• Una epidemia en Hogwarts •

[Lisette Ryddleturn]

LAGO

La bruja finalmente se había aparecido no por medios mágicos sino que había seguido el camino que su elfina le había dictado que todos habían tomado y el mismo que le habían informado a ella antes de partir

Lo que había escuchado por medio de algunos padres cuando les había ido a buscar, preocupada por el niño pequeño que la pelirroja se había llevado era que la situación en el castillo cada vez era mas severa

Y que a causa de esto, varios de ellos habían tratado de acudir pero no dejaban entrar a muchos de ellos, solamente unos cuántos especializados y algunos de los encargados en el departamento de salud del propio ministerio

Al menos la rubia sabía que iba a poder excusarse por su presencia en el colegio ya que tenía la obligación de asistir en caso de que todo aquello fuera resultado de algún accidente ocasionado por los alumnos en el interior del castillo

Con tantos niños y jóvenes no sería extraño que todo aquel asunto fuera por culpa de algún hechizo o alguna travesura que se hubiera salido de sus manos pero no podía estar segura

Así que era una buena excusa, a final de cuentas

-Xell... señores...

Saludó una vez que hubo llegado hasta el lago de Hogwarts y localizó a su otra compañera del departamento de accidentes y a la persona que llevaba al bebé de Hayame consigo

-Qué tenemos aquí?... alguna información de lo que sucede?

[Hayame Snape Potter Black]

Lago Negro

Mago Desconocido

El hombre se sacó al bebé por unos momentos de la túnica y se lo extendió a Xell Vladimir esperando que esta lo sostuviese mientras que nuevamente, su ropa echaba más humo que una locomotora recién encendida; empezó a maldecir por lo bajo y en un lenguaje que sabía bien que no debía utilizar pero lo había olvidado mientras que sacaba una vieja varita negra y empezaba a moverla por encima de sus ropas intentando apagar las llamas

El pequeño bebé que ahora más bien parecía una salamabra de fuego pareció despertar por unos momentos para usar una larga lengua y pasársela por un ojo, luego empezando a reír por lo que al parecer para el bebé, era una gracia extraña y curiosa

-Oh, por favor... eso no viene por mi parte, eso es seguro -gruñó bastante molesto aquel hombre para luego, voltear a ver a la rubia y mostrar por entre la sombra de su capucha lo que se lucía como una sonrisa cínica y fastidiada -y el premio a la llegada más tarde, es para la señorita Ryddleturn. Deberíamos descontarle ello de la cuenta de su paga, no le parece?

Se cruzó de brazos y mentalmente se negó a cargar a aquel pequeño bebé lagarto por los proximos minutos, esperando a que se calmara en los brazos de la Vladimir... y que si tenía que quemar más ropa el niño, ya no fuese la suya

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

[Lisette Ryddleturn]

LAGO

la bruja dejó salir un fuerte suspiro de paciencia mientras levantaba la mirada a los cielos oscuros que en esos momentos cubrían a Hogwarts debido a la hora de madrugada en la que se encontraban

Se lamentaba en esos momentos de no ser uno de los tantos niños que habían estado un rato antes en el gran comedor disfrutando de la comida que les daban, extrañaba mucho la mesa de Ravenclaw y todas las delicias que aquella casa siempre les ofrecía

En especial en el lado intelectual, quizás Lisette no era un genio en medio de tantos magos y brujas talentosos pero adoraba estudiar y podía quedarse muchas horas embebida en toda la cantidad de libros que tenía la enorme biblioteca escolar

Por unos momentos pensó que el hombre le daría el bebé pero en lugar de eso se lo dió a Xell y en cuanto a ella se refería, empezó a burlarse por no haber llegado desde antes

-Eres muy amable, en verdad a veces me impresiono de tu gran labia y empatía para con las personas

Dijo con un pequeño tono frío que no le era natural a ella pero no lo pensaba demasiado, ahora estaba preocupada del pequeño lagarto que Xell sostenía en brazos

Se acercó y le tocó la pequeña cabecita y frunció el ceño porque no tenía lógica que un pequeño bebé humano o mitad vampiro ahora fuera lo que parecía ser una salamandra

-Cómo pasó esto?

[Aaron Black Yaxley]

Samantha Prince con Catherine Frost.

 

De camino a Gran Salón. ¡Un hombre lobo suelto!

 

La chica se encogió de hombros, ¿qué si podían haber hombres lobos? ¡claro!, era un contagio de caracteres de criaturas mágicas a todas luces, pensó. Otro estruendo le hizo dar un respingo nervioso, casi al mismo tiempo que el estornudo de Cat; la hufflepuff mencionó algo de hablar con su tía, por lo que Samantha dedujo que la misma tenía algún empleo en Hogwarts; de pronto y a lo lejos, un par de alumnos trastabillaron en la bajada de una escalera para seguir alejándose a gran velocidad ¡como si escaparan de algo!, y así era, pues otra silueta la cual Prince no pudo distinguir cayó de un brinco sobre el pilote donde comenzaba la baranda de aquella escalinata, aulló a la nada y siguió impulso con manos y pies a los chicos que se perdieron en un pasillo del fondo.

 

-Vi...¿viste eso?- tartamudeó al fin la chica al cabo de unos diez segundos en que ambas parecieron guardar silencio, paralizadas de miedo por lo que acababan de apreciar, ¡sí habían críos con aspiraciones de licantropía!- creo que aquí dentro ya no es seguro Cat...un demiguise, sí ¡sí! lo que tú digas...yo...éste...-las piernas le parecían le temblaban, ella solo quería echarse a llorar, quería ir a casa. El jalo de su brazo le hizo volver a tomar razón y con ello salió corriendo tras la bruja Frost.

 

Randy casi había pasado a segundo plano, pues Samantha Prince no era de aquellas envalentonadas en espiar lo que sucedía ante problemas como éste, ¡es más!, apenas supo de la elección del nuevo ministro y la guerra latente que se vivía, hizo show antes de querer volver al colegio de magia y hechicería. Solo le había convencido la idea de poder presenciar la ceremonia del sombrero seleccionador, ¡cuestión que amaba!, pero ni eso había logrado ver éste año.

 

-Yo...-estornudó también, ¿sería algún síntoma de contagio?, sin perjuicio de que la chica era un tanto hipocondríaca. Volvió a estornudar y se refregó la nariz con delicadeza- creo que es mejor salir del castillo, se supone que ya no hay nadie en el gran salón

 

@@Darla Potter Black y quien quiera unirse

[Edmund Browsler]

Las puertas principales del castillo estaban abiertas, pues aún era de día, así que Edmund las atravesó a toda marcha.

 

Casi dos décadas jugando al quidditch de manera profesional y siendo un maestre de escobas, le habían concedido unas habilidades únicas sobre las mismas. Browsler se movía por el castillo se manera ágil y segura, y a pesar de que nunca había jugado como buscador en toda su vida, tenía una vista muy buena y un sentido agudo que le ayudaba en todo momento cuando volaba. Así era como evitaba estrellarse contra las columnas, escaleras móviles, vigas y candelabros de techo del Colegio de Magia y Hechicería, pues iba a una velocidad muy alta en aras de encontrar a su hijo único.

 

- ¡Charlie! -gritaba a todo pulmón mientras sus ojos se movían en todas direcciones.

 

Y entonces, escuchó la bulla del tumulto.

 

El mago aceleró y observó como un grupo de estudiantes intentaba detener a su hijo utilizando utilizando encantamiento de ataduras, siendo reprendido por un grupo de magos más adultos que no identificaba desde arriba. Uno de los estudiantes logró sujetar uno de los tobillos de Charles, pero a la velocidad que este giraba, lo que logró fue ser elevado un par de metros del suelo y luego caer con un golpe seco mientras el joven Browsler seguía volando por los aires, intacto.

 

- ¡Charlie! -gritó de nuevo y acercó, mientras ideaba una forma de hacerle bajar.

 

De pronto había sido hechizado.

 

- ¡Finite incantatem!

 

Conjuró, sin efecto alguno. Su hijo no había sido hechizado, ¿entonces que sucedía?

 

- ¡Petrificus totalus! -exclamó, petrificando el cuerpo de su hijo, el cual continuaba girando en el aire a pesar de la petrificación. "Vamos, Edmund, piensa" pero recordaba que algunos conjuros o hechizos no se le daban tan bien. Tenía que haber prestado más atención en clase de encantamientos.

 

Y luego se le ocurrió.

 

- ¡Inmobulus!

 

El encantamiento funcionó. Su hijo había quedado inmovilizado en el aire con los brazos abiertos, pero por lo menos ya no giraba como un... ¡Sí, como un billywig! Eso era lo que había estado pensando durante todo el tiempo, que aquella forma de volar se le había hecho muy conocida. A toda marcha el mago se acercó a su hijo en la escoba voladora y lo cogió entre sus brazos. Lo primero que hizo fue examinarlo de pies a cabeza y notó que tenía una lesión en la cabeza. Edmund se colgó su amuleto de curación y posó las palmas de sus manos sobre la cabeza de su hijo para poder sanarle aquella herida.

 

Poco a poco, el joven mago fue abriendo los ojos.

 

- ¿Charlie? ¿Estás bien?

[Hayame Snape Potter Black]

Lago Negro

Mago Desconocido

El mago se quedó mirando a la rubia que tenía delante y que para su sorpresa, le estaba devolviendo el reclamo y empezaba a cuestionarlos del estado del bebé que ahora tenía la Vladimir

El mago hizo una mueca debajo de las telas que lo cubrían, no sabía si admirarle a aquella muchachita su descaradez ante la recriminación que le había empujado debido al tiempo de su tardanza... o si tomar la varita y hacerle ver lo que pasaba cuando le empujaban más allá del bueno humor que evidentemente, él no solía tener.

Al final decidió que había demasiados magos y brujas con demasiada tensión en aquellos momentos en el campus, como para tentar a su fortuna

El cuerpo que tenía gastaba demasiada magia y energías y si se sobrepasaba...

Giró su varita con molestia y volvió a guardarla en aquella pesada túnica negra, reacomodando el peso del cuerpo en un lado y emitió un gruñido bajo; la pequeña salamandra en los brazos de Xell Vladimir comenzó a removerse, empezando dejar escapar chillidos incómodos puesto que estaba sintiendo frio y como a cualquier bebé, el frio no le gustaba y más ahora que lo sentía intensamente

-No lo sé, digámelo usted señorita Ryddleturn, que parece saberlo todos en estos momentos -se burló la voz del hombre que pareció cruzarse de brazos por debajo de la capa -estaba bien hasta que llegamos a Hogwarts y de repente, pareció haber recibido una maldición, cosa que le aseguro... no sucedió

Espeto en un tono muy bajo y peligroso, los ojos destellando en la oscuridad de su capucha

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

[Darla G Dumbledore]

Darla encontrándose con las puertas abiertas de Hogwarts

 

Las dos brujas se habían apurado a llegar a las puertas del colegio de magia, Kimberly seguía observando en el espejo en busca de su sobrina pero sin éxito. Darla había distinguido a un grupo que estaba ya a las puertas del colegio. Desde allí podían observar parte del lago en la penumbra, parecía haber sombras en el lugar. La verdad es que estaba desorientada, no sabía a dónde acudir, pero si Kim pensaba que su sobrina estaba en el interior, era lo mejor. Ella había pasado una gran parte de su vida acompañada de tejones aunque su casa era la de Ravenclaw, así que había dicho a la Black que seguramente su sobrina estaba a salvo en las habitaciones redondas junto a la cocina del colegio.

 

--Mira --dijo señalando a los que abrian las puertas del Hogwarts, --ya están entrando --¿y eso era bueno? se preguntó cuando un grito o más bien un aullido recorrió el lugar, varios chicos chillaban, volvieron a correr, el espectáculo era de lo más variopinto.

 

Catherine Frost llegando al Gran Salón con Samantha y el lobo

 

--¡Un licántropo! --chilló Cat esta vez perdiendo la compostura, en su familia siempre habían temido a las leyendas relacionadas con las lunas llenas y los hombres lobos, hasta habían estudiado las leyendas de otros países, relacionados con los séptimos hijos varón de algunas familias, malditas.

 

Tomó el brazo de Samantha una vez más y volvió a jalarla, tenía razón que allí dentro no estaban seguros, pero ¿dónde lo estaban? El aullido se escuchó junto con varios estruendos, el ruido de la puerta, los gritos de los jóvenes, voces que lanzaban hechizos. Cat apretó fuerte su varita, tras ella Samantha estornudaba y se planteaba sobre el estornudo. Cat se estremeció y recordó, algunos habían estornudado en la enfermería.

 

--Si es un signo del contagio en cualquier momentos nos transformaremos en ¿qué? --se detuvo en seco, un niño volaba a unos metros, desde el ala izquierda les llegaba los aullidos de un hombre lobo, Samanta y ella acaban de estornudar, el mago aplicó varias hechizos sobre el joven volador, ignorandalas.

 

 

--Akl menos no llamamos la atención --dijo Cat viendo como llegaba más gente y de pronto un aullido, más cercano ahora, le erizo los cabellos, giró y observó hacia las escaleras que habían girado cambiando su disposición.

 

--Un loo lobo --jadeó trastabillando y tratando de sostenerse de Samantha al girar tan abrúptamente, un nuevo aullido y dos segundos después caía sentada arrastrando con ella a Samantha, el lobo pegó un salto y se detuvo a cinco metros de ellas.

 

--¡Incarcerus! --gritó cuando el lobo estaba aún obervándolas tras sus amarillos ojos. Una de las sogas le erro y pasó por sobre la cabeza de la criatura, otra soga ató sus brazos al cuero y la última ató sus piernas a la altura de los muslos. ¿Sería bastante gruesas las cuerdas? ¿resistirían?

 

@

[Kiyotaka Ayanokouji]

Sherlock Holmes, un viejo mago xd: En el lago de Hogwarts, con el calamar junto a sagitas, hayame, etc.

 

Cuando fue la ultima vez que un hombre salio de su templo de estudios pensando que seria la ultima vez que volveria?... esa idea cruzo por la mente del mago cuando se disponia a caminar por los alrededores de aquel gran lado... detras de el se encontraba ese imponente castillo... ya hace mas de 20 años que el mago tomo su ultimo curso ahi y una sonrisa se formo en su rostro al recordar como su maestra los habia cambiado de sexo... de milagro ese dia no lo expulsaron...

 

--Hum... Me pareció sentir la presencia de Hermana Sagitas... esa vieja bruja ahora a quien estará cazando para su estofado.--

 

Decía el mago mientras continuaba caminando al rededor del lago, la intención original era el ir al castillo ignorando por completo lo que sucedía ahí dentro, el mago sencillamente quería "recordar viejos momentos", pero mas adelante vio lo que parecía ser una niña ( @ ?) siendo acosada por un mago desconocido en capucha oscura (@@Hayame Snape Potter Black) y sin dudarlo ni un segundo, el mago saco su vieja varita de su abrigo y comenzó a cambiar de rumbo hacia ella.

 

--Todo esta en orden?.--

 

Decía el mago ocultando una parte de rostro con el cuello de su abrigo y otra parte con la vicera de su sombrero, pero con la varita en la mano derecha visible perfectamente, escondiendo así la 2da varita en la mano izquierda debajo del abrigo

[Hayame Snape Potter Black]

Lago Negro

Mago Desconocido

Aquel mago continuaba esperando alguna respuesta por parte de la rubia que en verdad lucía entre molesta y preocupada por las preguntas que le hacía el hombre, el cuál continuaba viéndola con un dejo fastidiado y de satisfacción; quizás su rostro no se vislumbraba por debajo de la capucha pero definitivamente sus ojos sí que brillaban con el reflejo de sus emociones, que parecían encenderse un poco más cada que veían a la muchachita molesta o irritada por no responderle lo que quería

El bebé en los brazos de la Vladimir y que ahora tenía el aspecto de una salamandra de fuego dejó escapar un nuevo estornudo donde varias chispas amarillas se vieron y comenzó a revolverse en los brazos de la jovencita llamada Xell; claro que el niño estaba más cómodo con la mujer, él nunca había sido bueno con los niños y nunca se había imaginado realmente teniendo uno... o al menos lo que recordaba con aquellas memorias que le resultaban bastante frustrantes

Dejó escapar un fuerte resoplido pero entonces, algo más captó su atención y una ceja oculta se alzó al ver al hombre recién llegado:

Definitivamente debía de ser alguien nuevo, porque si no, sabría que si estaban Xell Vladimir y Lisette Ryddleturn juntas con aquel hombre, era porque por supuesto, tenían que ser amigos o familia; al menos desde que hubiese despertado, se había dado cuenta de que aquellas personas no solían sentirse tan cómodas si no sabían que podían confiar en la persona que tenían justo a un lado

Y con la situación de la guerra como estaba, no era para menos

-Todo en orden si a eso se le consideran los gritos que se escuchan desde el colegio -respondió la voz gruesa del hombre, apretando con cuidado la varita por debajo de su gruesa capa negra y sin dejar de ver al recién llegado con precaución y quizás, con un timbre de sorna -y con usted, señor...?

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

[Kiyotaka Ayanokouji]

La edad y la experiencia no pasaban de envalde para el mago... Había vivido tanto en esa comunidad que sabía cuándo alguien le mentía en la cara y cuando alguien había practicado magia recientemente en ese sitio...

 

-oh lo siento... No te preguntaba a ti rarito... (@@Hayame Snape Potter Black) le preguntaba a la rubia... Además si fueras de por aquí, no te sorprenderían esos gritos debido a los comunes que son...

 

Dicho eso alzó su varita que se encontraba en la mano derecha apuntando directamente así rostro... Un movimiento en falso y la situación se tornaria aún más peligrosa...

 

--te lo voy a preguntar solo una vez... Quien eres y qué es lo que buscás con esa niña?--