→~*Mansión Delacour*~← (MM B: 94786)

[Hades Ragnarok]

No quedaba mucho por hacer allí. El hijo de la noche observo como todos habían salido. Tanto Alessandra con sagitas y Cissy con Aaron, Danny se había ido con Demian y solo quedaba él junto a Ada y Shell. Bufo por lo bajo, se estaba divirtiendo pero debía salir de allí. Rio divertido, luego podría volver para seguir sintiendo aquel ardor ponzoñoso en su garganta. Sin mas hizo una ligera reverencia acercándose tanto a Shelle y a Ada que se había quedado en el lugar.

 

-Fulgura Nox –conjuro el hijo de la noche tomando a aquellas 2 mortifagas que se habían quedado rezagadas junto con él.

 

Ladeó la cabeza de manera casi imperceptible, extrañaba los tiempos cuando Leafa, su eterna enemiga venia a jugar y se intentaban matar, ahora, todo era muy diferente, él era mucho más poderoso y ella había desaparecido. Suspiro.

 

Cruzo aquel portal junto con Ada y Shelle para un segundo después este se cerrara tras él.

[Valky]

Kaori M.

 

No sabía en que estaba pensando Nathan, pero no podía ponerse a indagar en ese momento que pasaba por la cabeza de su compañero. De momento lo había protegido de ataques que pudieran llegar, pero seguían superandolos en numero. Por un momento lamentó que Scarlet se hubiera marchado llevándose consigo al mortifago desconocido, pero pronto se dio cuenta de que había sido lo mejor. Ella podría lidiar un rato más con aquellos enmascarados, pero aun asó rogaba por que algún otro compañero de bando llegará en su ayuda.

 

Sus ruegos fueron escuchados pues casi al pensarlo apareció en escena Melrose. Sintió un poco de alivio al verla ahí de pie, con ella ahí las cosas podrían nivelarse. Le sonrió y movió la cabeza a modo de saludo, para luego volver a centrar su atención en el mortifago que momentos antes había intento atacarla, sin mucho éxito, pues el envenenado había sido él, aunque claro, fue lo suficientemente hábil en aplicarse un anapneo para poder volver a respirar.

 

Sin pensarlo mucho y a sabiendas que volvería a atacarla uso nuevamenete la daga Kansho, esta vez absorvio con exito un Absorvere que de inmediato devolvió hacía Hades y hacía otro mortifago (Demian), las manos en donde sostenidas las varitas, más específicamente a las falanges que permitían el agarre de ellas. Se romperían y no podría agarrarlas más.

 

—Gracias por venir—Le dijo a Melrose.

 

Off: ains me hicieron perder e_e no se que intentaron hacer XDDDD En fin, avisen si hacemos el intercambio, puede que ese si termine en una redada (?

[Sagitas E. Potter Blue]

*Mi no sabo dónde estoy pero espero que sea sólo rol porque me voy a permitir licencias rolísticas y mucho drama.*

 

 

El dolor había cedido, al fin, y mis sentidos, aún desorientados, empezaban a "ver" un poco más de la situación en la que estaba. El Hombre parecía satisfecho con una de las mujeres que me había secuestrado en la "Ojo Loco" y me había torturado. "La prueba", lo llamó y eso cambió el miedo por rabia. YO no era prueba de nadie, al menos que... Solté un leve gruñido al entrever algo en aquella frase que era mejor que estudiara con mucho cuidado por lo que podía significar, algo que haría cuando estuviera libre. Si es que quedaba, claro... Aún no sabía bien qué querían los mortífagos de mí.

 

Lo primero que oí fue un "ploff" muy conocido, el que hacía mi elfo Harpo. Cada aparición es única y yo identificaría el de mi amigo élfico entre mil apariciones conjuntas. Eso, curiosamente, me dio una momentánea sensación de esperanza pues pronto lo volví a sentir, pero esta vez alejándose, saliendo de allá. Se iba... El corazón se me encogió a la vez que aquel hombre se acercaba a mí y me hablaba. La luz vino de golpe y pensé que me había iluminado con algo, hasta que me di cuenta que no, que me habían quitado aquella capucha. Olí a quemado y eso hizo que me inclinara hacia adelante y acabara de rodillas. Por un momento, temí que me estuviera quemando aunque algo de pelo había sido afectado pues pude sentir el chirrido agudo del cabello cuando arden las puntas. Esa sensación desagradable aumentó mi sensación de vulnerabilidad que, en aquel momento, crecía con la figura que tenía delante. Si no llevara horas sin beber, seguro que le hubiera escupido en la máscara. Él me obligó a mirarle levantando mi mentón con su varita.

 

-- Es... tú... pido -- conseguí pronunciar cuando el dolor de aquella mordida en mi hombro me lo permitió. Sé que grité porque aquel "fuego maldito" me había quemado aquella zona en una huella interna de una forma que sería muy difícil de curar, pero, en aquel momento, no quería que eso sucediera. Sonreí. Sí, al menos lo intenté. -- No tengo varita, pero tengo magia antigua que puedo usar claramente contra ti, Caelum.

 

Usé mi efecto de clan, el Lectura de aura, con el que pude ver el aura de aquel hombre y tener una idea de sus intenciones hacia mi.

 

-- No olvidaré su nombre porque mientras usted usaba ese hechizo sanador, yo he creado un recuerdo de su aura impura y sabré reconocerle, sí, lo sabré, en cualquier sitio, cualquier lugar que le vea. Esta marca me lo recordará siempre. Estoy tocada por usted, Caelum, pero también se ha dejado algo suyo en esa herida.

 

No es que pudiera hacer mucho más pero para mí era un gran consuelo saber que la marca reaccionaría ante su presencia y sabría que fue él. No me dio tiempo de pensar en sus amenazas sobre mi familia y amigos porque sentí el mensaje de un Patronus, sobre mí, la Ministra y la Mansión Delacour. No sabía quién lo había mandado pues no pude reconocer aquella figura plateada que se diluyó con tanta rapidez como había entrado.

 

-- ¡Vaya! De qué manera me entero que esto es la mansión Delacour... -- dije, con una sonrisa mucho más amplia en la cara. He de reconocer que para mí era un triunfo saber que venían a por mí, que aquellos tres malditos mortífagos lo iban a pagar caro por intentar secuestrarme.

 

A partir de aquí, ya no sé bien qué sucedió. Yo seguí atada, nadie pareció darse cuenta y mis compañeros de bando atacaban y eran atacados. Intenté varias veces rodar y salir de aquel circulo en el que los mortífagos me habían rodeado pero cada vez llegaban más mortífagos. Como la peste, éstos se expandían a mi alrededor e iban impidiendo el rescate. La Orden era valiente, he de reconocerlo, y me pareció reconocer a algunos, aunque todo acaeció tan rápido que no podría jurar los nombres de los presentes. Casi juraría que Scarlet era una de ella, y aquella de rasgos japoneses que trabajaba en el Banco. Me ilusioné porque supe que darían todo por sacarme de allá.

 

Me empujaron. Los mortífagos retrocedían y no querían perder su presa. Un momento, que la presa soy yo... Forcejeé para poder hacer algo de provecho y poder salir corriendo pero fui alcanzada por un Zancadilla que me tiró al suelo con violencia, dándome un golpe con la cabeza que no pude evitar al estar atada por los brazos y no poder gestionar una buena caída. Sé que comencé a sangrar, aunque ya lo había hecho antes con aquel ataque de Caelum.

 

Caelum... Me acordaría de ese nombre toda mi vida.

 

Sé que el golpe me dejó un momento fuera de circulación (aunque tampoco es que estuviera haciendo mucho) pero me espabilé al sentir una voz amiga que decía: "Hora de marcharnos"

 

-- No, ¡Noooo! ¡No me dejéis aquí! -- grité, ahora con pánico, al reconocer que la Orden se retiraba. Era una petición egoísta, eso lo sé, porque si la Orden se retiraba era porque las bajas debían de estar siendo muy numerosas por una sola persona, pero es justificable, era yo la que se quedaba atrás. Reconocí que ya podía mover las piernas e intenté escapar pero me lo impidieron varias manos justo cuando me incorporaba. -- ¡Soltarme, malditos enmascarados!!

 

Decidí que era hora de usar un terrible don de mi clan de sacerdocio y preparé mi cuerpo para concentrarme. Fue imposible, algo me hizo caer a través de un agujero o de un empellón o a saber qué; salí despedida a otro lugar a través de un agujero negro.

 

Cuando me di cuenta que sólo era un simple Haz de la noche, supe que ya no estaba con los míos y seguía en manos mortífagas. Quise gritar de rabia pero cerré la boca. Lo necesitaría si tenía que resistir más tiempo con aquellos indeseables. Por cierto... ¿De qué conocía yo ese estante de pociones...?

 

 

Empecé hace dos páginas a escribir...

[Nate Weasley]

– ¿Sabes, Kaori? – le comentó a su compañera mientras ambos, entre tantos otros, emprendían la marcha hacia la cocina de la Mansión Delacour. Luego de todo el ajetreo por el cual habían pasado, se encontraba de verdad sediento y esperaba encontrar algo que le apeteciese allí. – Ya ni sé para qué nos molestamos, ya no hay respeto. – agregó, segundos después.

 

Era una cocina espaciosa, que tenía el comedor integrado por lo que mientras su compañera tomaba asiento en una de las mesas, Nathan se aventuraba hacia el refrigerador. No tenía idea de si, luego de los sucesos ocurridos, quedaba algún otro miembro de la Familia Delacour en la mansión pero esperaba que le perdonaran tomarse las atribuciones como lo estaba haciendo. Después de todo, con tal show que se había montado, ¿cómo le podían negar la cortesía de una bebida? Dejaría un par de galeones, en el peor de los casos, si les molestaba.

 

– ¡Uhhhhh, cerveza! ¿Quieres una? – exclamó Nathan, más no esperó respuesta de su compañera y tomó dos botellas de la heladera. Ambos habían compartido largas jornadas trabajando en Gringotts codo a codo, y más de una vez se habían deleitado con una bebida fuera del trabajo. Nathan se atrevía a decir, incluso, que conocía los gustos de la mujer incluso mejor que los suyos. – ¿Cuál fue tu momento favorito, Kaori? ¡El mío fue cuando aparecieron los aliens y comenzaron a disparar rayos láser de sus dedos contra los mortífagos! ¡Vaya genialidad! ¿Crees que les podamos pagar por sus servicios?

 

Cerró la puerta del refrigerador detrás de sí y se dirigió hasta su compañera. Con un tap de su varita sobre ambas, el capuchón que las mantenía cerradas a presión salió eyectado, tras lo cual Nathan le tendió una de las botellas a su compañera y tomó asiento en la mesa frente a ella.

 

– A veces pienso que ya deberíamos pasar de la parte de nuestras carreras en la que vamos de montaje en montaje, ¿cuándo veremos algo de verdad? ¿Acaso los mejores días de nuestras vidas ya pasaron, y ahora sólo nos queda tomar el té con Ragnok todos los días a las cinco de la tarde? – suspiró, resignado, tras lo cual le dio un trago a su cerveza. No estaba lo suficientemente fría, pero aún así era refrescante.

[Leslie Ashryver PB]

http://i.imgur.com/7avKPzO.png

 

 

El Malfoy se había enterado por los elfos de la familia que habían atado la mansión Delacour, aquello le resultaba gracioso al castaño porque su madre siempre había protegido el lugar, solo para ver como habia quedado toda la construcción y ver qué había pasado decidió hacerle una visita a su familia política. Aun recordaba la última vez que pisó aquel lugar, Lisa lo había echado a patadas solo por ser un Malfoy y claro que también por su odio hacia su madre Alessandra.

 

Frunció el ceño al pensar en la rubia pero al final solo sacudió la cabeza para sacarse la imagen de su madre, se puso en pie y se vistió con un traje negro a medida, observo a James antes de sonreírle y acercarse a su novio para depositar un suave beso en la frente, llevaban viviendo un mes juntos en el edificio Destiny, les había resultado conveniente a ambos para comenzar su relación.

 

-Debo ver a alguien, volveré más tarde- le anunció al Ravenclaw saliendo del apartamento, salió al exterior del edificio donde desapareció.

 

Apareció a dos metros de las rejas de la mansión Delacour, observó con una sonrisa aquel lugar donde no tenía ningún deseo de pertenecer como tantas veces su madre le pidió o incluso su esposa, Kamra, había estado esperando ver lugar en ruinas o al menos algo destrozado demostrando su ataque pero en el exterior no había nada que se notara, no había nadie en las afueras, solo había luz en algunas ventanas.

 

-Morsmordre- gritó apuntando al cielo.

 

 

Con la marca surcando el cielo sobre la mansión ingreso a sus terrenos con su cara de desconcierto, avanzó por la senda hasta la puerta donde se topó con la puerta semiabierta e ingreso sin importarle si era invitado o no. Los elfos lo miraron con enojo mientras arreglaban lo que parecía ser la biblioteca pero Alec los ignoro pero a medida que caminaba le gruño a un par que susurraban sobre su presencia en el lugar. Escuchó unos murmullos y los siguió hasta que vio que era la cocina.

 

-Siempre es bueno un aperitivo después de una pelea, no?- sonrió a los presentes -Alec Malfoy, hijo de una de las matriarcas- se presentó el castaño.

 

-Supongo que ninguno pertenece a la familia o si?-

Editado 30 de Septiembre del 2020 por Alessa Ashryver Delacour

[Aaron Black Yaxley]

-Con que chivo expiatorio eh...- comenté mientras llevaba la punta del arma mágica hasta mi antebrazo, cuestión simple para convocar a todo aquél mortífago que quisiera venir a saludar a la hoy Ministra de Magia. Sentí el tatuaje moverse, como si fuese un ente de vida propia bajo la primera capa de piel y el ardor fue intenso- ¿qué sabrá ella sobe el Inquisidor?...- pregunté a la mortífaga que ofrecía una opción y volví a observar a Potter Blue sin dirigirme directamente hacia ella, hablando prácticamente al vacío- ¿conocerá al Santo?... digo, tiene un título de sacerdotisa. ¿No es así Ministra?...- concluí hablando finalmente a Sagitas, quien respondió de inmediato a otras cuestiones que había mencionado con anterioridad- ¿Un recuerdo de mi alma?... de .. mi... ¿alma?... -sonreí y exclamé con júbilo- ¡Espectacular!, sabrá entonces que no puedo morir...dígame ministra, ¿cómo se ve la fisura en ella?..

La otra Mortífaga se volteó en señal de alarma y tal vez yo si pude oír los pasos apresurados, quizás un trote furtivo que arremetía dentro de la mansión cuando ya se oyeron más cercanos. No pude advertir el rostro del atacante, pero sí alcancé a visualizar a un tipo con la luz en pleno rostro, tras alternar los flancos con la mirada- ¡Fenixianos!- exclamé la excitación en mi mente, quedando ciego tras un ardor que me hizo soltar una mueca de molestia ascendente.

Llevé las manos hacia la máscara sin soltar la varita y solo oí un desmadre de hechizos que no tenía pies ni cabeza. Intenté concentrarme en los últimos conocimientos que había aprendido de Asra Boswell, ni modo, el ardor era incesante. Fue entonces que utilicé el amuleto de curación para subsanar los daños que me había provocado el atacante y de pronto sentí la voz de Macnair; la bruja utilizó un detritus para intentar frenar un ataque que de todas maneras recibiría, sin embargo no fue difícil idear un salvaguarda mágica que me volvió intangible justo antes que una desconocida lograra realizar una marca de sangre...

...Empujé a Macnair hacia un costado cuando me percaté, en fracción de segundos, que la mujer que había intentado agredirme abría un portal y extendía su mano para agarrar a quien tuviese en frente...

>>...Tú y yo nos vamos...<<

Y así fui jalado hacia un fulgura nox que me llevó a parajes desconocidos, observando a medio andar y con la vista totalmente recuperada, a un desmadre que dejaría media mansión abajo...

 

OFF: Me reservo el derecho de silencio (?) ... al menos interactuamos. :*

[Jay Amaya Haughton]

Después de tantos años Ottery St. Catchpole había dado un cambio inimaginable; no solo Ottery pero el mundo mágico que se había mantenido una década por lo menos atrasada comparado con los muggles. Era raro caminar por las calles que se sentían tan familiares y tan extrañas a la misma vez. El sol ya se había escondido dando paso a la luna cual apenas alumbrabas las calles de Ottery, no que necesitara de la ayuda ya que siendo una criatura de la noche estaba en su habita natural.

 

Jay Amaya Haughton caminaba por las calles de Ottery St. Catchpole con confianza, vestía todo de negro incluyendo una capa cual la tapaba de ser reconocida. El regreso de la Haughton a Gran Bretaña había sido calculado; la susodicha había despertado después de una larga hibernación causada por una maldición. Obviamente con la perdida de tantos años habían despertado algo bastante negro en el corazón de la peligra, su objetivo principal con su regreso a Inglaterra era destruir al culpable de la separación que había tenido con su familia. Lo principal era regresar donde sus familiares. Extrañamente sus pies la llevaban en dirección contraria al castillo Myrddin donde esperaba ver al resto de sus seres querido.

 

Cuando había pasado por la Myrddin y encontró el lugar abandonado y solo el residuo de la magia que anteriormente se sentía tan potente solo migajas de lo que antes había sido. La Haughton no dejo que la melancolía dictara o la distrajeran de su objetivo. Jay concentro toda su poder en encontrar ese único vinculo que tenia con sus hijos para redirigirse en dirección opuesta a donde estaba. La dirección que sus pies la estaban llevando la dio a parar enfrente de la imponente Mansion Delacour. Jamas en todos los siglos que tenia en la tierra había puesto un pie en la Delacour pero eso iba a cambiar en solo un momento.

 

-Memi- escapo en un susurro de sus labios cuando se acerco mas las puertas de la mansion.

 

Sin pensarlo dos veces su mano se levanto y con seguridad la pelinegra toco esperando que la respuesta fuera rápida.

 

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[Valky]

Kaori aun no se sentía del todo segura como para volver a su apariencia real. Miró de forma reprobatoria a Nathan cuando este la llamo por su nombre, pero él pareció no notarlo y en todo caso poco importaba pues poco a poco la mansión había quedado desierta, en un estado lamentable pues luego del enfrentamiento gran parte de la primera planta estaba en ruinas.

 

—Creo que ya no estamos para estos trotes, quizá no debí convencerte de volver de la India…quizá debí quedarme contigo ahí —Dijo para luego dar un buen sorbo de la botella de cerveza que Weasley le había entregado.

 

En su mente la imagen de la mortifaga embarazada aun rondaba por su cabeza y es que no había podido evitar pensar en Memi, pero eso era imposible, debían ser tan solo imaginaciones suyas, su prima jamás se hubiera puesto en peligro en ese estado y si era así, ella había contribuido a que Scarlet le hiciera daño. No, debían ser tan solo imaginaciones suyas.

 

Aun se encontraban charlando mientras terminaban de tomarse la cerveza cuando un joven al que Kaori reconoció de inmediato. No podía responderle con sinceridad a la pregunta que le hacía. Dejó la botella casi vacía sobre la mesa y tomó la mano del Weasley, sin decir palabra alguna la pareja de magos desapareció del lugar.

 

Varios días después.

 

Cuando apareció en los terrenos de la Delacour, la pelinegra no se sorprendió al ver que la mansión seguía en ruinas. Últimamente los miembros de la familia no pasaban mucho por el lugar y aunque los elfos podrían reconstruirla, al parecer nadie les había pedido que lo hicieran. Pensó en Alec y en que fue el quien se quedó en la mansión cuando ella se fue y supuso que tendría cosas más importantes que hacer o quizá los del ministerio pidieron que no se tocará nada. Se froto las manos en un vano intento por entrar el calor, el clima cada vez estaba peor y la temperatura bajaba más día a día.

 

—Hola... ¿En qué te puedo ayudar? ¿A quién buscas? — Preguntó hacia la mujer que estaba de pie junto a la puerta. —Mi nombre es Kaori, soy prima de Lisa y Luca. ¿Y tú eres? —añadió sonriendo.

 

Mientras esperaba la respuesta de la desconocida Kaori buscó con la mirada a alguno de los elfos, ya que estaba ahí lo mejor era empezar a reconstruirlo todo.

[Leslie Ashryver PB]

http://i.imgur.com/7avKPzO.png

Alec ni siquiera sabia porque seguía en ese lugar, después de que aquellos magos que estaban en la cocina desaparecieran dejando solo el malfoy había subido al cuarto de su madre, la odiaba, nunca le había perdonado el hecho de que los abandonara pero a pesar de eso algo dentro suyo le impedía no seguir a la Delacour. Su sonrisa, su cabello rubio y sus ojos del mismo color que el suyo pero expresivos atormentaban al castaño todo el tiempo. No se había levantado de la cama desde que piso aquel lugar, aun el olor a hierbas y chocolate inundaba las sabanas y almohadas pero ya nada podía hacer para traerla de nuevo.

 

<<Se abran enterado ya que murió?>> pensó con el rostro fruncido.

 

Ni siquiera quería pensar en aquello porque le enojaba que prefiera tener a aquellos niños que defender su vida, que luchar por los hijos que estaban vivos fuera de ella, Alec observó una caja musical del escritorio y la lanzo contra la ventana rompiéndola. Estaba muy enojado con Alessandra por morir. La puerta de la habitación se abrió y pensó en hechizar a quien quiera que fuera, ni los elfos o algún Delacour había pisado el lugar y esperaba que siguiera así de tranquilo hasta que su dolor sanara pero era su elfo, Toto, el mismo que su madre le había dado a el y a Adam para que los cuidara.

 

-Que quieres?- le pregunto con malos modos.

 

-Disculpe amo pero hay dos mujeres afuera- le dijo la criatura completamente aterrada de que su amo lo matara o torturara como hacia con un par de muggles que había secuestrado hace poco y tenia en los sótanos de la mansión.

 

-Si vienen a pedir algo diles que se larguen....que nadie quiere ayudar en nada- le gruño al elfo por interrumpirlo.

 

La criatura hizo una reverencia y se marcho a darles la noticia que su amo le dijo.

 

 

 

 

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@@Jay Amaya Haughton

[Leslie Ashryver PB]

Leslie llevaba soñando con aquélla mansión al menos tres veces desde que cumplió los diez. Después de hacer una ardua investigación resultó que era el hogar de su hermana mayor, tenía entendido su nadie sabía donde estaba aunque por alguna extraña razón una vez había soñado con la rubia fallecida sola llena de sangre y de fondo el sonido de un bebé en llanto.

 

-No debe ser nada- de dijo la morena agitando su cabeza.

 

Su cabello negro está vez estaba rizado por lo que le daba un aire de menos edad, su altura era más baja del promedio cosa que le molestaba porque su hermano SJ menor que ella la estaba llegando. Suspiró y se concentró en observar el lugar, parecía que no había nadie por lo que animandose a abrir la reja ingresó al jardín de la mansión Delacour, el lugar parecía en escombros como si hubiera vivido una batalla hace bastante y seguido de eso lo hubieran abandonado, un sentimiento de pesar le llenó el pecho de angustia por el deterioró, Leslie no entendía aquéllo pero estaba hay para averiguar algo.

 

-Hola?- llamó tocando la puerta principal cuando llegó.

 

Apenas se alejó para observar mejor el ruido de una bisagra rechinar hizo que la niña prestará completamente atención a eso, estaba todos oscuro pero no sabía si había sido abierta por alguien que no quería salir o algún elfo muy tímido que sólo le abrió la puerta para que ingresará, no sabía pero sólo se limitó a ingresar rozando con sus dedos las paredes.

 

-Alguien?- llamó acercándose a una puerta abierta.

 

Todo estaba tan oscuro como el hall por lo que no reconoció que estaba en una biblioteca hasta que se estrelló contra una pila de libros raspandose las manos.

 

 

@@Valkyria Karkarov