~Mansión de la Familia Gryffindor~ (MM: B 104490)

[Adam Lockhart]

decidí salir a caminar un rato tenia cosas que hacer, desde que había regresado aun no tenia información de ninguno de sus compañeros de la orden , apenas había visto algunos de sus familiares pero ellos no dirán nada sobre la orden en la casa no se toca esos temas desde que mi padre dejo el bando, pero sabia que si en alguna casa si podía conseguir información seria la casa de su padrino Elvis y es hacia allá el sitio donde me dirigía, fui caminando no podía volar aun en escoba mi sobrina bodrik me lo había prohibido hasta que este completamente curado y usar aparición seria algo que el ministerio tiene muy bien vigilado.

 

 

ya se podía ver a lo lejos la mansión, espero que no tenga que esperar mucho tiempo por que alguien venga a la puerta a recibirme, aunque formo parte de la familia no mi casa me parece de muy mala educación entrar así como si nada, me quede al otro lado de la puerta principal revise mi tunica a ver si estaba vestido decentemente y con mi mano derecha tenia empuñada la varita por si era necesario defenderme de algun hechizo que me lance a entrar.

[Mael Blackfyre]

La multitud de gente, era increíblemente enorme. Había rostros que conocía desde siempre, pero algunos otros que mi mente estaba creando en aquel extraño sueño. Parecía el Atrio pero estaba seguro que si me daba cuenta que se trataba de un juego de mi mente, simplemente sabría que no estaba allí. No había techo, el césped se extendía por doquier. En vez de árboles, había algunas estructuras viejas, y una de ellas estaba reducida a cenizas. Podía sentir como si fuera de verdad, como si el polvo, la sangre y la muerte estuvieran rodeándome.

 

Pero las personas parecían ignorar todo aquello. Y de hecho el que suponía que era yo, no se parecía a mi, sino a otro hombre. Pero lo observaba como una cámara en primer plano. Intentaba hablarle, moverlo para preguntarle algo, pero éste caminaba sin cesar, caminaba buscando a alguien o algo. Algunas personas se alejaban un poco de él y otras se acercaban entre si para murmurar. Pero el mago ignoró a todos y a cada uno de ellos.

 

De repente, una onda expansiva emergió de golpe de aquel edificio en ruinas. El césped empezó a oscurecerse cada vez más, igual que el cielo. Las personas salían corriendo en todas direcciones, intentando cubrirse de la lluvia. Y hubo una enorme explosión y una luz tan blanca como la nieve, cegó a todos. Se escuchó un grito de fondo y me desperté.

 

Me dolía la cabeza y estaba enredado entre las sábanas. Me transpiraba la espalda y aún parecía que aquella luz estuviera surtiendo efecto. Pero de a poco mi habitación se empezó a materializar, no sabía cuánto tiempo había dormido. ¿A que hora me había dormido? Hacia años que no me sucedía aquello. Pero estaba seguro que las cosas estaban por cambiar. Refregué mis ojos y me senté en la cama, las sábanas se cayeron a un lado y me di cuenta que no estaba ni Annick ni Elros. Extrañaba despertar con ellos. Un pensamiento se me cruzó por la cabeza, no estaba siendo tan padre ni tan marido como correspondía.

 

— ¿Tanis? —mi voz salió algo entrecortada. Mientras me daba cuenta que quería agua, mi elfo doméstico se materializó justo al lado. Moví la varita que se había encontrado todo el tiempo sobre la mesa de luz y las luces se encendieron. Iluminando todo un poco mejor—. ¿Novedades? Necesito que me traigas una taza de café y envies una lechuza a Emma. Debo hablar con ella ni bien pueda.

 

— Señor Elvis, en la sala se está formando una reunión, organizada por su señora esposa. Si lo desea, puedo llevarle su café allí —el elfo tenía toda la confianza del mundo para interrumpirme y eso me agradó, porque no sabía realmente quien estaba en la mansión, todo se encontraba tan tranquilo que me había acostumbrado. Pero Tanis levantó la cabeza como oliendo o viendo algo a lo lejos. Y se enfocó nuevamente en mí—. Alguien está llamando a la puerta. Atenderé a ése mago y le llevaré el café.

 

— Claro que si, Tanis. Muchas gracias —la criatura se esfumó entre una nieblina rojiza y ésta se disipó rápidamente. Aproveche a salir de la cama, para vestirme y poder llegar a la sala.

 

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TANIS, elfo doméstico.~

 

El elfo apareció justo delante de la puerta, unos segundos después de que alguien estuviera llamando. Ninguno de los otros elfos había asistido asi que eso le facilitaba las cosas a Tanis. La pequeña criatura correteó hasta la puerta y con sus largos dedos se aferró a la manija, para abrir la puerta y encontrarse con un joven mago al que algunas veces había visto en la Mansión Gryffindor. El nombre le llegó a la mente.

 

— Buenos dias, joven. ¿Desea pasar? Los patriarcas se encuentran en la sala. Adelante

 

Le dirigió una reverencia y con la punta de sus orejas tocó la alfombra. Esperó a que Adam Lockhart traspasara el umbral, para poder cerrar la puerta, acompañarlo hasta donde se encontraban todos y dejarlo con las dos matriarcas y las dos brujas. Asi luego iba directamente en busca del café de su amo. Le hizo unas señas a Adam, para que éste lo siguiera.

 

@@Adam Lockhart @@AriamAshar016 @ @@Ley Gryffindor Rosier @@Annick McKinnon

Editado 27 de Enero del 2017 por Elvis F. Gryffindor

[Adam Lockhart]

una criatura muy educada fue la encargada de abrir la puerta y hacerme la bienvenida al hogar, mientras pasaba recordaba la ultima vez que había estado en ese lugar, son unos tratos momentos que había compartido con mi padrino en mi entrenamiento previo a formar parte de la orden , ese tiempo siempre desee volver y no pude hacerlo.

cuando llegue a la sala hacia la elfina me había llevado vi que un grupo de brujas se encontraba hay solo reconocía a ley así que no dude a ir hacia ella a saludarla - hola, Ley como estas un gusto verte, espero que no este interrumpiendo nada importante - le comente mientras le extendía mi mano hacia ella, esperaba a ver si hacia los honores de conocer a la familia al fin y acabo era tambien en parte familia mia.

disfrute un poco la calidez del hogar, se ve que los elfo y sus dueños tenia mucho respeto por ese lugar se preocupaba por tenerlo lo mejor posible, espero que el motivo de mi visita no moleste a nadie de los presente, y pueda ver otro rostro familiar con quien conversar y colocarme al dia en algunos temas que por motivo de mi ausencia estaba un poco desinformado

@ @@AriamAshar016 @ @@Ley Gryffindor Rosier @@Annick McKinnon

Editado 28 de Enero del 2017 por Adam Lockhart

[AriamAshar016]

Había terminado de hablar con la matriarca de la casa cuando un elfo introduce a una persona un joven casi de mi edad años más, años menos junto a la mujer que se llamaba Ley.

-Hola- dije poniéndome de pie- mi nombre es Ariam Ashar vine en busca de información sobre mi tía una squib Aria Griffindor y a comunicar su fallecimiento pero es algo conplicado-dije- pero ahora prefería conocerlos a ustedes-.

[Charlotte Lovegood]

Manteniendose donde estaba la joven se sentaba en su enorme maleta con rueditas, tanto le habian insistido que no se vaya que simplemente no sabia que hacer, que era lo correcto? las unicas experiencias que habia tenido en el castillo era caos, periodistas salvajes, y su propio padre tratando de insinerar a su grifo, que cosas.. suspiro mientras mantenia sus brazos cruzados.

 

Ariam parecia disfrutar de la casa pero la Lovegood nunca se sentiria bien en aquel lugar que la habia recibido con brazos tan lugubres y frios, una de las mujeres habia pedido que se quede para conversar y con la insistencia que esta demostro para que reconsiderara despues de conversar se quedo, no porque iba a cambiar de opinion sino porque la mujer era muy agradable como para decirle que no y darse la vuelta.

 

Nuevamente un elfo habia llegado, parecia que esa casa se comunicaban unicamente a base de elfos en vez de aparecer por si mismos. Suspiro y se arrimo contra la pared mientras seguia sentada encima de su maleta llena de ropa, libros y sus cosas personales como la foto que tenia con sus padres muggle adoptivos que ya no la recordaban, viendolo asi no tenia sentido guardar la foto pero ella valoraba lo que hicieron por ella, incluso dar su vida.

 

- Mi nombre es Charlotte Lovegood, de hecho estoy a punto de irme.. por lo tanto seria mejor si en vez de saludo le manda mi despedida. -dijo y en silencio se levanto dandose la vuelta, mientras caminaba en direccion a la puerta para salir finalmente de ese lugar.

@

[Felias Snape Triviani]

Con un chasquido su pálida figura se materializó frente a la negra y herrumbrada verja de aquella imponente edificación de la cual apenas tenia memoria, quizás solo unas imágenes difusas y olvidadas hacia ya tiempo atrás que se negaban a retornar. Sentía extraño presentarse en un lugar que había jurado no volver a ver pero los insistentes acechos de mensajes inquietantes y amenazadores no le habían dado mas opción que hacer algo al respecto, temiese las consecuencias o no. Había comenzado a sentirse aterrado frente a las posibles opciones de la identidad de su acechador, pero sería peor no hacer nada al respecto.

-Allí vamos cabrón- susurró Agatone apretando sus dientes.

Vestía un ajustado pantalón color arena que relucía al sofocante sol de mediodía y cubría su parte superior con una chaqueta de cuero marrón. No le importaba mostrar partes de su cuerpo a excepción de aquel tatuaje de una serpiente tricefálica que poseía en la espalda y del cual aún hoy desconocía cómo lo había conseguido. A pesar de ser un movimiento en vano intentó acomodar su rubia cabellera hacia atrás el cual no tardó en volver a su lugar. Atavió el cuero ocultando su mentón en el cuello alto mientras cruzaba la verja sin dejar de observar a su alrededor por posibles presencias en las cercanías de Ottery.

Al cruzar la verja e ignorando la inquietante y horrenda imagen de la aldaba con forma de león, sus pies se detuvieron casi por si solos al vislumbrar la magnánima edificación que se erigía por delante del camino rocoso. Tardó dos largos minutos en volver en si, mirar a los lados y seguir su camino. Mientras caminaba el largo sendero que enmarcaba terrenos con grandes árboles y espacios relucientes de verde, revisó sus bolsillos para chequear que su varita de ébano estuviera en su lugar y, del otro bolsillo, sacó un pequeño aparato muggle modificado con magia para que funcionase en localidades como aquellas. Si no había hecho mal las predicciones tecno-mágicas allí era donde se encontraba la fuente de los mensajes que había estado recibiendo durante las últimas semanas.

Redujo el paso dado que necesitaría dos minutos más para rastrear el lugar exacto de procedencia y quería guardar aquel artefacto móvil antes de llamar a la puerta. Subió la escalinata que llevaba a las puertas las cuales estaban flanqueada por dos pedestales vacíos donde antaño podrían haberse ubicado estatuas. Alzó un pálido puño y... lo volvió a bajar. Volteose con sigilo y caminó varios metros hasta la primer ventana de la derecha a través de la cual intentó mirar en el interior; la misma estaba cubierta por cortinas. Escuchaba ruidos en el interior pero nada que fuera sospechoso; su móvil emitió un suave pitido y supo que hasta allí había llegado.

Estaba en el lugar y momento indicado.

"Toc toc" y el ruido de la madera retumbó en todo el edificio. El joven Lestrange se estremeció pero era resolución mas que miedo lo que invadía su ser. Era hora.

[AriamAshar016]

Escuche a Charlotte dirigirse al joven que el elfo habia introducido antes, y no pude evitar rodear los ojos una cosa era ser rebelde y problematica y otra era ser mal educada e irrespetuosa que no te sientas, pero no iba a ponerme a juzgarla yo era la persona menos indicada para hacerlo, yo habia hecho lo mismo abandone a mi familia y renegue de mi apellido, de mis padres y hermanos, observar a Charlotte dirigirse a la puerta me parecio revivir la misma escena.

 

Flashback: Hace tres años en Argentina, la mansiòn Ashar.

 

En el enorme vestìbulo seis personas se encontraban en relativo silencio mirandose fijamente en un ambiente tenso un hoombre adulto, un joven de unos 20 años, una aadolescente de 14 años cabello negro y piel palida de ojos negros observaban a otro hombre de casi unos cuarenta pero de apariencia joven y a otra adolescente de 14 años pero tez trigueña, alta y ojos rojos como el fuego con desprecio, frialdad e ira.

 

-¿Todavìa estàs a tiempo de arrepentirte?- dijo el primer hombre-.

 

-Basta, Joseph- le contesto el otro al que parecia ser su hermano mientras ponia una mano en el hombro de la joven de ojos rojos- es tu hija-.

 

-Si se marcha ya no lo serà- dijo el mismo hombre- deshonrar asi a la familia-.

 

-¿En què deshonre a la familia?- con voz frìa- solo rechace al hijo idi... de un millonario idi...-.

 

-¿Deberias pensar màs en tu posiciòn hermana? - dijo el joven- eres la hija del medio, mujer y cuyos dones femeninos no son muchos es dificil encontrar un buen partido asi-.

 

-¿Por que no puedes ser como tu hermana?- dijo la madre- no solo es inteligente sino que tiene buenas amistades en cambio tu te frecuentas con esos ...-.

 

-¿Esos que?- la joven esta enfadandose- pobretones, rebeldes, problemàticos, pues si lo son pero son verdaderos amigos, cuando me trataron de secuestrar ellos fueron los que me rescataron, ademas del tio, ustedes prefirieron sacrificarme para proteger a Ayleen, matar era lo menos peligroso que me iban a hacer y despues jactandose en los medios, son pateticos-.

 

-No permitire esa falta de respeto en mi casa- dijo el padre y se dirige a pegarle una bofetada pero una mano lo detiene-.

 

-Serà tu casa y eres su padre- dijo el tìo de la joven- pero no permitire que toques a mi sobrina- con seriedad- pensaba que al menos podian ser amables y mostrar algo de cariño por su hija pero me equivoque, mejor vamonos Ariam esto es perder el tiempo-.

 

-Tienes razòn- y tanto sobrina y tìo dejan se dirigen a la puerta solos los sollozos de la vieja elfa y otros elfos acompañan la salida de la casa de la joven señorita, pero pese a estar agradecida, Ariam nunca mira para atràs y con las ultimas lagrimas derramadas deja la mansion Ashar-.

 

Fin del Flashback.

 

-Pero esto es diferente pese a algunos incidentes aqui a ella la quieren, no puede irse asì- pense para mi misma y con un impulso me puse de pie y corri hacia ella y me detuve quedando frente a frente-.

 

No sabìa que decir pero no podia dejar que las cosas quedaran asi tal vez ella y yo fueramos diferentes pero en restrospectiva eramos similares.

 

-No te vayas asì- dije- aunque sea toma algo conmigo, me la paso mucho tiempo con varones y tu eres la unicaa chica que mas o menos aguanto y con la que puedo tener una conversacion con sentido, no acepare un no como respuestas hay deliciosos bocadillos- y luego baje la voz- ademas este chico esta bastante lindo- bromeando- hay que aprovechar tal vez le guste las chicas rudas como yo, tu me daras tu opinion ya que eres directa- no pensaba moverme hasta que ella me diera una respuesta asi que me quede en el umbral de la puerta cuando siento que llaman a la puerta pero un elfo va a atender-.

Entonces dirijo mi mirada al chico (@@Adam Lockhart) que fue traido por el elfo.

 

-¿Oye quieres ayudarme a convencer a esta cabeza dura que se quede un rato?- con insistencia y sonriendole- a prposito soy Ariam y ¿tu?(@@Adam Lockhart)-.

@Mieftie

@@Adam Lockhart

@

[Felias Snape Triviani]

Se balanceó nervioso solo unos segundos con sus manos en los bolsillos mientras intentaba identificar los sonidos del interior de la edificación hasta que concluyó había algún tipo de encantamiento para que no se pudieran entender las voces. Resopló mientras recordaba el motivo por el que se encontraba allí y se dio cuenta que no tenía un plan de contingencia en caso de que algo saliera mal y, teniendo en cuenta que se había precipitado en aquella decisión, todo podría salir mal.

-Si no me abren...- comenzó a maldecir por lo bajo, pero no pudo terminar cuando las puertas se abrieron dejando entrever la imagen más fea que ojos humanos o vampíricos tuvieran la desgracia de ver.

Era un elfo doméstico, pero parecía que le habían quemado un costado de la cara, la ropa era desagradable y apestaba a inmundicia, un olor agrio mesclado con alimentos horneados y quemados. Agatone siempre lo había pensando: una familia que tuviera elfos domésticos en ese estado no podrían ser considerados magos honorables.

-Buenos días, Agatone Lestrange- pero antes de poder continuar fue interrumpido por el elfo, que lo sujetó con fuerza de la mano derecha y lo hizo ingresar en la gran estancia.

El joven comenzó a recorrer la sala con sus bicolores orbes pero se detuvo al ver a los presentes, donde una chica de tez trigueña estaba casualmente presentándose ante un musculoso y atractivo humano mortal que robó demasiadas miradas. Agatone raudo quitó la mirada para no parecer imprudente pero ya se había ruborizado. Aprovechó para mirar a una chica con cabellera al hombro, rubia y de ojos morados quien se sentada sobre una maleta a punto de explotar por su contenido.

-Bu-buenos días- saludó Agatone intentando mantener la mirada en la señorita rubia y la morocha de anchas espaldas. -¿Alguien pidió... ejem... un experto en Primeros Auxilios y Pociones?- Como quien dice, las mentiras tienen patas cortas, pero tenía que intentarlo. Aflojó su respiración y antes de hacer una pausa, sus ojos se perdieron en aquella figura alta, fornida y morena.

@@Adam Lockhart @ @AriamAshar016

[Charlotte Lovegood]

En su camino se encontro con @AriamAshar016, su compañera de clase se habia vuelto una constante en su vida dentro y fuera del salon, la veia en todos lados, la madriguera, misiones secretas y muchas cosas mas, ahora en la casa? le ofrecio una breve sonrisa porque aunque fingia lo contrario consideraba a Ariam como su amiga y le agradaba bastante su compañia. Petit, su bowtruckle se asomo desde el doblez de su chaqueta observando todo en silencio.

 

- Venga tu me estas siguiendo.. -sonrio, estaba bromeando obviamente cuando dejo ir su maleta y se sento encima de ella con la mirada fija en la muchacha que estaba al frente de ella conversando, a la mencion del supuesto chico guapo se rio gentilmente, a la Lovegood no le interesaba mantener ninguna relacion amorosa, su propocito eran sus estudios, su trabajo y su carrera en criaturas magicas, por eso cuando vino el titubeante @ no pudo evitar sonreir con gentileza.

 

- Cuidado se te salen los ojos. -advirtio mientras colocaba sus manes dentro de su chaqueta abridaga, habia empezado a llover afuera y aunque le agradaba el frio, lo que no le gustaba era mojarse lo cual era ironico dado que manejaba muy bien el "aguamenti", cuando el se acerco y les pregunto por primeros auxilios o algo por el estilo la rubia regreso a ver a Ariam y replico.

 

-Agatone Lestrange, mi nombre es Charlotte Lovegood, no tendras algo que la deje muda momentaneamente no? -rio y le dio un gentil codazo antes de asentir con la cabeza hacia Ariam para poseriormente responder a la invitacion de bocaditos.

 

-Vale vale.. me quedare solo un momento.. ademas que esta lloviendo afuera y no me quiero mojar, me derrito.- bromeo y regreso a ver a Lestrange.- Nos acompañas? parecen todos muy ocupados. -dijo mientras se dirigia a la cocina donde habia sentido olores agradables provenir.

[Felias Snape Triviani]

La primera imagen que podría haber recurrido de aquella jovencita es que fuera pedante e incluso mal hablada, un rasgo demasiado común en aquellos tiempos pero no pudo estar más equivocado. Fue su primera interlocutora en aquella estancia cuya dulce voz le hice recordar algo, a alguien, un viejo pensamiento, muy antiguo como para sacar a la luz. Pero era un pensamiento cálido, alegre, y eso fue lo que le permitió sonnreir.

Aunque la sonrisa dio paso a un sonrojo más marcado que el anterior ante el comentario de los ojos salidos de órbita. Se sintió avergonzado y deseó poder controlar sus emociones mejor. A pesar de las características de aquella raza que lo marcaban y de las cuales aún eran totalmente nuevas para él, no podía evitar esos ínfimos rasgos humanos, pequeños pero importantes que lo mantenían a raya entre la locura, el egoismo y la crueldad.

-Un gusto, señorita Lovegood. - respondió amablemente.

A pesar de que ambos habían hecho comentarios sobre aquel joven moreno que parecía un david tallado por el mismísimo Da Vinci, este se mantenía callado e impertérrito, quizás esperando el momento adecuado de realizar un comentario oportuno. No así Agatone, quién a pesar de tener inculcados esos vestigios humanos aún recordaba como no serlo.

-¿Algo para la afonía solicita?- preguntó con una leve mueca, intentando ser amable; no es que no lo fuera pero a pesar de aquellas extrañas personas a quienes acababa de conocer y con quienes no tenia intenciones de entablar relaciones, tenía un objetivo por el que se encontraba allí. Por lo que transformó su gesto en una sonrisa visualmente afectiva y agregó -Tengo lo que quiere-. Su oscura varita de ébajo voló sumisa a su mano izquierda y con un pererozo movimiento de muñeca sobre la palma de la mano derecha, un pequeño vial transperente se erigió con un chasquido. El contenido era verdoso brillante y acogedor.

-Poción para la Afonia. Solo que no para curar una, sino para provocarla. Invento mio- Sonrió y se lo alcanzó a la señorita Lovegood. -Cualquier tipo de contacto de la piel con este contenido causará una afonía inmediata y de corta duración. - Se pausó y miró a la mujer trigueña para ver como reaccionaba ante semejante crimen y vandalismo hacia su persona. Pero claro, era una broma. O así podrían llegar a creerlo. -Disculpen, ¿conocen a un tal...?- Con su varita hizo un movimiento sobre su mano y apareció un nombre emitido con luz anaranjada y pequeño. -...Elvio Fra-Fraiser Gryffindor? - En ese momento giró su mirada y comprobó que había más gente en la sala. Se preguntó si alguno sería a quien buscaba.

 

-Si, por supuesto me quedaré. Casi no se puede salir con esta lluvia- finalizó.