=Buffete de Abogados Vladimir= (MM B: 78620)

[Anthony R. Dracony M.]

Respire más tranquilo tras expresar lo que pensaba...dudo si es normal o no, pero para mi son temas que me hacen pensar mucho.

Veo que ella asiente cuando escucha mi razonamiento, al menos creo que me hice entender.

Su comentario me hizo asomar una sonrisa nerviosa...ella me elogiaba al decirme que soy buen marido...y me alegra serlo, sobre todo porque Cindy es la chica que amo con toda mi alma.

 

Con esa habilidad que ella tiene, hace aparecer un mueble que tiene diferentes botellas...las miro mientras con un gesto amable, mi tía Sagitas me invita a beber algo de lo que ahí hay...veo un anís y me parece recordar que mi padre Reacon dice que es bueno para aliviar el malestar en el estomago.....no sé si sea cierto, pero me animo a tomar una copita de anís...

 

Es raro que suponga que es de mal agüero hablar de la muerte...pero bebo mi anís sin comentar nada, tampoco me siento con ganas de debatir sobre la inmortalidad...supongo que no es momento de hablar de vampiros...aunque según leí, hasta los inmortales tienen un modo en que dejan de existir...

 

Además eso de existir eternamente tiene su lado negativo...que igual no se puede solo tener felicidad y dicha...también esta el sufrimiento y eso supone que hay que tolerarlo también...

 

Veo que toma el documento que le envie, reconozco mi propia letra XD! así que espero con paciencia a que lo lea. Ella me explica de las condiciones para que pueda llevarse a cabo lo de la herencia, a lo que presto atención y voy vislumbrando el problema...

 

--Realmente no lo sé-- Respondí sorprendido...--creí que era lo que debía hacer...aclarar lo de los galeones, no creo que tenga algo más...--Muerdo mi labio inferior...trato de pensar, pero mi mente está confundida...

 

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[Lisette Ryddleturn]

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La chica se colocó los dedos a un lado de la mejilla y miró hacia otra parte con algo de preocupación, como si las preguntas de su novia le fuesen en parte extrañas

-Pues no, la verdad no sé porqué ha venido ya que se ha dirigido rápidamente a con Sagitas

Dijo despacio y sus cejas se movieron como un reflejo de los pensamientos que pasaban veloces por su mente, dió un buen suspiro intentando que sus nervios no se reflejaran demasiado

-Dado que tú has trabajado aquí más tiempo que yo, pensé que tal vez tú podrías decirme en todo caso, porque si voy a estar atendiendo a las personas que vengan al negocio y bueno, si no estoy informada luego podrían pensar que no me tomo mi trabajo en serio...

Agregó y luego le dió otra mirada a la puerta cerrada en el despacho de la Potter Blue como si pudiera ver a través de este

-En fin...

Suspiró otra vez y entonces, le dirigió una mirada a la rubia que acababa de llegar y le sonrió más calmada y con mejores ánimos

-Muy buenos días, querida Ashley...

[Ashley Peverell]

-Buenos días.

La preciosa bruja siempre estaba preparada para todas las ocasiones y su hermana le había dicho que ahora quería que trabajara con ellos pero el ver que también su cuñada estaba ahí para trabajar con ellas la dejaba con dudas y sospechas acerca de porqué de repente toda la familia iba a estar trabajando en todas partes donde se les fuera indicando pero bueno, por lo que entendía Lisette iba a ser recepcionista y ella iba a ser abogada.

¡Una abogada de la luz!

Sonrió de repente imaginandose el bien que podría hacer con todas las familias y las personas que la fueran a necesitar, ella iba a poder repartir bondad y justicia por partes iguales y eso vendría con el equilibrio del bien que debía de hacer en el mundo, porque eso era lo correcto para alguien con su vocación.

-¿De qué están hablando?

Miró de forma inquisidora a las dos mujeres que estaban cerca la una de la otra y le pareció que de todas maneras eso no era muy profesional pero no podía meterse en eso.

No era su asunto.

-¿Quién ha venido? ¿ya lo atendieron?

Agregó esperando por una pronta respuesta y que al menos la dejara satisfecha.

[Hayame Snape Potter Black]

-Arghhh... no me presionen, no se supone que ese sea un asunto de los míos!

Se quejó la pelirroja colocándose los brazos por detrás de la cabeza en actitud rebelde a pesar de que estaban en su propio negocio de abogados y eso significaba que al menos debería de mantener la compostura; pero en lugar de eso solo dejó salir un gruñido y miró hacia otra parte ante las cuestiones que le daba su otra hermana y que la desesperaban

-Porqué se supone que yo tenga que saberlo todo?- se quejó

Al menos hasta que parpadeó y volvió a abrir mucho los ojos y luego, dejó caer los párpados a la mitad de los ojos rojos con la resignación de quien ha descubierto que ha dicho una tarugada

Obviooo ella debía de saber de las cosas que pasaban en ese negocio, después de todo, era la dueña absoluta

Ahora que lo pensaba, que bueno que se había deshecho de la segunda dueña original del negocio antes de que fuera forzoso y por ley que tuviera que darle dinero, porque si no...

Ni se imaginaba lo que iba a ser que le hubiera peleado el lugar

Hubiera preferido quemarlo hasta sus cimientos de haber tenido que dividirlo o dejárselo a la otra mujer de perfume parisino

-Entonces...

Siguió con la mirada hacia donde las demás chicas veían y recordaba que Sagitas estaba por allá

-Ustedes qué piensan que sea el asunto por el que se han terminado yendo a la oficina de Sagitas?- preguntó en voz alta aunque no esperaba una respuesta certera- creen que se trate de una demanda o alguna de esas cosas?

[Lisette Ryddleturn]

-No creo que pudiera ser algo como eso, Cariño

Comentó la chica rubia poniéndose la punta de los dedos sobre una de sus mejillas mientras que con ojos preocupados seguía mirando en dirección de la puerta que se había cerrado y detrás de la cuál estaban las dos personas a las que había visto temprano esa mañana con cara e que estaban por hacer o cerrar algún tipo de negocios

Y de todas maneras lo que a ella todavia la ponía nerviosa era esa estatua gigante que parecia que se agachaba a ver a los demás brujas o magos como si fueran una clase de hormigas un poco raras

Siempre tenía esa rara sensación de que en algún momento iba a terminar más que aplastada y que no podría sobrevivir al peso de una mole como esas; tembló con un escalofrío y sacudió la cabeza antes de comenzar con unos pasitos rapidos y que esperaba que no fueran demasiado sonoros en dirección de donde estaban las cocinas, quizas lo mejor para todas era tomar un buen y saludable desayuno

Si, eso era lo mejor

[Ashley Peverell]

Ashley le dirigió una mirada de extrañeza a su hermana mayor para luego encogerse de hombros como si no entendiese de todo las actitudes de la otra niña rubia que se suponía que ahora era su cuñada a modo de novia de su hermana mayor.

Y era la verdad, apenas y estaba empezando a conocer a la tal Lisette y por eso todavía no se podía decidir acerca de si era buena, era mala, era mediana o que tipo de hechicera que era y el hecho de que le gustara a Hayame y que no fuera tan parecida a esta ni en pensamientos ni en nada la hacía dudar de muchas cosas, bueno, la vampireza siempre había sido un poco excéntrica pero no entendía como había podido arrastrar a la otra pobre chica detras de ella y de sus huesos huecos de pájaro.

Sonrió, siempre se imaginaba que los vampiros así tenían huesos por la falta de los tan necesarios depósitos de calcio o quizás era que su bella imaginación a veces se permitía ser algo traviesa.

Parpadeó un par de veces y alzó la mirada con extrañeza, olfateando el aire de manera extraña.

-¿Eso es perfume?

Le preguntó a su hermana mayor frunciendo el ceño, era un aroma demasiado intenso y desagradable y no recordaba que Hayame gustara de ese tipo de aromas raros.

[Hayame Snape Potter Black]

Hayame se detuvo unos momentos de haber comenzado a seguir a Lisette hacia dónde se dirigía pero entonces, escuchó el comentario que hacía la otra chiquilla acerca del aroma en el aire...

Y sonrió sardónica de lado, volteando apenas el rostro con malicia

-Si, huele a perfume

Dijo ampliando un poco más con maldad su sonrisa para después dejar escapar una risa algo maligna y encogerse de hombros y cerrar los ojos con fastidio, moviendo una mano como si con ello le quitase en algo importancia a aquellas declaraciones

-Perfume parisino barato- añadió volviendo a mover la mano en ademanes como si indicase que el asunto era demasiado trivial como para que se preocuparan de nada- la persona que lo usa debe de andar vagando por el callejón pero no es algo que te deba de preocupar- comentó y ladeó la cabeza ya sin voltear a ver a la otra- las puertas ya estan cerradas y no dejarán pasar a nadie a estas horas hasta que Sagitas termine sus asuntos y con un sencillo hechizo, el hedor va a desaparecer pronto

Asintió una sola vez

[Lisette Ryddleturn]

Cerca de la puerta que daba al pasillo que l llevaría a las cocinas, la chica se dió cuenta que las dos hermanas se habían quedado atrás conversando y no pudo evitar que una pequeña sonrisa apareciese en sus labios

Era bonito, pensar que a pesar de las discusiones que esas dos solían tener también pudiesen llevarse así de bien como para saber que se tenían la una a la otra

Era el tipo de relaciones que envidiaba a veces, ella no tenía hermanos o hermanas con las cuáles compartir algo así de bonito aunque suponía que tener cuñadas debía de contar de igual manera para ese tipo de cosas

Sonrió otra vez y sus ojos reflejaron cariño y amor antes de colocar una mano sobre la perilla de la puerta que daba al otro lado y la abrió tan callada como pudo hasta que estaba del otro lado; el pasillo delante suyo estaba iluminado aunque todavía se veía un poco oscuro debido a que era la primer person que iba ahí durnte el día

-Supongo que ago de café alegrará a las chicas hasta que terminen todos sus asuntos y todas nos podamos poner a trabajar

Dijo para sí misma cerrando los ojos y canturreando, se fué a las cocinas

Off.- Buenas noches, ya se me están cerrando los ojos. Las quiero.

[Ashley Peverell]

-En verdad que debes de odiar a las personas francesas hermana

La preciosa Peverell dejó escapar una risotada de buenos ánimos y negó un par de veces con la cabeza sin poder imaginarse quién podía estar recibiendo los odios de su hermana o al menos, su fastidio como para ser capaz de reconocerle tan solo por un aroma tan insignificante como lo podía ser el perfume pero bueno, tomando en cuenta de que Hayame era un vampiro y creía recordar que las especies de esa raza eran muy sensible de las narices, tampoco era como si algo fuera tan extraño.

Pudo ver que su cuñada un poco más allá desaparecía por las puertas que estaban en las cocinas y se encogió de hombros una vez sin darle importancia al asunto así que volvió su vista a la pelirroja antes de irse a donde le habían dado su puesta de bruja de atención para los abogados un poco mas allá, era un bonito escritorio de caoba con flores múltiples y en colores rosados.

-¿Crees que sea grave lo de Sagitas?

Le preguntó curiosa tomando asiento en su silla.

Off.- Yo también ya me voy a dormir Haya, vete a dormir también después de esta.

[Hayame Snape Potter Black]

La bruja pelirroja le había seguido hasta el escritorio que le había separado cuando le ofreciese el empleo y se cruzó de brazos pensativa pero sin verse agresiva en su contra

-No tendría porqué tratarse de algo grave

Comentó terminando por encogerse de hombros y cerrar los ojos con algo de cansacio para después, dejar ver un largo bostezo de sueño que cubría las pequeñas ojeras debajo de los ojos; se talló un poco por debajo de estos esperando que esas marcas negras desapareciesen pronto porque solo faltaba que los demás pensasen que estaba enferma también

-Después de todo, solo se trata de Antonhy y ya viste el papel que nos dejó llegar ese día cuando estabamos tratando de comer

Se volvió a encoger de hombros y luego se dispuso a caminar un poco en circulos por los alrededores de aquel edificio como si rememorara su precioso pasado en el que fuesen tan poderosas y aquel brillase casi como el mismo Gringotts

Claro que aquello eran cosas del pasado pero no por eso significaba que fuera algo que se olvidara tan fácil

Sacó un reloj tipo pulsera y lo observó con algo de sueño

-Ya ha pasado una hora, es increíble lo que se puede conseguir con ese poco tiempo y cuando todo esta sincronizado como si hubieramos sido hechas en alemania- se rió con suavidad y nuevo cansancio para luego, ver en dirección del pasillo que daba a las cocinas- espero que Lisette se apresure con el café o voy a terminar agarrando uno de los escritorios como si fuera alguna especie de cama- confesó volviendo a soltar un largo suspiro de sueño y de un amplio cansancio que no desaparecía