Jump to content

^ High Flights ^ (MM B: 87651)


Mackenzie Malfoy
 Compartir

Publicaciones recomendadas

-- ¿Cómo que te vas? -- susurré.

 

No quería decir en voz alta nada que asustara a los niños ni a los elfos. HArpo era capaz de no dejar que me quedara allá si sólo estaba yo como adulta en aquel páramo.

 

-- Me dijiste que tenías una cita ineludible, pero no que fuera esta noche, que es la que me quedo con ellos solita en el lugar de acampada.

 

Sabía que no era justa, porque sí me lo había dicho, pero es que no quería quedarme sola al aire libre. En el hotel no importaba, pero allá en el monte...

 

-- Oye, elfo... -- le pregunté a la criatura que nos guiaba hacia aquel montículo. -- ¿Aquí hay algún animal feroz del que tengamos que... cuidarnos?

 

El elfo me miró extrañado.

 

--Pues claro, estamos en una isla salvaje y hay muchos animales. Aunque pocos comen carne humana, aunque claro... en plena noche...

 

Miré a mi sobrina, desamparada.

 

-- ¿Ves? No puedes irte y dejarme sola. Ithilion es capaz de comerse a uno de esos animales y meterme en problemas.

 

Ithilion por supuesto se puso a aplaudir de nuevo y a gritar "Animaleeees", seguido por su primo

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

De cuando en cuando Akira tropezaba y me obligaba a tirar de su mano para que no terminase en el suelo. Y al final me daba las dos manos para poder alzarlo mejor.

 

-Fiiuuuuu- decía cada vez que lo levantaba y se reía divertido porque le encantaba eso de volar. Tuve que cambiarme de mano el peso porque de tanto jugar se me acabó durmiendo perdía fuerza y no podía tirar de él con la misma facilidad.

-Creo que a este niño le va a gustar mucho eso de volar, tendremos que regalarle una escoba tía...

 

Al final saltó, igual si le hubiera dicho que iba a irme con Kevin igual no ponía tanta queja pero no era el caso, no podía evitar la marcha. Me hizo gracia que preguntase por las criaturas y no pude evitar reirme.

 

-Tia no te comerá nada de por aqui, quizás George el increible... - le lancé la indirecta- Bueno mujer los animales son vitaminas no creo que porque se coma un par de grillos, no creo que le pase nada...

Sacerdotisa·Madre·Compañera


http://oi63.tinypic.com/9qy628.jpg


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Fruncí el ceño. La historia con aquel George, el Increíble, como se hacía llamar, había sido un.. lapsus... si se podía llamar así. Pero no tenía por qué recordármelo, al fin y al cabo ella había hecho lo mismo, aunque con alguien más cercano y conocido, y yo si te he visto no me acuerdo, sin más problemillas que destacar.

 

Levanté la cabeza, con orgullo, y la ignoré, saltando con Ithilion en las espaldas, gritando de alegría cada vez que se iba hacia arriba por el salto.

 

-- Bueno, si tienes que irte, vete. Tú te lo pierdes. Yo estaré aquí, protegida por los dos hombres más bueeeeenos del mundo, Akira e Ithilion. Y me tendrás envidia, hale.

 

Aún así hice un mohín de asco. Esperaba que mi hijo no llegara a comer nada de eso. Bueno, tal vez los hiciera levitar y provocara algún incendio. Últimamente era lo que hacía y lo que le divertía. No podía evitarlo, era hijo de un demonio y eso se llevaba en la sangre.

 

-- ¿Queda muy lejos, chico?-- le dije al Elfo.

 

-- Allá, cruzando aquella gran roca. EStamos a unos diez minutos, Ama.

 

-- Pufff...

 

Y es que Ithilion ya pesaba mucho para llevarlo a cuestas.

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Me dolieron las palabras de mi tía, era difícil aceptar que no pudiera hacer nada por evitar mi marcha ni que ella quisiera si quiera evitarla, por ello y para no ponerme mas triste decidí seguirle la broma.

 

-Pues si chincha revincha, yo podré comer helados y no tendré que protegerme de ninguna fiera nocturna.

 

Le saqué la lengua y le hice carantoñas, pero no sé si las vio porque ya volvía a caminar delante y le preguntaba al elfo que nos guiaba.

-Bueno elfo, entonces haga levitar mis cosas porque aquí termina mi paseo, Zaphire coge a Akira por favor.

Le di un beso al niño en la frente como tantas otras veces había echo. También lo hice con Ithilion y le dí otro incluso a mi tía para después desaparecer, la bruma rojiza me envolvió y mi cuerpo desapareció de aquella isla, dejando a Sagitas y a los niños en aquella isla, no sin cierto temor de que les ocurriera algo.

Sacerdotisa·Madre·Compañera


http://oi63.tinypic.com/9qy628.jpg


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

No le iba a demostrar a mi sobrina que me molestaba que se fuera de parranda (seguramente con Kevin) y me dejara a los dos niños a mi cargo, cuando era yo la que quería hacer eso y olvidarme de la familia y, sobre todo, domir.

 

Pero bueno, todo fuera porque los niños disfrutaran de una semana fuera de las mansiones y al aire libre, conociendo a los animalitos. Aunque pensándolo bien…

 

-- Si sé que te vas y no te quedas ni a pasar la noche, vemos las estrellas desde la “Ojo Loco” y montamos la tienda de campaña. Y de excursión al circo, que allá hay muchos animales, o a la Reserva – le protesté.

 

Aún así sabía que se lo merecía y que ella también tenía derecho a tener sus vacaciones. Por ello suspiré, abatida y convencida de que las necesitaba tanto o más que yo, y acepté que se fuera.

 

La vimos alejarse en su típica nube rojiza y me volví a los niños.

 

-- ¿Quién me ayuda a montar la tiendaaaaaa?

 

Y se pusieron a dar saltitos de alegría. Les dejaría un rato jugando al ratón y al gato por allá dentro y después la montaría con magia y la afirmaría bien. Con dos enanos hiperactivos como aquellos, ya podía ponerla bien sujeta al suelo o aún la tumbarían.

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 1 mes más tarde...

Un bosque se abre ante los ojos de Antara... altos árboles que tintan con tonos de verde y ocre el ambiente. Una alfombra de grana apenas contrasta con espacios terrosos que manchan el gran tapiz.

El sol brilla radiante en lo alto del cielo, en el punto exacto que no da lugar a sombras, los pasos de Antara son firmes y decididos, mismos que la llevan a adentrarse en tan mágico lugar.

El sonido de las aves y el susurro del viento al acariciar las hojas de los árboles, enmarcan una armonía total.

 

Vestida enteramente de negro, con pantalones pegados, altas botas y un corset ribeteado en verde, con el cabello negro cayendo libremente por los blancos hombros, mientras enmarca el pálido y afilado rostro de una mujer con intensa mirada color esmeralda.

 

Avanzó sin parar hasta un gran roble de colosales dimensiones, suspiró al arribar no existía mejor lugar.

 

Con los ojos cerrados susurró:

 

Invoco cuius esse sequitur illa a facie mea.

 

Pidiendo a todos aquellos que hayan sido importantes para la existencia de Antara, que se presentaran.

 

¿Sería que alguien llegaría?

 

La Ojiverde se sentó y se recargó en el gran árbol, simplemente a al espera de que algo pasara.

 

Sus pensamientos se fundieron en una vorágine de recuerdos, sueños y visiones de un momento que no respondía a tiempo ni espacio conocido.

En el sonido del silencio, tu voz escucharé
Antara

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Había sido más difícil de lo que esperaba. Ahora maldecía el haberle dejado la noche libre a Reena para que tuviera un día de descanso. Sí, se lo merecía, demasiadas obligaciones y pocas satisfacciones, necesitaba estar un día relajada en casa sin que nadie la molestara, aunque fuera la familia. Había ordenado a los elfos que la ayudaran en el spa y en el balneario, que no la importunaran y que le facilitaran las cosas para tener un día completamente placentero.

 

Pero no se esperaba que los niños, animados por tener un día de acampada en aquel lugar perdido, hubieran sido tan tremedos. Ahora, por fin, ya dormían en la tienda, cada uno dentro de su saquito. Sagitas apenas contuvo un interminable bostezo y cuando por fin pudo cerrar la boca se dio cuenta que se dormía, agotada, que ahora era ella quien necesitaba un descanso.

 

Salió de la tienda de los dos niños y abrió la cremallera de la suya. La elfina estaba allá, con los ojos medio cerrados, poniéndole un pijama rosa de raso encima de su saco de dormir.

 

-- ¡Ostras! ¿No me has traído otro pijama más acorde a la vida en el bosque?

 

Ella lo negó. Al fin y al cabo, se suponía que iban a estar en el Hotel de High Flights, con todo el lujo y las comodidades del lugar, y no en el duro suelo de una acampada.

 

-- bueno, no importa. Vete a descansar con los niños, y no me despiertes si no es totalmente necesario. Hoy ni una bomba me hará levantarme hasta que amanezca.

 

Y confirmando eso, Sagitas quedó dormida en cuanto se metió en el saco y el calorcito de la tela la envolvió.

 

Sonrió. Sentía que caminaba descalza, sin notar las piedras ni la hojarasca en sus pies. Sentía el frescor de la brisa nocturna en la cara que revoloteaba su melena violeta. Y sintió su voz. Levantó una mano y casi la rozó.

 

Abrió los ojos.

 

No. Estaba segura. Aquello no era un sueño. Ella, Antara, estaba cerca.

 

Se levantó en un instante, movida por un resorte interno que le había hecho doler el estómago. Era la emoción. Los nervios. Era la certeza de que ella estaba allá con ella.

 

Así que abrió la tienda y sintió la brisa, como en su sueño, sintió el canto de las aves, sintió el ronquido de la elfina que cuidaba de los pequeños. Pero, sobre todo, sentía su llamada. Lo sentía dentro.

 

Avanzó rápida y entonces notó que ya era de día, que había amanecido, que seguramente había soñado con ella. Pero no paró, porque aquella llamada era real. La reconocería siempre. Así que no cesó de caminar hasta...

 

¡Por Merlín! Era ella, recostada en aquel árbol... Se detuvo unos instantes, aturdida por su presencia...

 

-- Madre... -- susurró, temiendo estar soñando aún y despertarse.

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Caminaba por un jardín de rosas y madreselvas cuya fragancia lo envolvía todo. El aire era límpido y el cielo resplandecía sobre su cabeza, arrancando destellos dorados y cobrizos de su larga cabellera castaña. Quería tocarlas, perderse en aquel perfume inocente y dejarse llevar. Se acercó un poco más y aspiró su aroma. ¡Eran tan hermosas! Una lluvia de pétalos blancos y rojos cayó sobre ella, acariciándole el rostro y los hombros desnudos. ¡Tan suaves, tan cándidos! Los pétalos caían y caían, formando un manto suave sobre sus pies desnudos. Con cada paso, el manto se hacía más espeso y sus pies se hundían más y más en aquella suavidad aterciopelada.

 

De pronto, la lluvia cesó y las nubes cubrieron el cielo con asombrosa rapidez. El viento la despeinaba con su azote salvaje y, a lo lejos, un rayó quebró el cielo. Se oyó un relámpago y Mackenzie cerró los ojos. ¡Aquel Ruido! No quería oírlo. Se tapó los oídos con las manos, en un gesto instintivo y salió corriendo, tratando de escapar de la tormenta. Los pétalos se hacían más grandes cuanto más corría. Tronaba más cerca, a su lado. Negó con la cabeza, la tormenta no la alcanzaría. El jardín no le había parecido tan grande al entrar, pero ahora parecía no tener salida. Corrió más deprisa. Sabía que más allá del jardín estaría a salvo. El tallo de una rosa se enredó en su tobillo y la joven dejó escapar un grito de dolor, al sentir las espinas clavadas en su piel. ¿De dónde había salido aquella rosa? Al bajar la vista, contempló horrorizada como los tallos crecían bajo sus pies. Nacían entre los pétalos caídos y se alzaban veloces hacia ella, rodeándola en una red de espinas que se cernía a sus piernas hasta hacerlas sangrar.

 

Apuntó con su varita a las rosas, tenía que destruirlas. Lanzó un hechizo y otro y otro más... Nada. Cada haz de luz era tragado por el tupido manto de rosas que la envolvía más y más, haciendo brotar enjambres de espinas. Unos gigantescos tallos le rodeaban ya la cintura y subían por su pecho, apretando, hendiendo sus afilados dientes en ella. El manto de pétalos y rosas se llenó de sangre, de su propia sangre ¡Le dolía tanto!

 

Un rayo cayó a su lado y sintió el inmenso dolor de su descarga y la infinita angustia del trueno que le susurraba al oído.

 

Gritó.

 

 

 

Gritaba, estaba gritando. Se oía a sí misma gritar. ¿Dónde estaba? Abrió los ojos y percibió la almohada húmeda de sudor y las sábanas pegadas a su cuerpo, que temblaba. Se incorporó y encendió la luz de la mesita de noche. Por un momento temió que fuera el Sueño, aquellas terribles pesadillas que no la habían dejado descansar durante casi un año. No, recordó. Aquello había terminado, ahora podía controlar la habilidad, gracias a Siddharta.

 

Respiró hondo y trató de pensar con claridad. Aquel sueño no tenía nada que ver con su habilidad. No había penetrado el mundo de los sueños, sólo había sido una pesadilla. Se incorporó de la cama y abrió la ventana. El día clareaba ya con las primeras luces del alba.

 

En la penumbra gris del alba, casi no distinguió el negro pelaje de Enigma. Fueron sus iris púrpura, brillando en la oscuridad, los que delataron la presencia de su pegaso. Mackenzie podía sentirlo. La estaba esperando.

 

Se vistió rápidamente con pantalones de montar y se abrigó con una capa de terciopelo negro ribeteada en piel. Bajó las escaleras de la mansión Malfoy tratando de no hacer ruido. A esas horas, no habría mucha gente despierta.

 

Cuando salió al jardín, Enigma galopó hacia ella y Mackenzie se subió de un salto, casi en el mismo instante en que el pegaso emprendía veloz el vuelo hacia las nubes.

 

 

El sol estaba ya alto en el horizonte cuando llegaron a High Flights, el Parque Natural que regentaba. Sabía lo que se iba a encontrar, lo había podido ver a través de Enigma. Y tuvo que reconocer que no le gustaba nada. Aún así, la invocación había sido fuerte y la magia antigua nunca podía ser soslayada.

 

Caminó hacia los jardines, sintiendo cada vez más fuerte su presencia, llevada por la invocación que ella había pronunciado. Por lo visto, no había olvidado sus viejos trucos. Pero no le serviría de nada. Mackenzie ya no era una niña.

 

La vio allí, junto al gran árbol. Tan hermosa y cautivadora como siempre. Con aquel aire de inocencia que Mackenzie sabía que no era en absoluto real. Aquella mujer siempre había sido peligrosa. Y ahora volvía otra vez, retornaba del mundo de los muertos o quizás de algún otro lugar más lejano. Se acercó hasta donde la mujer esperaba. No fue una sorpresa ver que estaba acompañada. Y si Mackenzie la conocía, y de hecho era innegable que así era, muy pronto aquel lugar estaría más concurrido que la sala de estar de los Malfoy.

 

- Hola Sagitas, no esperaba verte por aquí. Me alegra que hayas venido.

 

Trató de ser cortés, aunque la otra presencia la malhumoraba.

 

- Hola abuela -saludó Mackenzie con una sonrisa de lo más cínico-. Parece que después de todo te has atrevido a volver. Más te valía haberte quedado con los muertos.

 

 

OFF:

Bienvenida, Aline. Perdona a la Mackenzie ésta, pero si no hacemos algún tipo de drama, no seríamos nosotras xDD

Ahh y dí que te cambien de firma, que esa te la hiciste allá por la Mascarada de 2009, ¿recuerdas?

yqvll1m.gifO3zbock.gif
firma
iRyEn.gif4ywIp1y.gifXuR0HEb.gifZmW4szS.gif
bfqucW5.gif
Come, my friends,
Tis not too late to seek a newer world.
Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Sumida en sus pensamientos, en un estado casi de trance meditativo, se encontraba Antara cuando una conocida voz sonó en sus oidos...

Madre

 

La ojiverde volvió de inmediato de sus pensamiento, para encontrarse con su hija parada frente a ella, una enorme sonrisa iluminó su rostro...

 

El calor en el centro del pecho, se intensificó... un sentimiento positivo la embargaba, una emoción cosquilleante.

 

De un solo salto se incorporó y abrazó fuertemente a su hija mientras le susurraba:

- Hija mía... que gran alegría sentir tu presencia de nuevo... no sabes como te he echado de menos

 

Se separó un poco para mirarla a la cara detenidamente, ese rostro alegre que la hacía sonreír.

 

Anda siéntate un rato con tu vieja madre...

 

le indicó el árbol y Antara tomó asiento en un grácil movimiento.

 

algo perdida me siento todavía en este lugar... Ha cambiado mucho desde mi última visita a este plano...

 

Un gran suspiro llenó los pulmones de la pelinegra.

 

OFF

(jo... eso me pasa por abrir esto y tardarme en escribir... voy a responderle a mack jajaja)

 

ON:

 

Segundos después se dibujaba la silueta de una mujer que Antara conocía bien... el tiempo le había hecho justicia, estaba mucho más hermosa de como la recordaba. Había crecido y sin duda la fuerza que emanaba indicaba la experiencia de vida que ahora arrastraba.

Su nieta... Mackenzie Malfoy se aproximaba...

 

Antara sonrió torciendo el labio hacia la derecha en una mueca que dejaba ver alegría y altanería. Al parecer el llamado había llegado tan lejos como esperaba. Era una sorpresa verla aunque le esperara.

 

Su voz era mucho mas fría y su postura erguida la dotaba de una fuerza interesante. sin duda la niña había crecido...

 

Al escucharla Antara no pudo sino sonreir y responder en el mismo tono en el que recibía las palabras de su nieta.

 

Con una tono helado en la voz, un timbre más agudo de lo común, una dicción y fraseo perfectamente acompañado de la cadencia de un ritmo profundo, las palabras de la ojiverde golpearon el ambiente.

 

El Jardín de los dioses o el mundo de los muertos... no son para una mujer como yo... que ama los conflictos causados por los sentimientos. En aquellos lugares se carece de ellos, aunque vislumbro que por aquí también se han perdido.

 

La semi sonrisa de Antara se amplió a todo el rostro en una abierta muestra de diversión.

 

Me da gusto verte Mackenzie... aunque no me place darme cuenta que juzgas formas sin entender esencias, muchas sorpresas podrías toparte en la vida mi querida nieta. Anda, la ausencia merece aunque sea un abrazo a tu vieja ancestro, ¿no?

 

La Pelinegra no esperó respuesta y se acercó a la Malfoy. No siendo un abrazo como tal, si la rodeó con el brazo en una sincera muestra de afecto. Su esencia era la misma pero su energía era distinta. La de ambas lo era.

 

Antara se sorprendió al sentirla, sus energías eran más compatibles de lo que fueran antes, sin embargo una extraña ráfaga de frío recorrió la piel de la Potter Black al tenerla cerca.

 

Off.

Bueno si la firma en eso andaba, me urge cambiarla pero no encuentro imagenes que me gusten, se aceptan sugerencias... jajaja

Naa, no pasa nada, el dramatismo es lo mio ;) muajajjaa

Gracias a las dos.

Editado por Antara Black

En el sonido del silencio, tu voz escucharé
Antara

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Rogué porque no fuera un sueño, porque realmente su presencia tanto tiempo anhelada después de su fallecimiento no fuera un deseo oculto de mi mente que floreciera durante el descanso merecido por un día duro. Conseguí dejar de mirarle para contemplar mi ropa. Mi pijama rosa brillaba tenuemente con el rocío. Tal vez si soñaba. No era posible que fuera a recibir a mi madre en pijama.

 

Pero ella no vio mi indumentaria sino que vio más allá de todo lo banal y se agarró a mí. Aquel abrazo, tanto tiempo ansiado, tanto tiempo añorado, me convenció de que realmente era ella. Participé en aquel contacto, temiendo que desapareciera. Y lloré con lágrimas demasiados vivas como para ser retenidas cuando sentí su susurro en mi oído.

 

-- Yo te he echado de menos, Madre, continuamente. No soy ni la mitad de sabia que tú eres y ha sido un trabajo arduo mantener la familia en tu ausencia. Eras nuestra guía.

 

Sonreí al verla, feliz de sentirla otra vez entre nosotros, orgullosa de sentir el lazo de unión que se fortalecía de nuevo, uno que nunca había dejado de existir a pesar del tiempo.

 

Y por supuesto me senté a su lado. Hoy más que nunca necesitaba notar su presencia y su calma natural, aquella que podía hacerme olvidar un mal día y que me presentaba un mundo de flores que no estaba acostumbrada a vivir. Ella trasformaba todo lo malo en algo peregrino que desaparecía de nuestro entorno. Así, allá sentada, pude oler la paz del lugar, una zona que había visitado muchas veces pero sin que nunca hubiera respirado aquella espiritualidad natural, que siempre se me había vuelto esquiva.

 

--Madre... ¿Te quedas? --le pregunté, ansiosa, tras unos minutos de silencio.

 

Pero antes de que me diera la tan ansiada respuesta, sentimos los pasos de alguien. Levanté la vista, curiosa por saber a quién había convocado la llamada de mi madre. Una sonrisa de sorpresa floreció en mi cara al reconocerla. Pero su saludo cortó el gesto que se convirtió en un gesto de incredulidad.

 

Arrugué el ceño, aún sin entender cómo el mundo espiritual que había vivido durante unos segundos había desaparecido en un ambiente de hostilidad. Y antes de poder asimilarlo aún, algo más me hizo poner cara de boba ante lo que la Viceministra del Ministerio decía:

 

-- ¿Abuela? -- miré a Antara como si esperara una afirmación de tal hecho. Y después volví a dirigirme hacia aquella poderosa mujer, olvidando su rango en la escala social del mundo que ahora para mí quedaba lejos, al amparo de aquel árbol: -- ¡Eeeh! No digas eso. Yo me alegro mucho de verla con vida.

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Unirse a la conversación

Puedes publicar ahora y registrarte más tarde. Si tienes una cuenta, conecta ahora para publicar con tu cuenta.

Guest
Responder a esta discusión...

×   Pegar como texto enriquecido.   Pegar como texto sin formato

  Sólo se permiten 75 emoji.

×   Tu enlace se ha incrustado automáticamente..   Mostrar como un enlace en su lugar

×   Se ha restaurado el contenido anterior.   Limpiar editor

×   No se pueden pegar imágenes directamente. Carga o inserta imágenes desde la URL.

Cargando...
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.