Familia Granger (MM B: 86794)

[Sophie Elizabeth Granger]

Había mandado a los niños de vista con sus tíos en la Gryffindor, le apetecía estar sola por unas horas y meditar sobre sus últimas decisiones. Si bien no tenia problema con moderar su comportamiento si lo tenia con una sola cosa, aquel lugar estaba lleno de recuerdos, y no precisamente agradables, aunque si que había de esos también. Se subió a uno de los cerezos que había plantado hacia poco tiempo y se puso a mirar hacia el infinito.

 

- Dioses, hay tantas cosas ahi que me recuerdan a ti a cada paso, porque tenias que irte asi- pregunto entristecida al cielo. Si así estaba ahora que solo podía ver las afueras del lugar, no quería pensar lo que pasaría cuando pudiese ingresar de lleno - tengo que superarlo, al final del día, esto es lo que hubieses deseado, no es así lobo?

 

Una lagrima rodó por su mejilla, aquello no le sorprendió, Lucas era el único capaz de sacar un sentimiento medianamente humano en ella, su partida le había dolido tanto que lo único que deseo en aquel momento fue huir lejos de ahi, lejos de cualquier cosa que le recordase a su amigo perdido en batalla, aun pasados los años ella seguía llorando su muerte como si hubiese sido ayer

 

- tengo que ser fuerte, no puedo seguir huyendo, ya no mas...

[Jessie Black Lestrange]

Las cosas en la mansión se habían descontrolado bastante y por lo mismo Jessie se había puesto de pie con rapidez y salido en dirección a los jardines traseros. Camino por un largo rato sin rumbo fijo. Solo quería alejarse de todos, separarse lo más posible de Thomas, que de por si ya le había dado bastantes problemas en el trabajo como para todavía tener que soportarlo en la casa.

 

Suspiro al llegar al lago, donde vio a estrella corretear a un par de ardillas, se le veía divertida aunque ya comenzaba a ponerse el sol en el horizonte. Se sentó cerca de un árbol recargándose en el tronco, sacó su varita magica y comenzó a levitar las cosas que había a su alrededor. Antes de que se diera cuenta ya tenía una serie de rocas y hojas flotando derredor suyo, acarició sin pensarlo detrás de las orejas de estrella cuando esta se acerco a su lado recargando su cabeza en sus piernas.

 

-Solo tú has estado a mi lado desde que volví al pueblo... solo tu me has acompañado desde el principio.

 

Una lagrima rodó por sus mejillas mientras observaba como poco a poco se ocultaba el sol a lo lejos. Acariciaba sin pensar a su mejor amiga mientras dejaba que las emociones la embargaran.

 

-No se porque, pero siento que la única en quien puedo confiar es en ti- sonrio y beso la cabeza de su amiga, jugueteando con ella un momento.

[Sophie Elizabeth Granger]

La vida le había jugado una mala pasada, si se podía ver de esa manera. Su mente regreso a una semana atrás, cuando por error termino en los jardines de la Dumbledore, como jamas había renunciado a su parentesco con ellos, el castillo no reacciono a su presencia. miro desconcertada a su alrededor preguntándose donde había terminado aquella vez, definitivamente no usaría la aparición nunca mas, pues cada que lo hacia terminaba en otro lugar, como cuando Harry había terminado en una chimenea del Knocturn. Se levanto del suelo y comenzó a sacudirse mientras con la mirada buscaba la salida de aquel lugar cuando vio la placa en el árbol, Oscurus la había colocado hacia varios años para que jamas lo olvidasen.

 

Pronto todos esos años de dolor sepultados bajo una coraza de rudeza y un corazón congelados salieron a flote de golpe, la vorágine de recuerdos y de sufrimiento la doblaron en dos y se dejo caer de rodillas frente a la tumba que no había visto y que ahora tenia frente a ella. Por un momento intento no gritar, no llorar, no sentir, pero fue en vano, un grito que provenía desde lo mas profundo de ella misma la sobresalto al no identificarlo enseguida como propio. Su cuerpo entero temblaba y sentía que el corazón hasta entonces insensible se le salia del pecho, se abrazo a si misma buscando un consuelo que nadie podía darle jamas.

 

- lo siento tanto, Lucas, lo siento de verdad, yo solo quería parar este dolor, dioses lo siento tanto...- dijo tocando la tumba que contenía los restos mortales de su amigo. Se recargo en la fría tumba, cubrió su rostro con sus manos y lloro como hacia mucho no lo hacia, había evitado tanto aquel lugar y justo tenia que terminar ahí por accidente.

 

Sintió cuando sus dos partes se separaron, Sofia, la asesina, la que la había mantenido a flote durante todos aquellos años intento protegerla del dolor bloqueando su humanidad de nuevo, Zahil, la que había sido antes de la muerte del Dumbledore, comenzó a luchar por tomar el control, por hacerla entender que el dolor era necesario para seguir adelante, sintió a ambas personalidades luchar por mantener el control y cuando por fin volvió a ser consiente de donde estaba y lo que había pasado las dos partes de ella se habían fusionado.

 

- es tiempo de volver a casa - dijo despidiéndose de la tumba tras lo cual se había ido de ahí. Hacia unas semanas de eso y lo único que reflejaba su cambio tras esa revelación era los mechones rojos que asomaban entre la cabellera rubia, la fusión no solo se había hecho hacia su interior si no que físicamente estaba mostrando rasgos de las dos entidades. Sintió la humedad en las mejillas y se dio cuenta que había llorado de nuevo, se limpio las lagrimas y miro a su alrededor para cerciorarse que nadie la veía. Cerca de donde estaba se encontraba una de sus hijas, parecía igual o mas triste que ella, quería consolarla pero que clase de consuelo podía dar si ella llevaba su propia tristeza encima, hasta en eso se parecían.

 

- que carga llevas tu, mi querida Jessie, que siempre estas tan triste...- susurro para si misma

[Jessie Black Lestrange]

Recordar el pasado nunca le hacía nada bien, tener a Estrella la tranquilizaba pero no del todo. La abrazo con fuerza mientras enterraba su rostro en su blanco cabello. Sintió que alguien la observaba, lentamente levantó el rostro y observó en derredor en busca de quien la miraba, esperaba no fuera Thomas porque no se controlaría.

 

-Madre... ¿que haces aquí? - preguntó poniéndose de pie y limpiando con un ágil movimiento de mano acercándose a Sofia.

 

Creía que nadie la había seguido o que nadie se había percatado de que se había ido. Tal vez su madre solo había salido a caminar como ella, pero no entendía como es que había dado con ella.

 

-Yo... solo salí a jugar con estrella un rato, ya se que es de noche... casi, pero nunca es tarde para jugar con mi mascota ¿no crees?

 

Debía de calmarse, las cosas a veces se le salían de las manos pero Thomas la alteraba de sobre manera y no lograba entender el porque.

 

-Te prometo que no dañare ni haré nada en contra de Thomas... no quiero causar problemas madre.

 

Era verdad, no se sentía del todo cómoda con la situación pero ella haría todo lo que estuviera en sus manos para proteger al que al parecer sería su padrastro.

[Thomas E. Gryffindor]

<<La familia está primero>> eran las palabras de Sofía que aún resonaban en su consciencia; frase que fue dada a conocer por la francesa durante aquella reunión veraniega que sostuvieron junto a Jessie y los gemelos en las comodidades de la sala más próxima al comedor donde cenaron previamente. Por su parte, Thomas prometió cuidar de la nueva hija adoptiva de la vampiresa, siempre y cuando ésta estuviera resguardada en la mansión; ya que como empleado ministerial y miembro activo de La Orden del Fénix, no iba a permitir que la Stabolito causara desastres cubriendo su rostro con una máscara como una vil rebelde antisocial. El día poco a poco comenzaba a terminar, y los últimos rayos de sol se manifestaban débiles frente al ocaso; instante preciso en que el chico de fornido cuerpo apareció en los jardines traseros de su residencia a través de un portal tridimensional que conformó con ayuda de la magia del Druida. <<Amo el aroma de los cerezos. Bellos y elegantes sakuras>> caviló con los ojos cerrados mientras inhalaba con fuerza una masa de aire que ingresó por las fosas nasales hasta su sistema respiratorio, brindándole de una sensación de pureza natural que regocijó a su espíritu paladín que se hallaba despierto hace mucho tiempo atrás. -Más te vale, Black Lestrange. No quiero verme en la obligación de tener que usar "ésto" en contra tuya- exclamó en voz alta y con varita en mano diestra el adolescente, tras alcanzar a oír la confesión de la inquisidora hacia su madre; la misma que parecía tener un semblante y actitud muy diferentes a las que él recordaba desde que era un bebé en brazos de Annick y Elvis. -Hola Sofía... ¿Nuevo look? ¿Visos o reflejos? El rojo te viene muy bien, querida... te da un toque Gryffindor que no puedes negarte a aceptarlo- bromeó Elros, no pudiendo controlar la risa que brotó espontáneamente en él frente a las brujas que parecían estar muy serias y pensativas.

-¿De quién es esta mascota? Cuidado con andar defecando por ahí, eh... Mira que el trabajo extra como jardinero en esta residencia británica no me lo paga nadie. Será bueno que mantengas tus patas lejos de los árboles que planté la semana pasada... o te las verás conmigo- decía Thomas al animal, sabiendo que sí lo comprendía; ya que desde el primer instante en que él se había transformado en un mono, supo que las criaturas sí podían tener un intelecto que los humanos comunes desconocían. -¿Cómo están ustedes? Las noto melancólicas y tristes... ¿Es que pasó algo y yo no me enteré?- consultó extrañado el patriarca, desviando su mirada esmeralda desde Jessie a Sofía y viceversa, esperando que alguna de las dos alzara la voz con una respuesta convincente.

Editado 22 de Septiembre del 2016 por Thomas E. Gryffindor

[Sophie Elizabeth Granger]

La Granger cayo de un salto al suelo y se sacudió la ropa para después acercarse y darle un abrazo a su hija. Acto seguido acaricio la cabeza de la perrita que acompañaba a su hija.

 

- Sali a pensar un momento, los jardines de esta casa me dan mucha paz y me ayudan a aclarar las ideas - le confeso a la joven que le aseguraba que no causaria mas lios con Thomas y que solo andaba por ahi jugando con su perrita - te agradezco que hagas lo posible por mantener la paz de la casa.

 

Apenas pronuncio aquellas palabras cuando el Gryffindor apareció por el camino, a pesar de que ambos jóvenes parecían odiarse el destino se encargaba de juntarlos a cada momento. Sonrió al ver que este era muy observador y había notado el cambio en su físico.

 

- mechas, de hecho, los cambios a veces son buenos, y no, no son por mi vena Gryffindor aunque muchos de ellos sean pelirrojos - dijo alborotandose el cabello y mirando como la perrita veia a Thomas y movia la cabeza para un lado y para otro como preguntandose que diablos se traia entre manos el Gryffindor

 

- oh vamos, Thomas, te servira de abono para los arboles, deja a la pobre estrella en santa paz, mejor vamos a sentarnos un momento a la orilla del lago, la noche se presta para contemplar la naturaleza.

[Jessie Black Lestrange]

Tal parecía que no era la única que necesitaba pensar, estar un momento a solas. Soltó un suspiro sin ver realmente a su madre ni lo que la rodeaba, aun sumida en sus pensamientos. Tenía mucho dolor en su corazón como para poder fingir estar bien pero a nadie debía de importarle.

 

Se sobresaltó al escuchar la voz de Thomas, no esperaba encontrárselo en aquel lugar, en si no esperaba encontrarse a nadie y ahora estaba con su madre y... el otro. Desvió la mirada observando hacía el lago donde había estado minutos atrás mientras veía a estrella corretear libre por todos lados, sonriendo enternecida.

 

 

-Tu deberías de hacer lo mismo - repuso con una voz tan vacía de vida que poco le importaba lo que pensaran.

 

Se dio media vuelta y comenzó a caminar, pero se paro en seco, molesta, por las palabras dichas por Thomas, nadie se metía con su mascota o en este caso mascotas, amaba a sus amigos y nadie les iba a prohibir hacer sus necesidades donde ellos lo necesitaran.

 

-Tu le tocas un solo pelo a mi amiga y no te lo perdonare, que ella no tiene la culpa que me desprecies... así que mantente alejada de ella - tercio fulminándolo con la mirada mientras golpeaba su pierna derecha con su mano haciendo que estrella fuera a su encuentro.

 

Asintió a las palabras de Sofia siguiéndola hasta el lago donde estrella correteaba a su lado. La pregunta de Thomas aun le daba vueltas por la cabeza. Algo había pasado y en parte el había sido el responsable, pero no se lo diría, recordar a sus amigos perdidos siempre la ponía triste.

[Thomas E. Gryffindor]

-¿Abono para los árboles? Bueno, Sofía... Tú verás lo que haces si la mascota de Stabolito termina por quemar las flores y los ejemplares de sakuras recién plantados, con su orina... pero no digas que yo no te lo advertí- dijo el muchacho con seriedad; ya que no le gustaba que estropearan su trabajo, menos algo o alguien que tuviera una relación directa con la mortífaga que estaba obligado a proteger por aquella promesa que la matriarca del linaje de los perdidos de Ottery le había solicitado. -Nadie le hará daño a tu can, Jessie... yo no soy como esos tipos que suelen desquitarse con los más indefensos. Me imagino que conoces a los seguidores de Lord Voldemort ¿O no? Con ellos sí que tienes que tener cuidado, porque esos sujetos están acostumbrados a realizar actos de crueldad que podrían terminar con la vida inocente de tu querida Estrella- comentó con ironía el medimago, a sabiendas de que la Black Lestrange se molestaría con las palabras alusivas a sus propios ideales oscuros. -Vamos al lago entonces, Sofía... La luna se verá magnífica sobre el firmamento. Allí podremos platicar más tranquilos y sin que nadie se altere por nada ¿Cierto?- manifestó enaltando su ceja derecha mientras contemplaba fijamente las perlas grisáceas de la inquisidora ministerial; para después encaminar sus pies a través del sendero de piedra que los llevaría directamente a la zona más hermosa del manantial artificial que la madre de Mith y Oscurus había hecho hace bastante tiempo atrás. -Me imagino que ambas cenaron- preguntó, justo cuando le ofreció su brazo a la vampiresa para que ésta se tomara de él a la hora de comenzar el camino más resbaladizo.

Thomas desconocía los motivos que tenían a ambas Granger para estar con los ánimos por el suelo, pero su intuición le decía que no se trataba de algo simple de comprender; en especial por el lado de Jessie que era mucho más cerrada a la expresión de sus emociones y sentimientos; sumando que desde hace un tiempo hasta ahora, le era casi imposible al Gryffindor ingresar a su mente tan fácilmente como antaño en el Departamento de Misterios. -Alguna de las dos me puede decir... ¿qué es lo que pasa acá? ¿por qué las caras tristes?- volvió a consultar el templario de La Orden del Fénix cuando el trío de magos arribó a orillas del lago; sentándose sobre un tronco truncado de roble viejo, a la espera de que alguna de las hechiceras rompiese el hielo que se lograba percibir desde cualquier rincón de los terrenos que compartían los Granger y que Elros asumió voluntariamente como propios.

Editado 8 de Octubre del 2016 por Thomas E. Gryffindor

[Jessie Black Lestrange]

Estrella brincaba de un lado a otro al derredor de Jessie quien la veía de forma distraída. Tropezó un par de veces, provocando leves heridas en sus rodillas, más las sacudió con sus manos sin importar que pequeñas gotas de sangre brotaran de ellas.

 

Aferro su varita cuando escucho las palabras de Thomas, pero no la alzaría contra él, cerró los ojos pensando en mil formas de hacerlo sufrir, pero con solo pensarlo no bastaba. Debía de encontrar la forma de hacerlo sufrir y que pagara por lo que le hacía aunque no pudiera hacerlo en aquella mansión.

 

Desvió su mirada cuando sintió los ojos de Thomas sobre los suyos, lo que menos quería era que este volviera a interferir en su mente y sabía que el contacto visual era importante así que entre menos lo viera menos opción tenía este de introducirse en sus recuerdos.

 

Llegaron al lago donde Jessie se dejo caer en la toalla donde momentos antes había estado sentada viendo la esplendida vista que el mismo le otorgaba, robandole al sol pequeños destellos de colores. Soltó un suspiro mientras se tensaba un poco, la presencia de Thomas jamas lograría tranquilizarla ni muchos menos, llevó sus rodillas a su pecho y las abrazó con fuerza con sus manos recargando su mentón en sus rodillas.

 

-Extraño a ciertas personas y tu me recuerdas mucho a uno de ellos... por eso no te tolero, provocas que me duela su ausencia pero se que ellos jamas volverán, tu gente se encargo de desaparecerlos del planeta- explico con un deje de tristeza en su tierna voz.

 

Cerró los ojos conteniendo las lagrimas mientras sentía como su amiga introducía a la fuerza su cabeza entre los brazos de la pelirroja.

[Sophie Elizabeth Granger]

Acepto el ofrecimiento de Thomas cuando este le ofreció su brazo para caminar por la orilla del lago y finalmente encontrar un lugar donde sentarse. Era muy amable de parte del Gryffindor preocuparse por el estado de animo de las Granger aunque segura estaba que a Jessie no le caería muy en gracia hablar sobre ello, pues Thomas solia sacar lo peor de su mal genio. Se sentó a lado de el en el tronco y escucho lo que su hija decía.

 

- Así que nuestro querido Thomas te recuerda a alguien, ¿seria mucha intromisión saber a quien? - pregunto interesada, si eso era lo que la ponía tan triste quería encontrar la forma de quitarle esa carga de encima. Ella mejor que nadie sabia lo que era cargar con tanta tristeza en el alma por mucho tiempo aunque al haber vivido tantos años y tantas vidas, sus añoranzas y tristezas eran mas y mayores.

 

-sabes que hablar de este tipo de cosas suele quitar un gran peso del alma, no podemos vivir añorando lo que ya no esta - dijo pensando mas en ella misma que en Jessie.