Jump to content

Mansión de la Familia Potter Black (MM B: 90394)


Sagitas E. Potter Blue
 Compartir

Publicaciones recomendadas

Sagitas tenía el polvo de oscuridad instantánea. Al menos, sería una ayuda. @ Helike R V PB  seguía aportando ideas, como el lumus solem, el piertotum...incluso tenía un mapa del merodeador.

- Tenemos a Bennu, si. Pero a pesar de todo, no deja de ser poco más que una cría. - hablando de criaturas como los fénix, eran jóvenes durante muchos años. Su forma de medir el tiempo no se parecía en nada a la nuestra. - Prefiero no acercarlo. No está adiestrado, y si se asustara, podría terminar siendo más estorbo que ayuda. - terminé.

 

Observé como la vampiro atraía un mapa del merodeador. Aquello me hizo ladear la cabeza, preguntándome desde cuando podría tenerlo. Había mucho vaivén de los elfos. Podía ver a Elentari junto con los lobos en los jardines, oculta en el interior de la cabaña que utilizaban los elfos para guardar tumbonas y mesas cuando hacía mal tiempo. Pero Sagitas vio algo que nosotros no notamos, y por eso, la perseguimos a la carrera...

 

Para darnos de bruces con una escena terrible. Ithilion había tenido la desgracia de cruzarse con el basilisco y ahora se encontraba entre los brazos de Sagitas, convertido en piedra. Apreté los puños, frustrado, mientras Fenrir aparecía por detrás de mi, gruñendo.

- Elentari está perfectamente con Freyja. - contesté a Helike, que se preguntaba si la niña estaría a salvo con su lobito. - Yo me acercaré a ese maldito basilisco y le sacaré los ojos antes de abrirle la cabeza - miraba a Ithilion, mientras el gruñido de Fenrir ganó en intensidad. El lobo echó a correr, mientras nuestros ojos se volvían rojos, me di la vuelta. Daría caza a esa cosa, dijera lo que dijera Sagitas.

M4xQXhr.jpg

XaIHB03.gif.8d9da3f22cdcf76478ba8b5e63d5666a.gif KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gifXXBPo79.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Habíamos bajado corriendo, yo había tirado casi todo excepto la varita. Había dejado el mapa en cualquier lado, ya lo recogería más tarde, pero antes de echar un vistazo, las gemas estaban más brillantes que antes y a pesar de casi tropezar por correr bajando los escalones, conseguimos llegar hasta donde estaba la pelivioleta.

- vamos, buscad en mi arcón, creo que yo también tengo de eso - mi elfina Galadriel asintió con la cabeza y con un chasquido desapareció de la escena, yo aparté a los elfos que nos rodeaban. No pude evitar decir...

- que los dioses nos asistan - ¿desde cuando era religiosa? suponía que tenía algo que ver con el castillo Rambaldi que hacía poco había adquirido. Suponía que la mayoría de personas íbamos cambiando con el paso del tiempo, los vampiros también.

Pero el ver a Ithilion en ese estado, me había impactado para qué negarlo. Debió ver a esa criatura mágica a través del cristal con el reflejo y de ahí quedarse petrificado, si lo llegara a ver directamente, tendríamos que oficiar un funeral y el pequeño todavía era joven para eso. 

Tras otros cinco minutos más, mientras la pelivioleta lloraba desconsolada en su habitación y yo miraba la escena desconcertada, se apareció Galadriel con un pequeño bote de poción de mandrágora...

- Sagitas, mira... - le dije yo, moviendo con suavidad el líquido de su interior- al parecer sí tenía reservas -dije con una sonrisa. 

- Pues ya me fastidias con esa información Matt... ¿porqué no lo entrenas? Quizás en un futuro sí nos pueda servir de ayuda. Yo tengo lágrimas de fénix compradas en el concilio pero ya sabes, son caras y querría usarlas en un momento en específico. Pero al hablar sobre Elentari sentí que el miedo que sentía por ella se apaciguaba un poco pero aún así no podía evitar sentir ciertos nervios. Ojalá la cría no le diera por entrar a la mansión...

- Matt, por favor - dije con un tono asustado - no cometas imprudencias, con una petrificación tenemos suficiente... yo puedo echarte una mano con eso, pero tú aquí eres el especialista, eres cazador... yo también, a mi manera - dije con cierta culpabilidad por el hecho der vampira, pero claro, no era lo mismo - pero, hay que planear bien las cosas... antes de hacer el burro, ¿tienes alguna sugerencia para cazar ese bicho? -pregunté temerosa, tanto por él como por todos.

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 2 semanas más tarde...

Me sentía culpable....claro que me sentía culpable! Si hubiera sido más rápido, si en lugar de buscarlas hubiera actuado directamente, tal vez Ithilion ahora estaría bien, comiéndose algunas galletas a escondidas de Harpo para qeu no le regañara, y de Sagitas para qeu no se las quitase. Tal vez estaríamos fuera, viendo como los niños jugaban.

 

- Que te fastidio? - contesté, seco, a @ Helike R V PB , molesto por que de pronto creyera que no había llegado a aquella conclusión. Ella llevaba dos años fuera, por qué demonios creía que había hecho o no según que cosas? - Crees que no lo hago? que no le entreno? - caminaba por la sala, recogiendo lo necesario para matar al basilisco, sin mirar a ninguna de las dos. - Un fénix no es un perro. Se les puede entrenar, pero requiere mucho tiempo y paciencia, no es sencillo. Si los obligas y los fuerzas, es contraproducente. - me volví, apretando las correas de los protectores de cuero para el antebrazos que escondían la hoja oculta

 

Observé a Sagitas y Jack, que había aparecido junto a Ithilion y parecía hablar con ella para intentar tranquilizarla, y luego miré a Helike. Sabía en qué pensaba, en la niña....Apreté la mandíbula y desvié la mirada, encaminándome hacia la salida, haciendo oidos sordos de lo que intentaba decir la vampiro, hasta que me paró, agarrándome del brazo. 

 

Permanecí quieto, escuchándola, sin poder evitar sentir  el miedo que tenía. Me di la vuelta, mirándola a los ojos, con el murmullo de Sagitas y Jack de fondo. 

- Primero lo desviamos y atraemos hasta un lugar cerrado qeu controlemos. Segundo, cegarlo con el polvo de oscuridad peruano y después, deslumbrarlo con el lumus solem. Luego, lo mato. Ese es el plan.

M4xQXhr.jpg

XaIHB03.gif.8d9da3f22cdcf76478ba8b5e63d5666a.gif KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gifXXBPo79.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 2 semanas más tarde...

Lloraba de esa manera que no puedes dejar de hacerlo a pesar de saber que no podía perder el tiempo con lágrimas, que con ellas no iba a curar a mi hijo ni a encontrar y neutralizar al Basilisco escurridizo. Pero no podía dejar de llorar, supongo que llevaba arrastrando tensión acumulada durante mucho tiempo y, ahora, no podía frenar aquel torrente de lloros que me impedían hacerme cargo de lo sucedido.

Quería decirle a Matt que no hiciera daño al animal, pero entonces la piedra fría de mi hijo me recordaba que era el causante de aquello y seguía llorando, porque era difícil no decidir matar al basilisco, a pesar de saber que el culpable era quien lo había dejado suelto en la casa. A ese sí, sin importarme, a ese le degollaría con mis propias manos. Pero entonces lloraba con más fuerza y toda la sed de venganza desaparecía con la pena de ver a mi niñito en aquella piedra dura. ¡Por la diosa, que no se cayera, que no se enconchara, que no le pasara nada, lo tendría que envolver con cuidado para que no se rompiera nada, un pie, un dedo, lo que fuera! La angustia no me dejaba reaccionar.

Cuando Heliké me dio un frasco de mandrágora que tenía, casi se lo arrebaté de las manos y corrí a empapar unas sábanas. Aquella botella no daba para mucho pero me permitió envolver sus manos con ellas y dejarlo así, mojado, dejando que la piedra se empapara poco a poco con el líquido.

-- ¡Más! ¡Necesito más! ¡¡Mucho más!! -- grité, provocando que los elfos salieran corriendo, despavoridos.

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

@ Helike R V PB  aun me sujetaba del brazo. Nos mirábamos en silencio hasta que Sagitas comenzó a llorar y gritar, vertiendo la poción de mandrágora en unas sábanas para intentar envolver a Ithilion. El sobresalto hizo que me soltara, y ambos la miramos, mientras Jack permanecía a su lado, sin saber qeu hacer. Supongo que la situación con Ithilion, para él, era diferente a las que había vivido conmigo. 

 

En realidad, entendía lo que le estaba pasando a Sagitas, aunque no lo dijera en voz alta. Pero entonces empezó a gritar desesperada, lo que me hizo entender que no podíamos seguir allí parados. Apreté los puños. No podíamos seguir parados, no era asi. Me acerqué hasta Jack, cogiéndole por el cuello de la camiseta para que me mirase.

- Ocúpate de que no arme un escándalo. Si sigue gritando asi atraerá al basilisco y tendremos dos cuerpos petrificados. - mi tono claro era duro, probablemente me estaba pasando, pero no era el momento de pensar en decirlo sutilmente.  - llévalos a vuestra habitación, sanad a Ithilion y ocúpate de tranquilizarla. Mantenlos con vida hasta que termine.

 

Solté a Jack, girando sobre mis talones antes de coger la mano de Helike y tirar de ella para que me acompañara. 

- Yo lanzaré el polvo de oscuridad. Tu tendrás que estar preparada para utilizar el lumus solem y cegarlo, pero ten en cuenta de perderás visibilidad. Asi que escóndete después de lanzar el hechizo. Si sale bien, tendré una oportunidad de matarlo. - no dije mucho más. Si salía mal, prefería no contemplarlo.

 

- En qué sala será mejor encerrarlo? tal vez en la sala de la chimenea.  Tiene la puerta que da hacia los jardines, podríamos hacer que saliera y entonces cegarlo.

M4xQXhr.jpg

XaIHB03.gif.8d9da3f22cdcf76478ba8b5e63d5666a.gif KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gifXXBPo79.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 1 mes más tarde...

En una noche con luna llamativa, radiante y luminosa  con un cielo estrellado despejado como un inmenso mar se encontraba una joven caminante con una sonrisa triste, sus ojos reflejaban una mirada llena de incógnitas, preguntas, recuerdos vagos y memoria difusa que con cada paso se tornaba más y más llena de incertidumbre. 

Al caminar por la calle donde se encontraban las diversas familias mágicas una de todas le llamó la atención, recuerdos leves inundaban su vista de jardín con un elfo doméstico muy feo, una sombra blanca que siempre se mostraba triste pero lo mejor una sola palabra le venía a la cabeza "Trelli".

-- aquí estará esa persona llamada así?-- comento Aysha al viento-- aquí estará por fin esa familia que solo veo en sueños?

Tras caminar hasta la puerta, la pelirroja con ojos verdes se detuvo al frente y con un suspiro toco el timbre esperando alguna respuesta o algúna señal.

Su ropa era muggle motivado a que toda su existencia había estado con unos padres que le habían indicado que ella había llegado cuando era una pequeña y no tenía ningún tipo de recuerdos, solo los gritos nocturnos por las pesadillas que nunca se iban. 

--alguien que me recuerde por favor --dice aysha a la puerta con los ojos cerrados. 

Editado por Aysha Triviani
Cursiva
Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 1 mes más tarde...

- eh, sí, buena idea - dije un poco turbada al escuchar todo el plan. Parecía sencillo. Polvo de oscuridad, luz cegadora y rematarlo...

- Pero no te deshagas del cadáver de ese animal, tiene propiedades mágicas que me gustaría tener- dije, mordiendo el labio inferior mostrando cierta culpabilidad en la cara por querer aprovecharme, pero lo cierto es que tanto su sangre, como sus dientes o su piel... se podían usar para potenciar las pociones con las que estaba experimentando. Y no podía negarlo, eso me había dado la vitalidad e interés por acabar con ese bicho fiero, a pesar del ataque de nervios comprensibles que le había dado a Sagitas.

- Tía, le diré a mis elfos que preparen más poción multijugos, pero o compramos o tendrás que esperar y además por las horas, el callejón estará cerrado - dije compunjida...

- Sobre el basilisco, como quieras Matt. Pero ten en cuenta que no conozco mucho vuestra casa a pesar de llevar años aquí -le dije en un susurro.

Con un toque de mi varita mágica, cambié nuevamente de ropajes; éstas se transformaron en unos pantalones finos de seda de color negros como en un jersey fino de lana de mismo tono, como el calzado unas botas de piel de dragón para amortiguar mis pisadas. Recogí el mapa del merodeador y...

- Toma, tenlo tú. Ahora al estar en la Potter Black mostrará tal cuál el plano de la casa y podrá ayudarte a localizar por dónde esté el bicho y atraerlo hasta a ti mientras atacamos...

Me acerqué a la ventana..

- Y encima, parece que hay gente fuera, espero que no se le dé por entrar -bufé por lo bajo. 

- Por mí, vamos cuando quieras Matt estoy lista-era la hora de la batalla. Apreté mi varita y rogué a mis dioses protectores que nos guardarsen y nos diesen fuerza para la tarea que teníamos por delante.

@ Matt Blackner  @ Sagitas E. Potter Blue

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 3 semanas más tarde...

Era muy grande mi desesperación al ver así a mi hijo pequeño. ¿Cómo podía haber sucedido aquella petrificación? No llegué a preguntarme sobre el basilisco. Ahora mismo, sólo tenía en mente la piedra fría en la que se había convertido mi hijo. Tampoco pensé en los miles de cadáveres que yacían en los museos, luciendo estáticos en ellos, conteniendo inertes cuerpos que no habían sido despetrificados a tiempo. No, mi hijo no se quedaría así, abandonado en una forma pétrea irreversible, así tuviera que robar miles de frascos de mandrágora. Mala suerte que lo hubiera pillado comiendo e introducir aquel líquido se hiciera más difícil que en una petrificación normal.

Hubiera gritado y gritado, desgañitando mi garganta en órdenes que, a veces, eran contrarias, con la tensión que contenía. Sólo un beso, grande y largo de Jack me hizo reaccionar. Si no hubiera hecho eso, estoy segura que no hubiera podido parar mis alaridos. Me pilló de sorpresa, ¿cómo podía pensar en besarme en semejante crisis? Sin embargo, fue lo mejor que pudo hacer. Como magizoóloga, sé que un basilisco es casi ciego, se orienta por los sonidos y estoy segura que mi voz estruendosa sería bastante molesta para sus oídos. Así que aquel beso imprevisto e improvisado, me hizo callar y, a la vez, centrarme en lo que debía hacer.

Cuando me soltó y pude respirar de nuevo (¡demonios, qué bien besa mi marido!), me centré en lo que tenía que hacer. Es difícil mantener la calma cuando quien yace petrificado es el niñito de tu alma, pero es lo que hay que hacer. Así, a medida que los elfos me traían más y más frascos de mandrágora, envolvía el cuerpo de mi hijo como si de una momia se tratase, empapando aquella piedra en el zumo. Finalmente, conseguí que unas gotas quedaran dentro de los lab.ios entreabiertos y casi recubiertos en su totalidad por la galleta que estaba ingiriendo. 

Después... Esperé.

Y esperé.

Y esperé...

Y creo que quedé dormida porque, de repente, el niño lloriqueó un poco y con su media lengua de trapo de mimoso que aún conservaba a veces, me habló:

-- Mamiii, ¿por qué mi galleta está mojada? Sabe mal...

¡Diosa Eterna, gracias mil te debo por aquel milagro! Ithilion estaba vivo. Ahora... Ahora sólo quería quedarme a su lado y hacerle descansar, agarrándome a él para no perderlo nunca más. Que @ Helike R V PB  y @ Matt Blackner se encargaran del animal. Yo no quería alejarme de esta cama.

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

- Haz lo que quieras con esa cosa. No te aseguro qeu puedas quedártelo entero, seguro qeu Sagitas también quiere un poco. - contesté, caminando un par de pasos por delante de ella, observando alrededor, tratando de encontrar algún rastro del basilisco.

 

Me detuve un instante para tomar el mapa que @ Helike R V PB  me tendía. Tarde un segundo en recordar que se trataba del mapa del Merodeador. Echando un vistazo rápido, noté que se movía desde la cocina hasta el salón. Lo malo es que daba justo hacia la puerta del jardín, donde solíamos salir en los días de verano. El mapa lo mostraba quieto en aquel lugar, como si buscara algo. Tal vez esperaba movimiento. Esperaba que no hubiera decidido tragarse algún elfo. Si hablar, señalé el mapa para que la vampiro viese donde estaba.

 

- Gente fuera? - pregunté, echando de nuevo un vistazo al mapa. Fue entonces que sentí un nudo en el estómago. Señalé tres carteles, pequeños, en el exterior, dirección al lago. Elentari, Fenrir y Freyja estaban alli. Tratando de mantener la calma, cerré los ojos, conectando con el lobo. Trotaba con la niña encima y el cachorro siguiéndoles. Elentari reía, como si fuera un juego, pero los lobos sabían que algo estaba pasando. POr eso la alejaban. - Estará bien - murmuré, parpadeando un par de veces. - Fenrir la ocultará.

 

No podíamos dejarlo salir. POr la gente de Ottery, y por nuestra hija.

 

Asi que cogí su mano y nos aparecimos, en silencio, en la cocina. Sin hacer ruido, llegamos a colocarnos en el pasillo, a ambos lados de la puerta de entrada al salón. Miré de reojo al interior, y luego a Helike, mientras sostenía la piedra de oscuridad en la mano derecha. Teníamos que ser rápidos.

 

 

hHDZzKt.png

Sentía impotencia por verla tan desesperada. Como podía ayudar? No podía. A fin de cuentas, la única forma de solucionar la petrificación de la mirada del basilisco era la poción de mandrágora, y no podía crearla de la nada. El chico tenía razón, teníamos que tranquilizar a Sagitas o al final, el basilisco terminaría atacándonos a nosotros, ya que éramos una presa fácil, y Sagitas ni siquiera iba a reaccionar a tiempo. Asi qeu hice lo único qeu se me ocurrió...

 

Besarla. 

 

Besarla y aferrarme a ella durante largo tiempo. Seguro que luego me echaba la bronca. No era la mejor decisión, y mucho menos el mejor momento. No quería ni pensar en las burlas de Matt si nos petrificase el basilisco en aquella situación. De todas formas, seguro que no me libraba de un par de malas miradas de Sagitas, pero no me importaba en ese momento. 

 

Cuando nos separamos la miré, con una media sonrisa burlona, como en nuestra época en la universidad muggle, antes de que Sagitas comenzara, al fin, a actuar como alguien razonable. Los elfos habían encontrado más zumo de mandrágora, con el que empapamos mantas y envolvimos el cuerpo del niño. Al final, logró colar unas gotas en la boca de Ithilion. Solo...nos quedaba esperar.

 

En algún momento me moví, a su lado, pasándole un brazo sobre los hombros para darle apoyo. Medio dormido, noté el movimiento de Sagitas y eso me hizo abrir los ojos. Ithilion estaba bien, mojado, quejándose, pero se movía de nuevo. Sonreí, aliviado, revolviendo el pelo al pequeño.

- No te preocupes Ithilion, te traeremos un cubo entero de galletas solo para ti. - dije.

M4xQXhr.jpg

XaIHB03.gif.8d9da3f22cdcf76478ba8b5e63d5666a.gif KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gifXXBPo79.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Estaba tan nerviosa... Ahora mismo, mi reacción no era la alegría de verle despierto sino las terribles consecuencias secundarias que se pueden presentar tras una petrificación. Si no me había dado prisa... Si llevaba mucho tiempo... O si me había dado demasiada prisa y la piel había cambiado de forma muy drástica de estado... Si la sangre se había coagulado demasiado y vuelta a la normalidad con demasiada prisa... No es tan fácil como parece hacer una buena despretrificación. Tenía el pecho agitado mientras contemplaba los ojos de Ithilion, con miedo a descubrir algún capilar rojizo o en el cuello, para comprobar que la yugular fluía con destreza, o comprobar venas azules en la espalda... El niño parecía extrañado por mi revisión ocular de todo su cuerpo, desde el cuello hasta los dedos de los pies, sin decirme nada. Era un niño listo, sabía cuando debía permanecer callado ante su mamá preocupada y, además, también conocía cómo era el final de mis preocupaciones: algún dulce caería en sus manos en cuanto me sintiera tranquila.

Noté, sin embargo, algo azules los tobillos y creo que dejé de respirar un segundo, aunque no lo demostrara en mi exterior. O eso creí porque Jack apareció de la nada y me besó. Por supuesto que protesté; aquel no era el momento. 

-- ¡Serás tonto! -- le tiré una de las toallas, aún mojadas con el líquido de mandrágora. -- ¡Ahora no!

Sin embargo, agradecí que me conociera tan bien como para saber que era lo que necesitaba para tranquilizarme. Su contacto era como un bálsamo, relajador y, a la vez, revitalizador. Su presencia consiguió lo contrario de lo que le acusaba: me volvió a poner a mi sitio. Por tanto, volví a ser práctica y centrada. Ithilion empezó a hablar con más tranquilidad y a mover las piernas, lo que agilizó su fluido sanguíneo y los tobillos volvieron a tener el color normal. Sonreí a mi marido.

-- De eso nada, un cubo de galletas te hará engordar. Pero te dejaré comer unas cuantas con chocolate en cuanto te tomes una poción herbovitalizante. Como regalo de niño bueno. Y me refiero al niño, no a ti, maridito -- le dije como respuesta, con cierto tono pícaro. Aún así, no me sentía del todo bien, aún sentía mil demonios de dudas en mi cabeza, a pesar de que ahora los tenía más controlados. -- ¿Se sabe algo del... animalito?

Ni de bromas iba a decir "basilisco" para no despertar recuerdos en el niño.

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Unirse a la conversación

Puedes publicar ahora y registrarte más tarde. Si tienes una cuenta, conecta ahora para publicar con tu cuenta.

Guest
Responder a esta discusión...

×   Pegar como texto enriquecido.   Pegar como texto sin formato

  Sólo se permiten 75 emoji.

×   Tu enlace se ha incrustado automáticamente..   Mostrar como un enlace en su lugar

×   Se ha restaurado el contenido anterior.   Limpiar editor

×   No se pueden pegar imágenes directamente. Carga o inserta imágenes desde la URL.

Cargando...
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.