Familia Granger (MM B: 86794)

[Sophie Elizabeth Granger]

Tomo al pequeño Gryffindor en sus brazos y lo miro con ternura, cosa que en si era un milagro, normalmente su miraba denotaba enojo y a veces un brillo de maldad. Tener aquel pequeño acunado era algo que sentía como extraño, apenas lo había podido disfrutar con los gemelos, quienes crecieron a pasos agigantados.

 

-¿Elros? Y eso que diablos significa - dijo frunciendo el seño mientras jugaba con una de las manitas del bebe, con la que el pequeño le habia agarrado un dedo - pobre de ti, querido, seguro fue idea de tu padre, cuando crezcas yo te ayudo a meterle un crucio entre ceja y ceja.

 

La perrita se metía entre sus gemelos y llamo la atención de su prima, asi que le pidio a los niños que la cargaran y se la mostraran a Annick. Mithdraug la cargo y se la puso frente a los ojos a su tia

 

-Tía, no es una rata, es una perrita como Pollux y se llama Lisa, a mama le da un ataque de risa cada que lo dice, parece que le causa gracia, no entiendo porque - le dijo el niño mientras abrazaba a la perrita y la dejaba morderle los dedos. Apenas la habían conocido, y ya adoraban a la cachorra aunque por el momento su atención se dividia entre la nueva mascota y el nuevo primo. Terminaron por dejar a la perrita en paz y encaramarse sobre los muebles para ver al bebe

 

-Y dime, como van las cosas en la Gryffindor, hace años que no me paro por ahi - pregunto interesada por si su primo ya habia dado la noticia de que era una mortifaga, aunque estaba segura que la mayoria de sus parientes lo sospechaba.

[Annick McKinnon]

―Elros significa “espuma de estrellas” –puso los ojos en blanco y sonrió al escuchar que la rubia le decía al bebé que lo ayudaría a torturar a Elvis–. ¿Tan malo te parece? Es un nombre corto, original y además comienza de la misma forma que el de su padre –explicó a pesar de que dudaba que Sophie fuera a cambiar de opinión respecto al nombre.

 

La mascota peluda y blanca con la que había visto llegar a los Granger apareció detrás de uno de los sillones de la sala. Mith la cargó y la acercó a la pelirroja para que la observara mejor, quien entonces notó que era una cachorra de la misma raza que Póllux.

 

―Oh, ya veo, es una hermosa perrita –comentó acariciando su esponjoso pelaje.

 

Hizo un gesto de desconcierto al escuchar la explicación del gemelo acerca del nombre de la cachorra y la risa de la rubia. No entendía muy bien de qué hablaba, aunque conociendo a su prima seguro no se trataba de nada bueno. (?)

 

―Pues… todo está relativamente bien en la Gryffindor –no sabía si debía hablar del ataque frente a los gemelos, pues no deseaba asustarlos, pero supuso que no sería ni la primera ni la última vez que escucharan de asaltos en el pueblo–. Bueno, hace unas horas algunos mortífagos atacaron la mansión, pero parece que todos lograron ponerse a salvo.

 

Deseó no ahondar demasiado en el tema, aunque como ya había sacado el tema a la conversación tendría que responder las preguntas que le hicieran.

 

―Hey, creo recordar que pronto se acerca su cumpleaños chicos, ¿qué planes hay? –preguntó en sí dirigiéndose más a Sophie que a los gemelos.

[Sophie Elizabeth Granger]

Un leve respingo se manifestó en el cuerpo de la bruja cuando su prima dijo mortifagos, si hablaba así de ellos sin hacer referencia a ella o a ellos como compañeros suyos, era porque Elvis se había guardado la información para el solamente. Miro a los niños pero estos no les ponían mas atención y se dedicaban a jugar con Lisa.

 

-Así que mortifagos, bueno, Elvis y toda la familia son muy buenos defendiéndose, seguro están todos bien - le dijo mientras arullaba a Elros que poco a poco se quedaba dormido, sobre todo sin recibir la atención de los gemelos por lo que estaba en total paz.- Es tan hermoso, definitivamente salio a nuestro lado de la familia.

 

Le regreso el niño a su madre y les pidió a los chicos que salieran con la cachorra al jardín mientras ella platicaba con Annick. Ari no tardo en llegar con un juego de te y galletitas. La rubia le agradeció el gesto y le indico donde andaban los gemelos, la elfina no estaba en paz si no los tenia a la vista. Se despidió con una inclinación y se alejo rumbo a donde los gemelos correteaban distraídos con la samoyedo.

 

-De hecho contrate un servicio especial para llevar a toda la familia, incluidos ustedes a festejar a Disney pero van con un profundo retraso y me estan dando de cancelar y hacerlo sin tomar en cuenta al ministerio - le platico a la Gryffindor. Habia hecho grandes planes pero la oficina del ministro se lo estaba arruinando todo. - Crees que Arabella tenga algun problema con mi pequeño capricho? porque por supuesto que las niñas deben estar en este festejo, digo, es el cumpleaños de los cuatro.

[Arabella Gryffindor]

La tarde apenas había comenzado, las niñas estaban durmiendo su siesta y Tethys se había queda con ellas, mientras yo salia a visitar a mi prima Sofia. Hacia tiempo que no la veía y quería saber que era de su vida y como se encontraban mis sobrinos preferidos. El clima estaba comenzando a hacerse mas cálido, por lo que decidí caminar las cuadras que separaban nuestras casas.

 

- Espero que Sofia y los chicos estén en casa- dije cuando entre a la propiedad de la familia Granger.

 

La mansión esta tranquila, al parecer había pocos habitantes en ella. Camine hasta la puerta de entrada, subí los escalones y golpee la oscura madera, con la hermosa aldaba de bronce. unos segundos después un pequeño elfo apareció, haciendo una reverencia, me llamo por mi nombre y me hizo pasar.

 

- Hola- salude- quisiera saber si se encuentra la señora Sofia en casa- agregué

 

- Si señorita, por favor pase al salón que iré a avisarle que usted la requiere- dijo el elfo haciendo otra reverencia, luego de lo cual desapareció.

Editado 9 de Marzo del 2016 por Arabella Gryffindor

[Sophie Elizabeth Granger]

Los niños acababan de quedarse dormidos, la ventaja de tener un padre demonio era que tenían algunas funciones parecidas a las humanas y uno de ellas era dormir. No podía negar que Oscurus le preocupaba un poco, su imposibilidad de soñar le hacia tener que invadir los sueños de su hermano, por lo que Mith soñaba por los dos. Los arropo mientras estos yacian tranquilos cuando llego su elfo y le dio un mensaje.

 

-Enseguida voy, mientras tanto que se ponga cómoda, sirve el te y galletas, en el saloncito de la biblioteca, el que tiene vista al jardín - ordeno a Polo, este se inclino hasta casi llegar al suelo como era su costumbre, por mas que Sofia había intentado impedirlo. En cuanto este se fue, se miro al espejo, se recogió el cabello en una coleta, se quito el uniforme ministerial y se puso un trajecito de blusa y pantalón pescador, estampado con flores rosa pálido y un par de sandalias de calle y bajo corriendo la escalera.

 

-prima!, a que se debe el honor de tu visita, que gusto verte- dijo mientras corría a darle un abrazo y un beso en la mejilla. La invito a sentarse de nuevo y se sentó frente a ella - donde te habías metido querida, te extrañábamos por aquí.

[Arabella Gryffindor]

El elfo había vuelto y me me condujo hasta un saloncito privado decorado exquisitamente, me indico que ese había sido el pedido expreso de Sofia, y que en unos segundos me traería algo de tomar, trate en vano de decirle que no se molestara, si esa había sido la orden de mi prima, eso haría el, por lo que tome asiento y espere, menos de cinco minutos habían pasado y yo ya estaba disfrutando un delicioso te de frutos rojos y unas galletitas de naranja.

 

-Prima- dije mientras le devolvía el abrazo y el beso- el honor es mio- dije riendo- he estado en el mundo muggle, pero sabes que no puedo pasar mucho tiempo lejos de ustedes, la sangre llama y las niñas extrañan demasiado y debo reconocer que yo también.

 

Nos separamos y volvimos a sentarnos, pude ver que mi prima estaba radiante. me pregunte que la tenia así, Sofia era una belleza rubia, pero había algo mas, o quizás era solo mi imaginación.

Editado 14 de Marzo del 2016 por Arabella Gryffindor

[Ley Gryffindor Rosier]

Aparecí a 20 metros de distancia de los límites de donde vivían los Granger, hogar de los sucesores de aquella bruja que hizo tanto por el mundo mágico siendo hija de muggles al igual que yo y por eso la admiraba tanto. Nunca había venido al lugar la verdad pero sabía que era una familia amiga de la nuestra. No me quedaría porque nunca había visitado el sitio, solamente entregaría mi paquete y me daría media vuelta.

 

Al llegar a la verja de entrada como había hecho con las otras mansiones, saqué el sobre con la invitación de mi bolsa y le escribí en el lomo de ésta "Inscribirse en Moon River para participar" para que supieran qué tenían que hacer. Todo mundo conocía el Moon River, era un negocio famoso en el callejón Diagon así que no creí que hubiera dudas, todo mundo se paseaba a diario por el callejón buscando qué comer, qué comprar o simplemente dar un paseo.

 

Dejé el sobre allí donde les dejaban la correspondencia y me di media vuelta, caminando lentamente y cuando salí de los límites del castillo desaparecí. Había cumplido con mi deber ya.

 

http://i.imgur.com/5IUgV9p.png

[Valeskya Granger]

El atardecer estaba por terminar, el día había estado caluroso y el aire comenzaba a soplar ligeramente, las hojas de los árboles se agitaban con suavidad, rompiendo el silencio que reinaba en aquel lugar. La mansión Granger se alzaba frente a la bruja de ojos violeta, quien se encontraba de pie tratando de pasar por alto aquella nostalgia que la invadía siempre que iba a aquel lugar al que alguna vez fue su hogar. Desde que se había marchado, se hizo una promesa a sí misma, diciendo que no volvería más y sin embargo no había podido lograrlo; había hecho un par de visitas tan fugaces solo para comprobar que todo se encontrara bien.

 

- ¿Qué hago, qué hago? – Repetía la joven una y otra vez, dando vueltas en el mismo lugar. El mismo sentimiento: las ganas de quedarse con su familia por siempre. – Bah, ¿qué más da? – Dijo, inclinándose de hombros mientras avanzaba por la entrada principal.

 

Tenía muchas dudas, incluso se preguntaba si su familia todavía habitaba aquella mansión que, aunque se veía tan impecable, parecía que no había mucho movimiento. Había intentado entablar comunicación con su prima Sofía (?) por medio de una carta, pero no había obtenido respuesta; ese era el motivo principal por el cual se encontraba allí. ”Esa Sofía… en lugar de contestar mi carta y mantenerme alejada, prefiere hacer todo de emoción y me obliga a regresar… ¿qué le costaba decir que estaba bien?” , pensaba la Granger en ese momento, aunque en su joven rostro se mostraba una pequeña sonrisa.

 

Mientras caminaba rápidamente hacia la mansión, volteaba de vez en cuando a su alrededor en busca de alguna señal de vida. Su vestimenta era tan común, que parecía que algún muggle hubiera aparecido por accidente: llevaba jeans, tenis y una playera ajustada de color amarillo, para hacerse notar a grandes distancias (?). Su cabello lo llevaba recogido en una coleta y poco maquillaje, nada que pudiera llamar la atención; mientras se preguntaba cómo rayos aparecería como si nada frente a su familia… si es que la encontraba. Se había alejado tanto tiempo, que apenas y podía recordar el nombre de los elfos que habitaban la casa.

 

Pero ya no había más tiempo que esperar, estaba frente a la puerta; tocó fuertemente la puerta principal, pero nadie abrió. Volvió a repetir la acción, pero esta vez más fuerte y viendo que los segundos comenzaban a hacerse eternos, pensó: ”Bah, es mi casa…¿Qué podría pasar?” y sin esperar más, le dio una fuerte patada (?) a la puerta, la cual se abrió de forma violenta de par en par. Vio la cerradura rota e inmediatamente se arrepintió: llevaba tanto tiempo conviviendo con muggles a su alrededor, que había olvidado que el dilema de la puerta podía haberse solucionado con un simple movimiento de su varita.

 

- Ya habrá tiempo de arreglarlo después.- Dijo en voz excesivamente alta, mientra miraba alguna señal de vida dentro de la casa. - ¿HAY ALGUIEN POR AHÍ? –

[Sophie Elizabeth Granger]

Se sentó y tomo una de las tazas que enseguida se lleno de un te de manzanilla con la cantidad perfecta de azúcar. Dio dos sorbos y tomo una de las galletitas antes de volver a hablar.

 

-no entiendo porque te gusta tanto mugglelandia- le comento a la Gryffindor tras lo cual tomo otra galleta y la saboreo un momento, poco le duraba el sabor de la comida de los mortales en la boca, pero aunque poco lo disfrutaba - ​y hablando de las niñas, donde las dejaste, supongo que están tomando la siesta, los chicos están en las mismas

 

Apenas iba a preguntale mas cuando la puerta de la entrada se abrio de golpe, como si un bandalo hubiese decidido que era excelente momento para entrar a robar. Saco su varita y se levanto con ganas de pelear cuando un elfo aparecio visiblimente contrariado o confundido, no lograba adivinar cual era el sentimiento correcto

 

- la señorita Valeskya ha llegado- anuncio tras lo cual desapareció dejando a las dos brujas solas. Como impulsada por un resorte la Granger se levanto y se asomo al pasillo. En cuanto la vio en la entrada se cruzo de brazos a medio pasillo y la miro con cara de pocos amigos.

 

- Sera que algun dia puedes llegar como la gente normal sin asesinar las puertas de la casa - le pregunto a su violenta prima - ven a tomar el te con nosotras...sin romper la puerta si se pudiera

[Arabella Gryffindor]

- Sofia, por que eres tan despectiva con respecto a los muggles- dije frunciendo el ceño - sabes que viví varios años entre ellos, y me gusta su mundo, con todas sus cosas electrónicas. Si las niñas también duermen la sienta- finalice.

 

Tome la taza que se encontraba en la mesa y sorbí el brebaje, estaba delicioso y con el azúcar justo, mire hacia la mesa y tome una galletita de limón, mi favorita. Estaba por decirle a Sofia que le pediría a Tethys que trajera a las niñas para merendar con los chicos cuando un estruendoso golpe me distrajo. un elfo apareció en la puerta para decirnos que Valeskya se encontraba en la mansión.

 

Mis ojos se abrieron asombrados ¿Mi prima Valeskya haba regresado? ¿Después de tanto tiempo? vi como Sofia salia disparada por la puerta donde segundos antes se encontraba el elfo. levantándome también salí del salón siguiendo a Sofia, quien ya se encontraba regañando a Valeskya por andar pateando la puerta. esperando que la rubia se calmara, me acerque a mi rima recien llegada y la abrace.

 

- Valeskya, que alegría que estés aquí- dije separándome.- recién nos sentamos a tomar el té, ven con nosotras y toma un poco- dije guiándola hasta el salón.