Legilimancia

[Rosália Pereira]

- ¡Mis modales por todos los cedros!

 

Exclamó mientras se daba vuelta y clavaba sus marrones ojos en sus acompañantes.

 

- Soy Rosália. Rosália Pereira y soy la Arcana de Legilimancia. Si están acá es porque tienen intenciones de aprender la habilidad. No hace falta leer la mente para saberlo ¡ja!

 

Sonrió cómplice. No podía creer que se había olvidado de presentarse. A ella nunca se le cruzó por la cabeza que era conocida en el mundo mágico. Pero había un catch en toda presentación. Rosália era una sobreviviente. Así había crecido y así se mantenía. Revolucionaria frente a toda fuerza hostil. Tener el anillo de esa habilidad la ataba a tener que dar clases y pararse frente a gente nueva constantemente. Por eso, su amabilidad y cortesía era su primera técnica para ganarse a sus estudiantes. En definitiva, atrapabas más moscas con miel que con vinagre.

 

Y para ellos, les convenía mejor esta faceta.

 

La tetera empezó a silbar de repente, haciendo que aquella bruja con los más altos niveles de magia se asustara. Lanzó una risita por su propia reacción y volvió a lo suyo.

 

- Mucho gusto muchachas. Prepararé café de sobra de todas maneras –dijo de espaldas-. Una taza Valkyria ¡anda! Será un día largo y necesitamos estar despiertos.

 

El agua caía con suavidad dentro de la french press, levantando una estela de vapor de su mismo recorrido. Así, reaccionaba ante los granos molidos y empezaba a tomar el característico color de la bebida. De repente, el fuerte aroma invadió la cocina. Rosália inspiró con gusto. Las mañanas eran su momento del día preferido. Y si era acompañada por los suaves rayos del sol, mejor aún. Movió un poco el contenido para que se mezclaran mejor el café. Sacó tostadas, ni muy hechas, ni muy blandas, y las colocó en una bandeja de plata. Por último trasladó las cosas a la mesa. Las tacitas, todas diferentes, que tenían obviamente diseños de flores. Todo muy hogareño y rústico.

 

- Vamos, siéntense por favor. Hablaremos un poco de lo que será la clase ¿sí? Y no tengas miedo ¿te puedo llamar Adry? Adryiane me es demasiado largo. Como sea, no puedo saber específicamente todo tus pensamientos en un segundo, la legilimancia básica es como sentir que alguien habla en voz alta cuando no lo hace.

 

Bajó el filtro de la cafetera lentamente, llevando todos los granos de café al fondo del recipiente. Así se dejó el más puro café recién brewed. Luego, con la misma gracia, sirvió el mismo en una taza ancha y bajita color canela, para luego mandarla con un giro de muñeca hacia donde estaba Adryiane.

 

- Por favor, coman todo lo que quieran.

 

Tomó una de las tostadas y comenzó a untarle un poco de queso crema y se volvió a Valkyria. Aun no le había contestado su pregunta. Y es que, era un tema difícil. Por eso Rosália, dubitativa, estaba pensando cómo abordar la respuesta.

 

- Intentaré ser lo más explicativa posible. De todas maneras, esto tomará más coherencia a medida que avancemos la clase. La legilimancia, en definitiva, es una forma de conectar con la otra persona a un nivel enteramente psíquico, mental. Conceptos como los estudios del cerebro, la biología y la psicología son buenos a tener en cuenta. Cuando uno entra en la mente del otro, se conecta con lo que el otro es. Su verdad. En corta respuesta, sí y no. Depende del recuerdo y depende de la persona.

 

No quería marearse, pero es que debía poner un par de conceptos en el más básico plano para seguir explicando.

 

- Hoy veremos los fundamentos básicos de la habilidad. En el próximo encuentro veremos los límites y riesgos. Por último, practicaremos hasta que esto sea fluido. Me gustaría que ahora, antes de empezar, pudieran hablar de sus expectativas. De esa manera sé desde qué punto podemos trabajar ¿les parece? Necesito compromiso.

[Valky]

Antes de tomar asiento en una de las sillas que estaba alrededor de la alargada mesa, la vampiresa se despojó de su túnica y con cuidado la doblo y colocó en el respaldar de la misma. Al girarse se percató que la persona que había entrado detrás de ella era Adryanie y no Ishaya como había supuesto, aquella si fue una sorpresa. No recordaba la última vez que había visto a la ex–warlock, pero le alegraba que estuviera ahí, ya que eso podría significar que estaba de regreso.

—Hola Adryanie… hace mucho que no se sabía nada de ti.— dijo a modo de saludo, dedicándole una sonrisa.

Buscó con la mirada a Ishaya, era raro que el mago que en un principio se había mostrado realmente interesado por obtener la habilidad no entrara, quizá la exótica belleza de la Arcana, quien no era para nada lo que se esperaba, lo había intimidado o quizá solo se estaba tomando su tiempo para entrar. Restándole importancia volvió a centrar su atención en la que sería su maestra, quien iba de un lado a otro preparando el desayuno a la par que hablaba.

Era la segunda arcana que conocía y sin duda alguna no se parecían en lo más mínimo, Suluk era una viejita cascarrabias y Rosalia a primera vista le parecía bastante jovial y parlanchina, aunque no podía confiarse. Sabía de primera mano que las apariencias podían engañar fácilmente.

—Créame Rosalia, me encantaría poder tomar café y comerme una tostada… en realidad me encantaría poder comer lo que sea —dijo en el mismo tono amable —Pero no le encontraría gusto y seguro termino vomitando todo… solo puedo beber sangre lastimosamente… —añadió, esperaba que la Arcana fuera de las personas tolerantes para con su raza, había muchos a los que les desagradaba la presencia de los vampiros.

Mientras ella hablaba Rosalia iba colocando sobre la mesa todo lo necesario para un buen desayuno, Valkyria por su parte solo podía hacerles compañía y gracias a los aromas que despedían la comida, darse una idea lo rica que seguramente estaba. En silenció escuchó la respuesta a la pregunta que había formulado hace ya un tiempo y que por un momento pensó que había sido pasada por alto.

—¿Eso quiere decir que si la otra persona no desea revelar algo no hay forma de saberlo? ¿Tiene que estar predispuesta a dejarnos indagar? ¿Hay forma de hacerlo sin que se dé cuenta? —Había muchas preguntas que se le venían a la mente y otras tantas que no sabía cómo formular —Aunque eso sería abusivo… —se apresuró a decir, a ella no le agradaría que alguien ande por ahí sabiendo todo lo que piensa. —Imagino que aquí entra la ética de cada persona… y en su capacidad de guardar secretos —añadió quedándose pensativa.

Quizá había subestimado a la habilidad, podría ser más complicado de lo que parecía ¿y si se enteraba sin querer de algo que no le gustara?, ¿o que pudiera afectar a un tercero o a ella misma?. La voz de la Rosalia la volvió a la realidad pues les estaba pidiendo compromiso y que le hablaran de expectativas.

—He de admitir que no sé mucho sobre la habilidad, solo lo que he leído en alguno que otro libro y que en ocasiones escucho cosas que no debería… así que mis expectativas son altas, realmente deseo aprender lo que más pueda sobre la habilidad, los beneficios y peligros que tiene —respondió Karkarov. —El compromiso esta, obviamente, ya que como he dicho mi deseo por dominar la legilimancia es grande —añadió, para luego guardar silenció, quedando expectante a lo que su maestra dijera a continuación.

[That is not my name]

En esos momentos llegó una vieja amiga que llevaba mucho sin ver hasta donde nos encontrábamos, Adryanie, por lo que enseguida la recibí con un rápido abrazo y un beso en su mejilla cediéndole la entrada al lugar después de Valkyria quien aparentemente no me vio cuando se sentó en la mesa con la arcana, la misma que solo saludó a mis dos compañeras en ese momento, provocando una ligera sonrisa en mi rostro. Así que nos comportaríamos así.

 

Negué con la cabeza el ofrecimiento de café y tostadas porque justamente había desayunado bastante con mi familia antes de llegar a esta zona de la universidad, obviamente, siempre tenía a Cye detrás de mi para que nunca me fuera del castillo con el estómago vacío y eso siempre se lo agradecería. Escuché, por otro lado, a la warlock preguntar un par de cuestiones acerca de la habilidad y me mantuve atento a la respuesta de Pereira, algo sencillo pero con bastante fundamento, conectarse con el otro había dicho, con su verdadero ser... acto seguido pidió que compartiéramos nuestras expectativas siendo la misma bruja, la Karkaorv, quien inició con su respuesta.

 

- Es un gusto conocerla arcana, - dije al momento de tomar la palabra ignorando todos los acontecimientos previos donde me había ignorado por completo - realmente no puedo decir que conozca mucho de la habilidad, por ello es que vengo humildemente a aprender de sus conocimientos, aunque he tenido un acercamiento a la misma debido a que he concluido el aprendizaje de la oclumancia, la contra parte de esta.

 

Aún recordaba los altibajos y la horrible experiencia de aprender oclumancia, con una arcana que parecía que había tenido como cuatro personalidades diferentes, dejando mi aprendizaje colgado mientras liberaba a otros antes que a mi sin explicación alguna más que la de "tener paciencia". Realmente las experiencias con los arcanos habían sido demasiado pesadas, por la forma en que se me había brindado cada habilidad en comparación con otros aprendices, solo esperaba que este comienzo en legilimancia haya sido solo un tropezón y no fuese así todo el camino.

 

- Supongo que quiero entender la otra parte, - continué - controlar y manejar la legilimancia me haría un mago mejor preparado, combinando las habilidades para que sea más complicado el querer atacarme, vaya.

 

*desaparezco*

[Adryanie]

Cada vez le parecía mas extraña la arcana aunque no podía negar que le causaba gracia sólo escucharla hablar y su forma de comportarse tan despreocupada,sabía que le iba a gustar la clase sólo si podía escucharla hablar .

 

- Gracias - Le dijo cuando le había repartido unas tostadas y un te que rápidamente engulló sin prestar mucha atención a lo que pasaba a su alrededor hasta que alguien la abrazo a lo que ella reaccionó rápidamente - ¡Ah Ishaya ! ¡Que susto me has dado! - Exclamó a su ex compañero de bando que se había presentado en la habitación sin que ella se diera cuenta y al parecer Valkyria tampoco se había percato de la presencia del Tonks en el lugar- Por eso necesitamos la Legelimancia para escuchar cuando Ishaya se acerca -bromeo.

 

Volvió a concentrarse en sus tostadas cuando se dio cuenta que sólo ella esta engullendo la comida como si no hubiera un manana no pudo evitar ruborizarse un poco y dejar de comer para poner atención a lo que decía la profesora y más que parecía bastante complicado ¿sentir el pensamiento? Se lo imaginaba como unas ondas en el aire que se podían palpar.

 

- A mi me parece importante para ciertos trabajos - No iba a decir que para descubrir mortífagos aunque la verdad era que hacía mucho tiempo muchos de los fenixianos se habían destapado, pero tampoco era algo que anduviera contando a diestra y siniestra - Y bueno mi abuelo tiene la habilidad y siempre me llamó la atención-contestó.

 

Miró a Valkyria que la había saludado anteriormente muy amigameblemente a lo que ella correspondió aunque ella no recordaba haberla conocido anteriormente ¿será que se había confundido?¿O será que la Gryffindor no se acordaba de Valkyria?

 

- ¿En los próximos encuentros? - Reaccionó ante lo último que dijo la arcana - Pensé que era sólo hoy - No le importaba durar más sólo que estaba acostumbrada a que las clases de la academia duraran sólo un día aunque tenía sentido, una habilidad era mucho más importante y mucho más difícil para verla sólo en unas horas.

[Rosália Pereira]

Rosália sonrió tranquila ante las explicaciones de sus alumnos. Tenían que tener las ganas de dominar la Legilimancia, sino sería incoherente su presencia en esa humilde cocina. Fue bebiendo mientras los tres iban exponiendo sus puntos. No quiso interrumpir. Prefería tener una visión más amplia de los tres antes que ella interviniera. Fue cuando la Arcana comenzó a bosquejar. El interés de la memoria era evidente en Valkyria, un muy buen ángulo de enseñanza. Con Ishaya, le sería un tanto fácil; la Oclumancia compartía fundamentos con su habilidad, sólo había que redireccionarlos. Adryiane por el contrario fue más a la herramienta, a su uso.

 

Después de todo, la Legilimancia era algo meramente subjetivo y su enseñanza tenía que moldearse de la misma forma.

 

- Iré por partes –inspiró, formulando la mejor respuesta-. Con la habilidad uno siempre puede saber los secretos del otro. En realidad no hay límites en ella. Estos se concentran en su usuario. La Legilimancia es invasiva.

 

Tragó un poco de café y miró por la ventana. Se le ocurrió una buena idea. Parecido a lo que hizo con Leah, pero diferente. Darían un paseo por su jardín, aprovechando el sol y sus visitas más frecuentes. Su fotosíntesis natural era algo irremplazable. Como la sangre de Valkyria. Terminó su café y comenzó a trasladar todo para su lavado.

 

- La Oclumancia sólo es la simple habilidad de tener fortaleza de mente –soltó una pequeña risita-. Pero no le digan a Aailyah, ¡me llega a escuchar y me corta las raíces! Y sí, Adry, serán tres días solamente. Necesito estar segura que no se volverán locos en la prueba de la habilidad. También, ten en cuenta con lo que quieras saber. Hay puertas que no quieres abrir.

 

Había terminado de acomodar, limpiar la mesa y mesada y guardar las cosas en los respectivos lugares cuando terminó de hablar. Le dedicó, luego, una mirada de soslayo a la Demon Hunter. Entre nos, sabía que se refería sobre ciertas organizaciones a las que Rosália le daba cero importancia. Ese tipo de guerras cívicas mágicas que giraban en torno a ver quién imponía su hegemonía le parecía demasiado inocente. Los muggles tenían mejores enfrentamientos y ella lo sabía tan bien.

 

- ¿Me acompañan a una pequeña caminata?

 

Se limpió las manos con el camisón y se dirigió hacia una puertecita que estaba en una de las esquinas. Esta daba a la parte posterior de la cabaña, donde un conjunto de flores silvestres contorneaban un camino de piedras planas que recorrían todos los tipos de plantas que cultivaba la brasilera en sus terrenos en la Universidad. A una moderada distancia yacía el invernadero. Esta vez con las puertas abiertas, de un extremo al otro, para que corriera un poco de aire y frescura. Era su toque mágico para mantenerlas en buen estado.

 

Ella seguía con sus ropas de cama y sus pantuflas ¿quién le diría algo? Ya estaba por encima de todo ese tipo de cosas banales. Además, la jardinería se haría solamente a la tarde. No pretendía regar para que luego el sol las queme. Sacrilegio de botánico.

 

- Les había dicho que íbamos a empezar por lo básico ¿no? Pues bien. La habilidad consiste en la más pura conexión psíquica. Es una conexión. Es comunicación. Y tenemos dos tipos. El primero es más superficial. Es como escuchar a la gente pensando en voz alta. No hay mucha ciencia. Sólo se sienten conceptos o ideas que nacen inconscientemente de las personas. Es una herramienta para entender mejor al otro. No hace falta contacto visual. Solamente estar lo suficientemente cerca como para escucharlo. Porque aunque no lo crean, los pensamientos también tienen volumen.

 

Se paró para apreciar los jazmines que se inclinaban a un lado del camino. Se estaban acercando al bosque que yacía a un lado de sus terrenos personales. El camino, bordeaba el mismo límite, que de un lado tenía el conjunto de árboles y de los otros, múltiples plantes con los diferentes tipos de plantas. Ella les dio la espalda en todo ese trayecto, siendo la guía. Hasta el momento. Se giró de repente y clavó sus ojos color ocre en la cara de los tres estudiantes. Los tres sintieron un brillo peculiar.

 

- El otro tipo, es más complicado. Es el profundo. Es donde se necesita canalizar y abrir una conexión. Uno visita la mente del otro. Se necesita el contacto visual y la predisposición para mantener ese canal vivo. De esa forma uno también puede volver.

 

Entrar en la mente de Adryiane y Valkyria fue fácil. Construir el puente con Ishaya le costó por su Oclumancia. Pero como Arcana, como aquella dueña del anillo de la Legilimancia, sus poderes iban más allá de las murallas que alguien con oclumancia podía construir. Así se posó como en una antesala, como un hall de entrada. No veía intenciones, ni memorias, ni siquiera lo que ellos estaban pensando en ese momento. Simplemente estaba ahí. En su mente. Conviviendo con ellos.

 

- Así, estás. Estás con el otro. Usar legilimancia de esta manera implica muchos precios. Implica saber hasta dónde detenerse. Mientras más tiempo permanezcas en la mente del otro, más corres el riesgo de ser parte de ella para siempre. De dejar tú conciencia en el otro. De cortar esa comunicación.

 

Su cola de cabello rojizo bailó al compás del giro que pegó para comenzar nuevamente con el camino. La visita había terminado.

 

- La Legilimancia te permite entrar en la mente del otro. Pero lo que encontramos no siempre es lo mismo. Las personas cambian constantemente, como los árboles en cada estación. No vemos memorias, como en un pensadero. Tampoco un libro que nos dice todas las respuestas. Vemos devenir. Vemos fenomenología. Vemos codificación en base a la vida del otro. Si entramos en la mente de un alemán, tendremos todo codificado en su idioma. O no. La realidad del que tenemos al lado a veces difiere con un giro copernicano a la nuestra.

 

De esa manera, si un miembro de la llama Orden del Fénix mantuviera su membrecía ante la organización bajo los mismos valores que un mortífago a la Marca Tenebrosa; un legilimante podría, en definitiva, ver lo mismo. Porque uno visita, no constituye, la mente del otro. Sin embargo, como cuando unos amigos llegan a cenar y dejan un vino que no será abierto esa noche, toda visita modifica también en parte. Así, la habilidad se construía como un ente orgánico en sí mismo.

 

- Cada mente tiene su propio alfabeto. Sin embargo hay cosas que todos los seres vivientes manejamos –se giró nuevamente, esta vez, con lirios a los costados que la saludaban, moviéndose de un lado a otro-. Sin repetir lo del otro ¿qué tipo de cosas nos dan pie a una mejor interpretación del que tenemos al lado?

[Valky]

La pregunta de Adry le causo curiosidad y le hizo pensar que quizá era la primera habilidad que la bruja tomaba. Dominar una habilidad llevaba días de aprendizaje, en su caso aprender Nigromancia le había llevado muchos días en los que el mundo de los muertos prácticamente se convirtió en su hogar. Aunque en esta ocasión no le molestaba que durara varios días, era un lugar agradable y la Arcana de igual manera, además tres días era poco.

Luego de algunas explicaciones por parte de Rosalia, que sin duda dejaron pensando a la ojimiel, les pidió que fueran a una caminata con ella. Las últimas palabras de la mujer se quedaron en la mente de Karkarov por lo que no pudo evitar preguntarse si ¿al decir que no tiene límites, podríamos entrar en la mente de alguien tan adentro como quisiéramos? O hay… ¿niveles? ¿Se puede uno perder en la mente de otra persona?

Se imaginaba que la mente de las personas era como un universo en el que uno podría llegar a perderse si no se sabía hacia dónde ir, incluso siendo una casa enorme con muchas habitaciones por explorar y pasillos por los cuales ir, se podría perder. Aquel pensamiento la inquietó así que apartándolo de la mente volvió a centrar la atención en lo que Rosalia les estaba diciendo.

No supo si le estaba leyendo la mente pues mientras seguía explicando cosas le iba respondiendo a las dudas que tenía y enseñándoles otras más que no se le habían pasado por la mente, sin duda era una habilidad más compleja de lo que se esperaba, pero le gustaba. No sabía su sus otros dos compañeros de clase estaban igual de interesados que ella, pero al ver que aún no respondían a la pregunta de su maestra, nuevamente fue la primera en hablar.

—Antes de responder a su pregunta, Rosalia, ¿conoce o sabe de alguien que se haya perdido en la mente de alguien? Si nos pasara a alguno algo como eso ¿Podría alguien ayudarnos a salir? ¿Hay forma de volver? — preguntó luego de un momento. Tenía muchas preguntas más por hacer pero se contuvo, tampoco quería acaparar la atención y enseñanza de la Arcana.

—Ahora respondiendo a su pregunta. Los gestos que hacen…— dijo sin pensarlo mucho —Por ejemplo, cuando yo estoy nerviosa o algo me inquieta, suelo morder mi labio o tiendo a fruncir el entrecejo. O cuando una persona está feliz, aunque no se ría, la mirada lo delataría. Los ojos suelen ser unos chismosos de primera. —Añadió con una sonrisa — quizá el tono de voz… —comentó aunque freno de inmediato la idea, pues su maestra había pedido solo un ejemplo.

Editado 21 de Marzo del 2017 por Valkyria Karkarov B.L

[Adryanie]

Por primera vez pensó en los riesgos de aquella habilidad, la verdad ni siquiera se había puesto a pensar en eso, cuando decidió tomarla según ella iba a ser lo más interesante del mundo leerle la mente de las personas y descubrir muchas cosas pero ahora se ponía a pensar lo feo que debía ser estar escuchando a la gente todo el día, aún hasta cuando no quieras ¿se podría poner un interruptor a la habilidad para dejar de escuchar a la gente?

 

Y de repente se le ocurrió una pregunta.

 

-¿Una persona puede sentir cuando uno invade su mente?

 

¿Sentiría una intromisión en la mente? Se preguntó cuántas veces le habrían leído la mente a ella y nunca se dio cuenta ¿o si? ¿su abuelo lo habría hecho alguna vez? Tal vez hasta ese mismo día ya se la habían leído varias veces. De cualquier manera ya todos se habían levantado para dar un paseo por los jardines, no pudo evitar ver el atuendo con el que la arcana salía a "dar un paseo" cada vez que gustaba más aquella persona

 

No podía evitar una ligera decepción al escuchar lo que la arcana decía de la habilidad. Siempre creyó que la Legilimancia iba a ser como leer un teleprompter, algo fácil sin mayores complicaciones pero ya veía que iba a ser más complicado de lo que pensaba, aunque tal vez al final de cuentas para lo que lo quería si que podía funcionar.

- Tengo una pregunta - Dijo mientas caminaba detrás de todos- ¿También sirve con los animales? Es que bueno yo soy licántropo y me gustaría saber si podría leer la mente de los lobos tan bien como la de los humanos?

 

Era una duda que le había surgido al ver un pequeño conejito saltar por el jardín y perderse luego entre las hierbas, siempre le habían gustado mucho los animales y le emocionaba saber que tal vez podría saber lo que pensaban .

Rosalia hizo una pregunta pero Valkyria se adelantó contestando justo lo que ella pensaba contestar y luego no se le ocurrió que más podría ayudar a decifrar un pensamiento.

[That is not my name]

Era momento de salir a caminar para entender mejor la habilidad, por lo que agradecí el pequeño desayuno/almuerzo que se me había ofrecido para dejar la mesa en esos momentos y acompañar a las tres brujas hasta los jardines donde la arcana comenzó con los detalles de la habilidad. Ciertamente comprendía más lo que decía por haber estado en la clase de oclumancia, pero me sorprendía y asombraba al mismo que, a pesar de usar las mismas "bases" eran completamente fines diferentes: una era defensiva y la otra ofensiva.

 

Las preguntas que realizaban Valkyra y Adryanie eran bastante coherentes, algo que me había sucedido en mi propio entrenamiento de la habilidad de oclumancia al ver como un legeremante se quedaba perdido en la cabeza de un oclumante, claro, porque tenía que ver el nivel de cada mago así como el desarrollo que lográbamos con nuestras habilidades mágicas, todo era un trabajo constante.

 

- Sé que el oclumante siente cuando invaden su mente porque se entrenan para ello, pero desconozco si un mago o bruja común puedan hacerlo, - comenté después de escuchar la pregunta de Adry - aunque supongo que si nosotros tenemos un gran entrenamiento pueden suponer, ¿no? Que alguien está "entrando".

 

¿Podría en verdad dejar encerrado a un legeremante en mi mente? ¿Alguien podría intentarlo hacerlo conmigo? Esas dos preguntas seguían resonando en mi cabeza y deseaba que la arcana pudiera responderle a la Warlock lo más pronto posible, mientras tanto respondería ante el cuestionamiento de nuestra guía.

 

- Debemos de entender el contexto y de donde viene la persona, por ejemplo cuando un alemán responde muchas veces lo toman agresivo, pero es que su contexto es así, la cultura tiende a que sea "golpeada" la voz pero no por ello signifique que esté enojado o molesto; igualmente el de dónde viene es una situación de pasado, de cultura, de saber quién la persona para comprender mejor sus expresiones.

 

Era lo que comprendía yo del lenguaje, por haber estudiado e incluso brindado el conocimiento de idiomas debido a que, en efecto, se debía de tener en cuenta más que el simple lenguaje, sino todo el contexto.

Editado 27 de Marzo del 2017 por Yekaterina Zamolódchikova

[Rosália Pereira]

Ciertamente, todas las habilidades podían adquirirse mediante mucho trabajo, dedicación y estudio. El problema, era que si uno no podía entender que este tipo de magias lleva una complejidad superior a diferencia de otras, el tiro podía salir por la culata. Porque perfectamente, Rosália podía haberles dado un montón de libros de psicología y semiótica, pero ¿para qué? El proceso de aprendizaje tenía que ser más orgánico.

 

Pero sus estudiantes tenían que empezar a aumentar el ritmo. Si no podían con el curso, ¿cómo sobrevivirían a la prueba?

 

Cuando Valkyria realizó la pregunta, como cuando lo hizo Adryiane, la arcana levantó la mano para que tengan paciencia. Quería escuchar primero las respuestas.

 

La ¿joven? (¿enserio había edad para su tipo?) brasilera escuchó atenta ante las respuestas de sus estudiantes. Valkyria había dicho una verdad. Parecido a lo que indicó Leah Ivashkov cuando tomó el curso. Sí, en parte el lenguaje corporal es importante, pero así como es inconsciente, también lo recibe en el mismo plano, es como si estuviéramos entendiendo pero no nos damos cuenta que lo estamos haciendo. No sería… ¿autoconsciente? ¿La persona o el otro? Adryiane sí se quedó un poco corta, pero sonrió con maternidad. Escuchaba a gritos su realidad. Ishaya por su parte pegó en la tecla, pero utilizó el mismo ejemplo del lenguaje. Cuando terminaron, Arrugó la nariz.

 

- ¿Seguimos? Pronto terminaremos por hoy.

 

Comenzaron a caminar. Como muchas cosas en el mundo mágico, el sendero parecía azaroso, pero a la larga se podía ver que los guiaba al invernadero. Las plantas, como siempre, reaccionaban ante sus suaves pasos. Seguía en pantlufas, camisón y con el pelo recogido.

 

- Está muy bien todo lo que dijeron. Disculpen si algunas de estas cosas resultan abstractas. Pero es que, la habilidad lo es. En metamorfomagia, los cambios son visuales. En legilimancia, los cambios son… más profundos.

 

Se dio vuelta, con una sonrisa traviesa.

 

- Pero, ¡shh! No le digan a Amara.

 

Guiñó el ojo. Se giró los talones. Faltaba un poquito más para las puertas de cristal.

 

- En mis años como legilimante, he visto a un montón de idi***s perdiéndose en la mente de otros idi***s. Imaginen que su identidad entra en contacto y sincronización con la identidad del otro. De esa forma, lo que uno experimenta cuando aplica la legilimancia, puede ser diferente a lo que sienta otra. Nunca se ha visto la recuperación de la conciencia de alguien perdido. Pero no lo descarto. Parafraseando a Protágoras, hay tantos viajes legilimantes, como mentes en este mundo.

 

Aclaró su garganta. Seguía dándoles la espalda, pero ella los acompañaba en su mente. Como ella ya nos explicó, la primera forma de la habilidad es algo superficial. Es como si escucharas los gritos del vecino de al lado. No estás dentro, pero lo escuchas. La segunda, ya estás dentro, y depende de uno recorrer el lugar, escuchando las conversaciones, o los susurros.

 

Cuando una mente se pierde en la legilimancia, es como si a un astronauta se le corta el cable que lo ata a su estación espacial. Queda derivando en el espacio. Sin retorno. Sin movimiento. Porque la mente de las personas no tiene límite, ya que se multiplica y se repiensa así misma. Y ahí estaba el horror de la habilidad. Porque a veces era como estar en la terraza del rascacielos, pero sin barandas.

 

Volvamos a Rosália.

 

- Cuando uno entra en la mente del otro, pasa lo mismo que sintieron ustedes en ese leve momento en el que apliqué la habilidad. Estuve como en un hall de entrada. Lo sintieron. Sus mentes sienten la intromisión y entran en conflicto, porque deben disparar diferentes procesos de autoconsciencia que no son habitiuales. Esa es la “razón” por la que la gente entra en ¿trance? Supongo que sí. Tanto el legilimante, como el objetivo.

 

Así había pasado con Serverus y Harry. Serverus sintió cómo el estudiante había entrado directamente en sus recuerdos de la niñez. También es entendible por qué fue ese mismo recuerdo, ya que estaba directamente relacionado al Potter. Ejemplo de cómo también nuestra propia conciencia contamina (pero de forma orgánica y positiva) la misma perspectiva del viaje.

 

- La Oclumancia es una forma de canalizar la magia interna para facilitar los procesos autoconcientes y repeler la entrada del Legilimante. Como si le dieras un sistema de seguridad antirrobo a la casa.

 

Llegaron al invernadero. Volvió a intercambiar miradas con sus alumnos. Puso sus manos detrás y se inclinó un poquito hace delante desde la cintura.

 

- Buena pregunta lo de los animales –sonrió ante la Demon Hunter-. Siento que los licántropos no son animales en definitiva. Al final de cuentas no tienes el mismo nivel de conciencia. Me pregunto qué pasaría con los animagos. Supongo que debería hacerle una visita a Suluk.

 

Sí. Los Arcanos no sabían todo de todo. Por más que Rosália ya había pasado la centena, su fuerte era lo social. Porque, ¡por Merlín! Así era la legilimancia. Y por más que no evidenciaba su ontología híbrida, se sentía no una humana más, sino una conciencia más que se comunicaba constantemente con todo. Ella era comunicación. Quiso usar el ejemplo de ella, con las plantas, pero lo sentía necesario. Necesitaba cinco días más para explicar completamente su conexión con la naturaleza.

 

- Vamos a dejar las enseñanzas por hoy. Sé que fue algo relativamente corto, pero no quiero hostigarlos con información. Pueden leer psicología. Entre muggles y magos, la conciencia funciona igual. Lacán o Freud son importantes. La semiótica también lo es, les recomiendo a Pierce.

 

Se reincorporó y estiró sus brazos.

 

- Los espero en un par de días, en este mismo lugar a las 10:30. Me ayudarán con las plantas. Tomaremos la mediamañana también. Insisto, vengan a disfrutar la comida –se encogió de hombros mirando a Valkyria, le quería proponer de traerse consigo un par de paquetes con sangre pero le pareció de mal gusto-.Voy a pedirles dos cosas. Si les surge alguna consulta sobre lo que vimos hoy, pueden mandarme una lechuza, les contestaré enseguida. Lo segundo, me gustaría que piensen en lo siguiente: ¿Alguna vez se han olvidado algo dentro de una casa ajena? ¿Entrado con los zapatos sucios? ¿Roto algún jarrón o vajilla? Cada uno seleccionará una pregunta y la desarrollará en el próximo encuentro.

 

Pasó entre los tres, dirigiéndose hacia la cabaña. Se giró, dedicándoles una última mirada, mientras caminaba hacia atrás.

 

- ¡Nos vemos en un par de días!

Editado 28 de Marzo del 2017 por Rosália Pereira

[Adryanie]

- Que miedo- Susurró ella ante las explicaciones de Rosalia de quedarse atrapada en la mente de alguien,se lo imaginaba como alguien perdido dando vueltas en los pensamientos de una personas por décadas. Se le erizó la piel de solo pensarlo.

 

Entendía poco a poco lo que quería explicar la arcana y suponía que requería de mayor práctica para aprender a leer y escuchar la mente de otra persona y más aún anos de más práctica si lo que quería era perfeccionar esa habilidad, sólo esperaba que los mortífagos no supieran oclumancia y tuvieran la mente más abierta.

 

Seguían caminando por el sendero mientras la Gryffindor se perdía entre sus pensamientos con conocimientos nuevos pensando en todo lo que suponía entender la legilimancia y trataba de seguir escuchando a Rosalia que iba guiando al grupo, tanto se había quedado pensando que cuando Rosalia dijo que una persona que estaba siendo invadida por un ¿legilimante así se llamaba? se puso a pensar si ella había sido invadida en ese momento. Miró a sus compañeros pero parecían tan absortos en sus pensamientos como ella misma, la profesora.. los leves gestos que Adryanie podía detectar de Rosalia la hacían suponer que si alguien había entrado en su mente había sido ella.

 

Trató de hacer una pequeña práctica con sus compañeros mientras se encontraba tras ellos ¿será que le funcionaba? Primero lo intentó con Ishaya sin mucho éxito y de pronto recordó que el muchacho ya había dicho que sabía oclumancia así que no iba a funcionar de todos modos, Intentó entonces con Valkyria miraba fijamente su nuca mientras caminaban arrugando la cara y sólo imaginaba que de repente se iba a abrir la mente de la legionario como si fuera un libro abierto, algo que evidentemente no funcionó. Hizo tanto esfuerzo que hasta podía sentir una pequeña gota de sudor correr por su cuello.

 

En el momento que Rosalia dijo que era todo por ese día ella soló su mirada de la nuca de Valkirya no sin sentir un repentino dolor de cabeza que recorría su cabeza de delante hacia atrás .

 

-¡Gracias a Merlín ! - Repuso dándose cuenta que quizá había sonado un poco irrespetuoso - perdón es que con tanta informaciónme comenzaba a doler la cabeza ¿eso es normal?- Preguntó excusándose.

 

Puso atención a la tarea para luego salir caminando deshaciendo el camino que habían hecho para volver a Hogwarts, decidió que iba a dormir allí ese par de días así aprovecharía la biblioteca que había allí para repasar algo acerca de aquella habilidad.