Aventura Mortífaga 16 — La Caída

[Sagitas E. Potter Blue]

La Caída

Cuando los dos visitantes pasaron de largo, lancé un gran suspiro que (supongo) se oiría en toda mi mansión. Ahora no sé decir si fue de alivio o de tristeza, pero vi pasar de largo a Mael y a Mica, sin verme, a pesar de mis intentos de ponerme en contacto con ellos. En cierta manera, sabía que la culpa era de aquella media calavera de Kaiser que se hallaba en mi poder. Había sido una mala idea traerla hasta la Fortaleza, aquello era culpa mía. Su poder era demasiado... ¿inestable? siento la mitad, ¿cómo sería tenerla entera? Sea como fuera, aquel poder no debiéramos tenerlo nosotros; era muy peligroso que cayera en las manos equivocadas. 

Y por equivocadas, inexplicablemente, me refería a las de Mael. ¿Por qué pensaba en él así? Tal vez porque habíamos sido un grupo unido mientras tuvimos un líder que nos había guiado, pero ante su ausencia nos habíamos ido alejando un poco, al principio sin darnos cuenta, hasta llegar un momento en que nos mirábamos como posibles enemigos. ¿Qué era lo que había llevado a eso? La lucha por el poder. Los dos éramos elegibles para la silla vacía del liderato y, en cierta manera, eso nos fue convirtiendo en enemigos.

Bueno, no tal vez enemigos, pero sí contrincantes opuestos pues ya todos sabíamos que sólo podía llegar uno al puesto. Y tal vez no fuéramos ninguno de los dos, pero ante la duda... Mejor protegerse las espaldas. Por si acaso...

En ese momento, cuando estaba en ese pensamiento, caí al suelo. El dolor de las muñecas al parar el golpe al caer de bruces me hizo darme cuenta que volvía a tener cuerpo, que, de alguna manera, había conseguido salir de las paredes y dejar de ser un ¿ente? Pero algo había cambiado en mí desde que me había encontrado, aún no sé bien cómo, atrapada en las paredes de la mansión "Ojo Loco" Potter Blue. Ahora desconfiaba.

¿Quién tenía que traer la calavera de Kaiser a la Fortaleza? Mica Gryffindor.

¿Quién fue a buscarla y volvió sin ella? Mael "Gondor" Blackfire.

¿Quién encontró la mitad? Eterno.

¿Quién intentó quitársela? Mael.

¿Con quién se había juntado Mael en la búsqueda de la calavera? Con Mica.

¿Quién se había personado en mi casa en busca de la mitad que yo tenía escondida? Mael y Mica

(Bueno, el porqué la tenía yo y no él, eso no importa; la guardé yo porque... porque sí)

¿Quién había revuelto a los tres masters de los Clanes, unos contra otros? Bueno, en esto no estoy segura pero... sí, seguro que Mael tenía algo que ver.

Mael y Mica...

Esos dos estaban confraternizando en contra de mí. Ahora lo veía claro, mientras sostenía aquella media calavera que parecía despedir brillos de odio que golpeaban mi cara enrabiada. Tenía que evitar que cayera en las manos de esos dos. Su poder sólo lo podría usar el futuro líder, ese que saldría en las elecciones de dentro de un mes. Ese líder sería el dueño y señor de la calavera. (Y con un poco de suerte, no sería Mael. ¡Por encima de mi cadáver!, algo difícil siendo Sacerdotisa oscura nigromante y con los máximos conocimientos y habilidad del Clan de los Senescales).

La escondería de todos los que la codiciaban y sólo la entregaría al líder en persona cuando saliera en las votaciones (es decir, sería mía;, seguro que sería mía, al fin...)

Me oculté en una capa, oscura como la noche que me rodeaba, con una caja de madera reforzada con el conjuro del Hielo del Averno de mi Clan con la que protegía la propiedad más poderosa en aquel momento en la Fortaleza, la mitad de una calavera de un ex-líder caído en el olvido: Kaiser. Me dirigí hacia el único lugar donde podría protegerla hasta que pudiera sacarla de nuevo y lucirla en el Sillón del líder (que, con un poco de suerte, sería yo quién la ocupara; ya se vería).

Me escabullí, esperando que nadie ni nada notara cómo me escabullía entre las sombras y me la llevaba al Averno, el único lugar donde estaría a salvo y donde el Clan de Caronte sería su custodio. Aunque para eso, necesitaba llegar al puerto sin que me vieran. El barco de Asra Boswell, la Maestra del Clan, seguro que estaría de acuerdo con mi plan.

 

 

♦♦♦♦♦♦♦♦  REGLAS: 

Topic referente a conocimientos de bando

Clanes de bando

* Para aprobar se necesitan como mínimo hacer 5 roles que estén relacionados a la trama y aporten a ella. Si en la totalidad de la clase sus roles son en una situación totalmente ajena a La Aventura, no se tomarán en cuenta aunque haya cumplido con lo pedido. 

* Se aceptan usuarios que roleen como oyentes, es decir, que no hayan pasado por inscripción y lo hagan para enriquecer a su personaje o colaborar con la trama. Pero a tener en cuenta que aunque se rolee 1 sola vez ya se considerará oyente y no lo podrá hacer al mes siguiente. Es decir, solo se permite entrar a una clase de conocimiento de bando sin estar apuntado a ésta mes por medio. 

* El máster de este mes será: Sagitas - Ericen

* Aclaración: el máster únicamente se involucrará en la trama si ésta pierde su rumbo, aunque siempre preferimos dar rienda suelta a la creatividad e imaginación de los cursantes. Colaborará con quienes se traben en sus roles, quienes hayan quedado plantados o no sepan qué hacer. En ningún momento condicionará el rol de terceros ya que eso sería considerado abuso pero tampoco se puede ignorar lo que el máster rolee. Podéis pedir ayuda si el rol queda parado sin contestaciones durante un tiempo mínimo de 3 días, para ayudar en el desarrollo.

CIERRE DE INSCRIPCIÓN JULIO'22

AVENTURA 16

 

CABALLEROS DE WALPURGIS

Conocimiento 2 : Armadura Animal

@ Mica Gryffindor  Mica Gryffindor

 

SENESCALES DE CARONTE

Conocimiento 1 - Señor de las Almas

@ Maida Black Yaxley   Maida Black Yaxley

@ NoTazz NoTazz

Juliette Macnair

 

DISCIPULOS DE NOSFERATU

Conocimiento 1: Poder de la Sangre

@ Malum Luxure  Malum Luxure

@ Mefistófeles Evil.  Mefistófeles Evil.

Conocimiento 4: Taumaturgia 

@ Ada Camille Dumbledore  Ada Camille Dumbledore

Habilidad: Obtenebración

@ Mael Blackfyre  Mael Blackfyre

[Mica Gryffindor]

La escena en la Potter Blue había sido algo confusa. Elvis había hecho aparecer la mitad de la calavera que habían encontrado tras el dichoso "encargo". Luego, había invocado la otra mitad, la habían visto frente a sus ojos, justo en el momento en que Sagitas se había materializado en el lugar. ¿De dónde había salido? ¿Acaso había estado siempre allí? Tenía sentido, a fin de cuentas, tanto Mael como ella la habían logrado percibir... o se habían sentido observados.

Pero, entonces, como si de una visión se tratase, la Lugarteniente y la mitad de la calavera se esfumaron, como si de una sombra se tratase. ¿Nunca habían estado allí? ¿Era una maniobra de Mael para engañarla? No, descartó por completo esa segunda alternativa, Mael era su persona de mayor confianza, nunca la engañaría. 

-¿Cómo es posible? ¿Fue Sagitas? ¿La volvió a robar? -aventuró, confusa y cruzó el espacio que la separaba de Mael y de la otra parte de aquella calavera. Claro, no la tocó, poco quería saber ella respecto a ese artefacto que le había costado su escasa fama en el bando y la había tildado de traidora sin siquiera darle chace de pertenencia. -¿Por qué los mortífagos son tan complicados? -soltó, sabía que frente a él podía decir lo que sea, él la entendería.

Miró alrededor, las paredes estaban cubiertas de libros, de piso a techo. De seguro había tomos de magia más que avanzada, compleja y difícil de interpretar. Entonces, recordó la dichosa maldición que su compañero quería llevar adelante ¿sería buen momento de indagar al respecto? Supo que no, debían rastrear a Sagitas...

@ Mael Blackfyre

[Maida Black Yaxley]

Llevaba casi un año ignorando lo que suponía eran los llamados más importantes para la Marca Tenebrosa, y se hacía sentir, el brazo izquierdo ya estaba acostumbrado a arderle y dolerle cada vez que eso sucedía. Pero esta vez la convocatoria era distinta, Ada precisaba de su aparición en la Riddle y por las pulsaciones parecía que no iba a ceder en el llamado hasta que se materializara. La bruja vio su reflejo en la casa Yaxley e hizo real primero su máscara, cualquier cosa que necesitara tanta urgencia, iba a requerir que Perséfone se apiadara de su alma y la cubriera con su máscara rota, luego, desapareció al fin.

Las inmediaciones de la mansión Riddle permanecían tal cual las había dejado meses atrás, pero a ella un recuerdo le punzaba aún con más fuerza el corazón. Decidió ignorarlo, esas memorias algún día tenían que salir de su cabeza, si pretendía seguir viva. Sacudió la falda de su túnica gris y se encaminó hacia dónde suponía se encontraba Ada. No todos los mortífagos eran iguales, tampoco todas las máscaras, sin embargo, todos respondían a los llamados con cierto grado de fidelidad y compromiso.

—      Buenas noches —saludó en un susurro.

En su cabeza, se aseguraba de sentir la varita pegada a la cintura, había salido con tal apremio que no recordaba con claridad ese detalle. Mientras esperaba explicaciones o indicaciones —lo que fuese más rápido—, se ató el cabello castaño oscuro en una cola alta haciendo sonar la liguita al terminar.

@ Ada Camille Dumbledore

[Juliette Macnair]

Fortaleza Oscura
Puerto de la muerte
ᅠ
ᅠᅠLa noche había caído y el cielo desprovisto de estrellas que le iluminasen anunciaban un mal presagio. Sentada en la orilla del puerto, con las piernas colgando al vacío y pendiente de las ondas del agua cada que lanzaba una piedrecilla, se hallaba la más joven del clan de los Macnair, y la única que quedaba, al parecer. 

Desde la caída del velo que les protegía del odio irracional de los no-maj, y los muchos horribles acontecimientos que siguieron después, Macnair intentó alejarse de Inglaterra, volviendo sólo ocasionalmente para poder ver a su hijo Kalevi. En el último tiempo, la bruja decidió escabullirse del mundo, ocultarse de las personas que le importaban, y volcar su completa atención en la búsqueda de una solución al mal que Artemius había impuesto sobre ella cuando retrocedieron en el tiempo, pero ya no podía seguir escapando. 

Soltó un suspiro al recordar aquel fatídico castigo, y cerró los ojos con fuerza para poder continuar con la paz que el lúgubre puerto le había obsequiado en su intento número desconocido de volver a sus raíces y a su hogar. Con elegancia se puso en pie, sacudiéndose los pantalones negros y el traje que solía llevar cuando decidía involucrarse en cosas de la Marca Tenebrosa. Acomodó las ondas rebeldes de su cabello detrás de sus orejas, y con suavidad, terminó de arreglar los últimos detalles de su vestimenta. 

Giró sobre los tacones de sus botas para dirigirse a su habitación en el faro, y de esa manera, seguir con su ardua investigación, cuando de pronto escuchó, no muy a lo lejos, algunas pisadas que aunque suaves, no lo suficientemente silenciosas como para que sus sentidos demoníacos no pudieran dar a parar con ellas. Deslizó la varita de ébano por su antebrazo hasta sostenerla con firmeza entre los dedos, y en un ágil movimiento, pasó su mano libre a milímetros de su rostro para comenzar a materializar la máscara mortífaga que aprendió a llevar hace tantos años, y que hoy, volvía a portar con más nostalgia que orgullo.

⸻ Buena noche, ¿coincidencia u obra del destino?

Murmuró cual serpiente, sin apuntar ni acusar de manera directa, pero con el cuerpo en posición, siempre lista para atacar de ser necesario, y aunque la máscara sólo yacía materializada de la mitad hacia arriba, dejando al descubierto sus carnosos labios carmín, sólo aquellos que realmente conocían a Juliette Macnair podrían ser capaz de identificarla.


Cita. No etiqueto a nadie porque me da pena, pero dejo el rolcito abierto por si alguien quiere meterse a interactuar. Saluditos.

[Kahlan Blackthorn]

 

 

— Debí saberlo, aquel encuentro no fue nada más que una trampa—murmuró en Ángel Caído. Intentando arrancarse de la piel el recuerdo de las caricias de esa mujer, deseoso por cortarle la cabeza de tajo. ¿Cómo demonios no vio venir lo que planeaba ella bajo las sabanas todo por el afán de echarle una mano a Mael?. Vaya trastada la que tuvo que vivir, creyendo que todo era mero placer y uno que otro beso que no significo nada para ninguno de los implicados. Esperar explicación era demasiado ingenuo, además quien sería él para pedirle cuentas, si acepto jugar el juego sin chistar en primera instancia.

Su hermana estaría más que decepcionada, ya que fue en busca de la mitad de la calavera de Kaiser. Mientras el jugaba al buen amante, poco o nada le agradaría a la mayor de los gemelos amanecerse con esas noticias tan desoladoras— No queda más que enfrentar lo que venga, esta comprobado que no se puede confiar en nadie—refunfuño sintiendo el ardor en el sitio donde estaba su marca tenebrosa. Aquel que compartía con dos personas, sensación que desataba la mezcla que componía los elementos químicos que le daban forma a su máscara. Entrando en su sistema esos agentes dañinos que despertaban al verdadero asesino que era realmente.

— Nadie merece verdaderamente el liderato, no ha demostrado que posean lo necesario o posiblemente las señales no han sido del todo nítidas—se mofaba de los tiempos que se avecinaban para el bando tenebroso. Confiando en que alguno supiera dar la talla y no solo hablará por hablar. Sencillo era lanzar palos al agua y opinar de lo que no se tenía conocimiento de causa, porque nunca se preocuparon demasiado por formar parte de la familia tenebrosa. Él mismo tuvo que ganarse su sitio ahí dentro, sino fuera por su relación sanguínea con Juv, le hubieran dando tremenda patada en el trasero. 

— Jamás han dado un duro y desean quedarse con toda la cosecha—desapareciendo del castillo Dumbledore. Ahora marcaba el rumbo hacia la Torre Negra, quizás ahí su hermana le dejará algún rastro que poder seguir y no irse a ciegas en la búsqueda de la dichosa calavera. Si la tuviera en su poder, entonces si las cosas serían de otra manera y no se tendría que lidiar con muebles viejos que no aportaban nada más que polvo a la marca tenebrosa.

[Mael Blackfyre]

Estaba seguro que en cualquier momento se me iban a romper los dientes por apretarlos tanto. En tan solo un pestañeo, Sagitas logró llevarse nuevamente la mitad de la calavera e irse de su propia casa, la mansión Potter Blue. Tenía que admitir que era una bruja poderosa, demasiado. Y lo que no podía averiguar aún eran los planes que llevaba en mente. ¿Estaba a favor o en contra? ¿Había querido deshacerse de Arya o estaba ayudando a la causa? No sabía qué, pero una fuerza externa me obligaba a dudar de ello, que me impulsaba a tratar de evitar que otro tome el objeto de Kaiser.

Pero si era mi voluntad lo que estaba haciendo en ese preciso instante. Mica tampoco pudo evitar que Sagitas se lo llevara, solo hacía preguntas al aire como si pudiera darle alguna respuesta, pero no. Solo un impulso de ira me invadió por completo y explotó sin que pudiera evitarlo. Hacía demasiadas semanas que contenía aquello resguardado en mi pecho. Sin pensarlo, solté la mitad de la calavera y le di una patada, como si fuera un jugador de fútbol, ésta salió con todas las fuerzas contra una de las bibliotecas, que pegó en ella, provocando que algunos libros salieran volando, un cuadro se rompiera y algunos adornos más. 

Mi varita se había materializado en la mano y salió una llamarada de fuego directamente a la calavera, donde era más que obvio que no iba a destruirse por unas simples llamas, que si lamieron el entorno, prendiendo fuego algunos de los libros caídos. Estaba enojado, o mejor dicho, frustrado. No me importaba si la Potter Blue se derrumbaba hasta las bases de la estructura, tenía el deseo de encontrar a Sagitas y ver porqué hacía todo aquello. No respiré, miré a Mica.

— Ya no quiero esa calavera, iré a buscar a Sagitas a la Riddle. ¿Vienes? —ya no me interesaba la calavera ni nada de lo que estaba pasando. Teníamos que solucionar aquello del liderato porque poco a poco todo se iba cayendo

[Mefistófeles Evil.]

Mientras caminaba por las sinuosas calles de Ottery ensimismado en mis pensamientos, planes y proyectos a corto plazo me di cuenta que aquella noche estaba particularmente más obscuras que de costumbre, mis ojos verdes se elevaron hacia el firmamento y no se observaba estrella alguna en aquel mano negriazul, hasta la luna había ocultado su luminoso rostro y el viento era inusualmente helado, se podía ver el vaho saliendo de mi boca debido al brusco cambio de temperatura, algo raro pasaba y como siempre la noche lo sabía antes que cualquiera.

Perseguí con mi caminata negando con la cabeza, de pronto malinterpretaba el comportamiento de las sobras, cuando mi muñeca me empezó a molestar, no lo había hecho en mucho tiempo, no desde que dejé atrás al mundo mágico y para nada durante el corto tiempo de mi regreso, entonces sonreí ya que estaba seguro de dos cosas. La primera que la obscuridad jamás se equivocaba y segundo de que aquella noche se iba a poner interesante.

Estaba a un par de casas de la Riddel así que decidí caminar hacia allá, quería aprovechar aquella oscuridad nocturna que tanta energía me daba, disfrutaba de ella, era mi elemento, prácticamente mi identidad. Poco a poco fue avanzado por la empinada colina hasta llegar a la entrada de la mansión, las puertas de hierro se abrieron de par en par para poder ingresar, miré al fondo aquella vieja casa en ruinas y sonreí recordando todo lo que alguna vez pasé por esos jardines y esa mansión.

No había cambiado en nada, el mismo arco ébano, las serpientes, el escozor en mi muñeca al cruzar la entrada hasta poder llegar al sitio de reunión, hay cosas que son constantes y que así debe mantenerse, esa era una de ellas.

Al ingresar al lugar de reunión observé que ya se encontraban unos pocos ahí, algunos conocidos, otros nuevos y para otros el nuevo era yo, y prácticamente así era, me había ido por tanto tiempo que no estaba al día en noticias así que hoy era un buen día para ponerme al día.

-Buenas noches con todos...-les dije con una sonrisa dibujada en el rostro...-me interrumpieron una agradable caminata nocturna, así que espero que todo esto lo valga, ¿Qué sucede?...-

 

 

[Ada Camille Dumbledore]

Una sombra se movía sobre las inmediación de Ottery, tras la búsqueda del horrocrux varios miembros de la marca tenebrosa habían seguido la búsqueda, pero otros tomaron caminos distintos buscando algo más importante que simplemente ir tras la calavera del Káiser. No estaba feliz, la verdad era que mis dos compañeros de equipo me habían abandonado por diferentes razones y la ira había estallado en mi. Parten de esa ira se focalizada en la nueva miembro de la marca a quien atribuía directamente el abandono de mi superior por estar tan pendiente de ella que a los demás nos había olvidado. Siempre había visto a Mael como él próximo líder y quien podría ser alguien quien nos liderará, pero había aparecido la usurpadora aquella a dañar los planes. 

Arribe al hogar de los mortífagos, la Mansión Riddle y sin esperar mucho fui hasta el jardín y sin esperar invoque la marca tenebrosa para que todos los mortífagos llegáramos allí, era tiempo de arreglar cuentas, esa mujer solo traía problemas y era mejor encargarse de ella de una vez por todas. 

Subí a mi habitación en el cuarto piso de la Mansión. y empecé a quitarme las ropas que traía, algunas estaban mancha de sangre, pero no era mi sangre la que adornada mis vestidos. Entre a la ducha y me di una rápida ducha fría, salí y con una floritura saqué ropa de mi closet: pantalón verde olivo, botas altas negras, una blusa verde con negro chaleco un sobretodo, recogí mi cabello y me puse sombrero y guantes de cuero negros. Me mire al gran espejo de cuerpo entero que tenía en la habitación para ver como Lucía. Baje a prisa al llegar ya varios hacían acudido a mi llamado, con encanto como era propio de mi sonreí mirándolos con fijeza. 

- compañeros de ideales…  que bueno que se han reunido con nosotros, tenemos un asunto que resolver entre nosotros, sería perfecto que vayamos al salón principal tendremos allí el suficiente espacio para charlar sobre el asunto. 

Me adelante para poder llegar hasta aquel salón enorme de cortinas verdes y amplios espacios. 

- Sigan y acomoden se hoy les juro que no se van a aburrir, miraremos cuán grande es la lealtad de algunos miembros

Mire hacia la puerta esperando llegara la Gryffindor, que seguramente llegaría junto a @ Mael Blackfyre Blackfyre,  esperaba que @ Sagitas E. Potter Blue también arribará pronto, esto le convenía tanto como a mi. 

@ Malum Luxure
@ Mefistofeles Evil  @ Maida Black Yaxley  @ NoTazz  @ Kahlan Blackthorn  @ Juliette Macnair

@ Mica Gryffindor

Editado 29 de Julio del 2022 por Ada Camille Dumbledore

[Mica Gryffindor]

Entendió que era mejor guardar silencio, pue sus dudas no estaban conduciendo hacia ningún sitio y Mael empezaba a enojarse. Lo contempló descargando su ira en la calavera y los libros de la ex Ministra. ¿Acaso serviría de algo? Lo dudaba mucho, pero no intervino, sabiendo que las formas de descargar el enojo eran diferentes en cada quien. Ella más bien lo guardaba y buscaba una descarga más racional, más placentera a la hora de ser aplicada frente a los culpables...

Él determinó que la calavera ya no importaba y que quería buscar a Sagitas. La Gryffindor estaba de acuerdo, a fin de cuentas, era ella la que le había puesto esa trampa en un inicio, haciendo que casi todo el bando desconfiara de ella.

-Vamos a la Riddle ¿crees que ella esté allí? -preguntó, justo al tiempo que la marca en su antebrazo comenzó a arder con mucha intensidad. El corte que la atravesaba nunca llegaba a cerrarse y hacía que el ardor fuese mucho más intenso. Un hilo de sangre escurrió de aquella herida, hecha por Arya cuando supo que llevaba ese tatuaje nuevamente, la primera en estar disconforme de su llegada al bando. -Eso responde -murmuró encogiéndose de hombros y caminando con Mael hacia el exterior.

Una vez fuera, tomó la mano de Mael para desaparecer juntos, rumbo al sitio en que "los suyos" los estaban convocando. Efectivamente, se trataba de los terrenos de la mansión Riddle. Sintió el corazón acelerándose más de la cuenta mientras avanzaban, tenía un muy mal presentimiento. 

-Algo no anda bien... -soltó, a unos metros de la puerta. No iba a negarse a un llamado, pero quería ser cauta. 

@ Mael Blackfyre

[Juliette Macnair]

FORTALEZA OSCURA
Puerto de la muerte

⸻ Juliette.

Su respiración se cortó en un suspiro, el sonidito seco acompañado del vaho emanando de su boca entreabierta a causa del calor interno y la crueldad del invierno afuera eran la melodía perfecta para la sorpresa que le dio a la castaña cuando vio salir poquito a poco, de entre la oscuridad, a la sombra que solía siempre protegerle las espaldas, y que creyó nunca volvería a ver después del fatídico acontecimiento en el Averno.

Con suavidad deslizó su mano frente al rostro para arrancarse la plata, y lentamente fue acercándose hasta detenerse frente a la criatura, su rostro se ladeó ligeramente, extendiendo su mano izquierda para poder dar una suave caricia al cabello negruzco enmarañado, y luego de fruncir con sutileza el ceño, volvió a mirarle a los ojos con más dureza. Ambos ocultos bajo sus respectivas capuchas; la bruja intuía que su misteriosa visita no traía ninguna buena noticia.

⸻ Dróvik... ¿qué haces aquí?

⸻ Una terrible guerra está a punto de estallar... la ambición de todos los miembros de la Marca Tenebrosa les ha enceguecido. 

⸻ Ahora entiendo por qué escoce tanto esta maldit... ésta cicatriz. 

Soltó un suspiro mientras lo miraba nuevamente a los ojos, y sin decir una palabra, la sombra entendió el mensaje; rodeó a la bruja con suavidad, y entre las llamaradas negruzcas, desaparecieron dejando el eco de la tormenta casi como una marca celestial personal.

 

─────── • • • ───────

MANSIÓN RIDDLE

Apareció entre la espesa niebla que inundaba ferozmente a los jardines, con la sombra convertida en cuervo y mimetizado en alguna rama negruzca de árbol, la bruja comenzó a materializarse lentamente con la ayuda de una floritura de su varita. No tenía intenciones de perder su tiempo con trajes elegantes y peinados perfectos, la ira acrecentándose en sus esmeraldas eran lo suficientemente amenazantes como para derrochar sin palabra alguna que por su sangre corría la fortaleza de los Macnair y la lealtad de los Rosier.

Los tacones de sus botas resonaron melodiosamente por el piso, era consciente de que había llegando más tarde de lo usual pues inquieta como de costumbre y rebelde por naturaleza, se había resistido con todas sus fuerzas a la quemazón del llamado: ¿Por qué hacerlo? No estaba su familia, ya no estaba él... ni nadie que realmente le importara. ¿Por qué seguía entonces? Su carne no conocía otra cosa, y sus ideales, siempre firmes, jalaban de ella como hilos sanguinarios. Ella le juró lealtad a la Marca Tenebrosa muchos años atrás, pero aún más importante, ella renació cuando se unió a esa gran familia. No permitiría que aquellos ideales se disolvieran con tanta facilidad por pelear por un asiento que de corona carecía.

Abrió las puertas de golpe, con la máscara volviendo a cubrir la finura de su rostro, y sólo enseñando su verde mirada, fue caminando lentamente sin decir una palabra. Acomodó algunos mechones castaños mientras iba deslizando las yemas de sus dedos por el borde de algunas sillas, y sólo cuando llegó a su posición, dirigió la mirada a la mujer que acababa de hablar. Y con ayuda de su varita, esfumo su protección, dejando al descubierto aquel fino rostro de porcelana que tanto le caracterizaba. Sus ojos expresivos y llenos de vida, parecieron sonreír en conjunto con sus labios.

⸻ Lamento la demora, creo que nuestra vía de comunicación está teniendo problemas de conexión.

Arrastró la silla unos centímetros y se dejó caer con suavidad, depositó su mano derecha sobre la mesa mientras que alzaba la izquierda ligeramente para recibir la copa de vino que tanto le fascinaba en sus noches de melodrama adolescente.

⸻ ¿Y bien? ¿Qué jarrón se quebró esta vez?