La Cruz

[Syrius McGonagall]

Matt Ironwood.

MACUSA

 

No pudo menos que reír ante la confusión de la recepcionista - Lo siento, pero “Ironman” no suena nada mal, quizás deba adaptarlo como sobrenombre, creo que impone más como agente de la ley - reconoció todavía divertido con el error, lamentablemente no contaba con la cuenta bancaria de aquel personaje de historieta. 

 

-Muchas gracias - replicó en cuanto la recepcionista fue en busca de la Jefa de Trasladores para hablar con el. No tuvo tiempo de nada cuando ya se encontraba de vuelta acompañada de una bruja elegantemente vestida y otra joven bruja que se detuvo junto a la recepción. 

 

-Agente Especial Matt Ironwood, encantado - se presentó el hawaiiano estirando su mano para estrecharla primero con la bruja de traje verde y después con la otra bruja - Lamento interrumpirlos en un día de semana sin mucho tiempo de antelación, pero nos encontramos en medio de una investigación y necesitamos de su colaboración, ¿Podriamos reunirnos en un lugar más privado? - consultó al par de brujas. 

 

Después de ser conducido a una oficina secundaria y tomar asiento en el lugar que le indicaron el ojiazul les pasó un par de carpetas a las brujas mientras comenzaba explicarles la situación - No se si estaran al tanto pero hace cuatro días asesinaron al Embajador Británico, John McCarthy de una forma macabra montando un simbólico espectáculo en un pantano al sur de Louisiana -

 

-Me designaron responsable de la investigación y en conjunto con otros compañeros del FBI y enviados del Ministerio Británico nos encontramos tratando de resolver el crimen y hallar a los responsables

 

-Durante la investigación nos topamos con que McCarthy poseía un depósito sin registrar en el Puerto de Nueva Orleans, lo registramos y no encontramos nada fuera de lugar, solo polvo y cajas vacías…. pero como podrán imaginar esta situación es más que sospechosa, se que ningún producto o persona puede salir o entrar al país sin que el Departamento de Transporte esté enterado de dicho movimiento, siempre y cuando estos movimientos sean legales, situación que  no creemos sea el caso en un depósito sin declarar lamentablemente - tuvo que reconocer el paladín. 

 

-Pero la magia siempre deja huellas y si alguna vez se transportó material desde o hacia el depósito habrá pista de dichos movimientos, por lo tanto les pedimos ayuda a ustedes para detectar estas huellas si las hay y tratar de resolver si el depósito o lo que allí haya sucedido tiene conexión alguna con el homicidio del Embajador, por eso les solicitó si sería posible que un par de magos del Departamento me acompañen a Nueva Orleans para investigar el depósito - concluyó Matt mientras observaba a sus acompañantes.

 

@ Darla G Dumbledore

[Ada Camille Dumbledore]

           

Las nubes habían hecho un muro en el cielo, los grises estaban en todos sus tonos adornando la bóveda celeste la ministra se encontraba sentada en el Salón de sus habitaciones, un violín entre sus brazos como no era de extrañarse, pero no lo interpretaba. El instrumento descansaba en sus manos apacible mientras ella tenía su mirada perdida en la profundidad tras su ventana. Los pensamientos la tenían sumida en una especie de trance del que parecía no salir fácilmente. Tres golpes en la puerta principal de sus habitaciones la hizo voltear a ver y dejar el Stradivarius azul fue depositado en el sofá mientras la dama tomaba en su mano la carita y la puerta de abría de par en par. Tras ella una joven de cabello oscuro y ojos azules, vestida con jeans y una chaqueta de cuero ingreso mientras la observaba con una sonrisa la nerviosa.

- ¿Que sucedió?

Conocía suficiente como a mi mejor amiga para saber que la noticia que me traía no era algo que me agradaría, se acercó con calma y se detuvo frente a mí.

~ Asesinaron al Embajador Británico que recibía en la MACUSA, la Comunidad Mágica internacional esta alterada por la forma en que lo hicieron parece que no va a ser el único. Toda nuestro personal diplomático esta en riesgo. 

Solté un suspiro y fue ahí que me di cuenta que había Estado conteniendo la respiración mientras ella me soltaba la bomba, mire hacia arriba en donde estaba la habitación pensando en que debía irme de inmediato son esperar mucho más, suspiro y volví a Anne, confiaba plenamente en ella pero esto era algo diplomático. Además que mi Embajador era alguien cercano y lo último que quería es que fuera el siguiente cada la cercanía de los ministerios de Inglaterra y Francia.

Me levante sin prisa y la tome de la mano, la mire a los ojos con algo de preocupación.

- Por favor, quédate aquí, será la única forma que estaré tranquila mientras viajó, eres de las pocas en que confío para que la cuide. 

Era momento de subir y alistar mis cosas, el viaje debía hacerse pronto.

[Darla G Dumbledore]

Sheila Bennett con Annabette March (*) y Matt Ironwood en el Departamento de Transportes - MACUSA.

El color de las mejillas de la recepcionista fue pasando desde un rosado tímido aumentando  a un rojo tirando al bordeaux de la bandera norteamericana y para luego bajar un par de tonos hasta un sonrojado de niña pecada en falta. Esto último gracias a que el Agente Especial Ironwood había tomado muy bien el que lo llamara Ironman. La bruja apareció y desapareció en una fracción de segundos para avisar a Annabette March sobre la presencia del mago en el Departamento.

La señorita March apretó delicadamente la mano que le tendía el mago y le escuchó atentamente, sintiéndose emocionada al poder colaborar con la investigación del caso.

—Por supuesto, no es ninguna molestia Señor Ironwood, soy Annabette March, pero llámeme Anna por favor, venga por aquí, ella es Sheila Bennett, una de las antiguas especialistas del Departamento —guió al mago hacia su despacho, una oficina sencilla, eran más gente de actividades y permisos, es verdad, pero no necesitaban grandes despachos para su actividad, que muchas veces implicaba inspecciones de red flú, trasladores y permisos de aparición o exámenes de aparición en lugares habilitados y bajo supervisión.

Las dos mujeres revisaron las carpetas que le entregara el investigador, la fotografía del cuerpo era algo más que macabro, pero las tomadas en el depósito eran algo desconcertantes.

—Entiendo —dijo Annabette revisando con detenimiento la foto que indicaba el número del depósito —buscaremos registros a nombre del embajador y relacionados con el depósito a nombre de quien fuere mmm… interesante, podemos aplicar nuestros conocimientos para detectar si allí se utilizaron servicios legales o no de red flú, las apariciones son algo más difíciles de detectar, pero no imposible y si en algún momento se utilizó el hechizo expansor para guardar una carga mayor —se calló unos segundos y levantó la vista hacia el investigador —supongo que han hecho estudios para detectar el uso de magia oscura u hechizos de ocultamiento ¿verdad? Esos son más comunes y no necesariamente relacionados con nuestro Departamento mmm… —levantó la foto con los datos de depósito y se la tendió hacia Sheila, quien le mostró la tenía también en su carpeta —busca los registros y permisos para el depósito y aunque no guarden relación con él, fíjate si McCarthy pidió permisos especiales, él o algún miembro de su familia —revisó el archivo en sus manos, para ver si contaban con esos datos. La verdad que aunque pareciera superficial la bruja era muy diligente en lo suyo, y no podemos negar que se veía influenciada por su gusto de leer novelas policiales y de misterio al interesarse por aquella situación.

Sheila asintió y salió disparada para buscar los registros, si existían, lamentaba tener que dejar la charla, pero estaba segura que lo que se perdiera luego llegaría a sus manos y además, no dudaba Annabette la llevaría con ella a investigar al depósito. En lo cual tenía absoluta razón, lo que hubiera verificado de escuchar a su compañera hablando con el investigador.

—En cuanto Sheila confirme si existen registro estaremos encantadas en acompañarlo al Puerto de Nueva Orleans, ella tiene experiencia con la magia antigua, es de familia, desciende directo de las brujas de Salem y tiene sangre druida, no sé cómo explicarlo pero esa niña parece haber conseguido lo mejor de la sangre pura de ambos continentes.

Minutos después Sheila regresó con una pequeña carpeta y expresión desilucionada.

—Ni el Señor McCarthy ni su familia tienen permisos que no sean los comunes al mudarse de Gran Bretaña a Estados Unidos, pero tengan en cuenta que muchas de sus pertenencias, si es que no todas, están protegidas por el secreto diplomático, pero el depósito registra permisos para Importaciones Mágicas Hormder con domicilio en Escocia —la morena extendió una copia de los permisos de importación a su jefa y al investigador.

@ Syrius McGonagall

[Syrius McGonagall]

Matt Ironwood.

MACUSA.

 

-Sin dudas un pedigree innegable - reconoció Matt mientras la Jefa de los Trasladores le hablaba de la ascendencia de la bruja morena, necesitarían cualquier ayuda posible para resolver el caso y si aquella bruja tenía habilidades especiales debían sacarle el máximo provecho. - Encantado de tenerlas a ambas en la investigación, sin duda alguna serán de gran ayuda - replicó el paladín en el preciso momento en que Sheila regresaba tras revisar los archivos. 

 

“Importaciones Mágicas Hormder” repitió mentalmente el nombre de aquella empresa mientras estiraba su diestra para tomar la carpeta que le era tendida - Muchas gracias Señorita Bennett - agradeció el hawaiiano una vez tuvo en sus manos aquella información. No reconoció para él nada nombre, pero aquello no era de extrañar no es que fuera muy diestro en las relaciones comerciales globales. 

 

-¿Sería posible averiguar más de esta empresa y sus relaciones comerciales con Estados Unidos? - pregunto mientras que con un gesto desapareció la copia de la carpeta que le fue entregada. 

 

-Un favor más - solicitó algo apenado antes de despedirse de las brujas - ¿Podrían partir este mismo día a Nueva Orleans? Puede ser esta noche, si es demasiado pronto lo entiendo perfectamente y me encontraré con ustedes mañana en Nueva Orleans, de nuevo muchas gracias por la ayuda brindada, estaré eternamente agradecido con ambas - se despidió del par brujas.

 

Debía hacer un poco más de tiempo y al no tener donde quedarse en Nueva York (hacía años desde que vendió su pequeño departamento en Brooklyn de cuando estudiaba en la Academia del FBI) lo pasaría dando unas vueltas por el MACUSA.

 

No fue necesario que diera más de tres pasos fuera del Departamento de Transportes cuando casi se dio de bruces con alguien que no veía desde hacía un tiempo y logró ponerle l mundo patas para arriba, olvidándose por completo de la investigación por un segundo.

 

-¿Ada? - exclamó totalmente anonadado de encontrar a la rubia en el Magicogreso, poco se vieron tras terminar su relación (en buenos términos) hacía ya unos meses por lo que tenerle de frente sin advertencia previa generó un gran cúmulo de emociones interno que el castaño trató de mantener bajo control -¿Qué haces aquí? - preguntó olvidándose que se encontraba hablando con la Primera Ministra de Francia y no su ex. 

 

Si, sonaba tan irracional como cabría esperar, mantener una relación con una de las personas mas influyentes del mundo era algo que ni el era capaz de terminárselo de creer.

 

-Lo siento, ¿sucedió algo?  - se preocupó al ver que la Dumbledore parecía algo alterada.

 

@ Darla G Dumbledore  @ Ada Camille Dumbledore

[Ada Camille Dumbledore]

 

París, Ministerio de Asuntos Mágicos de Francia. 

La noticia me tenía alterada, no sabía en que iba la investigación pero estaba segura que la MACUSA ya estaba tomando cartas en el asunto, pero el alma la tenía en vilo por el personal diplomático que mantenía junto al Embajador del Ministerio de Asuntos mágicos de Francia, no me agradaba saber que podrían estar bajo la mira de algún personaje oscuro que quisiera desestabilizar la tranquilidad en la comunidad mágica internacional y crear caos asesinando funcionarios diplomáticos en tierras norteamericanas. La simple noticia me tenía con los nervios alterados de una manera que no podía controlar con facilidad, pero debía mantener mi mejor cara de poner por las personas que me rodeaban. Antes de salir de París, había dejado una masiva urgente dirigida a la Directora de la Oficina de Cooperación Mágica internacional, @ Hannity Ollivander Evans  para que asistiera a Norteamérica y poder solucionar este tema juntas, confiaba plenamente en ella y en su criterio.

Para estar en la MACUSA debía estar bastante presentable, hacia que debía escoger un atuendo adecuado para el lugar, las visitas diplomáticas siempre tenían un componente de glamour, lo que me daba cierta alegría, porque algo que amaba era vestir bien. Escogí un vestido negro largo de tiras sobre el hombro y zapatos de tacón negro, un sobre todo de color negro también.

 

EDIFICIO DE LA MACUSA, NEW YORK CITY

Al llegar a las oficinas de la MACUSA en New York City, estaba atestado por Magos que corrían de un lado a otro, se notaba la conmoción que había causado la muerte del embajador. Subí con prisa las escaleras, los escoltas estaban cerca de mi, dos tras de mi, pero yo subía con gran rapidez los escalones. Al llegar cerca de la recepción un voz dijo mi nombre, no era una voz desconocida, además de haberme llamado por mi nombre de pila, lo cual no era usual. Voltee a ver y como una visión me encontré con la mirada de Matt Ironwood ( @ Syrius McGonagall ), hacia ya mucho tiempo que no nos veíamos, pero aún tenía esa mirada pacífica que me había conquistado en el pasado. Mi rostro reflejaba la sorpresa de verlo ahí, siempre tan caballero y con apariencia de tranquilidad como una playa de Hawaii, me quedé congelada por un momento mirándolo. La voz de uno de mis escoltas me hizo reaccionar y respire de nuevo, apenas había notado que había dejado de hacerlo.

- Matt, que sorpresa, te vez bien como siempre.

Por un momento su semblante informal cambio y se volvió más serio. Y preguntó el asunto que me llevaba allí.

- Quiero hablar con quien este encargado de la investigación de la muerte del embajador británico, temo por mi cuerpo diplomático.

Me acerque mucho más a él haciendo una seña a mi escolta para que se mantuvieran un poco alejados.

- Podrías por favor ayudarme a contactar me con esa persona?

Lo mire a los ojos después de mucho tiempo, suplicando le con los míos que me ayudara.

@ Darla G Dumbledore

@ Sean -Ojo Loco- Linmer

Editado 16 Febrero por Ada Camille Dumbledore

[Darla G Dumbledore]

Sheila Bennett en el Departamento de Transportes - MACUSA - con Annabette March* y @ Syrius McGonagall

La copia de los archivos para el Agente Ironwood, desapareció segundos después que él la examinara e hiciera una nueva consulta, un hombre práctico sin dudas.

—Por supuesto, ya le encargué a la gente de archivo que buscaran toda la información sobre la importadora, parece no tener mucha antigüedad en el rubro, se diría que se activó hace unos años, pero la papelería relacionada con ella está entre los anaqueles más antiguos, los relacionados con las operaciones preexistentes a la creación del MACUSA y mmm… pedí que revisaran dos veces, el nombre y origen del responsable de la empresa parece no estar del todo claro, la firma cambió de denominación hace un siglo o al menos de logo —dijo encogiéndose de hombros, sin saber si reconocer directamente que los archivos de esa empresa eran un poco “complicados” y además había encargado que hicieran copias de más, para hacerle llegar a Tess.

Ante el pedido del nuevo favor fue Annabette quien respondió primero con un gesto de clara disculpas.

—Me temo que yo no podré ir hasta mañana o pasado, no quedan responsables del Departamento por las vacaciones de invierno —miró a Sheila quien asintió.

—No tengo ningún inconveniente en partir de inmediato si así lo necesita Señor Ironwood —dijo la joven Bennett abriéndole paso al caballero que había estado reunido con ellas y que ya parecía dispuesto a partir de regreso.

Una vez que él se retiró de la oficina Annabette pareció relajarse.

—Que suerte he tenido que te reincorporases justo ahora, quizás no para el muerto, pero sí para el Departamento, no sé quién de recursos humanos organizó las fechas de las vacaciones —dijo la bruja con un gesto resignado y sonrió a su compañera —gracias por ocuparte del trámite Sheila, el MACUSA cubrirá tus gastos de hospedaje allá si hace falta pasar más tiempo, lleva todos los recursos que necesites, esta investigación parece que va a ser bastante compleja. Haré enviar los archivos de la empresa importadora en cuanto los remitan —agregó mientras acompañaba a su empleada al ingreso para que preparase sus cosas para partir a Nueva Orleans.

Sheila sonrió y aseguró que no tenía nada que agradecer, en verdad le agradaba su trabajo, al menos tenía más actividad que cuando había estado allí hacia algunos años. Obviamente no hizo referencia a que su llegada no había sido casualidad. Se sentía como en una de las novelas de misterio que solía leer en la sucursal de House of Books y eso en verdad le encantaba, pensó mientras acomodaba los pocos papeles que había llegado a tramitar en ese tiempo antes de ser asignada a la nueva misión.

No pasó mucho tiempo para que estuviera pues lista para partir, los archivos iban llegando, pero por algún motivo no lograban recuperar los del origen de la empresa, solo un manchado archivo, parecía más bien trabajo de magia negra, donde se veía el antiguo logo de la importadora que parecía más un jeroglífico egipcio que otra cosa: una garza, una media luna, unas líneas paralelas y luego todo se volvía muy borroso, tendría que utilizar magia para recuperarlo, pero eso sería luego.

Sheila envió un mensaje a Tess informándole de sus avances y de su viaje a Nueva Orleans, quizás no sería necesario de que ambas fueran allá. Todo dependería de cómo se iban dando las cosas en el depósito del muelle.

 

 

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Lo bueno de tener una buena tapadera como ¨comerciante¨ en la comunidad inglesa valía para que Francis considerase a mi persona para encargarme lo del asunto del puerto de Nueva Orleans, eso y también dejarme el hueso de algo que de seguro consideraba sin importancia. De hecho desde que me habia incorporado a la delegacion ya el pelirrojo me miraba con recelo, supongo que creía que estaba representando los intereses de alguien mas. Que solo era un recadero...y quien sabe si hasta sospechase directamente de @ Sagitas E. Potter Blue  o cualquier otra de mis amistades en las altas esferas. A mi eso no me preocupaba. Realmente yo ni busque que me endozaran la investigacion de esa parte.

Asi que ahi estaba yo....moviendo la varita para detectar algo raro en el recinto no declarado del ex-embajador....la magia siempre dejaba rastro. De ahi que yo gustaba hacer las cosas de otra forma. Incluso si hubiera perdido algo en este local no dejaria en si...algo magicamente rastreable. Por lo demas ya el resto de mercancia de los otros lugaresestaba moviendose por los canales no magicos correspondiente..todo en regla. Asi aproveche incluso para perdir a las autoridades magicas del puerto la documentacion. Todo parecia impecable...claro....la empresa encargada del asunto de este deposito tenia un acronimo que me resultaba familiar. Hormder ....todo bien raro...y algo estupido si era eso que pensaba.

Ya me olia que pronto el Ministerio de Transporte estaria por aqui. Por lo que me limite a chequear el resto de contenido en los demas depositos de McCarthy. A fin de cuentas era la parte britanica de la investigacion, asi que los derechos de exclusividad diplomatica eran mas laxos.

@ Syrius McGonagall

@ Ada Camille Dumbledore

@ Darla G Dumbledore

 

[Syrius McGonagall]

Matt Ironwood.

MACUSA, Nueva York.

 

Al saber que nada le había sucedido el Ironwood se permitió relajarse un poco y no pudo menos que sonreír con complicidad al escuchar el motivo de tan largo e inesperado viaje. -No tienes porque preocuparte por los diplomáticos francés, ni ningún otro diplomático en el país – le aseguró al ver como la seguridad de la Ministra se alejaba para permitirles un poco de privacidad.

-El encargado de la investigación soy yo, y no hay nada que nos indique que este incidente podría volver a repetirse – se mordió el labio inferior en un gesto tan característico y automático que sucedía cada vez que decidía si debía continuar con algo o ponerle un freno en ese mismo momento -Creo que el Embajador McCarthy se metió en este embrollo solo, no tengo pruebas, pero es lo que me esta diciendo mi instinto – se atrevió a confesarle a la bruja lo que pensaba del asunto.

-Sabes muy bien que no puedo compartir públicamente los avances de la investigación, pero confía en mi cuanto te digo que el embajador francés y todo el personal diplomático no corren ningún peligro – le prometió el ojiazul mientras apoyaba su diestra en el hombro de la rubia. -Dentro de unas horas parto hacia Nueva Orleans, acompañada por la señorita Bennet del Oficina de Transportes – le comentó - ¿Tú te volverás directo a Paris o te quedaras un tiempo en Estados Unidos? – le preguntó mientras echaba un rápido vistazo al reloj en su muñeca.

Tenía unas horas para hacer esas averiguaciones que correrían por su cuenta y de manera extraoficial en el puerto de Nueva York, no podía perder mas tiempo -Ada, me tengo que ir, cualquier cosa que necesites mientras estes por aquí ya sabes cómo encontrarme – se despidió de la Dumbledore con un beso en la mejilla olvidándose del protocolo -Tu también te ves bien – le sonrió antes de enfilar sus pasos hacia los ascensores.

Introdujo su diestra en el bolsillo de su pantalón y para su sorpresa sus dedos se deslizaron por sobre una superficie pulida y repentinamente recordó que había olvidado el espejo. -Ada – gritó mientras se volvía hacia la bruja que permanecía donde la había dejado junto a su séquito -¿Podrías hacerme un favor? – se acerco en un trote rápido mientras extraía el espejo mágico y se lo tendía a la hechicera -Realmente tengo que partir, no puedo perder mas tiempo pero podrías entregarle este espejo intercomunicador a Sheila Bennett de la Oficina de Transportes – le señaló la entrada al Departamento que se encontraba a su espalda – Es para avisarle cuando debemos partir a Nueva Orleans – deposito el mágico artefacto con delicadeza en su mano – Muchas gracias, te debo una – le sonrió una vez más.

 

Afuera comenzaba a llover y el cielo se oscurecía, Matt sabía muy bien que debía cambiar su vestimenta no podía aparecerse vestido en su uniforme de oficial del FBI al lugar que pensaba visitar.

 

@ Ada Camille Dumbledore  @ Darla G Dumbledore

 

[Ada Camille Dumbledore]

                   

 

 

EDIFICIO DE LA MACUSA

Eran lo suficientemente impulsiva par haber viajado directamente a buscar a mi cuerpo diplomático a la MACUSA, en mi cuerpo de Seguridad había a dos miembros de mi entera confianza, confiaba en todos pero eran ms cercanos. Mi gran amiga Anne Marie y mi sobrino Hebert Portillo, sabía que con ellos podía trabajar cosas que fueran cruciales para el Ministerio.

La realidad de estar en Norteamérica me llenaba de recuerdos de mis momentos junto al Ironwood ( @ Syrius McGonagall  ) la verdad no la habíamos pasado nada mal, pero a mi me había ganado la distancia y de eso me arrepentíria siempre.

- Nada me garantiza que no se repita y que mi cuerpo diplomático no este en peligro, pero confió en que tu vas a encontrar el trasfondo der todo esto

 Le tenían un gran aprecio y verlo claro en que me había sorprendido. El era una gran persona y tenía mi total admiración, pero seguía tan enigmático y críptico como antes con su trabajo. Me tranquilizo sobre los míos pero nadie me podrida garantizará eso, verlo morderse el labio me dejó ver que no había cambiado, toda vía confiaba en mi por encima de ya no ser pareja, el vínculo de la amistad triunfando por encima del tiempo y la distancia.

- Me quedaré aquí, pienso reunirme aquí con varias personas y usaré el apartamento que tengo aquí en New York, estaré allí ubicada por un tiempo. Hasta podríamos tomarnos un café.

Miro su reloj, por lo visto su cita en los puertos de New York City eran realmente urgente, me preocupaba un poco si la cuestión era tan serie siempre fuera solo, pero ese era Matt, definitivamente no cambiaba. Su beso en la mejilla me hizo sonroja y todavía más cuando me dijo que me veía bien, había sido algo muy espontáneo, pero me hacía sentir bien que después de todo siempre seríamos buenos amigos. Al de volverse disimule que lo seguía mirando y mire en dirección de Anne Marie, ella me conocía bien y la vi moverse asintiendo mientras salía del edificio. El Ironwood me entregaba un espejo comunicador y me pedía dárselo a alguien a quien no tenía idea donde buscarlo volvía a irse como si nada, sin imaginar que lo había enviado a seguir.

Me quede mirando el espejo pensando en como iba a encontrar a Sheila Bennet ( @ Darla G Dumbledore  ) en un edificio enorme y que no conocía, al menos buscarían la Oficina de transportes, seguro ella estaba ahí.

- Herbert busquemos la Oficina de Transportes, y después de eso miremos que nos informa Anne. No me quedaré esperando a nos digan que hacer.

Camine con el joven @ heberth portillo  hacia las oficinas buscando la Oficina de transporte.

 

 

 

[Syrius McGonagall]

Matt Ironwood.

Puerto de Brooklyn, Nueva York.

 

La lluvia se desencadeno fría e implacable sobre la ciudad de Nueva York, un mar de paraguas inundó como respuestas las aceras de la gran manzana mientras los millones de neoyorquinos se protegían del helado aguacero impasibles en cumplir con sus rutinas, a la capital del mundo y a sus habitantes nada los detenía.

Matt abrió su paragua para cubrirse de la lluvia al salir de Woolworth Building, bajo la vista una vez mas para observar su reloj, tendría que tomar un taxi. La distancia hasta el puerto en Brooklyn no era mucha, pero perdió demasiado tiempo en el MACUSA y con aquel clima lo que le faltaría era contraer un catarro por irse caminando.

No tuvo que aguardar mucho tiempo antes de un taxi parara, la ciudad estaba atestada de ellos. -Al puerto de Brooklyn por favor – solicitó mientras se acomodaba en el asiento trasero y echaba una nueva mirada al reloj.

Por suerte el taxista que le tocó en aquella ocasión era de los callados, no creía que hubiera podido mantener una trivial conversación con nadie en aquel momento. Solo podía pensar en el encuentro que tenía por delante y confiar en que su escurridizo contacto hubiera coordinado todo a la perfección, esperaba no pecar de ingenuidad.

El taxi avanzaba por las calles de Manhattan rumbo al puente de Brooklyn, el mas icónico de todos los que ligaban los dos Boroughs, el trayecto se estaba demorando mas de lo esperado, la lluvia empeoraba el ya congestionado tráfico de la ciudad.

-Disculpe, ¿en cuanto llegaremos al puerto? – pregunto observando el perfil del taxista por el espejo retrovisor, la cara del hombre se contrajo en un gesto de fastidio y replicó secamente -En 10 minutos – fin del intercambio.

 

Diez minutos mas tarde y bajo una implacable cortina de agua helada el Ironwood descendía del taxi en uno de los tantos callejones del enorme puerto. Eran las cinco de la tarde pasada tres minutos, todavía un poco de luz de día persistía, pero el atardecer estaba próximo y la lluvia no ayudaría a mantenerlo por mucho más tiempo y él tenía que encontrar el deposito 37B.

El puerto nunca estaba vacío y se encontraba muy bien vigilado por lo que debía ser cuidadoso y rápido no quería tener que llegar a embrujar a un pobre nomajs para evitar que ser detenido, con sigilo avanzó pegado a la pared de la achatada y larga edificación a su izquierda hacia una portera que se encontraba cerrada con pesadas cadenas.

Solo bastó con un ligero toque de su varita y los pesados anillos de metal cayeron sobre el charco que se formaba debajo de la entrada, el castaño empujo suavemente la verja hasta generar un resquicio por el cual se pudo deslizar. Del otro lado el río Hudson avanzaba impasible y gris con el perfil de los rascacielos de Manhattan recortándose bajo el encapotado cielo.

Varios muelles se adentraban en las aguas y decenas de depósitos y hangares llenaban el puerto en todas las direcciones, afortunadamente al parecer la lluvia mantenía a resguardo a todo el mundo pues no llegó a cruzarse con nadie mientras avanzaba hacia su destino. Según el mapa del puerto que estudió el deposito 37B se encontraba a su derecha, a unos 100 metros delante en un sector viejo y poco usado.

Se movió con cuidado pegado siempre a los edificios, varita en mano y empapado de los pies a la cabeza llegó al viejo deposito donde un despintado “37B” aparecía escrito en un lateral.  Supuestamente dentro encontraría alguien que podría ayudarlo con su investigación, o eso le prometió “El Vigía” su contacto que actuó de intermediario. No confiaba totalmente en él, había que ser totalmente ingenuo para hacerlo, pero le debía favores, tenía que sumar puntos con el FBI si quería mantenerse fuera de Alcatraz, además era su única opción. Nada entraba o salía del país de forma ilegal sin que “El Vigía” supiera.

Con cuidado abrió la puerta del depósito que chirrió resistiéndose al empuje, el hawaiano maldijo internamente por el sonido, pero finalmente el enorme portón cedió y pudo ingresar al oscuro interior. Dentro el sonido de la lluvia se amplificó al impactar contra la chapa, el olor a humedad y encierro era un espeso perfume que llenaba el enorme lugar. Altas torres de grandes cajas se apilaban en todas direcciones dejando estrechos pasillos por los cuales avanzar, era un laberinto.

El primer destello llegó de su izquierda, de un rojo brillante y la caja a su lado estalló en cientos de astillas inclinando la torre que se desplomó sordamente sobre la pila colindante. Mas destellos, rojos, azules, verdes, lo atacaban y el paladín atinó arrojarse por un pasillo a su derecha para protegerse. Parecían ser cinco, los números no le favorecían en aquel enfrentamiento, pero simplemente no podía salir por la puerta.

Maldiciones, gritos e indicaciones, todas voces masculinas, el acento no era de la costa este, ni de la oeste, ni sureño, ni siquiera eran del continente, era británicos. El ataque había cesado, por lo que podía escuchar desde su posición el Ironwood discutían si habían dado en el blanco, al parecer lo creían muerto pero ningún quería corroborarlo.

Sabía que no se demorarían en confirmar que aún se encontraba con vida, por lo que avanzó rápido y en silencio por aquel laberinto de cajas alejándose de sus atacantes, necesitaba ayuda. No tenía su placa del FBI que le permitía comunicarse con sus compañeros, dejó su uniforme en el MACUSA antes de partir aquella trampa, pero si tenía el espejo comunicador, solo esperaba que Ada todavía lo tuviera o que Sheila estuviera atento al mismo.

Pegó su espalda a un muro de cajas y con rapidez extrajo el espejo del bolsillo de su pantalón, no estaba seguro de querer involucrar a Ada o Sheila en aquel embrollo, pero sabía que solo jamás saldría de allí. Con la respiración agitada sostuvo el espejo frente de si con la diestra y solo pudo ver sus ojos reflejados -Por favor necesito ayuda, puerto de Brooklyn depósito 37B, cinco contra uno- susurró en el momento que sentía un par de pasos acercándose por su derecha.

 

 

@ Ada Camille Dumbledore  @ Darla G Dumbledore