^ High Flights ^ (MM B: 87651)

[Az Black Haughton]

Aquellos niños eran indudablemente gemelos, los hijos de la vice-ministra irradiaban alegría e indudablemente poseían rasgos finos y elegantes, rasgos que solo poseían -en conjunto- los Malfoy. Suspiró, se acercó a la pequeña y le acaricio el cabello, sintió la mirada penetrante de Derek, era curioso y algo descarado, quizás se preguntaba porque la Haughton vestía de aquella manera. Una voz eufórica pronunció una frase peculiar, que había escuchado durante el principio y al final del partido, esto llamó su atención, su madre había ingresado al local con una sonrisa de oreja a oreja, Az quería enojarse por aquello pero era inevitable contagiarse de buenas vibras en aquel lugar, era uno de los peores defectos de la joven, las emociones fuertes eran efímeras en ella, nunca perduraba el enojo, la ira o el rencor. Los niños salieron corriendo hacia la Malfoy.

 

-- Brindemos por eso--contestó a Mack, quien amablemente le había dedicado unas palabras de consuelo.

 

Le dedicó una sonrisa amable a otra joven, que la había felicitado al reconocerla. La mortífaga aun no había caído en cuenta de que esa tarde había jugado como capitana y cazadora, una doble posición que no muchos son capaces de enfrentar y a pesar de eso, aun se atormentaba por haber perdido, pero prefería pelear y ser derrotada a rendirse sin pelear. Tomó una copa de champagne y brindó junto al resto de los presentes, ingirió el contenido total un solo sorbo y se acercó a Lyra, le debía una disculpa, pues meses atrás cuando la Haughton había perdido la memoria fue a dar al castillo Ryddleturn bajo la custodia de Lyra y un día desapareció sin decir nada, pues la marca tenebrosa recobró vida en ella y todas sus memorias volvieron a donde pertenecían.

 

-- Emm... Lyra, creo que te debo una disculpa--comentó, algo indecisa ya que no era algo normal en ella pedir disculpas. La miró directamente a los ojos mientras hablaba.

[Akiza Ravenclaw H.]

Con una sonrisa de satisfacción por el partido increíble que se dio en ese día. Un poco cansada pero satisfecha me dirigí a la fiesta que se iba a realizar en un negocio interesante. Con mi cara pintada en las mejillas pequeñas banderas de Japón, vi que ya estaban reunidos ya los animadores y algunos jugadores. En mi mochila porque no debía ser mal agradecida traje una bandeja de rollo de sushi de todos los sabores que había en el mundo. Esperaba que les gustaba mucho eso.

 

-AWAKASIKAMAFA- grité al recordar al inicio del partido- Chicos como están perdón la demora, me distraje en otro lugar...traje sushi para compartir con todos ustedes...estoy realmente feliz...Mack hiciste un gran trabajo hoy te felicito mucho- dije sonriendo ya que ella contribuyó en gran medida a la ganancia de Japón.

 

-Hola Gaby...ya veo que te encuentras aquí primera como siempre- dije sonriendo con una pequeña risa- Gracias por animarnos hoy...y a todos mejor dicho gracias porque con su apoyo hicimos un gran trabajo-

[Sagitas E. Potter Blue]

-- Por favor, por favor, que lleguemos pronto -- suplicó Sagitas desde el asiento trasero del Autobús de la Agencia de Viajes.

 

Empezaba a pensar que todo era un error y que no debía de haber abandonado el pueblo para irse de vacaciones con los dos niños y su sobrina Reena. Era algo que necesitaba, tenía mucho estress acumulado y necesitaba descanso. ¿Pero lo conseguiría con los dos niños en aquel lugar?

 

Le había mandado una lechuza(*) a la dueña del lugar y no había recibido respuesta, pero suponía que eso en sí era una confirmación, porque si Alfred había comprobado que las fechas no eran las adecuadas le hubiera devuelto la lechuza con una negativa.

 

Así que se había empaquetado media casa entre ropa de los niños y las suyas, y habían metido todo en el portaequipajes del autobús. Llevaba hasta tiendas de campaña por si tenía la posibilidad de acampar en algún lugar que le aconsejaran, para que los niños disfrutaran de las estrellas. Pero sobre todo, lo que más querían los dos enanos, era montar en los caballos alados. Llevaban días alborotando por toda la casa con esa idea.

 

-- ¿No podéis bajar la voz un poco? -- protestó al ver que no paraban de botar y mirar por la ventanilla en cuanto sobrevolaron el agua.

 

Menos mal que era Harpo quien conducía hoy, a ella le iba a explotar la cabeza. Si era posible, le iba a endosar los niños a su sobrina y ella se iba a quedar en la cama todo el día, descansando, que ya se lo merecía.

 

-- ¿No habrás olvidado los trajes de baño, verdad, Harpo?

 

-- No, Ama. Está todo en las maletas. Y ahora agárrense, que voy a aterrizar en la pista de aparcamiento.

 

 

 

 

OFF.-

 

(*) No lo hice, es una excusa para venir a rolear.

[Reena Vladimir]

El suave volar del bus me mantenía dormida, abrazada al bolsito sin fondo en el que iban todas mis cosas, con una sonrisa en los labios, encogida en los asientos. Escuchaba y no escuchaba a los niños dándole la vara a mi tía, pero si me quedaba quieta y no habría los ojos podría volver a revivir mentalmente cada una de las caricias que había recibido de manos de mi novio. Al final terminé removiendome.

 

-¿Queda mucho Harpo?

 

Me desperecé y ahuequé mi pelo mientras me acercaba a los niños que saltaban dentro del corralito invisible que les había encantado en una de las zonas mullidas y sin asientos. Uno de los niños comenzó a reírse y me señalaba con el dedo. Tuve que acercarme y le cogí la manita intentando comerle el dedo. Él retiraba la mano y gritaba tanta gracia me hizo que terminé soltandolo para que cayera de c*** cobre el mullido pañal.

 

-¿A Harpo se le olvidaron las pociones para el dolor de cabeza? Creo que tengo alguna en el bolso, si la quieres.

 

Quería que descansara parecía un poco cansada, con un niño podía, pero con los dos, algunas veces se le escapaban de las manos. Me nos mal que no llegaba a ser nada importante.

[Sagitas E. Potter Blue]

Agradecí que Reena se hiciera cargo un momento de los niños y me levanté. Caminé hacia Harpo. Había que reconocer que era un gran conductor y que llevaba el autobús mejor que yo, sin saltos ni cabriolas, a pesar de que los niños le pedían que hiciera tirabuzones. Sólo una vez el elfo me pidió permiso para hacerlo pero mi mirada le convenció que no era prudente.

 

-- ¿Ves la zona azul? -- le dije, señalando la enorme "P" de parking. -- Ahí tengo contratado el aparcamiento, bien cerquita de la entrada.

 

Después miré por encima de mi hombro. Una Reena somnolienta jugueteaba con Akira. Ithilion chillaba y daba brincos de un lado al otro del corralito, llamando a su primo y enseñándole las bestias que volaban cerca de nosotros.

 

-- Vaya...

 

Nunca había visto un Aethonan que se sintiera atraído con el bus de color violeta. Tal vez era la luz del sol que le hacía brillar, pero el animal se mantuvo a una distancia no demasiado prudente para acompañarnos. En cuanto pisamos el suelo ascendió rápido y desapareció en el suelo.

 

-- Buen aterrizaje, Harpo... -- y le palmeé en el hombro.

 

Retrocedí hacia mi sobrina y le dije que yo me llevaba al más grandote. Ithilion pareció oírme y se tiró a mis brazos, haciéndome retroceder unos pasos con él en los brazos para no caerme.

 

-- Brutoooo...

 

La puerta del bus se abrió y se asomó un elfo de la isla. Le saludé.

 

-- Holaaa, somos los "Ojo Loco" Potter Blue y los Vladimir, tenemos reserva durante una semana.

 

El elfo se rascó la cabeza, pensativo.

 

-- Pero si estamos llenos, no esperábamos a nadie más ya hasta dentro de un mes.

 

Miré confundida a Reena.

 

-- Pero si mandé una lechuza reservando habitaciones -- gemí.

[Reena Vladimir]

Reí pues Akira desde el lugar mas alejado del corralito se reía y me señalaba los animales que surcaban el aire a nuestro lado, pero pronto terminó eso pues aterrizamos casi sin darnos cuenta. El mayos de los pequeños corrió hacia su madre y juntos bajaron del autobús.

 

-¿Tía, no esperaste respuesta a la reserva?

 

Me parecía imposible hasta para ella, también podía ser que la respuesta se hubiera perdido en el trayecto o que aun no hubiera llegado, pero me sorprendía el proceder de mi tía.

 

-Amaaaaa aballo vola, ver ver VER!!!

 

Akira corrió de nuevo a la ventana e intentó asomarse al cristal, pero apenas le llegaban los ojos al borde. Le hice gestos para que se acercara y cuando lo tuve en los brazos comenzó a peinarme, haciéndome rizos con sus deditos antes de apropiarse de uno de los mechones.

 

-Disculpe elfo ¿Y no hay posibilidad de ver los animales hasta que caiga la noche? Luego nos vamos a casa, tía, pero al menos veremos los animales...

 

Me parecía bien, pues pensándolo con detenimiento no quería tener que irme en plena noche a la reunión que hacía dias tenía proyectada, pero no podía faltar no tenía elección.

[Sagitas E. Potter Blue]

No, la verdad es que no había esperado ninguna respuesta porque sencillamente daba por hecho que las reservas eran instantáneas en aquel lugar.

 

-- Pe... Pero... ¿Y no puedo ver a Alfred? Estoy segura que...

 

¿De qué estaba segura? Si no había plazas, pues no había... Pero... Y entonces se me ocurrió una idea.

 

-- Mira, traemos tiendas de campaña, y mientras se arregla el tema de las habitaciones podemos acampar en algún lugar de la isla, en el que podremos ver a los animales sueltos.

 

Ithilion se puso a aplaudir y a gritar "Acampadaaaaa". Akira también aplaudía, con golpecitos secos de sus pequeñas manitas; lo malo es que se había olvidado de desenroscar los dedos del pelo de mi sobrina. Busqué apoyo en Reena, para que intentara convencer también a los elfos.

 

-- No sé si... -- empezó a decir uno de ellos.

 

Pero no le dejé continuar. Yo estaba decidida a no moverme de allá y dejarle probar a los animales a mi hijo Ithilion. No que se los comiera, por supuesto, me refería a probar a montar en alguno de ellos.

 

-- VAmos, vamos, mis elfos nos ayudarán a montar las tiendas mientras Alfred nos busca una habitación libre. Y esta noche podremos dormir bajo las estrellas.

 

Ithilion seguía aplaudiendo y dando saltos, contento con la excursión que se planeaba.

[Reena Vladimir]

No pude evitar quejarme cuando Akira se puso a aplaudir con entusiasmo, tenía mi pelo en la mano y a él no le importaba el daño que me hiciera mientras pudiera aplaudir con presteza. Tuve que sujetarle las manos y por consiguiente chilló con ganas, quería ver los caballos que volaban y quería verlos ya.

-Tía...

 

Yo no estaba de acuerdo con eso, pero a fin de cuentas nada mas había ido a acompañarlos porque yo al final me marcharía. Solo necesitaba asegurarme de que los niños no se le subían a la chepa durante el viaje y la mayor parte del viaje la había pasado durmiendo...

 

-Zaphire, adelante ayuda a Harpo por favor.

 

Me aparté de la puerta y la elfina saltó del autobús para ir a la parte de atrás a por la tienda y algunas de las cosas mas imprescindibles. Yo me quedé esperando, miraba preocupada a mi tía, no estaba segura de que pudiera con los dos niños en un entorno tan libre como podría ser aquel lugar, pero su ella quería intentarlo no sería yo quien se lo impidiera pues a fin de cuentas uno era su hijo y el otro... No podía olvidar que Hayame había confiado en ella para cuidar de su hijo y no en mi, a pesar de que ahora un papel dijera que era hijo mio...

[Sagitas E. Potter Blue]

-- Pues entonces, hecho. Vamos...

 

El elfo de la isla se rascó un poco la cabeza pero al instante saludó y ayudó a Taga y a Harpo a sacar las tiendas. Yo tomé a Ithilion de la mano, quien no paraba de dar saltitos, intentando soltarse de ella.

 

-- Muchachito, o te portas bien o te mando de regreso a la "Ojo Loco". Oye, elfo... ¿Cuál es el lugar más interesante para ir a ver las estrellas?

 

El elfo señaló hacia el nordeste.

 

-- En la zona de ensanche del fiordo hay una vista preciosa. Allá van muchos galanes con sus parejas.

 

Distinguí una mirada de complicidad de Harpo con Zaphire y sonreí. No era la única que iba a disfrutar de aquellos parajes.

 

-- Pues le dices a Alfred que nos puede encontrar allí mañana por la mañana, que hoy vamos a dormir al raso. ¿Os ayudo en algo? -- les dije a los elfos.

 

Harpo me señaló la bolsa de Ithilion y la de Akira.

 

-- Si las llevan , nosotros nos encargamos de los víveres y de las tiendas.

 

-- Y de los sacos -- le recordé.

 

-- Van dentro, Áma, no se preocupe.

 

Y subiendo a Ithilion encima de mi cuello, agarrándolo por las manos, empecé a caminar hacia aquella zona, feliz. Al fin y al cabo, sí iba a gozar de unas vacaciones.

Editado 31 de Julio del 2011 por Sagitas Potter Blue

[Reena Vladimir]

-Ami yo queroooo yo querooo.

 

El niño señalaba a Ithilion que iba andando el solito de mano de su madre y al parecer Akira también quería. Chillo aun mas cuando vio donde subían a su primo y él nada mas seguí en mis brazos sin conseguir ni posarse en el suelo ni subirse a mi cuello.

-Venga Akii deja las lagrimas de cocodrilo.

 

-¿co... cocodilo?

 

S secó las lagrimas muy rápido mas rápido de lo que pensaba yo y me sorprendió que intentase bajar a como diera lugar. Al final tuve que posarlo y cogerle de la mano para que no fuese a pedirle a mi tía que también a él lo alzase.

 

-Venga, vamos cariño tenemos que montar una tienda de campaña. Cuando esteis instaladas ya instalados yo me iré acuérdate tia.

 

Le dije disimulando no quería ver su cara de contrariedad, por lo que me hice con uno de los bultos y seguí a los elfos por el camino que abrían ellos.