Cierre de SLE II: Camino a la Copa del Mundo

[Jeremy Triviani]

Jeremy bebió tres copas mas de excelente champagne antes de regresar con Mosquito. La chica necesitaba una guía por lo que se había perdido y él era la persona menos indicada para hacer el trabajo. No había prestado atención a nada a su alrededor y solo se había encargado de sonreír para las cámaras de fotos y aplaudido con exagerada alegría, en los momentos indicados. Al llegar con la chica la vió beber un poco de jugo afrutado que tenia un aroma encantador. Era una buena señal para que mejorara la noche, sin dudas. Una Aedis distendida y al borde de la borrachera, era mas cordial que la exigente y gruñona que veían en los entrenamientos.  

-Tiene un poco de ron también, puedo olerlo -Agregó Jeremy, dejando su copa vacía sobre la bandeja de un mozo - Nos halagaron con hermosas palabras y reconocimientos por la gran temporada deportiva que tuvimos. Estuvo muy bien. Seguro sale en algunos periódicos.

El francesito que había empezado a ser un problema para Jeremy, se acercó para informarles que el Director Internacional de Quidditch quería reunirse con ellos. La joven no demoro en tomar del brazo al vampiro para arrastrarlo hacia la reunión. Jeremy estuvo por bufar al tener que representar un papel acorde al que le tocaba. Sabia que el apuro del encuentro, seguramente tendría que ver con la copa falsa. ¿Por qué habrían querido robarla? Era inexplicable. 

-¿Porque? -Preguntó el vampiro mirando a Mosquito - ¿Qué te pasa? -Veía el comportamiento extraño de la chica - Deja de hacerme pasar vergüenza -La regaño. 

 

 

-Nee. ¿La viste o no la viste? -Preguntó Pietro a su hermana mientras levantaba la cabeza de su mesa para mirar a su alrededor - Yo no la vi por ningún lado. ¿De verdad estaba cerca? ¿Por qué no me avisas? Si me vio comer como un cerdo no voy a tener ninguna oportunidad.

El mago no podía creer que se había perdido de saludar a Mosquito por estar concentrado en comer un postre. ¡Era absurdo! Desde que habían pasado algunas horas juntos en la romántica Paris, el chico había sentido la atracción de inmediato. Con el paso de los días tanto la atracción como la admiración deportiva por la cazadora había crecido hasta decidir hacer algo al respecto. Los rumores decían que la bruja estaba cerca del capitán de las Urracas lo que podía confirmar en esos momentos, si tan solo la hubiera visto. 

-¿Estas segura...? -Pietro se interrumpió cuando Auxerre paso a decirles sobre la reunión - Iremos enseguida - Dijo poniéndose de pie mientras De Rune seguía su camino - Vamos -Apremió a Greta mientras la ayudaba a pararse dándole la mano - No seré tan obvio. Solamente la invitare a cenar antes de que nos tengamos que ir. 

Los Ianello se sumaron a la reunion esperando no ser los últimos. Pietro al fin pudo enfocar a la bruja que tanto había estado esperando. Le sonrió mientras veía la seriedad de su semblante. ¿Estaba ocultándose detrás del Triviani? El codazo de Greta lo tomó por sorpresa y a regañadientes el mago tuvo que prestar atención al Director Black. 

[Noeline Malfoy McFarlan]

 

Un puño se elevaba cerca de su brazo, no entendía el motivo del mismo y cuando por fin captó el sentido ya era muy tarde su propietario lo había bajado, mejor abstenerse de verlo pues sospechaba que la decepción podría estar dibujada en su rostro, la decepción o el desagrado. –¡Perdona!,– su reacción al último comentario fue voltearse de inmediato hacia su interlocutor –esa copa ya tiene dueño y te aseguro que no es Francia– comentó con una sonrisa de suficiencia en el rostro.

Luego del incidente de la explosión y tras un cruce breve de palabras el peliblanco se dirigió rumbo al director de quidditch, en pos de información. Luego de verlo platicar desde lejos volvió a desaparecer perdiéndole esta vez el rastro, no tenía claro lo que había pasado. En eso reconoció a su capitana, Mica que también se acercaba al directo, en los últimos minutos la había perdido por completo de vista, lo primero que había supuesto es que había decidido retirarse temprano pero ahí estaba.

Volteándose hacia su hermano y por la curiosidad que le producía todo ese revuelo optó por decirle. –Me disculpas un momento, voy a ver de qué se trata todo esto. Ya regreso.– Soltándole el brazo, del que todavía se encontraba asida se encaminó hacia donde ya se iban reuniendo algunos jugadores más de los diversos equipos que habían participado en el último torneo. A la mayoría de ellos los conocía por haberlos visto en la cancha, pero nunca había tenido la oportunidad de cruzar palabra, ni siquiera los había tenido tan cerca como estaban ahora. La situación le sobrepasaba un poco y no tenía claro como comportarse, lo mejor estrategia sería no mezclarse tanto en la medida de lo posible.

No se había percatado que Auxerre se había vuelto a acercar al punto de reunión hasta que le escuchó hablar sacándola de sus pensamientos. –Mientras esto no afecte el correcto curso del Mundial, lo demás me interesa muy poco. ¿Sabes que es lo que quiere comunicar? Ya me quiero ir.– había dicho todo eso en voz baja, lo suficiente para que sólo el francés escuchara. Pero la última frase simplemente había salido de sus labios, no iba dirigida a él, a nadie en particular y esperaba que no le hubiera escuchado.

[Martin N Roses]

Al menos un integrante de los seis equipos se había tomado la molestia de asistir ante el llamado realizado por Black y asistido por Auxerre. A pesar de la seriedad de su rostro y la ausencia de emoción, el mago de cabellos negros se sintió satisfecho. Los recién llegados habían formado un círculo perfecto con quien los había convocado. Cuando el cruce de miradas fue evidente y la curiosidad se palpó en el aire, entonces se decidió a hablar.

—Lamentablemente la invasión de un mago anónimo, de tendencias oscuras, ha puesto una mancha en el evento. Sin embargo, y gracias a que no ha ocurrido nada trágico, desde la organización creemos que podemos continuar con el banquete de cierre para que no regresen a sus casa hambrientos. Está en ustedes la decisión de quedarse aquí o partir.

De repente captó la cara de una persona nueva, que no había formado parte del campeonato anterior. Black pensó que se trataba de una de las nuevas piezas de Black Serpents, un equipo que había debutado la pasada liga y que el intercambio de jugadores era moneda corriente en ellos.

—Espero que la idea del mundial los haya entusiasmado tanto como a mí. Brasil será una experiencia espectacular para conocer su cultura y la espesura del bosque en donde se llevará a cabo.

Tras una leve pausa quiso revelarles una información que le pareció oportuna para que los capitanes y responsables de los equipos de quidditch lo supieran.

—La próxima temporada de la Superliga contará con ocho equipos... Esta vez de forma oficial, nada de equipos fantasmas cuyos intereses sean una incógnita. —Miró la torre del reloj que aún parecía algo chamuscada por el fuego maligno invocado por el mago tenebroso—. Evitaremos que esto se repita y encontraremos al culpable. Les agradezco su tiempo, muchachos. Disfruten de lo que queda de la gala y muy pronto nos volveremos a ver para que puedan hacer lo que más nos gusta a todos: jugar al quidditch.

Con un leve asentimiento en dirección a los capitanes, Black dio media vuelta y se puso a un par de pasos del lugar, a la espera de que Mica Gryffindor la siguiera.

—Ha sido un atentado en toda regla de algún mago tenebroso —dijo sin rodeos y por lo bajo en dirección a la escocesa.

Black entre las responsabilidades de su trabajo y la reciente problemática del mago desconocido no llegaba a notar lo que pensaba la bruja ni por qué había decidido hablar con él apartados. Pero considerando el afecto que le tenía y lo que habían vivido juntos, accedió a acompañarle y poder hablar con mayor tranquilidad.

—Nuevamente han quedado en segundo lugar. —Miró en dirección de la bruja de cabellos rojos de los Tornados, quien mantenía en custodia a la verdadera copa entregada—. Pero tienes una gran oportunidad de liderar a tu equipo nacional.

[Mica Gryffindor]

 

El grupo de capitanes no demoró demasiado en reunirse, aunque ciertamente eran claras las ausencias. ¿Acaso estarían implicados aquellos que no estaban allí? No sabía qué había sucedido, así que no podía hacer demasiadas suposiciones, pese a verse tentada. Intercambió miradas con los otros capitanes, notando en sus rostros el mismo desconcierto. Ellos habían estado presentes, seguramente contaban con algo más de información. 

Asintió ante las palabras del Black, si el ataque había sido solo un mal momento y todos estarían a salvo, lo mejor sería proseguir por el banquete. Claro estaba que hablaría con sus co-capitanes y en cada uno de ellos estaría la decisión de quedarse o marcharse de allí. Intentó leer en el gesto de los demás qué pensaban, pero el Director continuó hablando y sus palabras llamaron la atención tal vez más de lo que esperaba. ¿Mundial? ¿Qué se había perdido? No quiso preguntar, ya hablaría con Auxerre y Noeline, ellos habían presenciado toda la charla y de seguro estaban más informados. 

Siguió a Martín, apartándose un poco del grupo, satisfecha de que él estuviese dispuesto a conversar un momento. Sabía que los protocolos y sus obligaciones no tardarían en arrebatarlo de su lado pronto, así que aprovecharía cuanto tiempo tuviese para conversar con él. Tenía tanto por decirle...

-¿Mago tenebroso? ¿Sospechas de alguien en particular? -su mirada viajó entre los presentes, la presencia de los Luxure no escapó de su consciencia, llevaba meses siguiendo rastros de esos magos aunque ¿serían rastros ciertos? ¿O habría sido Mael todo el tiempo confundiéndola? Suspiró. 

Asintió respecto a la posición de su equipo, sintiendo un leve pinchazo de frustración al respecto pero sonriendo. Estaba muy satisfecha por el desempeño logrado, a pesar del resultado final. Nuevamente la alusión de un mundial hizo que no dudara en preguntar al respecto.

-¿Un campeonato a nivel mundial? ¿Hablas en serio? -lo miró sorprendida, aunque sabía que no bromearía con algo así. -No lo sé... realmente es mucha responsabilidad. Me eligieron Líder- no necesitaba aclarar de qué hablaba, lo miró fijamente esperando su reacción al respecto- sé que terminaré diciendo que sí y asumiendo lo que tenga que asumir -volvía a hablar del quidditch -todo esto es por tu culpa...- agregó permitiéndose sonreír por primera vez en toda la charla. 

@ Martin N Roses

Editado 7 de Febrero del 2022 por Mica Burke

[Mentita]

 

Aedis "Mosquito" Greengrass

Cazadora de Tutshill Tornados

Quiso responderle a Mica en cuanto se acercó e hizo su pregunta, pero los acontecimientos que se estaban dando de manera bastante rápida, para su gusto, se lo impidieron. Pellizcó la espalda de Jeremy como defensa por la burla que le estaba haciendo y se decidió, por fin, a devolverle la mirada al capitán del equipo italiano. No es que fuese demasiado pedir, después de todo, habían compartido un par de comidas en la feria de gitanos. Comidas en las que también había estado presente la capitana de las Urracas. 

Greengrass devolvió su atención al Director en cuanto más gente se acercó. A un costado pudo escuchar la voz de quien estaba a la cabeza de Black Serpents, luego se giró y vio a la golpeadora, Noeline, llegar al punto de reunión. Su rostro se llenó nuevamente de rubores en cuando descubrió a Auxerre a su lado y, recordando lo que había pasado minutos atrás, y a la triste conclusión a la que había llegado, prefirió mantener la vista al frente; expectante de lo que el dueño del circo tuviese que decir.

— ¿Atentado? —repitió, consternada. No se le ocurría que alguien pudiese atentar en un evento como ese. Era quidditch, ¡Por Merlín!— Ustedes estuvieron aquí desde un principio, ¿no? —susurró, por primera vez, en dirección a los Ianello.— ¿Qué ha pasado?.

Pero antes de que pudiera obtener respuesta, un grupo bastante peculiar hacía su entrada al salón. La joven bruja se preguntó si se trataría de uno de los equipos que había nombrado el Director Internacional.

 

 

— El del atentado se nos adelantó. —advirtió en un murmullo hacia sus compañeras de equipo— Lo ideal hubiera sido que nosotras llegásemos y rompamos todo, por malditos europeos exclusivistas... Ni siquiera sé si esa palabra existe, pero es que... Aghhh —apretó un puño y lo elevó a la altura del mentón.

No, no iba vestida de gala. Llevaba unos jeans envejecidos y una camiseta corta que cubría con una chaqueta. Ni siquiera tenían por qué estar allí, no habían sido convocadas, ni para ese evento ni para la Liga que se había jugado. Se suponía, y asumiendo que su país iba a ser anfitrión en el dichoso mundial que estaba en boca de todos los presentes, que uno creería que tendrían la amabilidad de, por lo menos, invitarlas para hacer algo de presencia como representación al equipo que iba a sumar próximamente en los torneos regulares.

— Sí, así es, Brasil... Ustedes, monitos europeos, estarán en América... —quiso agregar un "y nos veremos las caras", pero en lugar de eso se acomodó la chaqueta de cuero negra mientras miraba a los que estaban murmurando acerca del inminente Mundial. 

Navir Monteiro, una bruja brasilera, primera en su región, era parte del famoso y muy renombrado equipo Holyhead Harpies. Un equipo de quidditch cuya particularidad era la conformación de mujeres en su totalidad en el conjunto. Resultaba irónico que ella los estuviese tratando de ser exclusivos cuando su equipo lo era a todas luces. 

— Obvio, ustedes no son monitas europeas. —le sonrió a Keyna y Elin, ambas golpeadoras, a quienes tenía más próximas. Por el rabillo del ojo vio cómo Vix se encogía de hombros sin darle mucha importancia. Las cazadoras se quedaron en silencio (?).

Editado 7 de Febrero del 2022 por Candela Triviani

[Martin N Roses]

Las palabras del Director Internacional no lo tomaron por sorpresa. Intuía que la velada iba a ser por todo lo grande desde que había visto la presencia de un sinfín de magos y brujas de variadas edades y que no todos ellos parecían jugadores de quidditch. Algunos, evidentemente, tenían más de cincuenta años y por su aspecto eran de todas las nacionalidades que a uno se le podía ocurrir.

Pero la mención de ocho equipos, nuevamente, sí llamó su atención. Los polacos y norirlandeses habían sido los grandes ausentes de la segunda edición del certamen continental. Los marcadores por 30-0 de los equipos activos sobre ellos en fase de grupos eran anecdóticos.

Auxerre alejó esos pensamientos de su mente cuando vio no muy lejos de él a Aedis. ¿Acaso había actuado demasiado extraño con ella? No había compartido un momento a solas con ella desde aquella vez en su dormitorio, previo al campeonato. Luego la vio las dos veces que se enfrentaron dentro de la cancha y la fugaz noche en la gala de Halloween.

—Necesito hablar contigo —dijo entonces el mago de cabellos blancos cuando Black finalizó sus anuncios.

En ese mismo instante un grupo de lo que parecía ser siete jugadoras exóticas se aproximaron al lugar. Un breve golpe de vista hizo que el francés se viera algo turbado por una de ellas, cuyo acento marcado evidenciaba que no era europea de ninguna forma. Pero a su lado tenía a Aedis, la chica de cabellos besados por fuego, que provocaba en su interior un torrente variado de emociones.

—¿Podemos? —insistió Auxerre. Sin evitarlo, tomó con su mano el codo, rozándolo brevemente, como si quisiera tomarla.

Poco le importaba a aquellas alturas si Roto Skeeter se encontraba en la gala y captaba aquel momento, inmortalizándolo en Quidditch Times.

—Felicidades por la Copa, la han ganado de forma excelente... —Cuando habló en aquella ocasión ya estaban un poco más apartados y la presión fue disminuyendo para Auxerre.

[Mica Gryffindor]

 

 

 

 

 

-Oigan, oigan… tranquilas. Vamos por las buenas a pedir una explicación -si bien era una de las más jóvenes del equipo, solía ser la que intentara hacer entrar en razón al resto. A fin de cuentas, demostraban en la vida el mismo carácter que en las canchas de quidditch, eran todas aguerridas y luchaban por lo que querían hasta el final.

Era cierto que tenían muchos motivos para estar molestas, pero temía que sus compañeras se extralimitaran y, ahora sí, diesen la justificación necesaria para no participar de la Liga.

-¿Así que “monitos europeos”? -miró divertida a Navir, sabía que no se referiría así a nadie de su equipo, sin embargo su molestia era tal que podría resultar hiriente si no se medía un poco. Su siguiente comentario dio notas de que cayó en la cuenta de que podían darse por aludidas.  -Bueno, ya estamos aquí, podemos al menos empezar a analizar a nuestros próximos “rivales”, bueno, si dan en la talla para ello…- dijo, riendo de su propio comentario, lo cierto era que no era buena en tratar de insultar o menospreciar a nadie, para eso estaban las demás.

Así como Navir y Elin, no encajaba con la pomposidad de la gala, pero, a fin de cuentas, estaban colándose en un evento al que no habían sido llamadas ¿debían mostrar etiqueta? Nah. Observó sus jeans negros y su playera blanca, se consideró decente y siguió avanzando entre el grupo.  

 

 

 

 

 

 

No dijo nada, simplemente continuó el recorrido con las demás. ¿Estaba molesta? Claro que lo estaba, pero temía que si se expresaba como quería hacerlo sus capitanas decidieran que no era tan buena idea presentarse ante toda esa gente. Vestía la túnica de su equipo, como clara muestra de qué estaba haciendo allí, eso sí.

Miró de reojo la conversación entre Navir y Keyna, el intento de la brasilera de excluirlas de su comentario era realmente innecesario. El equipo era casi una familia, se movían como un grupo de hermanas. Claro, tenían sus encontronazos, pero siempre estaban dispuestas a saltar una por todas. Llevaba desde muy pequeña entrenando allí y había visto llegar a las más jóvenes posteriormente. Claro, no tenían casi diferencia de edad, pero de algún modo eran sus “hermanitas”.

-Y ya sabemos que para Keyna “analizar a los rivales” es buscar algún chico que le guste…- bromeó para que solo ellas las escuchara y se alejó un poco esperando el puñetazo de su compañera buscadora. -Habría que ver quiénes de todos estos son los que "mandan" aquí, para saber a quién ir a patear en las... digo, llamar la atención por no habernos convocado a participar de las ligas anteriores -evitó la mirada del resto, sabía que sus modos no eran siempre los mejores. 

[Mentita]

 

Aedis "Mosquito" Greengrass

Cazadora de Tutshill Tornados

Pasada la sorpresa que trajo la presencia de ese grupo de chicas bastante diferentes, Aedis se llevó una sorpresa más cuando Auxerre la alejó de la comitiva en la que se encontraban. Había dejado de escuchar a los demás, ni siquiera supo si había obtenido respuesta por parte de los hermanos Ianello a sus preguntas. Simplemente se dejó arrastrar pensando, o más bien preguntándose, qué era ese zumbido que sentía en los oídos que la dejaban como aturdida. Estaba segura de que la sensación le resultaba, por demás, familiar.

— Gracias. —le respondió a las felicitaciones con una sonrisa. La voz de  Auxerre había logrado calmarle el aturdimiento y, aunque tuvo que mirar a los costados un par de veces sin encontrar a mas nadie que algunos guardias de seguridad, se sintió tranquila.— Felicidades, jugador destacado, ha sido todo un honor para mí tenerlos de rivales.

Greengrass volvió a aferrar el bolsito que llevaba colgando en el hombro y se mantuvo pensativa un momento.

— Después del partido quise ir a verte, pero creí... Pensé... No sé, quizás erróneamente, que lo último que querías era verme a mí. —bajó la mirada, mitad avergonzada, mitad compungida, y se mordió el labio antes de seguir hablando— Y hasta hace un momento creía ciertas mis sospechas. —lo miró de reojo, con curiosidad.

Aedis empezaba a creer que había pensado demasiado en un simple saludo y lo estaba exagerando pero, ¿y si no?. Auxerre bien podría haberle pedido hablar con ella para confirmarle su arrepentimiento, decirle que olvidaran lo que había pasado. Ok, era un pensamiento un poco ridículo. De hecho, la pelirroja sonrió durante un segundo ante su teatralización imaginaria.

— ¿Me vas a contar lo que ha pasado aquí? —de repente recordó el ambiente tenso con el que se había encontrado cuando llegó.— Le he preguntado a varios y ninguno me ha dado una respuesta. Supe que había sido un atentado por lo que dijo el Ca... El Director... Pero más nada.

[Malum Luxure]

Nos acercamos con el capitán a la dichosa reunión, mi mirada recurrió cada rostro con calma, parecía que ellos se conocían muy bien...arquee una ceja hacia arriba y pensé de por qué aquello no me sorprendía nada, por un momento me sentí un bicho raro y antisocial por no tener ese tipo de relación con ellos, pero era cierto que los otros equipos eran tus enemigos en el campo de juego y al montar en la escoba y sonar el silbato toda amabilidad se terminaba por el bien del propio equipo.

Escuche lo que dijo Martín y me pareció interesante, un mundial sería una forma de que los países ser preocupen por invertir en los mejores jugadores para sus selecciones, Austria era pionera al tener un equipo propio auspiciado por la persona que gobierna, me sentía orgullosa de eso y a pesar de que aún no habíamos tenido oportunidad de consagración no me rendiría con facilidad, desde cuando llegas a la cima era tan fácil? El camino se hace con trabajo duro y con ello los buenos resultados, esperaba que el próximo campeonato sea mejor que los anteriores.

El anuncio fue corto y rápido, me sentí decepcionada ciertamente, antes que pudiera emitir una opinión ya se habían ido cada uno por su lado, eso sí que fue un agravio...me giré y me importó un demonio el ataque que habían sufrido, la copa era falsa según lo que me había enterado así que eso también sumó a mi molesta, Mael me la había mandado a Luxure y realmente no se dio cuenta de la mentira? Yo ciertamente no lo había hecho por que nunca había tenido ese trofeo en mis manos.

-Haz que eso desaparezca de la mansión y que vuelva a las manos de quién lo envió!.- Susurré a mi sombra, era la primera vez que usaba ese truco mientras movía con delicadeza mi mano hacia adelante, increíblemente funcionó...un cuervo emergió saliendo raudo cumplir la misión.

Decidí volver con mi grupo pues eso de sentirte de más en una conversación no era lo mío, les di una mirada fría y me retiré sin más escándalo aunque por dentro quería quemar todo a mi paso.

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@ Martin N Roses   @ Rory Despard   @ Azrael Lycan  @ Ada Camille Dumbledore   @ Tazz   @ Mael Blackfyre

 

[Thoth]

Lycan seguía hablando con Riddle. Este se encontraba inmerso en tratar ciertos asuntos de índole privado, por esa razón resguardo la conversación contra oídos indiscreto y miradas, además el interés de los demás parecía estar sumergido en lo que parecía ser algo más importante, por ende, todos los que allí se encontraba estaban más que ocupados para tener la molestia de ocuparse con esos dos guardianes que hablaban casi en murmullos, pero lo suficiente para orise el uno al otro. En ese sentido, ambos se miraban fijamente. 

 

-Riddle ¿que interés pudiera tener en intentar robar la copa? - Cuestino el Regente. 

 

-Lycan sabes que te conozco y no dudo que fueras capaz de eso y mucho más, además solo un jugador sabría el lugar exacto a donde estaría la copa, y recuerdo que me habías hablado sobre que ya tenía un lugar para esa copa. Por otro lado, ambos sabemos que nunca te ha gustado perder y robar algo ante tantos observando no sería difícil para alguien con tu poder¿acaso olvidas que eres capaz de crear una marioneta? - Refuta Riddle. 

 

-Soy capaz de ello y mucho más, pero debo resguardar las apariencias, la inmunidad diplomática me exonera de ciertos delitos, pero ¿donde quedaría mi imagen? Sabes que no he sido yo, y si fuera el colmo ayude a reparar ese desastre, y para mí fue ese Gryffindor. Este ser siempre tiene algo en manos y no dudo que su amistad con Malum fue para incriminar, ese hombre es una calaña que busca destruir a los Luxure.-Agrega Lycan

 

-No tienes prueba Lycan.- Comenta la guardiana. 

 

-Así como vos con mi persona Riddle. - 

 

Y así ambos guardianes discutían sobre el asunto ocurrido.