Rosas y Corazones Rotos

[Monica Malfoy Haughton]

La que para muchos era la época más feliz del año había terminado, lo que en cambio para otros había sido un respiro. Los villancicos y días navideños parecían ya lejanos y durante casi un mes y medio la normalidad había vuelto a las calles de Londres, sin embargo las tiendas empezaban a verse decoradas de nuevo significativamente iguales unas a otras: corazones y flores, colores rosados y rojos y frases cursis por doquier que anunciaban esta vez la llegada del día probablemente más comercial del año.

A la gente le gustaba tener excusas para celebrar y elegían fechas para demostraciones que, en un mundo menos ficticio, deberían realizarse todo el tiempo.

Faltaban menos de dos días para San Valentín pero aquel era un lunes cualquiera. La noche era tan oscura que la luz de las farolas era lo único que derramaba algo de claridad sobre las calles y el silencio de la madrugada se cernía peligrosamente sobre los escasos transeúntes que se atrevían a cruzar la ciudad a aquellas horas. Ni tan siquiera los tan afamados taxis, tan reclamados a otras horas, detuvieron aquella siniestra tranquilidad hasta que de pronto media decena de sirenas lo interrumpieron todo.

Varias ambulancias cruzaron la última avenida antes de llegar al puente de Londres a toda velocidad y entraron en este sin detenerse siquiera en el último stop con el que se toparon, y eso a pesar de estar seguidas de cerca por un coche de policía. Cuando se detuvieron estaban en el centro del puente y varias patrullas ya se encontraban en el lugar ¿Qué había ocurrido?

Los pocos testigos existentes habían dado la voz de alarma: había dos cuerpos colgados por los tobillos por sendas sogas que se balanceaban peligrosamente sobre el rio Támesis. Las voces de los agentes que ya observaban desde arriba se debatían el proceder sin haber aún tocado la primera cuerda, señalando únicamente los cuerpos aparentemente inertes en cuyas manos habían atado cascadas de rosas y corazones rotos ¿Eran de color rojo o estaban teñidos por la sangre?

De pronto el sonido de un par de tacones hizo que las voces se acallaran. Una mujer totalmente vestida de negro levantó lo que para ellos parecía un simple juguete o quizás un palo e inmediatamente un haz de luz cruzó la distancia que la separaba de ellos para perderse en el aire justo tras sus espaldas ¿Qué había sido eso?

A ninguno le dio tiempo de hablar cuando varias figuras, también vestidas de negro, aparecieron de la nada y actuaron de forma similar dirigiendo está vez sus varitas a sus cuerpos e invocando a la vez un encantamiento desmemorizante.

 

~~°~~

 

Para los muggles no había ocurrido nada pero la comunidad mágica ya estaba escandalizada. Las investigaciones realizada por el ministerio de magia habían arrojado que aquellos cuerpos no eran sino muñecos demasiado realistas y que todo era una falsa alarma. Sin embargo, en el pretil del puente habían dejado una anotación que a todos había dejado realmente preocupados.

 

LOS MAGOS Y BRUJAS SERÉIS LOS SIGUIENTES.
FELIZ SAN VALENTIN ¿O NO?  

Cada departamento del ministerio trabajaba sin descanso en busca de descubrir que podría significar aquello, incluso las conexiones internacionales con otros gobiernos, gabinetes de seguridad y agencias privadas ya se movía en busca de información. Se había ofrecido una suma de dinero importante a cualquier persona que diera o consiguiera información novedosa sobre el caso además de averiguar quién o quiénes habían lanzado aquella amenaza, pero sobre todo… se había corrido la voz de lo sucedido y se había instaurado el miedo.

Editado 13 Febrero por Monica Malfoy Haughton

[Hades Ragnarok]

El cainita se encontraba en su despacho de San Mungo observando aquel diario. El profeta como siempre exageraba todo (cosa que era muy buena).

 

-<<Mientras mas caos mucho mejor>> - Pensó el hijo de la noche dibujando una sonrisa malvada en su nivea faz 

 

La comunidad mágica estaba más que alterada. Obviamente había reinado demasiada tranquilidad y tanto los sangre sucia, traidores a la sangre y aquellos pseudo defensores de la paz se habían confiado. Todos sin pensarlo y sin haberse dado cuenta habían caído en la trampa más sangrienta y vieja del manual. Cada uno se había encontrado en el ojo de la tormenta, ese espacio tan irreal de calma que los hizo confiarse sin recordar que, una vez que pase la calma siempre pasará lo peor y las fuerzas del viento, el caos y la oscuridad serán muchos peor.

 

El Ragnarok suspiro, le ardía tenuemente la marca tenebrosa y podía sentir nuevamente como su oscuro instrumento, aquella varita que había cobrado tantas vidas, causado tanto terror y había realizado los actos más oscuros pedía un sacrificio de sangre. Se levantó y se acercó a la chimenea observando el crepitar de las llamas las cuales dibujaban extrañas sombras en el despacho y en su rostro. Sonrió. Paso la lengua por sus filosos y ponzoñosos colmillos.

 

-Creo que tendré que salir de mi retiro y jugar un poco -susurro.

 

 

 

 

[Darla G Dumbledore]

Calles de Londres – noche del lunes

Podría haber sido una noche tranquila, últimamente no se permitía demasiados de esas, pero estando en Londres, en el Callejón Diagon y en especial en su local, en el hogar de ambos, a Darla le había atacado una pequeña nostalgia. El local había sido decorado para San Valentín, con algunos corazones y rosas que daban vueltas y aparecían de sorpresa entre las estanterías al tomar un libro. Los románticos estaban esta vez en primer lugar en una bonita pirámide que iba girando y rotando para mostrar una que otra novela muggle y mágica. El nombre de Corín Tellado aparecía cada tanto.

Sinceramente la pelirroja prefería los libros de aventura pero Seba la había hecho gustar de algunas historias románticas. Por eso el homenaje para con él en cierta forma, desde hacía una semana. Lo otro que era más un recuerdo de su vida juntos que un homenaje, fue recordar sus clases de  Conocimientos Muggles tomada con Matt. Se había vestido con jeans, una polera azul de cuello alto y una chaqueta de abrigo y botas. Tomó la mochila que usaba cuando iban a clases, puso un par de tentempiés, una botella con agua, otra cuyo contenido rojo no era visible desde el exterior y tomó varias monedas muggles y un pase para las líneas de metro.

Varias horas estuvo paseando y recorriendo la ciudad, casi le da un pico diabético por tanta dulzura. Por eso no notó lo tarde que se había hecho, ahora tendría que regresar por medios mágicos, no había drama, podía aparecerse, pero hubo algo, uno de sus anillos vibró recordándole el peligro que podía haber en las calles muggles también. Las sirenas no tan lejanas la hicieron acelerar el paso en dirección hacia dónde ellos iban.

Cuando se apareció en el puente alcanzó a presenciar la llegada de los desmemorizadores. Porque debían ser ellos, no se imaginaban a nadie más queriendo ocultar a aquel par de muertos ante la vista muggle. Las noticias sobre la broma macabra y de mal gusto al día siguiente parecerían apoyar sus suposiciones pero…

House of Books, Callejón Diagon al día siguiente

El Profeta del día siguiente también hablaba de aquello, ella había tenido poco a nulo tiempo para poder verificar si habían utilizado magia o no, pero el mensaje, el mensaje no dejaba dudas de por dónde venía la mano, o mejor dicho a dónde querían llegar, a quiénes. Pero no había forma de saber quién era el responsable, aún.

—Pensé ya no te interesaban esos temas —Darla se giró y observó a la dueña de aquellas palabras con un leve tono de sorna en ellas.

—No me interesan, pero anoche fui testigo de algo y aún no sé de qué es y sabes que suelo sentir curiosidad… y por siento, buen día…  siéntate a desayunar Kim —la rubia río y esquivó al elfo que ya le preparaba su lugar en la mesa.

—Que casualidad ¿no crees? Justo fuiste testigo —dijo la rubia mientras tomaba el vaso lleno de un líquido rojizo, declinando el té que le ofrecía Lualú.

—Más que casualidad, maldita coincidencia —gruñó Darla y Kim miró a Tommy quien solo asintió, sí, de nuevo su ama andaba recorriendo los lugares que habían recorrido con Seba.

—Bueno, ¿haremos algo? —Darla levantó la vista de la tostada que estaba untando.

—¿Hacer algo? ¿Acaso sigues trabajando como auror y no estoy enterada? Porque lo que es yo estoy retirada querida —Kimberly río y se encogió de hombros.

—Como no —dijo antes de ocupar sus labios de nuevo con la energizante bebida, dejando a la pelirroja protestando no se sabía bien si porque se le acababa de quebrar la tostada con la presión del cuchillo o por las palabras de su rubia amiga.

[Aimé.]

Cuenta la leyenda que en la antigua Roma, en aquellos tiempos donde hablar de guerra no era novedad, ascendio al trono una cabeza fría con aspiraciones de poder, llamado entonces Claudio, el Gotico. Dicho personaje consideraba el campo de batalla su sitio seguro y pretendía que su pueblo dirgiese sus pensamientos a la misma línea, consieraba el amor la principal flaqueza, puesto que nublaba la mente de sus mejores combatientes. Abusando del poder conscedido creó una prohibición al matrimonio, así, no habría distracciones y sus guerreros se enfocarían unicamente en adisestrarse en habilidades de combate, pero que cosa curiosa es el amor... Contra todo pronóstico un hombre llamado Valentín unía aquellas almas que estaban destinadas a estar juntas y así, ni siquiera la ambición podía contra la fuerza del amor. Así fue que nació el día de los enamorados.

Siglos habían pasado y lo que inició como un momento de unión ahora no era más que el día más comercial para las floristerías. En un mundo donde lo superficial apantalla, verte rodeada de rosas y chocolates era el más sútil regalo. Londres se encontraba abarrotado de gente haciendo compras de ultimo momento, reservaciones en restaurants o buscando al menos un sitio lindo cuya pareja pudiese tomarse la foto más apantallante. Pero había algo extraño, el ambiente destilaba tensión.

Caminaba a paso ascelarado por la ciudad. Solo necesitaba comprar los dulces favoritos de James pero se le había ocurrido hacerlo justo a dos días del día de los enamorados, entrar en una tienda parecía un suicidio para los introvertidos. Hacer una fila de por lo menos 20 minutos le parecía la idea más terrible, además, no quería toparse con nadie de su pasado, aunque la posibilidad de ser reconocida sin su distintivo cabello rojo era casi imposible.

A lo lejos escuchó gritos escandalizados, parecía que algo había ocurrido. En lugar de seguir a la mucedumbre que corría por morbo al sitio dicho, ella aprovecho el momento para escurrirse a la compra, no le interesaba ser participe de nada. Pero entonces lo sintió, por que aquellos que tan acostumbrados están a la magia pueden sentirla incluso en la piel y aquel sitio se había llenado de magos. Se colocó unos lentes oscuros ymetió la mano en su bolsillo, dentro se encontraba su varita. No sabía que podía estar afuera. 

 

 

[Sophie Elizabeth Granger]

Tenía ya varias semanas releyendo los grimorios que había encontrado enterrados en el fondo del sótano de la destruida Mansion de las Granger. La magia que afecto los cimientos impedía la restauración así que al final se decidió por usarla como portal a la nueva casa y mantener esta protegida de cualquier amenaza. Aún así Sophie iba de vez en cuando a rescatar algunas pertenencias que habían quedado olvidadas  en la mudanza. Ni siquiera sabía que esas reliquias estaban ahí...Con aquel terrible golpe dado a la orden hacia varios años les habían modificado los recuerdos? Como había olvidado aquellos hechizos tan poderosos, no podía comprenderlo aun. Cualquiera que la viera en aquellos momentos pensaría que se había vuelto loca, con el cabello revuelto en una coleta alta en la cabeza, el ceño fruncido y un lápiz entre los labios. 

 

 

Al fondo de la habitación un rectángulo con imágenes continuas del mundo muggle, llamado televisor, daba noticias que ella  seguía por curiosidad a veces, pero también para asegurarse que nada "especial" se estuviese filtrando al mundo no mágico. Casi se lo pierde, pero algo llamó su atención por el rabillo del ojo, o tal vez la leve comezón de su tatuaje que hacia mucho no sentía, ya había olvidado que lo tenia. Guardo los cuadernillos en un lugar seguro y puso toda su atención en la nota. Se habían reactivado sus compañeros  o la amenaza era en general. 

 

Torció la boca con disgusto, no podía mantenerse al margen aunque moría por fingir que aquello no le afectaba. Miró su aspecto desaliñado en el espejo y se recompuso, dejó una nota para sus primas y abrió la puerta que daba acceso al sótano de la Mansion en Ottery. Salió de la casa con rapidez y ya en ella se quedó pasmada, ya casi no tenía amistades en Inglaterra y no sabía si aún tenían un lugar de reunión en la Marca...

 

-que diablos hago ...- pensó mientras se recargaba en el cercado de su casa. Miró hacia la Gryffindor pero no sabía si alguno de sus primos aún estaba ahí. - no pierdo nada con intentar y al final esa también es mi casa. 

[Ada Camille Dumbledore]

 

Las noticias viajaban rápido en los entes mágicos que la noticia había explotado como pólvora en todo el mundo mágico, hasta en París estaban los magos y brujas alterados de saber que había una amenaza en el Támesis para todos, esa era la razón por la que en el Ministerio de asuntos Mágicos de Francia se había alterado en plena víspera de San Valentín. Una reunión de altísima prioridad se daba justamente entre los directores de la oficinas de autores del Ministerio y su cabeza la ministra, quien había ordenado que llegará a Londres un equipo para investigar el sucesor además poner en alerta naranja las calles de Francia en especial París y Montecarlo por ser la capitales principales.

Había sido nombrada para ser parte del equipo de investigación y ahora estaba en las calles de Londres viendo como la policía británica se encargaba de desalojar los muñecos que habían sido colgados de una manera muy teatral sobre el puente y de la forma en que las flores y la sangre estaban dispuestas como la nota amenazante. Nos dispersamos entre los curiosos, trataba de identificar a alguna persona que mencionara que había estado presente en el momento y así poder interrogarla para tener más detalles.

Entre los asistentes estaban distribuidas las teorías del suceso algunos mas enfocados que el hecho había sido un broma y no una amenaza, algunos comentaban que eran algún acto circense y después anunciaron la llegada de algún ilusionista a dar un espectáculo en vivo y otros que algún asesinó en serie estaba suelto y estaba advirtiendo su presencia.

Yo solamente escuchaba con atención y observaba, era lo mejor que podía hacer para ir reuniendo información.

[Rose Black Lestrange]

Disfrutar de la noche  en el callejón diagon siempre tenía sus beneficios, pero en esa noche de cacería  para la bruja, Se tornaría diferente por un chisme que recorría la comunidad mágica , estremeciendo a los más sensibles o despertando  la atención de sedientos  y curiosos espectadores del drama.

Un caso así no podría escapar del interés de un ex funcionario del departamento de misterios ;Que una celebración llegará a empañarse de sangre , con verdaderos corazones rotos llegaba a ser una excelente burla para quienes ridiculizan  el verdadero significado del amor, con simples demostraciones banales.

Con el interés y el morbo que llegaban a estremecer  las entrañas de la bruja , alistó sus pasos sobre el callejón abandonando su destino original para aparecer en el lugar de los hechos y así admirar en persona la fatídica broma, donde habían dejado en claro que un demente deseaba jugar con las emociones de los creyentes en el festejo de san Valentín .

------ Puente de Londres ------

Otra vez el río Tamesis , testigo de tantos actos absurdos de los muggles, cegados por las emociones , impulsivos, incapaces de  cargar o luchar con el dolor se entregaban al vacío... Simples humanos ordinarios que como siempre mostraban ser una vez más la  raza débil. Aquel Show hubiera sido excelente para ellos, una clara demostración de entrega y devoción , convirtiendo en mártires las víctimas de aquel tragico lunes , las grandes cadenas televisivas alimentando sus bolsillos por la jugosa noticia, enfermando más a su sociedad debil. Un verdadero desperdicio haber arruinado tan excelente show, igualmente ajeno a esos detalles la bruja se centro en la información que recordaba y buscaba por su cuenta entender el trasfondo de tal jugada; Estaba más que claro que jamás se trató de una sola persona , pero cual era la motivación ? , que necesidad de alterar a todos en el mundo mágico?. 

Eran muchas las preguntas que se escribían en sus pensamientos , mientras ella recorría el lugar dejando que la  briza acariciara el largo cabello negro que en momentos  cubria su rostro, aquel que delataba el frío que llegaban a sentir las mejillas de la bruja. Llegado al punto exacto donde recordaba que estaban las supuestas víctimas según los dichos, la bruja saco del bolsillo de su chaqueta negra de cuero una nota con la frase al estilo trágico que decía - el dolor que muerde las Carnes , la herida que hace gritar, el tormento de no olvidarla y de saber que no vendrá... Es la burla atroz de dar todo por nada y al fin de un adiós despertar llorando- las palabras escritas con su letra  terminaron por causarle una sutil sonrisa, mientras que el papel se escurría de sus manos  por el aire , sus ojos verdes terminaron por perder  el recorrido del mismo, señal que tomo la bruja para asi balancearse en la orilla del puente como si intentará  lanzarse al mismo río Tamesis.

Editado 15 Febrero por Rose Black Lestrange

[Saori Rambaldi Ragnarok]

En las oficinas de cuidado y criaturas mágicas... 

 

En un rutinario dia de trabajo asi como de nuevos archivos de investigación, la bruja en cuenta por medio  de los pasillos de otros departamentos un escandalo  un   chisme que tiene al  ministerio de magia intrigado, además  de alerta saori  mira el periódico que sus compañeros  traen, observa la gran noticia como siempre siendo escandalosos, saori toma su mentón mientras deja lo que esta haciendo y piensa por un momento que la persona que haga este tipo de actos debe ser alguien que quiere jugar una  lucia broma pero como estamos dentro de un mundo de estigmas, la primera cosa que se tendrá en cuenta serán los mortifagos. 

-Debería ir, posible mente allí este ella - suspira saori . 

viendo a lo lejos de la pared blanca donde un poste  sobre el  uso de la oficina se le vino a su mente su hermana kyttara pues hace muchos años que se fue y no se supo mas de aquella bruja, de por si todas sus hermanas se habían ido lejos, separado  pero sabia dentro de si que su hermana estaba  cerca y tal vez ella con su gran intelectualidad podría ayudarla, por consecuente  llamo a su exótica ave Chester para que rastreara a su hermana - búscala  presiento que ella esta aquí , por medio de su poder mágico no se pero cualquier cosa me están avisando -   un ligero ardor roso sobre su blanca piel, solo eso significaba un cosa, cosa que tal vez no quería cree, no se atreve a mostrar su marca por lo que solo soporta y se dirige al lugar de los hechos, pues  ya que todos debemos estar allí. 

 

En el lugar de los hechos 

Al llegar al lugar de los  hechos saori nota que casi toda la comunidad  mágica incluyendo a los aurores están presentes camuflados por los muggle  clara mente, nota que su tío @ Hades Ragnarok  sigue estando vivo, eso para la asiática es un milagro, pero se alegra asi  se verlo de lejos, por otro lado va en busca de rose mirando lado lado, nota que la extravagante black lestrange aun hace sus misteriosas apariciones, con un toque de varita aparece detrás de ella y susurra a su oído -  valla si que me extrañas señorita lestrange -  la  abraza  fuerte mente como si los tres años que se fue hubieran sido, siglo  saori no la odiaba por dejarla solo le dio rabia el no tener un explicación clara de sus hechos. 

 

- hay mucho alboroto para ser un dia común en Londres, no se si te paso pero mi marca ardió un poco, pero dudo que sea eso cierto ?  - dice la ashryver mientras mira al resto de magos  que buscan la razón de todo este drama - por cierto, posible mente me rencuentre con una de mis hermanas que no veo hace años  -    

 

 

 

@ Marabella Rambaldi G.  @ Rose Black Lestrange

[Luna Gryffindor Delacour]

Mansión Chateu Dumbledore- Día del hecho.

Había terminado todas sus rondas como auror y sólo deseaba llegar a casa para poder al fin tomar el chocolate caliente que había visto esta mañana y se preguntó si su mejor amiga, Ada, había llegado ya para poder contarle de todos los locales a los que quería ir, pero por lo pronto sólo podía pensar en preparar el chocolate caliente para poder chusmear mucho más a gusto. 

Apenas si llegó a entrar cuando al mirar el diario se le fue el alma a los pies, se quedó tan estática que ahora si parecía una estatua de sal, aunque no lo necesitaba parpadeó asombrada mientras intentaba  entender las palabras que había en el diario El Profeta, el cual solía dar muy buena información para sus lectores y se preguntó si todo rl mundo se habrá quedado asombrado al recibir la noticia de los cuerpos muertos en el puente de Londres. 

 Mientras levantaba el diario y leía la noticia rápidamente su mente se empezó a hacer preguntas, una tras otra, quien había matado a esas personas? Por qué habían elegido el puente de Londres? Y la más importante de todas, Por qué alguien querrian colgar así a las víctimas? Pero dejo de especular y se volvió a abrochar el traje violeta claro que había empezado a sacarse, suspiró pensando que ese día no tendría ningún chocolate caliente, en otro tiempo hubiera tenido una mirada de terror pero después de pasar tres años como Auror, ver un muerto para ella era algo normal, así que se apresuro a salir de la casa rumbo al lugar de los hechos y rezó al Dios de Rory para que no sea tan catastrófico de como lo anunciaban en las noticias, al fin y al cabo, ser sensacionalistas era su trabajo y por eso quería cerciorarse de que fuera así como comentaban en los diarios. 

 

Caminaba rápido para llegar al puente de Londres, vivía a muchas cuadras de ese lugar y por eso se asustó cuando un memo sobrevolo alrededor suyo, estiró la mano y la carta se poso en sus manos, ella se apresuro a desdoblar el papel y al leerlo asintió para si misma, entendía porque esa alerta había llegado al departamento de aurores, así que se apresuro más para al fin llegar al lugar y poder ayudar a sacar los cuerpos y porque no ver que sucedía en realidad. 

 

_______ Puente de Londres_______

Las sirenas de la policía la pusieron en alerta, así que se guardó rápido la varita mágica en el bolsillo del saco, no sabia si habría muggles en la zona así que no se arriesgaría a que la vieran con una varita en las manos, y por eso camino pasando la banda amarilla que habían puesto y se dispuso a hacerse cargo de la situación.

 

- Señorita Gryffindor, parece que es el loco de San Valentin, o así lo llaman en las noticias, los cuerpos están colgado del puente, tienen laceraciones en sus manos y piernas, realmente quien hizo esto estaba preparado para exibirlo como si fuera un trofeo, pase con cuidado por favor - le explico el auror que estaba a su lado - 

 

- Gracias por el resumen, no se preocupe me haré cargo desde acá, parece que hoy tendremos una larga noche, mira ahí esos corazones me dan miedo, podemos deducir que quien lo hizo era muy teatral evidentemente y monto una escena horrorosa, veré que nadie autorizado no pase y seguiré investigando, vete a tomar algún café y vuelve aquí que te necesitaré- 

 

El auror que se había puesto un traje de policía, decidió salir a descansar dejando que ella se encargará, por lo pronto, sin levantar su varita ni hacerla presente, Susurro un hechizo de revelación, para que le dijera que tal estaba el cuerpo y si el que orquesta eso no dejaría algo suelto por ahí, maldijo en voz alta cuando todo sus pesquerías le saltaron en negro y así confirmó que quien hizo eso, no sólo era un mago o bruja muy hábil, si no que quizás estuvieran frente al primer asesino en serie del mundo mágico y eso era algo que la asustaba y la puso en alerta al instante. 

 

 

 

[Rose Black Lestrange]

Centrando sus sentidos en esos segundos de paz, donde el equilibrio de su mente trataba de comprender que podrían  llegar a sentir los muggles en aquel acto vacío y desesperado por lanzar sus cuerpos al río, con una esperanza que ya había abandonado sus almas ,y tirando a la suerte lo que suceda luego con sus cuerpos.  Realmente se trataba de una tortura ser un muggle lleno de insensatez y sin herramientas que pudieran aliviar la carga de vivir esas pesadillas que ellos llamaban vida. 
En esa milésima de segundos donde el cuerpo de la bruja se inclina más hacia el rio para experimentar la sensación, su acto es interrumpido por una voz tan familiar, similar a la de su bella amada  pero  que sin importar aquella relación pasada aun asi  había tenido el poder de abandonarla en el nombre del amor.

 Acaso era una ilusión que creaba aquella sensación o era quizás eso lo que los mortales se imaginaban?; El abrazo de la asiática daba por sellado que era un acto real y dando señal  de su amor intacto. 

Rose no era capaz de afrontar  tanta demostración física absurda, por lo que escapando de ese abrazo rápidamente y sin dejar de sostener la mano derecha de su amada , amaga darle un pequeño empujón para luego tirarla hacia ella encontrándose frente a frente  - Jamás Aprenderás de no bajar la guardia verdad ? Y no se trataba de que te extraño, estaba en una investigación de campo - en un salto la bruja bajo a un lado más seguro del puente mientras extendía su mano para que Saori bajará junto a ella- La noticia tiene a todos en un estado de alteración insoportable, así que pospuse mí cena para indagar en estos lados, pero y tu ?... acaso después de tres años viniste a invitarme a cenar querida ? Me halagas- sus gestos en el rostro eran muy evidentes no podía disimular que la situación se torno agradable pero a la vez  graciosa para la bruja , jamás hubiera esperado que quien abandonó hace tres años apareciera justo detrás de ella con esa tierna demostración de su amor .

Era momento de pagar el precio de una pasión , pero y aquel esfuerzo inconciente de no reconocer la importancia de lo perdido; como se tornaba posible que frente a su gran amor era capaz de no descargar sus emociones , optando así que deambule hasta encontrar  una vía de escape en su propio ser , sin importar que ese orgullo le causará un daño así misma.

 

@ Saori Rambaldi Ragnarok