Kiosko: Una mordida rapidita (MM B: 95066)

[Gabyxlllsiby Rambaldi Tao]

La gente llegaba y a la vez se retiraba, a ratos dudé si vería el local vacío para cerrar. Caminé hasta donde se encontraba mi madre, de reojo miré como hablaba con el elfo. Este se alejó con gran velocidad a atender a la mesa más lejana del lugar. Temí que mi orden que había dado no haya afectado.

 

Realicé uno movimientos con la mano, indicando claramente a los elfos que atendían cerca de las cocinas que encendieran los hornos.

 

-Hola hija ¿cómo estas? hace mucho que no te he visto...¿Qué tal esta el negocio?.- preguntó Akiza mientras finalizaba de atender a una familia mágica.

 

-Yo estoy bien, gracias. El negocio esta, como ves... la gente no sale de este lugar. -sonreí -Me alegra sobremanera que por fin los dueños lleguen nuevamente... Además tengo varias ideas innovadoras...

 

Tomé mi varita y realicé un movimiento. Dos vasos de jugo se elevaron un par de metros y se dirigieron donde permanecíamos... Le extendí uno de los vasos mientras bebía el jugo del otro vaso. Miré a mi alrededor por unos momentos y finalmente expresé a Akiza.

 

-He implementado una especie de contrato a los elfos del lugar, todos los derechos para el buen trato. Es de amitir que hay en ocasiones un mal trato a ellos mientras atienden... asi que será de ayuda. Que te parece?

[Akiza Ravenclaw H.]

Oí las palabras de mi hija atentamente, tomé la bebida que me acababa de pasar. Un brote de ira aparecía en mi interior. ¿Cómo piensa dar contratos a las criaturitas inferiores que son. Suspiré un poco ya sabía que sus ideas eran ingeniosas, en mi parecer se dio cuenta acerca de cómo le traté al elfo visto anteriormente, aunque claro no me importaba a la final nosotros éramos los dueños y señores del mundo mágico pero bueno no iba a discutir con ella. Le invité a tomar asiento en una de las mesas cercanas. Crucé mis piernas y posé mi espalda para pensar que poder decir a mi hija. Coloqué mi cabello hacia adelante y la miré atentamente.

 

-Dime qué pondremos en el contrato, quisiera saber para ver si todos estamos de acuerdo. Pero también piensa que no les podemos dar vacaciones o pagarles, a la final son...nuestros ayudantes.- me paré un poco iba a decir "esclavos" pero sabía que a ella no le iba a ser mucha gracia así que lo tomé un poco más tranquilamente.- Pero me parece una interesante idea....- dije con un suspiro al final de la frase.

 

Luego miré al elfo que le hablé, y al mirar su cara de miedo, me salió una sonrisa, era el don de lo que soy...aterrar a criaturas inferiores. Era sencillamente emocionante poder hacer esas cosas. Estiré un poco mi cuerpo y miré a mi hija tomando un poco el jugo que me dio mi hija, bajé el vaso y le miré me dio curiosidad y decidir hacer una pregunta interesante.

 

-¿Y de donde sacaste esa interesante idea hija?.-

[Gabyxlllsiby Rambaldi Tao]

Habíamos tomado asiento en una mesa que había desocupado hace minutos antes. Bebí el jugo y dejé el vaso de cristal en la mesa. Observé con detenimiento que la mirada de Akiza había cambiado cuando mencioné aquella idea. No quería alterarla y era seriamente sobre aquellos derechos de los elfos.

 

-Se que una paga algunos elfos lo aceptaran pero otros no. Pero en caso de vacaciones creo que si lo aceptaran. Lo que yo promuevo es evitar el maltrato a los elfos... Un por favor y gracias no cuesta nada

 

Miré la expresión de mi madre mientras ella bebía de a poco.

 

-¿Y de donde sacaste esa interesante idea hija?.- expresó Akiza luego de mirar el lugar por unos segundos, logré notar un destello brillante de sus ojos. Fingí no mirar nada y continué:

 

-La ausencia que hemos tenido todos que me incluyo tranquilamente este negocio habría llegado a la quiebra si no hubiera sido por los elfos que hay ayudado día tras día... Obviamente dirias "es que ese es su trabajo" pero no lo pienso así... Yo estoy agradecida. Así que hablaré con los demás dueños para manifestar que Betty y Queaton sean como gerentes del lugar, tengan cierto poder en el local. Espero tener la aprobación de los demás dueños y avisarle a los elfos.

 

Finalmente miré a otro lado, como si me hubiera interesado aquellas plantas colgantes en uno de las columnas del local. Pero de reojo observaría cualquier reacción.

[Akiza Ravenclaw H.]

Cuando oí las palabras de mi hija me quedé en shock, cómo podía respetar a esas criaturitas que no saben hacer nada además de ayudarnos a nosotros los magos y brujas Me di cuenta que ella estaba atentan a cualquier reacción pero no importaba, apreté el vaso ligeramente y seguí mirandola . Le sonreí con dulzura para tratar de ocultar mi ira...y calmando mi voz le dije.

 

-Hija...tu idea para mi no esta bien, pero bueno tienes que preguntar a los demás. Para mí no estoy de acuerdo con eso de las vacaciones y del contrato, no haras que cambie de padecer.- dije tranquilamente.- Por cierto quien es Bethy y Queaton.- pregunté un poco ingenua ya que no sabía quienes eran, era algo normal ya que estaba perdida en el negocio, por atender otros asuntos un poco importante. No sabía que hacer, así que llamé al elfo, qué se acercaba lentamente con cuidado. Lo miré sonriente, adoraba su reacción pero bueno ahora con ese contrato, tenía que hacer algo.

 

-Por favor...-realmente no me gustaba tratar así a un elfo pero ya tocaba tratarlo así.- tráenos más jugo de calabaza, espero que sea pronto.- un brillo en mi mirada apareció, sabía que mi hija se iba a dar cuenta, aunque eso no me afectaba.-

 

-Sí si señorita.- dijo un poco tembloroso, parecía que seguía con miedo. Apareció enseguida, con una jarra de jugo y le sonreí. Luego bajé a su altura y le susurré.

 

-Así un buen trabajo chiquito.- dije riéndome en silencio.

[Gabyxlllsiby Rambaldi Tao]

Ya suponía que mi madre realizaría aquel comentario y concluiría con la negativa ante mi sugerencia. El tiempo había pasado y las circunstancias habían cambiado de gran manera a Akiza y como había dicho, no podía cambiar su ideología. Suspiré mientras observaba de reojo que los clientes no estén descuidados mientras las dos descansábamos por unos minutos.

 

-Por cierto, quién es Bethy y Queaton?- preguntó Akiza

 

-Son los elfos que trabajan aquí, son de mi confianza y creo que serán excelentes gerentes -dije con una gran sonrisa mientras miraba que Akiza se fruncía sin poder evitarlo.

 

Posteriormente Akiza realizó un mandado al elfo, era notorio como la pequeña criatura tenia un ligero tremor en su cuerpo. No pasó mucho tiempo que nos entregaba una jarra llena de jugo y desapareció al instante. Tomamos aquellas bebidas y descansamos unos momentos.

 

-Quieres unos bocadillos? -dije de pronto

 

Akiza asentió con la cabeza, levantó su brazo para llamar a algun elfo pero le detuve.

 

-Porqué llamar a un elfo si podemos ir nosotras?

 

Me levanté y la llevé hacia las cocinas para buscar los bocadillos aunque ella se resistía.

[Patrick Colt]

Off Captura a Gabyxlllsiby Rambaldi Tao

 

Patrick, Juve, Radamantys y Martín.

 

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Patrick Colt había aparecido en las inmediaciones del Callejón Diagon. Su rostro recibía las luces que rodeaban el sendero, su varita lo acompañaba y su mano zurda estaba preparada para tomar su katana en cualquier momento la cual estaba sostenida en su espalda.

 

Se adentró al Kioski, una mordida rapidita, del cual leyó el nombre y le pareció más que ridículo. Una vez allí se topó con una fenixiana, Gabyxlllsiby Rambaldi Tao, a quien apuntó con su varita.

 

- No soy el Genio de la lámpara, así que no esperes un deseo. - Farfulló manteniendo la distancia de diez metros.

[Radamantys]

La Marca tenebrosa Ardio en el Antebrazo de Radamantys, algo estaba pasando por lo que el demonio con un rapido pase de la mano cubrio su rostro con la mascara Negra con detalles en blanco y de inmediato se desaparecio.

 

Reaparecio en el Callejon Diagon y su vista se poso en un local llamado Kiosko, de inmediato se apresuro al lugar y traspaso la entrada, la varita se materializo en su mano derecha lista para la accion.

 

Dentro dle lugar ya se encontraba su compñaero Colt, le saludo con la cabeza y se alejo a 9 metros de cualquier objeto o persona que puedira estar en el lugar su vista se poso con malicia en una chica Gabyxlllsiby Rambaldi Tao.

[Martin N Roses]

Su brazo, desde la yema de sus dedos hasta el hombro, tuvo una quemazón casi total. El hombre de cabellos negros entornó sus ojos, sabiendo qué significaba aquello. Sin perder tiempo, tomó su varita mágica, que estaba resguardada en uno de los bolsillos de sus clásicos vaqueros, e hizo, además, aparecer una máscara en el rostro.

 

De aquella manera, ocultaría su identidad. No habría manera de que lo inculparan por actos ilícitos de magia oscura.

 

Girando sobre sus talones, ya sin nada en sus pies o torso, apareció en la desierta calle peatonal, donde una infinidad de negocios mágicos se abrían a su paso. Irrumpió en uno, de nombre feo, un tal "Kiosko: Una mordida rapidita".

 

—Pollos... —soltó desconcertado.

 

Vislumbró, mientras se adelantaba, la figura de un colega. Por porte, se trataba de Patrick.

 

—Ni dos... ni tres, tampoco. —Había hablado respondiendo los dichos del genio.

 

Cambió en dirección su mirada gris, y subió su vara, apuntando a su potencial víctima.

[Kahlan Blackthorn]

Tras sentir ese conocido ardor en su antebrazo izquierdo, no reparo en salir en el acto de la Mansión Malfoy, tras cruzar el umbral de la puerta fuera de esta, desapareció en medio de una estela oscura. Transportándose en el acto, hasta el callejón Diagón, apresurando sus pasos, hasta el local Kiosko: Una mordida rapidita, sujetando con firmeza su varita, dejo que el metal de su oscura máscara reluciera al ser tocado por las luces que emanaban las lámparas

 

-Buenas…-saludo a sus compañeros- A por ella- ya estando dentro del local, espero el momento justo para atacar a esa jovencita.

[Patrick Colt]

- Créeme, no irás a ningún lugar. - Susurró, escuchando las entradas de sus compañeros de bando, Martín y Juve, seguidos de Radamantys quien no había hecho ni siquiera un saludo. Tenía que reconocer que los mortífagos tenían sus particulares formas de ser.

 

- Fuego Negro -

 

Susurró y una de estas bolas de fuegos se alzaron al techo, para evitar contacto con nadie hasta que adquiriera un tamaño lo suficientemente grande como para ser usado por su dueño y a la orden del mismo.

 

- Fuego Negro -

 

Repitió y del mismo modo, una segunda bola de fuego negro se alzó para repetir el mismo procedimiento. Crecer hasta esperar la orden de Patrick Colt.