La maldición de las flores negras.

[Caelum]

Realmente no entendía nada, mi mirada perdida y mis pensamientos que envolvían todo mi ser, fueron interrumpidos por la risa de uno de los integrantes que quedaba, para luego dirigirse a mí.

_Mi curiosidad surge porque apenas he llegado al mundo mágico hace algunos días…_ no sabía cómo explicar aquello realmente, pues había tanto caos dentro mío que apenas iba entendiendo todo lo que me sucedía, como para explicárselo a alguien más.

_entonces esta es la famosa mansión de los Potter Black…_ reafirmé aquella información_ Saguitas, Helik, Matt y Jack…_ intenté en voz alta recordar los nombres, pues siempre había sido una olvidadiza y lo más probable es que terminé preguntando en un futuro nuevamente por ellos.

_Me llamo Caelum y no se nada sobre estas flores. Las encontré y temí tocarlas, así que sólo me limité a observarlas, hasta que la puerta se abrió. Todo lo que puedo decir, es que en varias casas había ramos como estos y miles de cartas distribuidas por toda la ciudad…_ miré a Jack algo tímida, pues la verdad no conocía a nadie en este lugar, apenas iba de paso, pero se ve que el destino ya había marcado mi paso por la Potter Black.

Al poco tiempo llegó otra mujer, Maida, según se había presentado. Sólo me limité a escucharla y tratar de entender de que estaban hablando. Pero lo que sí pude unir cabos, fue cuando nombro ese lugar al cual todas las cartas indicaban que fuéramos, “San Mungo”.

Mientras me mantenía atenta, pude notar una cara conocida entre los presentes y cuando se dirigió a mi fue que caí en cuenta, _ ¿Sean, eres tú? _ dije en un tono algo alto, mientras mi cara de sorpresa era inimaginable. De los poco que había conocido, al que menos esperaba encontrarme era a él _ ¿vives aquí también? _, curiosa pregunté.

 

@ Matt Blackner  @ Maida Black Yaxley  @ Sean -Ojo Loco- Linmer  @ Sagitas E. Potter Blue  

off: si me olvido de alguien perdón T-T

[Maida Black Yaxley]

— No, no es claro si faltan alguien —espetó Maida de pronto, tratando de aclararse la garganta y llamar la atención de los presentes—, pero creo que no estamos para sociales ahora mismo.

No era habitual su comportamiento de líder o colocarse en una posición que hiciera que las cosas se movieran de una u otra manera; pero había que recordar que Maida no estaba en su mejor momento como personas. Hasta hacía unos momentos, bien podía haber abrazado todos los pétalos negros sin temor a nada, porque lo necesitaba y realmente quería era desaparecer de la faz de la tierra. Pero ahí estaba, plantada en medio de la casa de la líder, sujeta a una promesa que no solo había hecho al bando, sino a ellos, a sus razones de vida, su familia. Ojalá no tuviera ese sentido de atracción a los peligros que suponían estar en medio de una maldición, solo por el "semper fidelis" que ellos siempre habían profesado. 

— A mí no me disgustan las rosas, pensamientos y claveles negros, pero, ¿Por qué en San Mungo es la reunión? —preguntó entonces cruzándose de brazos— No encuentro conexiones lógicas en nada del asunto. 

@ Sagitas E. Potter Blue  @ Sean -Ojo Loco- Linmer  @ Caelum  @y el resto, perdoncin (?) 

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Sonrei ante la mencion de la chica @ Caelum explicando lo que ella habia entendido de la situacion y estableciendo si desconocimiento de gran parte de lo que sucedia en el mundo magico londinense. Si, sin duda era ella. Esa inocencia e incomodidad manifiesta al saberse un tilin fuera de lugar pues era admirable. Pues...yo como buen instrutor, la tomaria bajo mi tutela, o sea si accedia. A fin de cuentas ella no estaba contaminada por esos comentarios malintencionados y sin dudas injuriosos y difamadores que circulaban sobre mi.

-Si Caellum vivo aqui. -dije mientras me acerque. Sonriendo- Por ahora. Y este...no que que tan famosa sea la Mansion...a no ser por los chillidos de esa de ahi. -Señale a @ Sagitas E. Potter Blue  la pelivioleta.- Mas bien parece la casa de los gritos de Hogsmeade. Con orgullo debo admitirque la mayoria de las veces es por mi causa. De todas maneras bienvenida. 

Sin mas hice una extensa reverencia para despues pasar a la otra visitante. Si porque @ Helike R V PB  era de la familia. Aunque a Sagitas le diera tirria.

-Ohhh que veo. -Mire a Sagitas y despues a @ Maida Black Yaxley - Vez...por una vez has hecho bien al elegir tus amistades. Alguien con talento -dije mientras tomaba una pluma negra de un sombrero viejo en el recibidor....para jugar con ella entre mis dedos.- estilo y elegancia. Y sin duda belleza. Nada que objetar. Sin duda excelente compañia para ir a San Mungo a dar amor a los pacientes en este San Valentin.

Ahora solo quedaba elegir el medio de transporte....Ahh y que los demas se cambiaran....creo que Sagitas aun estaba con un baton de mediados del siglo pasado.

-Y bien polvos flu....alfombra voladora...autobus noctambulo....como llegamos a San Mungo??.

[Caelum]

Seguí escuchando a Maida mientras en mi cabeza intentaba unir algunos cabos, cuando de repente se me vino una idea, quizás algo absurda o no, sobre porque la citación a San Mundo. 

_Maida, ¿verdad?_ me ririgi a ella para intentar plantear lo que había pensado, _nose mucho sobre esto, pero si éstas flores son mortales y nos quieren en un hospital... cabría la duda de que algo o alguien va a morir... pero si nos quieren a todos allá... podríamos ser víctimas de algo mucho más grande, quizás, una masacre o algo por el estilo..._ pensé un poco más, pero aquello no tenía sentido, aún así era lo más lógico sino, ¿para que mandarían flores venenosas y cartas invitándonos a un hospital?. 

_Gracias por la bienvenida Sean, realmente no creí encontrarte después de aquel bar_ le sonreí dulcemente, aunque allí se había presentado como un "ladrón", preferí hacer caso omiso a aquellas palabras, después de todo, era al único que si conocía en este lugar. _ En caso de que fueran a ir... ¿podría ir con ustedes?_ le pregunte a Sean, pues quería saber que estaba sucediendo al igual que todos los presentes. 

 

@ Sean -Ojo Loco- Linmer  @ Matt Blackner  @ Sagitas E. Potter Blue  @ Maida Black Yaxley  

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Escuche las palabras de @ Caelum  hacia Maida. Y si...habia la posibilidad de que la invitacion fuese una trampa. Pero si nadie iba no lo sabriamos. Al menos con Maida presenta alguien podria reportarlo con su estilo caracteristico. Ahh si verdad que era un secreto. Yo punto en boca en ese aspecto..y simplemente dejaria correr las cosas. Despues de recuperar mi cuerpo de nuevo, tenia que probarlo en ciertas circunstancias, ademas quedarse en la Mansion en fiestas de te con @ Sagitas E. Potter Blue  y Jack @ Matt Blackner  era extremadamente aburrido. Era incluso mejor tratar con el Goul deol desvan y con Harpo.

-La verdad lo bueno de invitarnos a San Mungo para una trampa...si lo piensas - dije sonriendo- es que tenemos mas cerca los primeros y los segundos auxilios. Por lo demas no te preocupes...aunque me cueste admitirlo -Si....decirle un cumplido a Sagitas me costaba- Sagitas es una hechicera mas que competente...algunos dirian que magnifica -Yo no-  Matt tiene lo suyo, es cazador experimentado -a repasar a los invitados- @ Helike R V PB ...pues no tengo reparos en sus habilidades- ademas era vampira- y Maida...si sagitas la invito de seguro que tiene habilidades unicas. 

Claro no iba a presumir aqui que yo era el mejor de todos. Para que. Despues de seguro que dirian que tenia el EGO inflado....y que ya despertaria cuando una aguja me lo pinchara y callera directo al piso. Nahhh esas cosas no me pasaban. Principalmente porque no me metia en problemas que no pudiera solucionar. Tenia una imagen que mantener.

 

[heberth portillo]

Mansión Delacour.

 

Ya estaba acostumbrándome a estar nuevamente en casa y el poder ver de nuevo a algunos familiares y amigo; pues después de más de 3 años viajando al rededor del mundo haciendo y viviendo un montón de aventuras que, ni yo, me fuera esperado alguna vez en mi vida, pero fueron totalmente enriquecedoras.

 

En la habitación, junto a un libro que había traído conmigo de mis viajes, puede escuchar murmullos en la entrada de la habitación; a lo cual me gire y puede ver a mi elfina Bela, la cual entraba con una charola de plata y un vaso lleno de cerveza de mantequilla. — Mi amo, le traigo esto y le vengo a informar sobre algo - Dije ella con un tono algo misterioso. ~ ¿Está todo bien? ~ pregunté mientras tomaba el vaso con la mano derecha, mientras la izquierda dejaba el libro sobre la mesa que estaba junto a mi cama.

 

— Vera amo, es que llego algo para usted, per....... — comento la elfina mientras la charola que tenía en las manos desaparecía ~ y por esa razón vienes con la expresión de completo misterio ~ Termine de decir y tome un gran sorbo de la cerveza.  — Son unas flores, pero tienen un color y aroma muy peculiar, mi amo - Respondió ella mirándome fijamente. ~ Flores!, ¿para mí?, eso sí que es algo muy extraño ~ Comente mientras me ponía en pie y caminaba en busca de la salida de la habitación par ver lo que me comentaba mi elfina y donde las habían dejado. 

 

En los años que he vivido nadie me ha dado flores, lo cual era algo muy extraño, adicionalmente; para nadie era un secreto que a mí no me gustaban las flores y mucho menos como regalos, siempre prefería tener detalles de otro tipo. La curiosidad me duro el trayecto hasta el Hall de la Mansión, donde pude verlas de lejos con una cinta que tenía mi nombre y una pequeña invitación que se encontraba en la otra mesa aparte de las Flores.

 

Antes de llegar hasta las flores pude percibir un aroma algo desagradable que salía de las flores - AMO, por favor no las toque - Escuche decir a mi elfina que estaba a escasos centímetros de donde yo me encontraba. ~ ¿Qué pasa Bela? Que es ese aroma y que dice esa invitación ~  Dije con el ceño fruncido, pues el aroma es intenso y el hall estaba impregnado de este aroma. — Mi amo, es que al parecer han entregado esas flores en varias familias y la invitación dice algo sobre la plaza que se encuentra cerca de San Mungo - menciono ella con algo de preocupación.

 

~ Esto está muy raro; por favor desate de esas flores, voy a buscar más información con respecto a lo que está sucediendo y sé a quién preguntarle ~ Termine de decir y me dirigí a la salida de la mansión; esto era algo muy sospecho y no tenía buen aspecto, alguien estaba esperando que llegáramos a la plaza así de la nada con semejante invitación; el mes normalmente vivía lleno de rosas Rojas, pero jamás de rosas negras; algo estaba muy fuera de lugar y necesitaba más información y sabía que mi tía @ Ada Camille Dumbledore  era la persona adecuada. 

 

 

 

[Adrian Wild]

Château Dumbledore

Me costó mantenerme impasible frente a Ada. Traté de mantener una cara amable, y cada vez hundía más mi nariz en la taza de café, pero aquel olor... Era todo lo contrario al rechazo que me producía en aquel momento el olor a cítricos de Darla. Era dulce, muy dulce, tan dulce como para darle un bocadito y dejar que la boca se me llenara de... Era un intenso olor a sangre caliente. Y al parecer la de Ada aquel día pretendía inundar con su dulzor mi raciocinio.

No. Podía contenerme. ¿Cómo no iba a poder? Carraspeé sutilmente antes de darle un extenso sorbo al café. Hice una mueca; ya no me reconfortaba su olor que, hasta el momento, había logrado tapar las esencias que llevaba Darla pegadas a la piel. Traté de enfocar la atención en lo que decía Ada, evitando en todo momento mirarle el cuello demasiado fijamente. Ojos, nariz... Manos. Ojos, nariz, orejas... Manos. Dejé la taza sobre la mesa y crucé mis manos en mi regazo.

— ...pues allá voy a ir... —Ojos, clavícula, manos—. Si ustedes se unen... —Ojos, cejas, nariz, boca, barbilla... Manos.

Me levanté de golpe. No, no podía irme con ellas. Necesitaba recuperar mi concentración. Necesitaba calmarme. Por suerte, fue la misma Ada la que me dio un salvoconducto con su última frase que aproveché de inmediato, disimulando con aquello la rapidez con la que me había levantado de la mesa.

— Sí, tienes razón. Voy a cambiarme. Pero no... No me esperéis. Nos vemos directamente allí, en la plaza frente a San Mungo; voy a... aprovechar para hacer unos recados antes.

Me obligué a mirar a Darla en un gesto de despedida y evité pasar por el lado de Ada, aunque esto supusiera bordear toda la mesa. Cuando estuve a una distancia prudencial, la miré directamente. Ojos.... Ojos...

— Quizá tarde, no creo que más de una hora.

Una hora. Suficiente para cazar algo suculento y atiborrarme antes de aparecerme en las inmediaciones del hospital.

 

@ Darla G Dumbledore @ Ada Camille Dumbledore

[Darla G Dumbledore]

Chateau Dumbledore - con @ Ada Camille Dumbledore  y @ Adrian Wild

Frunció el ceño, tres ramos de tulipanes y pensamientos, trece encima. Y sí había afectado a la gente que lo habían recibido. Podía notar lo adolorida que se mostraba su cuñada, algo ocurría, lo podía sentir pero se negaba a que su nueva habilidad le llevara la información. Lo que tuviera que decir, que lo dijeran sus labios, no su mente.

¿Qué había dicho de su ropa? Darla bajó la mirada y se observó, zapatillas sin cordones, el pantalón cargo, la remera mangas largas. Estuvo a punto de decir “oye, ¿qué tiene mi ropa?” pero Ada se giró, Adrián se hundió en su café y ella solo dio un mordisco a su tostada. Además acababa de procesar que ella se refería al frío, no a su look.

Y hablando de Adrián, lo observó, ella había cazado la noche anterior ¿él lo habría hecho? su atención se centró en lo que él parecía querer esconder y levantó una ceja, maldito, le iba a clavar un tenedor en una mano si se movía. Sí, había abusado de su habilidad y le sorprendió un poco que él pudiera sentir los aromas de su piel afectándolo tan negativamente, a ella la calmaban, qué gracioso. Quizás por eso no había actuado como Edward con Jasper. Pero ¿qué demonios estaba pensando?

Adrián se puso rápidamente en pie y dijo que se cambiaría, que no lo esperaran, evitó poner los ojos en blanco, pero por otro lado, dado su actual estado de incomodidad quizás era lo mejor para ambas. Quizás él no era el más conveniente para luego utilizar magia oscura para retomar su vida. ¿Y por qué había pensado en ello ahora, justamente ahora? Miró a los ojos a Adrián y tuvo que reconocer que estaba siendo lo bastante fuerte para no morir estacado por ella. Se encogió de hombros y observó a su cuñada.

—Si quieres vamos, solo mandaré a buscar una chaqueta para no parecer una loca ¿o tu hablabas de ropa adecuada para una gala? —se puso de pie mientras extendía su brazo susurrando un —accio chaqueta larga.

[heberth portillo]

Château Dumbledore

La situación ameritaba que buscara información y más aún, pues quien se había atrevido a realizar semejante acto bizarro de enviar flores de color negro a una mansión, donde se sabía que cualquiera podría recibirla y sufrir las consecuencias que tenía estas flores. Al salir de la mansión me desaparecí y llegué justo a la calle donde se encontraba el Château de la familia Dumbledore; donde seguro podría hallar a mi tía @ Ada Camille Dumbledore .

 

El caminar hasta el jardín, y ver que de cierta manera las calles se encontraban algo solas, era algo muy peculiar. ~¿Será que saldrían? ~ me pregunte mientras terminaba de caminar a la puerta para poder tocar y preguntar si ella se encontraba en ese lugar; sin embargo, mis planes no fueron como pensaba, pues al llegar a la puerta escuche varias voces (@ Adrian Wild  - @ Darla G Dumbledore ) estaría todo bien.

 

Toque la puerta tres veces esperando alguna respuesta y comente ~ ¡Hola! ~ 

 

[Ada Camille Dumbledore]

Château Dumbledore

 

La cabeza me daba vueltas, estaba abstraída tratando de descifrar la razón, los motivos y las circunstancias por las que esos ramos de flores negras habían llegado a diferentes hogares, veía que no había ninguna otra forma. De averiguar este ataque a la Familia Dumbledore sin dejar de ir a la plaza de San Mungo, tome una tostada y distraídamente me la lleve a la boca mientras observaba la flamas que se veían en el patio y observaba cómo los elfos estaban allí quemando cosas. 

Al volver mi atención a la mesa pude ver una actitud extraña entre @ Adrian Wild y Darla, no sabía si había interrumpido alguna cosa, una conversación importante o alguno de esos asuntos que se confían solo con ciertas personas. Recordé entonces cierto baile en una de las fiestas en la embajada de Francia y se me iluminaron los ojos, no se veían nada mal juntos, pero no me atrevería a decir nada porque @ Darla G Dumbledore  me podría matar de un solo golpe u en estés momento no quería morir. Adrian empezó a despedirse pero lo note extraño, no entendí mucho que pasaba, al final de sus palabras me miro a los ojos. 

-Esta bien, nos adelantaremos si quieres,  esta bien así Darla, ¿si vamos antes?

 
El comentario de la ropa de gala me hizo dar una carcajada si supiera que hacia unos meses no sabía que eran ponerme un vestido de gala y unos tacones. Pero al parecer mi falla estaba en no haber recordado que a ella el frío no la afectaba como a mí. Cosa que en este momento envidiaba mucho. 
-    No, solo de algo abrigado, pero  se bien que tu no lo necesitas tanto como yo. 

Escuchen unos golpes en la puerta de entrada principal, mire a La pelirroja con prevención y puse mi mano en el bolsillo donde llevaba la varita, no quería más sorpresas hoy. Pero vaya sorpresa cuando a quien escuche una voz conocida saludar,  abril con prisa y vi a mi sobrino @ heberth portillo el hijo de mi querida Alessandra en la puerta. Le tome de las manos con preocupación. 

-¿Estas bien? 

Lo mire tratando de ver que todo estuviera bien.