^ High Flights ^ (MM B: 87651)

[Sagitas E. Potter Blue]

El tiempo pasaba muy rápido y ya tocaba llevarme a aquella familia que había pasado sus vacaciones. Había llegado con tiempo y con el autobús violeta y el anagrama de High Flights en el lateral. Menos mal que me había acordado, porque antes llevaba la publicidad del Mundial de Quidditch y había tenido que usar mi varita para cambiarlo.

 

Se retrasaban, la familia de franceses se estaba tomando su tiempo y esperaba que no hubiera arrasado con la paciencia de todos los elfos del lugar. Yo ya me cansaba, y eso que sólo tendría que llevarlos de aquel paradísiaco lugar hacia el aeropuerto muggle de Londres. No quería ni pensar en lo que aquellos niños podrían hacer con los muggles que se encontraran, pero ese, menos mal, no era problema mío.

 

Vi llegar la lechuza con su cargamento de periódicos y pensé que leer un ejemplar podría servir para pasar el tiempo. Varios elfos iban sacando equipaje y me preguntaba dónde narices habían comprado tantas cosas los Delapount.

 

Un elfo pasó a mi lado con una gran caja, llevándola con mucho cuidado, como si pesara. Me miró de arriba a abajo y sonrió. Le miré sorprendida, no lo conocía, ¿me habría peinado hoy al levantarme? Le seguí con la mirada y noté que llegaba al portaequipajes y lo ponía despacito y lo sujetaba con las cintas de sujección. Al menos era eficaz. Se dio cuenta que le miraba y sonrió.

 

No me gustó su mirada.

 

Pero al fin y al cabo aquel elfo era de High Flight, yo no era quien para cuestionar sus empleados. Continué releyendo la parte del boicot de los elfos y suspiré. Me acerqué a él mientras se cercioraba de que el paquete estaba bien sujeto.

 

-- Ehh, tú, esa maleta va suelta. ¿La sujetas?

 

¿Era impresión mía o me había lanzado una mirada asesina? Naaa, seguro que era la oscuridad del portaequipajes que me había hecho ver cosas raras.

 

-- Ahora mismo, señorita.

 

-- ¿Y esa caja se la dejarán pasar por la Aduana de Heathrow. Mira que en el aeropuerto tienen mucho contro y...

 

El elfo levantó la cabeza y se humedeció los labios. Después me contestó.

 

-- No, no... ¿No se lo han dicho? Está aquí rotulado. Es para la Jueza Mackenzie Malfoy.

 

Enarqué una ceja, sorprendida. Era cierto, en el cartelito, junto a varios simbolitos de color púrpura de significado desconocido para mí, estaba escrito el nombre del miembro del Wizemgamot y un "For your eyes only" que indicaba la privacidad del envío. Y debajo del nombre, la localización del Estadio de New Tradford, Londres.

 

-- Yo soy un mandao, oiga. A mí me han dicho, pon esa caja ahí dentro, que es para la jueza. Y como el autobús mágico va a ir a llevar a gente al estadio, pues me han dicho que aproveche para dejarle eso en el palco VIP, que es algo que ella ha pedido para agasajar a los invitados. Según parece, al ser la Vicepresidenta del Ministerio de Magia va a tener presente a mucha gente importante.

 

Sonreí. Si era algo para Mack, por supuesto que lo haría. Tal vez mandara a Harpo para que lo llevara, o tal vez me colara yo misma con él. Nunca había visto la zona VIP del Estadio.

 

-- Guauu, pues claro que sí, se la haremos llegar, por supuesto.

 

-- De todas maneras es... muy frágil... Tenga cuidado al entregarla.

 

-- Huy, no te preocupes, la llevará Harpo, que es más cuidadoso que yo.

 

Y sonreí, satisfecha de poder hacerle un favor a la Vicepresidenta.

 

Y de ver el palco VIP, claro...

 

En ese momento salieron mis clientes. Puse la pose profesional y le pregunté por sus vacaciones. Los niños, desagradables, empezaron a criticar los Aethonats, por morderles. Sonreí aunque por mis adentros lamenté que no los hubiera devorado y les hice subir a todos. Después cerré la puerta del autobús mágico. El elfo seguía mirándome, pero ahora tenía trabajo con aquellos clientes maleducados así que ni miré mientras ponía el intermitente para salir y comenzar a volar.

 

Hubiera visto su sonrisa cruel y sardónica.

[Lyra Katara Selwyn]

Tenía mucho que no iba al Hotel High Flights, ni siquiera estaba segura de que estaría Mack en la Isla, después del partido, pero había decidido llevar a Sophie y a Dereck a verla, después del partido.

 

Aparecí en la recepción, justo en el momento en que Turku, el jefe de los elfos domésticos iba pasando. No esperaba que me reconociera, pero lo hizo.

- Madam Ryddleturn, bienvenida.- Dijo haciendo una reverencia.

 

Alise mi túnica gris oscuro, mientras soltaba a los gemelos, que llevaban las escobas de juguete que le habían regalado Beltis.

- Gracias, Turku.- Salude.- ¿Has visto a Mack? Acaba de ganar el partido de Quidditch y no se si el equipo venga a celebrar, pero le prometi que traería a los gemelos cada que jugara.

 

Sophie no se alejaba mucho de mi. Parecía inclusive sentirse más comoda conmigo, ignoraba yo que era porque ya no tenía la Marca Tenebrosa en el antebrazo izquierdo y por ser miembro de la Orden. Sin embargo, Dereck parecía desconfiar más de mi y no entendía los porque.

- Tia, deberías jugar.- Decia Sophie.- ¿Viste a mamá? Jugo muy bien.

- Quiero ver a mamá, ¿vendrá? - Preguntó Dereck, algo inquieto.

- No lo se, estoy casi segura que si vendrá, en algún sitio tiene que celebrar.- Le dije a los niños, esquivando los comentarios de que debería jugar.

 

Suspire, todo mundo me decia eso últimamente, siiendo que el Quidditch no me gustaba. Mire a mi alrededor, no sabía si alguien más del equipo y animadores de Japón vendrían.

[Amaterasu Carrow]

Luego de seguir las instrucciones que Lyra le había dado a la Carrow, la pelirroja logró llegar al hotel donde sería la celebración del triunfo del equipo de Quidditch de Japón. Nunca había estado en ese hotel por lo que le parecía interesante poder estar en lugares nuevos.

 

Al entrar a loby del hotel cualquier se podía dar cuenta que venía del partido, además de la túnica, tenía la cara pintada con la bandera de Japón y a decir verdad estaba un poco despeinada de tanto saltar cada vez que su equipo lograba sumar puntos. Pero con todo y eso la Carrow siguió caminando como si nada y cuando fue a preguntar en recepción pudo ver a lo lejos a Lyra.

 

- Hola, que bueno que te encuentro. Pense que me había perdido la celebración - Le dijo a Lyra, mientras esta le saludaba.

[Gabyxlllsiby Rambaldi Tao]

Había aterrizado por medio de un traslador en un gran e imponente hotel que según Lyra indicaba existía una celebración debido al primer partido de Japón y que habían ganado contra los ingleses. timidamente entró al lugar pues nunca había puesto un pie y todo le pareció desconocido. En las paredes estaban varias banderas de Japón, estaba en el lugar correcto, ahora esperaba a alguien conocido.

 

Siguio caminando tratando de buscar a algun hincha como ella o los jugadores pues quería felicitarlos por el exelente partido. Unas voces que existían a varios metros de lugar fue un indicativo de que se encontraba gente alli. Continuó caminando, golpeó suavemente la puerta y entro. Se encontraba varias personas y saludo:

 

-Hola, aqui vengo para la fiesta para celebrar al pais ganador- sonrio -Traje sake para que lo disfruten-

[Lyra Katara Selwyn]

Sonrei al escuchar a otra persona en la recepción. Turku, el elfo jefe había ido a preparar todo para la celebración.

- Creo que podemos pasar al restaurante del hotel, Amateratsu. Ahi podemos tomar algo en lo que llegan los demás. Mira, te presento a Sophie y a Dereck, son los hijos de Mack, la buscadora de Japón.- Los gemelos saludaron a mi acompañante, sin embargo de inmediato volaron de nuevo en las escobas.- Estan emocionados, por lo que veo.

 

Otra de las animadores de Japón, llego con algo de saque.

- Hola, soy Lyra Katara y ella es Amateratsu. Vamos al restaurante del Hotel, por favor.- Les indique.- Ahi es la fiesta.

 

Las guie, todavía recordaba donde era, algo nerviosa. No solia ir mucho a fiestas, menos cuidando a los dos gemelos. De todas formas sabía que el resto de los elfos dle hotel estarían ya vigilandolos de forma invisible, para que no les pasara nada.

 

Cuando llegamos al restaurante, quede maravillada con la decoración, todo hermoso, lleno de manteles blanco y uno rojo encima, sumulando la bandera de Japón en cada mesa.

[Az Black Haughton]

La Black estaba muy enojada, más que eso estaba deseosa de la revancha, de venganza. No podía creer que los jugadores de su equipo la habían abandonado minutos antes del juego, cobardes, viles cobardes, pero la peor de las humillaciones fue haber perdido frente a su madre Mackenzie. Trataba de controlar su respiración, inhalaba y exhalaba lentamente, tratando de sacar los pensamientos pesimistas y psicópatas que rondaban su mente en aquellos momentos. Sentía deseos de golpear a Juve y a Lacrimosa con todas sus fuerzas, torturarlos por días hasta que rogaran la muerte...

 

--¡ Cálmate!-- se dijo a si misma. Aquella no era la manera de actuar, no bajo tal ira. Debía calmarse, planear una buena ofensiva y ganar los siguientes partidos, solo así llegaría a la cima.

 

Iba vestida con unos jeans negros, la chaqueta marrón cubría una blusa beige con bordados de flores y piedras, y unas botas de cuero negro. Casual. Era típico que la Haughton vistiera de aquella manera, odiaba las formalidades y a todas las chicas que se adornaban hasta el más mínimo lugar del cuerpo para llamar la atención. Entró al local de su madre -donde se celebraría el triunfo de su equipo-, al cruzar la puerta principal divisó a Lyra, quien al parecer se estaba haciendo cargo de los hijos menores de la Malfoy, Az se acercó, aquellos eran sus hermanos después de todo y saludarlos no le haría mal.

 

--Soñar no cuesta nada, pequeñuelo-- exclamó, en respuesta a la pregunta del niño y contradiciendo a Katara, pues Az misma dudada que su madre se presentara en el lugar, también se preguntaba que hacía ella allí, pues no lo sabía. Dar la cara antes la derrota, tal vez.

 

 

 

OFF: Que hago acá? XD

[Mackenzie Malfoy]

Días antes, en el Estadio New Trafford:

 

 

La revuelta de elfos traía a la Viceministra de cabeza. Apenas lograba controlar los prolegómenos de la organización del Mundial de Quidditch y tenía que hacer frente a la mayor crisis con los elfos que se hubiera producido en Inglaterra desde hacía muchos, muchos años.

 

Tenía que ir al Estadio New Trafford para controlar los preparativos de la Gala inaugural.Había sido una idea "genial" del delegado de inglaterra, el querido Sir Byron, hacer la gala inaugural alejada del lugar en donde iba a comenzar la competición realmente, el Pantano de Queerditch. Mackenzie había enarcado un par de cejas y levantado varios dedos índices ante la propuesta del delegado inglés, pero cuando el Director de la Villa y Presidente de la Asociación Internacional de Quidditch insistió en que era mejor así para preservar la seguridad en la zona y asegurar unos preparativos a salvo de incidentes, a la Viceministra no le quedó más remedio que callarse la boca.

 

- Han dejado esta caja para usted -anunció una secretaria en el mostrador de recepción.

 

Observó el letrero que indicaba el destinatario y comprobó que era cierto. Había, además, una nota, acompañando el envío, que a la Malfoy la hizo ruborizarse de la vergüenza. Había sido Sagitas Potter Blue, del Fénix Aventurero, quien le había traído la caja hasta el New Trafford, desde High Flights. Sintió no haber estado allí para recibirla con sus turistas y deseó en el alma que Alfred los hubiera atendido bien.

 

Al abrir la caja, se llevó una sorpresa. Algún admirador anómino le había enviado botellas de champagne. Desconfiada, les aplicó un encantamiento para comprobar que no había ningún veneno en ellas. Sin peligro -se dijo a sí misma- al examinar el resultado. Sin embargo, no se fiaba, era mejor sacar esas botellas de allí y llevarlas al departamento de Misterios para que los inefables se aseguraran bien de que no hubiese ningún encantamiento, poción o cualquier otra cosa de nueva creación, que su varita de sauco no hubiera sido capaz de detectar.

 

Escribió una nota a Sagitas para mostrarle su agradecimiento por haber realizado tal encargo y, de paso, para preguntarle si conocía al remitente. Al mismo tiempo, le pedía disculpas por su larga ausencia de High Flights.

 

Cuando subía las escaleras para supervisar el trabajo de los empleados y asegurarse de que todo estuviera listo durante la Gala de Inauguración, nada le hizo presagiar a Mackenzie el trágico destino que le aguardaba al New Trafford. Fue una suerte que decidiera llevarse las botellas y también fue una suerte -aunque Mackenzie no lo sabía en aquellos momentos- que los turistas de El Fénix Aventurero no se econtraran ya en el Estadio New Trafford, sino rumbo al Pantano de Queerditch, el día en que aquel impresionante Estadio de Quidditch voló por los aires.

 

 

 

Días después, aún con la catastrófe de El New Trafford en el recuerdo de todos, pero con un partido de Japón ganado

 

Sólo los más íntimos lo sabían. Pero Mackenzie Malfoy, la Viceministra de Magia, era jugadora de quidditch (xD). A pesar de que no jugaba con nombre falso, resultaba tan inverosímil que nadie se molestó en comprobar qué podía tener que ver aquella buscadora joven de la selección de Japón, de cabello negro y rasgos orientales, con la Mackenzie Malfoy que todo el mundo conocía en Inglaterra, la primogénita de los Malfoy y la Viceministra de Magia. Tal vez, si no hubiera sido por la metamorfomagia que, aunque tardíamente, Mackenzie estaba comenzando a dominar a la perfección, nadie se habría dado cuenta.

 

Para acabarlo de rematar. No sólo ella jugaba en la selección de Japón, también su esposo lo hacía. Mackenzie no acababa de comprender cómo se las había ingeniado para ser aceptado por ese país, él no tenía los recursos que ella podía poner a su alcance para falsificar un par de papeles y cambiar su apariencia física. Suponía que tenía que ver con aquel tiempo en que su esposo desapareció, precisamente, el tiempo que acabó con la felicidad de su matrimonio.

 

La Mackenzie que se apareció en High Flights era ella misma. Llegó volando en Enigma, había dejado la escoba a buen recaudo en el Pantano de Queerditch. En algún momento, volvería a hacerse pasar por aquella joven de rasgos orientales que acababa de atrapar la snitch, pero de momento, quería celebrar la victoria bajo su propia apariencia. Lástima que Inglaterra hubiese perdido, tendría que ver qué disculpa ponía para justificar que la Viceministra de Inglaterra, celebrara la derrota de su país frente a Japón, pero ya se las ingeniaría. Tal vez, simplemente, lo justifiria como deportividad o tal vez ni siquiera le hiciera falta justificar nada, al fin y al cabo, esperaba a sus amigos, no a la prensa.

 

- ¡Dereck! ¡Sophie! -Abrazó a sus hijos en cuanto los vio correr hacia ella- ¿Cómo estás Lyra?

 

Hacía mucho tiempo que no veía a su tía, por lo que la Malfoy la besó efusivamente después de un largo abrazo. Se preguntó qué recordaría Lyra en aquellos momentos. ¿Se acordaría de que era su tía?

 

- Mira lo que traigo -Mackenzie sacó una caja entera con docenas de botellas de champagne, las mismas que le había regalado aquel anónimo admirador, libres de todo peligro, pues las había hecho examinar por los inefables, además que ella ya las había probado, para asegurar que no contuvieran otra cosa que no fuera el más exquisito champagne frances, como así era.

 

Descorchó una botella y regó a su tía con ella, mientras reía sin parar, fruto de la euforia de la victoria y esperaba a que llegaran más invitados al parque. Cuando todos estuvieran borrachos, se irían a volar en Aethonans, incluso sacaría a los Teastrhals para los que quisieran emociones fuertes. Puede que aquella noche, se atreviera, incluso, a llamar a su dragón Fer, aunque tuviera que ir a la Mansión Malfoy a buscarlo. Estaba eufórica.

 

- AWAKASIKAMAFA!!!

 

Aquel era el grito de guerra de la selección de Japón.

 

- Somos los Samuráis de Japón -rio-. ¡Bebamos!

 

De pronto, se dio cuenta de que había llegado la capitana de Inglaterra. Tenía que felicitarla, habían jugado muy bien, seguro que a la próxima tenían más suerte.

 

- ¡Felicidades, Az! Gracias por venir. Ven, brindemos por la victoria de Inglaterra frente a Bulgaria, ya verás como todo va bien.

[Amaterasu Carrow]

La pelirroja estaba feliz de poder estar celebrando la victoria de su equipo y de estar conociendo a más personas gracias a la magia del Quidditch. Saludó a los chicos que le presento Lyra, realmente estaban muy emocionados por su madre que lo había hecho excelente en el partido. En eso llego otra chica y cuando dijo la palabra sake a la Carrow le brillaron los ojos, solo pudo pensar en que esta sería una de las mejores celebraciones a las que había asistido en la ciudad. Pero aún mejor iba a ser la fiesta cuando Japón ganara el mundial.

 

Siguió a Lyra la cual les indico el salón donde sería la fiesta, estaba todo decorado con los colores de Japón, las mesas con manteles con la bandera de ese país. Al entrar se sentaron en una mesa mientras que los gemelos que le había presentado Lyra entraban volando en sus escobas, recordando las mejores jugadas del partido.

 

No se habían terminado de sentar cuando llego Az, la chica había dado la cara por el equipo de Inglaterra y nunca perdió las esperanzas. Para la Carrow eso era algo digno de admirar, por lo que se levantó de su silla y la comenzo a aplaudir.

 

- Felicidades Az, un muy buen juego de tu parte - Mientras los demás la felicitaban también llegó una de las protagonistas de la victoria. Mack la buscadora del equipo, se podía ver la feliz que estaba. Los primeros en ir a felicitarla fueron sus hijos, seguidos por Lyra, Carrow al ver aquella unión familiar no pudo evitar sentir algo de envidia y tristeza, ya que aún no había terminado de formar su familia. Pero dejo esos pensamientos a un lado cuando Mack sacó una caja de Champagne y al abrir una de las botellas mojo a Lyra. Todos nos comenzamos a reir y en eso los elfos no fueron dando copas llenas de la champagne que había traído Mack.

 

La Carrow agarró su copa y se levanto para hacer un brindis.

 

- Salud por el mejor partido - Dijo viendo a Az - Y por una gran victoria del equipo de Japón - Dijo viendo a Mack que aún se encontraba rodeada por sus hijos y Lyra.

[Lyra Katara Selwyn]

Sorpresivamente, Mack llego al lugar antes de poder decirle algo a Az. Le devolvi el abrazo, contenta a mi sobrina. Tendría que hablar un día con ella, ¿sabría porque tenía que fingir que no eramos familia?

 

Movi la cabeza, no era tiempo de hablar de eso, sino de festejar.

 

- ¡Mack! Estuviste genial, debiste ver a tus hijos como te aplaudian.- Le dije, mientras los gemelos llegaban a abrazarla y Dereck veia curioso a Az.- Ella es su hermana.

 

Jugue un poco con mi cabello, mientras hablaba con los demás, no me acordaba mucho de Az, solo de los gemelos, pero esperaba que no lo notara.

- Me alegra que hayas venido, Az. ¡Mack! Gabyxlllsiby también trajo bebida, sake.- Comenté

 

Me sentia contenta, de ver al equipo, tanto jugadores y animadores empezando a llegar para celebrar el partido. Brinde al igual que Amateratsu.

 

- ¡Por la victoria de Japón! - Grite, levantando la copa.

[Mackenzie Malfoy]

Con la emoción, no había visto que el salón de fiestas estaba ya ocupado con varios invitados. Entró al salón, con Lyra del brazo, la pequeña Sophie aupada en el otro brazo y Dereck colgado "a corderetas" de la túnica verde esmeralda que lucía su madre. Se había cambiado la indumentaria de Japón, pues preveía que aunque aquella fuera una fiesta privada, no tardarían en llegar reporteros y curiosos en cuanto supieran que algo se celebraba en High Flights. Mejor prevenir que curar.¡Menudo escándalo tendría la prensa entre sus manos si se enteraban que la Viceministra inglesa jugaba camuflada en la selección japonesa de quidditch!

 

- ¡Amaterasu! - Saludó Mackenzie- ¡Te vi animar a Japón! ¡Estuvistéis geniales!

 

Mackenzie tomó una copa de champagne de una bandeja que le ofrecía un elfo, para brindar con la Carrow.

 

- ¿Dónde están los hombres? ¡Alfed, sube la música que hay que bailar!