Ollivander's (MM B: 94928)

[Xell Vladimir Potter Black]

Siempre me habían gustado las tiendas de varitas, pero ésta era especialmente preciosa. Olía a antiguo, se exponían varitas tan sencillas unas, tan recargadas otras, había maderas de todo tipo de arboles y contenidos para los núcleos tan variados…

 

Aquel local me gustaba. Ya tenía varita pero si alguna vez necesitaba algún complemento, sin duda vendría a este lugar. Además, conocía a la dueña pues la había visto una vez en la casa de mi tía, e incluso habíamos corrido alguna aventurilla en ella. Ariane Dumbledore me había caído simpática y, por lo que recordaba, su figura oronda insinuaba que pronto iba a ser madre.

 

Esperaba que le diera tiempo de disfrutar de la fiesta que los aspirantes a bandos iban a celebrar en La Madriguera. Por ello me adentré y pregunté por ella. El elfo que me atendió me dijo que estaba ocupada. Desde allá llegaba el murmullo de palabras. Reconocí las voces de mis tías Cye y Sagitas. Pero no quería entretenerme porque tenía aún muchas invitaciones que mandar.

 

- Por favor, no la moleste. Dele esta invitación con los pins para la ropa, por si puede venir a vernos a la fiesta, sólo si su período de gestación se lo permite.

 

Después me despedí, siempre con prisas.

 

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[Sagitas E. Potter Blue]

Había asustado a Cye. Tendría que aprender a mantener la boca callada. Aún así, ella intentó tranquilizarnos a todas. Asentí porque nada de ganaba con los catastrofismos.

 

-- Claro que saldrá bien. Pronto será una madre maravillosa con un montón de hijos que corretearán a su alrededor por la Dumbledore. Si los peores problemas vendrán después, cuando esté fuera. Dentro lo tienes controlado, fuera te volverás loca para sujetarle.

 

Noté que Cye le ponía la mano encima de la barriga. Seguro que le estaría dando alguna patada. No me importaba cómo había sucedido. Selene lo decía bien, había que asumir el hecho de tener el hijo de un vampiro e intentar que saliera bien.

 

-- El té está buenísimo - pero como no quería cambiar de conversación de forma tan abrupta, repuse: -- ¿Y para cuándo esperas que nazca? Los vampiritos suelen nacer antes de tiempo, que lo sepas.

 

Era una burra, ya volvía a preocupar a las chicas. Si es que sólo sabía meter la pata…

[Ada Camille Dumbledore]

Escuche la campanilla, pero por estar embebeida en la conversacion con Sagitas y Cye, no alcance a ver a quien era, pero sono la puerta unos minutos despues, así que imagine que ya se habian ido y que nana lo habia atendido.

 

Coloque mi mano sobre la de Cye y la guie hasta un lugarcito en mi abultado abdomen donde sentia una piececillo o una mano de mi pequeño bebe, y deje que sintiera el suave movimiento que hacia. Era tan delicado el movimiento pero era perceptible.

 

- Sagitas, la verdad esta para principios del año que entra, la segunda semana, pero tienes razon debere estar preparada desde el dia de navidad...asi que bueno espero con ansia el poder verle su rostro.

 

Nana entro y me entrego la invitación de la fiesta en la madriguera, sonreí, habia dejado la Orden pero con gusto asistiria para apoyar a los que habian elegido ese camino.

[Ela Karoline]

De las cosas que se enteraba la Cye cuando se reunia con las mujeres que eran parte de su círculo familiar, bueno es que aunque llevara casi tres años de casada, aun no venia el pequeño heredero Duppot-Lockhart él que en el futuro dirigiría los destinos de la Lockhart y de la Tonks.

 

Agradecida de que su ahijada la dejara palpar a la criatura, abrió mucho los ojos cuando después de que su mano fuera guiada sintió un piecito que se movía, ¡eso si que era un milagro! Pero como no si la vida misma era un milagro.

 

-¡Lo sentí, lo sentí! me está saludando, ¡que bendición la tuya mujer!- expreso en pequeños grititos de alegría, las mejillas las tenia encendidas y los ojos le brillaban de la emoción, eso se podía notar una vez que levanto la cara para mirar a ambas brujas. Le hubiera gustado quedarse pegada allí a la pancita de Selene pero como la insto a que se tomara el té tuvo que volver a su tasa. Tanto la madre como Sagitas trataron de ser optimistas pero sus palabras le dieron que pensar a la Lockhart.

 

El embarazo era cosa seria, requería de cuidados alimentarios, físicos, emocionales y también médicos, pero además de eso, en un mundo habitado no solo por magos y brujas, sino por demonios, vampiros, hombres lobos y demás, había que saber un poco de cómo se originaban estos seres, pues al relacionarse sentimentalmente con alguno de ellos y gestar una criatura, ésta podía heredar sus característica y por lo tanto el nacimiento tendría sus variantes.

 

-Oh, ¿cómo cuanto tiempo nacen primero que los demás nenes?- pregunto curiosa y asombrada por lo que había dicho su cuñada después de que Ariadne anunciara la llegada del infante para Enero.

[Sagitas E. Potter Blue]

Hice un gesto de sorpresa por lo que decía.

 

-- A ver si nace por la fecha de Ithlion. Fue un regalo de Navidad. Fue tan bonito...

 

Durante un momento tuve en la memoria aquel momento, tan mágico, tan bello y tan horrible a la vez. Me mordí el labio porque no quería que ella recordaba también aquella época. Me parecía mejor ocuparme de su embarazo y olvidar toda aquella etapa tan polémica.

 

-- Bueno, pues estaré al tanto para esas fechas salir corriendo a la clínica para el parto.

 

Entonces me di cuenta que no sabía dónde iba a dar a luz. Era un momento muy personal de cada parturienta y no se lo había preguntado.

 

-- Hey, Selene... ¿Ya sabes dónde lo tendrás? Yo lo tuve en la mansión, pero siendo un parto con un poco de riesgo, tal vez deberías ir a la clínica. ¿O prefieres ir a San Mungo? Ya sabes, es el lugar oficial para los magos del pueblo...

[Ada Camille Dumbledore]

Sonrei ante la alegria de mi querida madrina Cye al sentir a mi pequeño bebe, eran tan delicados sus movimientos que parecia que ciertamente le estuviera saludando, yo me senti feliz y agradeci con una suave caricia a mi pequeño por ser tan cortes desde tan joven.

 

Sagitas me hizo pensar en algo que no habia tomando en lo absoluto en cuenta y era el lugar donde naceria, no me habia permitido pensar en eso, por lo que me quede pensandolo un poco.

 

-Sagitas si no hay mucho problem me gustaria que fuese en Santos mangos, no quiero ir a San mungo, es un lugar donde confio y ademas es alli en donde he sabiado de mi hijo, asi que preferiria que fuese allí.

 

Le afirme con decision, queria que mi bebe estuviese bien cuidado y ademas que yo pudiera estar tranquila ante el personal de allí, porque queria muy seguro a mi pequeño.

[Ela Karoline]

Las palabras de Sagitas sobre la fecha de nacimiento de Ithilion le hizo poner cara de sorpresa que luego fue sustituida con una de total y completa picardía, porque con la mano libre movía sus dedos en señal de cuentas, si contaba los meses que faltaban para diciembre y la fiesta que seguro habrían de celebrarle al pequeño, aaaay ya se lo imaginaba.

 

Dio otro sobo al sabroso té y volvió al ahora y sobre todo al asunto del parto, ¿Cómo una madre podía estar embarazada y además pensar en todo aquello? Definitivamente quedar en cinta era un asunto para considerar y no tan fácil como ella lo había pensado.

 

-Buena decisión Ahijada, sé que en la Clínica de Sagitas cuidados no te faltaran y estarán bien tanto tu como el bebe.- Sabia que lo que decia era cierto, allí era poco probable que magos indeseados pudiera aparecerse a poner en riesgo la vida de ambos seres, además aunque no era amiga de los sitios asistenciales, ese olía menos a hospital, que vamos no lo era.

 

Sonrió y mentalmente se burlo de su trauma con los hospitales, aquel olor a medicina que parecía meterse en su sangre y debilitarla y ni hablar si veía túnicas blancas con logos rojos, eso era para querer salir corriendo, menos mal que aquello solo lo sentía ella, no conocía a nadie mas que tuviera aquella fobia, por llamarla de alguna manera.

 

-Yo prometo cuidarte pero en el castillo y visitarte po.qui.to en la clínica, que no soy muy útil allí- una vocecilla interna le grito “mentirosa” pero se negó a ceder y volvió a tomar de la taza cuyo contenido ya estaba a punto de terminarse.

[Xell Vladimir Potter Black]

Aquel accidente tan tonto me había puesto de mal humor. Una caída, un tropezón fortuito y mi varita se había incrustrado entre dos baldosas. Era increíble que una tontera hubiera arañado la punta. Pero cuando la probé salieron chispitas, como si no funcionara bien.

 

Eso no podía permitirlo, por varias razones. La principal, la varita de un mago ha de estar al 100 % de su uso o no sirve de nada. Además, la necesitaba operativa por temas de bandos. Si alguien era atacado, tendría que entrar a defender y necesitaba toda la magia que pudiera hacer. Pero sobre todo, casi por encima de todas las consideraciones prácticas, estaba la sentimental. Recordaba como si fuera ayer cuando me padre abrió la puerta de la tienda de varitas y me ayudó a comprarla.

 

Por eso, pregunté sobre la mejor tienda de mantenimiento de varitas y me aconsejaron una de mucha tradición y antigüedad que, además, era regentada por un miembro de la familia, o al menos yo la había visto varias veces junto a tía Sagitas.

 

Entré y me maravillé. La tienda era preciosa y olía muy bien. ´Toqué con los nudillos en la mesa de madera para que me atendieran.

 

- ¿Hola? ¿Hay alguien? Necesito ayuda con mi varita.

[Ada Camille Dumbledore]

Estaba departiendo con mi madrian y con Sagitas, la verdad sabia que todo saldria bien, era un total misterio pero mi corazon me lo decia.

 

- Gracias madrina sera un honor tener tus cuidados en el post parto... no te preocupes seguro que no estare mucho tiempo en la clinica...

 

Escuche la campanilla de la puerta, voltee a mirar a la puerta y nana me indico que era un cliente.

 

- Denmen un momento me necesitan a la puerta, vuelvo en un momento...

 

Me levante despacio camine hasta la parte de adelante hasta el estante y via a la joven rubia al frente de la vidriera

 

- Buenas tardes joven Vladimir, puedo ayudarle en algo?

 

La conocia poco, pero sabia que era la hija de Reena una gran dama y ademas muy amiga

[Binny Evans]

Dúnedain, elfo (?

 

Entró galantemente al establecimiento con mayor seguridad, talves los hechos recientes habían aflorado en él cierta altivez o talves sería osadía, el elfo no estaba seguro. De cualquier manera había llegado con la intencion de revisar que actividades se hacían ahi y qué podría hacer por la varita de Biny que siempre estada de la misma forma, textura y color. Siempre llevaba en el bolsillo galeones por lo que le sería facil conseguir ayuda en es preciso momento.

 

Miró de derecha a izquierda, recorriendo por complero el local y dando un pequeña vuelta sobre su eje. Habían muchos adornos y demás que podían ponerle a la varita de Biny, pero no se decidía. Acaso las cosas bellas son dificiles de elegir? Se preguntó frunciendo el ceño y rascandose la barbilla. Siguió caminando haci auno de los aparadores y ojeó lo que había en el lugar. Algo femenino y delicado deberia de estar esperandolo para poder darle algun obsequio a su amiga.