=Buffete de Abogados Vladimir= (MM B: 78620)

[Ashley Peverell]

-No te preocupes en lo absoluto querida, estas cosas se pueden solucionar por toda medida que una mujer siempre sea capaz de entregar.

Aseguró la hermosa rubia con aquel brillo de ángel que se encendía en los alrededores de su cuerpo, fulgurando en destellos que solamente hacían brillar más su aura gracias a la luz matinal que se colaba por los diáfanos cristales que se enmarcaban con perfección a las molduras de madera que las sostenían sobre los muros, para otorgar de aquella luz cálida que era necesaria en un negocio como aquel, donde las frías rocas contrastaban con el calor que la pequeña y menuda joven intentaba irradiar con tanta fuerza desde su corazón.

Y quería que esa misma calidez fuese capaz de tocar como el abrazo de una madre que apoya al corazón de su sobrina que en verdad lucía acongojada por lo cruel y duras de sus circunstancias, ella no podía quedarse así sin hacer nada, era su deber como buena dama y familia el cuidar y dar soporte a los que eran de los suyos, así como había sido enseñada desde su tierna infancia.

La abrazó por un lado.

-No he sido fehaciente creyende de los asesinatos pero por tí, siempre puedo hacer una excepción.

Dijo con firmeza esperando poder conseguir animar un poquito a la preciosa sobrina.

[Hayame Snape Potter Black]

Hayame rodó un poco los ojos ante las palabras cursis de su hermana pero la dejó estar por el momento, ya que en aquellos instantes en verdad se requería de todo el cariño que se pudiese proyectar para con su sobrina.

La mujer que había estado sentada durante aquellos momentos a modo de mariposa sobre aquel escritorio mientras tomaba su café, se puso de pie de un salto ligero y avanzó para acercarse a la chica qu seguía en la silla; una vez que estuvo cerca de esta sacó la varita y la agitó para que la taza que su hermana le había dado a esta pudiera volver a llenarse con líquido caliente.

Sgitas siempre le decía que algo así era muy bueno para levatar los animos, por no decir de las propiedades del chocolate

Cosas de los hombres lobo, claro.

-Yo puedo morderlo si gustas -se ofreció la mujer sonriéndole con cariño y animos para luego, suspirar- a ver... vamos a mi oficina para que me cuentes todo lo más exactamente posible y cuando Sagitas salga de con Antoni, la mandaré llamar para que también escuche

Ofreció y le colocó una mano en el hombro, apretándola suavemente

-Estoy segura de que cualquier excusa para darle un mandoble con lo que sea le vendría de perlas sobre todo en epocas navideñas- sonrió levemente y luego le hizo una seña a Lisette

[Lisette Ryddleturn]

La aludida por su novia en esos momentos alzó la cabeza y asintió, sacando la varita y apuntándola en dirección de un par de los escritorios para que hicieran espacio por donde pudieran pasar todas ellas. Al menos se imaginaba que tenía en mucho que ver la comodidad de la recién llegada para que pudiera moverse sin pensar en esos detalles.

Se arremangó un poco el vestido, sería la primera vez que viera algo del trabajo de sus familias en acción y sobre todo en un stio dedicado a la abogacía.

Al parecer y aún como secretaría esperaban que ella también pudiese dar apoyo porque después de todo ahora también era familia.

O al menos así se sentía cuando le daban las bienvenidas de forma tan cálida y ademas, Xell había sido de las personas que trabajaba con ella y que había acudido a su casa para ayudar en la reconstrucción de esta; no podía quedarle mal cuando había sido tan buena con ella desde un principio.

Se acercó a la puerta del despacho que imagino que era el de Hayame, al menos por el escudo que portaba y que según veía, lo habían cambiado del de Vladimir por el de los Snapes.

[Ashley Peverell]

Ashley Ketchum le dirrigió una sonrisa suave a su sobrina que lucía demasiado triste y con los ánimos muy caídos y bajos, así que le gruñó un poco a Hayame que la había empujado al momento de acercarse, era como si no estuviese vindo que ella estaba intentando consolar a su sobrina, ¡que poco tacto!.

Ya hablaría con ella después acerca de los movimientos de educación que debía de mantener con la demás familia pero por el momento, el asunto de su sobrina era lo importante y lo prioritario.

-Está bien, vamos.

Animó la hermosa rubia y bajó una de sus manos para poder tomar la de la otra jovencita y así poder darle el impulso para que se enderezara y pudiera ponerse de pie, viendo de reojo con sus enormes ojos almendrados como la que debía de ser su cuñada muy pronto o eso creía, ya les despejaba una vía para que no sintiese más estrés o pesares, bueno, eran escritorios pero se imaginaba como debía de sentirse el estar con eso dentro del pecho y además tener que esquivar muebles.

Encaminó a la hechicera rumbo a la oficina y miró por unos momentos de lado a su hermana mayor que al fin se había dignado a hablarles, la muy descortés.

-¿Entrarán ustedes solas?

[Hayame Snape Potter Black]

La vampiro emitió un bufido al detectar la mirada insidiosa de la menor pero solo le duró un segundo el fastidio antes de negar con la cabeza y alzar la mirada.

Paciente, debía de ser paciente aunque en esos momentos estaría más que feiz de meterle un collazo a esa mensa.

-Si Ash, de hecho pienso que deberías de entrar con nosotras para ver en que puedes ayudar además de servir como mobiliario con vida propia estilo Disney

Comentó la Snape encogiéndose de hombros, intentando de alguna manera distraer a su sobrina aunque seguramente que en esos momentos no estaba para mucho de esas cosas; carraspeó un poco cubrindose con un puño y haciendo una mueca antes de respirar profundo y enderezarse.

-Eres abogada y viniste a por este trabajo así que si, podrías servir de ayuda y Lisette esperará afuera a menos que Xellita nos diga lo contrario, para llamar a Ericen cuando esta termine con sus propios trabajos de herencias y demás

Se pasó los dedos por la barbilla con inter´s, tenía muchísima curiosidad al respecto y le hizo una seña con la cabeza a su novia para que les abriese las enormes puertas de madera oscura que ahora brillaban como si fuesen nuevas; sonrió un poco, la limpieza de ese negocio les había quedado más que bien.

Off: Manaaaa comprame otro teclado porfas, regálamelo de navidad, si? T^T

[Perenela Arya Grindewald Potter Blue]

Seguí a mis tías hasta la oficina, sabia que me hablaban, entendía sus palabras pero la rabia que me cocía a fuego lento por dentro me estaba haciendo perderme de muchas cosas de lo que decían, apreté a SJ que se había quedado dormido entre mis brazos y me senté frente a mis tías:

 

-¿Que tengo que hacer para demandar a Sean? ¿Que puedo hacer para que no se le ocurra en su testaruda cabeza quitarme a SJ? ¿o mejor aun que tengo que hacer para que la custodia de SJ quede totalmente a mi nombre pero que todo lo que el haga, todo lo que el gane, todo lo que el tenga pase a nombre de mi hijo? ¿Hay algún modo que no implique el asesinato, la mutilación o mejor aun un imperio para que ese hombre se haga responsable?

 

Destilaba rabia e ira por los poros, quería tomar la vía fácil, la vía donde pudiera simplemente matarlo y ya esta, todos mis problemas quedaban resueltos pero me había prometido ser una mejor persona

[Helike R V PB]

Hacía muchos meses que no me pasaba por el bufete y quería reclamar mi antiguo puesto, eso, o al menos, que me ascendieran y tomarme como abogada mágica (?) con plenso derechos. Había aprobado Leyes Mágicas con una nota más que aceptable y me consideraba lo suficiente buena como para pertenecer al bufete y dejar de ser una simple pasante, que había aprendido todas las tácticas legales del mundo mágico. Y eso esperaba además de tener alguna gratificación en galeones (?) aunque fuese por medio de un pequeño monedero escondido, debajo de la mesa (es la versión muggle de los sobres españoles jajajaja).

 

Ese día, más contenta que otras veces, me había puesto un traje pantalón chaqueta (negro), con una camiseta blanca, botas de caña alta y con el pelo recogido en ésta ocasión en un recogido que me había hecho mi elfina. Me sorprendió, porque no sabía de esas dotes particulares sobre el cabello. Y además, ese día, aparte de llevar siempre el maletín de cuero comprado en París de una firma muy reconocida, había encargado una toga de abogada y que me había costado sus galeones, por supuesto, con las mangas características de ese traje "especial". Sonreí dichosa al ponérmelo y tras la desaparición, usando la varita, llegué hasta el local, a unos metros más adelante, de dónde había hecho mi aparición.

 

Subí por la calle empredrada del callejón diagón con el monedero de piel de moke en mi bolsillo y ahí era dónde había guardado mi varita. Suspiré y el frío otoñal se notaba por el vaho que salía por mi boca. Se notaban las próximas fiestas, después de halloween. Poco a poco, todos los negocios se adornaban con guirnaldas, pequeñas bolitas, complementos y toda la alimentación que se necesitaba para esa época. Aunque no tenía ni idea si el bufete Vladimir, tendría tales adornos... Esperaba que, el elfo Bonifaccio no me hinchara las narices cómo siempre lo hacía cuando le daba alguna orden. Se notaba la diferencia entre él y Harpo.

 

Llegué al lugar con una sonrisa y tras ese gesto, el de sorpresa. Parecía que había reunión dentro del despacho...

 

- ¡Hola a todas! -sonreí con alegría si hasta me llegaba el aroma de Hayame. ¿Había recuperado su viejo negocio? Esperaba que sí, quería hacerle una propuesta- Hayame, ¿estás por aquí? -pregunté y a pesar de los aromas de las demás brujas del lugar, me dirigí hacia mi viejo despacho. Éste no estaba lejos de la entrada, pero tampoco era demasiado importante. Pero aún así, estaba lleno de polvo y al menos la mesa estaba "limpia" de papeles. Algo era algo... Sonreí contenta y me dispuse a sentarme en el cómodo sillón en dónde, tiempo atrás me ocupaba de simple papeleo burocrático...

[Lisette Ryddleturn]

Lisette escuchaba atentamente a la palabras de la pobre muchacha que parecía realmente adolorida con aquello que le pesaba y no podía culparla en lo absoluto.

Si fuese su misma situación, ella también sentiría angustia y querría hacer todo lo magicamente posible para no quedar desamparada.

Mas aún... era consciente de que su novia entendía aquel sentimiento y que mientras veía silenciosamente a la que la Ryddleturn sabía, era su sobrina, estaba pensando justamente en la situación que ella misma estaba pasando; le había costado un rato convencer a la pelirroja para que le hablase de aquel asunto que tenía pendiente y reconocía que al menos, si intentaban algo, la Snape iba a ponerle toda la fuerza para resolver aquello en favor de su sobrina.

Pero una nueva voz se unió en aquel enorme lugar y pareció llegar a través de la puerta del despacho.

-Yo voy -le dijo rápidamente a Hayame para que no se distrajese de lo que estaban haciendo y entonces Lisette inclinó un poco la cabeza a modo educado para después salir corriendo de aquella oficina para recibir a quien hubiese llegado

[Hayame Snape Potter Black]

La bruja había estado observando a Perenela con gesto pensativo y serio, sobre todo por las cosas que estaba diciendo

Y vaya que ella sabía de esas situaciones!

Por un momento sintió la rabia de la mujer como si fuera la propia y en sus oídos latieron los golpes que daba la sangre cada que era emujada por su cuerpo; sus dedos se engarfiaron en la carne de sus brazos y asintió un par de veces a las palabras que salían de quien estaba acomodada en un mejor asiento, con una expresión de dolor y tortura que se empañaba en el ambiente que las rodeaba.

-Claro que se puede hacer algo -dijo con firmeza la pelirroja con un tono serio- más en esta situación. Aunque... las opciones de la tortura y mutilación siempre quedan al pendiente por debajo del agua, pero yo jamás te dije eso

Aseguró solo sonriendo un breve segundo para después moverse rauda hasta quedar por detrás de su propio escritorio, uno en el que no se había ubicado en demasiado tiempo pero que la aguardaba como siempre, especialmente después de la limpieza que habían llevado a cabo; estiró un largo pergamino y se acercó una pluma de águila para mojarla en tinta mágica no emborronable y clavó sus ojos rojos en la chica.

-Empecemos por el inicio, cuando todavía no empezaba este pleito... -dijo emitiendo un suspiro- podrías...?

Pero se interrumpió al escuchar la voz de la otra vampiro que había llegado al buffete y las llamaba; bajó levemente los párpados pero entonces, Lisette salió a ver a Heliké y la Snape movió la cabeza agradecida

De ahí volvió a mojar la pluma porque se había secado

-Muy bien... -retomó- cuando comenzaro a salir juntos... cómo era su comportamiento? -dijo con calma- te juraba cosas, había alguna promesa, algun compromiso que hiciese contigo...?

[Lisette Ryddleturn]

Los pasos de la rubia se movieron con velocidad para poder alcanzar a la bruja que habían escuchado que había ingresado en aquel negocio pero la vampiro era mucho más rapida que la humana Lisette; esta se levantó las faldas y las tomó de mejor manera para poder correr un poco mejor y esta vez, acercarse al despacho en el que brillaba la plaquit de metal que indicaba el sitio donde trabajaba la recién llegada.

La chica pueblerina tomó aire colocándose una mano sobre el pecho en un intento de regularizar su respiración y no verse demasiado descompensada por las prisas y luego, dió un pr de golpeteos con los nudilos en la puerta.

-Puedo pasar?

Inquirió la joven asomándose un poco con sus ojos claros intentando acostumbrarse al cambio de las luces que había dentro de aquel despacho, siendo este tan diferente de los otros como único