Legilimancia

[Rosália Pereira]

- La Legilimancia no es para ello - Pocos lograban llevarse bien con la arcana y lo que acababa de hacer Dennis para lograr confesar un delito no estaba nada bien. Había puesto en peligro su condición de bruja en distintas ocasiones ya había hecho un mal uso de la Legilimancia algo que a la arcana no le terminaba de convencer - Creo que tendré que ponerte una tarea lejos de los muggles porque no quiero tener que darle explicaciones al Ministerio - Deseaba que comprendiera los peligros de la Legilimancia y que no podía usarla a la ligera como había hecho.

 

- Debes cruzar el portal y dejarte llevar por lo que tu mente perciba para determinar qué es lo que debes hacer - La arcana le había abierto un portal para llevarla a un prado con 5 estatuas de personas importantes en la historia del mundo mágico. Cada estatua tenía una historia que contarle en donde ella tendría que identificar las verdaderas y mentiras, y esperaba pudiera comprender que no tenía que tomarse la Legilimancia como una habilidad fácil o que podía hacer cosas como las que había hecho unos minutos antes en el zoológico.

 

- Amortentia, está bien interesante que haya sido eso lo que buscaban - Su segundo alumno lo había hecho bastante bien con las plantas y había logrado encontrar un par de pistas. Rosália sentía una conexión muy fuerte con la naturaleza y le agradaba cuando sus alumnos podían conectar de dicha manera con las plantas. La arcana aún no pensaba en una tarea para su alumno pero tendría que pensar en algo rápidamente para poder continuar con el aprendizaje.

 

Rosália siguió cuidando sus plantas como siempre. Necesitaban un poco de agua y después se encargaría de las más peligrosas pero cuando no estuvieran sus alumnos. No quería tener que explicarle a las directivas de la escuela mágica que una de sus plantas había decidido comerse a alguno de sus aprendices.

 

- Bueno, creo que mejor sigues en tu búsqueda de información - Rosália tenía ubicados a los ladrones porque podía percibir muchas mentes así que abrió un portal para llevar a su alumno hasta el lugar en el que se encontraban - Tendrás que encontrar los motivos por los cuales han hecho el robo - Solo esperaba que fuera mucho más prudente en su acercamiento a los muggles que Dennis y no fuera a hacer algo en contra de las Leyes mágicas.

[Helike R V PB]

Mansión Potter Black

 

El sol todavía no se había levantado, cuando a lo lejos, pude divisar una pequeña lechuza. Supe enseguida lo que era porque se iba desplazando haciendo algunos vaivenes, mientras la bruma cubría la zona en dónde estaba la mansión. Había podido por fin, recuperar una de mis aficiones favoritas, que era la observación de la esfera celeste. Después del embarazo había recuperado el vampirismo que me habían robado. Algo de lo que todavía hoy casi no entendía esa magia extraña. Pero por suerte, todo se había colocado en su sitio... La pequeña seguía durmiendo en su cuna, después de la última toma (de leche) de la noche. Mi marido descansaba ajeno a todo lo que ocurría y el animal seguía mientras fijaba mi vista en él. Estaba en la terraza y tras pasar varias nubes bajas, dejó un sobre a mis pies y volvió a hacer un giro y retomar el vuelo hasta su lugar de origen. Vi el sobre lacrado y lo reconocí proveniente de una Universidad, con las manos temblorosas reconocí de dónde provenía. No me hacía gracia tener que desplazarme a otro país pero no me quedaba más remedio. Pero por suerte, me habían aceptado para estudiar otra habilidad tan interesante como peligrosa.

 

Arranqué un trozo del pergamino y garabeteé unas líneas para avisar a mi esposo en dónde estaría el resto del día, o días... Según lo que me encomendara la arcana de la legeremancia. Algo me decía que no sería tan fácil como en otras ocasiones. Había escuchado rumores de que la mujer podía ser bastante dura a la hora de enseñar ese tipo de magia, pero era algo normal. No se podía hurgar en la mente de nadie sin consecuencias directas. Pensaba en todo ésto, mientras me daba una ducha relajante, después de secarme y de ponerme la ropa interior, me puse un chandal de color negro, con zapatillas blancas y una camiseta de algodón blanca. Até el pelo en una cola de caballo alta y ordené a mi elfina que, somnolienta recogiese todo y fuese preparando el desayuno para los demás... Tomé mi morral de cuero y lo guardé en el bolsillo, cerré las puertas de la terraza y gracias a que, estaba casada con el patriarca pude desaparecerme de la mansión sin sufrir ninguna despartición.

 

¿Universidad?

 

Creía haber llegar con el tiempo justo en cuánto mis pies aterrizaron en el suelo. Pero, comprobando en un reloj muggle (una de las pocas cosas útiles que consideraba de los muggles) colocado en la muñeca derecha no había llegado tarde. Suspiré. Lo último que necesitaba era dar mala impresión. Había olvidado que, muchas veces se encantaba el cielo atmosférico en algunas residencias para que el sol fuese permanente... Pero no sabía si la localización actual en el estado nipón hubiese permitido tal cambio... Dudé en volverme y regresar a casa para informarme más, pero ya que estaba allá...

 

Encaminé mis pasos hasta el interior del recinto. Pregunando a uno de los empleados por la arcana de la legeremancia me encaminé hasta los invernaderos. ¿En serio vivía allí una mujer de tan increíble poder? No podía asegurarlo tampoco pero, de la gente que conocía habilidades me sorprendían sus preferencias a la hora de vivir. Pero tampoco es que me importase demasiado. Lo único que me interesaba en esos momentos, era seguir aprendiendo y aplicando los nuevos conocimientos que obtenía de ese pueblo tan especial. Al menos así tendría unas defensas extras...

 

Con esos pensamientos llegué hasta los invernaderos. Piqué con los nudillos a la puerta... O quizá estuviera en el exterior... Abrí la puerta con cuidado...

 

Con cierta timidez, dije - ¿hola? ¿Hay alguien? - pregunté en un susurro no muy alto.

 

@Rosália Pereira

Editado 20 de Septiembre del 2019 por Helike Rambaldi Vladimir

[Mentita]

Legilimancia. Nunca había sido una de sus habilidades de preferencia. De hecho, habría escogido otra si hubiese tenido opción. La consideraba importante, sí; poderosa, quizás la mayor, pero en determinados momentos no se sentía preparada para afrontarla. Mas aún, sabiendo que tendría que dejar que alguien más invadiese en su mente y, quizás, en sus recuerdos; de esos de los que no se sentía particularmente orgullosa. Pero era cuestión de tener la mente abierta a la situación, se dijo, más bien trataba de convencerse, todo el momento previo en su hogar y aún después de cruzar el portal que la llevó hasta Mahoutokoro.

 

Candela se había aficionado demasiado a los portales, le facilitaban más el transporte de un lugar a otro y era mucho mejor que las apariciones, las cuales nunca le salían bien, y los trasladores, que le dejaban las náuseas y el estómago sumamente revuelto. Había aprendido un poco de magia Uzza así que la iba a aprovechar, aunque su poca ética en el uso de la misma fuese de lo más criticado. Sonrió para sí al recordar el incidente con Apolo, había usado la Daga del Sacrificio en contra del Granger y lo arrastró varios escalones, pisos más abajo.

 

Tocó la puerta y cruzó los delgados dedos a la altura del abdomen mientras esperaba.

 

— Buenas... —llamó desde afuera y pegó la oreja a la madera de la entrada, sólo para saber si había alguien más con Rosália. Se quedó así unos largos segundos, hasta que se decidió a apartarse por temor de que fuese a aparecer alguien, o algo, y la descubra en una posición que hablaba la poca importancia que le daba a la educación. Que la tuvo, obvio, pero habían ocasiones en las que hacía como que sufría de amnesia al practicarla.

 

Y aunque ese tipo de amnesia era intencionada, había otra que la tenía más ansiosa. Una de la que desconocía los hechos. No diremos que desconocía el origen porque eso lo tenía claro, pero desconocía lo que hacía cuando "otra" conciencia hacía de las suyas. Candela no sabía convivir con ella, y más que una opción... La habilidad de Legilimancia era una necesidad.

[Helike R V PB]

Tuve una sensación rara. No sabía si era por los especímenes del lugar que me hacían tener visiones. O simplemente era porque, como en mi vida diaria siempre estaba alerta, cualquier rastro de sonido, hacía que estuviera en tensión hasta no visualizar el peligro. Tomé mi varita, que llevaba guardada en el bolsillo, la agarré con fuerza y en el instante en que se abría la puerta en dónde aguardaba a la arcana, me giré y...

 

- ¡Señora! - no pude evitar el grito. Pero al menos suspiré al ver de quién se trataba. Guardé la varita nuevamente y al menos me relajé un poco. No entendía que Candela estuviese por allá.

 

- ¿No me diga que viene a decirme que me denegaron la entrada a éste conocimiento? -le pregunté confusa, pero quizás hubiese otras opciones - ¿o es alumna? - sonreí ahora.

 

- Discúlpeme, no quiero parecer entrometida -asentí ligeramente con la cabeza- pero, si viene a aprender ésta peligrosa habilidad, al menos... agradezco un poco de compañía - sonreí ahora más abiertamente.

 

- Espero que la señora arcana no tarde mucho en llegar... ¿lleva aquí mucho tiempo esperando o acaba de llegar? -pregunté con curiosidad y carraspeé, nerviosa. No sabía porqué pero la presencia de la directora me tenía intranquila, aunque quizás era tontería que estuviese así.

 

- Y, perdone por amenazarla con la varita, pensé que podía ser un enemigo, en éstos tiempos tan aciagos uno no se puede confiar en nadie. O en las simples apariencias - terminé de decir ahora con una sonrisa más abiertamente.

 

@@Candela Triviani

[Rosália Pereira]

- ¿Tardar en llegar? He estado todo el tiempo con ustedes, solo que no se han dado cuenta - Ni la misma Rosália sabía si estaba o no en Japón junto con las nuevas alumnas. Se le empezaban a acumular los alumnos así que tal vez los estaba confundiendo, lo único que tenía claro es que podía escuchar las mentes de todos y se estaba empezando a conectar con cada uno de ellos. Al final eso era lo que debía suceder y los conectaría el anillo como medio de comunicación del cual les habría más adelante.

 

- Me pueden buscar en el invernadero - Era el lugar favorito de la arcana en parte por su forma física y la combinación que ella representaba. Se sentía en su lugar y en casa estando alrededor de las plantas así que le agradaba mucho estar allí y pasaba mucho tiempo. La mujer tenía algo planeado para ellas mientras sus otros dos alumnos podían finalizar sus tareas porque al parecer estaban un poco perdidos con lo asignado.

 

- Mientras vienen para acá por favor les pido que piensen por qué han decidido tomar la habilidad y qué buscan lograr al aprenderla - Esperaba que dieran sus respuestas al llegar al invernadero y no quería una respuesta típica y aburrida como porque quiero leer mentes. La habilidad era más que eso y tenían que tomarla con mucha cautela porque con un mal manejo podrían incluso quedar atrapados en mentes ajenas de por vida.

 

- Las plantas necesitan agua - Se comunicaba perfectamente con ellas y podía percibir su falta de agua así que tomó un poco de la misma y comenzó a regar lentamente cada una de sus amigas. Era una tarea que debía realizar todos los días y lamentablemente las alumnas que le habían ayudado a regarlas ya no se encontraban allí y no tenía más alumnos para poner a trabajar.

[Helike R V PB]

- yo me refería a la señora directora - susurré en bajo, la mujer aún permanecía en silencio. Tampoco dije nada más al respecto para no molestar a sus pensamientos... "pues nada, habrá que caminar entonces" pensé en una sonrisa ladeada.

 

Pensaba en lo que había dicho la señora y mientras iba respirando todos los aromas del lugar en mi mente se iba formando una idea.. ¿Por qué? En mi caso podía decir "leer mentes" pero tal vez fuese una respuesta bastante supérflua. En mi caso eran miles de motivos, cada uno en dirección a la apertura de una mente cerrada. Encontrar recuerdos, rebuscar en la memoria. Además, era desmemorizadora, de algo tendrían que servir mis conocimientos. Bueno, fui desmemorizadora. Pero no sólo era el simple hecho de abrir una puerta, o un candado con cerrojo.

 

En mi caso, yo iba mucho más allá. Leer la propia alma. Rebuscar dentro quizás del subsconciente de la persona a la que quería acceder. Aprender a ver más allá de ver un simple recuerdo que estuviese reposando en un pensadero. Además, para la defensa, vendría genial "ver" de otra forma diferente los planos trazados por el enemigo si se diera el caso y no tuviera la oclumancia como que usaran a diario.

 

En silencio y casi sin darme cuenta, había llegado al hogar de la arcana. La veía regar las plantas. Mientras pensaba en las respuestas que pensaba darle a la mujer, observé que estaba alimentando al follaje que había en ese lugar. Esperaba no tener que hacer uso de mis conocimientos de herbología. No es que fueran muchos, pero seguro que la brasileña las conocía a todas...

 

- Hola señora - dije con una sonrisa y una voz ni muy alta ni muy baja, tan sólo la suficiente para que entendiera que ya estábamos con ella- yo ya tengo una respuesta. No sé si se sentirá satisfecha pero... - elevé mis hombros y esperé a que @@Candela Triviani dijera algo, no la tenía por persona silenciosa pero, tras terminar callé para que se animara a decir algunas palabras.

 

@Rosália Pereira

[Rosália Pereira]

Rosalía regaba las plantas con calma pero su mente no estaba en el invernadero sino con Dennis y Crazy que parecían perdidos a su tarea reciente.

Suspiro.

Quizás no estaban tan preparados como pensaba que estarian, se dijo mientras hacía sus quehaceres. Esperaba que sus nuevas alumnas llegarán pronto para ayudarla a plantar unas rosas exóticas que al verlas la habían enamorado por sus múltiples colores en el centro de la flor.

Era una tarea fácil y sencilla pero necesitaba ayuda para mover la tierra, sembrar y regar varias macetas ademas aquello ayudaria a sus pupilas a poder unirse a sus amigas y poder calmar y serenar su mente a la hora de tratar con ellas, Legilimancia no era fácil y se requeria de una gran fuerza mental. Esperaba que sus dos nuevas visitantes lo tuvieran si querían vincularse.

La voz de una de ella la hizo levantarse de su lugar para acercarse a su pupila y ponerle su regadera en las manos -si tienes tu respuesta deseo escucharla mientras me ayudas a regar las plantas- le pidió.

Dejó que Helike tomara el sector opuesto a ella mientras que Rosalia tomaba otra de las regaderas con agua, quien siempre tenia lista, y se dispuso a seguir regando mientras escuchaba la respuesta de su pupila.

[Helike R V PB]

- como desee -le dije con una sonrisa, mientras cogía el recipiente. Me dirigí hasta una rosaleda. Aún no tenían forma, pero se notaba que, alguien las había cuidado con mucho mimo porque se veían fuertes y esplendorosas y eso que todavía no había aún, asomado la propia flor. Esparcí líquido repartiéndolo por partes iguales en las macetas que iba viendo y también en los tallos. La verdad, es que esa clase, me recordaba más a herbología que a otra cosa. ¿La arcana pretendía hacer algo con eso, o sólo era ayuda? No tenía ni idea. Pero de lo que estaba segura era de mi respuesta y esperaba que Rosália la encontrara al menos, satisfactoria.

 

- mi señora -dije con respeto - sé que la legeremancia no es fácil. Diría que complicada de realizar. Sé que no basta simplemente con decir el hechizo y adentrarse en las profundades de las mentes en las que se quiere adentrar uno. En mi caso... sería más bien para defensa. Es decir - carraspeé y seguí con la labor que me había encomendado la mujer- dicen que la mejor defensa es un buen ataque. No me malinterprete - le dije con una sonrisa - es más bien el alma de la propia persona, ver más allá que una cara bonita, ver sus intenciones antes de que actúen. Rebuscar valga la redundancia buscar dentro de los propios recuerdos, aprender de la persona.

 

<< Ir más allá. Muchas veces se conocen mejor las personalidades de cada uno si sabemos el porqué de las mismas. A veces los recuerdos están tan profundamente guardados que, incluso con traumas dolorosos también se puede aprender de ellos, o incluso,no sólo como defensa, como dije antes, sino también para ayudar a quién lo necesite - no sabía si eso serviría. No era mentira, tampoco era una verdad mezclada con otros intereses- si lo piensa, es una habilidad fascinante y se puede extraer muchos detalles y aprender de ellos...

 

Para cuando terminé con mi perorata solitaria no me había dado cuenta de que había terminado con lo encomendado por la arcana...

 

- ¿Desea que haga algo más, señora? - dije con otra sonrisa sincera. La verdad pareciera que, eso me daba cierta calma antes de seguir con las clases de legeremancia y esperaba aprender mucho de lo que la arcana me dijera. Esperé pacientemente su respuesta, con el objeto en la mano.

 

@Rosália Pereira

[Rosália Pereira]

Rosalía siguió regando las flores esperando la respuesta de su alumna, sentía los murmullos de sus amigas las flores estar agradecidas mientras las regaba. Fue mojando a cada una con especial cuidado de darle lo justo y necesario sin lastimarlas o ahogarlas, con solo pensarlo se estremecía ya que había sentido el trato de muchas de ellas con los muggles.

 

Sonrió al escuchar las palabras de Helike, le alegraba saber que su pupila entendia que era una habilidad de la que se podía aprender mucho pero tambien peligrosa.

 

-Querida entiendo tu deseo de aprender a usar la habilidad pero dime, haz intentado usarlo?- le habló atra vez de su cabeza.

 

Deseaba entablar una conversación silenciosa con la muchacha para ver si mostraba indicios de saber usar la legeremancia, sino debía mandar a su alumna a probar aquello en otra situación.

 

-Entiendes que de fallar al usar la habilidad puedes dañar de forma permanente a una persona- le explico con renuencia dejar que eso pasará llegado el caso -¿conoces los hechizos a utilizar para tratar la mente?- le preguntó.

 

Desde que entró al invernadero Rosalia había entrado en la mente de sus nuevas pupilas, como siempre hacia con todos, y se había enterado que la mujer había trabajado como desmemorizadora.

 

-Si querida si eres tan amable de ayudarme a plantar unas rosas recién adquiridas- le sonrió habiendo terminado de regar para acercarse a unas masetas vacias que esperaban ser llenadas con abono y que plantarán en ellas.

[Helike R V PB]

- La verdad es que no -negué con la cabeza- o al menos, no como la habilidad de legeremancia, claro... casi desde el primer momento, con mi esposo entablamos una conexión especial. No sé si es por amor, porque ambos somos de razas especiales o que pero, con mi mente y la suya muchas de las veces entablamos algunas conversaciones sin abrir la boca - dije con una risilla - pero tampoco es que me metiera en sus recuerdos así como así... Además, no creo que le gustara mucho.

 

Elevé mis hombros y con la regadera, limpié mis manos...

 

- me imagino mi señora... me supongo que no es cómo abrir una llave con cerrojo -esbocé una media sonrisa. Aunque a decir verdad, me sorprendió que me preguntara sobre ese tipo de hechizos. ¿La arcana había investigado en mi mente sin darme cuenta? Bueno, era la profesora así que, quizás fuera posible o incluso si lo preguntaba sería para estar segura de ir hacia adelante...

 

- pues... -dudé un segundo, aclaré mi garganta con un carraspeo y continué - por cuestiones de trabajo usé el hechizo obliviate. Como imagino que sabrá bien, es para borrar o todos, o partes de recuerdos, en mi caso, era para borrar los rastros de magia en cuánto se localizasen a los muggles que la habían visto... pero también sirve para los magos. Aunque en éste caso, sería en menor medida. También conozco el conjuro oclumens. Seguro que el arcano de oclumancia me reñiría por no usarlo aquí - sonreí ahora más abiertamente, lanzando una carcajada- no debería de haber dejado mi mente tan expuesta, no pretendo ofenderla señora -y mientras decía eso, iba tomando unas macetas algo grandes,para plantar las rosas que me había dicho la mujer. Esperaba no llegar a casa con las manos rasgadas por los pinchos de esas flores...

 

- y aunque reconozco que apenas he leído algo de la otra magia, de la suya - sonreí - el hechizo legeremens. Sé que permite abrir con más facilidad las mentes si no está digamos, tapado por un muro gracias a la oclumancia - terminé de decir, mientras continuaba con la labor encomendada. Tomé un poco de tierra y la vertí en el interior. Miré por si había abono mágico o algo parecido y lo divisé cerca. Cogí un puñado de él y lo llené hasta la mitad. Después, lo terminé de rellenar la primera maceta de tierra. Hice un hueco y tomé la primera rosa en la mano.

 

- ¿Desea saber algo más? - y tras decir eso, abrí un pequeño agujero, coloqué la planta en su interior y tapé bien las raíces pero tampoco mucho, para que respirara en cierta manera esa flor. Cogí la regadera y la regué un poco de agua.

 

@Rosália Pereira