Botica Lockhart (MM B: 110527)

[Wendolyn Maxwell]

Le sonreí al joven por su amable comentario hacia mi persona. Si ese era el trato habitual para los clientes no me extrañaría que, de un momento a otro, esto se llenada de personas con una gran preferencia hacia este local dedicado a la venta de pociones. Ahora con el permiso del pelirrojo me senté en la libertad de pasear por el local y curiosear los objetos que allí exhibían sin ningún tipo de pena.

 

Observé detenidamente cada frasco expuesto en la gran estantería tras el mostrador, cada uno con una planta distinta o con sustancias de llamativos colores, que a pesar de encontrarse cerrados despedían ligeros aromas que se entremezclaban en el aire y producían un ligero picor en mi nariz. Presioné ligeramente ambas aletas de la nariz entre los dedos pulgar e índice para aliviar aquella pequeña molestia, lo último que quería era empezar una ronda de estornudos.

 

En cuanto el caballero realizó su siguiente comentario con respecto al servicio de té, giré la cabeza en su dirección para prestarle atención. En sus manos tenía un frasco en cuyo interior se veía claramente un tipo de planta que no supe reconocer hasta que la nombró. Por un segundo sentí que podía notarse a leguas que la herbolaria no era uno de mis fuertes.

 

- Suena bien, me gustaría una taza de eso.- Tal vez fuera buena idea beber un poco de té, sobre todo si este tenía tales propiedades. No es que tuviera miles de cosas rondando por mi mente que causaran tal malestar, el estrés era algo que difícilmente se cernía en mis pensamientos, pero ya que estaba aquí debía aprovechar tal oportunidad.

 

Entre tantas cosas el joven terminó acusándose de maleducado al no presentarse, a lo cual hice un gesto con la mano para restarle importancia a ese hecho.

 

-Tranquilo… Un gusto, Alexander. Mi nombre es Wendolyn M. Delacour.- Le tendí la mano al chico frente a mí a modo de saludo.- Aparte de la albahaca morada, ¿qué otra cosa recomienda en esta mañana?- Pregunté mirando con curiosidad el estante.

 

@@Alexander Fox

[Bodrik]

Bodrik estaba verdaderamente apurada con la organización del Local Perteneciente a la familia Lockhart que era el sitio donde se llevaría a cabo la celebración del cumpleaños de uno de sus miembros más amados y que Obviamente merecía una celebración Digna de un Lockhart. Así con anticipación comenzó a preparar todo lo que se le ocurría para hacer de este día algo muy especial.

 

Corrió hasta el establecimiento cuya fachada está hecha de ladrillos y grandes ventanales desde donde se puede ver el interior. Bordeando la entrada se hayan dos arbustos cuyas hojas desprenden olor a limón y menta. La puerta es hecha de cristal y madera y al abrirla roza en la parte superior con una campañilla que tintinea anunciado la llegada de algún invitado.

 

Esta vez ella misma se haría cargo de la decoración tratando de dejar el Botica lo más hermosa posible para que los invitados pasar un día muy agradable pues la adolescente quería agasajar a su tío de cabello Rojo y en cuanto pudo dejo en la entrada el Letrero con el anuncio de la fiesta para que nadie se perdiera de la dichosa fiesta.

 

 

La decoración era muy especial y estaba todo relacionado de alguna manera con el mundo mágico y con todo lo divertido de este mundo y los deportes Una bandeja con snitch doradas , en el techo se podían ver las llaves que podían volar gracias a un hechizo y que podían atrapase utilizando un par de escobas voladoras que estaban dispuestas para el evento , en las mesas se podían observar varias cosas : Grageas que representaban los puntos de las casas de Hogwarts, además de pociones ,Galletas con forma de arañas , el Pastel representaba el mundo mágico y todo estaba dispuesto en habitación principal con pisos de mármol y paredes recubiertas de madera clara.

 

Una vez terminada la decoración Bodrik fue a arreglarse con rapidez para aparecer en la celebración.

[Dennis Delacour]

Me encontraba de regreso en la mansión después de haber terminado temprano todas las tareas y deberes del trabajo en el ministerio de magia que tenía que cumplir el día de hoy, me senté en una de las mesas del jardín para descansar un poco mientras disfrutaba del jugo de calabaza que me había traído mi elfo Percy para que me recuperara un poco del cansancio. Por hoy no tenía nada mas que hacer sino dedicarme a leer o a dormir.

 

Mientras pensaba si irme a la biblioteca o a mi habitación llego una lechuza con un pergamino dirigido a mi, en el me estaban haciendo una amable invitación a la fiesta de cumpleaños del joven Alexander Fox. Yo no tenía el gusto de conocer al caballero según recordaba pero la invitación era hecha por Bodrik, una compañera de la orden y con la cual me había cruzado en un par de ocasiones cuando estuve en el colegio ya que ella era una tutora en esa época.

 

Me pareció algo muy amable de su parte así que decidí ir a la fiesta. Subí a mi habitación para ducharme y prepararme para la celebración. Me coloque un vestido azul claro a la altura e la rodilla con zapatillas de tacón bajo a juego, el cabello suelto y un pequeño bolso con hechizo de extensión indetectable en la cual coloque mi varita y mis cosas mas necesarias. Ya cuando estuve lista me aparecí en el callejón Diagon justo frente al local indicado.

 

Era una estructura de ladrillo con grandes ventanales, cuando me acerque a la entrada pude ver el letrero que indicaba la celebración, al ir a cruzar la puerta sentí el aroma a limón y menta que te daba la bienvenida y al cruzar la puerta la campanilla sobre ella anunció mi presencia. Todo estaba hermosamente decorado, se notaba el esmero en la organización, me hice a un lado de una de las mesas tratando de ver si había alguien conocido o si al menos Bodrik ya estaría aquí.

 

Le traía un pequeño detalle al cumpleañero, esperaba que el reloj le gustara, ya que no conocía al joven para tener claros sus gustos.

Editado 13 de Junio del 2018 por Dennis Delacour

[Vladimir Karkarov]

—Caccius... sigo con este terrible dolor de cabeza—, comenté mientras me quitaba el jubón y lo tiraba hacia una de las perchas en la entrada del cuarto sobre The Winking Skeever, mi taberna. El amable elfo me observó levemente, lo cual me pareció algo extraño ese comportamiento meditabundo, siendo un elfo tan enérgico.

—¿Tienes algo que decirme?—
—Hmm... sí amo, ahora que lo recuerdo, recibió usted una lechuza el día de hoy, avisándole sobre una fiesta de cumpleaños de un tal Alexander Fox... con el sello de dicha familia y la firma de Bodrik—... vaya, así que Bodrik me está invitando a una fiesta de cumpleaños. Era la primera vez que lo hacía desde hace mucho tiempo, desde la vez que le había regalado aquel cachorro y la fiesta fue interrumpida por un ataque mortifago.

—Bueno, espero que esta vez el panorama pinte mejor.—comenté mientras me acostaba en el sofá. —¿A que hora dice que es y dónde, Caccius?—pregunté.

—Bótica Lockhart, dentro de media hora—, bueno, al menos habían escogido un lugar cerca. No tendría que irme hasta el castillo Lockhart.

—No lo sé Caccius... no tengo ganas de ir... hoy a sido un día muy pesado.—

—Señor, le recuerdo que no se a presentado ante su familia por durante los tres últimos años, aparte, podría conseguir algo para mitigar esa migraña. —

—Bueno... me has convencido.—pensé un momento, si iba a ir necesitaría un regalo. Algo original. —Caccius... ¿sabés dónde dejé aquella recordadora?— me levanté del sofá, entre un suspiro, sintiendo mi cabeza estallar y mis piernas arder. Me sentía abatido luego de 10 horas de pie y andando de un lado a otro en la taberna.

—Bueno, envuélvela, vamos a la fiesta Caccius, no olvides poner su nombre en el regalo, por favor.— le dije a mi noble y leal elfo, para luego colocarme el jubón de nuevo y salir del negocio. El callejón estaba despejado, a diferencia de como se veía habitualmente.

Luego de caminar por un rato, llegué al local, luciendo mi clásico jubón azul con pantalones del mismo color y unas botas altas de cuero curtido. El local lucía bastante pintoresco y el aroma de las plantas medicinales llegó de inmediato a mi nariz, pudiendo reconocer la menta. Al entrar por la clásica puerta de madera y cristal pude reconocer a dos personas, pero lo más fascinante era la decoración del lugar. Me recordaba a las divertidas fiestas a escondidas en Durmstrang.

—¡Buenas, buenas!— entré tranquilamente, mientras observaba a una hermosa chica rubia a un lado. No la conocía, pero se vía atractiva. —¿Y tu quien eres, guapa?— comenté acercándome a ella, por el momento era la única persona cerca a la que podía hablarle. —¿No eres Lockhart, o sí?—una pequeña voz me interrumpió.

—¿No ves que estoy en algo importante, Caccius?—, no podía evitar ocultar la pequeña sonrisa que me causaba ver al elfo leyendo mis pensamientos. —Amo, solo le recuerdo que su regalo está listo.—

—¡Oh!, ¡Maravilloso!—respigué de alegría. —Caccius... hazme un favor...—le dije acercándome a su oído. —De hecho que sean dos... consígueme algo para la cabeza, que me mata! y averiguarme quien es esta hermosa chica. — aclaré mi garganta levemente una vez que el elfo despareció, dejándome el regalo en mis manos. De la mesa me llamó la atención las galletas, por lo que rápidamente me acerqué a ellas y tomé una. —¡Deliciosas!—

[Taku Rexdemort Holmes]

La carta de la Directora Bodrik le había caído de sorpresa. Como de costumbre la lechuza había golpeteado la ventana del pequeño apartamento en el centro de Londres hasta que la deje ingresar. Una invitación a una fiesta de alguien que yo no conocía, sin embargo, viniendo de ella hacia mí; simplemente no podía rechazarla. Me arreglé de un golpe y me puse una camisa de cuadros azules claros y marrones, un jean y unos zapatos caqui. Sali saltando varios escalones y mostrando mi varita en la acera, (teniendo cuidado que nadie me viera) mi usual transporte me llevo hasta el callejón Diagon.

 

Entrando por el Caldero Chorreante, caminando muy apresurado y sin reconocer a nadie, di los golpes en los ladrillos adecuados e ingresé. Le pregunte a un mago con cara amable que trabajaba en una de las tiendas mas cercanas a la entrada y me dirigió a la Botica Lockhart. Recordé que era una familia con muchos miembros de la Orden, así que debía andarme con mucha cautela. Nada de hablar de mas y simplemente pasarla lo mejor posible.

 

Entre por la puesta de cristal muy bien cuidado y al ingresar me detuve para admirar la interesante decoración. Llevaba una bolsa con un pequeño regalo (una bufanda de una tienda muggle de rayado azul y plata) así que la deposité en una mesa que vi desocupada. Luego me disponía a esperar que la Directora apareciera para agradecerle por la invitación, así como del homenajeado para estrechar su mano, al menos. Pero fue en ese instante en donde reconocí a alguien muy amable, con quien compartí ocasionalmente en Hogwarts.

 

-Hola Dennis. – Le dije a la castaña con el vestido azul. - ¿Te acuerdas de mí?

 

@@Dennis Delacour

[Dennis Delacour]

Nunca antes había tenido la oportunidad de venir a este local pero la verdad era bastante acogedor por lo que tendría que recordar mas adelante el pasarme por aquí cuando tuviera tiempo para conocer un poco más acerca de lo que ofrecía, ya que no sería muy educado hacerlo este día ya que estaban de celebración, lo que menos quisiera sería importunar preguntando por los servicios del lugar.

 

Realmente todo se veía genial, por lo visto sería una fiesta bastante divertida. Me acerque a la mesa y tomé una de las grageas de Ravenclaw que es mi casa a mucho orgullo, me toco una con sabor a naranja, que bien al menos no fue uno de los sabores raros que a veces existen. Creo que he corrido con suerte en ese tema, la peor que he tenido que probar fue una con sabor a hígado cocido que aun me revuelve el estómago de acordarme.

 

Conforme pasaban los minutos fueron haciendo acto de presencia varias personas, entre ellas un mago que se me acerco a saludarme y preguntar quien era yo, y si era una Lockhart. No alcance ni a abrir mi boca para contestar su saludo cuando un pequeño elfo lo interrumpió haciendo que se alejara un poco para hablar con el. Después de que despidió al elfo se dirigió a la mesa de bocadillos, la verdad que recordara no lo había visto antes en ningún otro lado.

 

En ese momento escuche que alguien mas pronunciaba mi nombre, al girarme vi que se acercaba alguien familiar. - Hola Taku si claro, hablamos un par de veces en Hogwarts mientras llevaba mis estudios, como has estado? - le pregunté al joven amablemente para hacer conversación. No era que nos conocieramos mayor cosa pero al menos era una cara conocida por el momento en el lugar.

 

@@Vladimir Karkarov @@Taku Rexdemort Holmes

Editado 14 de Junio del 2018 por Dennis Delacour

[Darla G Dumbledore]

con Seba en House of Books saliendo hacia el cumpleaños

 

Si había algo que caracterizaba a los Lockhart, a la familia de Bodrik, eran las celebraciones de cumpleaños. Darla estaba leyendo la invitación que habían recibido ella y Seba por el cumpleaños de Alexander Fox. La pelirroja conocía de vista al mago, lo habría cruzado una vez, pero no podía recordar bien. ¿O sería que lo había visto al revisar los pagos de los duendes en las bóvedas? Vaya uno a saber.

 

—Amor, ¿te parece que estoy bien así? —dijo dando un giro y luciendo para Seba un vestido azul, con pollera acampanada y un discreto escote redondo al cuello, la cintura estaba marcada por un cinturón finito de charol negro y llevaba unas sandalias del mismo color, con un detalle de piedras azules en un costado.

 

Darla se estaba habituando a utilizar la metamorfomagia para peinarse y le coqueteo a su prometido con sus rizos hasta los hombros, de un rojo intenso. Se acercó a él y lo abrazó, luego de acomodar su ropa, como si hiciera falta, como excusa para luego pegarse a él y besarlo.

 

--¿Sabes que te amo mucho verdad? —y tras darle un par de besos a su novio escuchó un carraspeo en la puerta.

 

--¿Tommy?

 

El elfo levantó un paquete que llevaba entre sus brazos y se le extendió a Seba.

 

—El regalo para el señorito Fox

 

--¿Qué le compraste amor? —preguntó la pelirroja a su novio.

 

Y luego de recibir la respuesta e intercambiar algunos arrumacos más tras la partida del elfo la bruja se prendió del brazo de su novio.

 

--¿Nos llevas tú o caminamos? La verdad no recuerdo si alguna vez he ido a la Botica Lockhart, quizás hace algún tiempo ya, pero no sé si siga en el mismo lugar.

[Seba Granger]

Camino al cumpleaños....

Un nuevo cumpleaños era la nueva invitación de mi amiga Bodrik, ya no recordaba a cuantos nos había invitado durante el ultimo tiempo, la verdad es que esa familia se lo llevaba en fiestas, lastima que solo conociera a algunos de los miembros, referente al del cumpleaños no sabia mucho, pero supongo ahí lo podríamos conocer, mas que nada iba por que la Lockhart nos invitaba.

-Te ves hermosa- respondí a mi novia mientras la veía lucir su nuevo vestido, ella no importaba que se pusiera, siempre seria la mas bella del lugar.

Reía al sentir sus manos en mi traje, o mas bien acomodándolo de nuevo, no sabia si la fiesta era formal o casual, así que había optado por una camisa blanca sin corbata, ademas de un traje azul marino que me había comprado hace poco.

Abrace por la cintura a Darla, para luego deposita un beso en sus labios, tras lo que ella me había dado.

-Te amo mas... -alcance a decir cuando eramos interrumpido por uno de los tantos elfos que sumábamos entre los dos.

Cogí el paquete de las manos de Tommy, -Gracias Tommy, le compre un ajedrez mágico, espero que le guste el ajedrez la verdad, no se me ocurrió preguntarle a Bodrik la verdad que le podía gustar al chico-

-Te parece que caminemos?, así aprovechamos el clima. Me parece que el local se llamaba de otra forma, a menos que este confundido con uno de los locales de Cye- pronuncie mientras tomaba la mano de Darla.

-¿Lo llevas en tu bolso?- señale al regalo, sabia que en ese bolso que ella tenia podía caer hasta una casa.

[Darla G Dumbledore]

con Seba llegando al cumpleaños

 

La Potter Black tomó su cartera y luego el regalo que su Seba le daba, guardándolo dentro de lo que parecía un bolso mediano de terciopelo azul, pero al abrirlo tenía un hechizo extensivo que permitía guardar varias cosas en él, aunque el paquete no era tan grande como para incomodar o pesar mucho. Darla se acomodó en el hombro la cartera con su cadena dorada y se tomó del brazo de Seba.

—Vamos a caminar mi amado Señor Granger, voy a disfrutar mucho este paseo y esta fiesta a su lado, me encanta presumir que soy la prometida del hombre más guapo de Ottery.

Sus ojos brillaban con amor mientras veía a su novio y se dirigían hacia la escalera que llevaba a la planta baja del local. A la pasada encargaron a Leto que se ocupase del primer nivel, mientras Tommy se ocupaba de la planta baja y Lualú los ayudaría. Claro, eso si no andaba perdida por algún otro lado con Dash.

—Nos vemos a la vuelta chicos, cuiden el local —dijo la Potter Black antes de salir, disfrutando del bello día primaveral en el Callejón.

--¿Cye también tenía una botica? Creo que Cissy Macnair tuvo una en su tiempo, no sé qué ha sido de ella —comentó pensativa mientras recorrían del brazo el camino hacia el lugar del cumpleaños.

Iban comentando los locales que habían cerrado y sobre algunos nuevos que abrían. Ellos mismos tenían en mente comprar un par de locales desocupados que daban a un bosquecillo cuya entrada mágica estaba en el Callejón. La magia hacía que en el lugar hubiera buenas vistas y variedad de locaciones en realidad, así como el acceso a otros lugares en el mundo, como si fueran portales.

[Seba Granger]

Llegando a la fiesta

Me sonroje un poco con lo que decía, mientras bajábamos las escaleras veía para todos lados buscando aquel prometido del que hablaba Darla, -¿Tienes a alguien mas y no me he enterado?- dije mientras veía a los elfos que atinaban con las indicaciones de mi novia.

-No quemen nada chicos, y no encierren a Nana en el armario- guiñe un ojo a Leto mientras lo decía, sabia que la elfina los volvía locos cuando no estábamos en casa.

-Me parece que el local era de algo mas, la verdad ando un poco confundido, se que uno de los locales de ella cambio nombre pero no se si sera este- talle un frente pensando como era el asunto.

-Espero que veamos a Cye en la fiesta, hace rato que no la vemos, la ultima vez que estuvo en el local no alcanzamos hablar con ella- comente a Darla mientras veía ya a lo lejos la fachada de ladrillos del local, y un letrero que indicaba que era el cumpleaños del mago.