión acerca del profesionalismo de Kassandra.

—Nos quedaremos sólo contigo— Aseguró a la bruja mientras pensaba en que ante cualquier irregularidad o rastro de corrupción, buscarían su propio representante que, por supuesto, perteneciera a las filas tenebrosas igual que ellos. El simple hecho de que la defensora tuviera un apellido fenixiano, los hacía desconfiar en cierta forma. Pero ahora tendrían que esforzarse por dejarla conocer la verdad de los hechos, o parte de ella.

—Nunca existió una orden formal. Ley sólo mostró su credencial como directora del cuartel. Creo que todos sus acompañantes eran trabajadores legales, que figuran en la plantilla. A excepción de Elvis Gryffindor y Romina Targaryen. Ésta última llegó un poco tarde, pero estuvo —No entendía por qué ahora Sean se encargaba de hacer las preguntas que le correspondían a Kassandra. Sin embargo, se animó a responder la tercera interrogante a sabiendas de que Sherlock todavía estaba presente y los escuchaba.

—No, obviamente no tuvieron permito para extraer ningún objeto de nuestra propiedad. Tanto los Aurores como Elvis y Romina son culpables del robo — Ojalá el reportero se animara a detallar aquellas declaraciones en el papel del periódico al día siguiente. No podía ser que se les olvidara la transparencia con la que debían transmitir sus informaciones.

—Hemos llegado al punto de la conversación donde todo debe ser confidencial. Así que los invito al salón donde podremos conversar con privacidad — No hacía falta aclarar que el excedente era Sherlock. Aun así, Zack se dirigió a él —Si todavía requieres algún tipo de declaración por nuestra parte puedes esperarnos acá, sino, ahí está la puerta y regresas luego — Finalmente le dio la espalda al hombre mientras invitaba a los otros con un ademán hacia el pasillo que conducía al salón.

En ese momento escuchó cómo se disparaban las alarmas del castillo, alertando la presencia de intrusos en los terrenos. Miró por sobre su hombro atravesando el cristal de la ventana en dirección a los jardines. Alcanzó a detallar la presencia de tres personas con luces en el rostro. Rodó los ojos y esbozó una sonrisa. Los primos no eran tontos como para salir a defender el lugar estando la defensora del mago junto a ellos, había sido una mala jugada pues seguro sabían muy bien la reunión que se estaba llevando a cabo en el interior.

—¿Ves por qué dudamos, Kassandra? Todo esto no es más que una estrategia bien planeada de la Orden del Fénix para inculparnos, sólo porque según su teoría, sino pertenecemos a su bando, entonces somos Mortífagos — bufó — Esto debería ir plasmado en el informe donde redactes acerca de lo conversado en este encuentro. A ver si no resulta extremadamente sospechosa la visita de éstos tipos justo ahora — al finalizar, negó con su cabeza mirando al suelo y luego invitándolos a seguir al salón. Los otros podrían acabar con el exterior de la casa si eso deseaban.

[That is not my name]

Estaba parado frente a la reja de entrada del hogar de la familia Ivashkov, un linaje que poca confianza nos teníamos mutuamente, sin embargo mi visita de ese día era para limar asperesas y poder reunirlos junto con el resto de familias en Irlanda del Norte para tratar de que se confíe más en nuestros conciudadanos.

 

- Muy bien, es momento.

 

Murmuraba esas palabras desde que llegué a Ottery, desde Londres donde había estado toda la mañana vigilando los negocios en el callejón Diagon; no podía descuidar ninguna cosa, ni mi trabajo en El Profeta, ni mis negocios comerciales, así como tampoco se podría descuidar las invitaciones a las familias mágicas.

 

En un segundo, todo cambió. Había tocado la reja de entrada y me succionó, seguramente por algún tipo de conjuro o por ser un traslador, lo ignoraba, aterrizando en un lugar completamente diferente y observando la majestuosidad de aquel hogar. No me sorprendía, era bastante obvio que sería de dicha forma por la manera en que se comportaban sus patriarcas. Atravesé el camino de piedra hasta la puerta principal esperando se rrecibido.

[Leah Snegovik]

Casi no había reparado en Sean y se sobresaltó un poco cuando el hombre dio un paso al frente, llamando la atención del par de Ivashkov para hacer más preguntas. No se apuró en responderle, puesto que Zack tenía más tiempo conversando con ellos y era evidente que sabría hablar sin titubear, con las respuestas pensadas con anterioridad. Con lentitud, se apartó un poco del grupo para tomar un poco de aire y posó los ojos en la ventana que daba a los jardines, cruzándose de brazos con el ceño fruncido en una línea tan rígida que parecía capaz de romper su frente si cambiaba de expresión. Sin embargo, seguía escuchando lo que su primo decía y estaba completamente de acuerdo con él, como de costumbre.

 

Hizo ademán de irse tras ellos cuando las alarmas empezaron a resonar en todo el castillo y sus ojos se posaron en las tres figuras que estaban en el exterior. Apretó los puños con la ira llenando todo su ser y tuvo que hacer un esfuerzo monumental para no abrir la boca, ya que si lo hacía soltaría una retahíla de maldiciones que dejarían en claro su frustración por no poder moverse. Escuchó la perorata de la Líder Fenixiana y su mente empezó a trabajar, usaría esas palabras en su contra muy pronto. Además de eso, miró las marcas que dejaban en la entrada y la forma en la que se iban, ilesos, sin un hechizo encima; la Marca Tenebrosa ardía en su antebrazo izquierdo, reclamando al ver que los habían dejado escapar.

 

Finge.

 

—Concuerdo con Zack con respecto al informe —comentó, girándose para mirar a Kassandra—, ahora nuestro castillo está marcado por la Orden del Fénix y es evidente quién ha estado detrás de esto. Por suerte ya la denuncia a Elvis Gryffindor fue planteada en el Ministerio de Magia, no me parece una casualidad que haga semejante acusación ante mi familia y ahora este grupo haga presencia en nuestros terrenos. Son tan desestabilizadores como los Mortífagos.

 

Avanzó hasta el salón, junto con ellos, hasta que las alarmas volvieron a sonar. Por un momento tuvo la fuerte inclinación de sacar la varita y salir a matar a cuanto fenixiano apareciera, pero al girarse vio a alguien conocido y que, por primera vez, resultaba oportuno. Compartió una mirada con Zack, un silencioso acuerdo estratégico y salió hasta la puerta, abriéndola incluso antes de que Ishaya llegara a pisar la alfombra.

 

—Tonks —saludó, bajando la cabeza un poco para darle la bienvenida—. Asumo a lo que viene, así que pase antes de que alguno de esos locos vuelva y le haga daño —con el tono de voz que estaba usando, debían darle un premio a la actuación, porque incluso lo apuró a entrar—. Como verá, estamos en medio de una charla con la defensora del mago y me temo que no podemos incluirlo en ella del todo.

 

Lo estudió con la mirada por un segundo, confiaba más en él que en Sherlock, curiosamente, quizás porque él siempre ponía exactamente lo que sucedía por más difícil que fuera. Y en este caso, no era más que evidente quiénes habían metido la pata.

 

—Si espera un poco, podremos atenderlo mi primo y yo —sacó la varita y unió la punta a su frente, haciendo que al separarla un hilillo azulado se despegara de su memoria como un pequeño fragmento. El pensadero salió de una esquina, flotando en el aire como una plancha de plata y ahí depositó el recuerdo, a merced del hombre—. Lo dejo con esto, por si quiere ilustrarse.

 

Sin decir nada más, dio media vuelta para entrar al estudio de Zack con Kassandra y Sean. El recuerdo contenía el ataque de la Orden del Fénix a su castillo, alegando que estaban dispuestos a matar a todos de ahora en adelante.

[That is not my name]

- Buen día, seño... - Mi saludo había quedado cortado, apenas abrieron la puerta de aquel hogar fui recibido por Leah Ivashkov y, detrás de ella, estaba Zack Ivashkov. Lo que no me esperaba era encontrarme a Kassandra Weasley y a Sean Limner. ¿Cómo era posible que esas cuatro personalidades estuvieran juntas?

 

Me explicaba acerca de la privacidad de la reunión y se excusaban un momento, no sin antes acercarme hasta un pensadera, dejar un recuerdo en él y cerrar la peurta tras de ella. Leah sin duda era una bruja bastante misteriosa y nuestros pocos encuentros no me habían brindado nada de información más allá de su personalidad fuerte y seca, algo que nunca me causaba mucho gusto de tratar.

 

Pero me tenía justo en mi elemento. No podía ignorar que me dejaba una fuente de infrmación bastante apreciable, así que me acerqué hasta el pensadero y sumergí mi cabeza en aquel líquido sin imaginarme lo que vería a continuación, algo que me dejaba completamente sin palabras.

 

Lentamente las imágenes comenzaron a formarse alrededor mío, sobre como iba el interrogatorio en el lugar y la intromisión de los miembros de la Orden del Fénix. Obviamente en los recuerdos de Leah no se podía identificar a las tres figuras que llevaban la luz mágica y era algo extraña esa parte, ver a mis compañeros a través de sus ojos, sin saber quienes eran los que hablaban; escuché con atención sus palabras, de las cuales resaltaban las de "matar a cualquiera" que se encontrara ahí. ¿Cómo podrían hacer eso?

 

Retiré mi cabeza del pensadero y me quedé inclinado, viendo el recuerdo moverse en un extraño remolino, tomé de entre mis cosas un pequeño frasco para guardar el recuedo.

 

¡Maldición! Hace años me reprimían en dicho grupo clandestino por ir en busca de pruebas para incriminar a los sospechosos de utilizar amgia oscura, a los mortífagos, y ahora parecía que todos podían ir de hogar en hogar pregonando que matarán a diestra y sieniestra, un comportamiento que jamás valoraría, ni como paladín, ni como fenixiano, ni como persona, era lo malo de estar tallado a la antigua, muy antigua forma de pensar.

 

Suspiré. Sabía lo que tenía que hacer así que comencé a dictarle a mi vuelapluma, esperando terminar de anotar todo lo necesario antes de que salieran de aqeulla reunión, aún no terminaba con mi deber de aquel día.

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Bueno...la explicacion de Zack convencia, en la magia las casualidades no existian asi que si yo sabia que el Ministerio estaba infiltrado por Mortifagos...ahora podria asegurar sin pelos en la lengua que de fenixianos tambien. Ya habia comenzado a sospechar cuando lo del juicio de Adryanie..bueno juicio..juicio...no fue...tuvo su tono de farsa..pero ya lo hecho..hecho estaba. Por cierto recordaba a Elvis entre el jurado y dado lo que acontecia ahora entendia muchas cosas, claro dejando a un lado que tuviesen lazos sanguineos.

 

En fin me puse de pie para acompañar a Zack y compañia, al parecer el aunto de la katana seria un poco mas delicado y no apto para los oidos de periodistas curiosos, cuando aparecio...Ishaya????...O tenia bueno informantes....o tenia una suerte innata para caer justo cuando se daba una noticia de primera plana...porque la verdad..despues de todo el trabajo que se habian tomado los fenixianos en la famosa ¨rueda de prensa¨para decir que no eran iguales a los mortifagos..ahora quedaban al descubierto...de hecho la reaccion de Ishaya era la correcta..un suspiro...una añoranza entre lo que debia ser y no era...la muerte del paradigna de los buenazos fenixianos....si....viendolo asi partia el corazon..

 

-Bueno...creo que ahi tienes una buena primera plana- le susurre a Ishaya cuando pase por su lado...y pase al salon de al lado...

 

@@@Zack Ivashkov@

[Helene Eloise Bellerose]

http://i.imgur.com/vgKbFGI.png

Problemas y más problemas. Parecía que su investigación no sería fácil, mucho menos ahora que pensaba ya estar llegando al quid de la cuestión. Entendía perfectamente las dudas de los Ivanskov, pues, su apellido tenía ya precedentes. Sin embargo, agradeció el apoyo de Sean y obviamente, el que no dudara de su competencia como defensora del mago.

 

Estuvo a punto de responderles que tenían una libre elección con respecto al defensor del mago que llevaría su caso, cuando unos ruidos irrumpieron en la poca paz que había adquirido el ambiente. Miembros de la Orden del Fénix sitiaron el castillo y anunciaron que lo vigilarían. La bruja se quedó estática, sin saber cómo proceder. Con una mirada grave el patriarca le habló de las causas de la desconfianza, y la bruja le dedicó una cabezada seca.

 

Agradeció a los dioses que finalmente se hubiese animado a llevar su conversación a la privacidad de una habitación distinta, pues ni por un solo segundo había olvidado la presencia de Holmes. Esperaba que ahora sí, su investigación pudiera llevarse a cabo sin ninguna novedad, si no, lo mejor iba a ser llamar a la jefa de seguridad para que le acompañase el resto de lo que duraría su intervención.

 

Llegando finalmente al salón donde estaba segura, nadie los escucharía, menos el periodista aunque emplease sus conocidas artimañas, se sentó, tratando de ponerse cómoda ella misma.

 

—Lo ocurrido en este momento no puede ser pasado por alto. Creo que necesitamos escribir una confesión por parte de ustedes dos, que nos ayude dentro del juicio. Creo que el señor Linner no tendrá problema en testificar a vuestro favor, pues como él, ustedes son directamente afectados por las mismas personas. Quisiera, por favor, que me relaten los sucesos ocurridos aquel día para poder levantar información de parte de ustedes....

 

Se encontraba turbada. La aparición de sus compañeros de bando había sido tan súbitaa que ni siquiera ella lo había previsto. No estaban poniendo las cosas fáciles para ellos, menos aún teniendo en cuenta que la demanda de la contraparte admitía que el Gryffindor era un Demon Hunter. Apartó aquellos pensamientos de su cabeza con rapidez, extrayendo de su pluma un bolígrafo para empezar a tomar notas.

Editado 22 de Marzo del 2016 por Kassandra Weasley

[Zack Ivashkov]

Zack agradeció internamente la compresión de Kassandra respecto a la intervención fenixiana en el castillo. La mujer parecía ser muy comprensiva respecto a la posición de los primos, cosa que sería favorable para ellos, necesitaban ganársela de alguna manera pues trabajarían juntos desde ese momento en adelante, hasta que llegara el juicio y efectivamente los sacara del aprieto en el que estaban.

—Creo que yo puedo comenzar y quizás Leah lo complemente un poco — Dijo intercambiando miradas con su prima en cuanto la defensora pidió relataran los hechos de aquél día. Zack se sentó sobre un sillón y pidió que el resto hiciera lo mismo en los muebles próximos. —Los primeros en llegar fueron Ley y Elvis, no recuerdo si había alguien más — Comenzó mirando el alto techo como si eso lo hiciera recordar. —No presentaron ninguna orden, sólo ella dijo que al ser la directora del cuartel debía bastar mostrar su credencial. Nosotros aceptamos, pues tampoco sabíamos que nos iban a robar — bufó.

Cuando llegó a ese punto, recordó el percance con Leah y Elaena, cosa que no iba a resaltar evidentemente, ya que no tenía nada que ver con la situación. Puso los ojos en blanco y pidió a la otra fémina, parte de la familia que continuara con la historia. Seguro ella podría ser más precisa que él, no se le pasaría por alto nada.

—Leah, continúa tú. Creo que la parte más larga es esta, donde se pierden en nuestras habitaciones, y al final descubrimos el robo — Aseguró tratando de hacer memoria y ordenar los hechos en su cabeza.