Jump to content

Prueba Libro de la Fortaleza (#2)


Mael Blackfyre
 Compartir

Publicaciones recomendadas

¿Una manada de hipogrifos sobrevolando aquella carretera londinense?


El rostro anonadado de Browsler mostraba su incredulidad, ¿de dónde habían salido aquellas hermosas criaturas? Su contrincante había controlado a uno de ellos con un hechizo del libro de la fortaleza al rodearlo con un anillo de luz. Thomas había logrado salir ileso de la ola gracias a aquel hipogrifo, Niko y Mistify habían aprovechado también la situación para domar a los otros dos. Admiraba a aquellas criaturas, siempre le brindaban seguridad.


Edmund había estado tan ocupado pensando en la ola que no se había percatado que Thomas había alcanzado a silenciarlo, pero no había tiempo que perder, su rival ya había blandido su varita para atacarle de nuevo.


- ¡Morphos! –repitió. Un banco de piedra bastante amplio que se ubicaba a un par de metros a su derecha se transformó en un águila real adulta en un santiamén. Aquel maravilloso animal logró interceptar justo a tiempo aquel expelliarmus, aturdiéndola por unos instantes.


Una nueva ola se aceraba…


Alcanzaba a escuchar el sonido del agua nuevamente, ¿es que aquella amenaza nunca se iría? Era prácticamente imposible concentrarse en aquella situación. Estando cerca de uno de los edificios, Browsler subió por una de las escaleras de emergencia, esta era de hierro y ascendía directamente hasta el tope del edificio. Browsler corría piso a piso con todas sus fuerzas mientras la ola agarraba fuerza. Su águila arpía le seguía en todo momento con raudo vuelo. Justo antes de llegar a la cima del edificio de tres plantas la ola golpeó con fuerza y Edmund tuvo que sujetarse fuertemente de una de las barandas.


Cada vez este fenómeno natural se hacía más fuerte y alcanzaba distancias mucho más altas. ¿Qué habría hecho Thomas esta vez? Sin querer bajar nuevamente por las escaleras ya que se encontraba exhausto, a Edmund se le ocurrió una idea. Saltó del edificio y se sujetó de las garras del águila, el animal intentó sujetarlo y mantener el equilibrio con sus alas pero fue en vano. Browsler cayó al vacío por efecto de la gravedad. Antes de estampar su rostro con el pavimento, accionó su amuleto volador, el cual brilló tenuemente reduciendo la velocidad de su caída. Edmund realizó una pirueta en el aire, una de las que usualmente hacía cuando jugaba al quidditch y cayó con habilidad en la calzada.


- ¡Sectusempra! –bramó lanzando un rayo de luz verde hacia Thomas.


Su águila real descendió en picada y se ubicó frente a él. Browsler se sentó en el pavimento y el animal extendió sus alas, haciendo que su envergadura cubriese a su invocador por completo.


BA 4GfTlba.gif TT


s5GyAv7.jpg


http://i.imgur.com/uqzq7Rd.gifhttp://i.imgur.com/6uQOEDh.gifhttp://i.imgur.com/IoFtBOl.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Entre toda la tierra que se había levantado, apenas y podía ver la ubicación de la señorita Malfoy, pero si podía escucharla atentamente gracias al anillo de escucha que lo tenía todavía activado desde que estuvimos en la cueva en el polo norte. Como mi lobo tenía la orden de defenderme, al estar nuevamente en peligro por culpa del león, se dispuso a empujarlo lejos de mi para que terminara su amenaza.

 

- ¡A la otra mejor nos tomamos un café con el basilisco de tu mansión! - Le respondí en tono de burla, ya que hasta donde tenía entendido esa era la mascota personal de su familia, aunque podía equivocarme al estar tanto tiempo alejado de la sociedad mágica londinense.

 

Pensé en realizar otro tipo de movimiento al levantarme de mi posición, algún conjuro que me ayudara a superar la batalla de ese momento, pero me detuve al ver como desaparecía la varita de la mano de mi contrincante. ¿Acaso se daba por vencida? Por supuesto que no, ella era de las pocas personas que no podían rendirse.

 

No tardé tanto en comprobar los deseos de Mistify y, ante aquella situación, dejé de atacarle. Nunca me había gustado estar en una situación de desventaja como la de aquel momento.

 

- Muy bien, - proseguí después del anuncio que se había realizado - mi educación me manda a esperar a que este nuevamente lista de continuar con neustro encuentro, mientras tanto apoyaré la noción de mi compañera.

 

Acto seguido me crucé de brazos observando como mi lobo desaparecía y el león quedaba libre de obstáculos, por ello lancé un último efecto.

 

- Oppugno... anda y ve a rondar por ahí hasta que desaparezcas.

SfuMfvY.gif7h7ZSBT.gif80NOUjM.gif


p7PNraO.png


kbJcSlc.gifGyhyROf.gifxdFxo1G.gif


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

- Ya basta de agua. – Suspirando resignado, una vez que trago el bezoar, y observo a Niko tomar su escoba para alzar el vuelo, dándose cuenta que el hacer pequeños animales ponzoñosos era una táctica sobreasada en todos los duelos. – El libro ese, debería tener un amuleto que evitara que la gente transforme la ropa. – Alcanzó a decir, riendo un poco, para girar, tomar su mochila sobre su espalda y empezar a correr para alejarse del agua.

 

Necesitaba una nueva idea, y mientras corría podía ver como el agua cada vez estaba más cerca, Con un fuerte golpe ayudado de una roca que alcanzo a encontrar, Axel destrozo el vidrio de un pequeño automóvil muggle que encontró cerca de la acera. Y entro directamente hacia el asiento del conductor. – Necesito una licencia. – Pensó el mago, cerrando el vehículo con un portazo, y utilizando un reparo sobre la ventana rota.

 

El agua impacto, Axel se estaba divirtiendo al ver como el agua azotaba sobre aquella maquina muggle. – Duro – Inclino su varita hacia el objeto, el cual empezó a endurecerse, no quería salir volando dentro de esa cosa, así que con el peso del vehículo de roca, Axel se encontraba seguro, aunque eso no evito que se mojara un poco.

 

- Genial – Alcanzo a decir, cuando las aguas cesaron y el hombre, salió por la puerta de roca. Para alejarse nuevamente del objeto, buscando en las alturas a Niko, dejando la mochila cerca del carro de piedra.

 

Axel levanto la cara, esperando que el mago bajara de su escoba, y acto seguido lanzo un nuevo ataque al tatuado hombre. Pero él no se quedaría sin nada que decir. Movió rápidamente el brazo y solo alcanzo a gritar un – Expelliarmus. –

 

Axel retrocedió por la fuerza del golpe causado, su pecho se empezó a llenar de sangre rápidamente, el golpe había sido directo intentando no caer de bruces, Axel no podía acostumbrar su cuerpo a ese tipo de hechizos, siempre eran tan dolorosos. La expresión del rostro del mago era de intentar mantenerse de pie por el impacto, para esbozar una sonrisa, al ver que su hechizo también había impactado en Niko

 

No era tan sangriento como el causado por su rival, pero la varita de su rival había volado hacia la derecha del campo. – ¿Perdiste algo? – Riendo un poco, para llevar su mano derecha sobre su desnudo torso y suspirar buscando tranquilidad.

 

- Continuemos. – Volviendo a apuntar a Niko, las heridas del Sectusempra empezaban a curarse, era el poder de la Curación, por ese único hechizo tan útil valía la pena todo el recorrido al Polo Norte, solo tuvo que pensarlo por un segundo y el efecto empezó a trabajar de inmediato.

 

No desaprovecharía el hecho de que Niko hubiese perdido su arma. Y evitaría a toda costa que pudiese recuperar su arma. – Incarcerus. – Dijo rápidamente, al ver que la distancia entre los dos duelistas era de no mas de 6 metros.

 

Las cuerdas salieron de la punta de aquella varita gris, su objetivo, los pies, los brazos y la boca de Niko, si Axel lograba impactar aquellas cuerdas en su oponente, podría conseguir el arma desaparecida de Niko y ganar el duelo, sin necesidad de más sangre.

tumblr_pc99s5DebJ1xo09zio2_75sq.png






tumblr_phak5acqf61xo09zio2_r1_400.png

http://i.imgur.com/tZhdsN8.gif G4D5FhY.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Edmund era un buen duelista, y lo estaba demostrando de una excelente manera al enfrentar al Gryffindor con tamaña destreza y osadía; simplemente el chico era astuto y comprendía a la perfección el motivo principal de su estadía precipitada en aquella calle de Londres que los cobijaba durante dicha fría noche invernal. El Browsler, sin pensarlo dos veces, movió ligeramente su varita con tal de transformar un banco de piedra en un águila real adulta hembra que logró interceptar el hechizo de desarme justo a tiempo, quedando brevemente aturdida por el impacto que le provocó el rayo del pelirrojo. -¡Hey Ed! Parece que te han comido la lengua los ratones, porque no hablas nada- exclamó el mago inefable con una pizca de simpatía; tratando de amenizar la batalla que ambos contendores libraban con una serie de admirables movimientos y perseverancia innata de un odefo. <<Demonios… Es que acaso estas olas malnacidas no se acabarán jamás>> se dijo para sí mismo cuando el conocido sonido del agua se hizo presente una vez más en el escenario; percatándose que su rival se dispuso a subir rápidamente por las escaleras de emergencia de un edificio cercano.

 

-¡Morphos!- gritó el hijo de Elvis, apuntando directamente a un autobús londinense de color rojo que estaba aparcado muy cerca de su organismo, el cual se transformó en un ejemplar de rinoceronte blanco que se ubicó prontamente delante de él para protegerlo. -Engorgio- fue lo que dijo a continuación sin dejar de señalar al animal; por lo que éste aumentó su tamaño hasta tres veces, convirtiéndose en una verdadera muralla con vida. -¡Vamos Thomas! Saldrás de esto- repetía una y otra vez, al mismo tiempo que se agachaba con los ojos cerrados tras el rinoceronte que recibió de lleno el impacto frontal del agua. Fue así que, tras abrir sus orbes, se encontró con el autobús atravesado por un fierro; seguramente la ola acarreó material y sedimento que terminó por incrustar el trozo de metal (que parecía una estaca bien afilada) en el cuerpo de la criatura, que ahora era solamente uno de los medios de transporte más utilizado en Gran Bretaña. -Por lo menos estoy con vida- se dijo el alquimista, mientras avanzaba por la calle al encuentro de Edmund con su Anillo Detector de Enemigos brillando en cada zancada que daba hasta quedar frente al hombre; dándose cuenta que el águila real sobrevolaba el cielo nublado muy cerca y frente de su creador; y justo cuando ésta se preparaba para elevarse, fue interceptada por Elros.

 

-¡Oppugno!- decretó el Gryffindor apuntando al ave cuando planeaba libre muy cerca de su oponente, luego de que éste cayera hábilmente desde el tercer piso del edificio. Fue así que el efecto se manifestó espontáneamente y logró concretar el mandato que su nuevo amo le había ordenado… “Atacar a Edmund directamente en el rostro”, hiriéndole gravemente con su pico bien ganchudo y sus fuertes patas terminadas en garras desarrolladas; junto con obstaculizar su visión por la envergadura de las alas, provocando que el rayo de tonalidades verdes saliera disparado hacia un lejano ventanal del lado derecho del Browsler que estalló en miles de astillas que cayeron al suelo desde un segundo piso. -¡Morphos!- pronunció a continuación el ojiverde, apuntando con su varita de Pirul al zapato negro derecho de su contrincante, el cual se transformó en una letal araña del rincón que subió fugazmente por el interior de la túnica azabache con el propósito de picarle en el cuello; y lo consiguió.

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

No alcanza a ver si su hechizo aturde o no al Ministro; aquella sensación de inminente peligro capta su atención. Madeleine, entrenada para aquellas situaciones, alza la varita y en cuanto ve el rayo viajar rápidamente hacia ella, abre la boca y exclama "¡Protego!"... oh, pero de su garganta no sale ni un sonido. La luz y el dolor la ciegan y hace que caiga al suelo. Entre gruñidos, maldice a todos los Malfoy. Qué est****a, se dice, cuando se lleva las manos al pecho y las encuentra manchadas de sangre. ¡Lenta! Enfadada y humillada, alza la vista hacia el mago. Pero él no parece inmutarse de que están en medio de un simulacro; ni siquiera tiene la varita en la mano.

 

Esa sombra... piensa. ¿Qué demonios es? ¿Es un mecanismo de defensa? ¿O un "alguien"?

 

Oh, pero no tiene tiempo para aquello; siente cómo la sangre empapa su suéter, y cada vez se siente más débil. Sabe muy bien que si no hace nada pronto, perderá la consciencia y quizás no se sepa más de ella. Pero apenas el pensamiento aparece, lo desecha; se niega a morir allí, en lugar de en una batalla de verdad.

 

No tiene fuerzas para tomar la varita, así que cierra los ojos y, al tiempo en que el amuleto de topacio brilla en su pecho (aunque el sol se haya ocultado hace horas), suplica: curación. El color regresa a sus mejillas, y, cuando la vitalidad regresa, sus dedos envuelven a Fae con decisión. Aunque hace una mueca de dolor mientras se levanta, y es consciente de que no han terminado se sanar, está en condiciones de seguir con el simulacro. Se siente como una boba, peleando contra un espectro y, como si no fuera poco, terminando herida. Aún así, cada vez le es más fácil emplear los hechizos del Libro. Aunque, por supuesto, aquel circo no es la forma correcta según ella; Madeleine sigue creyendo que la mejor forma de dominar el libro, es usarlo como cada quién lo haría. En su caso, para proteger o salvar de la muerte a alguien; no para ella misma, ni mucho menos tratando de lastimar a sus compañeros.

 

Observa cómo el espectro parece alertarse cuando se levanta, pero cuando el anillo la alerta (al igual que a los demás, seguramente) dirige la mirada, ya por instinto, al horizonte. Como esperaba, ve la ola crecer rápidamente. No obstante, cada vez parece ser más peligrosa; en un momento, está a punto de romper a tan sólo un par de metros de ella. No hay tiempo para pensar en una estrategia; debe mantenerse con vida.

 

Madeleine cierra los ojos con fuerza, y conjura el hechizo para sus adentros.

 

Salvaguarda mágica.

 

La ola revienta, y nuevamente, amenaza con llevarse todo a su paso. Claro, los magos (por lo menos, la mayoría) son demasiado astutos para permitir que el agua (o el viento) los arrastre. En el caso de Madeleine, el agua pasa a través de ella. Es sólo un fantasma, así que no la arrastra ni entra en sus pulmones. El efecto es breve, pero cuando vuelve a su estado corpóreo, ya el agua está calmada y descendiendo drásticamente. Demasiado cerca.

NHCeJlw.png
iB5wHYG.gif
T7t3MEE.png
sins don't end with tears, you have to carry the pain forever

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Guest
Esta discusión está cerrada a nuevas respuestas.
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.