Museo Mágico de Londres

[Agnes Lynn]

Agnes Lynn

Uno de los consejos que su madre le dio cuando dejó su pueblo natal para ir a Hogwarts fue que no debía confiar en las personas hasta que las conociera de fondo. Apariencias, escuchó más de una vez a su madre decir, las apariencias pueden ser engañosas. Es una de las cosas que más tiene presente cuando conoce a alguien nuevo. No que alguien pueda estarle mintiendo u ocultando algo -todavía no es tan paranoica, pero intenta recordar que sobre todo, las personas son multifacéticas y cambiantes, y lo que puede ver a primer contacto no es siempre la realidad.

Escuchando a Rory hablar, tiene la idea de que este no es el caso con el hombre. Entre más escucha sus ideas, más se convence de que el hombre está siendo completamente honesto con ella en todo momento. Es el idealismo y optimismo que no pueden fingirse, que la hacen confiar en él aunque aún sea un desconocido.

— Creo que entiendo su punto, — comienza. — Acerca de la, digamos, recontextualización de estos objetos como fuentes de poder que llevaron a un imperio a la gloria. Honestamente no creo que la solución a eso sea el ampliar el transfondo de este casco, o de los demás objetos aquí expuestos, es mucho más complicado que eso. Sí, estos objetos brindaron un poder inmensurable a quienes los portaban, pero cuando hablamos de ellos, son inseparables de quienes los llevaban puestos. Las personas son la historia. El imperio romano cayó hace más de un milenio, y aún conocemos sus leyendas, la gente aún se siente atraída por ellas. Ese mismo es el propósito de estos mitos, el dar esperanza a la gente en tiempos oscuros.

Mira a su alrededor, a la gente que observa los objetos detrás de los cristales con diferentes grados de emoción e interés. Ahora que Rory lo ha mencionado, pone atención a los portales junto a cada objeto. Desde donde se encuentra, no distingue más que sombras y objetos que se mueven del otro lado.

— Creo que eso es justo lo que se encuentra en esos portales. Contexto. Al menos, eso espero, algo que pueda ayudarnos a entender no sólo por qué fueron estas cosas creadas, sino cómo es que algunas parecen siempre estar rodeadas de tragedia.

Con una última sonrisa hacia Rory, camina hasta quedar frente al portal, voltea la vista hacia el ministro y apunta hacia el portal con la cabeza, invitándolo a entrar. Da un paso hacia adelante y a su alrededor, el museo y todos sus ocupantes dejan de existir.

El cambio de temperatura es inmediato, el aire frío de otoño da paso a una humedad que le indica no está muy lejos de el mar. Frente a ella, se encuentran unas ruinas que no le son extrañas para nada. El coliseo romano en todo su esplendor. Quitándose la gabardina para evitar abochornarse, espera a que Rory la alcance.

@ Rory Despard

[Thoth]

Lycan seguía discutiendo con su tío sobre aquella civilización, a este no le importaba si las mismas ratas y escorias vistiaban ese lugar, igual este no era el propietario, no obstante, algo estaba seguro y era que el Regente simplemente les ignoraría, asumiendo que ni estaban en ese lugar, porque si algo era seguro es que cuando el mago no deseaba hablar, interactuar o simplemente darse por enterado de su presencia, este simplemente hacía que ni existía, y ya varios de la comunidad de los gringos, italianos, ingleses ya tenía esa categoría, por ende, su existencia ni valía la pena de porque preocuparse por ellos.

En consecuencia, el mago tenebroso no le importo lo que pudiera conversar o si este le atacaba, igual tenía suficiente poder como para ignorar sus ataques, destellos de conversación o simplemente se encontraba allí para esperar a ver si por un obra de los dioses su pareja se atrevía a venir, o bien seguir disfrutando de esas obras y piezas de exhibición, las cuales no eran la gran cosa, pero le servía para matar el tiempo, y eso solo le basta por ahora, por ende no tenía el agrado de hablar si no lo deseaba, a pesar que existiera opiniones encontrada para ello.

[toji]

Fushiguro, Toji.

Heredero del Clan Zenin.

—Oh desde luego señorita Malfoy— apresuró marcando un poco de acento. —Pero de eso hace ya mucho tiempo, apenas lo recuerdo vagamente…— finalizó el exZenin. Toji había elegido mal la reacción al escuchar el apellido de su amigo. Poco hablaba éste de su familia y para Fushiguro eso nunca había resultado un problema, sobretodo desde el día en que el Malfoy dejó claro que su familia era complicada y desde luego Toji respetaba los deseos que su amigo le había compartido. En ese momento el chaman decidió que esperaría a que Tazz le presentara a su familia.

A todo esto, el mago amigo de la Malfoy, que se les había incorporado hace escasos minutos se dispuso a irse con la misma rapidez con la que había llegado. Era pelicular cuanto menos, a Fushiguro no dejaban de sorprenderle los occidentes, con sus idas y venidas y andar siempre corriendo, inquietos. No era como se había educado Toji en el seno del clan que lo vio nacer, crecer y que lo adiestró enseñándole técnicas únicas para luchar con la magia demoniaca, con los propios demonios. Esa era la motivación por la cual esta exposición le atraía expresamente, porque le conectaba directamente con sus ancestros. 

—Deberíamos alcanzar a su amigo, señorita Malfoy— apresuró Fushiguro en tono divertido. —Creo que él al igual que nosotros quiere empezar la vista por la galería de la cultura japonesa— añadió mientras adelantaba el paso hacia el portal que les conduciría hasta las ruinas. —Estaría bien cruzar el portal que corresponde para poder iniciar la visita. 

Aún recordaba cuando de pequeño le contaban las leyendas de los cuatro guardianes que se erguían desde los puntos cardinales, enérgicos, poderosos y benevolentes. En su aldea, durante el año Toji dejaba ofrendas en el altar de Genbu, el guardián del norte y que representa el invierno y que es también la estación favorita del chaman. Cada mañana antes de ir a entrenar el joven Toji se pasaba por el tempo de Genbu para dejarle una ofrenda. 

 

@ noe_snape

[Noeline Malfoy McFarlan]

Aquel mago japonés había evitado la pregunta que le había planteado, al parecer lo había hecho de manera inensional, por el momento lo quedaba más opción que aceptar su palabra en cuanto a qué no había tenido ningún problema con el supuesto familiar. 

—¿Amigo?— se detuvo al escuchar el comentario, pero recordando que de aquel mago no sabía prácticamente nada moderó el tono. Aunque sea del belga conocía parte de sus antecedentes, con todo lo insoportable que era sabía que resultaba confiable. —Solo somos colegas, recientemente nos conocimos. Todavía no le daría el título de amigo.— el comentario sobre el belga, además resultaba una declaración de intensiones, Noeline no solía permitir que cualquiera se tomará confianzas con ella, menos un desconocido. 

Con paso decidido atravesaron el umbral mágico que correspondía a la exhibición japonesa. Al cruzarla se encontraron delante de un antiguo templo japonés. En sus expediciones nunca se había acercado al lado oriental del planeta, así que aquello le resultaba nuevo. Más adelante Dubois parecía maravillado con lo que veían sus ojos. Cuando, en seguida, volvió en sí regresó a donde ambos estaban. 

—¡Es maravilloso! ¿No les parece? De la cultura japonesa en realidad sé muy poco. En la casa había un par de réplicas del periodo Edo. Papá también tenía una taza que le encantaba, de La gran ola. Salpicaba un poco. Siempre la solía tener en su escritorio. Hasta que...— el rubio se puso un poco nervioso y desviaba la miada —bueno... yo era muy pequeño y estaba jugando... entenderán. Nunca lo he visto realmente enojado, sólo ese día. Emh, señor... lo siento, creo que olvidé su nombre.— comentó llevándose la mano a la cabeza y desordenandose los cabellos en espera de una respuesta. —¿Usted conoce algo de lo que hay aquí expuesto?

 

@ Tazz Malfoy

[toji]

Fushiguro, Toji.

Heredero repudiado del clan Zenin. 

Finalmente llegaron al otro lado del portal, para su sorpresa la ruinas que habían escogido para visitar eran las del templo del guardián del este. Dicho tempo guardaba la estatua del gran dragón azura, o dragón azul, Seiryû. El portal los había trasladado a la antigua Kyoto, en donde se alzaba majestuoso el templo Kiyomizudera al este de la ciudad. Al atravesarlo, el chico con acento francés Belmont, colega de la Malfoy comentó lo poco que conocía sobre a cultura oriental y que lo poco qué si sabía eran pinceladas procedentes de los típicos cuadros famosillos y los típicos suvenires que te regalan familiares o amigos cuando visitan el país del sol naciente. Fushiguro, quien había tenido que huir de su hogar cuando apenas tenia 12 años aproximadamente y por problemas dentro de su clan y de tipo político. A pesar de ello sabía lo que los mayores le iban trasmitiendo a través de cuentos y leyendas, a través de estudios y a través de la propia curiosidad de Toji. 

—En realidad llevo muchos años fuera del país en donde nací y poco lo he visitado después de salir de el— respondió en toco suave la pregunta del amigo de la pelirroja. —Pero, desde pequeños en el pueblo en donde nací las historias se pasan de mayores a menores, de abuelos a padres y de padres a hijos… — prosiguió mientras caminaban por las ruinas del templo del dragón azura. —Por ejemplo, se dice que hay cuatro bestias divinas protectoras situadas cada una en un punto cardinal— añadió manteniendo el mismo tono agradable que antes, tomó un respiro y continuó. —… en el sur, representado por un ave fénix está Suzaku y cuyo elemento es el fuego y al mismo tiempo es la representación del elemento y la manifestación del verano. En el norte, descansa Genbu el guardián del norte y la manifestación de la tierra y el invierno…— hizo una pausa para sopesar si podía continuar con aquella explicación. —este es mi guardián, y su apariencia es la de una tortuga y una serpiente que envuelve el cuerpo de la tortuga. Desde que tengo uso de razón siempre me ha gustado ir más veces al tempo de Genbu— Finalizó. No tenía muy claro el porque estaba contando esas cosas a aquellos desconocidos, sobre todo al belga, ya que, aunque no conocía oficialmente a la pelirroja si que sabía perfectamente quien era, la hermana de su mejor amigo Tazz. 

Mantuvo durante unos el silencio pensativo y dubitativo de si seguir o no con la leyenda de los guardianes del cielo, los cuatro dioses de los puntos cardinales. —Espero no estaros aburriendo— finalmente dijo para romper el silencio. —Aunque es extraño, cuando decidí venir a ver esta exposición me pensaba que alguien más cualificado que yo nos explicaría cosas sobre estas ruinas… — añadió dibujando apenas una mueca que simulaba ser una sonrisa.

@ noe_snape

[Cillian Haughton]

Negó.

La chica a quien estaba guiando en ese momento en la exhibición parecía haberse quedado muda ya que no respondió a su propuesta. Se separó un poco del portal y justo en ese momento Ashley paso por el lugar, al parecer ella también esperaba a Ludwig a quien él no había visto en todo lo que iba de la noche. ¿Qué estaría pasando? Estaba seguro de que no le había pasado algo malo, simplemente estaba hasta el tope de responsabilidades que lo tenían bastante ocupado.

— Creo que no vendrá esta noche... —realizó un pequeño gesto de negación ya que se sentía un poco culpable de ese distanciamiento aunque tuviera todo el sentido del mundo—. O por lo menos yo no lo he visto y no he tenido oportunidad de hablar con él antes de venir aquí, he estado un poco ocupado.

Se dirigió una vez más a Viana, esperando que le diera una respuesta y al mismo tiempo invitó a Ashley a que los acompañara, si no querían atravesar uno de los portales para adentrarse en la historia de aquellas exhibiciones igual podían seguir observando las esculturas en el Museo ya que aún había demasiado por ver. Se acercó un poco más Ashley y le dio un abrazo.

— ¿Crees que debería llamarlo?

@ Jessie Black Lestrange  @ Ashley Emily Black Lestrange M.

[Ludwig Malfoy]

Ludwig Malfoy
 

Había permanecido bastante tiempo ocupado a causa de la epidemia que se había desatado en todo el mundo, afortunada y finalmente parecía que todo había vuelto a la normalidad pues los tratamientos y medidas implementadas por sus amigos y colaboradores Luna, Ela, Tazz y demás finalmente habían dado resultado, las vacunas implementadas se habían comenzado a distribuir por todo el mundo mágico y ahora la gente infectada iba disminuyendo.

Lamentablemente para el rubio había finalizado una época de trabajo arduo en el hospital de la inocencia y ahora podía darse el lujo de descansar un poco y divertirse, fue de tal manera que recordó que tenía una invitación a la inauguración del museo de Londres donde sus compañeros y amigos de la Trifuerza habían puesto una exposición, también recordó que sus hijos y su prometido estarían ahí así que no quería dejarlos esperando mucho tiempo. Se apresuró y acudió a la entrada del lugar.

Al llegar se impresionó al ver la gran cantidad de decoraciones y rarezas que Alyssa y compañía habían conseguido, estaba maravillado y quería ver todas las exposiciones pero primero deseaba encontrarse con su prometido pues seguramente ya estaba preguntando por el, fue así que caminando se encontró a Noe quien estaba platicando con un mago cuyas facciones parecían ser orientales – hola hija – dijo a la Malfoy – disculpa la tardanza, veo que estás un poco ocupada ¿Quién es el caballero que te acompaña? – dijo refiriéndose a Fushiguro mirándolo de pies a cabeza, no quería sonar como un padre sobreprotector pero le interesaba saber con que clase de personas se juntaban sus hijos – mucho gusto señor, mi nombre es Ludwig Malfoy, el padre de Noe – extendió la mano y esperó la respuesta del susodicho.

 

@ Tazz Malfoy  @ noe_snape

[Rory Despard]

Es cuando la escucha que por fin entiende, que mientras él ha estado pensando todo el tiempo en personas individuales y la clase de "mal ejemplo" que esos objetos pueden despertar, sembrando egoísmo y ambición, Agnes es capaz de ir más allá, de ver esas piezas comos las partes de una herramienta más sofisticada y compleja y que solo al completarse, muestra su real función, que es la de generar esperanza como solo un mito puede conseguirlo.

El poder último de obtener una victoria sobre la muerte, es algo que a lo largo del tiempo, muchos han procurado de diferentes maneras. Ese poder que puede fascinar, y seducir personas a lo largo de generaciones, pero que no deja de ser, en última instancia, el reflejo de aquel imperecedero deseo de la humanidad de trascender a sus cortas vidas. 

¿De emular a Dios? El pensamiento lleva a Rory a persignarse, pues de algún modo siente que está asomándose al sacrilegio al pensar en todas cosas, y al querer seguir esa conversación con Agnes.

Pero no puede evitarlo. Se sabe observado, y que debería estar formando parte de la comitiva de bienvenida al evento o tomándose fotos con todos esos funcionarios italianos, más no son esos actos lo que realmente alimentan su espíritu; al contrario, en cada uno de esos comportamientos hay una superficialidad que lastima y siente deshonrosa, pues es esa parte de Ottery con la que nunca termina de reconciliarse. Esa que incluso tratándose de acciones nobles, no sale de su burbuja y no parece querer (o poder) ver la profunda y admirable obra de Dios en la magia y en cada componente del mundo.

No duda más entonces, de que no habrá mayor problema con ausentarse, pues Whisper encontrará la forma de conducir esa parte diplomática de forma excelente, y sigue a Lynn en silencio, hacia el otro lado del portal. 

El ambiente a dónde van a parar no puede ser más distinto al del museo, pues están al aire libre, bajo un cielo límpido y azul,  y un sol que de inmediato lo obliga, pese a su timidez, a quitarse  el suéter que lleva encima. Se siente ligeramente avergonzado de la palidez de sus extremidades, algo que en otros tiempos no poseía al trabajar largas jornadas al sol, pero agradece que su acompañante está más concentrada observando todo aquel escenario que fijándose en su pudoroso comportamiento.

La estructura es inmensa, y Rory contiene el aliento impresionado por esa arquitectura, observando de un lado hacia otro hasta que la presión que empieza a sentir  en su pecho lo arranca de la contemplación y agudizando sus sentidos, nota el rastro, igual de enorme que la edificación, de presencias espirituales, que aunque no puede ver en formas concretas, son fácilmente percibidas por sus sentidos, y que incluso, parecen estar susurrándole en los oídos historias sobre sus vidas y sus muertes.

— Muerte y espectáculo ¿Es a esa clase de tragedia a la que se refería?- mientras da unos pocos pasos por el lugar, la mente del predicador vuelve al recuerdo de los objetos que han visto en la exhibición-  Incontables cristianos y muchos otros perdieron la vida aquí en esos juegos que tenían. Juegos donde la magia también se hacía presente- inclinándose sobre el suelo,  Rory tomó un puñado de la tierra y dejó que esta se escuerriera  lentamente entre sus dedos-  Si esos objetos que vimos se originaron aquí, es claro el uso que tenían ¿No? Era Roma una sociedad guerrera a pesar de todo, y luchaban aquí por mostrar su valía y su poder, y la magia contribuía a hacer todo más atrayente, desde un enfrentamiento entre gladiadores a uno con bestias salvajes. 

La explicación se vio detenida de improviso por el fuerte sonido de cascos de caballos, galopando a toda velocidad. En un acto reflejo, sin detenerse a pensar que quizá todo eso era simple montaje, Rory tiró de la mano de Agnes, pegándose a las graderías, buscando evitar ser golpeados por una hilera de carros de batalla. 

— En verdad, se han esforzado por hacer esto muy realista ¿No?- comenta Rory en un tono que intenta ser ligero pero que transparenta su preocupación...ya que todos esos espíritus no están diciéndole nada bueno...

@ Scavenger Weatherwax

 

[Agnes Lynn]

Agnes Lynn

No se gira cuando escucha a Rory cruzar el portal, enfocada en el cielo azul y el contraste que causa contra lo blanquecino del coliseo. Cuando al fin regresa la mirada al hombre, puede ver el mismo asombro reflejado en sus facciones.

Más que la infraestructura, puede verlo reaccionando a su alrededor, como si al pasar la mirada por el campo vacío pudiese ver una imagen distinta a ella. No duda que ese sea el caso, los sacerdotes se enfocan en energía, puede imaginar el tipo de energía que un lugar como el coliseo puede inspirar.

Lo escucha hablar de las peleas que tomaron lugar en el recinto, de lo sangrientas que eran. — Muerte, espectáculo y alivio. Sí.  No había mucha diferencia aquí entre muggles y magos. No la hay todavía. Ambos sangramos igual. Me imagino que el instinto es el mismo por el cuál los franceses hacían sus ejecuciones públicas, es una manera de demostrar poder y ejercer tu autoridad al mismo tiempo.

Si fuese una mejor persona, se sentiría mal por todos aquellos que perdieron la vida en lugares como ese, pero su empatía no se extiende a través del tiempo, ni su indignación se manifiesta por desconocidos. No puede cambiar la historia, no de una manera en que importe. Lo único que puede hacer es entenderla, mirarla sin juicio y sin pena.

No tiene idea de cómo articular esto a Rory, quien en el rato que ha pasado con ella ha expresado sus ideales y sus esperanzas, sin sonar insensata, así que opta por no decir nada aún.

Un galopeo la salva de tener que decir algo, y antes de que pueda reaccionar, Rory la jala contra un muro, quitándola del paso de … ¿un carruaje?

— No estoy muy segura de que sea algún tipo de recreación. — dice después de escuchar al Despard. Cierra los ojos un segundo, intentando recordar el mensaje en la placa del casco, y si ha mencionado algo acerca de las circunstancias de a dónde irían. — Los portales nos llevan a lugares donde podemos apreciar el funcionamiento de estos objetos, ¿verdad? Me pregunto qué tan realista es la experiencia.

» El carruaje parece haberse adentrado al coliseo mismo. — continúa después de un par de segundos. No sabe qué tan preocupada debería de estar, no cree que en una exposición pública haya portales a lugares realmente peligrosos. Pero no puede evitar sentirse curiosa. — ¿Qué le parece, Rory, deberíamos ir a investigar?

Sin esperar respuesta del hombre, empieza su camino hacia el coliseo, su varita firme en la mano derecha.

@ Rory Despard

[Cillian Haughton]

¿Y ahora qué? No había obtenido respuesta alguna de sus dos acompañantes así que simplemente se dedico a dar un vistazo a su alrededor. Un poco más allá de donde se encontraba pudo observar que Noe se encontraba un par de metros más allá. ¿Qué debía hacer? Si bien sabía que no tenía que ser descortés con las personas en las que se encontraba en ese momento, Ashley incluida entre ellas, lo cierto es que estas tenían ya bastante tiempo encerradas en sus propios pensamientos.

- Entonces, ¿seguimos dando una vuelta por las exhibiciones? -aquella noche había bastantes cosas que ver en el museo y sin duda a Cillian le encantaría el que todos los asistentes lograran apreciar todo lo que habían preparado para ellos.

Un par de segundos después pudo notar que Ludwig había llegado por fin al evento. En su camino se había encontrado con Noe por lo cual se había detenido a tener una charla tanto con ellos como sus acompañantes. En ese momento decidió que quizá lo mejor era acercarse a ellos, extrañaba a su prometido y aunque sabía que tenía que estar atento a los asistentes quería por lo menos saludarlos.

Así que informó tanto a Ashley como a Viana que volvería en un momento y se acercó hasta donde Ludwig se encontraba. Saludo primero a Noe y después a su acompañante al cual no conocía así que se presentó.

- Disculpen la intromisión, mi nombre es Cillian y este de aquí es mi prometido... Pero bueno, eso Noe ya lo sabía.

@ noe_snape  @ Tazz Malfoy  @ Ludwig Malfoy Haughton