Ollivander's (MM B: 94928)

[Ada Camille Dumbledore]

Le había gritado con furia y eso no era correcto, yo habia decidido antes de entrar allí ser coherente y tratar de dejar todo por la paz. No era como debia hacerse, sin percatarme me habia puesto en pie enojada.

 

Volví a tomar asiento sin tratar de evitar mi desagrado y suspire profundo, para tratar de controlarme, no lo mire solo cerre los ojos para olvidar que allí estuviese.

 

Un sonoro crack me aviso de la presencia de mi elfina, que miro con desagrado a Joaquin, de seguro habían escuchado mis gritos, solo rogaba que mi hija Giorgiana no los hubiera escuchado.

 

- Madamme le ha llegado una lechuza del Ministerio, la traje de inmediato porque parece importante.

 

la mire sonriendo y recibí la misiva dejandola a un lado un momento,tras ver el sello del departamento, seguro era importante.

 

- Gracias Nana, por favor retirate y no vuelvas a interrumpir, te lo ruego

 

La elfina hizo una leve reverencia y desaprecio sonoramente.

 

Volví a mirarle ya mas tranquila.

 

- Yo hice la pocion, pero no era intencion usarla en mí y mucho menos en tí, eres...eras- aclare dolorosamente - la unica persona que me quedaba en el mundo desde que hakoda se fue, solo tu conocias quien era yo realmente y podia comportarme contigo sin disimular ser Selene, creeme yo nunca hubiera hecho algo así y menos sabiendo que podía perderte...jamas, creo que llegaste a conocerme realmente, jamas te engañe.

 

Le mire directamente a los ojos, nunca en mis miles de años de existencia, ni como demonio ni como humana había dicho algo más sincero

 

Off: Ishaya gracias por los horarios cariño

[Joaquín Granger]

-¡No te atrevas a gritarme Ariane! -exclamé encolerizado, y volví a clavar mis garras sobre la madera -!Tengo mis razones para sospechar, guiándome por los de tu especie, y se que pueden ser traicioneros, cambiantes, sabes a lo que me refiero!- dije haciendo alusión a lo de Valeskya -pero ya está bien, no me hagas tanto lío, te creo -dije más tranquilo hablaba con sinceridad.

 

Pero a ella pareció no bastarle pero comenzó con los dramas noveleros, e incluso sus acciones al escuchar el tono de su voz y la manera de la que se levantó, para luego darme la espalda. Cuan descortés estaba siendo y a mi solo lograba sacarme una expresión de incredulidad, pues aquello era más que suficiente, me gritaba, me andaba con dramas... esa no era la Ariane impasible que yo conocía, era más expresiva, si se puede decir de alguna manera.

 

Y parecía no parar, pues ahora si que había hecho algo como para largar una sonora y larga carcajada pero me contuve, pues no quería ser mal educado. Sin embargo dejé de prestar atención a lo que decía y vi como le vino un mareo que la obligó a sentarse. Qué extraño era aquello, como un patrón, su drama, sus lagrimas ocultas y la involuntaria acción de querer mover los brazos sobre su vientre, como queriendo protegerlo.

 

¡Todo cerraba! abrí mis ojos desmesuradamente ¡Estaba embarazada! y lo que más me preocupara es que fuera por mí, algo muy probable. Fui dando la vuelta al escritorio suavemente dispuesto a confirmar o desechar mis sospechas. Pero no fue posible porque la elfina apareció ¡y qué deseos de estrangularla sentí! que aumentaron con su mirada pero me contuve apretando los puños con fuerza, hasta sentir algo líquido correr, debía tener cuidado con las garras, ya sanaría. La aparición de Nana fue momentánea, pues su ama la despachó en un segundo, y luego la joven volvió su vista y sus palabras a mí. Noté toda su sinceridad pero no presté atención a lo que decía, estaba en Shock pensando solo en el posible bebé.

 

-Ari... ¿Estás embarazada? -pregunté con un hilo de voz por los nervios que tenía.

[Gomita Haughton Westrong]

Sabía que necesitaba apresurarme si no quería llegar tarde, aquella vez había cerrado un poco después de tiempo la librería en la que trabajaba, por lo que corría rápidamente callejón abajo. Pronto alcancé a ver un letrero conocido, el cual se encontraba en la fachada de la tienda y dejé de correr para tomar aire. Era una suerte el haberlo encontrado abierto todavía, así que aproveché y caminé hacia allá.

 

― Que vivan los estudiantes jardín de las alegrías, son aves que no se asustan de animal ni policía... ― comencé a cantar ― y no le asustan las balas ni el ladrar de la jauría...

 

Continué en voz baja una canción muggle que acababa de escuchar hacía poco tiempo mientras me acercaba a la entrada del local. Ese día se me había ocurrido ir para saber un poco más acerca de mi varita, por lo que no podía encontrar ningún lugar mejor para averiguarlo; así que una vez que estuve frente a la puerta, la abrí y entré. Suspiré y me detuve al ver a mi alrededor, era increíble la magia que rondaba por ahí gracias a tanta varita.

 

― Qué increíble sensación...

 

Mencioné mientras observaba uno de los aparadores donde se exhibían algunas de las varitas que se vendían en el lugar. La sensación de seguridad que emanaba la tienda era muy agradable y me provocaba mucha tranquilidad, seguramente quien trabajaba aquí sentiría lo mismo. Mientras sacaba mi varita del cinturón de mi falda, la miré fijamente mientras pensaba que debía ser genial...

 

― No sé por qué piensas tú soldado que te odio yo, si somos la misma cosa yo... tú... ― comencé a cantar una nueva tonada ― tú eres pobre lo soy yo, soy de abajo lo eres tú ¿De dónde has sacado tú, soldado que te odio yo?

[Ada Camille Dumbledore]

Al parecer estaba mas calmado, despues de que me habia gritado y habia terminado de dañar la hermosa estructura del escritorio de madera que poseía para su servicio en la oficina, bueno al menos habia sido el escritrio y no yo.

 

Sentí que se acerco, yo fije la mirada en el sobre con el sello del mInisterio y del departamento de deportes, debía asistir a todos aquellos eventos, debía estar preparada para todo aquello.

 

-Ari... ¿Estás embarazada?

 

La reacción fue inmediata,lo mire de frente con sorpresa, no sabia como se había dado cuenta de aquello, pero aunque no se notaba mucho, los cuatro meses de embarazo eran evidentes para los que la conocian y el habia sido uno de ellos.Quise decirle que no, pero no pude hablar, solte el sobre al suelo.

 

Si se enteraba que era suyo seguro nos asesinaria, ademas no podia decirle la verdad, era injusto que cargara con algo así pues ni siquiera habia podido averiguar si lo que crecia dentro de mi era un hibrido, un humano, un vampiro, un incubus, era algo absolutamente desconocido.

 

- Disculpa, No es asunto tuyo

 

Conteste lo más tranquila posible y tratando de mantener la calma

 

- ya que hemos aclarado el asunto, es mejor que me retire, que tengas buen día

 

Me inque delicadamente para recoger el sobre, debía salir de allí de inmediato, temia por la vida de mi hijo y la mia.

[Sagitas E. Potter Blue]

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Rol del Dpto. Accidentes

 

La última vez que había estado en aquel negocio, mi cuñada me había dicho que podría ponerme unos abalorios en la varita. No lo había hecho, pero ahora, al entrar en el local de Ollivander's recordé eso. Hacía mucho tiempo desde nuestra última conversación en el lugar y aunque ahora venía meramente por una tema ministerial, aún así echaba de menos el abrazar a mi cuñada y comprobar qué tal estaba.

 

Aquella tienda siempre me había gustado. Despertaba en mí un sentimiento de ternura, de magia , de niñez... Ver todas aquellas cajitas que guardaban empuñaduras, núcleos de varita, maderas mágicas... Se respiraba un ambiente que, sin saber el motivo, me recordaba aquellos días felices del pasado que, por desgracia, ya no volverían. Me gustaba aquel ambiente.

 

Suspiré y me tuve que recordar que estaba allá por un motivo ministerial. Aunque no quitara que tal vez le podía encargar una pequeña y simple para Ithilion.

 

-- Cuñada, soy Sagitas. ¿Estás por aquí? -- dije, tras avanzar por la tienda y ojear lo que se exponía. -- Vengo a traerte la documentación del evento de Accidentes.

 

Vi varias empuñaduras elegantes y muy ricas en detalles. Sonreí. Yo no quería eso. Mi varita seguiría siendo sencilla y sin adornos, tal como la hicieron expresamente para mí en España. Aunque la de Ithilion, si se podía conseguir, tal vez le pusiera algún dibujo de hipogrifos. Le encantaban esos animales.

[Ada Camille Dumbledore]

La discución la dí por terminada y salí de la oficina de mi socio con el sobre en la mano sin decir nada más, cerre la puerta tras de mí y de prisa baje las escaleras de caracol que llevaban al primer piso. Mi elfina me miro con preocupacion, yo sabia que debia estar palida por el temor y la presion que tenía encima.

 

La voz de Sagitas llego a mis oidos y fuí caminando por los estantes hasta llegar al frente de la tienda, allí la ví en el porton de enfrente. Sonreí al verla y no pude evitar que mis lagrimas se derramaran por mis mejillas.

 

- Disculpa estoy sensible y tuve una discusion con mi socio, perdona que te reciba así, quieres seguir al cafetín, te invito un té

 

Le ofrecí la mano para llevarla conmigo hasta el cafetín y allí poder charlar con más calma.

 

Off: perdona la demora

[Sagitas E. Potter Blue]

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Rol del Dpto. Accidentes

 

-- Holaaa -- exclamé, alegre de verla venir.

 

Pero entonces noté que lloraba. Me acerqué, preocupada. En su estado eran normales los cambios de ánimo, pero no podía verla llorar, por lo que la abracé con cariño.

 

-- Vamos, vamos... Ya pasó... Sea lo que sea, ya pasó.

 

Ella se disculpó y me dijo que se había peleado con su socio. Fruncí el ceño. ¡A que iba a enseñarle modales por hacer llorar a Selene! Me dejé guiar por ella antes de que buscara a ese hombrecito y le dijera cuatro cosas sobre pelearse con mujeres embarazadas.

 

-- Sí, cuñada, llévame, porque yo te traigo documentación y espero que la veas sentada.

 

Cuando llegamos al lugar la obligué a sentarse.

 

-- Toma, vete ojeando el documento mientras yo hago el café. Tú sentada y con los pies en alto. ¿Se te hinchan?

 

Y le di el certificado y el pin. indicándole que tuviera especial cuidado con éste último, porque pinchaba.

 

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-- El café... ¿Lo quieres fuerte? No deberías por el embarazo. ¿No tienes descafeinado para ti?

[Ada Camille Dumbledore]

La verdad la visita de Sagitas había caido de maravilla, acompañandome al cafetín con esa chispa de alegría propia en ella, seque mis lagrímas y recibí los documentos que me entregaba. Eran buenas noticias habiamos sido aceptados como patrocinadores de la actividad ludica del Departamento de accidentes y catastrofes.

 

Los abrí con cuidado y ví todo, hasta ellos habían trabajado una hermosa imagen para mostrar como patrocinador al negocio. Pensé en lo orgullosa que tía Maggie estaría de ver su local aún abierto, cosa que no habia logrado con la familia.

 

- falta algún otro requerimiento para la actividad, algo que deba hacer?

 

Depronto la ví tratando de servir las tazas.

 

- ahm Sagitas ven, deja eso, Nana!!! - llame a mi pequeña elfina que aparecio de inmediato tras de un crack- Nanita podes servirle a mi cuñada lo que desee y ami una aromatica de frutos rojos?

 

La voz salio con un ademan de consentida y acaricie mi pancita con ternura, seria que mi pequeño era felíz con que yo fuera su madre?, sonreí.

[Sagitas E. Potter Blue]

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Rol del Dpto. Accidentes

 

-- Ay, no, no, espera... Quería hacerlo yo -- y puse morritos porque Selene había llamado a la elfina para que hiciera café.

 

Me senté a su lado mientras la elfina preparaba un café para mí y el jugo a mi cuñada. La miré de reojo, ya no parecía tan triste mientras tocaba su barriga.

 

-- ¿Se mueve? ¿Puedo...?

 

Le pedí permiso antes de poner la mano sobre la barriga.

 

-- Recuerdo que Ithilion era muy movido. Una vez pensé que se iba a ir por el ombligo, porque empujaba como si quisiera salirse por ahí.

 

Sonreí yo también, estaba feliz porque su embarazo parecía ir muy bien. Nana llegó con la taza de café y le puse tres cucharaditas de azúcar. Olía divino y lo sorbí para probarlo.

 

-- Ay, creo que es maravilloso... Huuum...

 

Dejé la taza en mi mano y la miré a los ojos.

 

-- A ver, ¿qué ha pasado para que estés tan triste? Quiero que me lo expliques, para poder matar a quien te hace llorar -- le dije, sonriendo. -- Tendría que irme a hacer otros negocios, pero me voy a quedar un poquito más hasta que me asegures que estás bien.

[Ada Camille Dumbledore]

La elfina se habia puesto manos a la obra, Sagitas se sento a mi lado en la mesa y noto mi atencion sobre el creciente bulto sobre mi abdomen, ese pequeño ser que crecia dentro de mi.

 

- ¿Se mueve? ¿Puedo...?

 

La mire con delicadeza y ladee la cabeza con una gran sonrisa, tome su mano para que pudiera sentir mi vientre mientras la escuchaba hablar sobre su hijo, el pequeño sobrinito inquieto que me encantaba ver jugando con mis hijos.

 

- No se mueve mucho, la verdad siento que es muy suave, como si se acunara dentro de mi vientre haciendome sentirlo.

 

Nanita sirvio el té de frutos rojos y el café de Sagitas el aroma era exquisito y recorde el delicioso y suave sabor de aquel cafe Colombiano.

 

- A ver, ¿qué ha pasado para que estés tan triste? Quiero que me lo expliques, para poder matar a quien te hace llorar. Tendría que irme a hacer otros negocios, pero me voy a quedar un poquito más hasta que me asegures que estás bien.

 

Mis ojos entristecieron de inmediato recordando la discusion y todo lo que guardaba dentro de mi, sabia que si El nos escuchaba no seria muy bueno.

 

- Te lo contare, pero aqui no es pridente hablar de ello, sabes que confio en tí, pero no es el lugar apropiado...

 

Subí la mirada para que entendiera que en el piso de arriba estaba mi socio, quien no deseaba se enterara de lo que sentia con respecto de la paternidad. Tome un largo sorbo de mi té y mire a nanita que ya estaba de pie a mi lado.

 

- Delicioso como siempre Nanita, gracias por consentirme tanto

 

Tome la mano de Sagitas y la aprete contra mi vientre, mi pequeño parecia acomodarse suavemente dentro de mí